-En sus marcas! Listos!!! -
*sonido de silbato*
Vegeta estaba en la clase de física, era el más veloz cuando se trataba de correr, nadie lo alcanzaba.
El cabellos de flama salía disparado cuando escuchaba el silbato, los demás solo trataban de alcanzarle, pero sólo lograban verlo desde atrás, aunque la vista no era para nada mala, desde ese punto podían disfrutar del movimiento de esos bien formados glúteos, piernas torneadas y musculosas, caderas, cintura, espalda, en fin, de todo, y mejor aún, ya que el traje de deportes era un short de lo más corto, a un tercio de los muslos, y una camiseta blanca, cuello en "v" algo ajustada.
Simplemente un colirio para los ojos.
En cierto modo, parecía que casi nadie trataba de rebasarlo, solo mantenerse a cierta velocidad para no perder detalle de aquel cuerpo.
A Goku, esto le molestaba en sobremanera, así que se adelantaba siempre a los demás y les ponía zancadilla para que tropezaran, algo que parecía hacer casi siempre, pero los profesores no le culpaban, pues él sabía como persuadirles y quedar como un inocente, Vegeta era incluso uno de los que lo defendían.
-Dime kakaroto ¿cómo puedes tropezarte en la pista?-
-Pues no lo sé... Solo tropecé... Y los demás cayeron... Me siento "culpable"- <<obviamente no siento culpa alguna, esos idiotas lo merecían>>
-Pero te tropiezas en casi todas las clases de física, justo cuando hacemos carreras- Vegeta le miró inquisitivo, -hmmm o eres muy torpe o lo haces a propósito-
-Que va, como crees, si yo soy más bueno que el pan, jajaja- dijo tratando de ocultar su nerviosismo, - Quizá sólo sea un pelín torpe, ó sólo sea un poco de mala suerte -
Vegeta sonrió de medio lado, de la nada fueron interrumpidos por otros chicos, kyabe y otros dos le seguían.
-!!!Vegeta!!!- gritó kyabe.
-Kyabe , Trunks, Gohan, que pasó chicos?- dijo Vegeta sonriendoles.
"muy bien, con ellos cerramos el círculo de amigos del peli flama, con un peli lila y un peli negro devorador de libros, pero no sólo son parte de su círculo de amigos, pues también son parte del club de frienzoneados del peli flama, pero la historia de ambos miembros va así: Trunks lo conoció un año después de Tarble, el peli lila era el nuevo de la escuela, el primer día se había perdido, desesperado deambula por los pasillos del colegio buscando su salón, ya estaba por darse por vencido cuando escuchó una voz, era el peli flama, desde ese momento Trunks cayó en el oscuro profundo de los ojos de Vegeta, amablemente el peli flama le guió a su salón, puesto que el salón era el mismo que el de él, se había iluciónado y propuesto conquistarle, pero Goku y kyabe solo vieron a otro miembro del club al ver como trataba de acercarse al peli flama, entonces ellos se encargaron "como buenos chicos" (Sí, como no) de abrirle los ojos al peli lila, este no quiso aceptar la derrota, aún así trató lo posible de conquistarle, pero el peli flama era inaccesible, excepto como amigo, Trunks aceptó el rechazo directo del peli flama, esto le dolió, y más aún cuando el peli flama le dijo que lo quería como amigo, pero a pesar del dolor, aceptó serlo, según él eso era mejor que nada. En el caso de Gohan, la primera vez que vio a Vegeta, fue en la biblioteca Central del colegio, amor a primera vista según el de lentes, Vegeta iba regularmente por un reporte que se debía entregar, Gohan lo miraba desde lejos, un día tomó valor para hablar, pero no pudo, el miedo le paralizó y solo término ayudándole con su reporte, conoció a sus otros amigos y poco a poco se fue quedando en la oscura y fría friendzone, la gota que derramó el vaso fue cuando los tres chicos (Gokú, kyabe y Trunks) le revelaron la cruel verdad, el corazón del peli flama ya tenía dueño, pero aun así decidió seguir como su amigo. Y eh aquí la historia de estos dos últimos chicos"
Vegeta y Goku fueron con ellos, se reunirían después de clases para almorzar juntos.
Ya transcurridas las horas clase, llegó al fin la tan esperada hora de almuerzo.
