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Benjamín. Tomo 1 y 2 (Traducción finalizada) por yuniwalker

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Estuvo con Calix dos veces desde entonces. En realidad, cada vez que se encontraba con él, hablaban sobre la manera de llegar y salir del pasaje secreto.

Debido a que no hubo cambios o signos externos que revelaran su embarazo, la prueba de sangre no se realizó. No preguntó al respecto porque temía que lo llevara al hospital si se mostraba tan insistente, pero, aún así, Aster sacó el tema en el desayuno.

"No te voy a hacer exámenes por un tiempo porque parece que solo te estoy poniendo mucho estrés. Pero si los síntomas aumentan o vuelven, entonces iremos ¿Bueno? Lo haremos paso por paso".

"Gracias por tu preocupación, Aster."

"Es deber del marido cuidar de su esposa. De todos modos, me alegro de que haya aumentado tu apetito en lugar de disminuir."

"Creo que es porque estoy de buen humor."

Podía decir muy honestamente que desde que Calix regresó a la casa, Benjamín había comenzado a estar de un buen ánimo. Cuando sonrió y dijo que tener a su familia le hacía feliz, Aster dijo que entonces estaba feliz también. Luego tomó su plato y cortó la comida en trozos pequeños para que él pudiera masticarlos. Ante la meticulosa consideración, Benjamin pareció ponerse tímido. Expresó su gratitud y de repente... Endureció su expresión mientras comía y se tapó la cara.

"¿Qué ocurre?"

"No nada... Me mordí la lengua".

"Oye, ¿Estás bien? Déjame mirar."

"Mastiqué mal. A veces es así".

Benjamin dejó la vajilla y tranquilizó a Aster. Aún así, Aster miró dentro de su boca e incluso le palpó un poco la punta. Afortunadamente, aunque su lengua estaba ligeramente hinchada, no había lesiones que considerara de gravedad.

"Está bien, no sangró."

"Tranquilo, no dolió tanto. No te preocupes y vete a trabajar".

Ese siempre era el momento en que Aster se dirigía a su estudio personal para encargarse del papeleo. Benjamín sonrió, vio a Aster irse y se dirigió al dormitorio con la excusa de que estaba muy cansado. Sin embargo, cuando entró en la habitación, su rostro pareció estar más pálido que de costumbre. Hasta permaneció atascado por un tiempo en un mismo lugar. Sin moverse, se tapó la boca con la mano y se tocó el estómago con la otra. Todavía no podía decirse que lo hubiera aceptado del todo pero, cuando comía alimentos que normalmente le gustaban, de repente sentía muchas náuseas y ganas de vomitar. Era... Como una prueba de que realmente estaba pasando.

Benjamín se fue al vestuario con un gemido doloroso.

Hoy era el día en que Calix iba a volver a Central y él día en que se escondería en la cabaña. La comida y las herramientas ya estaban en el escondite así que, cuando estuviera listo, tenía que irse directamente al pasaje para desaparecer.

Benjamin y Leslie salieron a la hora del almuerzo. Llevaba un suéter de punto de cuello largo y una chaqueta larga junto con unos pantalones elásticos de color negro. Todo estaba oscuro y aunque pareció demasiado pesado para usar estando en casa, nadie estaba sospechando de sus intenciones. Como prometió, Calix apareció en su camino exactamente diez minutos más tarde. Volvió la cabeza y fingió no saber:

"¿A dónde vas?"

Preguntó.

"Solo estaba caminando ".

"Entonces, ¿Te gustaría almorzar? Después de todo, no sé cuándo volveré aquí porque salgo por la tarde. Será como nuestra despedida."

"¿A dónde vas de repente?"

"No tengo nada que hacer en la mansión. Además, ya está entrando el invierno. Quiero ir a un lugar cálido para reunirme con mis amigos antes de trabajar en el laboratorio permanentemente".

Los dos fueron al comedor, teniendo una conversación preestablecida. Almorzaron juntos en la mesa familiar, como antes, y comenzaron a picar un plato de pollo. Era importante porque los sirvientes estaban escuchando y necesitaban de esta pequeña coartada para salir de líos. Como siempre, Calix se quejó de la importancia del papel de anfitrión:

"Ahora que lo pienso, mis padres no compartían dormitorio. Originalmente, había una habitación separada para mi madre y una habitación que era solo de papá".

"Entonces, ¿Crees que tendría que tener una habitación separada de la de Aster?"

