Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Amor Propio por Iztaxochitl

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Un nuevo capítulo

Es un poco más corto de lo normal, pero es muy importante en la trama, así que espero que lo disfruten tanto como yo.

 

Cualquier duda, aclaración, comentario, duda, chiste o tomatazo, no olviden dejar review!

 

Amor para todos!

 


Fue un día maravilloso para Seto y Joey. Almorzaron juntos en el lugar que Mokuba le había mostrado a Seto, y luego fueron a caminar a un parque. Platicaron de todo un poco mientras recorrían el paisaje lleno de árboles; desde anécdotas de la infancia hasta maneras de pensar y filosofía de vida. Después de eso fueron a comer a un restaurante italiano que encantó a Joey; hacía mucho que no comía tanto, y eso era mucho decir. Después acordaron ir por los hijos del rubio y el hermano de Seto para poder compartir un helado todos juntos. Los niños estaban felices de ver a su papá, y Kuma le dedicó una mirada a Joey que no supo descifrar. Noah los acompañó también, y fueron a los helados mientras paseaban en otro parque.


 


Pronto se hizo de noche, así que Seto los llevó a casa de Joey, ya que al día siguiente también tenían escuela y Joey no quería que faltaran de nuevo. Llegaron a casa del rubio, y aunque Joey los invitó a pasar, el castaño declinó porque sabía que era tarde.


 


Los menores agradecieron y entraron a la casa, mientras que Mokuba y Noah se dirigieron a la camioneta que habían tomado cuando los recogieron en la mansión; querían darle espacio a los tórtolos.


 


-Me la pasé muy bien Seto, muchas gracias por todo- el rubio tenía una mirada radiante, y Seto no se quedaba atrás; se sentía fantástico.


 


-Al contrario cachorro, me encanta pasar tiempo contigo. Ha sido un día memorable- el castaño levantó su mano y acarició la mejilla del de pelo rubio, quien solo atino a sonrojarse.


 


-¿Cuándo te veré de nuevo?- la verdad es que aún no se había ido, y ya lo extrañaba.


 


-No estoy seguro. He estado dejando trabajo del lado para estar contigo, cosa por la cual me felicito, pero necesito atender eso- el rubio no supo si sentirse mal por eso, pero la verdad le daba gusto que Seto le diera prioridad.


 


-Bueno, te agradezco eso. ¿Crees que nos podamos ver aunque sea el domingo en el mercado?- Seto enarcó una ceja.


 


-¿Domingo? La verdad espero poder hacer un espacio antes; no creo que me sea fácil pasar tantos días sin verte- el rubio se rió algo avergonzado, y a la vez estaba encantado con las palabras del castaño.


 


-Bueno, entonces espero que me contactes- el castaño asintió.


 


-Buenas noches, cachorro- el castaño se acercó a él y depositó un suave y dulce beso en su mejilla, haciendo suspirar al rubio.


 


-Buenas noches Seto- aún con una sonrisa en el rostro, Seto dio la vuelta y se metió en la camioneta. Joey se despidió con la mano, y entró a la casa; sabía que Seto no se iría con él afuera.


 


Al entrar, un Kuma con una sonrisa pícara y burlona lo estaba esperando en la sala.


 


-Mandé a los gemelos a bañarse, les hacía falta. Ahora sí, dime que sucedió, y no quiero que ocultes nada- el rubio se se sonrojó; se sentía en un interrogatorio.


 


-Tranquilo Kuma, no te voy a ocultar nada, pero la verdad es que nada pasó- el adolescente examinó a su papá, tratando de encontrar señas de mentira en su rostro o expresión corporal; no pudo encontrar nada.


 


-¿Cómo que no pasó nada? Si no llegaste anoche a dormir- el rubio rio, y caminó hacia la cocina, seguido de cerca por su hijo.


