La mansión de los Shanfield estaba increíblemente ruidosa. También se debía en gran medida a que Aster, que se convirtió en el conde principal, había regresado después de estar mucho tiempo desaparecido. Y lo peor, es que entró por la puerta principal de la mano de un hombre. Al principio pensaron que era un conocido suyo o tal vez, un empleado nuevo, pero Aster le puso su abrigo encima y lo llevó de inmediato a la habitación. En el dormitorio de una pareja aristócrata que llevaba varios años sin estar allí.
El hombre ni siquiera era una belleza sobresaliente. Tenía el cabello castaño y unos ojos verdes bastante habituales en la región. También parecía ser demasiado mayor. Aunque lo miraras con atención e incluso si considerabas que era algo "bonito", la forma de su cuerpo era pobre y su condición física parecía considerablemente deteriorada.
Al escuchar la noticia, el segundo hijo, Calix, pareció enojarse tanto con él que, tan pronto como llegó a la mansión, se dirigió directamente al estudio de Aster y aventó la puerta.
"¿¡Qué estás haciendo!?"
"¿... Perdón?"
"¿Por qué traes a casa a un hombre así como si nada? Además, ¡Lo metiste a la habitación de nuestros padres! ¿Estás loco o qué te pasa?" Calix estaba enloquecido, discutiendo y agitando las manos en dirección a su hermano. Que el hombre estuviera en el dormitorio de sus padres, incluso pese a que su papá acababa de morir, parecía tan ilógico que ni siquiera podía calmarse. "No, Aster. Ahora si te pasaste. No importa con quién juegues en tus tiempos libres, no tienes derecho de traer a nadie aquí. Además, deberías tener respeto. ¡No era tu cuarto!"
"Ahora lo es".
"¡Aster!"
Cuando Aster respondió con calma, Calix se enfureció todavía más. Originalmente era una persona brillante y amable pero, tan pronto como terminó el funeral de su padre, el hombre había estado actuando tan extraño que solo pudo estar enojado con él. Su hermano volvió a hablar:
"Él será mi esposo".
"¿...Qué? ¿Tienes problemas en la cabeza?"
"Nunca estuve tan cuerdo como ahora."
"¡Tonterías! Si estuvieras cuerdo, ¡No estarías hablando de casarte con un hombre mayor que ni siquiera conoces bien!"
Aster lo miró y sonrió de nuevo. Incluso si Calix era también el niño de su mamá, no quería compartir el secreto con ninguna otra persona ahora.
Los Shanfield estaban ubicados en un vasto prado, lejos de otras ciudades o localidades concurridas. Tenían un edificio que era la sede principal de sus negocios y un conjunto de apartamentos que eran propiedad familiar.
Aster se había graduado de la universidad rápidamente debido a que era tan inteligente como para saltarse grados. Recibió clases magistrales desde antes de entrar a la secundaria y después de que su padre perdiera el conocimiento, podía decirse que prácticamente había dirigido todo el negocio por cuenta propia. Calix todavía estaba en la universidad así que regresaba a la mansión únicamente para las vacaciones. Sin embargo, debido a los eventos recientes, ambos decidieron quedarse en Central por una cantidad de tiempo indefinido. Calix estaba en su último año así que últimamente había estado completamente ocupado preparando su tesis. Aster deambulaba por la ciudad por motivos comerciales y de todas maneras, los hermanos, que tenían casi dos años de diferencia, eran todavía los mejores amigos del mundo.
Aster fue un sucesor nato. Los Shanfield lo elogiaban como "el heredero perfecto" así que tenían expectativas relativamente altas sobre él. ¡Incluso Calix sabía que Aster era muchísimo mejor! Más inteligente que sus compañeros, el mejor en sus clases y en sus presentaciones laborales. Guapo e indudablemente perfecto. En lugar de desesperarse, Calix lo respetaba y lo amaba como lo haría cualquier otro familiar. Además, Aster siempre pareció cuidar muy bien de él. "Somos los únicos en este mundo que importan". Decía. Y aunque no mostrara su afecto abiertamente, siempre estuvo interesado en cada aspecto de su hermano menor. Lo protegía y quería, daba su ejemplo y lo miraba sin descuido. Pero ahora, solo lo estaba cortando y tratando como si su opinión fuera una basura. Calix incluso se sintió traicionado por tal actitud.
