Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Amor Propio por Iztaxochitl

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Otro capítulo más, y esta vez viene con un pequeño giro de trama. 

Espero les siga gustando, porque a mí me agrada demasiado escribir.

Disfruten.

 

Amor para todos!!

Era miércoles por la noche, y había sido un día agotador. Joey estaba echo trizas a un nivel profundo y emocional.


 


Duke había partido hacia una nueva vida ese día.


 


Y cuando partió, Joey se había sentido la peor persona del mundo, porque sabía que él había sido proactivo en que no estuviera ahí. Entonces ahora que ya no estaba, tenía que lidiar con un fuerte arrepentimiento. Se sentía culpable y no dejaba de pensar que había sido muy egoista en sus actitudes, cuando Duke solo necesitaba ir a comer. Había sido duro y hasta grosero, y en estos momentos era que le pesaba.


 


Los gemelos y Kuma se habían despedido de su padre. Joey notaba que Kuma estaba feliz de que se fuera, y los gemelos tenían un choque de emociones, porque amaban a su padre, y a la vez habían visto tantas peleas entre él y Duke en los últimos tiempos, que preferían que no estuviera.


Había sido un momento emotivo, que hizo que Joey derramara alguna que otra lágrima.


 


Ahora que era de noche y estaba en silencio, parecía que los pensamientos de culpabilidad habían aflorado, porque el rubio no podía dejar de pensar en todo eso. Hasta que el sonido de un mensaje en su celular lo sacó de sus pensamientos.


 


«Buenas noches cachorro. ¿cómo va todo? ¿cómo fue tu día?» Hasta parecía que Seto presentía algo. El rubio sonrió y se recostó mientras le contestaba.


 


«Hola Seto, buenas noches. Todo tranquilo. Duke se fue hoy, no estoy seguro de como sentirme al respecto, pero supongo que mejorará, gracias por preguntar» Joey no tenía la intención de alarmar al castaño ni mucho menos, por eso trató de restarle importancia a la situación.


 


Por es fue que fue muy grande su sorpresa cuando en su teléfono entró una llamada y no un mensaje. Se apresuró a contestar, con todo y lo conmocionado que estaba.


 


-Bueno- no se le ocurrió mejor manera de contestar.


 


-Hola cachorro, buenas noches. Espero que no sea demasiado tarde para marcarte- el rubio negó sin hacer consciente que el ojiazul no lo estaba viendo.


 


-No te preocupes, sigo despierto así que está bien- la voz del rubio sonaba un poco rara, y Seto sospechó que algo estaba pasando.


 


-Entonces dime Joey, ¿cómo estás?- el rubio estuvo a punto de contestar que estaba bien, pero se dio cuenta de que estaba cansado de mentir y ocultar cosas, así que decidió abrirse al 100%. Además estaba hablando con Seto, quien le había demostrado en más de una ocasión que podía decirle lo que sea y no lo iba a juzgar.


 


-Pues la verdad no muy bien. Duke se marchó hoy- el rubio no dijo más, tampoco es como si quisiera dar muchos detalles.


 


-¿Y cómo te sientes al respecto?- fue el rubio quien suspiró con pesar.


 


-La verdad es que mal. Me di cuenta de que estaba siendo injusto y duro con él, y estoy cargando con un fuerte arrepentimiento que no se manejar- el castaño sonrió en la intimidad de su oficina por la confianza que le daba Joey al hablarle así.


 


-Que bueno que eres capaz de admitir que te equivocaste, eso es algo muy importante, y es lo primero para poder salir adelante- el castaño escuchó al rubio sollozar del otro lado de la línea, y se sintió mal por ello, aunque sabía que era parte del proceso.


 


-Es que me siento tan mal. Fui un asco de persona con Duke, lo rechazé y lo único que me faltó fue escupirle en la cara- a estas alturas de la llamada, Joey estaba llorando bastante.


 


-Todo lo que hiciste, lo hiciste en su momento por algo. No se trata de que te sientas mal, o como una mierda; se trata de que te hagas responsable. Si es necesario, pídele perdón por todo eso- la voz del CEO era calmada pero firme.


 


-Ya lo hice, y eso no me hace sentir mejor, porque eso no borra lo que yo hice- por otro lado, la voz de Joey sonaba realmente apesumbrada.


 


-Y lo que tú hiciste no borra todo eso que pasó y que fueron las razones por las cuales decidiste separarte de él- Seto tenía mucha razón en eso, y Joey se dio cuenta de que eso era una realidad. Su llanto se calmó, aunque seguía sollozando.


 


-Seto, se que quizás es mucho pedir, pero... ¿podemos vernos ahorita? Siento que me haría mucho bien verte- al castaño se le encogió el pecho, no por lo que le estaba pidiendo, sino por la respuesta que le iba a dar.


 


-Lo lamento cachorro, pero esta vez considero que es mejor acompañarte desde aquí- trató de usar las palabras más suaves que encontró.


