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HIJOS DE LA NOCHE por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo final, espero que les guste en lo que acaba

Capítulo 26.- Atando cabos

 

Mu estaba frustrado, en los días que siguieron a la muerte de Shura, los cazadores se dedicaron a buscar pistas por toda la ciudad, con sus amigos de la policía dieron con muchos nidos, todos vacíos, es más, hasta una iglesia abandonada, a la que nadie del barrio en su sano juicio se acercaba, ahora estaba desierta, la ciudad estaba en una tensa calma a su criterio, y realmente fue Saga el que dio una teoría que a todos les pareció sensata, bastante cruel y sanguinaria, pero sensata

- ¿Me estás diciendo que ahora los mitos son reales? – preguntó Mu con dolor en el alma, esa noche Saga había llamado a reunión a todos los miembros de la Orden, y el salón principal de la casa estaba lleno, Saori, Shion, los aprendices y los cazadores, todos juntos, como pocas veces en el pasado

- De acuerdo a esto, no necesariamente son mitos, bueno… pueda que el anciano maestro sea un mito, aunque Seiya dijo que no lo era y que estaba en la ciudad, y lo que acaba de pasar aquí, es lo que pasó en Transilvania en el siglo 14, en Roma en el siglo 13, en Alemania en el siglo 12, es un patrón bastante distintivo, y que con la ayuda de los muchachos he podido corroborar con los diarios antiguos de los cazadores

- No puedo creer que el concepto de la purga sea tan antiguo, a mi me gustan esas películas – dijo Tenma meneando la cabeza, Alone a su lado sonrió divertido, hasta que eso les costó una mirada severa de Shaka

- De ser así, podríamos asumir que la ciudad está libre de vampiros, ¿les parece lógico eso? – preguntó Aioria aún incrédulo

- Podríamos pensar eso… si… - contestó Saga que estaba de pie y apoyado en el arco que separaba el salón del pasillo que conducía a la cocina

- No lo sé… me parece muy… extraño, ¿no es el objetivo de los vampiros acabar con la raza humana o algo así? – Aioros se cruzó de brazos al decir esto

- De algunos si… no de todos… la puerta estaba abierta – todos los miembros de la orden se voltearon a ver al intruso y casi se mueren al ver a aquel vampiro que tanto habían estudiado y buscado estos últimos meses, Saga había dicho que su nombre era Seiya, algunos de los mayores se pusieron de pie pero no pudieron moverse mucho, Seiya extendió su mano y lo que pasó, no tenía explicación, todos se sintieron paralizados, el castaño dijo: - Tranquilos, no he venido a hacerles daño, si quisiera matarlos ya estarían muertos, he venido por encargo de mi maestro y a recoger lo que es mío, ohhhhh mira eso Ikky… un canario… que hermoso… - Seiya caminó tranquilamente y atravesó la estancia en medio de todos los paralizados cazadores y se acercó a una jaula que tenía un canario dentro, lo miró, abrió la puerta de la jaula y tomó al pequeño pajarito para acariciar suavemente su cabecita

- En verdad que no venimos con mala intención, buenas noches a todos – Pandora habló desde el otro lado de la habitación, ella estaba en compañía de un peliazul que lucía fiero, y atrás de ella estaba un hombre joven de cabellos magentas que vestía un traje y hablaba por teléfono en esos momentos, Seiya miró la habitación nuevamente y todos sintieron como su parálisis se desvaneció y recuperaron la movilidad, el hecho de que no se atrevieran a moverse no tenía nada que ver con imposibilidad de hacerlo

- ¿Estás bien? – Milo preguntó con ansia mirando a la hermosa muchacha que lucía normal, ella simplemente asintió y sonrió

- Eden… ¿en dónde está? – preguntó Seiya sin dejar de sonreírle al canario

- Arriba, no se ha sentido bien, ¿ustedes saben lo que le pasa? – preguntó Tenma, Seiya puso al canario de vuelta en su jaula y cerró la puerta, miró a Tenma y le dijo simplemente:

- Llévame a él

- ¿Para qué? – preguntó Saga poniéndose de pie, a la final Eden era uno de sus muchachos

- Tú también puedes venir si gustas, voy a liberar su mente – dijo Seiya simplemente y le tendió la mano a Tenma que se puso de pie y se abrió paso dirigiéndose al segundo piso, Saga y Seiya lo siguieron, fueron a la habitación del fondo y encontraron a un muchacho de cabellos celestes que estaba acostado en una cama, miraba casi sin pestañear su teléfono celular, el estado de salud de Eden los tenía a todos preocupados, no comía, no dormía, solo hablaba de Shun y del hecho de que se había desaparecido de la faz de la tierra, así que Seiya se sentó en la cama a la altura de su cadera, le acarició la mejilla y suavemente le volteó el rostro para que lo mire, y le dijo:

- Déjalo ir… mírame… eso es… su rostro se va a volver borroso con el tiempo, lo recordarás con alegría, él quiere que continúes con tu vida, no lo amas, fue una ilusión pasajera que no te afecta… él no quiso engañarte, tuvo que hacerlo y tú lo entiendes… mírame… eso es… ahora repítemelo

- Él no quiso engañarme… - dijo Eden en voz baja

- Muy bien, ¿qué más? – presionó Seiya mirando al muchacho a los ojos

- Yo me ilusioné con él, no me enamoré de él…

- Muy bien, ¿qué más?

- Tengo que seguir con mi vida, eso es lo que él quería, lo que yo quiero – dijo Eden con un poco más de fuerza en su voz

- ¿Y qué vas a hacer ahora?

- Me voy a dar un baño, tengo mucha tarea que hacer que me dejó Saga, tengo prueba de química el lunes y aún no estudio – dijo Eden poniéndose de pie y sin ver nada más se fue al cuarto de baño, Tenma estaba con la boca abierta, ellos ya se estaban volviendo locos al ver como Eden se estaba dejando morir

- Listo… - dijo el castaño con una sonrisa y sin perder tiempo se dirigió a la planta baja en donde Pandora abrazaba a Milo que le acariciaba sus cabellos sin soltarla

- ¿Qué pasó con Eden? – preguntó Shion mirando a Seiya que se encogió de hombros y respondió:

- Su mente ha sido liberada, no podía pensar, oscuros pensamientos, oscuros sentimientos, pero el velo fue retirado, estará bien

- Se está bañando, y está preocupado por su examen de química el lunes – aclaró Saga con una sonrisa aliviada, Alone también respiró aliviado, la que se puso tensa fue Saori porque Seiya la miró y ladeó la cabeza al decir:

- Bruja… te dije que tu sangre regaría la tierra

- No… no no no, me lo prometiste – Pandora literalmente soltó a Milo y se paró delante de Seiya y puso ambas manos en su pecho para detenerlo, el castaño sostuvo la mirada en Saori, pero luego miró a la hermosa muchacha de ojos negros, tomó su mano, la besó y le dijo:

- Promesas son promesas, ¿tienes todo lo tuyo?

- Casi… dame un minuto… - Pandora tomó a Milo de la mano y se lo llevó por el pasillo, al parecer a la cocina, Seiya caminó ausentemente por el salón y se detuvo nuevamente frente a la jaula del canario y sonrió

- Disculpa, Seiya… ese es tu nombre, ¿verdad? – preguntó Shaka medio intimidado, no quería volver a ser paralizado

- Si… ese es mi nombre

- ¿Sabes que pasó con los vampiros de la ciudad?, hemos buscado en sus nidos y están vacíos, no sabemos lo que está pasando

- Ohhhh… los impuros han sido eliminados, mi maestro se aseguró de ello, no deben preocuparse más, varios clanes sobrevivieron, ellos controlarán la ciudad en el futuro – Seiya volvió a abrir la puerta de la jaula y tomó nuevamente al canario

- Te refieres al anciano maestro, ¿verdad? – preguntó Shion

- Así es…

- ¿Él ya no está en la ciudad? – preguntó Saga, Seiya lo miró y meneó la cabeza

- No…

- ¿Por qué te pidió que vinieras a curar a Eden? – insistió Saga, eso le parecía extraño

