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Delirio por M M

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Notas del capitulo:

Holaaaaa les traigo otra actualización, subiré también mañana otro capítulo jejeje como ya me eh sentido un poquito mejor aprovecho para actualizar.

Capitulo 21
Silencio y un tazón rosa.




Day durmió tranquilamente sobre el pecho desnudo de su hermano, las suaves sábanas y el cálido edredón le permitían mantenerse cómodo. El abrazo dulce le hacía sentirse más seguro… protegido.
El chico miró mientras dormía el mayor, el rostro de Anthony jamás le había parecido tan perfecto como en ese momento.
Su nariz era mediana y respingada, un fuerte pero fino mentón, labios suaves y delgados, poco bello facial y unas cejas pobladas pero definidas, las largas pestañas y el cabello despeinado de tono oscuro, tan blanco como el mármol aunque besado por el sol.

Day se sonrojó pues no terminaba de admirar al hombre que le sostenía en brazos. 
Bajó su mano izquierda y comenzó a tocar los pectorales del mayor, el abdomen marcado y tonificado… Pasando la vista por los dormidos brazos, temiendo que algún día esos brazos no le cuidaran más.
Era irónico el como antes lo odiaba y le temía, preguntandose si solo estaba confundido o si era algo diferente al amor. 

Ese "algo" que siempre trataba de decifrar tomaba forma con la palabra amor y más por lo hechos recientes. Day se acurrucó lo más que pudo en Anthony quien aún se mantenía dormido, se acercó a sus labios y los selló con cariño, un beso dulce se dejaba ir entre su corazón y su mente confusa.

"Nunca sueltes mi mano, ni me abandones, no quiero estar sin tí" pensó luego de aquel beso, lamentablemente se detuvo pues se percató de sus propios sentimientos. Day se regañó así mismo, esto era raro, anormal… Ese hombre le había violado antes, Cómo es que ahora le quería? El chico se reprendía una y otra vez por lo que su corazón le decía.

Suspiró molesto y se volvió a acomodar en el pecho de su hermano, buscando seguir durmiendo, Tratando de olvidar lo que había ocurrido la tarde de ayer. Susan no le buscó luego del desastre, esperó por horas pero ella nunca se acercó. Cada quien ceno por separado y no hubo contacto. Day tenía tanta decepción sobre la actitud de su madre que prefirió dormir con Anthony en su alcoba que volver a su propia habitación, la mujer que tanto amaba y protegía no le buscaba. Esto le rompía el corazón y le hacía pensar en aquel sentimiento que tuvo antes de la boda. 
La inseguridad que le causaba aquel nuevo matrimonio y el repentino cambio le provocó demasiado estrés y preocupación sin mencionar que había dejado parte de su vida atrás. Extrañaba a Lizzie, a Allen e incluso también a la profesora Miranda. 
Tal vez ahora podría pedirle permiso a su hermano y volver de a poco en poco a su vida pasada. Eso le haría tan feliz…

El menor se levantó de la cama una vez que pasaron las 9 de la mañana, aparentemente Tony seguía durmiendo pues hizo "guardia" de los sueños de Day durante toda la madrugada hasta que no pudo más, al chico le constaba los esfuerzos que su hermano hacía por darle algo de tranquilidad ya que por las circunstancias en las que se conocieron ellos Anthony temía que Day colapsara mentalmente.

Aunque el chiquillo era fuerte, no era como para tomar este asunto a la ligera. Pero agradecía que Anthony en lugar de salir corriendo para asesinar a James se haya quedado a su lado, esperando, consolandole y dando lo que para ellos significaba protección. 
Le besó la frente y bajó al comedor, su estómago pedía algo de comer y como ese mismo día sería el evento de la empresa en la mansión todos los empleados de la casa corrían de arriba para abajo, nadie les había llamado para desayunar, ni siquiera Meena quién se encontraba arreglando todo para que aquel evento tan pomposo saliera perfecto.

