-¡Papá! El desayuno está listo- gritó un joven desde la cocina.
-Ya voy!!! -
-Tarble, siéntate a la mesa, tu desayuno ya está servido-
-Sí!- dijo un niño corriendo desde la sala al comedor.
Ya habían pasado cuatro años desde aquel funeral, las cosas habían ido muy bien, se mudaron de vecindario, se hicieron nuevos amigos y dejaron su vida pasada atrás.
-Papá, ten - dijo poniendo en la mesa un plato con hotcakes y tocino, un jugo de naranja y el café de siempre.
-Gracias hijo-
-Vegeta, hoy es mi primer día de escuela! - Dijo feliz el niño -¿irás por mí después?-
-Claro que sí, como olvidarlo- dijo sonriente el peli flama mientras preparaba tres cajas de almuerzos.
-Papá, llegarás tarde al trabajo- tomó el bolso de su padre y metió la caja de almuerzos y se la dio.
-Tienes razón- dijo el mayor tomando el bolso y poniéndose el saco que su hijo le dejó en el respaldo de la silla.
-Espera papá, tu corbata- entonces se la acomodó, -listo- dijo complacido.
-Que haria sin ti- dijo sonriente su padre, besó la mejilla de su hijo.
-Seguramente ir siempre al trabajo con la corbata chueca- dijo Vegeta entre risas, dando también un beso en la mejilla a su padre como despedida.
-Nos vemos en la tarde, adiós Tarble- dijo despidiéndose de su hijo menor, entonces se fue.
Los chicos terminaron de desayunar, Vegeta limpió todo y alistando a su hermano, tomó su mochila y las llaves del auto.
-Vámonos Tarble, no querrás llegar tarde- dijo extendiendole la mano a su hermanito.
Y así ambos se fueron a la escuela. Tarble estaba en el jardín de niños, se despidió de su hermano con un beso en la mejilla y se fue corriendo. Su hermano mayor no se fue hasta que vio a la maestra recibirlo y entrar al complejo, entonces subió a su auto y se fue.
Vegeta es un chico de 16 años, buen estudiante, bueno en deportes, desde la muerte de su madre se encargó de su hermano y de su padre, a pesar de tener solo 12 años en aquélla época, supo que debía cuidar a su familia, lo dedujo al ver a su padre hecho un lío con las cuestiones del hogar, cuando olvidó una vez a Tarble en el supermercado, cuando quemó incluso el agua, eso fue algo impresionante y muy risible, cuando confundió el tarro de la sal con el azúcar, cuando casi quemó la cocina al tratar de calentar una sopa que la vecina amablemente les había preparado, desde entonces supo que el único que podía hacer este trabajo era él.
Desde entonces, él ha hecho el papel de madre, de ama de casa y maestra para el pequeño Tarble, esto dio un gran alivio a su padre, que tomó la decisión de mudarse de vecindario y cambiar de trabajo para volver más temprano a casa, eso sería un nuevo comienzo.
Y la familia Saiyan era feliz.
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-Vegeta! - Saludó sonriente y siempre eufórico, abrazando a Vegeta por la espalda.
-Buenos días, kakaroto- saludó de forma fría el peli flama mientras buscaba unos libros de su casillero.
-Por qué eres tan seco conmigo- dijo haciendo un puchero.
-No te comportes como un crió, además ¿en que lógica cabe que alguien pueda hablar seco? O ¿has visto hablar a alguien de forma húmeda? -
-Solo es una forma de decirte que eres muy simple conmigo- dijo poniendo ojitos de cachorro.
-Ah...- suspiró cansado, se volvió a su amigo, y con una amplia sonrisa le saludó tal y como el cabellos de palmera lo había hecho antes, -Kakaroto!!! Buenos días! - Dijo en un tono alegre mientras se le colgaba del hombro en algún tipo de abrazo. Goku en ese momento se sonrojó de forma extrema, la voz de Vegeta nunca había sonado tan animada y cargada de cariño, se puso muy nervioso.
-B... Bueno... Se nos hará tarde Vegeta, ya vámonos - dijo muy nervioso.
-Ja! Pero ahora nos vamos así- le dijo sonriendo de medio lado, sabía cómo poner nervioso a su amigo.
-¡Pero Vegeta! me dolera el cuello, recuerda que soy un tanto más alto que tú- dijo con las mejillas muy calientes y rosadas, incluso sus orejas lo estaban.
-Oye, ¿Quién te entiende? Dijiste que soy muy simple contigo y resulta que ahora no quieres que sea meloso, ¡pues ahora nos vamos así! - Dijo con una sonrisa sádica.
-¡Vegetaaaaa!- dijo Goku mientras se iban así por los pasillos. <<dios mio...>> pensaba el peli palmera <<espero y no escuche a mi ruidoso corazón>> sus latidos eran muy fuertes y rápidos.