- La luna me dijo que en esta morada alguien sufría lo que yo sufrí, y que debía liberarlo, Shun ya no está, partió con el anochecer

- Déjame ver si entendí bien, Shun era vampiro también, y se fue de la ciudad con el anciano maestro, ¿verdad? – preguntó Saga algo confundido, Seiya solo asintió y le sonrió al canario

- ¿Eso quiere decir que toda la familia de Shun era falsa? – preguntó Saga, y Seiya volvió a asentir

- ¿Por qué eliminaron a todos los vampiros?, ¿por qué los llamaste impuros? – preguntó Aioros al ver que Pandora no volvía y este par de vampiros estaban en su salón, sin intenciones de matarlos, algo así le había dicho Saga de lo poco que recordaba la noche en donde Pandora había desaparecido

- Esto ya se lo contamos a su amigo – dijo Ikky y señaló a Saga que no supo que hacer o decir, así que Ikky continuó: - Está prohibido crear vampiros y dejarlos huérfanos, es una responsabilidad el ser creador, no se puede poblar el mundo de vampiros sin un propósito

- ¿Pero no es su objetivo el acabar con la raza humana? – insistió Aioros

- Claro que no, bueno… no puedo hablar por todos los vampiros del mundo, pero a mi personalmente me agrada todo como está, me gustan los parques, los bosques, las ciudades, aquí es donde está todo, nuestro alimento, nuestra distracción, nuestra vida, si acabáramos con todo, ¿qué haríamos?, no me parece práctico tener vida eterna y no tener nada que comer o personas a las que conocer, sitios que visitar, ¿entienden? – dijo Ikky muy casual

- No lo puedo creer – susurró Saori mirando perpleja a Seiya en especial que parecía embelesado con el canario de Saga

- El objetivo de sus vidas es acabar con la nuestra, pero el objetivo de nuestra vida es… simplemente vivir, explorar, conocer… no lo sé, una aventura nueva cada noche – Ikky miró a Seiya que le devolvió la mirada y le sonrió

- Pero matan gente todos los días

- Es inevitable, son nuestro alimento, ¿sienten ustedes pesar por los animales que matan para alimentarse?, no, porque es indispensable, la ley de la supervivencia es lo primordial en todos nosotros

- ¿No existe aunque sea la más ligera posibilidad de que los vampiros se vuelvan vegetarianos y no se alimenten de personas? – Alone preguntó esto e Ikky sonrió divertido

- No creas todo lo que ves en televisión

- ¿Ustedes ven televisión? – preguntó Ryuho sorprendido

- Mmmmmm Monroe – dijo Seiya y sonrió, Ikky meneó la cabeza al responder:

- A Seiya le gusta Grimm, me parece de lo último que le parezca sexy ese hombre lobo, también vemos Los Simpsons, South Park, los expedientes secretos X, The Crown, nos gustan las series de Netflix, aunque últimamente estamos viendo WandaVision, a Seiya le gusta el universo cinematográfico de Marvel, Iron Man es su favorito – Ikky se encogió de hombros y sonrió divertido al ver las caras de incredulidad de la sala entera

- Wow… - dijo Yuzuriha pero su atención fue hacia Milo que bajó las escaleras con Pandora, tenía una maleta en las manos

- ¿Vas a alguna parte? – preguntó Mu mirando directamente a Milo que asintió al decir:

- Debo hacerlo, yo… no les dije antes, pero… Pandora y yo, bueno… nos amamos, vamos a tener un hijo y queremos estar juntos

- Dos vidas… dos corazones que laten, dos bebés vienen en camino – dijo Seiya mirando al canario, Milo miró a Pandora que respondió

- Seiya dice que siente dos vidas en mi vientre, aún no es tiempo en el que el ultrasonido lo verifique, pero en este punto yo le creo

- ¿Y te vas a ir con ellos? – Shion en cambio no salía de su asombro

- Seiya prometió protegerme a mi, a mis bebés, a mi familia, juró cuidar mi línea sanguínea y velar por todos mis descendientes, y lo ha hecho