 


-No llegué porque estaba muy cansado y me quedé dormido en la oficina de Seto. Cuando desperté, eran como las 11 de la noche y ya no era prudente salir. Solo nos quedamos ahí, charlando hasta que volvimos a dormir- el adolescente enarcó una ceja.


 


-¿Entonces solo te quedaste dormido y platicaron?- el rubio asintió.


 


-Así es, y tengo entendido que Seto se lo comunicó a Mokuba esta mañana para que se los dijera, así que no entiendo por que tantas preguntas- el adolescente cruzó los brazos.


 


-Bueno, pensé que había información clasificada que no nos habían proporcionado- hizo un gesto gracioso, y Joey no supo como tomarlo.


 


-¿Información clasificada? No entiendo lo que quieres decir con eso- aunque Kuma y Joey siempre habían tenido una buena amistad, la verdad era que Joey le tenía marcados ciertos límites que no debía pasar.


 


-Sí, como que se acostaron o algo así- y ahí era donde se habían perdido los límites. El rubio se puso todo rojo.


 


-¡¡Kuma!!- Joey le dio un pequeño golpe en el brazo, y el chico empezó a reír.


 


-Ya pues, perdón. En verdad pensé que algo así había sucedido, pero te creo. Lo que no alcanzo a comprender es por que, teniendo detrás de ti a un hombre como Seto Kaiba, que te come con la mirada a cada rato y que se ve que se desvive por ti, no has caído tú a sus pies. Me parece extraño- el rubio se hizo el indignado, pero luego solo suspiró.


 


-Bueno, Seto me gusta, y mucho. Y él lo sabe, así como yo se que le gusto- el rubio se quedó en silencio.


-¿Y entonces? A eso me refiero. ¿Qué estás esperando? Tienes derecho a reconstruir tu vida, y ser feliz. Si eso lo consigues con él, pues adelante- Joey le revolvió los cabellos como cuando era niño.


 


-Tienes algo de razón, pero si me meto en una relación sin haber sanado las heridas que aún no han cerrado, acabaré siendo tóxico y arruinando todo; y no quiero eso con Seto. Recuerda, la felicidad viene de adentro, para afuera solo se comparte- Kuma lo vio con cara de «¿really?» Y se fue a preparar algo de cenar. Joey sonrió y se fue a checar a los gemelos, que ya se estaban tardando en el baño.


 


 


 


Cuando llegó el viernes, Joey recibió una llamada cuando dejó a sus hijos en la escuela. Vio la pantalla y la llamada provenía de Duke. Llevaba toda la semana sin ir, cosa que le parecía bastante rara. Ese tiempo le ayudó a prepararse mentalmente en como tratar con él la próxima vez que lo viera.


 


-Hola Duke- su voz sonó seria, como cada vez que hablaba con él.


 


-Hola Joey, ¿cómo estás?- Joey suspiró.


 


-Bien, tranquilo. ¿Y tú?- escuchó como Duke estaba tomando agua.


 


-Bien también, gracias. Oye, necesito hablar contigo. ¿Cuándo tienes oportunidad sin que sea una molestia?- a Joey le extrañó la postura del pelinegro. Si bien los últimos tiempos había tomado ese tipo de actitudes, durante los muchos años que estuvieron juntos nunca lo escuchó hablar así; más bien tendía a altanero.


 


-Pues depende; Kuma está en casa y ahorita tenemos planes juntos. Podría ser mañana que él no esté, pero no sé si puedas esperar- Joey trató de ser lo más amable posible. Quería evitar que hablara con él seriamente cuando Kuma estuviera, porque sabía que en esos momentos estaba vulnerable y muy enojado con su padre por haberlo amenazado a él.


 


-Mañana está bien, te llamaré antes de ir. ¿Puedo ir a comer algo ahorita?- Joey justo abrió la puerta de su casa.


 


-Sí, está bien. Acá nos vemos- colgó sin esperar respuesta y fue a comunicarle a Kuma que su padre vendría. La noticia no le cayó muy bien al adolescente, pero no tuvo otra opción que poner buena cara cuando llegó.


