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A mis espaldas por yaoiana

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Notas del capitulo:

Hola a todos y todas, les deseamos un feliz halloween y esperamos que este dulce capítulo les guste.  Mil gracias por sus comentarios, estamos entrando a la recta final de esta historia.

Capítulo 11: Tormenta

 

Sus ojos castaños se toparon con los gélidos azules. Al parecer el empresario lo veía aún como una competencia.

Observó con cierto recelo como el empresario tomaba de la cintura al rubio y lo besaba con un claro mensaje “es únicamente mío, no te atrevas a tocarlo” y eso le divirtió también.  Él aún quería a su amigo, tal vez no con la misma intensidad de antes, pero si con un banal deseo de “un pudo ser”, pero de cierta forma, le agradaba que el imbécil de Kaiba demostrara públicamente que amaba a Joey y  que pelearía por él contra quién hiciera falta.

 

Finalmente todos se quedaron un rato más reunidos, hablando sobre aquellos seis años en los cuales no se habían visto. Yugi trabajaba de arqueólogo y a veces tenía la oportunidad de viajar a otros países.  Tristán montó su propio negocio de motos y estaba incursionando en la creación de una nueva marca. Masaki, era docente en un colegio público de Japón y estaba realizando estudios de postgrado.  Aquello alegró al rubio pero también le dio una sensación de “atraso”.  Él no había podido terminar su carrera por su embarazo, debía trabajar por sostener a su hija y a él mismo, además, de que no estaba corporalmente capaz para haber estudiado y trabajado al mismo tiempo.

En ese instante, estaba disfrutando tanto, que no estaba siendo consciente de su salud.  Fue hasta que Seto intervino y lo sostuvo de la cintura cuando sintió el fuerte mareo.

 

–       Cachorro… ¿estás bien? - preguntó preocupado- ¿ya tomaste los medicamentos?

 

–       No… lo siento, lo olvidé - expresó con angustia.

 

Kaiba miró a los presentes y todos entendieron que el momento de despedirse había llegado.  Sus amigos estaban preocupados y más cuando observaron al CEO cargar con cuidado al rubio porque no podía ponerse de pie.

 

–       Tranquilos, papi estará bien, papá lo cuida bien - acotó la niña quien los acompañó a la salida.

 

Con sumo cuidado, el empresario depositó a su rubio amor en la cama.  Joey se veía tan frágil y delicado, tan distante al joven enérgico y altanero que conoció.  No es que le molestara este Joey actual, al contrario, le preocupaba que no tuviera esa vivacidad. 

Le acarició el cabello largo y le besó la frente, daría toda su fortuna por verlo bien de salud y en ese preciso instante, entendió al Mokuba de hace muchos años, que prefería no tener ninguna fortuna, con tal de estar con su hermano mayor.

Kaiba reflexionó como nunca antes lo había hecho, él era un genio en los cálculos, un superdotado de la tecnología, pero realmente era un insulso en el sentido común y tuvo que perder las personas que amaba para poder comprender esa importancia.

 

–       Lo lamento- pronunció el rubio sacándolo de su ensoñación.

 

–       ¿Por qué? - preguntó el oji azul mientras le acariciaba las hebras doradas.

 

–       Sé que no te agradan mis amigos y - fue acallado por un dedo del mayor en su boca.

 

–       No me molestan, solo me desagrada aceptar que ellos son más listos que yo. El que me recriminen que te hice daño, me molesta porque debo darles la razón.

 

–       Todos cometemos errores, Seto,  pero las grandes personas son las que los aceptan y los corrigen - comentó apretándole la mano. 

 

–       Gracias mi cachorro - dijo besándolo con suavidad.

 

–       Papá, le traje los medicamentos a papi - dijo la niña entrando con una bandeja y un vaso de agua.

 

–       Gracias hija - dijo el castaño mientras ayudaba al rubio a acomodarse y tomarse el medicamento. Ambos castaños esperaron con amor y paciencia, como su rubio amor se quedaba dormido luego del medicamento.

