Capítulo XXXIII: Primas. (Parte I)
Remus se sentó en su escritorio dejando a los chicos de primero con la actividad que tenía planificado, observo a Aroa Snape con preocupación, la chica no había levantado la cabeza en toda la clase, solo tomaba apuntes en su cuaderno. Su ahijada estaba actuando extraño desde que Severus se había ido de viaje. Phoenix estaba en igual de condiciones, no levantaba la mirada y solo hablaba con Draco o Eli. En fin, todos los profesores habían visto ese cambio de actitud en las hermanas Snape.
Le había sorprendido que Severus le pidiera cuidar de Phoenix y Aroa, pensó que luego de la discusión que habían tenido jamás podría acercarse a las hijas de su mejor amigo más allá de ser un simple profesor, pero también entendía que Severus no se sentía cómodo dejando a sus hijas solas y sin vigilancia. Regresó su mirada a Aroa, viendo que esta terminaba la actividad y cerraba su cuaderno.
—Aroa ¿Te encuentras bien?—preguntó Remus amablemente, pero se petrificó al ver la mirada enojada de la pequeña al alzar la cabeza.
—Y a usted que le importa, yo le pregunto a usted si ¿Tonks en su novia? Porque como la mira en el gran comedor, diría que va a besarla en cualquier momento—exclamó molesta.
Remus abrió su boca sorprendido, ante la actitud violenta de Aroa. Tragó saliva, ante la mirada atenta de todos los niños de primero, la mirada molesta de Aroa, le recordaba a Lily, cuando se enfadaba con James cuando molestaba a Severus. Vio como la niña volvía a ignorarle. Aún así no podía permitir que Aroa se saliera con la suya. Iba a decirlo, pero el sonido de su reloj sonó, anunciando el término de la clase.
Aroa salió junto a Hator y Dennis. Los tres caminaron por los pasillos en dirección a su clase de transformaciones. Ninguno de los niños se sentía con ánimos para conversar entre ellos, pero Hator no aguanto más y solo reveló información, sin tomar en cuenta los sentimientos que provocaría en sus compañeros.
—Mi hermano Blaise me ha dicho que Tonks ha pedido a mis padres un análisis de nuestra sangre para ver que hechizo teníamos en cuando nos atacaron—comentó a sus compañeros. Dennis y Aroa le miraron con atención.
—Mi papá me ha dicho que han venido dos aurores para saber sobre nuestro accidente ¿No recuerdan nada?—preguntó Aroa a sus compañeros, temiendo su respuesta. Para suerte suya ambos negaron con la cabeza.
—He escuchado de mi hermano Colín que Tonks es muy buena en su trabajo—comunicó Dennis con una sonrisa.
—Eso es obvio, siempre ha sido la mejor—comentó Aroa, sintiéndose ofendida al ver que no tomaban con seriedad el trabajo de ella. Se detuvo al ver al grupo de tercer año.
Sus ojos se concentraron en Tonks, quien hablaba con su hermana y los hermanos Malfoy, por unos segundos, se sintió aterrada de que ella les estuviera diciendo algo con respecto a lo hablado en su habitación, mordió su labio nerviosa. Su mirada se cruzó con la de su hermana y no pudo evitar retroceder, llamando la atención de Eli y Draco.
Tonks le observo y vio el miedo en los ojos de su prima menor, dio unos pasos dejando atrás a sus otros primos, pero eso solo ocasiono, que Aroa se girara y saliera corriendo, sorprendiendo a todos los que estaban presentes.
Corrió al único lugar donde no podrían encontrarla en un buen tiempo. Aroa se sorprendió, cuando Eli le encontró debajo de su propia cama, la vio incorporarse, cerrar las cortinas y volver para sacarla de allí, pero se negó a salir.
—Tranquila, no llamaré a nadie, si tú no quieres. —susurró con una sonrisa, tratando de que se calme—Es mejor hablar recostadas en la cama ¿No crees?—propuso, viendo que su prima menor limpiaba su cara, seguramente había estado llorando.
—Perdón, quería un lugar donde no pudieran encontrarme en un buen rato—comentó Aroa, apenada. Eli sonrió.