"¿Quieres decir que no es mi asunto solo porque es alguien que te gusta?"
"Incluso si te opones , me casaré con Benjamín".
"¿... Benjamín?" Calix cambió su expresión tan rápidamente que Aster pudo notarlo. "¿Ya me lo habías presentado antes o...?
Inmediatamente negó con la cabeza.
"Para nada."
"Me suena de algún lado."
"Porque es un nombre común".
"Podría ser."
Aster suspiró y sonrió tranquilamente.
"De todos modos, hoy te presentaré a Benjamin correctamente. Vamos a cenar todos juntos."
"¿Qué?"
"Tienes que verlo por ti mismo. Va a ser una reunión familiar".
"¿Un hombre que ni siquiera me importa ahora es mi familia?"
Calix tenía una expresión de disgusto impresionante en su rostro, pero Aster ni siquiera le respondió. Dejó escapar una risa extraña, como si fuera algo realmente gracioso, y después sacudió la cabeza para dejar de lado el tema:
"Benjamin quiere verte. Estará muy feliz de que estés allí".
Calix no pudo soportarlo más así que se fue sin decir otra palabra. A Aster no le importaba realmente lo que decidiera hacer con su vida por lo que salió del estudio y entró en la habitación que estaba del otro lado del pasillo. Todo estaba en silencio allí, excepto por el sonido de la máquina que media el pulso de su madre. El hombre estaba acostado en la cama junto a la ventana y a un lado de sus brazos, había un montón de máquinas tan enormes como las que verías en la sala de emergencias de un hospital. Aster pidió un chequeo tan pronto como llegó a casa así que ahora tenía bastantes cables conectados. Le sacaron sangre, tomaron radiografías y escanearon su cuerpo de arriba para abajo. Ahora se había tomando sus píldoras y estaba intentando descansar. El médico estaba en la cabecera:
"Afortunadamente, no hay problemas importantes con él. Se ha debilitado un poco por estar al aire libre durante mucho tiempo, pero la contaminación no lo dañó. Hay muy pocos órganos con fallas. Está débil para su edad pero, si come bien, toma sus medicinas y hace ejercicio, mejorará".
Benjamin creció en un área inusualmente limpia porque sus productos eran destinados al consumo de los ricos. Les permitieron cultivar alimentos en áreas importantes que llamaron "Corona" y luego, incluso les construyeron un hogar y algunas escuelas. Por ese motivo, su madre estaba sano y sus órganos parecían bastante limpios para ser real. Y como después llegó con los Shanfield para servirles, estaba bien alimentado y educado para que pudiera tener bebés. Incluso fue algo bueno que decidiera establecerse en un lugar tan chiquito como la zona cero. Era el lugar menos contaminado fuera de la ciudad, viejo pero increíblemente seguro. No era de lo mejor, por supuesto, pero Benjamin logró estabilizarse lo suficiente como para que lo pudiera encontrar.
El doctor encontró que no había ningún problema con la función de su útero, así que Aster hizo una expresión de satisfacción mayor.
Después de agradecerle, miró a Benjamin y se sentó junto a la cama. Parecía estar bastante cansado debido a la medicación así que no abrió los ojos durante todo ese tiempo.
"Oye, mi amor..."
"¿... Aster?"
"¿Ya estás despierto?"
Aster se inclinó y presionó sus labios contra la frente de Benjamin. El hombre cerró los ojos ante el beso tan amistoso y después, sonrió mientras le tomaba de la mano. Era un gesto de amor, para mantenerlo caliente.