Todos corren a la cafetería, parecen una estampida, una estampida de locos demonios sedientos de... cof, cof, Ejem muy hambrientos, se amontonan frente a la tienda para lograr ser atendidos, nada que ver con un pequeño grupo de cinco, que tranquilamente se dirigió al patio, justo bajo el árbol de siempre, todos con sus cajas de almuerzos.
Sentándose bajo la sombra de ese gran árbol, los chicos se dispusieron a comenzar su almuerzo, uno de ellos en cambio, tomó su teléfono celular y se levantó del lugar.
(las voces al otro lado de la línea telefónica se representarán con un "#")
*marcando...*
-Hola-
#Hola mi vida!# era su padre Rey Vegeta, "mí vida" es un apodo que rey Vegeta siempre dijo a su hijo mayor.
-Hola papi! - Hablaba muy alejado de su grupo, las únicas veces que le hablaba con tanto cariño era cuando hablaban solo ellos dos, sin nadie más a su alrededor. -¿Cómo estás? ¿Te gustó lo que te puse de almuerzo?-
#claro que sí, no podía esperar menos de ti, y ¿cómo te va? ¿De nuevo ganaste una carrera? #
-Pues como siempre, sabes, se que soy el más veloz, pero me parece raro el que nadie esté cerca de alcanzarme, pareciera que prefieren que los rebase- rey Vegeta no respondía, solo escucho un respiro que le extraño un poco, -¿papi? -
#sea cual sea el caso, no te confíes, y si hacen algo raro, les arrancare la cabeza!# dijo en un tono serio que en cierta forma alegró a Vegeta, pero luego se cambió el tema, #te gustaría ver una película hoy? Si quieres puedo pasar a rentar una# dijo alegre.
-¡¿Una de terror?! - Dijo entusiasmado.
#La que tú quieras#
pero luego entristeció, -ahh- dijo en forma de queja, -pero entonces Tarble tendrá pesadillas-
#no te preocupes mí vida# dijo tranquilo, pero luego cambió su tono de voz, # solo procura poner a dormir temprano al niño, la película la veremos solo nosotros dos# su voz sonó casi seductora y muy varonil al decir esto último, Vegeta casi juraría que pudo oir como su padre sonreía de medio lado, esa sonrisa coqueta que sólo suele darle cuando hablan a solas.
Lo único que pudo hacer en ese momento fue sonrojarse, esa voz siempre le ponía así, -si... Lo haré- escuchó a Goku hablarle desde lejos, -entonces así quedamos, hasta la noche... Te amo- dijo un poco nervioso.
#Yo también te amo #
Vegeta cortó la llamada, corrió hasta sus amigos, estos le regañaron por haber tardado tanto, pero Vegeta no les dio importancia y dijo a comer.
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Mientras tanto...
Rey Vegeta acababa de oír que su hijo colgó, vio su celular y sonrió, pero fue sorprendido por la espalda, era su compañero de trabajo, Bardock.
-VEGETA! -
-Bardock! - dijo con una mano en el pecho, - Pero que susto- dijo sonriendo aliviado al ver a su compañero, Bardock miró inquisitivo al peli flama.
-Con quien hablabas? -
-Eh... Pues... -
-Parecía que quedabas con alguien...- dijo Bardock, rey Vegeta no decía nada, -Oye eso no es justo! ¡Ya tienes a una chica y tú no me dices nada! ¡Menudo amigo!- dijo sintiéndose traicionado, - Fui el primero en hablarte en esta empresa, tu primer amigo aquí ¿y así me pagas? Seguro esto lleva un rato, ya hasta la llamas "mí vida" y quedas con ella!- pone una mano en su pecho como si este doliera.
-C... Chica dices? Pero si hablaba con mi hijo...-
Bardock se quedó helado -... ¿Qué?... ¿Hijo... Dijiste?- Dijo sin creérselo, un escalofrió recorrió su espina.
-Sí...-
-Ufff... Vege, no me lo tomes a mal, pero eso me parece raro - dijo rascándose tras el cuello.
-¿Por qué lo dices? ¿Qué no sueles quedar con tus hijos para ver películas? -
- Pues... Kakaroto no es mucho de ver películas, pero la cuestión no es esa, la forma en la que le hablas, el tono es muy diferente- su voz era sería y preocupada.
