Conforme se adentraba en el almacen, Shisui percibía con más facilidad el chakra de Naruto. Tanto Itachi como él habían acordado dividirse para abarcar las dos mitades constituyentes de aquel laberinto de cajas y armamento ninja.
No había forma de que un enemigo lograra infiltrarse a Konohagakure sin ser detectado, por ende, resultaba aún más inverosimil suponer que algún Shinobi desertor pudiera ingresar al distrito con el afán de reunirlos a ellos dos, solos y en un sitio que conocían casi de memoria.
Tenía, por tanto, que tratarse de una broma. Y aunque el Uzumaki fuera hijo del hokage, no se le atribuía ninguna genialidad en cuanto a planes de ninguna índole.
-Naruto...- Shisui estaba por alzar la voz cuando notó por el rabillo de su ojo derecho que un par de cajas se mecían ligeramente segundos antes de desplomarse junto a él. Justo en cúspide de la segunda hilera de cajas, Naruto se erguía orgulloso, cruzado de brazos mientras una rara sonrisa ladina se ensanchaba en sus labios.
Shisui encontró la escena de lo más predescible, pero ello no evitó que un bosquejo de tranquilidad se instalara en sus serias facciones.
-Asi que...¿era una broma?
Naruto descendió de un ágil salto, plantandose frente a él.
-¿Una broma?- miró las cajas volcadas de junto y se encogió de hombros. -En realidad quería verte...
Aquello tomó a Shisui por sorpresa. Sus pupilas se dilataron un poco en asombro, pero logró recobrar su ferrea expresión al ver que el rubio vacilaba.
-¿Y a Itachi para qué lo citaste exactamente?- inquirió, cada vez más intrigado con la situación.
-¿Itachi?- Naruto parpadeó en repetidas veces, como si intentara procesar el nombre. -Oh, Itachi- sonrió, lleno de júbilo. -No quería que pareciera sospechoso que te mencionara solo a ti en la carta, dattebayo. Pensé que lo intuirías por tu cuenta.
-Bueno- Shisui lo inspeccionó atentamente, buscando indicios de alguna herida superficial en su cuerpo. Seguramente Naruto estaba delirando, quizá lo habían envenenado por medio de algún kunai. O en última instancia, tendría fiebre. De una cosa Shisui estaba seguro, Naruto actuaba realmente extraño. -Estoy aqui. Y he de decir que considero una broma de mal gusto el querer preocupar a tus semejantes para divertirte a sus espaldas.
-Eres muy orgulloso- Naruto rió con suavidad, casi dichoso por la reprimenda. -Por eso es que me gustas...
Shisui se petrificó al ver que Naruto se acercaba juguetonamente a su rostro, poniendo a prueba su experticia y haciéndole flaquear por escasos segundos.
-Sé que te gusto. Puedo verlo en tus ojos- Naruto depositó un corto beso en la comisura de los frios labios y retrocedió para evaluar la reaccion del Uchiha, el cual estaba sutilmente ruborizado. Finalmente había bajado la guardia y ahora se mostraba entre confundido y avergonzado. -Quiero que me beses- Naruto susurró contra los labios de Shisui, tan quedo que, las palabras apenas lograron llegar a los oídos del joven. -Aqui, y en este momento.
Shisui separó un poco los labios, estaba desconcertado por el giro de los sucesos. No esperaba, ni de broma, algo así. Se sentía incapaz de procesarlo en ese momento.
¿Naruto era guapo?...
Indudablemente
¿Era su tipo?
Quizás
¿Le gustaba?
Tratando de disipar la última duda, Shisui tomó a Naruto de la nuca.
Y lo besó...
***
-Naruto kun- Itachi se precipitó velozmente hacia las cajas inferiores al vislumbrar la cabellera dorada.
Naruto estaba recostado de lado sobre una alfombrilla, parecía estar inconsciente y tenía una compresa de agua caliente en la frente.
Al retirar la compresa, Itachi se percató del moreton que se extendía desde la ceja derecha hasta debajo del parpado. Acarició suavemente el cardenal y notó que Naruto se removía un poco.
Había, además, un botiquin de primeros auxilios en otra de las cajas. Vendas, pomadas, píldoras y compresas, estaban rezagadas en torno al Uzumaki.
E Itachi dedujo que alguien debió haber dispuesto todo aquello en pos de ayudar a Naruto. La pregunta era ¿quién había sido?
Según tenía entendido, la anciana Tanaki se encontraba recolectando diversos materiales para la construcción de nuevos artefactos y armas. Además, quien había estado cuidando a Naruto, debió ser alertado por alguna amenaza, puesto que las cosas parecían recién sacadas del botiquín.
-Naruto kun- angustiado por la condición del susodicho, Itachi intentó despertarlo, sacudiendolo con delicadeza de los hombros. Lo que no lograba entender era cómo se había hecho Naruto ese golpe. Solo esperaba que no fuera nada grave
-Mmh...- los parpados de Naruto vibraron un poco. -¿Itachi?- lentamente abrió los ojos y enfocó el rostro circunspecto del Uchiha. -¿En dónde estoy?
Itachi sonrió tenuemente, aliviado de verlo despierto.
-Creo que primero debemos salir de aqui- apoyó uno de los brazos de Naruto sobre sus hombros y lo ayudó a caminar. -Shisui debe estarte buscando en este momento.
-Sasuke...
Itachi se paralizó al oír el nombre brotar de los labios de Naruto. Una lluvia de imagenes le nubló la mirada. Una sombra, un rostro difuso, eventos proyectados ante él, recuerdos de la infancia, promesas rotas, dolor infringido, muerte...
-¿Qué has dicho?- deteniéndose bruscamente, Itachi se volvió hacia el Uzumaki, lo asió firmemente de los hombros y lo miró fijamente a los ojos. -Repitelo- exigió, aun sin poder reponerse de las distorsionadas imagenes que, poco a poco, se desvanecían.
