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HIJOS DE LA NOCHE por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo nuevo, las fichas ya están cayendo en posición, uyyyyyyyyyyyy

Capítulo 22.- Preparándolo todo

 

Eran casi las cuatro de la tarde, Seiya se encontraba de pie frente a un ventanal y miraba sus manos, hacía siglos, literalmente, que no disfrutaba de la luz y calor del sol directamente en su piel, le parecía intoxicante, sus pies pisaban una mullida alfombra y la sensación era por demás agradable, el departamento era de lujo en toda la extensión de la palabra, silencio absoluto lo rodeaba hasta que un leve campanilleo lo hizo voltear, Sorrento entraba al departamento y el pobre se llevó el susto de su vida porque se puso pálido y se llevó una mano al pecho al exclamar asustado

- Por todos los dioses…

- El sol también me ama, no solo la luna, la luna está celosa – Seiya sonrió ampliamente y dio vueltas con los brazos extendidos sin salir del área que el sol iluminaba, Sorrento tenía en sus manos una bolsa de compras, en la que había pan en rodajas, mermelada, fruta, jugos, en fin… cosas de picar, la que soltó al ver al vampiro caminando como si nada en medio del día, vaya…

- Nunca entendí la razón de que Julián gastara tanto dinero en poner estos vidrios especiales aquí, ahora lo entiendo, todos los vampiros duermen en el día, excepto tú, Julián lo puso para ti – Sorrento recuperó el color lentamente, y su corazón bajó sus latidos al calmarse, pero no lo podía evitar, no le tenía miedo a Seiya, pánico era una mejor descripción a sus sentimientos, así que lentamente recogió todo lo que se le cayó de las manos pero no soltó su bolsa de papel

- Julián… fuego que no quema, hielo que no congela – dijo Seiya volviendo su atención al ventanal, Sorrento asintió y dijo:

- Ordené la comida que solicitaste la que no tardará en llegar, también traje los bocadillos que me pediste, aunque no entiendo la razón, no te lo estoy preguntando, yo solo cumplo órdenes – dijo el muchacho dejando la bolsa en la mesita del recibidor y levantando ambas manos sin perder de vista a Seiya que apoyó su frente en el ventanal y dijo:

- Mmmmm… cálido….

- Ok., yo creo que sería mejor irme, si no me necesitas para nada más, claro está – dijo Sorrento dando un paso hacia atrás, Seiya lo estaba ignorando completamente, pero él se negaba a darle la espalda, le gustaba su corazón dentro de su pecho, diablos…

- Hola… tú debes ser Sorrento – una dulce voz femenina llamó su atención, al voltearse vio a una hermosa jovencita de largos cabellos negros y mirada tierna

- Si… ¿quién eres tú? – preguntó el muchacho sorprendido, la chica usaba jeans y una camiseta sencilla, pero se veía espectacular

- Pandora, ¿es eso para mí? – la muchacha señaló la bolsa, Sorrento asintió sin saber que mas hacer, y vio como ella caminó hasta la mesita y tomó un racimo de uvas

- Ok., tú si eres humana – dijo Sorrento aún confundido por la situación

- Ohhhh si, y moría de hambre, llegué está mañana acá y no he comido nada en todo el día – Pandora comió unas cuantas uvas, luego mordió una manzana y sacó el pan para prepararse un sándwich de atún

- Ajá… - Sorrento señaló a Seiya que ahora tenía sus dos manos apoyadas en el cristal y miraba con dejo ausente a la ciudad a sus pies, la verdad no sabía cómo preguntarle a Pandora lo que quería preguntarle, la muchacha lo vio y sonrió al decir:

- No te preocupes que no corro peligro, sé que ellos son vampiros, pero no me van a hacer daño, tengo una tarea que cumplir y luego soy libre de irme, trabajo para ellos o con ellos, aún no lo sé, pero no te preocupes, sé lo que hago

- Libre… libre como el viento… - susurró Seiya mirando sus manos y flexionándolas

