Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿Los Vampiros Existen? por Ari_123_love

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Debería estar haciendo mi último trabajo de la universidad. Pero henos aquí, el inicio de este bonito triángulo amoroso ♥

Domingo por la noche, Kibum se hallaba sentado en el sofá que había en la sala de estar del aquelarre. Era extraño que el lugar estuviera tan tranquilo, pero en general no se quejaba. Un momento de paz siempre era bien recibido. Hacía poco había comprado una revista, y quería leerla antes de que alguien la tomara y esta se diera por perdida.

Supo que no la leería cuando Jinki cruzó por la puerta. No es que se tratara del más ruidoso de todo en el aquelarre, por supuesto que ese nunca era el caso. Pero llevaba consigo esa sonrisa tonta de que sabía lo más reciente sucedido.

-Ya me enteré del nuevo temor de Taemin.- Jinki exhaló, sentándose a lado de Kibum.

-Quisiera decirte que no te burlaras, pero es realmente estúpido.- Rio, subiendo sus piernas sobre las del vampiro mayor. -No tienes idea de cuánto me costó convencerlo de que todo era falso. Y aún así, no fue hasta que Leeteuk apareció, que él pudo tranquilizarlo un poco. Se lo llevó a su oficina para darle una charla, e información verídica.

-Encontraría eso algo tranquilizador, ya que Leeteuk tiene la experiencia necesaria para explicarle a Taemin cómo son las cosas pero…- Exhaló. -Me temo que a veces Taemin es demasiado convincente, pronto encontraremos a todo el aquelarre entrando en pánico.- Provocó que Kibum riera, mirándole de la misma manera en que le había mirado la primera vez que se vieron. Ese era un recuerdo demasiado ameno para Jinki. Colocó su mano sobre la rodilla del menor, llamando su atención de manera sutil. -¿Harás algo más noche?

-Yo…En realidad sí.- Kibum notó como la sonrisa en Jinki se transformó, fue algo apenas sutil, algo que cualquiera no lo hubiese notado. Pero no era cualquiera, habían estado casi trescientos años acompañándose, sabían prácticamente todo el uno de otro. -¿Es importante?

-No, para nada.- Jinki lo desestimó rápidamente. -Sólo me preguntaba si querrías ir a pasear por la noche. Tenemos mucho tiempo sin hacerlo.- Palmeó una vez más la rodilla de Kibum, antes de amablemente quitar las piernas que estaban sobre su regazo, para poder ponerse en pie. -Pero será otro día.

-Jinki…- Le tomó por la mano, tomándose un segundo para estudiar su reacción. ¿Por qué se veía tan triste a pesar de estar sonriendo? Kibum se sintió genuinamente mal por ya haber tenido planes. No quería hacer sentir triste a Jinki, nunca. -¿Mañana? ¿Está bien si mañana paseamos por la noche?

-Si, está bien. Es un plan.- Asintió, sonriendo en una mueca suave y luego desapareciendo del lugar.

No era común que Jinki se desapareciera, a él realmente le gustaba caminar. Además, no necesitaba nunca del factor de llamar la atención apareciéndose de la nada. Podía ser alguien silencioso, pero su presencia siempre resaltaba. Así que, el que se fuera sin más, realmente dejaba con un sabor amargo en Kibum. Algo había hecho mal, le quedaba en claro, pero no podía poner el dedo sobre el renglón. No aún. Se retrajo sobre el sofá, mirando hacia su revista abandonada. No entender qué le había molestado a su mejor amigo le estaba sacando de quicio. ¿Sería posible que simplemente ya no le conociera como antes? Mordió el interior de su mejilla, esperando a que el malestar que sentía se desvaneciera.

 

∞â—Œ∞â—Œ∞â—Œ∞â—Œ∞â—Œ∞â—Œ∞â—Œ∞â—Œ∞â—Œ∞â—Œ∞â—Œ∞â—Œ∞â—Œ∞â—Œ∞â—Œ∞â—Œ∞â—Œ∞∞â—Œ∞â—Œ∞â—Œ∞â—Œ∞â—Œ∞â—Œ∞â—Œ∞â—Œ∞

 

El sonido de la campanilla al entrar, el aroma fuerte del café, e incluso las luces fluorescentes que iluminaban los aparadores hacían que Kibum se sintiera extrañamente vivo. Nada de eso había existido cuando él estaba vivo, y aun así encontraba ese sentimiento de nostalgia y confort cada que entraba a esa tienda de conveniencia.