"Mi amor, vamos a cenar con Calix más tarde".
Los ojos de Benjamin se agrandaron en un segundo. Parecía que su corazón todavía no estaba listo para conocer a su segundo bebé así que, mientras lo miraba estremecerse, Aster acarició su dedos y le besó ahora en los labios.
"No te preocupes, estará bien. Pensé que te gustaría ya que a pasado un tiempo desde que l o viste ."
"Pero yo..."
Benjamin vaciló y se mordió el labio. Sus ojos se estaban enrojeciendo debido al llanto así que descubrió que ciertamente estaba teniendo un montón de pensamientos complicados justo ahora.
"No llores, cariño. Tienes que mostrar una cara amigable para tu hijo".
"Aster..."
"No te preocupes. No le diré nada a Calix sobre ti".
Tan pronto como lo acarició, Benjamin pareció haberse calmado un poco. Asintió con la cabeza débilmente y cerró los ojos para descansar, pero todavía le temblaban las pestañas.
"Duerme un poco más ¿De acuerdo? Vendré a recogerte en la tarde".
Pareció que tenía muchísimo sueño, porque todavía le quedaba algo del medicamento en su sistema. Aster volvió a besarle los labios como un gesto final, le dijo que lo amaba y que descansara y salió de ese lugar. De hecho, había un montón de cosas que estaba posponiendo porque recientemente estaba más concentrado en Benjamin que en cualquier otra cosa. Se preparó para la muerte de su padre desde hace mucho tiempo y de todas maneras, había ojos que parecían disgustados con su manera de actuar. Después de todo, tenía una apariencia fuerte y perfecta y la prensa quería algo de lágrimas.
Cuando Aster regresó a la biblioteca, los secretarios ya estaban esperando por él. Cinco hombres y mujeres que estaban reunidos a su lado y que además, llevaban teléfonos muy caros en las manos. Seguían recibiendo llamadas de las sucursales de cada ciudad porque, a diferencia de la mansión, en el exterior todavía se estaba llevando a cabo un servicio conmemorativo. Papá era dueño de una gran corporación así que, para honrar su memoria, cada ciudad roció flores blancas desde un dirigible negro que llevaba la marca familiar. Aster lo miró a través de la pantalla de su ordenador y sonrió de forma muy extraña. La forma en que se veía, con la punta de los labios levantada, era la foto perfecta de un hijo en duelo. Como si estuviera empapado de recuerdos difíciles. Pero las palabras que salieron de su boca fueron frías:
"Tener que gastar dinero en eso. Que maldita perdida de tiempo".
Aunque las flores frescas en si mismas eran caras, tomó mucho de su dinero y esfuerzo seleccionar y trabajar solo en recoger las blancas. El funeral del presidente de una de las familias más prestigiosas no podía ser para nada humilde. En su corazón, no quería plantar ni una sola flor en su nombre, pero de todas maneras él era su padre y la gran empresa era de su propiedad gracias a sus movimientos. Le había dejado toda su fortuna así que darle un último adiós podía considerarse como, una cortesía. Afortunadamente fue un costo de producción reducido por auto-fabricación. Sus asistentes tenían una mentalidad bastante similar a la suya en ese aspecto.
"Son flores cultivadas para esparcirse en el aire de todas maneras. No tiene que preocuparse demasiado por ello".
"En el futuro, gracias a usted las ceremonias funebres con dirigibles se pondrán de moda entre los ricos".
"Ya hay empresas que quieren alquilar aeronaves. Y ya que nosotros lo vamos a patrocinar, parece que después de todo la elección del presidente fue la correcta".
Las secretarias elogiaron a Aster y dijeron que había tenido una idea maestra. El joven inclinó su vaso de agua en su dirección y rió con bastante arrogancia gracias a esto. No importaba por donde lo miraran, ese chico no estaba para nada afligido por él.