- ¿Estás segura? – susurró Sorrento caminando hasta ella y ayudándole a guardar los víveres en los estantes de la cocina

- Si, estoy segura, y creo que nos veremos mucho en el futuro, Seiya me ofreció protección, y hasta donde tengo entendido tú eres el que lo procura todo, ¿verdad? – Pandora abrió la botella de jugo y sirvió un vaso

- Si, ese es mi trabajo, ¿tú eres a quien tengo que procurar las cosas? – Sorrento sonrió ante el prospecto

- Si, yo seré tu contacto en el futuro, no te preocupes, pronto Seiya estará mejor y todo fluirá de mejor manera, aunque Ikky es bastante agradable

- Mmmmmm Ikky… - dijo Seiya con un suspiro lastimero, luego caminó hasta la mesa del comedor que estaba llena de papeles, libros y una computadora encendida, el castaño se sentó en una silla giratoria, aunque decir que se acurrucó en ella era un mejor término porque recogió sus piernas y sus pies no tocaban el suelo, el cielo empezó a oscurecerse, la noche empezaba a caer, en invierno los días duraban menos que las noches, mucho menos, eso Seiya usualmente disfrutaba pero su día en el sol había acabado

- Ok., si tú dices que estás segura te creo, lo siento, pero debo irme, aún me faltan arreglar los detalles para un viaje en auto, ¿tú envías los mensajes verdad?

- Si…

- Con razón me sonaron coherentes, cualquier cosa que necesites, házmelo saber por favor, adiós Pandora

- Adiós Sorrento

 

La muchacha llevó su snack a la mesa y tomó sus anteojos para volvérselos a poner, Seiya al frente suyo tomó impulso y se dio una vuelta en la silla giratoria, Pandora lo miró y sonrió, a ratos el castaño le parecía un niño aburrido, dándose vueltas en la silla giratoria, de pie frente a la ventana, jugando con el atizador de la apagada chimenea, paseándose por el departamento entero en lo que corrió el día

- ¿Atún? – preguntó Seiya mirando el sándwich de la muchacha

- Me gusta el atún, ¿recuerdas el sabor de la comida? – preguntó Pandora interesada, en algunos puntos del día algo habían hablado, pero era complicado tratar de entender a lo que Seiya se refería

- Arena… arena en mis labios… - el castaño meneó la cabeza y luego la apoyó en el espaldar de la silla y se impulsó para una nueva vuelta

- Eso acabará cuándo la maldición se rompa… ok., si lo que vimos en el grimoire ayer era cierto, y ya no me equivoqué en el proceso, este sería el texto, ¿tiene sentido para ti? – la muchacha le dio una hoja de papel con lo que ella había podido inferir del antiguo libro al usar la clave, Ikky le explicó que él ya había tratado de hacer lo que ella propuso hacer, pero la diferencia es que la muchacha usó la tablilla de manera diferente, Ikky la había estado sosteniendo al revés, ella había visto a su abuela hacer algo parecido una vez, la anciana le había explicado que la llave no era suficiente, ella tenía que saber usarla, y le contó una historia de cuando era joven y la forma en la que rompió una maldición, “se deshace como se hace” había dicho su abuela, y eso es lo que la muchacha estaba intentando, la verdad no sabía si tenía sentido o no, era un idioma que ella no conocía, sus últimas 3 traducciones no tenían sentido a los ojos de Seiya, la muchacha esperaba que esta vez fuera diferente, y de verdad que pensó que lo consiguió porque el castaño tomó la hoja de papel y sonrió al decir:

- Madre… ella tenía la voz más dulce, y me cantaba… - Seiya tarareó una canción que frecuentemente se colaba en sus pensamientos, Pandora arqueó una ceja porque a ella le parecía que esta vez sí había dado con algo, o por lo menos eso era lo que esperaba

