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HIJOS DE LA NOCHE por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo nuevo, este está veneno, uyyyyyyyyyyyyy

Capítulo 23.- Preludio

 

Seiya caminaba tomado de la mano de Ikky, la noche estaba fría, pero al castaño le gustaban las noches frías, se había negado a usar gorrito o bufanda, a Ikky le gustaba verlo con gorrito, pero hoy no era una de esas noches, de cualquier manera, no había problema porque mientras caminaba miraba la luna y sonreía

- ¿Ya no está la luna celosa del sol? – preguntó Ikky con una sonrisa en los labios

- Si… pero me susurra cosas al oído… me dice lo que necesito escuchar… me habla de tiempos antiguos, falsos dioses, falsas promesas

- ¿Qué más te susurra la luna? – preguntó Ikky siguiendo a Seiya que giró a la derecha en una callejuela, ellos habían caminado esa noche por horas, Sorrento se había comprometido en conseguir los ingredientes para la pócima a más tardar en 24 horas, Pandora tenía descifrado el ritual, y ahora solo dependían de la luna llena para llevarlo a cabo, además del ingrediente principal por supuesto

- Las luces son ciegas… los caminos sinuosos… pero al destino llegaremos, todo se revelará a su tiempo

- ¿Así que esta noche solo vamos a caminar? – Ikky no se estaba quejando, había sido una buena noche, Seiya se había alimentado, nadie los había intentado matar, todo bien por ese lado, las calles estaban desiertas, aunque aún no se acercaba el amanecer, tenían al menos 3 horas para deambular bañados en la luz de luna

- No… los pasos nos guían a la venganza, alianzas se rompen, alianzas se forman, ojos azules, ojos verdes… está zumbando en mi cabeza, no existe nada más – dijo Seiya llevándose una mano a la cien, Ikky lo abrazó y le besó la frente al decir:

- Existes tú, existo yo, existe la luna

- Y mi búho, nunca lo encontramos Ikky… ¿crees que haya venido hasta acá? – Seiya miró la luna y suspiró cuando preguntó esto, Ikky lo abrazó al responder:

- No lo sé, pero siempre podemos conseguir otro para ti, ¿te complacería eso? – Ikky amaba el hecho de que a Seiya le gustaran los animalitos, y no necesariamente para comerlos, a través de los años, su castaño, había cuidado con esmero, mirlos, conejos, gatos, y su único búho mientras vivieron por un corto periodo de tiempo en Hamburgo, nunca perros, por alguna extraña razón a Seiya no le agradaban mucho que digamos los perros, el castaño sonrió maravillosamente al responder:

- Si… mucho…

- Ok., vamos a buscar un búho para ti entonces…

 

***

Albeore se sintió aturdido y al tratar de moverse sintió algo muy pesado en su pierna, se incorporó lentamente y con algo de esfuerzo quitó una viga metálica que había caído sobre él, Cristal llegó a ayudarlo y ahí el mayor se pudo mover

- ¿Y Camus? – preguntó Albeore

- Me sacó a mí de bajo los escombros y corrió a atrapar a nuestros atacantes, vamos… era más de uno asumo yo – dijo Cristal y ambos vampiros fueron lo más rápido posible tras su maestro, lo encontraron un par de kilómetros lejos del área de embarque, tenía a dos vampiros tendidos en el suelo, Camus estaba lleno de hollín y polvo, pero eso no había impedido que les hubiera roto todos los huesos a sus atacantes, que gemían de dolor y se quejaban

- Eso es una desgracia para la raza – dijo Albeore al llegar y tomar a uno de ellos y lanzarlo contra un muro cercano

- No… por favor no… ya no más… piedad… ya no mas… ya no mas… - se quejó el vampiro al aterrizar duramente en el suelo, no podía moverse, el proceso de reparación de sus huesos había empezado y eso era de por si, doloroso, no se diga si le volvían a romper todos los huesos otra vez como era clara su intención

- Eso debiste pensar antes de intentar volarnos en pedazos, ¿en serio creían que una simple granada podría matarnos? – preguntó Cristal meneando la cabeza

- Explosiones… matan vampiros… - respondió el vampiro que estaba recostado sobre su espalda, con la bota de Camus en su pecho, el peliazul lo mantenía quieto sin mayor esfuerzo

- Vampiros como ustedes tal vez, no como nosotros… - Albeore tomó una varilla que estaba arrimada en un muro y se la clavó en el pecho al vampiro que gritó y se hizo cenizas ante sus ojos

- Por favor… por favor… - dijo el vampiro preso bajo la bota de Camus

- Estás muerto, no hay otra opción para ti – dijo Albeore que caminó lentamente hasta su maestro, levantó la varilla y la iba a clavar en el pecho de su cautivo que dijo:

- Rápido… hazlo rápido como siempre lo han hecho, ya no demoren más esto… por favor… - el vampiro cerró los ojos aceptando su destino, pero Camus detuvo la mano de Albeore y preguntó:

- ¿A qué te refieres con… como siempre lo hemos hecho?, ¿de qué estás hablando?

