Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Wrong House por NNK

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Como siempre los personajes pertenecen a J.K Rowling y algunos son de mi completa autoría.

 

Capítulo XLI: Aroa.

 

Flash Back.

Nix…—exclamó fuerte, al ver que el perro se lanzaba encima suyo.

Cayó a la nieve mucho antes de que pudiera gritar nuevamente, la pata del animal se había transformado en una mano humana, mientras que los dos desaparecían y aparecían en la casa de los gritos, comenzo a patear el suelo solo para que su atacante le soltara de una vez por todas.

—Aroa, cálmate, tú me conoces—pronunció Sirius, viendo como su hija aún tenía los ojos cerrados—Mírame, tú me conoces—pidió asustado.

La vio abrir sus ojos, mientras dejaba de forcejear con él, su mirada lucia aterrada, la dejo observar a su alrededor, sin quitar la mano de su boca, sabía que la casa de los gritos era un lugar momentáneamente seguro, pero había visto lo impulsiva que era su hija y tenía miedo de retirar su mano, porque estaba seguro de que ella se volvería un peligro para el plan que tenía en mente. Volvió a ejercer un poco de fuerza al ver que comenzaba a forcejear nuevamente.

—Aroa cálmate, me conoces, busca en tus memorias. Me has buscado toda tu vida, soy yo—volvió a repetir, pero su hija menor solo siguió, luchando por librarse. —Aroa, escúchame solo serán un par de días, máximo una semana, necesito encontrar a Remus y decirle que les proteja del peligro, solo él puede hacer entrar en razón a tu padre—comentó, viendo que Aroa le miraba como si estuviera loco, mientras dejaba de luchar para ponerle atención.

Sirius observo a Aroa con una sonrisa, mientras veía que su mirada asustada cambiaba a una más calmada al reconocer su aroma, trato de relajarse, pero omitió un quejido cuando su hija volvió a luchar y lo golpeó en la entrepierna, haciendo que le soltara de una vez por todas.

Ambos se separaron por unos segundos, Aroa aprovechó para incorporarse y correr a la puerta, pero antes de que pudiera abrirla ya se encontraba nuevamente en el suelo, con Sirius encima, cubriéndole la boca con la mano.

—Cálmate Aroa…—ordenó Sirius serio—Es que Severus no les enseñó a obedecer una simple orden—recalcó, asustando a su hija—No quiero hacerte daño, sé que ya lo hice cuando te mordí el brazo esa noche, pero no volveré a causarte daño—confesó, sintiendo temblar a su hija—Solo será un máximo de una semana, te prometo tenerte con alimento y podrás tomar ese tiempo como una pequeña acampada.

Sirius acomodo a su hija, sentándola con la espada apoyada en la pared, sin quitarle la mano de encima, sintiendo su respiración agitada, debido a lo asustada que estaba.

—Andrómeda me ha contado en sus cartas que te gusta acampar y eres un poco adicta a los dulces—comentó con una sonrisa, que hizo que Aroa le mirara con lágrimas en sus ojos—Voy a retirarte la mano, pero no grites.

Sirius vio como Aroa bajaba su mirada, mientras la mano de Sirius se alejaba.

—Ni…—intentó llamar, pero Sirius volvió a poner la mano sobre la boca de su hija.

—Deja de llamar a tu hermana ¿Cuántas veces debo decirte que no voy a hacerte daño—comentó ya harto de la actitud de su hija—Aroa confía en mí, por favor—rogó, viendo como la menor negaba con la cabeza, mientras intentaba liberarse una vez más.

Sirius se sintió angustiado, era irónico pedir algo que él no se había ganado, así que no tuvo más remedio que levantar la varita que había robado contra su propia hija, Aroa vio como este tomaba un líquido y poco a poco tomaba su forma, para así salir de la casa de los gritos, mientras la dejaba encerrada en el sótano con una tela cubriendo su boca.

Fin Flash Back.

Sabía que su padre no era malo, que había utilizado sus últimos recursos porque estaba desesperado, necesitaba contactar a gente que realmente confiara en él y que ella en su plan era solo una herramienta para lograr todas sus metas. Las primeras horas intentó con todas sus fuerzas liberarse de esa habitación, pero la puerta estaba cerrada con magia. Pero, supo que podía confiar en él, cuando en la habitación apareció una pequeña mesa con la cena que tocaba en el colegio ese día, comió los primeros dos días.