"Los nobles siempre han hecho eso.  Aster es el raro. En realidad, deberías usar la habitación de mi madre."

Calix, como parte de su plan, le ofreció mostrarle las habitaciones.

"¿Quieres ir a la habitación? Tal vez a partir de ahora te pertenezca".

"¿Sí? ¿Ahora?"

"Te lo mostraré ahora porque no sé cuándo volveré".

Cuando Calix lo instó, Benjamín lo siguió y comenzó a fingir no tener ganas. Por supuesto, Leslie lo siguió muy de cerca. Como era de esperar, llegaron a la habitación que dijo que ahora le pertenecería en menos de dos minutos. Era un espacio no muy diferente al dormitorio de Aster. Aunque pequeño, era muy acogedor y los muebles estaban tiernamente cubiertos de tela. Leslie no entró en esta habitación. Trató de seguirlo, pero Calix lo bloqueó.

"¡Que imprudente! ¿Cómo te atreves a entrar en la habitación del nuevo anfitrión? Nadie más que la familia inmediata y la criada dedicada pueden venir. Es un lugar al que no puedes entrar".

Cuando Calix lo detuvo severamente, Leslie salió por la puerta y se acomodó por completo en el arco. Calix llevó a Benjamin al dormitorio interior con una expresión de enojo total en su rostro.

"Por favor, sea cuidadoso con Benjamín."

Cerró la puerta.

"Perfecto. Hagámoslo rápido. El pasaje secreto es como este. Búscalo. Si tocas la pared a la derecha junto a la cama, habrá un espacio hueco. Hay... Un portavelas decorativo. Intenta tirar del medio hacia abajo."

Calix acercó el candelabro decorativo a la cama. Eran artefactos que solían verse funcionales, pero que no servían para nada. Cuando lo tiró en su dirección, hubo un chirrido impactante y luego cayó todo hacia abajo. Calix se volvió de lado y empujó para que la pared comenzara a moverse. Allí había un largo adorno vertical, a la altura del muslo. Luego retrocedió y le mostró un enorme espacio vacío. Benjamin abrió la boca sorprendido pero Calix volvió el candelabro a su forma original. Este era el pasaje secreto. La entrada se bloqueó en un instante y regresó a su forma original.

"Al entrar, verás un pasamanos a la izquierda. La puerta se cierra cuando la jalas así que hazlo tan pronto como entres".

"De acuerdo."

"Ten, aquí tienes una linterna portátil. Y..."

Calix le tendió algo parecido a una fina pulsera. Benjamin lo recibió con expresión de desconcierto y preguntó:

"¿Que es esto?"

"Lo preparé para ti. Aster podría haberte implantado un chip".

"Yo..."

"Esto hace que el seguimiento sea difícil porque bloquea las señales."

"Muchísimas gracias, Calix ".

"Ahora, salgamos".

Calix se dirigió casualmente a la puerta, Benjamin lo siguió y salió del dormitorio casi a la par. Volvió a mirar la pared antes de marcharse y, por fortuna, podía decir que estaba limpia y sin polvo debido al mantenimiento que hacían con regularidad. No quedó ni un solo rastro de lo que habían hecho. Benjamín respiró aliviado y salió al pasillo junto con Calix.

"Espero que uses esta habitación la próxima vez que venga. No el dormitorio de Aster".

Lo regañó hasta el final y luego, se fue. 

Benjamin sonrió con amargura y entró en su propia habitación seguido de Leslie. Su expresión se oscureció por el nerviosismo y su ritmo cardíaco incluso se aceleró. Estaba tan pálido que Leslie no pudo evitar preguntar:

"Benjamín. ¿Te sientes mal?"

"Sí, me duele un poco la cabeza".

Benjamin ni siquiera podía mirarlo correctamente debido a su estrés. Leslie lo vio un minuto e inmediatamente susurró en voz baja:

"No se preocupe demasiado por lo que dice Calix".

"¿Sí?"

"Ser señor de la familia Shainfield es agotador. Debe estar muy estresado por eso".

Leslie pareció haber entendido que estaba molesto por culpa de Calix. Fue vergonzoso, pero cuando lo pensó con más cuidado, debió haberlo dicho porque entendió algo como que el joven estaba celoso. Benjamin lo miró para tranquilizarlo y luego sonrió con mucha torpeza.

"No te preocupes, realmente todo está en orden."

