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Amor Propio por Iztaxochitl

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Notas del capitulo:

Nueva entrega que espero que disfruten mucho. el fic poco a poco va avanzando, y no creo que le reste mucho. Así que disfrutemos mientras podamos.

 

Agradeceré sus reviews!

 

Amor para todos!!

Era sábado por la noche. Kuma y Joey habían terminado de hacer la masa para el día siguiente. Joey estaba en su habitación a punto de dormir, cuando el sonido de un mensaje llamó su atención. En una situación normal pensaría que era Duke, debido a lo tarde que era, pero como habían pasado toda la tarde juntos, no creía que fuera él.


 


Y tenía razón, era Seto.


 


Le estaba mandando un mensaje al rubio disculpándose por la hora y por no haberse comunicado antes. También le estaba avisando que un montón de cosas se le habían atravesado y que no podría ir a verlo mañana, cosa que lamentaba bastante.


 


El rubio suspiró. Después de todas las emociones que había vivido en ese día, tenía muchísimas ganas de vr al castaño; él tenía el poder de hacerlo sentir mejor. Suspiró y decidió contestar el mensaje.


 


«Buenas noches. No te preocupes, lamento no poder verte mañana, pero seguro nos veremos pronto» El rubio mandó el mensaje y se dispuso a acostarse. Estaba a punto de lograrlo cuando el teléfono volvió a sonar.


 


«¿Estás bien?» Era todo lo que decía el mensaje. Joey se sorprendió de la capacidad de Seto de leerlo a él aún sin estarlo viendo.


 


«Sí, estoy bien. Han pasado muchas cosas, pero no te vayas a preocupar, todas han sido positivas» esta vez el rubio esperó viendo su pantalla, seguro de que le iba a llegar otro mensaje, pero en lugar de eso su teléfono empezó a sonar.


 


-Hola Seto- contestó de inmediato, y sin querer sonrió.


 


-Hola cachorro, disculpa por hablarte a estas horas. La verdad pensé que estarías durmiendo ya- es que era bastante tarde; ya pasaba la 1 de la mañana.


 


-Pues sí, el plan era estar dormido a esta hora, pero pues muchas veces se me hace tarde, y hoy no fue la excepción- el rubio rio con pena, avergonzado de lo que estaba diciendo.


 


-Ya veo. Al menos me da gusto porque así puedo escucharte- el rubio ensanchó su sonrisa; siempre le gustaba lo que le decía el castaño.


 


-Sí, a mí también me da gusto escucharte, sobre todo porque no podrás ir mañana- para nada era un reclamo, solo era una mención, y Seto no se lo tomó a mal.


 


-Discúlpame por haberte hablado en toda la semana; el trabajo ha estado muy pesado, y no he podido delegar tanto como me gustaría. Quería verte antes del domingo, y la verdad es que ni siquiera pude terminar todo para poder ir a verlos mañana- la voz del CEO cargaba algo de frustración, y Joey se acongojó un poco al escucharlo.


 


-Bueno, es que eres alguien importante y es tu trabajo- el rubio escuchó como el castaño suspiró con algo de pesadez.


 


-Es en momentos como este cuando me gustaría ser una persona normal- el rubio soltó la risa, y el castaño sonrió.


 


-Vamos, eres normal. Solo que tu trabajo es exigente porque tu puesto así es, y ya- el castaño enarcó una ceja.


 


-¿Estás insinuando que soy normal, común y corriente?- el tono del CEO era entre broma y burla, y Joey lo captó de inmediato.


 


-¿Estás loco? Por supuesto que eres especial; para mí por lo menos- lo último que dijo ya fue en bajito, pero esa primera frase le salió sin pensar, impulsivamente como a veces era él, y de inmediato se sonrojó. Pudo escuchar una risa al otro lado del teléfono.


 


-Vaya cachorro, me sorprendes gratamente. Podría el mundo arder, y yo moriría en paz sabiendo que soy algo para ti- el rostro del rubio se tornó más rojo.


 


-Bueno, lo eres. Y es por eso que te extrañaré mañana- el rubio suspiró, y ambos guardaron silencio.


