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HIJOS DE LA NOCHE por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo nuevo, el título lo dice todo, uyyyyyyyyyyyyy

Capítulo 24.- Revelaciones

 

El silencio que cayó en la iglesia fue brutal…

 

Seiya miró su ensangrentada mano por un segundo antes de levantar el mentón, cerrar los ojos y suspirar al decir:

- Falsos templos, falsos dioses… no esperé encontrarte aquí, la luna me lo dijo, pero no le creí, caminos sinuosos separados hace tanto tiempo, se vuelven a unir

- ¿Cómo diablos me encontraste? – de poder palidecer, el Juez lo hubiera hecho, lo que acababa de pasar, era lo que menos necesitaba ahora

- Psst psst psst… la luna me dijo que lo encontraría, una tumba… con una sorpresa dentro, he sido un buen chico… - Seiya bajó un escalón y se fijó en la pila de piedra que hace muchos años contenía agua bendita, ahora seca, pero eso no evitó que el castaño se acercara y acariciara el borde de la pila con su dedo

- No hay nada para ti aquí, vete por donde viniste, vete antes de que te convierta en polvo – Hades amenazó e hizo una seña a todos los vampiros en la Iglesia, Camus dio un paso hacia atrás, él no se involucraría en esa pelea, no era su pelea, Kardia al parecer estuvo de acuerdo y lo imitó, eso causó que los sobrevivientes de esos dos clanes retrocedieran

- Polvo… arena… arena en mis labios… ya no más… ya no más… - Seiya se llevó un dedo a los labios y acarició suavemente su contorno

- Acepta lo que te propongo, vete, vete ahora, todos los clanes de la ciudad tienen la orden de matarlos apenas los vean, tengo un ejército que he construido para este día, sabía que volverías por mí, pero no… esto se acaba aquí y ahora, con tu muerte – Hades miró a su alrededor y vio que lo que quedaba de sus fieles vampiros se acercaban lentamente para rodear al castaño que seguía de pie junto a la pila de agua vacía

- Murmullos en mi cabeza… roedores en las calles, ya no más, ya no más…

- ¿Roedores?, estás loco, ¿de qué diablos estás hablando? – Hades perdió la poca paciencia que le quedaba, así que caminó hasta uno de sus hombres y tomó un hacha de sus manos, él mismo acabaría con todo esto ahora

- Está hablando de los grupos de vampiros que nos ha intentado matar estos últimos días, acabamos con todos los que encontramos, por cierto, el ejército del que hablas ya no existe porque alguien hizo nuestro trabajo por nosotros, Seiya ya no los puede escuchar, la ciudad está casi libre de los impuros, nosotros ayudamos pero solo un poco, la mayor parte estaba hecha – un peliazul entraba por la puerta principal de la iglesia, tenía un mazo en sus manos, un ensangrentado mazo en sus manos y caminaba con total tranquilidad y confianza

- ¿Seiya? – preguntó Shun sin poder contenerse

- Ikky… mi Ikky me nombró… soy Seiya ahora, una centella en el cielo – Seiya sonrió y levantó ambas manos hacia arriba

- ¿Quién diablos eres tú? – preguntó Hades mirando al intruso

- Soy Ikky, tomando en cuenta en este punto y considerando que te has tomado muchas molestias en tratarnos de matar, pensé que no necesitaríamos presentación – Ikky se había quedado a medio camino, los hombres de Hades le impedían el paso

- Por favor, no estamos para juegos absurdos, la historia no se va a repetir nuevamente, esta es mi ciudad y ustedes no podrán sacarme de ella, ya no estamos en Creta, esta vez estoy mucho mejor preparado, esta vez son ustedes los que, o van a salir huyendo como las alimañas que son, o no salen vivos de aquí, no hay más opciones – Hades lucía fúrico, seguro de sí mismo, pero fúrico al fin, Ikky frunció el ceño y miró a Seiya que dijo:

- Impostores… falsos profetas del creador… los murmullos en mi cabeza vinieron de él – Seiya ladeó la cabeza y sonrió de medio lado, esa sonrisa heló la sangre de Camus, no había rastro de humanidad o cordura en aquel vampiro, sus ojos cafés eran como dos pozos oscuros y sin fondo