- ¿Lo puedes traducir al inglés?, Ikky dijo que si alguien podía hacerlo eras tú – la muchacha le dio a Seiya una hoja y un lápiz, pero el castaño tomó un marcador y se dirigió a la ventana, al inicio hizo unos dibujos extraños de unas runas, esos también estaban en el grimoire, pero luego escribió lo que al parecer era un cántico, y luego una lista de ingredientes, Pandora lo miró todo pero se sintió perdida por la última frase, acarició el vidrio y preguntó: - ¿Qué significa esto? – en el vidrio estaba escrito ψυχή

- Alma… eso significa alma, está en griego, han hecho avances por lo visto – Ikky llegó a la estancia y miró el ventanal entero, la noche había caído y el peliazul revivió de su sueño reparador, al menos él podía dormir, Seiya se volteó y lo abrazó al decir:

- Mi alma… tu alma… no tiene sentido…

- ¿No tiene sentido? – preguntó Pandora entrando en desesperación, este par de vampiros habían estado por demás tranquilos y pacíficos, pero no iban a esperar por ella por siempre, tenía que resolver esto y pronto

- ¿Puedo ver el texto completo? – preguntó Ikky amablemente, Pandora le dio la hoja en la que ella había tratado de recrear el hechizo original, utilizando el grimoire y la llave, esa pequeña tablilla con orificios, Seiya le había explicado que al ponerla sobre el libro, solo ciertas palabras serían visibles y útiles para el texto, aunque explicar sería un término… libre, Seiya tocó su frente y le hizo ver un recuerdo suyo, de un hechicero que lo había hecho antes, y así fue como recordó la historia que le contó su abuela y aplicó lo que vio aquella vez cuando era niña, que la luz estaba en sus ojos le había dicho Seiya, que nadie más lo podría ver, Pandora no lo entendió hasta que probó obtener el texto como había visto hacer a su abuela, ahí cobraron sentido las palabras del castaño, nadie más lo hubiera podido hacer

- Alas negras, malas noticias – dijo Seiya mirando con aprehensión a un cuervo que se posó en el alfeizar de la ventana

- Ohhhhh ok., de lo que entiendo, y corrígeme si estoy equivocado, este libro fue escrito en arameo antiguo, ¿verdad? – preguntó Ikky mirando a Pandora

- El libro no tiene sentido, pero si, al utilizar la llave, el texto resultante parecería ser arameo antiguo, no soy experta en los idiomas, pero es lo que dijo Seiya – respondió la muchacha

- Las brujas y sus hechizos… - susurró Seiya caminando de nuevo hacia la ventana

- Si el texto está en arameo antiguo, y Seiya lo tradujo al griego, es porque no hay un término en inglés que se podría considerar una traducción acertada, ok., alma… ¿tú alma?, ¿tenemos alma? – preguntó Ikky acariciando la mejilla de Seiya que asintió y dijo:

- Alfa y omega, principio y fin, todo lo ata, todo lo une… - Seiya levantó la mano y le mostró la palma a Ikky, el peliazul levantó su mano tocando la palma de Seiya con su palma, el castaño flexionó los dedos y los entrelazó con los de Ikky, al susurrar… - Vida… vida eterna… lazo…

- ¿Lazo? – Ikky miró a Seiya unos momentos y consideró lo que el castaño estaba diciendo, pensó en el lazo que lo unía a Seiya, en el hecho de que el castaño dijo que ellos tenían alma, eso Ikky ni siquiera lo había considerado, al ponerse a pensar en eso se sentía abrumado, prefería ignorar los dilemas existenciales, a Seiya si le agradaban los dilemas existenciales, le había contado las profundas conversaciones que tuvo hacía muchísimos años con su creador, y al pensar en esto, una luz se encendió en el cerebro de Ikky que dijo: - Este último ingrediente, de acuerdo a la forma que está escrito el texto, es lo que lo une todo, el catalizador por decirlo de alguna manera – la muchacha lo miró y leyó nuevamente todo lo que Seiya había escrito en la ventana, y asintió, no era una idea del todo descabellada

- Si, podría ser… - concedió Pandora

- La gema sirve para magnificar tu poder, impulsándolo con la magia de la luna llena, ¿verdad?