-Diferente en que sentido?- rey Vegeta parecía no entender del todo a Bardock, este entonces lo tomó por los hombros y lo llevó a un lugar más alejado de las miradas de los oficinistas. Al llegar entonces a la azotea del edificio le soltó y miró frente a frente a rey Vegeta.
-No te enojes y no lo tomes a mal... Desde la primera vez que te conocí, te oí hablar por teléfono y pensé por algún tiempo que era tu esposa, cuando me hice tu amigo, dijiste que no tenías esposa y entonces di por hecho que esas llamadas eran de una novia o novio... Pero fui el primero en enterarse que tampoco tenías ningún novio o novia, y al principio me pareció extraño... Quiero decir... tú sabes que la gente habla... O más bien murmura cosas sin saben toda la historia, yo he desmentido varios de esos chismes, pero a veces me haces dudar -
-A que quieres llegar?- rey Vegeta estaba confundido.
- que ese tipo de conversaciones o el tono que utilizas... No es el que normalmente usas con un hijo, no te llevas de "mí vida" o cosas así con tu hijo y el "no te preocupes mí vida, solo procura poner a dormir temprano al niño" son frases muy comunes entre esposos, no entre padres e hijos- entonces rey Vegeta entendió a lo que se refería su amigo.
-Creo que exageras Bardock- dijo sonriente. Regresaron al trabajo.
Rey Vegeta simplemente dejó pasar esto, no le tomó importancia, aunque dentro de él seguía preguntándose, ¿es que acaso padre e hijo no se llevan así? ¿Por qué todos piensan que habla con una especie de pareja en lugar de su hijo?
Este pensamiento se lo llevó por todo lo que restaba de las horas de trabajo.
Tal como lo prometió, se detuvo en el camino para rentar una película.
Pero fue una decisión difícil, a Vegeta casi nada le da miedo, todo lo contrario, ríe con ellas como si fueran de comedia, es lo mismo con rey Vegeta, cada año o cada que anuncian una nueva película de terror, tienen la esperanza de que esta si les infunda ese temor tan ansiado, pero siempre son un fiasco.
-Veamos... No... No... Ni muerto... Desgracia... Deshonra... No... No... No...- Rey Vegeta no encontraba ninguna que fuera algo buena al menos, siguió buscando, un rato después miró su reloj de muñeca y vio que ya se había tardado, así que se apresuró y terminó tomando una que al parecer no habían visto aún.
Y llegó entonces a casa, fue bien recibido por su atento y bellísimo hijo, rey Vegeta se sentía tan cómodo en casa, era como el paraíso, buena comida, ambiente tranquilo y armonioso, un par de hijos que eran su mayor felicidad y orgullo, no sentía que le hiciera falta algo, pues según él ya lo tenía todo.
Vegeta ya había hecho que Tarble cenara y lo acostó después de leerle un cuento.
-Listo, Tarble ya está dormido- dijo el peli flama.
El mayor sonrió y puso la película, rey Vegeta se sentó en el sofá y Vegeta junto a él, poniendo sus piernas sobre las de su padre, este sólo puso su mano sobre ellas.
La película comenzó, Psicosis, así se llamaba la película, una película muy interesante por cierto, pero mientras la trama avanzaba, rey Vegeta analizaba lo que Bardock le había dicho.
<<ese tipo de conversaciones o el tono que utilizas... No es el que normalmente usas con un hijo >>
Rey Vegeta mira a su hijo, parecía muy interesado en la película, rey Vegeta en cambio no le ponía la más mínima atención, solo veía a su hijo.
Vegeta le miró, -qué pasa papi? ¿Qué...? ¿Quieres unas palomitas? - Dijo sonriendo.
-No, no te preocupes mí vida, no es nada- dijo mientras acariciaba las piernas de su hijo.
<< no te llevas de "mí vida" o cosas así con tu hijo>>
Ese pensamiento regresó a Rey Vegeta cuando le dijo así a su hijo. Volvió entonces la vista a su hijo, este solo vestía unos cortisimos shorts para gym, una camiseta pegada al cuerpo. Las piernas torneadas del peli flama estaban de infarto, sus glúteos, se veían un poco por lo corto de los shorts, la cintura y caderas se marcaban por lo ajustado de la camiseta, una tentación, la ambrosia de los dioses encarnada.
