Como era de esperar, el cuarto día después de ir al ala Oeste, Aster habló sobre todo el asunto.
"Escuché que te quedas a menudo en el invernadero en estos días".
"Así es. Las flores son preciosas."
"Cuando era joven, me gustaban las flores. Quiero decir, todavía me gustan. Es solo que hace frío y eso hace que sea difícil de hacerlas crecer."
"Eso es verdad ¿Sabes? Quiero saber sobre otras variedades de flores, ¿Puedo pedir prestado un libro de la biblioteca?"
"Tengo un libro sobre jardinería, así que pediré que lo traigan especialmente para ti".
Aster no le daba computadoras o teléfonos celulares, pero le permitía ver libros prácticos sobre cocina y flores en cualquier momento. Benjamin sonrió, fingiendo sentirse tranquilizado por sus amables palabras.
"Gracias, Aster."
"No fue nada, mi amor."
Aster sonrió amablemente y extendió finalmente una mano para acariciar el trasero de Benjamin. Esto no era un dormitorio, era una sala de estar. Benjamin estaba avergonzado por su obscenidad casual pero, en estos días, tenía que decir que parecía disfrutar muchísimo de hacerlo en público.
El hombre frente a él tenía una apariencia increíblemente elegante todos los días. Era guapo, alto, perfecto en el lenguaje, pero cuando tenía la oportunidad, actuaba como un animal.
Mientras Benjamin lo miraba insatisfecho, Aster lo agarró por la barbilla y lo besó.
"Intenta llevarte bien con Calix mientras estoy fuera".
"Ni siquiera quiere verme..."
"Se acostumbrará".
En realidad, era una provocación absolutamente deliberada. En el momento en que lo tocaba así o lo besaba tan despacio, sabía que era porque Calix estaba en esa habitación o muy cerca de ellos.
Escuchó un sonido de tos desde atrás, así que ambos volvieron la cabeza.
"¿Podrías mostrar tu afecto solo en espacios cerrados?"
"¿Esta escena fue demasiado provocativa para mostrársela a un bebé?"
"Oye, por favor... ¡Mira la maldita hora, hermano!"
Calix estaba harto, no tuvo más remedio que indicarle que el tiempo de su conferencia realmente se le estaba yendo de las manos.
Benjamín estaba ahogado por la culpa cada vez que algo como esto pasaba. Fingir ser un matrimonio en la misma casa en la que estaba su hermano y siendo su madre era tan... El terrible secreto de su convivencia era asqueroso pero, para otros, era simplemente un mero capricho de alguien con poder.
Calix aún no sabía que Benjamín era su madre pero, desde el principio, siempre pareció ser extremadamente cauteloso cuando estaba a su alrededor. Pensar en su muy querido hermano mayor con un hombre sospechoso que para variar tenía un cuerpo débil, era inaceptable desde una perspectiva inocente como la suya.
"Calix."
"¿Qué?"
"¿Te gustaría tomar una taza de té conmigo?"
"¿... Tú y yo?"
"Tenemos que vernos a menudo. Vivimos en la misma casa."
Calix miró a Benjamin de arriba para abajo, como si pensara que era una especie de "truco". El hombre llevaba una chaqueta sobre un suéter de punto fino que le llegaba hasta el cuello y que en realidad, se sentía hasta un poco excesivo de usar. Benjamin recientemente utilizaba una camisa de cuello alto o una bufanda así que Calix solo lograba sentirse muchísimo más incómodo a su alrededor debido a esto. Era un hombre que se hacía pasar por inocente, pero incluso ocupaba el lugar del señor Sheinfield con mucha facilidad.
Al ver el anuncio de la boda, Calix se preguntó sinceramente si Aster había perdido la cabeza. Es decir, lo espió lo suficiente como para saber que, aunque fingiera ser manso, no era de esa manera en absoluto. Sin dudarlo, chupó los genitales de Aster en el estudio y se subió encima de él para mover la cadera. Al principio, Aster lideró la acción de manera salvaje, pero luego Benjamin se volvió más y más activo. Sacudió su trasero y suplicó con una voz bastante alta.