-¿Qué repita qué?- sin embargo, Naruto parpadeó confuso.
***
Era increible lo fácil y rápido que se podía quebrantar la psiquis de un Shinobi a todas luces astuto y poderoso.
En menos de dos minutos los besos hambientos y desesperados habían desaparecido para dar lugar a una exigencia mucho mayor. Cuando las caricias empezaron a tener cabida, lo imprevisto pasó.
Naruto se hizo a un lado despues de haber golpeado el punto frágil de las cajas con el codo. La hilera se bamboleó y Shisui apenas tuvo tiempo de enfriar sus pensamientos para hacer uso de sus desarrollados reflejos.
Pudo evitar ser aplastado por una docena de cajas, pero no fue testigo de la precipitada huida del felino que, poco a poco, iba adquiriendo su forma real.
Primero fue la larga y esponjosa cola, despues las orejas y las garras. El gato ninja alcanzó a girar en el segundo corredor antes de que el jutsu se desvaneciera por completo, quedando su fofo cuerpo gatuno al descubierto.
-Mew... estuvo cerca- farfulló agitado. Despues se apresuró a ir al encuentro de su amado. Había tenido que esconderlo cuando oyó a aquellos peligrosos forasteros perpetrando en sus dominios. Nunca pensó que los intrusos pudieran tener parentesco alguno con su futura pareja. Porque él se había dado cuenta que su "ella" en realidad era un "él". Se percató del minusculo detalle cuando la borrachera bajó por completo. Incluso fue capaz de robarle algo de información sobre su vida a través de una pequeña mordida en el antebrazo, extrayendo a su vez un poco de chakra para poder completar su exitosa transformación.
Otra cosa con la que el mínino no había contado, era con que su distracción resultaría en un completo caos. Tenía competencia, dignos rivales que osaban querer quitarle a su preciado gatito de ojos azules. Pero no importaba, porque él sabía muy bien como defenderse, y protegería tambien a su futuro esposo...
-¿Meow?- el gato detuvo sus pasos y vio con horror el improvisado lecho vacío. Luego rompió a llorar.
***
Caminaba con semblante reflexivo y las manos enfundadas en los bolsillos, vista al frente y ceño ligeramente fruncido en un rictus de irritación contenida.
-Shisui...
Itachi fue el primero en notar el cambio repentino en la actitud de su mejor amigo. Shisui se había reunido con ellos afuera del almacén y se había limitado a preguntar si Naruto se encontraba bien antes de emprender la caminata. Parecía estar disgustado o contrariado por algún hecho en específico. No obstante, Itachi adjudicó su ensimismamiento con el mismo problema de antaño: el golpe de estado próximo a suscitarse.
-Solo quería jugarles una broma, dattebayo- con los brazos enredados en el cuello de Itachi, y el rostro ligeramente ladeado sobre la espalda del Uchiha, Naruto decidió enmendar un poco las cosas mediante una sincera disculpa. Casi podía escuchar las estruendosas risas de Kurama, el zorro demonio estaría satisfecho cuando diera por sentado su rotundo fracaso en un plan tan bien elaborado. -No quería preocuparlos- estaba cansado, el buen golpe que se había dado con una de las cajas lo tenía sumido en una ensoñación abrumadora.
-Al menos has aprendido la lección- Itachi sonrió apenas, queriendo infundir ánimos al pesado ambiente que se había instalado entre ellos tres.
Shisui sacudió un poco la cabeza en negación, detuvo sus pasos y escudriñó a Naruto con una mirada de lo más enigmatica, provocando que el rubio le sostuviera el contacto visual con cierto bochorno ante tal escrutinio.
-La broma era para mi, ¿cierto?
-No. Era para ambos- Naruto se apresuró a aclarar, pese a que no entendía el tono hostil de su interlocutor. -Pensaba desquitarme con ustedes por lo de antes, ttebayo. Siempre me hacen a un lado y prometen entrenamarme, pero no cumplen- frunció el entrecejo y bajó de la espalda de Itachi. Este se limitó a intercalar la mirada entre ambos, exhaló y pensó que Shisui se lo tomaba demasiado en serio.
Todavía alterado por el confuso accidente en el almacén, Shisui caminó de derecha a izquierda. No comprendía por qué se había dejado llevar a tales extremos de corresponder un beso, no solo eso, sino que él mismo había participado en aquel desenfreno que duró poco más de tres minutos. Y ahora Naruto se hacía nuevamente el inocente y fingía que nada había sucedido.
Seguramente había hecho lo mismo con Itachi...
Pero ¿y él?, ¿en verdad gustaba de Naruto al grado de olvidar sus deberes como Shinobi para enfrascarse en un acto calenturiento que había figurado como una sucia broma?
-Quiero hablar más tarde contigo- cesó su desesperada caminata y estudió el semblante zorruno. Naruto asintió casi cual autómata, resignandose al futuro regaño del Uchiha.
Itachi optó por no interceder esta vez, seguía sintiéndose algo mareado y desconcertado por todo lo que había ocurrido ese día. El nombre empezaba a borrarse de su memoria, pero lo había anotado en el reverso de su mano con un poco de tinta. Despues investigaría al respecto.
-Anda. Sube- profirió Shisui en tanto se ponía de cuclillas. Naruto se quedo perplejo por la petición, pero decidió no tocar su suerte por vez segunda. Asi que se apoyó en la espalda del mayor y se sujetó fuertemente de sus hombros.
¿Eso significaba que Shisui no estaba molesto con él?
Naruto pestañeó, sumamente intrigado cuando logró atisbar una sonrisa en los labios de Shisui.
¿Qué estaría tramando...?