- ¿Lo prometió?, ¿a cambio de qué? – preguntó Saori entrecerrando sus ojos

- A cambio de romper la maldición

- ¿Lo hiciste? – Saori miró a la jovencita con profunda decepción, Pandora asintió y apretó la mano de Milo

- Hielo delgado bruja, cuida tus pasos, tu cuello puede romperse como una ramita – Seiya acarició la cabecita del canario y le sonrió

- Seiya prometió proteger con su vida la línea sanguínea de Pandora, hasta donde tengo entendido, tú no tienes nada que ver con ello, el hecho de que estés viva es una deferencia nuestra, ya que yo no he hecho promesa alguna – Ikky dijo esto de forma bastante casual, pero la sala entera se tensó

- Tengo el vehículo listo, ¿dónde están las pinturas? – Sorrento se acercó al grupo, él había estado hablando por teléfono sin tomar atención a nada ni a nadie

- En la bóveda, tres pisos más abajo, nuestro amigo Saga guiará tu camino – contestó Ikky con toda naturalidad, Saga lució sorprendido por un momento, pero luego decidió que no era prudente negarse a nada, así que caminó con Sorrento hacia las escaleras, Ikky se acercó a Seiya y le acarició suavemente el brazo al decir: - Debemos irnos amor

- Míralo Ikky, es tan bonito

- Nos lo podemos llevar si quieres

- No… este es su hogar, su papá se pondrá muy triste si nos lo llevamos, la luna me dijo que va a buscar un búho para mi

- Como quieras, devuélvelo a su jaula entonces, en serio debemos irnos – urgió Ikky, Seiya depositó suavemente al canario en la jaula y cerró la puerta

 

Saga miró como las pinturas que tanto amaba y con tanto esmero había cuidado, eran sacadas de su bóveda para nunca volver, Sorrento tenía un camión afuera y los hombres de la compañía de mudanzas sin hacer preguntas, embalaron y cargaron las valiosas pinturas al interior, al subir, el peliazul miró con tristeza la calle, se sentía impotente, a su criterio esas eran sus pinturas, las había visto innumerables veces pero cada vez encontraba algo diferente en ellas, rayos…

- Sé lo que te quité, sé que nada de lo que diga podrá repararlo, espero que encuentres consuelo en saber que sus últimos pensamientos fueron para ti – Seiya dijo esto a un asustado Saga, que sabía muy bien de lo que el castaño hablaba, y una tristeza muy grande lo embargó

- No pude despedirme de él

- Él pensó en aquel lago al que iban cuando eran niños, con sus padres, antes del accidente, cuando la vida era simple y feliz, él atesoraba sus recuerdos contigo más que cualquier otra cosa, siento la parte que tuve que ver en su muerte

- Gracias por decirlo

 

Saga vio como Ikky y Seiya salieron de la casa tomados de la mano, Milo se tardó varios momentos hasta despedirse de todos, Sorrento los esperaba para llevarlos al aeropuerto, cuando el peliazul salió de la casa, abrazó a Saga y le dijo:

- Cuida a los muchachos, estás haciendo un trabajo excelente con ellos

- Son los hijos que no quise pero me tocaron, son buenos chicos, cuida tú a tus hijos y a tu futura esposa, sé feliz hermano, eso me haría feliz a mi – Saga abrazó a Milo que lo abrazó de vuelta y se perdió en el auto que Sorrento señaló, el peliazul miró a los dos vampiros que caminaban calle abajo, ellos no se subieron a los autos, la verdad no quería ni pensar en el hecho de que ellos se iban a quedar en la ciudad, no no no, así que cerró la puerta y entró a la mansión, Shion suspiró y le dijo:

- Debimos haber vendido esas pinturas, hemos perdido una fortuna

- Son suyas, él las pintó, y representan mucho para él, son parajes de sus sueños y sus recuerdos, está bien que regresen a su verdadero dueño

- ¿Pero no que se llamaba Seiya? – preguntó Tenma

- Eso dijo

- Las pinturas estaban firmadas por Marius – acotó Alone, que miró a las escaleras, Eden bajaba con ropa limpia y recién bañado, los miró a todos y preguntó:

- ¿Qué?, ¿tengo algo en la cara o qué?