 


Durante todo el día Joey se preguntó que quería Duke hablar con él. Por más que le dio vueltas al asunto, no pudo llegar a una conclusión ni medianamente certera. Había muchas teorías, cada una igual de improbable que la anterior.


 


No pudo concentrarse en nada, y siguió pasando el día en incertidumbre. También se dio cuenta de que Duke ocupaba buena parte de sus pensamientos, aunque no le gustara. Seto cruzó también por su mente, pero con ese conflicto interno entre no querer y sí querer hablar con Duke al día siguiente, era el pelinegro quien predominaba en su mente.


 


Ya el sábado, Joey mandó a Kuma a la escuela, y entonces Duke habló y llegó. Joey mandó a los gemelos a jugar arriba después de que saludaron a su papá. Los adultos pasaron a la cocina, y Duke se sentó mientras Joey se mantuvo de pie; decir que no estaba nervioso era una gran mentira.


 


-Siéntate por favor- Duke estaba siendo bastante cordial, pero Joey seguía asustado de las amenazas del otro día.


 


-Gracias, aquí estoy bien- estaba cerca de la salida, previniendo cualquier situación.


 


-Te pido que te sientes, tengo algo importante que decirte- el rubio suspiró. No quería hacerlo, pero igual que durante los muchos años que compartió con Duke, le hizo caso sin querer hacerlo; tomó asiento frente a él, cuidando de mantenerse cerca de la salida.


 


-¿Y bien?- Joey no quiso decir más, y vio como el pelinegro suspiró.


 


-Me voy de Dominó- la noticia le cayó como un balde de agua fría al rubio.


 


-¿Cómo?- de repente se preguntó si había escuchado bien.


 


-Como lo oyes; me voy. La verdad es que me han pedido el cuarto donde me estoy quedando, y se me abrió una oportunidad. La única, de hecho- el pelinegro rio de una manera que denotó nerviosismo.


 


-Wow, no me esperaba esto. ¿A dónde te vas?- Joey sintió un cúmulo de emociones arremolinarse en su interior; no estaba seguro de que sentir.


 


-Bueno, la verdad es que un amigo de hace muchos años, tantos que no lo conoces, me está ofreciendo llegar con él; este amigo vive en la orilla de un gran bosque en Hunan, China- si Joey creía que había recibido un baldazo de agua fría con la primera noticia, ahora sintió el baño completo.


 


-¿Hunan? ¿China? ¿Esto es en serio?- como que Joey no lo quería creer, pero Duke estaba bastante serio.


 


-Como lo escuchas; me voy el miércoles- un yunque emocional cayó sobre Joey. Si antes no sabía que sentir, ahora sentía demasiadas cosas.


 


-Vaya, sí que me sorprende todo esto- el rubio suspiró, y volteó a ver a los ojos a Duke. Él se mostraba sereno, aunque Joey también estaba seguro de que estaba atravesando muchas emociones.


 


Él no se sentía nadie como para juzgar a otra persona. Seto se lo había dicho la última vez que se vieron; a él no le gustaba juzgar a las personas. Por lo tanto, no gustaba de opinar si Duke era un buen padre o no. Tenía cosas muy positivas, y otras muy negativas; eso lo podía ver con facilidad. Pero lo que sí sabía con certeza y estaba más que seguro era que amaba con todo su corazón a sus hijos. Entonces sabía que esa parte sería dolorosa para él.


 


-Sí, la verdad es que las cosas se fueron dando. Tú sabes bien que yo siempre he querido un espacio grande en la naturaleza, donde poder cultivar, hacer actividades, estar en contacto conmigo y con el todo. No sé que tanto de eso voy a poder hacer allá, pero lo que sí sé es que quiero intentarlo- los ojos de Joey se llenaron de lágrimas, y él no entendió bien porque pasaba eso.