- Muy bien, veamos de qué estás hecho – Hades tomó de mejor manera su hacha y se lanzó al castaño que lo esquivó con maestría, deliberadamente lo tomó del brazo que sostenía el hacha, en un rápido movimiento le rompió el brazo, le barrió la pierna lo que hizo que Hades cayera de rodillas, y cuando el castaño tomó impulso con la obvia intención de arrancarle el corazón a Hades, una suave voz habló desde muy cerca y dijo:

- No Alexei… no lo mates… - Shun dio un paso hacia adelante, Seiya se había quedado quieto y miró a Shun al decir:

- Debe morir… la luna me lo dijo

- Y la luna tiene razón, pero él no es tuyo para matar, es mío – Shun avanzó hasta el castaño y le acarició suavemente la mejilla, Seiya sonrió, soltó a Hades al poner su mano sobre la mano de Shun, y le dijo:

- Te extrañé, sabía que volvería a verte…

- Lo sé… sé que me has estado buscando estas últimas semanas, sabes que no debes buscarme, no deseo ser encontrado

- Murmullos… murmullos en mi cabeza… oscuridad… susurros tenebrosos… agua… debe parar, ahora es el tiempo, debe parar… - Seiya tomó la mano de Shun y la puso sobre su corazón, el muchacho de ojos verdes cerró los ojos y frunció el ceño, cuando abrió los ojos, acarició nuevamente la mejilla de Seiya y luego besó su frente al decir:

- Pobrecillo mío… tanto dolor…

- Aquí… duele… - Seiya llevó la mano a Shun a su cien, y el peliverde asintió al decir:

- Acabemos esto primero, luego hablaremos hijo mío

- Pero… ¿qué rayos está pasando aquí? – Hades se puso de pie lentamente, pero Shun lo miró a los ojos y ya no pudo moverse más, era como si sus músculos no le respondieran

- Hades… hijo de Cronos… quería conocerte porque no entendía las razones que pudiste haber tenido para hacer todo lo que no debiste haber hecho, primero mataste a tu creador, si… y no me mires así, sé todos tus secretos, lo mataste porque querías adueñarte de sus contactos, lo cual hiciste, con maestría lograste multiplicar la fortuna que era de Cronos, y por años tu imperio expansionista en Europa creció hasta que todo fue destruido, en un abrir y cerrar de ojos, el fuego acabó con todo y desapareciste, solo para aparecer de nuevo aquí, con una nueva identidad, una nueva persona que creaste para infundir miedo en los clanes locales, brillante hasta cierto punto, eso tengo que reconocerlo

- No… yo no…

- Claro que si, no creas que eres el primer vampiro que lo intenta y lo logra, todo hubiera estado bien contigo porque cubriste excepcionalmente bien tus huellas en el asesinato de tu creador, nunca lo hubiera sabido de no ser por la otra situación

- ¿Qué otra situación? – preguntó Hades con mucho esfuerzo, sus músculos aún no respondían, pero por lo menos la presión que sentía en todo su cuerpo fue bajando, se sentía un poco más cómodo consigo mismo, aunque no se pudiera mover

- La de crear varios nidos de vampiros y dejarlos huérfanos, aunque los mantenías bajo tu protección, todo esto mientras decías cumplir con las sagradas normas, era un misterio para mí, pero ya no… ahora tengo todo claro, lo estabas haciendo para protegerte de Alexei, ¿verdad? – Shun miró a los ojos a Hades que sintió su cuerpo entero tensionarse nuevamente, esto era incómodo, doloroso y humillante, trató de pelear con esta sensación, pero solo sentía que la presión en todo su cuerpo volvía, así que optó por dejar de forcejear, y ahí fue que se relajó completamente y respondió:

- Si… esa criatura mató a la mayoría de mi clan en Europa… casi me mata a mi… casi acaba con todos nosotros, sabía que lo volvería a ver porque no les creí a las brujas que dijeron que lo habían matado, sabía que no había muerto, lo temía… y helo aquí

- Ohhhhh Creta… - dijo Ikky cayendo en cuenta de quién era el vampiro que tenía al frente, si se le hacía conocido, pero no sabía de donde