Cuando le vino a la mente ese terrible recuerdo, Calix negó con la cabeza. No quería saber nada sobre la historia de amor de su hermano o sus encuentros sexuales. Sin embargo, la impactante atmósfera no fue fácil de tolerar e incluso ahora, cada vez que veía a Benjamin, solo recordaba cómo sostenía los brazos de Aster mientras lloraba.
Calix suspiró, y rápidamente volvió los pensamientos en su cabeza a otro lugar. No era el momento. Tenía que averiguar por qué este hombre sospechoso quería tener contacto con él.
Los dos tomaron asiento en el salón donde Aster los había dejado. Calix miró de cerca a Benjamin y dijo:
"¿Qué es lo que quieres? ¿Cuál es el truco?"
"No tengo ningún truco. Solo quiero hablar."
Benjamin lo miró a los ojos y dijo esto en una voz bastante bajita. Si miraba esa expresión, realmente era difícil pensar que él había sido el mismo tipo que tuvo sexo con su hermano en el estudio. No, antes de eso, también era difícil imaginar que él fuera quien lograra hacer que su hermano mayor se sintiera atraído por él.
Calix intentó aplastar la escena que le vino a la mente de nuevo.
"Bueno, lo acepto".
"Muchísimas gracias."
Cuando se le permitió avanzar, Benjamin de repente pareció aliviado. Estaba actuando de forma inusual así que Calix empezó a sospechar todavía más. No le gustaba, pero la razón por la que no se opuso activamente a él era por su amor a Aster y a sus ganas de resolver este misterio. A pesar de una exhaustiva verificación de antecedentes, no hubo información sospechosa sobre Benjamin. Al menos no en la ciudad. Sin embargo, cuando te vuelves famoso, ocurren rumores, y todos son rumores sin evidencia que entorpecen algo real. Todo tipo de medios intentaron profundizar en él, pero Benjamin no tenía ni una historia de fondo ni un pasado. Además, no hubo malas historias de los sirvientes mientras se alojaba en la mansión porque solía ser del tipo que estaba encerrado en silencio en su dormitorio hasta el momento en que apareciera Aster. Todo era muy normal...
Pero cuando vio su cara sonriente, mirándole con atención, se sintió extraño de nuevo.
"No pediré mucho. ¿No podemos simplemente dar un paseo o tomar una taza de té de vez en cuando?"
"... Claro."
Los ojos de Benjamin se abrieron a pesar de la contundente respuesta. Era como alguien que había recibido un regalo inesperado Ante eso, Calix tembló. Este hombre era siniestro. ¿Por qué tenía que acudir a alguien como él para hablar? ¿Qué se proponía? Pero después de un tiempo, la mirada de Benjamin se oscureció nuevamente y sus manos se quedaron muy, muy quietas. Parpadeó, abrió la boca con cuidado y dejó que Calix tomara un sorbo de té antes de hacer lo mismo.
"Debe ser difícil para todos aceptarme como miembro de la familia".
"No me corresponde a mí decidir, ¿Verdad?"
Aster ya lo había decidido.
Cuando Calix respondió, malhumorado, Benjamin lo miró con los mismos ojos extraños del inicio. No pareció juzgarle, sino que... Pareció aferrarse a él. Y se vió tan desesperado como si estuviera muriendo.
Cuando Calix lo miró de regreso, claramente desconcertado, Benjamin bajó la voz y preguntó en un susurro:
"¿Qué pasa si quiero irme de este lugar?"
"¿Perdón?"
"¿Puedes sacarme de aquí?"
Los ojos de Calix se agrandaron ante la inesperada sugerencia. Frente a él, Benjamin sonrió como si estuviera aguantando el llanto. Sostuvo la tetera y se sirvió otra vez, pero la voz que fluyó por sus labios fue aterradora. Temblaba como si estuviera cansado.
"Nadie debe escucharnos".
"¿Qué...?"
"Por favor, ayúdame a irme."
Benjamin sirvió el té, se inclinó hacia Calix y susurró esto en una voz increíblemente bajita. Luego, cuando dejó de servir el té, enderezó su cuerpo y sonrió tan fuerte como antes.