 

Después de que el rubio cayó dormido ambos castaños salieron, se notaba bastante preocupación en sus rostros.

 

–       ¿Papi se pondrá bien? Nunca lo había visto así de débil.

 

–       Tranquila mi pequeña, yo cuidaré de él y te aseguro que mejorará, anda a tu habitación también debes dormir, mañana tienes colegio.

 

La pequeña asintió y tras darle un beso en la mejilla salió corriendo hacia su habitación.

Mientras tanto, el castaño se encerró en su despacho investigando y revisando los recientes estudios obtenidos de Joey, sabía que su salud se degradaba y debían detenerlo lo antes posible. Investigó y contactó a los mejores especialistas en nanotecnología, biotecnología, médicos especialistas de obstetricia y algunas otras especialidades, los cuales le dieron diferentes puntos de vista.

 

Todos habían sido sinceros y le habían dicho que el hecho de que tuviera un embarazo exitoso y siguiera con vida, era un milagro.

Unas semanas después mandó a traer a los médicos y entre ellos intercambiaron opiniones.

 

–       Es necesario que le hagamos estudios, ver que parte de su cuerpo está más deteriorada, normalmente en un embarazo femenino la mujer pierde calcio, nutrientes, sangre entre otras cosas, un cuerpo masculino no está preparado para eso, sino se le dieron los suficientes suplementos puede que la deficiencia de estos sean los que ocasionen sus deterioro en salud.

 

–       No creo, aquí dice que un médico obstétrico lo acompañó durante el embarazo, dudo mucho que no viera eso -dijo otro médico

 

–       Señor Seto definitivamente debemos estudiar su caso y no será fácil en su actual estado de salud.

 

–       Háganlo mientras no lo lastimen, solo deseo que su salud mejore– el castaño caminó hasta la habitación donde estaba el rubio el cual se miraba aún pálido y cansado. – ¿Cómo te sientes?

 

–       Ya mejor, en unos días quizá ya pueda ponerme de pie y hacer mi día con normalidad.

 

–       Traje médicos de diferentes partes del mundo, desean someterte a estudios, pero no sé si sea lo mejor en tu estado actual, quiero que mejores pero me preocupas.

 

–       No hay problema, que hagan los estudios, si con eso evitan que otros pasen por lo que yo, además, si eso me ayuda a mejorar esta bien, quiero ver crecer a Kaori.

 

–       ¿Qué quieres decir con eso?

 

–       Sé muy bien que el hecho de parir a una niña siendo varón y seguir aquí es un milagro, sé que mi salud se deteriora y no soy tan estúpido para no darme cuenta que de seguir así podría morir.

 

–       No digas eso ni de broma, haré todo porque eso no pase.

 

–       Lo sé, por eso quiero que me hagan los estudios, no importa si duelen– el rubio acarició la mejilla de su amado.

 

 

Cuando Mokuba y su esposa volvieron de su luna de miel, se toparon con un panorama no muy alentador.  Joey se encontraba en una clínica especializada, llevaba una semana muy pesada entre exámenes y diagnósticos.

Para Mokuba, el ver a su amigo del alma en ese estado, era muy doloroso, pero era demasiado confrontador, observar también  cómo su hermano estaba al punto de quiebre al recuperar a su familia, pero al mismo tiempo estar a punto de perderla.

 

–       Todo saldrá bien, Seto, confía en la fuerza de Jouno- comentaba palmeando con hermandad su hombro.

 

–       Confío en la suya, pero no en la mía… - suspirando- todo esto se desencadenó por mi culpa, si lo pierdo, creo que me voy con él.

 

–       No digas eso hermano - exclamó sorprendido Mokuba al ver a su rudo hermano, caer fragmentado- debes pensar ahora  en reivindicarte con él, ofrecerle lo que no fuiste en el pasado… Puede que esto te suene fuerte, pero tienes el deber de ser fuerte Seto; Joey ha sido fuerte por tu hija y por él, ahora tú debes serlo.