- Si… eso es sabido

- Genial, entonces… tenemos el hechizo, tenemos la gema que permitirá canalizar suficiente magia para lo que necesitamos, tenemos una lista de ingredientes que sirven para… ¿qué exactamente? – Ikky señaló los nombres de varias hiervas y demás insumos que a él le sonaron extraños, dentro de la lista constaban ojos de salamandra, eso era un claro indicativo a su criterio

- Esa es la parte fácil de todo esto, son los ingredientes de una poción, los usos de la raíz de mandrágora son pocos, sería una poción potente, pero es lógico si la va a beber un vampiro

- Ok., asegúrate de la poción y su preparación

- De lo que leí en la mañana, y considerando las propiedades de cada uno de los ingredientes y sus posibles combinaciones, estoy segura que la poción sirve para vulnerabilizar su cuerpo, de manera que la maldición pueda romperse, han pasado varios años, y eso no hay que desmerecer, pero por ese lado despreocúpate, mi abuela era experta en pociones, me enseñó bien, si puedes conseguir los ingredientes en los próximos dos días, podríamos hacer el ritual en la tercera luna a partir de hoy, la única parte que me tiene confundida es la final, el alma como tú le dices

- Si estoy en lo correcto y es el catalizador, lo que une todo y hace que todo fluya… mmmm… vida eterna… lazo… oh demonios… - Ikky miró a Seiya y suspiró, el castaño jugaba con el marcador en sus manos

- ¿Qué? – preguntó intrigada Pandora

- Tenemos que buscar al anciano maestro, su sangre es el catalizador, alma… Seiya escribió alma… él ya lo sabía, me lo dijo en Italia, por eso también venimos a este país, a buscarte a ti pero a buscarlo a él también, Seiya dijo vida eterna, su sangre le dio vida eterna, su sangre lo recuperará, es bastante simple pero infinitamente complicado a la vez

- ¿Saben dónde buscar?

- Tengo una idea – Ikky acarició la mejilla de Seiya que tomó su mano y la besó

 

***

Hyoga miró a su maestro y a los otros mayores salir de casa, Shun se miró las manos y lucía nervioso, el rubio caminó hasta él y lo tomó de la mano, el muchachito levantó la mirada y acarició la mejilla de Hyoga al decir:

- Eres muy dulce Hyoga, eres lo que no pensé encontrar

- No no no, no me digas eso, no Shun… no puedes siquiera pensar en volver con el Juez, este es tu hogar, mira… ya lo hemos hablado con Camus, es en serio el plan de irnos todos y lejos, lejos de esta ciudad, no seríamos ni el primer ni el último clan en armar maletas y buscar reorganización, tu acercamiento con la Orden es el pretexto perfecto, en un par de días lo podemos tener todo listo

- Lo sé, el Juez también lo sabe, me dijo que… que no tengo por qué seguir los planes de Camus si quiero quedarme, me dijo que mi lugar es a su lado, mi don… es preciado y que él me puede ayudar a desarrollarlo

- Tú… tú… ¿quieres quedarte? – preguntó Hyoga con una presión en su pecho, él ni siquiera había considerado la posibilidad de que Shun quisiera quedarse

- Hyoga… nunca nadie me había hecho sentir lo que tú me hiciste sentir, yo… me sentí vivo otra vez, con deseos de vivir, pero… lo que él dice, yo… yo quiero aprender, él me puede enseñar, él es muy antiguo y me puede enseñar todo lo que anhelo saber, entiéndeme por favor

- No… no quiero entenderte, no puedo hacerlo, no Shun… no te vayas… solo no te vayas… - el rubio habló con desesperación y tomó al muchacho de sus mejillas cuando le dijo esto, lo miró a los ojos y solamente se vio a sí mismo, Shun era un espejo… no podía ver su alma, pero el muchacho de ojos verdes no pudo evitar que una lágrima resbalara por su rostro y al limpiarla, abrazó a Hyoga y lo besó con pasión en los labios