 


-Joey, ¿me acompañas a cenar el lunes?- el rubio se sorprendió. No tenía ningún plan ni nada que recordase, así que se dijo... ¿por qué no? Valía la pena intentarlo.


 


-Sería un placer para mí- mientras hablaba con el CEO, su sonrisa permanecía brillando en su rostro.


 


-Entonces te hablo el lunes para ponernos de acuerdo a que hora paso por ti, ¿de acuerdo?- al rubio le encantaba que en cada frase lo tomaba en cuenta.


 


-Me parece muy bien; esperaré con paciencia y ansias a la vez- el castaño rio con suavidad, y luego se escuchó como suspiró.


 


-Buenas noches cachorro, que tengas dulces sueños- el rubio se armó de valor.


 


-Buenas noches Seto, los tendré si tú apareces en ellos- y colgó el teléfono sin esperar una respuesta. De cualquier manera, necesitaba descansar para tener energía al día siguiente. Era bastante tarde y debía de levantarse temprano, así que se acostó, y casi de inmediato se quedó dormido.


 


 


Fue un domingo diferente.


Ya se había acostumbrado a estar con el CEO después de la venta, y no verlo lo hizo sentirse raro. De cualquier manera, Joey era un chico que siempre buscaba pasársela bien, estuviera donde y con quien sea. Entonces se puso a platicar y bromear con sus compañeros vendedores del mercadito, mientras veía como sus hijos jugaban con otros niños y Kuma los cuidaba.


 


Terminó antes de lo previsto, ya que las ventas estaban subiendo y aún no sabía calcular bien todos los panes que necesitaba. Entonces antes de las 2 pm ya estaban en casa, y hasta los mismos gemelos preguntaban por Mokuba y Noah.


 


-Hoy están ocupados, pero de seguro pronto vendrán- en cuanto terminó esa frase, la campana de afuera de su casa sonó. Kuma salió a abrir sin decirle nada, y en menos de un minuto vio a Mokuba y Noah entrar a la casa; estaba en verdad sorprendido.


 


-Hola chicos, que sorpresa, ¿qué hacen aquí?- Mokuba solo le sonrió al rubio y Hana salió disparada a abrazar al pelinegro.


 


-Ven, vamos a jugar- sin decir nada a nadie la niña tomó al chico de la mano y lo llevó a su habitación, ante las miradas sorprendidas de todos. Hoshi los siguió en silencio.


 


-Vaya, era verdad que tenía ganas de vernos- todos rieron con el comentario de Noah, y el rubio volteó a ver a su hijo.


 


-¿Kuma?- lo dijo todo sin pronunciar una sola palabra, la mirada fue suficiente.


 


-Yo les mandé mensaje. Hana insistió tanto en el mercado, que la dejé mandar algo, y luego nos mensajeamos un rato. Entonces me dijeron que venían, pero pues no pensé que fuera verdad- levantó las manos en señal de rendición, y Joey sonrió.


 


-¿Pensaste que estábamos mintiendo?- el peliverde enarcó una ceja, y puso cara de molesto aunque no lo estaba.


 


-Bueno, me dijo Mokuba que vienen para acá aunque andan en quien sabe donde, y pues no pensé que se tomara tan en serio los mensajes de Hana- Noah rio, y relajó sus facciones.


 


-Entiendo. ¿No molestamos?- la pregunta fue dirigida al rubio.


 


-Por supuesto que no, ni se te ocurra pensar eso. Pueden venir cuando quieran. Yo voy a hacer de comer, ustedes pueden jugar algo o lo que quieran- el peliverde asintió con agradecimiento, y los muchachos subieron a jugar con la computadora.


 


 


Fue un día muy lindo. Mokuba y Noah amenizaron todo con bromas y tonterías, e hicieron todo más llevadero. En algún momento Mokuba le explicó que Seto estaba al tope de trabajo, que tenía muchas ganas de venir pero en verdad no había podido, y que esperaba con ansias la noche del lunes para verlo. Joey tan solo sonrió y agradeció las palabras del pelinegro.


 


Mokuba y Noah se habían ido cuando era la hora de dormir de los gemelos, agradecidos por la atención que les brindó Joey y contentos de haber convivido juntos.