- Son ustedes… el trío de la muerte… los que matan vampiros y acaban con nidos – contestó el vampiro con mucho esfuerzo, los huesos de sus piernas se estaban uniendo mientras hablaba, los de sus brazos también, esto era agonía

- No… estás equivocado – dijo Cristal acercándose para mirar de mejor manera al herido prisionero que sonrió amargamente al decir:

- Yo vi con mis propios ojos como mataron a todos mis hermanos y hermanas, yo vi con la precisión y frialdad que lo hicieron

- ¿Cuándo? – preguntó Albeore confundido

- Hace dos noches, y eso es lo que no entiendo, el Juez y sus hombres nos ofrecieron vida eterna, nos ofrecieron salud y juventud eterna, no nos dijeron que tendríamos verdugos que nos cazarían y matarían por deporte, máquinas asesinas… máquinas… - dijo el vampiro, Camus lo miró y al analizarlo pudo darse cuenta que debía tener unos 20 años al ser transformado, era neófito, de eso no había duda, era parte de uno de los nidos clandestinos que estaban siendo destruidos, pero… lo que decía no tenía sentido

- ¿El Juez?, no… estás completamente equivocado – dijo Albeore, Camus bufó y meneó la cabeza, no lo podía creer, Kardia le había hablado de ese rumor, pero se había negado a creerlo, hasta ahora…

- No… no lo estoy… - insistió el vampiro mirando a Camus que al parecer estaba considerando sus palabras

- Muy bien, digamos que eso es cierto, ¿el Juez los creó con un propósito o por qué lo hizo?, ¿les dijo eso?, ¿o no les dijeron nada? – preguntó Camus en tono sereno

- No… no nos dijeron nada, solo que estábamos bajo su protección, por eso no entiendo por qué nos atacan, por qué mataron a mis hermanos y hermanas hace dos noches, no lo entiendo, están locos… - el vampiro se contorsionó de dolor ante la fría mirada de los tres vampiros veteranos

- No puede ser, hace dos noches… nosotros… - Albeore miró a Cristal que también trató de recordar, pero no lo logró, tenía espacios en blanco, tenía tiempo perdido y no se había dado cuenta hasta ahora que este muchachito se lo puntualizó, lo mismo les pasó cuando Camus les dijo todo sobre la genealogía de Norman, ¿qué diablos estaba pasando?, Albeore miró a Camus que también lució confundido y meneó la cabeza al preguntar:

- Nos viste a nosotros tres destruir un nido de vampiros, ¿estás seguro de lo que me estás diciendo?

- Si… los vi muy bien, hasta esta noche pensé que no hablaban, esa noche no hablaron, solo entraron al nido por el techo y en cuestión de segundos mataron a todos, más de 18 vampiros estaban dentro

- ¿Cómo fue que no te matamos a ti? – preguntó Cristal

- No me vieron, yo estaba en la sala de cámaras, bajo la sala y me quedé quieto, petrificado… mataron a mis hermanos, tenía que hacer algo – el vampiro miró a Camus que lo miró de vuelta y le preguntó:

- ¿En dónde?, ¿qué lugar?, habla o te romperé nuevamente todos los huesos – Camus aplastó el pecho del vampiro con su bota y un sonoro crack llenó el silencio de la noche, el vampiro gimió de dolor y dio una dirección, Albeore levantó la varilla y la clavó en su pecho haciéndolo ceniza, Camus los miró y los tres asintieron, debían averiguar lo que estaba pasando

 

El llegar a la dirección en cuestión no fue problema, al entrar la casa estaba completamente vacía, encontraron la puerta escondida en el suelo de la sala bajo la alfombra, y el cuarto de cámaras estaba vacío, todo funcionaba con normalidad así que Cristal se sentó frente al computador y buscó los archivos de respaldo de la noche en cuestión, no le tomó mucho tiempo encontrar lo que estaban buscando y los tres vampiros no podían creer sus ojos, se vieron a sí mismos entrar a ese lugar casi al amanecer, cuando sabían que todos los vampiros del nido volverían de su cacería nocturna, y los mataron a todos con una precisión absoluta, Camus tenía una espada en las manos con las que decapitó a todos los que pudo, Cristal tenía una estaca y Albeore una vara, aquel vampiro tenía razón, en cuestión de segundos acabaron con todos y luego de asegurarse de que no quedara nadie, salieron como si nada y se perdieron del cuadro