 


-Vaya, pues me da gusto que se te abran puertas, aunque no estoy seguro de que decir- el pelinegro sonrió.


 


-Por fin te vas a librar de mí- esas palabras le pesaron a Joey mucho más de lo que esperaba.


 


-No me gusta que lo digas así- el rubio bajó la mirada; sabía que merecía esas palabras, incluso unas más duras. Y fue eso lo que le pesó más.


 


-Bueno, es la realidad. Sabes que estaré en contacto; no pienso ser ese padre que abandona a sus hijos así nomás. Pero venir no me será fácil. Mi amigo me está facilitando la ida para allá, y me recibirá en su casa. Lo que viene después es un misterio, como la vida misma- Joey suspiró, tembló, y entonces se armó de valor. Se había prometido a si mismo hacía mucho tiempo que iba a expresar su sentir como y con quien fuera; siempre de manera respetuosa y sin pisar al otro, pero siempre alzándose a si mismo sobre cualquier otro.


 


-Lo siento mucho- Joey no pudo más, su voz se quebró y empezó a llorar. Tenía tanto que perdonar, y principalmente era consigo mismo. Sabía que no había hecho las cosas bien, que había tenido muchos errores y se había portado absolutamente intolerante. En alguna parte de su mente ya lo sabía, pero era ahorita cuando la realidad lo golpeaba en la cara.


 


Duke empezó a llorar, casi desconsoladamente.


 


-Yo creía que tú me amabas- se lo dijo entre sollozos y gritos; no porque le estuviera gritando a él, sino más bien parecía querer arrancar ese dolor que venía desde lo profundo. Algo en Joey se rompió en ese momento, y empezó a llorar a cántaros.


 


Joey tenía bien conscientes sus razones por las cuales se había separado de Duke, y en ese sentido no tenía ninguna duda. Pero lastimar a otro ser humano... no le gustaba, para nada; ni siquiera si ese ser lo había lastimado a él.


 


Pasaron varios minutos en que ambos lloraban.


 


-Lamento que las cosas se hayan dado así- Joey se veía decaído. Duke limpió sus lágrimas y se aclaró la garganta.


 


-Quiero pedirte que cuides mucho a Hana y Hoshi. Y a Kuma, por supuesto- muchos años atrás Duke le había confesado sentir una afinidad especial con Kuma; casi como si lo prefiriera a él. Por obvias razones nunca hablaban al respecto, porque amaba a Hana y Hoshi y no quería que se sintieran menos.


 


-No tienes que pedirlo, ten por seguro que lo haré- Joey limpió sus lágrimas, y pronto estaba lleno de ellas de nuevo.


 


-La verdad es que sé que las cosas se dan por algo; todo pasa por una razón. La vida me está llevando hacia allá, y no pienso pelearme con eso, mucho menos sabiendo que tal vez allá pueda tener mi lugar soñado. Lo que sí quiero que entiendas es que tengo un enojo muy profundo contigo Joey, por haberme sacado de la familia. Esta es mi familia, son mis hijos, y tú simplemente un día te cansaste y me sacaste de aquí. Puedes sacarme de tu vida, pero no de mi familia, y eso es algo que no creo poder perdonarte nunca- Joey entendió de que hablaba.


 


Cuando había tomado la decisión de separarse de Duke, Joey no le dijo nada. Poco a poco las cosas se fueron dando de manera en la que Joey ya no le prestaba atención, cada vez le hablaba menos, e incluso podía llegar a ser grosero e ignorarlo. Joey sabía que tenía sus buenas razones para no estar con Duke, pero también sabía que debió de hablar de frente y con valor, porque hacer las cosas así solo hizo que todo se complicara más, y que ambos salieran más lastimados.


 


El rubio suspiró. La noticia estaba conmocionando su realidad.


