La aparición de esas personas tan extrañas buscándote te recordó a la horrible caza de Harry que Duddly y sus amigos practicaban hace un par de años.
Era curioso que ahora estuvieses en el bosque tras el orfanato huyendo como un conejo de una partida de Jack Russells.
-creo que fue por ahí- la voz de un hombre se escuchaba cerca.
En un momento de iluminación divina, recordaste la cabaña del señor Labou.
Corriste con todas tus fuerzas en su dirección. El camino parecía eterno, con tu corazón latiendo en tus oídos.
Llegaste y abriste la puerta con el truco que el mismo señor Labou te había enseñado antes de morir.
"Recoje la mochila"
Cómo siempre que algo que te ponía en aprietos pasaba, la sibilante voz en tu cabeza te dijo que hacer y la obedeciste.
En el armario junto al medio baño, estaba lo que el señor Labou denominaba kit de escape en casos desesperados.
Nunca te había parecido mejor el nombre, que en esta ocasión.
Te metiste al medio baño y atrancaste la puerta con el mueble que había ahí. Te sentaste y sacaste el contenido de la mochila revisando cada cosa que encontrabas.
Ya sabías de la mayoría de cosas que podías encontrar. Después de todo, de tus 3 años en el orfanato, la mayoría del tiempo libre te la pasabas metido en esa cabaña, estudiando magia y escuchando las viejas historias de ese hombre que se había convertido en lo más cercano a una familia.
En la mochila había un surtido de viales etiquetados para no confundir ninguno,un paque te comida empequeñecida y con un hechizo de conservación, pergamino con su respectiva pluma y tinta, una bolsa con galeones (al señor Labou se le ocurrió que era mejor tener dinero inglés nada sospechoso), un medallón que sabías era un traslador (aunque no sabías a donde) y hasta el fondo una carta de la cual desconocías el contenido.
"Eso no estaba ahí antes, léela"
Siguiendo como siempre las instrucciones de la voz, abriste la carta y empezaste a leer.
'Niño, si has encontrado esta carta quiere decir que te gano la curiosidad por revisar el kit o estás en serios problemas y no estoy ahí para ayudarte.
Se que es muy probable la segunda, después de todo esa magia tuya no es normal y estoy seguro que eres un imán de problemas.
Lamento no estar ahí para sacarte del lío en el que seguramente estás metido hasta el cuello, pero puedo hacer algo por ti aunque ya no esté a tu lado. El medallón que funciona como traslador, te llevará a la última propiedad en la que viví cuando recidia en Estados Unidos.
El pequeño pueblo de Salem será el lugar ideal para esconder a un mago poderoso como se que eres, después de todo, que mejor escondite que a plena vista.
Estás cerca de entrar a una de las escuelas mágicas. Howarts no será el lugar ideal para tus estudios, pero será muy seguramente la que te envié tu carta ya que eres inglés.
Escondete en América hasta que pase un tiempo y vuelve a reino unido una semana antes de tu cumpleaños.
El traslador se activara cuando le susmurres la palabra travaille (recuerda las clases de francés que te di mocoso) y te llevará a una casa segura dónde mi elfo Yusk te recibirá, solo dile que eres el hermano de
Tiana.
Se feliz y cuídate James, no cometas nunca los errores que yo cometí.
Aún que no lo creas, te quise, Leopold Labou.'
Esa última frase te hizo llorar como no lo hacías hace años.
El señor Labou preparo todo para que estuvieses protegido.
"Están cerca"
También sentiste la magia de esos hombres.
-travaille- pronunciaste sin dudar.
Justo al activarlo escuchaste como la puerta de entrada se azotaba contar el piso, y los gritos de varios hombres.
Un horrendo jalón en el ombligo fue lo único que sentiste, mientras el mundo giraba a tu alrededor en una infinidad de colores borrosos.
-¿quién es usted?- una vocecita aguda atrajo tu atención.
-soy el hermano de Tiana-
-usted es el amo Harry- chillo el elfo emocionado -es un placer tenerlo aquí, bienvenido a la casa Labou en Salem-