- No… al parecer tu hermoso carácter también está de vuelta, te extrañamos amigo – dijo Tenma con una sonrisa en el rostro

- Si si … lo que sea, ¿hay algo de comer?, me muero de hambre – el peliceleste fue a la cocina seguido de los aprendices, Mu los miró y suspiró al decir:

- Es una pena que Shura no esté, en verdad lo extraño

- Yo también, oye, ¿me quieres ayudar a entrenar a los chicos?, Shura y Aioria empezaron a hacerlo, pero Aioria es un flojo y necesita a alguien que lo motive, vamos Musito… dame una mano – Saga codeó a Mu que sonrió con tristeza al decir:

- Solo Shura me decía Musito

- Bueno… las buenas costumbres deben seguir, ¿vamos?

- Vamos…

 

***

Los Ángeles…

 

Un muchacho rubio caminaba por el paseo de la fama, miraba las estrellas en el piso y sonreía, Camus, su maestro, le había dicho que estaba loco, que no debía seguir rumores infundados, que lo que les habían dicho a ellos pueda que no sea cierto, pero el corazón de Hyoga latía con fuerza.  Por meses se había dedicado a buscar pistas, indicios, algo que le indicara la presencia del anciano maestro, él sabía que New York no sería la única ciudad que visitaría de Estados Unidos, Boston estaba muy cerca, Washington… no le pareció lo más útil, Shun había bromeado con ir a Florida una vez, pero no lo creyó posible, así que cuando les llegaron rumores de nidos desapareciendo en Los Ángeles, Hyoga no lo pensó mucho y armó maletas, tenía que buscarlo, tenía que hallarlo…

 

Eran las 3 de la mañana, y en uno de los parques centrales, el rubio miraba la luna y pensaba en esos hermosos ojos verdes que lo perseguían en sus sueños, recordaba su dulce sonrisa y tierna mirada, sin poder evitarlo suspiró, y empezó a caminar lentamente, disfrutando de la paz que le rodeaba, se puso sus audífonos y metió las manos en los bolsillos, caminó tranquilamente sin caer en cuenta que no estaba solo, un muy atractivo jovencito de cabellos y ojos verdes lo miraba curioso, y decidió seguirlo, miró la luna y sonrió, iba a ver que tan certeras eran las palabras de Seiya…

 

***

Saga miraba distraído los libros en un estante, su biblioteca favorita de lo oculto había traído una nueva remesa de libros y ahí estaba su cliente fiel, con una pila de volúmenes que iba a comprar, de pronto un libro de cayó en la cabeza y le hizo perder el equilibrio, hubiera caído al suelo si no se sostenía de la pared a sus espaldas.  El peliazul estaba viendo estrellas cuando una hermosa mujer llegó corriendo y se llevó ambas manos a la boca, al decir:

- Lo siento mucho, ¿está usted bien?, no alcanzaba el libro que necesitaba y sin querer lo empujé, lo siento… en verdad lo siento…

- ¿Mellissa? – Saga abrió mucho los ojos al reconocer a la mamá de Shun frente a él, claro que apenas pensó esto, recordó que ella no era la mamá de nadie, Shun ni siquiera era humano, la mujer parpadeó confundida y preguntó:

- Si… ¿nos conocemos?

- No lo sé… pueda que si, los golpes en la cabeza no ayudan a la memoria – Saga sonrió al decir esto y estiró la mano a manera de saludo

- Lo siento mucho… en verdad lo siento

- No se preocupe, estas cosas pasan, ¿qué libro quería alcanzar?, tal vez le pueda ayudar y así evitamos derramamiento de sangre innecesario

- Ohhhh no tiene que molestarse – la hermosa mujer se sonrojó ligeramente

- No es molestia, ¿qué libro es?