"Goku se convirtió en el mejor amigo del peli flama, eso pasó cuando este llegó al vecindario, Goku se enamoró de ese niño de tan solo 12 años, fue amor a primera vista, pero un amor no correspondido, pues el peli flama nunca aceptó a nadie, así que decidió acercarse como un amigo, grave error pues al hacerlo se ganó su confianza, pero se enteró de que ya amaba a alguien, directo entonces a la friendzone, esto destrozó el corazón del peli palmera, pero nunca pudo olvidarlo, así que se conformó con ser su amigo y disfrutar de su presencia, aunque esto le doliera en el alma"
-Chicos! Hola! - Dijo otro joven que los esperaba en el salón.
-Kyabe! Hola- dijo Vegeta, aún teniendo a Goku bajo el brazo.
-Hola!- dijo Goku tratando de verlo.
-Eso se ve doloroso...- dijo kyabe con una mueca de dolor mientra se rascaba el cuello.
Vegeta le vio de manera sádica y se le abalanzo aún con Goku en el otro brazo, lo tomó igual que a este,-Argh, ¡Vegeta, espera!-
Vegeta no les hacía caso, solo se reía, Goku vio con gran seriedad al pequeño kyabe (pequeño solo en estatura, pues tenía la misma edad que ellos) que se encontraba sonrojado.
"kyabe es otro miembro del círculo de amigos de Vegeta, pero él llegó un año después de Goku, kyabe también siente algo por Vegeta, bueno, el decir 'algo' no es suficiente, kyabe estaba locamente enamorado del peli flama, pero el nunca se atrevía a decirle, Goku se encargó entonces de abrirle los ojos al pequeño kyabe, le dijo que el corazón de Vegeta ya tenía dueño, con esto pensó que el chico se iría, pero se quedó, se quedó al lado del peli flama como un amigo, ahora un miembro más se sumaba al club de frienzoneados"
La campana que anunciaba el inicio de clases interrumpió a los tres.
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Hora de almuerzo...
Rey Vegeta caminaba directo al comedor, y unos cuantos colegas del trabajo le acompañaban, tomaron asiento en la mesa más cercana.
Todos sacaron sus cajas de almuerzos.
-Diablos...- Dijo un moreno al abrir su caja.
-Que pasó Bardock? -
-Creo que ella desea matarme- dijo con claro disgusto mientras veía su almuerzo, -otra vez albondigon... De soya- los demás abrieron su caja también, y reaccionaron casi igual que el moreno.
-creo que nuestras esposas se confabulan para hacernos sufrir en el almuerzo- dijo otro.
-Si... creer que podrán mantenernos sanos con comida desabrida Y carne falsa -
- Mi esposa quiere bajar de peso, y puso a todos a dieta, llevo más de un mes comiendo alfalfa, ¡yo ya bajé dos tallas Y ella no ha bajado un sólo kilo!- recalcó uno de los presentes.
- Diablos... - dijo Bardock compadeciendo a su compañero, pero entonces pone su atención al único que no se ha quejado, - ¿Y tú, rey Vegeta? ¿Qué traes? - preguntó.
-yo...- El aún no había abierto su caja, ni la había sacado del estuche, pero al abrir su caja de almuerzos, se hizo el silencio...
El embriagante olor, tan maravilloso, el aroma había dejado mudos a los presentes, el almuerzo de rey Vegeta era hermoso, lleno de color, de deliciosos y delicados aromas.
Todos se pusieron al rededor de rey Vegeta, su almuerzo eran unas deliciosas verduras cocidas, adobadas en un tipo de vinagreta, trocillos de carne estofada, la salsa de color ámbar los hacia brillar, un puré de patatas que se veía realmente cremoso, y una pequeña ensalada con tomates cherry partidos por la mitad.
Todos babeaban por lo exquisito del aroma.
- carne...-
- comida real...-
- ¡Comida de verdad!...- repetían todos, parecían zombis.
-Detenganse hambrieros!!! Este es mi almuerzo!!!- dijo el peli flama cubriendo su almuerzo.
-Pero Vegeta! No seas así!!! -, dijo Bardock rogando.
-por un almuerzo así, estaría dispuesto a cambiarte a mi esposa por la tuya- dijo uno de los presentes, el que había bajado dos tallas.
-pero si no soy casado-
-Entonces... A tu novia- agregó otro.
-Oye- dijo Bardock metiéndose, -miren, Vegeta no es casado y tampoco tiene novia, quien cocina como los mismos dioses es su hijo- dijo pasando su brazo por los hombros de rey Vegeta.
Los demás no se lo creían, nunca pensaron que el peli flama fuera soltero, nunca decía nada de sí mismo, pero no sé les había pasado por la cabeza y menos cuando atendía llamadas de su celular, pues actuaba cariñoso como un hombre con su mujer o a veces como un novio enbelesado.
-Mi esposa murió hace unos años, desde entonces solo somos mis hijos y yo - dijo el peli flama, los demás se sintieron mal por meterse en sus asuntos personales.