"De acuerdo, ve a tu habitación y descansa un poco mientras tanto".

"Sí. Necesito acostarme. Hay tanto que memorizar que posiblemente por eso estoy tan indispuesto".

Benjamin dio una excusa razonable y se dirigió a la cama. Al llegar, Leslie preguntó si necesitaba algún medicamento.

"¿Puedo traerte algunas pastillas para el dolor de cabeza?"

"Sí, por favor."

Benjamín esperó en la habitación a que trajera su medicina. Al cabo de un rato, Leslie llevó un frasquito lleno de aspirinas y mucha, mucha agua. Benjamin simplemente fingió tomarlo y después, se dirigió al baño y lo escupió todo en el inodoro. No sabía lo que iba a pasar en el futuro, así que no tenía más remedio que mirar firmemente hacia adelante.

Orinó, se lavó los dientes y volvió a salir. Benjamin rebuscó en los bolsillos de sus pantalones y sacó lo que Calix le había dado: Era una pequeña linterna y un brazalete para que bloqueara los transmisores. Después de confirmar que todo estaba preparado, se sentó en el sofá junto a la ventana y esperó hasta que llegara el momento. Poco después, se escuchó una conmoción afuera y a medida que comenzó a acercarse a la ventana, pudo ver un avión que bajaba por la pista principal hasta quedar casi en picada. Frente al avión, que se acercaba peligrosamente, Calix, que había terminado de preparar su equipaje, estaba allí de pie y con una expresión bastante casual. Los criados llevaban sus maletas, abrigos y jaulas.

Era la señal. 

Cuando subió al avión, Benjamin se apresuró a ir a la cama y buscó el mismo candelabro que estaba al lado de la cama de la otra habitación. Empujó el candelabro hacia abajo hasta que se dobló y pronto reveló un espacio vacío que había estado oculto desde hace muchísimo tiempo. Benjamin se puso el brazalete y se arrastró dentro sin dudarlo ni un segundo. Saco la linterna y lo alumbró. A diferencia de la entrada, el techo era bastante alto por dentro. Se paró derecho y cerró la puerta con la cerradura que le había indicado que tomara. Estaba oscuro, excepto donde estaba apuntando su linterna, así que Benjamin comenzó a caminar con increíble cautela, mirando el pasillo que era estrecho hasta un nivel un tanto exagerado. Era natural porque estaba diseñado para no ser detectado, pero se sintió como estar atrapado en una caja. Tuvo que seguir bajando y en realidad, cada vez que se adentraba más y más, se hacía tan pequeño que tuvo que girar su cuerpo hacia un lado. Luego, después de casi tropezar una vez, respiró hondo y disminuyó la velocidad.

Benjamin siguió avanzando hasta que llegó a una bifurcación en el camino. Luego fue a la derecha, luego en la otra dirección, y en la tercera bifurcación a la izquierda. Mientras caminaba como dijo Calix, el camino se ensanchó gradualmente. Suficiente como para que tres personas fueran una al lado de la otra. Era ancho y había cosas adentro. Candelabros, botellas de agua, cuencos, cajas, cosas que se habían utilizado ​​hace mucho tiempo. Luego llegó a un callejón sin salida. Afortunadamente, había una puerta de hierro en un extremo por lo que si la empujaba suavemente, se movería con facilidad porque era muy vieja.

Benjamin gruñó y abrió la puerta.

Cuando salió, como había dicho Calix, estaba en un pozo roto. Lo suficientemente poco profundo como para gatear en él. Tenía aproximadamente 2 centímetros de altura y había piedras apiladas por todas partes, por lo que era fácil de escalar. Debió haber estado desatendido durante mucho tiempo porque había mucha suciedad. Luego, Benjamin suspiró y salió. Se pegó a la pared del pozo y miró a su alrededor. Afortunadamente, todavía no parecía haber sido notado. No estaba lejos y fue como dijo Calix. Un árbol y luego la cabaña.

El lugar pareció ser muy viejo.

La leña estaba amontonada alrededor de la casa así que, cuando entró, descubrió que era más bien como un enorme almacén. Había muchas cosas. A veces venían criados, eso era seguro, pero el interior estaba demasiado sucio como para calcular la fecha exacta. También había un pequeño baño, con un sofá y una cama. Encendió la luz y comenzó a escarbar hasta que encontró un espacio que tenía un hueco en el suelo. Benjamín entró rápidamente dentro de él. Había una escalera muy pequeña pegada a la puerta pero, al bajar, descubrió que en realidad el interior era bastante espacioso.