- Falso profeta… debe morir… - dijo Seiya ladeando su cabeza nuevamente y mirando a Hades a los ojos, el pelinegro contorsionó su rostro en terror puro y gritó con desesperación, en su mente se agolparon visiones de sangre y fuego, sintió como la piel le era arrancada de su cuerpo, como cuervos festinaban de sus ojos, sintió dolor y miedo como nunca antes lo había sentido, pero esa sensación así como llegó, se fue, cuando Shun se volteó y le dijo a Seiya:

- Basta… no es necesario hijo mío

- No… por favor no… - Hades no supo a qué momento cayó al suelo, pero ahora se dio cuenta que se abrazaba a sí mismo en el duro piso de piedra, Shun se acunclilló y se acarició suavemente la mejilla para que lo mire al decir:

- Es una lástima, pudiste haber sido un buen aliado, pero pervertiste las normas implantadas hace siglos, el solo hecho de que mataras a tu creador hace que merezcas la muerte, pero además de eso, impartiste justicia a tu conveniencia usando mi nombre, ¿en verdad pensaste que soy solo un mito?, ¿en verdad pensaste que no me iba a enterar de lo que has estado haciendo?, ¿no te das cuenta el riesgo al que has puesto a todos mis hijos con tus acciones?, vine a evaluarte y siento decirte que no pasaste la prueba, varios clanes de la ciudad si la pasaron, pero tú… tú no… lo siento Hades, fue divertido mientras duró – el peliverde en un hábil movimiento le arrancó el corazón del pecho al que fue su amante por corto tiempo y al ponerse de pie, miró a Seiya y le dijo: - No sobrevivientes… - el castaño asintió y a una velocidad impresionante se cruzó la iglesia y le arrancó el corazón a Papillion, Ikky sonrió y con su mazo fue acabando a los vampiros que trataron de huir, Shun mató con sus propias manos a Kardia y a Manigoldo, pero se quedó de pie junto a Camus, Albeore y Hyoga que lo miraban y no podían creer lo que veían, no se atrevían a moverse, fue claro en ese punto la real identidad de Shun

 

Ikky había salido de la iglesia a dar cacería a los últimos dos vampiros que trataron de huir, y cuando volvió, caminó tranquilamente hasta Seiya que miraba distraído un vitral, esa noche habían acabado con el clan más grande de la ciudad, a sus manos habían perecido al menos ochenta vampiros de los más fuertes de la ciudad, aún les faltaba dar cacería a los que no estuvieron esa noche en la iglesia, pero eso sería fácil, Shun los tenía claramente identificados, al anciano maestro no le gustaba dejar cabos sueltos, y hablando de cabos sueltos…

- Al parecer nos faltan 3 – dijo Ikky mirando al clan de Camus que no movió ni un músculo, sabía que no podría defenderse del anciano maestro o uno de sus discípulos

- No… no nos falta ninguno, ellos pasaron la prueba, merecen vivir – dijo Shun en un tono sumamente calmado

- Fuiste tú… tú controlaste nuestras mentes para que hiciéramos el trabajo por ti… sabemos que fuimos nosotros los que destruimos nidos clandestinos que ni siquiera sabíamos que existían, tú hiciste eso en nosotros - Camus dijo esto en un tono bastante serio y seco, a la final era el reclamo que le hicieron a Hades

- Lo siento mucho… no fue mi intención ofenderlos, sé muy bien que mis métodos no son ortodoxos, pero en mi defensa, ustedes no debían saber lo que hice, nunca debieron darse cuenta, al parecer los subestimé, y por ello me disculpo, el fin justifica los medios, esta ciudad está casi limpia de los impuros que no debieron existir en primer lugar, por ello tendrán por siempre mi gratitud, espero que no me guarden rencor – Shun sonrió ligeramente al decir esto

- No… no lo sientes en lo más mínimo, a tu criterio es lo que debía hacerse, ¿verdad? – preguntó Albeore, su tono era calmado, no era agresivo, Shun asintió simplemente al responder