Rey Vegeta se sorprendió por lo que estaba pensando de su hijo, sintió su pecho oprimirse, pensar eso de su propio hijo, un nudo en la garganta se le formó al sentir que Vegeta se movía, cambió de posición para apoyar su cabeza en el pecho de su padre y abrazar su abdomen, el corazón de Rey Vegeta se aceleró.
Vegeta sonrió satisfecho al oír el corazón retumbante de su padre, una sonrisa siniestra se mantenía.
Rey Vegeta solo puso su mano sobre la cabeza de su hijo y acariciaba sus cabellos.
La película pasaba y rey Vegeta se había encerrado en sus pensamientos, Vegeta se durmió sobre su padre, sonriendo por otro espléndido día.
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Rey Vegeta parecía estar cada vez más perdído en sus pensamientos, pues hasta hace poco había descubierto su forma de ser con su hijo mayor, analizaba cada detalle de lo que hacía este y comparaba.
Bardock le vio muy distraído.
-¡Ey! ¡Rey! ¿Qué te pasa? Has estado muy distraído estos días-
-Bardock, como es el comportamiento de los adolescentes? - Dijo girando su silla para ver al moreno.
Bardock se acariciaba el mentón mientras pensaba.
-Pues, son rebeldes, altaneros, todo les molesta, algunos son extrovertidos... Y como están en la edad de la punzada, por cualquier problema por más pequeño que sea piensan que el mundo se les cae encima- lo dijo muy convencido de sus palabras.
Rey Vegeta se quedó pensativo, su hijo no es así, Vegeta es muy responsable, aplicado, tranquilo y muy maduro.
-Vegeta no es así...- dijo casi en un susurro.
-Eh? Dijiste algo? -
-No, nada-
Bardock se fue, un poco extrañado por la actitud del peli flama.
Pasó entonces otro día de trabajo, rey Vegeta volvió a casa y fue bien recibido como todos los días.
Mientras tomaba un baño, aún se preguntaba, ¿cuándo había empezado a tratarlo diferente? Para él, Vegeta siempre se vio como lo que es, su hijo, pero pasó desapercibido el hecho de que lo empezaba a tratar diferente, con más confianza de la que debía, o la que cree que debería de haberle dado, y las atenciones, Joder las atenciones del menor eran maravillosas.
Salió del baño y luego con solo una toalla en la cintura fue a la cocina, y ahí estaba Vegeta, con sus mini shorts de siempre.
<<¿Cómo es que antes no vi lo cortos que son esos malditos shorts?>>
Pensó, se acercó y tomó un vaso de uno de los estantes y se sirvió algo de jugo, lo bebió de un sólo trago, y dejó el vaso en el fregadero.
Al ver que su hijo estaba al lado, cocinando, Rey Vegeta se posicionó tras Vegeta y se recargo un poco sobre él y lo abrazó por la espalda, sin importarle mucho las pequeñas gotas que escurrian por su cabello, humedeciendo la ropa de su hijo, robandole ese delicioso calor corporal.
-Eso huele muy bien- dijo en un ronroneo, hundiendo su nariz en la cabellera de su hijo, sintiendo lo tibio de su raíz, y ese característico aroma de su hijo, camuflado por la esencia de vainilla y coco de su shampoo.
-Ah, si? Que raro, si hoy es el día de recalentado? - Dijo Vegeta pegando su espalda más al peli flama mayor, sintiendo el delicioso aroma de su padre, un aroma tan embriagante, Rey Vegeta lo apretó un poco más sus brazos al rededor de ese cuerpo, dejando de lado su cabello para deslizarse hasta enterrar un poco su cara en el cuello del menor, aspirando aún más de su aroma, el menor arqueó un poco su espalda al sentir la nariz de su padre rozando la erizada piel de su cuello, arqueó su espalda lo suficiente para que sus glúteos rozaran contra la pelvis de su padre, sintiendo bajo esa delgada toalla la hombría de su progenitor, no pudo evitar morder un poco su labio inferior.
Pero uno de los dos habia despertado de ese efimero trance, Rey Vegeta abrió hasta al tope sus ojos, ¿Qué es lo que estaba haciendo? ¿Por qué lo hacía? ¿Por qué su corazón late tan rápido y su vientre se siente tan cálido de repente?