Además, con verle, aunque fuera un par de minutos, le era más que suficiente para sentirse tranquilo. Aquel humano con aire taciturno, pero sonrisa afable, que cantaba todo el tiempo, le había llamado la atención algún tiempo atrás. Y aunque al principio trató de ser sutil, eventualmente sus visitas a esa pequeña tienda de conveniencia se hicieron notorias. En especial por el horario de visita. Kibum era vampiro, por supuesto que sólo podría visitarle en la noche, muy noche. Pero él siempre estaba ahí, sin quejarse.

-Kibum ssi…

Suspiró, sonriendo al verle. Era feliz cada vez que lo hacía, y ya no estaba haciendo nada para evitarlo.

-Hola Jjong.- Le saludó, acercándose al aparador. -¿Cómo ha estado tu noche?- Preguntó, fingiendo que revisaba detrás del humano, para elegir qué comprar. De otro modo, los jefes de su humano amigo podrían regañarle por estar conversando durante las horas de trabajo.

-Demasiado tranquila, es horrible.- Se quejó, lloriqueando de manera dramática. -Así jamás podré inspirarme.

Kibum rio por lo bajo, cubriéndose un poco para no ofenderle. Jonghyun era compositor, bastante conocido en el medio, y la única razón por la que estaba trabajando en una tienda de conveniencia era su falta de sueño. Se aburría demasiado en las noches, permitiéndose inspirarse con cada persona que entraba, inventándoles historias, que después transformaría en canciones. Kibum creía que Jonghyun era un romántico en perdición.

-Ya encontrarás inspiración.- Le aseguró, palmando suavemente la mano que Jonghyun tenía sobre el aparador.

-¿Qué hay de ti?- Jonghyun preguntó, mirando la mano de Kibum un momento antes de subir la mirada y observar la mueca que Kibum hizo. -Estás más callado de lo usual.

Suspiró. Sabía que era cierto, pero no podía evitar sentirse algo apagado. Se sacudió la incomodidad, pensando en su respuesta.

-Tengo este amigo…Creo que estaba triste, y no me di cuenta hasta muy tarde. No sé si le lastimé de algún modo o…- Exhaló. ¿O qué? No sabía exactamente qué esperar de esa situación. Era algo totalmente sin precedentes. -Simplemente me es confuso.- Terminó por encogerse de hombros.

-Ya se resolverá, las cosas siempre se resuelven.- Jonghyun le aseguró. Entonces miró hacia atrás, buscando el punto donde la cámara estaba escondida. No le costó golpearla “sin querer” para apartar la dirección en donde estaba grabando, y poder seguir la plática. -Estoy muy feliz de ver que volviste.

-Creí que era obvio que mis visitas son recurrentes.- Kibum rio, molestándole. -Además, me queda de paso, no puedo evitar detenerme aquí y pasar a…saludar.

-Por supuesto. Como si fuera tan entretenido salir de trabajar y en vez de ir directo a casa, detenerte en una tienda sólo a decir hola.

-Para mí lo es, me agradas. Lo sabes.

-A mi también me agradas Kibum, mucho.

Esas palabras hicieron que Kibum se diese cuenta que, de estar vivo, sus mejillas serían color rojo, porque se sentía extrañamente abochornado, a pesar de que la temperatura en su cuerpo no hubiese aumentado ni un poco.

Platicaron por un rato más, de todo y de nada. Jonghyun era un buen escucha, pero también tenía temas demasiado interesantes, que a Kibum llamaban la atención. Este humano simplemente era tan buena compañía, que se sorprendía de haberle hallado. Y aunque supiera que estaba mal frecuentarle, no lograba evitar esas salidas que hacía para visitarle. Tampoco es como que quisiera detenerlas.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).