 


-Duke, quiero que sepas que aunque yo tenía mis razones, cometí el error de no hablar contigo, y quiero que me perdones por eso. Claro que fui feliz contigo muchos años, pero ya estando en esta casa no hice las cosas lo mejor que las pude haber hecho. Te pido perdón por eso- Joey vio a Duke asentir mientras se limpiaba los ojos.


 


-Bueno, puedo llegar a entender y respetar tus razones. Sigo sin estar de acuerdo en haber sido escupido de la casa así nomás, pero entiendo tu postura; ya no querías seguir conmigo, y yo nunca he pensado siquiera en obligarte a nada, porque te respeto- esta vez fue Joey el que asintió.


 


-Lamento que las cosas se hayan dado de esta manera. Te ofrezco una disculpa por no saber como manejar las cosas, y quiero que sepas que cuentas conmigo- Duke se puso de pie y se acercó a Joey que también se había levantado. Le dio un fuerte y cálido abrazo, de esos que tanto le gustaban a Joey cuando estaban juntos. El rubio siguió llorando, aunque trató de manejar su respiración para calmarse.


 


-Sea como sea, te agradezco mucho Joey, por todo. Gracias por haberme dejado venir a estar comiendo y compartir tiempo con mis hijos. No estoy ni siquiera seguro de que te interese, pero quiero que sepas que te amo, y que siempre tendrás un lugar especial dentro de mí, aquí adentro- el pelinegro toco su pecho en dirección de su corazón. El rubio asintió, y lo volvió a abrazar.


 


Dejaron de hablar, y solo estuvieron ahí abrazándose y compartiendo a otro nivel; uno más profundo.


 


Pasado un rato, Joey se separó, y Duke le dio un beso en la frente. Regresó a su silla y se recargó; Joey hizo lo mismo.


 


-¿Entonces te vas el miércoles?- el pelinegro rio con suavidad.


 


-La verdad es que mi amigo quería que me fuera mañana, pero tengo unas cosas que arreglar, y además me gustaría pasar más tiempo con Hana, Hoshi y Kuma antes de irme- Joey sabía que a Kuma no le gustaba mucho pasar tiempo con su padre, pero estaba seguro de que la noticia de que se iba lo pondría contento; y él no estaba seguro de como sentirse con eso. Tampoco es como si tuviera que sentirse de cierto modo, pero las actitudes de Kuma muchas veces le daban tristeza. Sabía que era algo que Duke había sembrado, pero eso no le quitaba ese mal sabor de boca, sobre todo porque desde que Kuma era un niño, él había procurado que fueran cercanos, y nunca lo había logrado.


 


-Vaya, pues puedes venir todos los días, nada más habla antes de llegar- Duke sonrió y asintió.


 


-¿Mañana irás a vender al mercado?- el rubio asintió, y recordó a Seto. Aún no lo había contactado, pero ya iban varios domingos que salían con él, entonces había posibilidades de que llegara al mercado aún sin avisar.


 


-Sí, tengo venta, y después saldré- la sonrisa del pelinegro le dio mala espina al rubio.


 


-¿Irás con tu amigo el de pelo café?- Joey sintió el alma en los tobillos. Una cosa es que pensara que no le debía la más mínima explicación a Duke; otra era ser confrontado con una realidad así nomás. No supo que decir.


 


-Tranquilo, no te voy a reclamar nada. ¿Están saliendo?- Joey lo miró extrañado. La vez que se habían conocido Seto y Duke no había nada entre ellos.


 


-¿Por qué me preguntas eso?- claro que Joey no había podido evitar un leve sonrojo, que fue más que evidente para Duke.


 


-Los vi hace unos días, caminando y entrando a un restaurante a desayunar- Joey recordaba ese momento, y si lo hacía bien, Seto lo iba abrazando por los hombros. Eso sí hizo que Joey se pusiera rojo como tomate.


 


-Ah, eso... pues la verdad es que Seto y yo somos amigos nada más- el pelinegro rio con ganas.