 


 


El lunes pasó como siempre; escuela, comida, casa, desorden... nada fuera de lo común.


 


Cuando Joey estaba por tomar un baño para arreglarse y estar listo antse de que Seto llegara, su celular sonó. Se asomó a ver quien era, y el nombre de Duke estaba en la pantalla. Ya estaba el agua abierta, así que se dijo a si mismo que tenía que ser una llamada rápida; esperaba que Duke no le pidiera ir porque no quería que se diera cuenta que estaba dejando solos a los gemelos con Kuma. No le debía ninguna explicación, pero se sentía incómodo.


 


-Hola Duke- Joey se sentía mucho más tranquilo hablando con él ahora que ya sabía que estaba por irse, solo que esta vez tenía prisa.


 


-Hola Joey, necesito hablar contigo. ¿Estás ocupado?- el rubio suspiró y cerró el agua de la regadera para que no se desperdiciara.


 


-Pues algo, pero tengo un par de minutos- Joey trataba de ser amable, como no lo había sido en los últimos meses.


 


-La verdad es que tengo que pedirte un favor. ¿Recuerdas que te dije que me voy el miércoles? Ya tengo el boleto de avión y todo- al rubio le dio gusto escuchar eso.


 


-Oh que bien, supongo que estás emocionado- se escuchó al pelinegro reír.


 


-Pues sí, nada más que estoy atrapado en una situación. Resulta que debo d dejar este lugar mañana sin falta, y yo me voy hasta el día siguiente, por lo cual hay una noche volando- Joey supo a la perfección para donde iba el asunto.


 


-Y supongo que quieres quedarte aquí esa noche- ahora había escuchado a Duke suspirar.


 


-Pues quería ver si es posible, ya que no quisiera gastar en un hotel. Solo sería una noche, y también estaría padre para convivir con los gemelos y con Kuma- Joey suspiró; ya se lo esperaba. Lo pensó un momento antes de contestar.


 


-Está bien, puedes quedarte. Nada más se cuidadoso con lo que dices y como lo dices por favor- Joey lo decía por sus hijos, pero más por él mismo, ya que era muy susceptible a las palabras de ese hombre dado la historia que compartían.


 


-En verdad te agradezco muchísimo Joey. Y no te preocupes, me mediré para no causarte ningún inconveniente- a Joey todavía le extrañaba que le hablara así. Ya tan solo se pusieron de acuerdo en la hora que el pelinegro iba a llegar al día siguiente, y colgaron sin más.


 


Joey corrió y se dio el baño más rápido de su vida, al menos desde que había nacido Kuma. Se cambió con un pantalón negro de vestir que le quedaba algo ajustado y un camisa blanca de manga larga. Por un momento pensó que era algo demasiado formal, pero pues ya estaba vestido así, ya no se iba a cambiar de nuevo. Se dejó la camisa fuera del pantalón, lo cual le daba un toque rebelde.


 


Puso todo en orden y dejó claras instrucciones a Kuma, Hana y Hoshi para la hora de dormir ya que él llegaría tarde. Cuando Kuma le insinuó que podía dormir fuera de casa, el rubio se sonrojó y le dio un pellizco en el abdomen mientras el adolescente seguía burlándose.


 


 


Dieron las 8 en punto, y la campana de la puerta sonó. Joey se despidió de todos y se asomó por la ventana, corroborando que era el CEO. Dio un último abrazo a sus hijos y salió para encontrarse con el castaño, quien estaba vestido con un pantalón color negro y una camisa azul marino, resaltando así el color de sus ojos.


 


-Hola cachorro, te ves espectacular- fue el tierno saludo del castaño, que hizo que Joey se pusiera rojo como tomate.


 


-Hola Seto, tú también te ves muy bien- el castaño tomó la mano del rubio y le besó el torso, para luego guiarlo hasta el auto de la mano. Subieron y Seto arrancó.


 


-¿A dónde iremos?- el castaño tenía su vista en el camino, pero cuando podía voltear lo hacía, y parecía que iba a devorar a Joey con la mirada.


 


-Tengo una sorpresa preparada que espero que te guste, nada más necesito que pasemos a mi oficina en KC primero- el castaño lo interrogó con la mirada, como para ver si estaba bien, a lo que el rubio asintió.