Day no era tan inútil como Anthony o su padrastro que esperaban a que todo les realizaran, así que el mismo bajo por algo de cereal.
Entrando por la cocina descubrió el caos que había entre los empleados y los meseros, no le tomo importancia dado a qué nada de ello le concernía. 
Tomó una de las caja de cereal y se sirvió leche del refrigerador, sobre su particular razón rosado. Los empleados dejaron de discutir de a poco al percatarse que un niño se encontraba comiendo como si nada sobre el comedor mediano de la cocina.

Avergonzados por alguna extraña razón de solo mirar al chico dejaron de pelar y cada uno continúo con sus actividades programadas.
Day miraba el tazón rosa como si fuera lo más interesante del mundo, tenía algo de agruras y un poco de debilidad muscular pero estaba bien, al menos no quería preocupar más a Anthony por los malestares que le afectaban desde hace un par de meses.



Tanto sexo le empezaba a sacar factura….



-Day… Hijo que haces despierto? Imaginé que seguías en tu habitación dormido- Habló de la nada Susan quien estaba atareada con una tablet en la mano y dos mucamas a su alrededor tratando de arreglarla mientras ella caminaba y daba órdenes cuál capataz.
-Buenos días mamá…. Dormido? No, solo tenía algo de hambre- la voz lastimada de Day y la evidente decepción le marcaron el corazón alejandole el apetito que le quedaba.
-Day hijo… Quiero hablar contigo de lo que ocurrió el día de ayer… Estoy preocupada por ti y por tu hermano- Susan se sentó a su lado  haciendo un expresión de angustia.
-No le creíste a Tony sobre lo que pasó ayer?- Day fue directo al punto mirándola con desaprobación.

-Day no creo que sea cierto de lo que le acusó a James, sabes que él es un adolescente mimado y no es la primera vez que miente, Frederick me a hablado sobre lo problematico y descontrolado que es él… A mí lo único que me interesa es tu bienestar, dime qué No es verdad lo que Anthony dijo- Susan apoyo su mano sobre el hombro de aquel niño, la expresión desfigurada de Day le asustó un poco a la mujer.
-Porqué asumes que Anthony miente? Solo por lo que James o tu esposo dicen? La palabra de Tony es mía, Dudas de que el profesor James fue capaz de atacarme?- Day se levantó de golpe haciendo que el tazón rosa se cayera de la mesa.

Ambas mucamas corrieron a limpiar lo derramado sin emitir palabra alguna. El azul y de ambos chocaba y ninguno comprendía lo que el otro peleaba.
-James es un profesor de renombre, con muchos títulos y buena reputación, Me resulta imposible creer que de la nada se haya convertido en un pervertido y haya decidido atacar al hijo de su Tío…- Susan se levantó de la mesa como si estuviera ofendida por las palabras del menor.
-Anthony no es quién tú crees y tú no eres la madre que yo tanto amo, Cómo puedes elegir entre la palabra de otra persona totalmente desconocida a la mía? El profesor Snow me atacó!- Day apretó los puños y elevó la voz, las lágrimas se contenían en un intento por mantenerse firme.

Susan frunció el seño con cierto desprecio.

-Anthony miente, y aparentemente esas malas mañanas de niño mimado se te han pegado, No creo en nada de lo que ustedes dicen, si esto llegase a oídos de tu padre todo se destruiría, No ves acaso que pones en riesgo nuestro futuro?… tanto tiempo te eh cuidado y amado... Y ahora me lo pagas armando semejante escándalo solo para llamar la atención y evitar tus clases extra?- Las frías palabras de ella hirieron el corazón de Day hasta lo más profundo de él.

-Tienes que entender que no porque me haya casado significa que no te amo, no debes armar berrinches ni mentiras de las personas que son importantes para tu padre, ahora que te puedo dar la vida que tanto quise para tu bien te comportas así de mal…-Ella no midió lo que decía y ambas mucamas miraron con lastima las lágrimas del menor.