 

–       Gracias… Mokuba - suspirando- tienes razón, ahora es mi deber ser el pilar de los tres, se lo debo a nuestra hija y a mi cachorro - mencionó y luego abrazó a su hermano menor, como no lo había hecho en años.

 

Mokuba se sintió nuevamente como el niño de 13 años que se refugiaba en los brazos de su hermano mayor cuando algo malo había sucedido.  Sentía que la barrera que ambos habían puesto por años, se hubiera derrumbado de un solo golpe. 

Aún en el abrazo, logró mirar por el hombro y su esposa lo miraba dulcemente, ella también estaba contenta de que volvieran a ser los hermanos unidos de antes.

 

–       Shizuka - dijo el mayor de los Kaiba cuando se separó del abrazo- quisiera pedirte un favor.

 

–       Claro que si Seto, dime y lo haré con gusto- respondió con cordialidad su cuñada.

 

–       Quiero que animes a mi cachorro, quiero que entre los dos vayan pensando cómo será nuestra boda, obviamente junto con mi hija… tal vez eso suba los ánimos de Joey.

 

–       Me parece una estupenda idea, ya mismo iré con él.

 

–       Shizuka…

 

–       ¿ Si?

 

–       Recuérdale que el dinero no es problema, sabes cómo es…

 

 

Vio la risa de su cuñada y luego como asentía para irse del lugar.  Su rubio era alguien bastante testarudo y orgulloso, y odiaba deberle a alguien favores, entre ellos, dinero. 

Aprovechó que el cachorro estaría con su hermana y adelantó junto con Mokuba, cosas de la empresa, en este momento, quería desvincularse totalmente de su compañía para estar atento del proceso de Joey, esa era su prioridad.

 

En la revisión de sus correos, recibió uno de parte del tío de Joey, dónde le enviaba toda la historia clínica del cachorro y una posible hipótesis del proceso a seguir para que mejorara. 

Sin dudar, envió la información a los especialistas que en menos de 2 horas, estaban respondiendo:

 

Informe:

 

Señor Kaiba, cordial saludo.

 

Ante la nueva información brindada, el grupo de especialistas ha estado en una junta prioritaria y ha analizado con juicio y pericia, todo lo estudiado en el caso del señor Joey Wheller.

Confirmamos que la información enviada por el doctor Wheller desde Italia, es verídica.  Debido al alto consumo del fármaco ACCUSOL 35 POTASIO 4 mmol/l Sol. para hemofiltración, el riñón derecho  del paciente tiene pérdida del 95%, mientras que el izquierdo comienza su proceso del 3% de deterioro al tener que potenciar su funcionamiento.

Vale aclarar que las contraindicaciones del medicamento, son los síntomas que ha presentado el señor Wheller, a saber: insuficiencia renal con aumento de hipercatabolismo, flujo sanguíneo inadecuado de acceso vascular, cambios en el aspecto de la orina, como un color más claro, retención de líquidos, lo que da lugar a una mayor hinchazón de las piernas, los tobillos, los pies, la cara y las manos, cansancio y fatiga ocasionada por la retención de líquidos,  anemia, náuseas y vómitos, además de pérdida del apetito o de peso.

 

Debido a la afectación de sus riñones, es contraproducente iniciar con un tratamiento médico, además, de que la pérdida del riñón derecho es inminente.  Se le sugiere iniciar el proceso de convocatoria para donantes de riñones para un trasplante, recomendamos sea lo más antes posible para que el riñón bueno, no se afecte.

 

Quedamos atentos a su decisión.

 

 

Atentamente,

 

Grupo de Especialistas Kaiba Corp.

 

 

Kaiba tuvo que respirar hondo y apretar fuerte su tabique, estaba consternado. En parte se alegraba de tener respuesta,  pero no se imaginaba un panorama así… En definitiva, Joey lo amaba demasiado y aun sabiendo que esto podía pasarle por tener a su hija, lo hizo sin vacilación.