 


-Vamos entonces- a Joey se le ocurrieron muchas frases cariñosas para decirle, pero aún se cohibía y prefirió quedarse en silencio. Llegaron a la empresa y dejaron el auto en el estacionamiento privado del CEO. Subieron por un elevador especial, un poco diferente al que habían usado la otra vez que estuvieron ahí; eso llamó la atención del rubio. No es que sintiera desconfianza, es solo que se le hizo raro.


 


Salieron del elevador y Joey notó que era otra oficina. Volteó a ver a Seto quien le sonrió con tranquilidad, como siempre lo hacía.


-Esta es la oficina de Mokuba. Ven, acompáñame por favor- el ojiazul no esperó respuesta, sino que tomó la mano del rubio y lo empezó a guiar en la semi oscuridad. No pasó mucho para que llegaran a la puerta de la oficina que ya conocía. Seto abrió y pasaron mientras que Joey observaba todo a su alrededor; algo le parecía extraño y no estaba seguro de que era.


 


-Cachorro, quiero pedirte un favor- Joey se le quedó viendo. Él no era desconfiado por naturaleza, pero algo no le olía bien.


 


-Dime- trató que su voz sonara normal, pero el CEO era tan bueno en leerlo que de inmediato notó que algo no estaba del todo bien. El castaño se le quedó viendo, examinándolo a fondo, y Joey se sintió incómodo. Pasó alrededor de un minuto, cuando el castaño sonrió, y sin previo aviso se acercó al rubio y lo envolvió entre sus brazos.


 


-Tranquilo cachorro, todo esta bien. No sé porque te encuentras tan inquieto, pero te aseguro que todo está bien, y que no pretendo nada más que pasar tiempo contigo- el corazón de Joey se aceleró a la vez que sus dudas e inquietudes se calmaron. Se sentía seguro en los brazos de Seto, y al ser abrazado pudo por fin tranquilizarse.


 


-Lo siento, no se que me pasa, es que han pasado tantas cosas últimamente que...- Seto calló al rubio poniendo un dedo sobre su boca, sorprendiendo al rubio.


 


-Tranquilo, no me debes ninguna explicación. Sé lo complicado que esto debe de ser para ti, y está bien; no tienes que hacer nada que no quieras hacer- el rubio se repitió mentalmente esas palabras, y eso le ayudó a sentirse tranquilo.


 


-Muchas gracias. La respiración del rubio se acompasó, y el castaño lo soltó para verlo a la cara.


 


-La verdad es que la sorpresa que te tengo preparada está aquí mismo; solo no pensé en que te fueras a sentir así, así que no te dije nada. Lo lamento- el CEO no dejaba de sonreír cuando lo veía a los ojos, y eso hacía que Joey se cohibiera.


 


-Seto, no tienes nada porque disculparte. El desconfiado he sido yo, lo siento mucho. Es que de pronto me sentí incómodo. Pero ya pasó, ahora todo está bien- el castaño asintió y entrelazó su mano con la de Joey.


 


-Vamos; solo quiero mostrarte algo. Cierra los ojos y deja que sea yo quien te guie- Joey asintió, y empezó a caminar de la mano con Seto. Se dejó llevar por el suave tacto del castaño. Se sentía flotar, como en un cuento de hadas. Sintió como subieron unas escaleras, y escuchó como se abrió una puerta. Dio unos cuantos pasos más y entonces sintió a Seto abrazarlo por atrás.


 


-Abre los ojos cachorro- así lo hizo. En un principio no pudo ver mucho, pero en pocos segundos pudo enfocar. Frente a él estaba una pequeña mesita con una vela encendida y unos platos servidos. Había un par de cojines en el suelo, un gran cojín que abarcaba todo un lado de la mesita; Joey supuso que era para sentarse los dos. Estaba todo muy hermoso.


 


Pero lo que más llamó su atención fue la vista. Estaban en la azotea de KC, un edificio gigantesco desde donde podían ver toda la ciudad. Era una vista hermosa. Joey se detuvo unos momentos a deleitar su vista con el paisaje.


 


-Vaya, es hermoso Seto- el castaño sonrió.