—Venga vamos—animó, sacándola de su escondite—Me tenías preocupada. Tonks nos ha preguntado muchas cosas sobre tu actitud. Phoenix está con tío Severus ahora, así que tenemos tiempo.
Eli se acomodó en su cama para que Aroa hiciera lo mismo y así entrara en confianza más rápido. Se formó un silencio agradable, uno donde Eli se dedicó a mirarse las uñas, mientras su prima menor observaba el techo como si fuera lo más divertido del mundo.
—El aroma del hombre que atacó a mis compañeros y a mí, lo sentí en mi casa cuando tenía cuatro años—comenzo, llamando la atención de Eli, quien aun sorprendida, fingió seguir mirándose las uñas.—Estaba encerrado en una caja de hierro, con un candado y las letras S.B, me refiero al aroma—confesó, mirando a Eli con una sonrisa, cuando esta se giró a mirarla. Bostezo, no sabía que tenía sueño.
Elí se sorprendió cuando Aroa se durmió en segundos, Se acomodó en su cama, sintiendo que Aroa acomodaba su cabeza en su brazo, prefirió imitarla por unos el momento, de todos modos, ella también estaba cansada.
Despertó cuando sintió acostarse a sus compañeras. Aroa seguía durmiendo. Sonrió cuando escucho la voz de Phoenix, reclamando su atención.
— ¡Eli!— llamó Phoenix, viendo que Eli se movía—Deja a mi hermana durmiendo sola—pidió con una sonrisa, mientras Eli le miraba divertido.
—No puedo, está abrazando mi brazo y me da pena despertarla—hizo saber. Phoenix negó con la cabeza.
—No lo acepto, esa es solo una excusa para no dormir conmigo—exclamó Phoenix celosa, como envidiaba a su hermana menor en este momento.
—No te portes como una niña— reclamó Eli al escuchar ese tono—Solo será hoy.
— ¡No! Ven a dormir conmigo, los fines de semana siempre dormimos juntas, estás faltando a tu promesa—hizo saber Phoenix, viendo que Eli rodaba sus ojos.
—Solo esta vez, tu hermana me odia, déjame disfrutar de este momento de debilidad— comentó divertida.
—Mi hermana no te odia, solo te envidia como yo ahora de ella—comentó, viendo que Eli le miraba, pidiendo una respuesta—porque tú me tienes la mayoría del tiempo, ya ven a dormir conmigo, traidora—le reclamó Phoenix, cruzándose de brazos.
—Ven tú aquí, junta las camas y así dormiremos las tres juntas—trató de convencer. Phoenix le observo pensativa por unos minutos.
—No, yo no comparto, déjala durmiendo sola—ordenó a Eli, quien le miró divertida—Ya no importa, de todos modos, no quería dormir contigo—le reclamó molesta, dándole la espalda.
Eli negó con la cabeza y se acomodó al lado de Aroa, sonrió, volviéndose a dormir.
— ¿Si junto las camas, duermes más al lado de mi cama?—Preguntó Phoenix con una sonrisa, mientras se giraba para ver a su prima.
— ¿Para qué quieres juntar las camas? Si dijiste que de todos modos no quería dormir conmigo—preguntó Eli, haciéndose la ofendida, mientras abrazaba a Aroa bajo la mirada celosa de Phoenix.
—No seas infantil—exclamó Phoenix, viendo que Eli abrazaba a Aroa con cariño.
—Ah que cómodo es dormir con Aroa. Ella guarda silencio—murmuró, sintiendo la mirada enojada de Phoenix.
—Eli, ven a dormir conmigo—ordenó Phoenix. Eli negó con la cabeza.
—No, me gusta dormir con Aroa—comentó divertida a Phoenix.
—Ya dejen de pelear y junten las malditas camas, solo hagan el favor de dormir—pidió Pansy cansada, de escuchar la discusión sin sentidos de ambas primas.
Eli tomó su varita del velador y con un movimiento puso la cama de Phoenix al lado de la suya, se acomodó con cuidado en la cama de Phoenix, quien le abrazo victoriosa, mientras dejaban a Aroa durmiendo sola en la cama de Eli.