Al tercer día su cuerpo le cobró el esfuerzo de mantenerse despierta día y noche sin tener nada con que propinarse calor, intentó durante ese tiempo hacer un hechizo de calor sin utilizar su varita, pero no le resultó y el cansancio, le cobró un desmayo que le hizo perder por completo la noción del tiempo. Al recuperar la conciencia, no pudo abrir sus ojos nuevamente, sintió el olor a descomposición que venían de los platos de comida, también escucho el chillido y el caminar de las ratas. Trató de abrir sus ojos una vez más, pero su cuerpo se sentía pesado.

Recostada en el suelo, intento comunicarse con su hermana y George, incluso con Eli, pero parece que todos sus esfuerzos eran nulos, una vez más trató de entrar en la mente de su padre Severus o Sirius, pero ambos sabían perfectamente defenderse de ese tipo de ataques.

Era la segunda vez en el año que sentía miedo a morir, pero esta vez no estaba preparada para morir como en la primera. Se movió solo para comprobar que seguía viva, quedando en forma fetal a causa del frío, escucho los gritos de la casa y sintió la luz que poco a poco entraba por la rendija de la ventana del sótano en sus ojos, realmente quería abrirlos, pero no podía lograrlo. Sentía los latidos de su corazón por todo su cuerpo, el aire helado le hizo toser las primeras veces, pero ahora solo hacía que redujera su respiración.

Sintió el aroma de Nix atrapado en la puerta principal, a los pocos segundos él de Eli quedó atrapado. Escucho una explosión en algo de tiempo que parecieron minutos, que causó que las ratas huyeran a otra habitación, el aroma de George le llegó desde la puerta principal. Escucho su nombre, intentó moverse, pero su cuerpo no reaccionó.

Sintió el aroma de George moverse junto al de su hermana en las habitaciones del primer piso, mientras que Fred y Eli buscaban en los cuartos del segundo piso, trató de toser para dejarse escuchar, ante el ruido que estaban causando sus amigos. Phoenix dejó de buscar cuando sintió un ruido, George la imitó al ver que su amiga le pedía guardar silencio, llevando un dedo a sus labios.

George fue el primero en correr a la pequeña puerta que había en la escalera. Ambos bajaron las escaleras al sótano, seguidos de Fred y Eli que llegaban al primer piso.

— ¡Aroa!—exclamó George al verla en el suelo. Se acercó, tomando su mano, se asustó y llevó su mano para comprobar el pulso—Tiene poco pulso.

—Trata de despertarla—susurró Eli al ver que su prima no reaccionaba.

— ¡Aroa, reacciona!—pidió Phoenix, moviendo a su hermana para que abriera los ojos de una vez por todas.

—Apártate, Eli ven, necesito que le levantes un poco la cabeza—pidió Fred, alejando a Phoenix de su hermana para tener mayor espacio—George, tápale la nariz y dale respiración dos veces, cada vez que yo llegue a treinta.

— ¿Qué le van a hacer?—preguntó Phoenix asustada, al ver la mirada seria de sus compañeros.

—Hacer que reaccione, así que voltéate—ordenó Fred, viendo que su amiga solo negaba con la cabeza—Phoenix haz caso.

Eli levantó la cabeza de Aroa, antes de volver con Phoenix y voltearla. Fred comenzo las compresiones, observo que su hermano le daba respiración y volvió a hacerlas al no tener respuesta. George volvió a darle respiración y observo a su hermano hacer las compresiones, la escucho toser, mientras respiraba rápidamente.

Phoenix se volteó, viendo como George se sacaba su parca y la colocaba sobre los hombros de su hermana, mientras Fred la sentaba. Se agachó y la abrazo con fuerza, sintiendo que Aroa le abrazaba llorando, mordió su labio y no pudo evitar preguntar.

— ¿Quién te hizo esto?—preguntó, separándose de su hermana, mientras no dejaba de llorar—Aroa respóndeme ¿Quién te hizo esto?—insistió, viendo los ojos de su hermana.

—Estuvo en Azkaban doce años—comentó en un susurró. Phoenix abrió sus ojos asustada, mientras negaba con la cabeza.

—Tranquila, lo solucionaremos—habló con una sonrisa para que su hermana se calmara.

Phoenix la abrazo de nuevo para calmar sus sollozos, debía volver al colegio y asegurarse de que Aroa descansará y comiera algo, mientras ella conversaba con su padre sobre lo ocurrido.

Notas finales:

Gracias a todos por llegar hasta aqui. Nos vemos en la siguiente publicación


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).