Y como si Vegeta quemara se separó de un solo movimiento, el menor le miró con una expresión entre sería y sorprendida, un poco confundida.
-¿Qué pasa? -
Rey Vegeta parecía estar agitado, sorprendido, sus mejillas estaban rojas.
-N... Nada... Creo que debería ir a cambiarme...- dijo algo nervioso y se fue.
Al ya no estar bajo la vista de su primogénito, subió las escaleras como alma que lleva el diablo y se encerró en su cuarto.
-¡Demonios!- dijo casi en un susurro, -lo hice sin pensar- dijo viendo sus brazos, recordando como le abrazó por la espalda y olfateó el cabello y cuello de su hijo.
Su pecho subía y bajaba muy rápido, estaba agitado, su corazón parecía que se le saldría del pecho.
-¿Y que diablos fue eso?- dijo recordando el instante en el que su primogénito se pegó más a él y curvó su espalda haciendo que sus glúteos rozaran con su pelvis, rey Vegeta se tapó la boca, esto lo estaba matando.
...
La cena pasó tranquilamente, pero rey Vegeta no habló mucho, cosa que el peli flama más joven notó.
...
Rey Vegeta se encontraba en su cama, tranquilamente leyendo un libro.
*toc toc toc*
Alguien llamó a su puerta y luego ésta se abrió.
- ¿Papi?-
-Ah! Ve... Vegeta... ¿Que pasa? - Dijo un poco nervioso, casi tira el libro.
Vegeta entró a la habitación, caminaba lentamente y miraba fijamente a los ojos del mayor.
Rey Vegeta simplemente parecía perderse en esos oscuros orbes, hasta que notó que su primogénito subió a su cama y se acercaba lentamente a gatas, al mayor estaba por salirsele el corazón.
《¡¿Qué está pasando?!》
Vegeta llegó hasta él y se sentó sobre sus piernas a horcajadas.
-Vegeta? ¿Qué haces? - preguntó el mayor, tratando de soñar lo más calmado posible.
Vegeta se acercó al rostro del mayor y le plantó un beso, el beso más húmedo y ardiente que rey Vegeta había tenido, el menor se separó y le miró fijo a los ojos, después prosiguió quitándose la camiseta, dejando ver así su bien formado abdomen y pecho, movía lentamente sus caderas, haciendo que sus glúteos rozaran con su miembro, el mayor soltaba gemidos grabes, Vegeta desabotonaba la pijama de su padre y acarició el bien formado pecho del mayor, formando círculos, queriendo que sus manos pudieran abarcar esos pectorales.
-Papi... - Lo beso de nuevo, un beso suave, efímero - ¿por qué estás tan raro hoy...? - decía mientras seguía besandolo, más lentamente, lame y luego muerde el labio inferior del mayor.
-Papi... - susurra.
*TOC TOC TOC!!!
La puerta sonó, rey Vegeta se despertó de un sobresalto, tenía el libro en la cara.
<< Joder... ¡¡¡¿Fue un sueño?!!! >>
*Toc toc toc...
Nuevamente tocaron a la puerta y esta se abrió.
- ¿Papi? -
-Ah! Ve... Vegeta... ¿Que pasa? - Dijo un poco nervioso, tirando a un lado el libro.
Vegeta se acercó a su padre a paso lento. Rey Vegeta le miró asustado.
<<¡¡¡joder!!! ¡¡¡Que esta pasando lo mismo!!! >>
Vegeta se acercó a la cama del mayor, pero rodeo y se sentó al lado de su padre.
-Papi... ¿Te pasa algo? Hoy actuabas muy extraño, parecías distraído.- su semblante preocupado era muy convincente.
-nada hijo, no es nada... -
-Estas mintiendo- se acercó peligrosamente al rostro del mayor, -Sí te pasa algo, no dudes en contármelo, recuerda que estoy para ti... papi...- después le plantó beso en la mejilla, muy cerca, casi en la comisura de los labios.
Se alejó entonces y le deseó buenas noches desde la puerta antes de cerrarla.
Rey Vegeta estaba en shock, lo que vivió casi era lo mismo que el sueño.
-Necesito ayuda- se dijo así mismo cubriendo su rostro con ambas manos.