- Así es

- Asumo que asesinaste a Norman también, ¿me equivoco? – preguntó el peliazul mirando a Shun, al que le pareció que Camus no necesariamente le tenía miedo, vaya… no le había pasado esto en muchos años… muchos muchos años…

- Como bien dijo Albeore, hay cosas que tenían que hacerse, él llamaba la atención de la peor manera posible, además… eso me permitió la entrada a su clan

- Shun… yo… entonces todo… todo fue una mentira… una actuación… no lo puedo creer – Hyoga lució roto al decir esto, Shun lo miró y sintió algo que no había sentido en mucho tiempo, así que se acercó a él y le acarició la mejilla al decir:

- No todo lo fue

- Yo te amo Shun

- Ese ni siquiera es mi nombre, ohhh Hyoga, tú amas a un vampiro novato que es todo dulce y torpe, que buscaba protección en tus brazos y era inocente, pero ese no soy yo, no realmente

- No me importa, si eres tú, alguna parte de ti debe ser lo que me mostraste a mí, lo que compartimos juntos… no se puede fingir… Shun…

- Ya quedamos en que me ibas a dejar ir – dijo Shun en voz baja

- No puedo, te amo – Hyoga tomó la mano de Shun y la apretó suavemente, el peliverde sintió algo en Hyoga pero no pudo determinar lo que era, así que se acercó, lo besó suavemente en los labios y le susurró al oído:

- Este no es el tiempo, tengo una sagrada labor que cumplir, no te puedo llevar conmigo, pero… si logras encontrarme, sabré que eres digno… - Shun acarició la frente del rubio que cerró los ojos y cayó inconsciente al suelo, Camus se acercó y lo tomó en brazos al preguntar:

- ¿Qué le hiciste?

- Nada… le dejé un recuerdo, solo eso… Camus… gracias por todo, siento que mis métodos sean invasivos, siento que la sagrada labor que tengo que hacer impida que me quede, sé que no necesariamente confías en mí, eso fue muy astuto de tu parte, pero solo quiero decirte que me agradó mucho ser parte de tu clan, me hubiera gustado ir con ustedes al otro lado del país, cuida bien a Hyoga, tiene un alma pura muy hermosa

- ¿Nos volveremos a ver? – preguntó Albeore que se sintió triste, esa noche habían perdido a Cristal, y ahora perdían a Shun, el muchacho de ojos verdes sonrió y respondió:

- Tal vez… - Shun miró a ambos vampiros y tanto Camus como Albeore se sintieron relajados, luego de un segundo se sintieron confundidos, no sabían en dónde estaban, tampoco sabían que estaban haciendo allí, por lo que cuando reaccionaron de mejor manera, se fijaron que la iglesia estaba vacía, completamente vacía…

 

***

Shun caminaba en el frío de la noche en compañía de quien menos esperó, Seiya caminaba tranquilamente de la mano de Ikky, que miraba curioso al creador de su castaño

- Vamos… pregúntame lo que me quieres preguntar – dijo el peliverde mirando directamente a Ikky

- Seiya necesita ayuda, estamos trabajando en un ritual que le restaurará la mente, podrá dormir, podrá alimentarse, podrá hacer muchas cosas que las brujas se aseguraron de que no pueda hacer, para eso necesitamos su sangre, ¿nos ayudará?, ¿ayudará a Seiya?

- Por años los he observado, y por eso siento que te conozco, ¿tienen una idea de todos los destrozos que han ocasionado?, ¿tienen idea de las veces que Julián ha intervenido limpiando los desastres que ustedes dos causan?, y ahora ni siquiera tienen a Julián para que los ayude…

- ¿Julián? – preguntó Ikky confundido

- Seiya tenía razón en matarlo, él lo traicionó y lo vendió a las brujas, por eso, cuando llegué a él con toda la intención de matarlo por su bajeza, él me juró que cuidaría de mi hijo favorito, de mi Alexei, y lo ha hecho, aunque no se compara con lo que tú has hecho, siempre he querido preguntarte por qué lo haces