Después de cerrar, volvió a oscurecer. Miró a su alrededor con la poca luz que llegaba de las rendijas, y encontró un interruptor pegado en la pared. Encendió las luces y miró de cerca, el interior era lo suficientemente espacioso como para parecerse a la casa en la que vivía en la "zona cero" y dentro, había una caja fuerte del tamaño de una cama. Junto a ella había una mesa con una mochila encima y cuando se acercó y miró adentro, encontró un walkie-talkie, una manta grande, un abrigo, comida y agua. Mucho, pero parecía que podría durar solo unos días. Había una nota junto a él, así que la tomó, la leyó y luego asintió con la cabeza como si estuviera hablando con él.

Benjamín, que estaba más aliviado que al inicio, se derrumbó, se sentó en el suelo y dejó escapar un largo suspiro. Tenía miedo. Se sintió como si Aster pudiera venir a llevárselo en cualquier momento. Como si... Estuviese a punto de tocar la puerta.

"No. No lo sabrá todavía. Es muy pronto."

Benjamin negó con la cabeza y volvió a mirar a su alrededor. En el interior, a excepción de la caja fuerte, mesas y sillas, estaba vacío. No existía una cama ni un baño y para su mala suerte tenía que quedarse aquí por unos días. Benjamin sacó cosas de su mochila: En una bolsa de plástico había cinco botellas de agua, una barra energética, pan y galletas. Un abrigo y una manta. Mientras buscaba en sus bolsillos, sacó cuidadosamente unos pañuelos de papel, toallitas húmedas y medicamentos de emergencia. No había ventanas, por lo que no había ventilación. De repente, incluso tuvo hambre. Benjamin sacó una galleta de la bolsa de plástico que tenía enfrente pero, cuando el delicioso aroma a mantequilla lo golpeó, su estómago volvió a sentir muchísimas náuseas. Benjamín estaba rígido y temblando así que puso su mano sobre su vientre. Todavía no estaba confirmado por una prueba, pero siempre que eso pasaba era evidente que estaba embarazado. Tuvo síntomas similares por la mañana e incluso sintió náuseas después de comer panqueques. Esa vez estaba aterrorizado, pero Aster estaba frente a él así que no lo demostró porque podía significar perder la única ruta de escape que tenía. 

Benjamin trazó sus viejos recuerdos con un rostro azulado. Incluso cuando estaba embarazado de sus hijos, reaccionaba mal a ciertos alimentos. Ni siquiera podía comer el pan que le gustaba y le costaba mucho comer mariscos. Le pasaba lo mismo con la mantequilla.

"Dios... Oh, Dios."

Fue como si ahora la realidad de su estado le llegara de golpe. Benjamin arrojó la bolsa de pan, se levantó de su silla y se alejó para sentarse en el suelo y tratar de respirar. Jadeando, se tapó la boca y sollozó. A medida que fue creciendo, pensó que quedar embarazado no sería fácil. Es decir, había mezclado su cuerpo con el de Aster día y noche y cuando las pruebas salieron negativas, solo sintió alivio en su corazón.

Ya lo sabía, ya sabía que había un bebé dentro de él pero ahora la experiencia lo estaba haciendo colapsar. ¿Cómo pudo pensar en él antes que en su bebé? Sería un gran problema si pudiera tener un aborto espontáneo en un lugar como este y estando solo. Había un walkie-talkie, pero no sabía cómo usarlo. Además, no había garantía de que Calix llegara ese mismo día. Benjamin sintió de repente que se le oscurecían los ojos.  Se agachó en el suelo y respiró hondo. Sin embargo, sintiendo un escalofrío por la corriente, se levantó abruptamente de su asiento porque estar así podría dañarlo y hacerlo estar peor.

Movió las manos, se sentó en su silla y se puso el abrigo que había traído Calix. Al parecer el efecto térmico era muy bueno porque de inmediato dejó de temblar. Se calmó, se dijo a si mismo "puedes hacerlo", bebió un poco de agua y después de eso, comió un poco de la barrita energética. Afortunadamente, no hubo síntomas de náuseas esta vez.
Después de comer, extendió una manta y se acostó en la mesa. Era grande, era resistente y tan larga que solo sus pies sobresalían. Luego, simplemente cerró los ojos.


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