 

–       Tampoco vacilaré- mencionó para inmediatamente comunicarse con los médicos.

 

***

 

En el hospital, yacía un sonrojado rubio ante las ocurrencias de su hija y hermana ante los planes de su boda.

 

–       No debieron dejarlas a ambas ayudarme, están proponiendo ideas muy descabelladas, no quiero una boda tan llamativa - opinó el rubio.

 

–       Hermano, solo te casaras una vez en la vida, eso espero.. - susurrando lo último - Así que debe ser en grande, además, Seto me dio la orden de ayudarte y me dijo que lo consultara con mi bella sobrina así que no puedes oponerte - Shizuka insistió en hacer una enorme boda llena de hermosos arreglos florales, en un salón enorme e invitar a bandas musicales muy conocidos por la juventud de ahora.

 

–       Si papi, tu déjanoslo a nosotros, será una súper boda y yo seré tu damita de honor así que también tengo que cooperar, tú debes descansar.

 

–       Eso es lo que me asusta, que hagan una boda ostentosa, solo quiero algo pequeño y familiar.

 

–       No puedes, te casas con el multimillonario CEO de Kaiba Corp y quieres algo tan rústico, jajaja lo siento hermano pero no, estoy segura saldrá en los noticieros y necesitamos sorprender.

 

–       En este punto no quiero llamar más la atención de lo que ya la llamé ¿Un hombre pariendo a una niña? pff

 

–       Y por eso mismo no puede ser algo sencillo.

 

El rubio suspiro cansado, sabiéndose derrotado, era inútil discutir con las dos mujeres en su habitación, ahora entendía a todos sus amigos que decían que pelear con una mujer era una batalla perdida.

Los siguientes días Shizuka se dedicó a organizar la boda pidiendo algunos consejos a su hermano, el cual ya rendido aceptaba dar opiniones respecto a color, arreglos y cosas que prefería entre una gama que su hermana e hija le presentaban. Paralelamente los estudios continuaron aunque eso le hacía sentirse más que agotado, sentía como si la vida se le escapara en cada respiro que daba, temiendo dejar a su hija sola.

 

La noticia médica sobre la necesidad de un nuevo riñón no había sido anunciada al rubio, Seto quería asegurarse de que antes de eso le tendría la buena noticia de que ya tenían donante.

 

–       Sométeme a la prueba de donación- espetó el castaño sin dudarlo.

 

–       Pero señor, lo ideal es que busquemos en los bancos de donadores antes de …- fue interrumpido.

 

–       No me importa, si puedo darle uno de mis riñones lo haré así que hagan la prueba, no está a discusión.

 

El médico se retiró sin objetar preparando el papeleo y firmando solicitudes para poder hacer las pruebas necesarias, preocupándose un poco ya que si ambos entraban al quirófano no solo corría riesgo el joven Joey sino que el donante también tenía riesgos de complicaciones.

 

Tras dar esa orden, se dirigió a la habitación de su rubio notando a su pequeña y a su cuñada encima del rubio pidiendo opiniones, el solo miraba y elegía, aunque podía notarse su desconcierto y cansancio.

 

 

–       Veo que perdiste la batalla con ellas - entró a la habitación, al momento de escucharlo todos voltearon a verlo dejando lo que hacían.

 

–       Papá, ya casi tenemos todo listo ¿Quieres ver?

 

–       Si claro, pero será después, necesito ver a tu papi, también debes dejarlo descansar.

 

–       Está bien - bufo molesta la pequeña

 

El castaño le sonrió a Shizuka, la cual de inmediato entendió que quería estar a solas con su hermano.

 

–       Vamos Kaori te llevo a comer, debemos dejar descansar a Joey, dime dónde quieres que vayamos.

 

–       Gracias tía Shizuka, quiero una hamburguesa y helado, ¡ah! y una enorme malteada.

 

Al escuchar eso Joey giró la cabeza asustado y mirando fijamente a su hermana.