- ¿Cómo?, ¿qué diablos está pasando? – preguntó Albeore indignado

- Alguien muy poderoso ha jugado con nosotros por mucho tiempo, ha jugado con nuestra voluntad y nuestra memoria, eso es lo que ha estado pasando – respondió Camus con clara indignación sin despegar la mirada de la pantalla ahora en blanco

- Shun… eso es lo que nos dijiste, tiene sentido pero… no… no lo tiene – Albeore aún sonaba incrédulo con toda esta situación

- No creo que sea Shun, no es lo suficientemente listo o poderoso para hacerlo, pero… el Juez… el Juez lo metió en nuestro clan, el Juez lo está manipulando, Shun es solo un peón en esto, es Hades… no puede haber otra explicación, aunque de ser así, ¿por qué matar a los vampiros que él mismo creó?, ¿por qué acabar con los nidos? – Camus sonó furioso cuando dijo esto

- Tal vez los vampiros huérfanos se salieron de control, al no tener un claro líder es el escenario más probable, además hay que considerar que se multiplicaban exponencialmente, por eso hemos tenido tantos problemas con la policía y los demás humanos, en los noticieros abundan notas de prensa que involucra de una u otra manera a vampiros, este último tiempo ha estado bastante movido, esa podría ser la razón – dijo Albeore tratando de racionalizar las cosas

- Puede ser, también puede tratarse de algún asunto con los vampiros de la fuente de Roma, recuerden que el Juez instruyó a todos los vampiros de esta ciudad, que debemos matarlos, no nos dio razones, solo disposiciones sin causa, no lo sé, hay muchas cosas que no entiendo – la frustración de Camus era palpable

- Muy bien… por el bien del argumento, digamos que es Hades… ¿qué hacemos al respecto? – preguntó Cristal

- Vamos a hablar con él, esto no puede quedar así – respondió Camus y los otros dos vampiros asintieron

 

***

Hades alzó la mirada y sonrió al ver entrar a Shun a la iglesia, el muchacho caminó hasta él, pero tenía la intención de conservar sus distancias, no disfrutaba de los besuqueos en público, el pelinegro no lo pensó así porque lo tomó de la pretina de su pantalón y lo jaló para besarlo profundamente en los labios

- Asumo que entregaste mi mensaje – dijo el Juez acariciando suavemente la mejilla de Shun, que asintió al responder:

- Si lo hice

- ¿Y qué dijo Camus?

- No dijo nada en específico, salió con Albeore y Cristal, supongo a buscar a los vampiros de la fuente de Roma, se extrañaron del pedido, pero no pusieron reparos a la tarea encomendada – aseguró Shun encogiéndose de hombros

- Ya todos los clanes están avisados, aunque estoy preocupado, los nidos siguen desapareciendo a una velocidad alarmante, demasiados vampiros que no se han reportado y nadie nos da razón de nuestros visitantes Europeos – Hades lucía frustrado, Shun ladeó la cabeza al preguntar:

- ¿En verdad los quieres muertos eh?

- No es que los quiera muertos, no es cuestión de lo que a mí me gustaría o no, es lo que es correcto, ya hablamos de esto pequeño, debo cuidar el buen uso de nuestro don, y mantener nuestro anonimato, es la herramienta más importante en asegurar nuestra supervivencia, eres muy joven para entenderlo tal vez, ha habido tiempos oscuros en nuestra historia, y los pueblos que no conocen su historia están destinados a repetirla – Hades puso un brazo sobre los hombros de Shun y juntos caminaron hasta las pantallas de televisión, el pelinegro parecía concentrado en las noticias pero Shun más bien miraba la iglesia entera, estaba algo concurrida esa noche, al menos cincuenta vampiros y eso que aún no era muy tarde en la noche, todos ellos ocupados en encargos varios del Juez

- Mi señor… una palabra… - Thanatos se había acercado y dijo esto en un tono muy bajo, Hades asintió, besó a Shun en los labios y acompañó a Thanatos hacia una de las mesas del fondo, Shun se quedó mirando las pantallas de televisión aunque algo llamó su atención, alguien estaba en la parte de arriba de la iglesia, él nunca había ido hasta allá y lo miró curioso, Hades en cambio escuchaba las noticias con el ceño fruncido, no entendía el desarrollo de los eventos, nada estaba saliendo de acuerdo al plan, las cosas se estaban complicando

 

Y en esas consideraciones estaban cuando tres vampiros llegaron y sin pedir ningún tipo de autorización entraron a la iglesia, Hades levantó la mirada y le hizo una seña a Thanatos que no necesariamente se alejó, pero disimuladamente cerró un folder que tenía en las manos y se paró delante de la mesa, Hades se adelantó y salió a su encuentro al decir:

- Camus, Albeore y Cristal, que sorpresa, no los esperaba hoy en la noche la verdad, aunque siempre es un gusto, ¿a qué debo el honor?