-Ese hombre no es mi padre…-dijo entrecortado pues sus propias palabras eran interrumpidas por la salinidad de las lágrimas que se metían por su boca al bajar.
-Ese hombre es tu padre ahora, debes respetar su mundo y las personas que le rodean, no seas malagradecido con los que te ayudan, yo no te eduqué para que tengas estos ataques infantiles Day… Si realmente te interesa un poco mí felicidad guardarás silencio sobre el incidente y no dirás nada, ya no tengo interés en atender tus intentos de llamar la atención, comportate… Entiendes Day?- Susan avanzó a la entrada de la cocina sin mirarle a la cara.
El menor gimoteaba lo más silencioso que podía.
-Te pregunté que si entendiste- habló de nuevo molesta.
-Sí mamá…-afirmó con el alma herida.
-Eres un buen hijo, no lastimes más el corazón de tu madre- Susan dijo por último yéndose de regreso a su habitación con ambas mucamas tras de ella.

Day cayó al suelo, llorando mientras se abrazaba a si mismo, tratando de entender en que había fallado, porque su madre no le creía y el porqué de el silencio ante los que pasó.
Day corrió de nuevo hacía la única persona que le daba la seguridad que Susan ya no le brindaba.
Abrió la puerta de la habitación tan abrubtamente que chocó contra un cuerpo mayor que él y sin abrir los ojos lo abrazó, llorando desconsoladamente. Hundía su rostro enrojecido en el pecho de aquel hombre, sintiendo una caricia sobre sus cabellos rubios, aunque… El olor de ese hombre no era el mismo que le embriagaba siempre.
Day miró y en pánico se percató que a quién abrazaba era a Edward.
Hasta el llanto se detuvo, la vergüenza le invadió tratando de no correr nuevamente, escondió la mirada bajo su mano derecha. 

Edward le miró amable y no se mostraba ofendido o algo similar.
-Per…. perdón… Pensé que eras Tony- dijo el chiquillo avergonzado.
-Tony se está bañando, llegué hace unos minutos y me pidió que te buscará ya que no te hayó cuando despertó, Porqué llorabas? Te encuentras bien?- Edward le sonrió haciendo que Day se sorprendiera sobre su conducta. Pues no era propio de él mostrar emociones o amabilidad hacia los demás. 
Edward era para Day como una estatua guardián, sin expresiones, siendo estoico y algo amargado.

-Eh… No es nada… Solo quiero ver a Tony- masculló el chico. 
De pronto el azúl de sus enrojecidos ojos y el café de Edward se encontró… Day solo se sorprendía por las nuevas facciones de el amigo de Anthony.
Mientras Edward se sumía perdido en sus propios pensamientos. 
Acaso era molestia o admiración lo que su mirada café reflejaba? Quién sabe… 

-Day!! Day dónde te metiste?! Me asusté cuando no te vi!!!- dijo de la nada Anthony empujando a un lado a Edward, el menor le abrazó fuertemente y su hermano Mayor le cargó de frente mientras Day se aferraba a sus caderas con ambas piernas.
Day empezó a llorar de nuevo diciéndole todo lo ocurrido a Tony quien se molestó pero no dejaba de cargar y abrazar al menor aunque ya estaba Tony sentado sobre la cama. Algo del agua de su ducha mojaba las mejillas de Day quien de nuevo de escondía en el cuello de él, oliendo la fragancia del shampoo e intentando hallar esa protección por la que corrió antes.

Edward les miró con una extraña e inexplicable expresión, guardo silencio y cerró la puerta nuevamente dejándoles solos. Anthony le había encargado arreglar el asunto de el Profesor Snow, sabía que no podía atacarlo como a cualquier otro maestro del Instituto Jefferson, pero podría amenazarle para que se alejara de Day.
El problema era que James era el favorito del señor Frederick y manejar la cercanía del Profesor con los Worthington era complicada. Todo esto le constaba a Edward que de nuevo tenía que solucionar los problemas del nuevo presidente estudiantil. 

El jóven moreno caminó por los pasillos sin decir nada, ya contemplaba lo que haría para arreglarlo y también para seguir adelante con los planes en el consejo estudiantil… Solo que… 
Seguía su cuerpo sientiendo el abrazo fuerte del chiquillo, el calor corporal, la mirada azúl y la fragancia tan característica de Day.
Edward por primera vez se sonrojó, mordiendo su propio labio… 
Mierda, quería tocar un poco más aquella cabeza dorada…. 

Solo…. Solo un poco más.
Notas finales:

No olviden comentar, adoro leer sus mensajes.

 

Mañana hay actualización también 7u7r


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