 

–       Eso es demasiado, no porque me veas en una cama quiere decir que puedas comer chatarra jovencita- se apresuró a decir el rubio.

 

–       Papi solo será hoy, juro que después comeré sano

 

–       Vamos déjala comer, solo hoy, yo me encargaré de que su comida sea saludable el resto del año– comentó el CEO.

 

–       ¿El resto del año? Eso es exageración, faltan muchos meses para que acabe el año- comentó la niña angustiada.

 

Todos soltaron una enorme carcajada ante las ocurrencias de la menor.

 

–       Anda ve con tu tía - sin más la pequeña dragona y Shizuka se fueron dejándolos solos.

 

–       ¿Cómo te sientes? - se inclinó besando sus labios.

 

–       Como si me hubiese arrollado un camión, pero fuera de eso bien.

 

–       Prometo que todo esto acabará pronto y así podremos casarnos, debes ser fuerte.

 

–       Créeme que lo intento de verdad, pero siento como si la vida se me fuera en un suspiro.

 

–       No digas eso, solo debes descansar.

 

El castaño no supo de dónde sacó fuerzas para decirle aquello sin flaquear.  Sentía un nudo en el estómago y garganta al ver tan abatido a su amado.  Le tomó la mano y se la besó, después le acarició el rostro y vio como poco a poco su cachorro dormitaba.

¿ Acaso la vida lo estaba castigando?, lo más probable era que sí, pero no le parecía justo que Joey sufriera en el proceso.  Pensaba que el karma no hacía distinción, solo daba lecciones de vida con lo más amado y querido para esa persona… y para él, Joey lo era.

 

–       Daría todo, mi riqueza, mi vida, todo con tal de qué estés bien… Perdóname, porque llegaras a esto para darme cuenta de lo errado que estaba… - susurró mientras sollozaba, aquella situación lo desbordaba e imaginar que lo podía perder en cualquier momento, lo abatía aún más. Dolido con la vida, siguió a su cachorro y se quedó dormido sujetándole la mano.

 

–       Seto… Seto- escuchaba una voz susurrando su nombre.  Cuando abrió los ojos, vio a su hermano cerca, llamándolo.

 

–       Lo lamento, me quedé dormido - mencionó mientras acomodaba la mano de su cachorro en la cama, el cual seguía dormido- ¿qué pasa?– susurrando.

 

–       Uno de los doctores del proceso se comunicó conmigo porque no te contactaba, me mencionó que eres apto para el procedimiento... ¿me quieres explicar? - indagó.

 

Seto miró nuevamente a su amor, se veía tan magnánimo con su hermoso cabello largo y dorado desparramado en la almohada.  “El bello durmiente” pensó, y se prometió ver por muchos años más, a Joey despertando a su lado.

Se levantó con cuidado de no despertarlo y caminó con Mokuba hasta la salida de la habitación.

 

–       Joey necesita un donante de riñón, sino, puede morir en cualquier momento- dijo sin tabú.

 

–       Oh por dios… - comentó angustiado el azabache- ¿ ya hay un donante?.... espera… - reflexionó-  ¿ tú serás el donante?

 

–       Así es, es bueno saber que somos compatibles.

 

–       Seto… ¿no es riesgoso? y si pasa algo malo y tanto tú como Joey… - expresó tragando duro.

 

–       Te comprendo Mokuba, pero un donante puede tardar meses, hasta años… Joey no tiene ese tiempo, sino lo hago, lo voy a perder - mencionó mientras se apretaba el tabique ante el dolor de cabeza que comenzaba- por eso voy a pedirte un enorme favor, solo confío en ti para esto- le dijo con seguridad.

 

–       Claro que sí hermano, sabes que puedes confiar en mí.

 

–       Si algo nos pasa a Joey y a mí, cuida a Kaori como si fuera tu hija.

 

–       Seto, no digas eso….

 

–       Solo promételo, Mokuba… sabes que un Kaiba nunca rompe su palabra.