- Esta lastimosamente no es una visita social, han estado pasando cosas muy extrañas en toda la ciudad, especialmente en la intimidad de nuestro clan, necesitamos una explicación y la necesitamos ahora mismo – dijo Camus con su seriedad característica, claro que no ayudaba el hecho de que ellos estuvieran cubiertos de polvo y hollín, Shun que estaba al otro lado de la Iglesia, caminó algo inseguro y de forma cautelosa, pero se quedó a medio camino, no sabía a dónde dirigirse, si junto a Hades o junto a Camus

- ¿Por qué el tono agresivo? – preguntó el pelinegro mirando a Shun que lucía nervioso, así que caminó hasta él, lo abrazó por la cintura pegándolo a su cuerpo, este no era momento de dudas, este era uno de esos momentos en los que tenía dar a notar su poder

- El tono está más que justificado y lo entenderías de mejor manera si a ti te hubiera pasado lo que nos ha pasado a nosotros, no apreciamos el hecho de que hayan jugado con nuestra voluntad y nos hayan convertido en marionetas, apreciamos tus esfuerzos en mantener la santidad del don oscuro, en eliminar a los impuros, en escoger a nuestros hermanos de mejor manera, pero esto… utilizarnos como títeres sin voluntad… no… eso es una violación a nuestra mente – el tono de Camus era frío como el hielo, aunque no lograba disimular su furia

- ¿De qué están hablando? – Hades se cruzó de brazos y se mostró genuinamente confundido

- Por favor… no insultes nuestra inteligencia, tú sabes y controlas todo lo que pasa con nuestra comunidad en esta ciudad, sabes perfectamente lo que está pasando, apuesto que no solo nos utilizaste a nosotros, debiste utilizar otros clanes también, lo que no entiendo es cómo lo hiciste, ni siquiera pensé que había una forma de hacerlo, pensé que ese tipo de poderes estaban limitados al anciano maestro por eso no entiendo cómo fue que esto pasó – se notaba la indignación en el tono de voz de Camus, Hades frunció el ceño y le dijo:

- Explícame por favor que es lo que crees que hice, pero escoge cuidadosamente tus palabras, no querrás caminar en hielo delgado, no es una buena noche para provocaciones – el tono de Hades se volvió amenazante, dejó de sonar curioso o confundido, no le agradaba el rumbo de la conversación y mucho menos le agradaba que sea precisamente el Clan de Camus el que le busque pelea, esto no era bueno

- Hoy en la noche, por el sector industrial de la ciudad, dos vampiros neófitos intentaron matarnos, nos lanzaron una granada, pensando tontamente que moriríamos en la explosión, los atrapamos y antes de matarnos nos dijeron que son vampiros los que están acabando con los nidos clandestinos en la ciudad, son vampiros matando vampiros

- Esa no es del todo una idea descabellada, nosotros hemos podido establecer eso también, aún fallo en escuchar el problema y el reclamo – dijo Hades sin perder su postura, el problema era que varios de los vampiros del clan del Juez, se habían puesto de pie y rodearon a los intrusos, increíblemente, ni Camus, Albeore o Cristal, se mostraron preocupados por ello

- El problema es que, este rumor yo ya lo había escuchado de otro clan en los últimos días, pero este vampiro al que atrapamos hoy en la noche, nos confirmó que éramos nosotros los que estábamos destruyendo los nidos

- ¿Ustedes? – preguntó Hades sin comprender

- Lo increíble del asunto es que nosotros no tenemos memoria alguna de haberlo hecho, así que fuimos a la casa abandonada de este vampiro y nos vimos en cámara haciéndolo, como podrás imaginar, respuesta a esta situación es lo que buscamos – Camus lanzó una memoria portátil a Hades que la atrapó y la analizó un momento antes de decir:

- Y vinieron a mí por respuestas…

- Hay otras cosas que no entendemos de esta situación – continuó Camus sosteniendo la mirada de Hades que respondió en tono burlón:

- ¿Ah sí?, ilústrame entonces

- ¿Por qué creas nidos de vampiros solo para destruirlos después?, eso no tiene el menor sentido para mí, no es necesaria tanta crueldad – esta vez fue el turno de Camus de cruzarse de brazos y verse autosuficiente, Shun abrió mucho los ojos y la boca, como si fuera a decir algo, pero lo pensó mejor y no dijo nada