-Oh... Lo sentimos- dijeron algunos.
-No sé preocupen, está bien- dijo sonriente, los demás se dispusieron a comenzar su almuerzo, Bardock palmeó el hombro de rey Vegeta.
- ¿puedo tomar un trozo de tu carne? - preguntó Bardock.
- No...-
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Vegeta estaba yendo a casa, las clases habían terminado y pasó por su hermano para regresar juntos, faltaban unos minutos para que su padre llegara, cuando metió el auto a la cochera, corrió a la velocidad del rayo para dejar a su hermano en la sala, preparar el jugo de naranja que tanto encantaba a su padre, luego corrió al cuarto de baño para preparar la tina, dejando todo listo solo para que su padre tomara el acostumbrado baño relajante después del trabajo, preparó una muda de ropa y la dejó sobre la cama del mayor, puso las cómodas sandalias al lado de la cama, después corrió a la cocina nuevamente para preparar un sándwich y un vaso con leche para Tarble.
Vegeta escuchó el auto de su padre, dejó a Tarble en la mesa y corriendo se fue a la entrada.
-Hola papá! ¿Cómo te fue?- preguntó sonriente.
-Bien, como siempre- se acercó a su hijo y le dio un beso en la mejilla el cual fue correspondido.
Vegeta tomó el bolso de su padre y lo colgó en la percha, después empezó a quitar el saco.
-Dime papá, quieres un baño caliente o deseas comer algo?- dijo con el saco en manos.
Rey Vegeta se estiró y puso una mano tras la espalda al oírla tronar, -creo que primero el baño y luego algo de comer-
-Bien, el baño está listo, enseguida te prepararé algo para comer.- dijo yendo a la cocina.
Rey Vegeta caminó hasta su alcoba, todo estaba preparado, la muda de ropa cómoda, incluso sus sandalias, dejó la ropa sucia en el cesto, el baño estaba delicioso, a la temperatura exacta y con las sales aromáticas que más le gustan, mientras se acomodaba en la tina, recordó lo que pasó en la hora del almuerzo, a sus compañeros preguntando por su esposa, y en unos instantes vino a él el recuerdo de cuando estaba casado, recordó a su esposa, ella era buena, en algunas ocasiones, ahora solo puede recordar que siempre se la pasaban peleando, sacudió su cabeza para alejar esos pensamientos y mojó su rostro, el agua estaba deliciosa.
En la cama estaban un pantalón de chandal color negro, una camiseta bicolor de algodón y las sandalias negras Tommy Hilfiger, el conjunto más cómodo para estar en casa.
Ya estando vestido bajó y fue a la cocina, rey Vegeta era alguien de gustos simples, un jugo de naranja era maravilloso, pero si es acompañado por sándwiches de pan integral con mermelada de fresa, entonces eran la gloria, su hijo lo conocía muy bien, tanto que incluso sabía que no le gustaban las orillas y que le gustaban los sándwiches cortados en forma diagonal.
Rey Vegeta ve como su hijo se desenvuelve en estas tareas como si estuviese en su elemento, mientras hace otras cosas de la casa, incluso ayuda a Tarble con una especie de tarea.
<<¿Cuándo fue que creciste tanto que no me di cuenta?>> pensaba, se levantó y fue a lavar los platos, de inmediato Vegeta se acercó a él.
-Papá, dejá lo haré después- dijo poniendo su mano sobre la de su padre mientras le sonreía.
-Deja que lo haga mientras ayudas a Tarble con su tarea- Vegeta le sonríe, y obedece, siguió ayudando a Tarble.
Después de todas las tareas, llegó la hora de hacer la cena, Tarble y rey Vegeta jugaban mientras el hijo mayor cocinaba.
Vegeta miraba desde la cocina la escena de su padre y su hermano, estaba enternecido.
Durante la cena todos conversaban de forma amena, Tarble comentaba lo que hizo hoy en la escuela, Vegeta siempre decía que su día era normal y sus calificaciones iban bien, Rey Vegeta les decía que en su trabajo estaba todo bien y que pensaba tomarse unas vacaciones para así los tres ir a algún lugar.
Después de cenar, Tarble pedía a su padre revisar lo que hizo en la escuela, unos lindos dibujos, ellos tres en un prado, él, rey Vegeta y su hermano mayor que aún lado de su nombre ponía una pleca y decía mamá.
Esto extrañaba un poco a rey Vegeta, pero Tarble era sólo un niño, ya se le pasaría.
Más tarde Vegeta fue a acostar a su hermano, fue a la sala y ahí estaba rey Vegeta, su padre, viendo una película, entonces se sentó junto a él, poniendo sus piernas sobre las de rey Vegeta, y este ponía una mano sobre los muslos del otro.
Ese era el día a día de la familia Saiyan, el día de un niño al que no le hacía falta una madre, el día de un hombre que no sentía que le hiciera falta algo más, el día de un joven orgulloso de su buen trabajo al mantener feliz a su familia.