- ¿Por qué lo hago?, lo amo… Seiya es todo para mí

- Ajá… - contestó Shun con total incredulidad, Seiya se detuvo en la caminata y tomó la mano de su creador para ponerla sobre su corazón, ambos vampiros cerraron los ojos y Shun miró los recuerdos de Seiya, de cuando vio a Ikky primera vez cuando aún era humano, de una visión que tuvo de ambos caminando por una pradera de flores en la noche, eso lo convenció de transformarlo, de la sonrisa de Ikky cuando despertaba, de su transformación y la manera en la que lo cuidaba, todos los recuerdos de Seiya estaban dominados por un sentimiento, él amaba a Ikky y estaba seguro de que Ikky lo amaba de vuelta, Shun vio a Seiya mostrarse vulnerable ante el peliazul, que en lugar de aprovecharse de ello, lo protegía y lo cuidaba con esmero, lo entendía y no lo juzgaba

- Él es para mi, yo soy para él – dijo Seiya mirando a Shun que asintió y dijo:

- No lo entiendo, pero lo respeto

- ¿Nos ayudarás? – preguntó Ikky ansioso, Shun asintió al acariciar la mejilla de Seiya y responder:

- Lo haré, has sufrido lo que no debías sufrir, aunque deberías dejar de perseguir a las brujas, sé que tienes razones para ello, pero deberías dejarlo de lado, tu persecución incansable te llevó a esto, ¿me harás caso Alexei?

- Si Eilan… mi palaba he dado, debo cuidar la línea de sangre, ella me hizo prometerlo

- ¿La bruja? – preguntó Shun frunciendo el ceño, Ikky asintió al decir:

- Es muy simpática, ya tiene casi todo listo, en dos lunas más podemos romper la maldición

- Dos lunas… tiempo más que suficiente para atar cabos

 

En las dos noches que siguieron, mientras esperaban la luna llena, Shun, Seiya e Ikky, vagaron por la ciudad acabando de destruir los nidos que les habían faltado, Shun le mostró a Ikky el mapa que había encontrado en la morada de Hades, él en verdad tenía un registro de todos los nidos que había creado, eso facilitó su labor, y cuando el tiempo se venció, ellos estaban seguros de que ya no existían nidos clandestinos en la isla, eso le dio a Shun un sentido de satisfacción, su trabajo en la ciudad estaba hecho

 

Camus, Albeore y Hyoga, cumplieron lo que habían ofrecido hacer, la noticia de que el Clan del Juez, el clan más poderoso y grande de la ciudad había sido eliminado, y el rumor de que el anciano maestro en persona había acabado con todo ellos, corrió como pólvora, el hecho de que los nidos clandestinos también habían sido destruidos en cuestión de semanas, corroboró la teoría de la visita del vampiro más antiguo del mundo en suelo Americano, los clanes restantes estaban tranquilos, lo mismo había pasado en Europa en la era del oscurantismo, los clanes sobrevivientes a la purga masiva del anciano maestro, habían vivido tranquilamente en años venideros, si el anciano maestro no los mató cuando tuvo la oportunidad, no los iba a matar ahora

 

Hyoga estaba inmensamente triste, se dio perfecta cuenta de que tanto su maestro como Albeore, no necesariamente recordaban a Shun, no tenían idea de cómo lucía, ni nada específico de él, solo tenían una vaga idea de que algo pasó con el clan de Hades, y que ellos estuvieron allí para la batalla final, pero no necesariamente lo recordaban, él si… él recordaba todo lo que pasó esa noche con una claridad única, es más, tenía el recuerdo de una pradera inmensa, y de una solitaria casa a lo alto de una colina, la cual al llegar al risco, podía ver el mar

- ¿Listo? – Camus entró a la habitación del rubio que asintió, cerró su maleta y salió con el resto de su clan, pero lo hizo con una idea fija en mente, iba a encontrar esa colina y esa casa, así sea lo último que haga en la vida…

Notas finales:

Chan chan chan... aún hay un par de sorpresas más en esta historia, pero si... él era el anciano maestro, el creador de Seiya, y hablando de Seiya...

¿Qué pasará ahora?, ¿funcionará el ritual?, ¿lo permitiría Shun?, no se puerdan los proximos capítulos, estamos a 2 del final, muchas gracias por leer y cuéntenme que les ha parecido, saludos, bye


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