 


-Joey, créeme, eso que vi parecía más que amistad. Déjame decirte algo, y espero que no te lo tomes a mal. Estoy abierto a la posibilidad de que algún día volvamos a estar juntos. No me aferro a la idea, pero lo dejo como una posibilidad. Si lo que tú quieres es salir con ese tipo, no te contengas; inténtalo. A fin de cuentas, yo he sido el primero y el único en tu vida, y aunque eso siempre me ha encantado, tienes derecho a salir y vivir. Cuídate, no te vayas a meter con el primero que se te atraviese o te guiñe el ojo, pero no te contengas si es lo que deseas- el rubio sonrió. Esa era la clase de relación que le gustaba con Duke. Cuando podían platicar, bromear, payasear, compartir de todo un poco y eran amigos. Así sí lo quería en su vida.


 


-Lo tomaré en cuenta, aunque por ahora solo somos amigos- el pelinegro le dio una sonrisa pícara.


 


-Un amigo que te gusta- el rubio se sonrojó más y Duke soltó la carcajada.


 


-Cállate, es un amigo y ya. Si algo se da después, se dará, y si no, pues no. Deja de molestar- Joey no podía ni hablar con el escándalo de Duke y sus risotadas.


 


Poco tiempo después, le hablaron a los gemelos para que pasaran tiempo con su padre. Jugaron, platicaron y Duke les platicó acerca de su viaje. Hana se puso un poco triste, pero Duke le dijo que le podía llamar cuando quisiera, y con eso se quedó tranquila. Hoshi no dijo nada en especial. Su expresión corporal denotaba que estaba un poco triste también, pero como no era de expresar mucho, no dijo nada. Todos pasaron un rato juntos entre risas.


 


Al poco rato llegó Kuma, y también le comunicaron la noticia. Se sorprendió mucho, porque no lo esperaba. En el fondo se sintió aliviado. Quizás una parte muy profunda de él lo iba a extrañar, pero debía de pasar algo de tiempo para que sanaran heridas aún abiertas. Por otro lado, le extrañó ver a su papá tan amigable con su padre. De hecho, al principio se asustó, pensando que tal vez contemplaba la posibilidad de regresar con él, pero cuando le dijeron la noticia todo cobró sentido.


 


Pasaron un rato los 6 juntos, como cuando vivían todos como una familia.


 


De una y más maneras, no dejaban de ser una familia.


 


Pese a sus errores, Duke era un hombre que se preocupaba y ocupaba de sus hijos. Procuraba hacerse responsable de las maneras que él podía hacerlo, y siempre estaba presente en la vida de sus hijos, mucho más cuando ellos lo necesitaban.


 


Joey vio escenas que le trajeron nostalgia. Le gustaba cuando estaban juntos, como una familia. Por supuesto que había cosas que no le gustaban; por eso tomó las decisiones que tomó y que lo llevaron a su presente. Pero ver como Duke jugaba con sus hijos era algo que siempre le había gustado. Le hacía sentir una calidez en el pecho.


 


Durante un rato tuvo sentimientos encontrados acerca de la partida de Duke. Porque de alguna manera él había hecho cosas para orillarlo a esa decisión, pero también le parecía que Duke podía encontrar lo que en verdad estaba buscando en ese nuevo lugar, en esa nueva etapa de su vida.


 


Decidió dejar de darle vueltas al asunto, tan solo disfrutó de ese presente que le estaba gustando tanto.


 


Por primera vez admitía que Duke tenía razón cuando le decía que el día en que él ya no estuviera aquí, lo iba a extrañar. Siempre lo había negado, pero ahora se daba cuenta de que tenía mucha razón. No como pareja, pero sí como un buen amigo que fue un gran amor en su vida.


 


Siempre atesoraría a Duke en su corazón, y por primera vez en muchísimo tiempo, estaba en paz con esa idea.


 


 


 


 


 

Notas finales:

Bonito día!

Hermosa noche!

 

Amor para todos!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).