 


-Lo es. Pensé que te gustaría. No creí que fueras a alterarte- no había reproche en el tono de voz del CEO, pero aún así Joey se sintió mal por su actitud. Se dio la vuelta para encarar al ojiazul.


 


-Lo siento mucho, es que...- Seto no lo dejó terminar. Puso su dedo en los labios del rubio, silenciando cualquier argumento o excusa que pretendía dar el rubio.


 


-Cachorro, no es necesario que te disculpes. Es obvio y natural que te alteres si vienes a un lugar desconocido sin saber que o por que estamos aquí. Tranquilo- el rubio suspiró con algo de frustración.


 


-Entiendo lo que dices, pero es que tú no me has dado ninguna razón para desconfiar de ti, y yo aún así lo hice. Lo lamento- el CEO le dedicó una sonrisa, se acercó y le dio un beso en la frente, y luego lo abrazó. Sintió los brazos de Joey rodearlo de vuelta, y entonces recargó su barbilla en el cabello rubio mientras sonreía y dejaba salir un suspiro. No fueron conscientes de cuanto tiempo estuvieron así.


 


-Ven, vamos a cenar- el rubio asintió y se dirigieron al cojín que Joey ya había visto. Se sentaron juntos y empezaron a cenar mientras platicaban. Estaban comiendo una ensalada y un filete de pescado a la mantequilla.


 


-En serio Seto, yo pensé que la gente como tú comía otro tipo de cosas- el castaño rio.


 


-¿Como qué?- Joey pensó un momento.


 


-No lo sé, nunca lo había pensado. Supongo que platillos más sofisticados con nombres raros y extraños que nunca podré pronunciar o entender- el castaño sí que se rio con ese comentario; soltó una carcajada como Joey nunca lo había visto, y se sintió bien por eso.


 


-Ay cachorro, si soy un ser humano igual que tú. Es verdad, algunas veces llego a comer cosas así, pero no es como que es mi rutina diaria- el rubio rio también.


 


-Bueno, entonces es solo mi impresión- el castaño asintió y tragó su bocado antes de hablar.


 


-Aunque debo de confesar que yo había pensado en algo muy diferente para esta noche, y fue Mokuba quien me sugirió esto- eso sí que sorprendía a Joey.


 


-¿En serio?- el castaño asintió.


 


-Sí, yo había pensado una cena más como tu imaginación; comida fina, mesero, música en vivo, velas, atención de primera, etcétera. Y entonces llegó Mokuba y me obligó a contarle. Me dijo que estaba loco, que tú te sentirías incómodo con todo eso y que mejor hiciera esto que tenemos aquí- el rubio estaba más que sorprendido.


 


-Pues tu hermanito tenía razón, en definitiva me hubiera sentido más incómodo de la otra manera- Seto sonrió, y partió un pedazo de pescado.


 


-¿Ya lo probaste?- el rubio negó con la cabeza, y Seto cortó otro pedazo. -Toma, dime que te parece- el rubio masticó y se fue volando en un viaje de sabores. Pocas veces un sabor lo llenaba de esa manera; lo disfrutó como quizás no había disfrutado nada antes, o al menos que lo recordara.


 


-Vaya, está delicioso- el castaño sonrió. Sus rostros estaban muy cerca, y sus miradas estaban conectados. Joey ya había perdido la cuenta de las veces que pensaba que el castaño lo iba a besar y luego nada pasaba; y esta fue otra de ellas, porque el CEO le acarició la mejilla con los dedos y luego se dio la vuelta a seguir con sus alimentos.


 


El rubio estaba algo sorprendido y, por que no decirlo, algo decepcionado. Habían sido tantas las veces que esperaba ese beso, que de repente una idea llegó a su cabeza.


 


Quizás él estaba haciendo algo mal.


Quizás estaba esperando algo que Seto Kaiba, gran CEO de KC, no estaba dispuesto a darle.


 


Y es que Joey siempre había sido algo inseguro. No era algo que se podía ver a simple vista, sino que tenía uno que fijarse con detenimiento en ciertas actitudes o expresiones que tenía para darse cuenta.