"Solo quiero llevarme bien porque seremos una familia en el futuro".
Cambió de tema en un instante.
Calix lo miró con el ceño fruncido pero, cuando estaba a punto de preguntar, rápidamente volvió la cabeza ante el sonido de pasos en la entrada. Estaba el secretario de Benjamin.
"Benjamín. Es hora de tomar tu medicamento".
"Lo olvidé, gracias por hacérmelo saber, Leslie".
Benjamin se levantó y asintió levemente a Calix.
"Calix, si existe la posibilidad, podemos dar un paseo juntos la próxima vez".
"Ah... Claro".
Calix respondió inexpresivamente. Su mente estaba confundida, pero tenía el suficiente autocontrol como para despedirlo como de costumbre.
Miró la taza de té frente a él. La bebida se desbordaba tanto que el platito estaba vuelto un desastre. La mente de Calix se volvió más complicada debido a esto, frunció el ceño y se sentó en el sofá, pensando en lo que había dicho y en su petición. Benjamin fue el chico afortunado del siglo. Era un hombre pobre de origen desconocido, enfermo y feo, pero se ganó a Aster, el jefe de una joven familia millonaria. Aster no tenía padres así que toda su fortuna podría ser completamente suya para gastar. No había nada que no pudiera hacer así que, ¿Por qué quería irse?
Calix inicialmente pensó que Benjamin tenía un problema. Sin embargo, al analizarlo de nuevo, era extraño. Benjamin nunca pareció emocionado con la boda. Siendo el personaje principal de una novela romántica como esa, era normal que se le aflojaran los tornillos y saltara de aquí para allá diciendo lo que había conseguido. La presencia de Benjamin era borrosa, era pequeña y ordinaria también ¿Por qué estaba actuando como alguien que fue obligado a contraer matrimonio?
Calix se levantó de su asiento y lo tomó con calma. Caminó a la habitación y comenzó a quitarse la ropa. Pero incluso entonces, no se le ocurrió ninguna razón plausible. Había varias posibilidades realistas: O peleó con Aster o el lugar de ser el señor Sheinfield era mucho para él. Calix pensó a la ligera y trató de olvidar el problemático enigma.
"Tiene mucho dinero de todos modos así que podría... Irse de compras o viajar, entonces, ¿Por qué me pidió eso?"
Calix, que había estado murmurando en voz baja, dejó de caminar en ese momento. Tenía muchas dudas sobre los pensamientos que le vinieron a la mente así que se mordió la boca. Ahora que lo pensaba, Benjamin casi nunca salía de esta mansión. Aster se iba de viaje de negocios pero jamás se llevaba al hombre con él. Se había convertido en un tema candente en estos días debido al anuncio de matrimonio y él siempre estaba lleno de reporteros. Pero siempre eran fotografiados el secretario y el guardaespaldas. En una conversación hace un rato, dijo que había ido a Central para dejarlo en el hospital. ¿Pero por qué volvieron de inmediato? Central era la ciudad en la que habían estado viviendo cuando eran niños y también tenían un hogar allí. Era una casa normal y bonita, porque este lugar se usaba como villa en primer lugar. Y sí, mirando hacia atrás, fue extraño. En Central, podía disfrutar de la vida cultural, los deportes y las compras. Pero Aster insistió en quedarse aquí. Al principio pensó que era para evitar los medios, pero ya había anunciado el matrimonio así que ¿Por qué? Aunque no hubo ceremonia, era oficialmente el anfitrión Shanfiel y aún así, estaba confinado a esta gigantesca caja.
Calix quedó impresionado por la corazonada que le llegó.
Después de echar un vistazo rápido a su alrededor, salió por la puerta trasera y se dirigió al anexo. Era la residencia de los sirvientes así que los criados fuera de servicio descansaban allí todo el tiempo. Calix estaba merodeando y, poco después, encontró a la persona que estaba buscando en primer lugar: Su sirviente, Paul. Hizo una seña y Paul casi corrió hacia él. Era cuatro años mayor que él y aunque llevaba mucho tiempo sin servirle, era una persona informada y siempre le contaba muchas novedades.
Calix se acercó y pegó los labios a su oreja.