 

Hyoga tomó a Shun y lo levantó de las axilas, el muchacho le rodeó el cuerpo con las piernas sin romper el beso, pronto sintió su espalda chocarse con uno de los pilares de la estancia, al hacerlo gimió, sin mayores miramientos Hyoga se quitó su chompa, él se sacó su saco y entre besos y mordidas se empezaron a arrancar la ropa, en sus muy pasionales movimientos era más que clara la necesidad del uno al otro, el ansia que los consumía y que hizo las paredes temblar cuando toda su ropa yacía en el piso, y Shun que estaba arrimado a la columna, sosteniéndose de Hyoga como si su vida dependiera de ello, fue penetrado por el rubio que buscaba amarlo, poseerlo, fundirse en uno con él

 

Los movimientos de la pareja que hacía el amor con abandono en la sala, pudieron sentirse en las bases mismas del edificio, Shun mordió a Hyoga varias veces mientras lo apretaba contra su cuerpo, el rubio con sus movimientos de cadera, arrancaba gemidos y jadeos de su amante, que un par de veces dijo palabras no entendibles, estaba envuelto en su frenesí personal como para haberse dado cuenta de ello, Hyoga lo miró a los ojos y sintió una corriente eléctrica en todo su cuerpo, sus ojos… sus hermosos ojos verdes con destellos dorados lo tenían perdido en un mar de sensaciones, lo sostenía y abrazaba, lo apretaba y mordía, no quería dejarlo ir, no podía dejarlo ir, lo necesitaba como la vida misma, Shun era su vida… nada más existía en el mundo para él… nada más…

 

Un hondo gemido de satisfacción retumbó en la estancia, Hyoga y Shun se dejaron caer en el suelo, el rubio se sentó apoyado en la pared y Shun se acomodó sobre su regazo, suspiró y le chupó el lóbulo de la oreja al decir:

- Esto fue… alucinante…

- No… no lo fue… me supo a despedida… me supo a… un adiós… - dijo Hyoga aún sin poder creerlo, es que no podía aceptarlo, no, Shun no… no podía dejarlo… no…

- Hyoga… mi dulce Hyoga, mi futuro está con él, lo sabes… sé que en el fondo lo sabes y por eso me tienes que dejar ir

- No quiero dejarte ir, no puedo dejarte ir – Hyoga sostenía la mejilla de su amante y lo miró a los ojos, Shun sonrió y le dijo:

- Quiero que me recuerdes, pero no quiero que sufras por mí, yo voy a estar bien, me parece bien que el clan entero se cambie de ciudad, esto es el adiós Hyoga, no me puedes retener y lo sabes, solo tienes que dejarme ir y recordarme de vez en cuando, me gustaría que lo hagas con alegría, no con tristeza, eres demasiado especial para vivir una eternidad triste por mi – Shun sostuvo la mirada de Hyoga unos segundos hasta que el rubio bajó la cabeza y una lágrima rodó por su mejilla, Shun besó su frente y se incorporó, juntó su ropa, se vistió y sin más, salió de aquella casa que fue su hogar por algunos meses, la verdad no pensó que iba a encontrar lo que aquí encontró, y con una canción en su corazón caminó bajo la estrellada noche, tarareaba una canción muy antigua en la que no había pensado en mucho tiempo, y tan distraído estaba que no se dio cuenta que una sombra lo seguía, unos ojos azules lo miraban con intensidad, no… él no podía permitir que Shun se fuera, no lo iba a perder sin pelear, así la pelea sea con el mismísimo diablo, no se diga el Juez…

 

Notas finales:

Chan chan chan... ya nos acercamos al final, no se pueden perder los capítulos que vienen, todo empieza a encajar, y el encuentro más esperado se acerca

Muchas gracias por leer, nos vemos el martes en el capítulo nuevo, saludos, bye


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