 


-¿Te está gustando?- la voz del ojiazul lo sacó de sus pensamientos, y se obligó a si mismo a sonreír. Asintió y siguió comiendo, pero no podía sacarse de la mente que era su culpa que el CEO no quisiera dar un paso más allá con él.


 


Como estaba tan adentrado en sus pensamientos, no se dio cuenta cuando Seto se le quedó viendo. El ojiazul había notado algo, era muy perspicaz; solo que no sabía que era.


 


Pero no por nada era un genio. Llevaba tiempo observando las reacciones de Joey, y creía haber llegado a una conclusión.


 


-Cachorro, quiero que me digas que te sucede- de todas manera el ojiazul no era alguien a quien le gustaba dar las cosas por sentado; prefería preguntar. El rubio se sonrojó y bajó la mirada, como avergonzado.


 


-No es nada- eso ni él se lo creyó, y el castaño enarcó una ceja mostrando que no se iba a tragar esa con facilidad.


 


-Sabes que puedes confiar en mí y decirme lo que sea, ¿verdad?- la voz profunda del castaño llegó a los oídos del rubio, quien se alteró un poco con sus palabras.


 


-Claro que sí, lo sé. Es solo que... han pasado muchas cosas últimamente- Seto no le creyó del todo, pero no quería forzar nada.


 


-¿Hay algo en lo que pueda ayudar? O más, bien será que algo ha pasado con Duke...- el castaño podía ser meloso y cariñoso, o terriblemente agresivo. De cualquier manera, había aprendido a no sacar sus propias conclusiones.


 


-Todo está bien; demasiado bien diría yo. Es que Duke me dijo hace unos días que se va de la ciudad. Me conmocionó un poco, y a la vez me hizo sentir confundido. Y lo peor de todo es que no sé por que me siento confundido, y eso me molesta- el rubio externó otra situación diferente a la que traía en mente, pero la verdad es que no estaba diciendo mentiras; la partida de Duke revolucionó su forma de pensar y quizás de sentir.


 


-Es normal que te sientas así- el castaño tomó una posición más relajada. Se recostó de costado en el cojín, quedando atrás del rubio a la altura de su media espalda; puso su cabeza sobre su mano y comenzó a acariciar su espalda con cariño.


 


-No sé si es normal o no, pero no me gusta. Hace ya tiempo que tomé la decisión de separarme de él, y pensé que ya no quería verlo más, pero con esto ya ni estoy seguro de nada- el castaño dejó que pasaran unos momentos antes de decir lo que estaba pensando.


 


-¿Quieres regresar con él?- el castaño escuchó al rubio suspirar mientras él seguía acariciándolo.


 


-No, eso lo tengo claro. Es solo que pensé que ya no quería volver a verlo, y ahora tengo sentimientos encontrados a ese respecto- Joey suspiró.


 


-Cachorro, eso que sientes es normal. Es natural que quieras a Duke, es el padre de tus hijos, y ahora que se va lejos una parte de ti se siente muy triste- el castaño se sentó y con suavidad jaló a Joey para que su cabeza quedara en sus piernas. Comenzó a acariciar el cabello rubio y las mejillas sonrojadas de Joey, quien cerró sus ojo en señal de relajación.


 


-Pero no sé trata de si es normal o no, sino que me incomoda sentirme así. Como te digo, yo pensé que ya no lo quería ver más, pero ahora siento que lo voy a extrañar demasiado, a la vez que no quiero verlo. Es todo tan confuso- el castaño acarició su frente, quitando unos cabellos que caían por ella.


 


-Cachorro, eso por lo que estas pasando es normal y natural. Se llama duelo, y es un proceso por el que cualquier ser humano pasa cuando tiene una separación, un ser querido muere, o algo así. No te sientas mal por eso- el castaño pudo ver a Joey exhalar aire tratando de relajarse.


 


-Ese es mi problema, ya pasé por un duelo. No creí tener que pasar por esto de nuevo- la voz del rubio sonaba algo molesta.


 


-No, la verdad es que tu situación es diferente. Lo que pasa es que pensaste que ya no querías a Duke en tu vida, y ahora que ya se va te das cuenta de que es importante para ti y de que todavía sientes amor por él- Joey guardó silencio, repitiéndose a si mismo eso que acababa de escuchar. La verdad estaba algo conmocionado por eso; las palabras del CEO estaban impactándolo más de lo que creía.