- Es de Folclore Europeo, para mi clase, soy maestra, de historia, pero me gusta ponerles un toque místico a mis temas, así conservo la atención de mis estudiantes – Mellissa señaló el libro que quería, Saga como era mucho más alto que ella, lo tomó sin problemas y se lo entregó, luego dijo:

- Ese tomo es bueno, pero… este es mejor, este tiene un compendio de antiguas leyendas divididas por región, abarca Mesopotamia, la antigua Grecia, Roma, Transilvania, tus alumnos amarán esto – Saga buscó por el estante y le entregó otro libro a la mujer, este era un poco más gordito y grande, ella lo tomó y lo ojeó

- Vaya… ¿también eres profesor universitario?

- No… podría decirse que soy docente, no exactamente, bueno… tengo alumnos a cargo, soy curador de obras de arte también, me gusta la literatura antigua y el ocultismo, eso sería bastante obvio de deducir, ¿verdad? – dijo Saga señalando la tienda entera

- Si… tengo clase en una hora más o menos, ¿me aceptas un café?, es lo menos que puedo hacer si casi te dejo inconsciente

- Será un honor…

 

Saga tomó sus libros y ambos fueron a la caja, pagaron sus compras y salieron al frío de la noche, el peliazul se sintió feliz como no se había sentido en mucho tiempo, hacía más de seis meses que las cosas estaban tranquilas en la ciudad, las palabras de Seiya fueron reales, las calles estaban casi libres de vampiros, las cosas en la Orden estaban más que tranquilas, por lo que ese café con Mellissa fue lo mejor que le había pasado en mucho tiempo, a él no se le hubiera ocurrido buscarla pero si los planetas la ponían en su camino, no se iba a hacer a un lado, ella no lo recordaba, no recordaba a Shun, la Orden, ni nada de eso, pero no había perdido su encanto, Saga estaba embelesado con ella, al nivel que cuando llegó esa noche a casa, tenía una sonrisa en el rostro que no se la iba a quitar nada, claro, eso fue hasta que Mu le dijo que le había llegado un paquete, al abrirlo no pudo evitar sentirse embargado por la nostalgia, era un lienzo enmarcado del lago que había visitado cuando era niño, en un bote estaba él con su hermano gemelo, la luna brillaba en el firmamento y una iglesia se podía ver al fondo, el cuadro estaba firmado simplemente con una “S”.  Saga lo miró y sonrió, preguntándose dónde estaría ese vampiro que llegó a revolver la vida de todo el mundo, solo esperaba no volverlo a ver nunca más.

 

***

Seiya estaba de pie y miraba el desierto a sus pies, Ikky en cambio estaba acostado y miraba el cielo, una tormenta se acercaba

- Las pirámides de Egipto son más grandes – dijo Ikky

- Puede ser, pero esta es la pirámide de la luna, ella me dijo que tenía que venir, es hermoso Ikky – Seiya se sentó en el duro piso de piedra y se acurrucó en el pecho de su amante que lo abrazó y besó su cabeza

- Tú eres hermoso, me gusta este país, ¿vamos a seguir viajando hacia el sur?

- Si… la luna me dijo que hay unas cuevas hermosas en nuestro camino, luces de colores iluminan las formaciones rocosas, ríos corrientosos bajo nuestros pies, hay más pirámides, playa, un ojo escondido, aún nos queda mucho camino que recorrer

- Y aún no encontramos tu búho

- Mejor un pingüino

- Aquí no hay pingüinos amor

- Aquí no… al sur, donde es cálido y luego frío, hay pingüinos en el borde del mundo

- ¿Estamos yendo al borde del mundo?

- A donde la noche nos lleve, te amo Ikky

- Y yo a ti, te amo mi Seiya… ¿quieres bajar ya?

- No… un ratito más… una aventura más

- Todo es una aventura contigo, no puedo esperar la próxima…

 

Notas finales:

Y ese fue el final, espero que les haya gustado, muchas gracias por haberlo seguido hasta el final

Nos vemos por ahí en nuevas historias, saludos, bye


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