 

–       Está bien hermano, te lo prometo aunque no quiero que nada malo les pase - espetó mientras abrazaba a su hermano.

 

El castaño correspondió el abrazo, se sentía más tranquilo al saber que podía confiar en Mokuba por si algo malo sucediera. 

Entró nuevamente al cuarto y vio aquellos ojos mieles mirándolo fijamente.  Mokuba lo saludó de lejos y entendió que su hermano mayor necesitaba privacidad para este trago tan amargo que les tocaría vivir.

 

–       Pensé que Mokuba se quedaría, necesitas descansar - dijo el rubio al ver el semblante demacrado del mayor.

 

–       ¿ Un enfermo hablando de otro? - dijo con burla y vio cómo su amado hacía un puchero.  Definitivamente, amaba ese carácter infantil del cachorro.  Se acomodó en la amplia cama y le tomó ambas manos al rubio y  se las besó con devoción. 

 

–       Me siento… raro cuando haces eso - sonrojado.

 

–       ¿Raro, cómo?- dijo mientras le sonreía.

 

–       Como si fuera lo más delicado y frágil… como si estuviera a punto de romperme.

 

–       Estás frágil, cachorro- expresó- te beso y te acaricio cuando tengo la oportunidad, no quiero seguir perdiendo ni un minuto a tu lado. ¿Te molesta que lo haga?

 

–       No… - sonrojado- solo que… eres tan diferente ahora… tan distinto al hombre que amé hace años.

 

–       La vida no solo te cambió a ti, ¿ no te gusta lo que soy ahora?.

 

–       Si… me gustas más que antes, eres más asequible y me escuchas.

 

–       Seré lo que quieras que sea, porque mereces lo mejor, mi amor  - mencionó mientras le besaba la frente- ahora… necesito que me escuches.

 

–       ¿Qué pasa? - cuestionó.

 

–       Ya me han dado el diagnóstico.

 

–       ¿Es … malo? - preguntó con angustia.

 

–       En parte… pero lo vamos a resolver.

 

–       No me ocultes nada Seto, por favor, dime que tengo- mencionó con un nudo en la garganta.

 

–       Si no te hacemos un trasplante de riñón pronto, puedes perder la vida- comentó y al ver las lágrimas del rubio, sintió como el mundo se le vino encima- shhh no llores - le secaba las lágrimas con los dedos.

 

–       Sé que es difícil conseguir… donantes - hipaba el rubio.

 

–       Ya hay uno, por eso quiero que estés tranquilo y te fortalezcas para que se haga el proceso.

 

–       Seto, dime que no le pagaste a nadie para quitarle un riñón- dijo algo asustado de que su futuro esposo hiciera una locura.

 

–       Cachorro…. -expresó conteniendo una carcajada- sé que a veces soy muy radical con las cosas, y mucho más si es por tu salud, pero créeme que no hice nada de lo que debas preocuparte.

 

–       Está bien, Seto, confío en ti - mencionó mientras le sonreía.

 

–       Todo saldrá bien, te mejorarás y luego nos casaremos… y tendremos nuestra tan ansiada “ luna de miel” - susurró lo último en la oreja del rubio, viendo cómo se sonrojaba.

 

–       Eres… un pervertido- ladeando el rostro acalorado.

 

–       Y tu no dejas de ser adorable y comportarte como un niño - expresó para luego robarle un cálido beso… que se fue tornando en uno candente.

 

–       Seto… - suspiró mientras lo miraba- quiero… hacerlo….

 

–       No lo sé cachorro, no quiero lastimarte, estás delicado.

 

–       Me lo haces suavecito… - lo tentó.

 

–       Solo con una condición,  cuando te sientas mal, inmediatamente nos detenemos, ¿ está bien?

 

–       Si, te diré si me siento mal, te lo prometo.

 

Sonrió al ver a su amado rubio completamente sonrojado, sin poder evitarlo se inclinó besando sus mejillas sonrojadas.

 

–       Bien, yo haré todo, así que quédate acostado, hoy te mimaré.


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