 


-¿Amor?- fue un susurro, y Joey no creyó que Seto lo hubiera escuchado, pero la atención del CEO estaba centrada en él, por lo que lo escuchó con claridad.


 


-Claro que sí, es amor lo que sientes. Te duele porque creo que tú querías sacar adelante esa relación, e hiciste todo lo que pudiste hasta que la cosa tronó. Luego quisiste sacar a Duke de tu vida, y como no salió por completo, no pasaste por este proceso al 100. Es normal que sientas amor, es el padre de tus hijos y compartiste una historia llena de aventuras con él- Joey suspiró. Seguía sin saber como era que el castaño podía leerlo tan bien, pero la verdad es que tenía razón.


 


-Nunca lo había visto así. Tengo tanto tiempo queriendo no verlo, que me sorprendió este cambio. Me da gusto por él porque va a un lugar en donde puede encontrar lo que tanto ha buscado, y a la vez me hace sentir como volando- el castaño acariciaba el rostro de Joey; mejillas, ojos, orejas... todo lo estaba acariciando con mucho cariño.


 


-Tómalo con calma, no es como si tuvieras que hacer algo al respecto. Disfruta los momentos que pasas con él, y si algo no te gusta o no estas de acuerdo con eso, solo dilo. Es importante que te expreses. Pero no vayas a negarte a ti mismo el hecho de que lo quieres y sientes amor por él, y que siempre será alguien importante en tu vida, porque solo estarás encapsulando emociones y sentimientos que necesitas sacar y soltar- el rubio suspiró; una idea llegó a su mente. Sin decir nada se enderezó, y quedó de espaldas al castaño. Se armó de valor, aunque fuera de espaldas al ojiazul, y externo eso que traía guardado.


 


-¿Es por esto que siempre me evitas?- el castaño se sorprendió muchísimo por la pregunta porque no consideraba que fuera así.


 


-¿Evitarte?- quería entender al rubio antes de contestarle.


-Sí, a veces me parece que me evitas. Es decir, me has dicho que te gusto, y yo te he dicho que me gustas; eso se nota a leguas. Pero en muchas ocasiones he tenido la impresión de que me vas a dar un beso, pero nada pasa. Y siento que me evitas- el rubio se animó a decirlo porque no estaba viéndolo a la cara. Se sonrojó al hablar y bajó la mirada, y cuando terminó de hablar se sintió estúpido por estar casi reclamando algo en lo que sentía que no tenía derecho a exigir la más mínima cosa.


 


El castaño sonrió, lleno de ternura por el chico frente a él. Se sentó y se recorrió hasta que su pecho chocó contra la espalda del rubio, y lo abrazó, recargando su barbilla en el hombro del rubio y tocando su mejilla con la de él.


 


-Ay cachorro, lamento mucho que te sientas así, peor la verdad es que no tiene nada que ver con eso- al rubio le gustó que lo abrazara de esa manera; lo hizo sentirse protegido, y a la vez le causó un gran sonrojo tener al ojiazul tan cerca. Giró un poco su cabeza para poder ver al ojiazul, quien tenía su profunda mirada clavada en la suya.


 


-¿Entonces?- la voz del rubio salió en forma de susurró, y una vez más le pareció que Seto se lo iba a comer con la mirada.


 


-No tienes idea de la voluntad que tengo que ejercer en mí mismo para no saltar encima de ti a cada rato- el rubio se sorprendió de sobremanera, y el CEO empezó a acariciar su mejilla con la de él, frotándose con suavidad. El rubio rio ante el gesto.


 


-Peor no entiendo, si yo quiero y tú quieres, ¿por qué no?- el castaño detuvo su movimiento, y una vez más conectó sus miradas.


 


-Porque quiero que tu estés 100% seguro cuando lo haga, porque no se si sea capaz de detenerme una vez que empiece- Joey parpadeó, procesando lo que le estaba diciendo. Entonces lo notó, la afilada mirada del ojiazul desbordaba deseo, y eso no hizo más que sonrojar a Joey.