- ¿Qué es lo que estás diciendo? – Hades dio un paso hacia adelante, lució amenazante al hacerlo, pero Camus no retrocedió, sino que dijo:

- Y tengo pruebas de ello, testimonios de ello, ¿a qué juegas Hades?, pueda que después de Norman, tú seas el vampiro más antiguo de estos lugares, pero no puedes llegar a tratar de imponer lo que sea que tú creas que todos nosotros debemos hacer, pensando solo en tus intereses y conveniencia, no eres la única fuerza de la ciudad y por más que lo intentes, no podrás someternos a todos, especialmente luego de lo que ha pasado conmigo y mi clan, nosotros no somos títeres de nadie, no somos juguetes de nadie, no somos peones disponibles para tus usos, esto acaba aquí y ahora – el tono de Camus no dejaba lugar a dudas, ellos venían buscando guerra

- Osadas palabras, ansío hacértelas tragar… - respondió Hades con una confiada sonrisa en el rostro, pero en ese momento ruidos extraños llamaron la atención de los congregados dentro de la Iglesia, esta vez fue el turno de Camus de sonreír, les hizo una seña a Albeore y a Cristal, y los tres se desaparecieron de vista, varios vampiros del clan del juez salieron a ver lo que pasaba pero no necesariamente volvieron, en su lugar llegaron 3 vampiros que nunca fueron bien recibidos en audiencia, Kardia, Manigoldo y Dégel, ellos portaban ensangrentadas espadas y hachas en sus manos, Kardia hizo una venia a manera de burla y sin problema alguno decapitó a uno de los vampiros del clan de Hades que trató de acercarse a ellos por la retaguardia.  Tras ellos regresaron al salón Camus, Albeore y Cristal, esta vez también portando hachas y espadas, era claro que habían venido preparados

- Veamos de qué estás hecho – dijo el peliazul poniéndose delante del grupo de seis, ellos lucían fuertes, pero estaban en minoría numérica

- Veamos entonces…

 

El choque fue brutal, Kardia, Manigoldo y Dégel eran sumamente fuertes en batalla, la edad se impuso en este combate, porque la mayoría de los vampiros pertenecientes al clan de Hades bordeaban los 300 años, un poco más, un poco menos, era complicado matarlos pero no imposible, en cambio el clan de Camus, podían leer los pensamientos de sus oponentes en batalla, eso les daba una ventaja sumamente superior que lo que Hades pudo haber previsto, no todos los vampiros de su clan poseían sus dotes psíquicos, además del segundo piso se lanzó Hyoga y se unió a la batalla llevándose algunos vampiros por delante, lo que inevitablemente ocasionó bajas, muchas bajas porque a los pocos minutos de iniciado el combate, Dégel había muerto al igual que Cristal, claro que de todos los vampiros del clan de Hades, solo quedaban alrededor de 10 de ellos, básicamente porque Manigoldo y Kardia habían traído varias granadas de mano que hicieron explotar para su beneficio, pero cuando Camus se fue abriendo paso para llegar a Hades que aún no había intervenido en la pelea, acabando con Hypnos en el proceso, el pelinegro grito:

- Basta… basta todos… detengamos esta locura

- A esto tenía que llegar… nadie nos podrá manipular nunca más – Camus levantó la espada pero algo llamó la atención de todos, Thanatos había estado de pie detrás de Hades, en lo que otrora se consideraría el altar de la iglesia, el pelinegro había estado ocupado poniendo a salvo los archivos y demás cosas importantes, él tampoco había intervenido en la pela, pero ahora se puso lívido y sin previo aviso explotó en cenizas, tras de él, un vampiro castaño, delgado, pequeño y que vestía completamente de blanco, emergió viéndose imponente al tener en su mano el corazón de su víctima, la sala entera se quedó petrificada, ahí, delante de todos ellos estaba el vampiro que habían visto en las noticias, aquel que había saltado hace algunas semanas en la fuente de Roma, el vampiro que Hades había ordenado matar, ahí estaba él, todo tranquilo y sereno, de pie en medio del caos, alzó su mirada y sonrió levemente al decir:

- Maestro… que gusto volver a verlo…

 

Notas finales:

Chan chan chan... ya todas las fichas cayeron en el mismo sitio, ¿qué pasara ahora?, ¿quién es el anciano maestro?, no se pueden perder los capítulos que vienen, ya nos acercamos al final

Muchas gracias por leer, cuidense mucho, saludos, bye


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