 


-Oh...- no se le ocurrió nada más que decir, porque estaba algo conmocionado. El castaño rio con algo de fuerza ante su expresión, no como burla, sino porque le pareció tierno.


 


-Cachorro, te lo he dicho desde hace mucho; me gustas y te quiero en mi vida por mucho tiempo. Pero no busco ni seducirte ni convencerte, sino que estés seguro de que tú también lo quieres. Has estado emocionalmente inestable desde que te conocí, y me prometí a mi mismo que no haría nada que tú no quisieras; no porque yo no lo quiera, sino hasta que tú te sientas bien con la idea de estar conmigo- el rubio reflexionó por un momento esas palabras, y llegó a la conclusión de que tenía razón.


 


-Vaya, y hasta parece que me conoces más de lo que yo me conozco- ambos rieron, y el castaño estrechó el abrazo mientras volvía a frotar su mejilla con la del rubio.


 


-No es eso, es solo que te observo. Estás lidiando con un montón de cosas con tus hijos, y toda la situación con Duke te ha traído muy tenso; tanto que ni siquiera habías hecho consciente de que todavía lo quieres- el rubio lo pensó, y aunque había algo de verdad en eso, no quería que Duke fuera un impedimento entre ellos; mucho menos ahora que ya se iba.


 


-Bueno, la verdad es que Duke siempre tendrá un lugar especial para mí, pero no quiero que pienses que todavía lo amo o que quiero estar con él; que eso sea algo que te detenga para estar conmigo- el castaño detuvo su movimiento y volvió a conectar sus miradas.


 


-Yo no pienso eso. Si algo he aprendido es a no sacar mis propias conclusiones, y por eso te pregunté hace rato si querías regresar con él, a lo que me dijiste que no. Se que amas a Duke a tu manera, y siempre lo harás, así como se que siempre será parte du tu vida; pero eso no es un factor relevante. Lo que yo estoy esperando es a que te sientas estable emocionalmente hablando para entonces que puedas decidir si quieres tener algo conmigo. Porque si empezamos algo y no estás entero, podría derivar en situaciones por las que no quisiera pasar; no contigo- hubo algo en la voz del CEO que le demostró a Joey que sabía de que estaba hablando.


 


-Creo que te entiendo- el rubio suspiró y el castaño se enderezó, poniendo su cabeza encima de la rubia.


 


-No tienes idea de las veces que he soñado con comerte a besos, o hacerte el amor... en verdad te lo digo- el rubio se puso color tomate. Siempre se sonrojaba con Seto, pero esta vez sobrepasó por mucho a las anteriores. -Pero los mejores platillos se cocinan a fuego lento, así que decidí disfrutar contigo cualquier cosa que pueda. Y vaya que me gusta estar contigo- el rubio sonrió genuinamente, y puso sus manos sobre los brazos que lo envolvían, como devolviendo el abrazo.


 


-Muchas gracias Seto, me siento feliz al escuchar todo eso- el castaño depositó un suave beso en la cabeza rubia.


 


-Recuerda siempre Joey, la felicidad viene de adentro. Si tú eres feliz contigo mismo, solo queda compartirlo con los demás y hacer que ese sentimiento crezca. Si deposita tu felicidad en si estás con alguien más o no, serás dependiente de esa persona, y no lograrás ser totalmente feliz. Procúrate a ti mismo, priorízate a ti mismo y date todo lo que necesitas para ser feliz, y entonces lo lograrás sin depender de nadie; y así podrás compartir ese sentimiento y contagiarlo- el rubio sonrió y asintió.


 


No era la primera vez que escuchaba eso, pero sí era la primera vez que entendía como funcionaba eso. Seto era feliz, podía notarlo, y también veía que lo compartía con él, lo que lo hacía sentirse feliz.


 


Por primera vez comprendió que su felicidad era primero. Y ya después, compartirla con ese bello ser que lo estaba abrazando y, ¿por qué no?, con el mundo entero.


 

Notas finales:

Cualquier duda, pregunta, aclaración, porra, comentario, chiste, tomatazo o cualquier cosa que me quieran decir, no duden en dejarlo en los reviews.

 

Lindo día!

Hermosa noche!

 

Amor para todos!!


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