 


-¿Pero por qué?- todas las emociones que tenía el rubio encima no ayudaban, y con la respuesta de Seto reaccionó con molestia y enojo, cosa que denotó con su tono de voz.


 


-Porque estás pasando por un proceso muy difícil- eso molestó aún más al rubio.


 


-Pues es por eso que necesito verte- Seto notó que Joey estaba expresando necesidad de verlo, y aunque tenía muchas ganas de ir y abrazarlo y decirle que todo estaría bien, supo que lo mejor que podría hacer por él sería apoyarlo por teléfono.


-Es precisamente por eso, cachorro. No me malentiendas, estoy contigo y te apoyo, pero no considero que sea positivo que vaya a consolarte en esta ocasión- el rubio se quedó en silencio un ratito. Hasta el CEO volteó a corroborar que no se había colgado la llamada, porque no podía escuchar nada. Fue después de un par de minutos que escuchó a Joey de nuevo.


 


-¿Y me puedes explicar porque no sería positivo?- la voz del rubio sonaba realmente molesta. No habló fuerte, pero su tono de voz era de enojo.


 


-Porque si voy yo a consolarte, te vas a volver dependiente de mí. Yo puedo ayudarte a salir de como te sientes, pero entonces siempre vas a necesitarapoyo externo para salir de situaciones complicadas. Entiendo a la perfección tus ganas y tu necesidad, pero esto es algo con lo que tú tienes que lidiar solo; es parte de hacerte responsable. Aquí estoy para ti, para escucharte y acompañarte- todo ese discurso, aunque coherente, no hizo más que enojar a Joey. Estaba a punto de empezar a gritarle y descargarse con él, cuando decidió simple y sencillamente colgar el teléfono.


 


Seto suspiró, algo frustrado. Se recargó en la silla y se sobó la sien con los dedos; tenía un pequeño dolor de cabeza. Quería tomar sus cosas y salir corriendo a casa de Joey, abrazarlo consolarlo mientras le decía que todo estaría bien y que él siempre estaría ahí cuando lo necesitara. De hecho estuvo a punto de hacerlo, pero es que él sabía que no era lo mejor.


 


No quería hacer a Joey dependiente de él, en ningún sentido. El rubio estaba en esa situación porque solito se había metido ahí, y debía aprender a salir de eso por si mismo.


 


Era consciente de que Joey estaría enojado con él durante un tiempo, pero prefería eso a que se volviera dependiente de él. Además, ya pensaría en algo para que Joey se calmara.


 


-Hermano, vamos a... cenar... ¿estás bien?- Mokuba tenía la mala costumbre de entrar al estudio de su hermano sin tocar, y se sorprendió al ver la posición en que se encontraba.


 


-Sí, estoy bien, solo es un pequeño dolor de cabeza- el castaño le sonrió a su hermanito. -¿Noah sigue aquí?- el pelinegro asomó su sonrisa de sandía.


 


-Sí, justo vamos a cenar y venía a ver si quieres acompañarnos- el castaño le echó una mirada cuestionadora a su hermano, quien la evitó a propósito.


 


-Un día de estos harás que se mude con nosotros- el pelinegro soltó una risa nerviosa; le daba la impresión de que su hermano había descubierto que salía con el peliverde. Entonces pensó en tentar el terreno.


 


-Pues no sería mala idea; a mí sí me gustaría- pero se le olvidaba que Seto le llevaba muchos años y además mucha experiencia.


 


-¿Tanto como te gusta él?- a Mokuba se le borró sus sonrisa, y se puso todo rojo.


 


-¡Hermano!- en realidad no estaba enojado, más bien un poco alarmado por verse descubierto.


 


-Bueno, es la verdad. ¿Hasta cuándo vas a ocultar que están saliendo?- la sonrisa en el castaño le indicó al menor que no estaba enojado. Más bien parecía que lo estaba molestando.


 


-¿Entonces no te molesta?- el ojiazul enarcó una ceja, extrañado por la pregunta.


 


-¿Debería molestarme? ¿Te ha tratado mal en algún momento, o te ha obligado a algo que tú no quieres?- Mokuba de inmediato negó con la cabeza.


 


-No, para nada. Noah es muy respetuoso conmigo. Solo que pensé que te enojarías por ocultarte algo- el castaño soltó una carcajada.


 


-¿Por ocultarme algo que se ve desde cientos de kilómetros? Vamos, no puedes estar hablando en serio. Pensé que sabías que tú felicidad es la mía, así que mientras tú estés feliz, sea con él o con quien sea, por mí está bien- al pelinegro le ganó la emoción y se le salió una lágrima. Se fue directo a los brazos de su hermano, quien lo recibió con gusto.


 


-Muchas gracias Seto, te quiero mucho hermano- Seto le revolvió los cabellos como cuando era pequeño.


 


-Solo recuerda ser responsable. No estamos seguros si puedes concebir bebés, así que se cauteloso- el pelinegro se sonrojó y asintió. Sabía que un bebé era una gran felicidad, pero también una gran responsabilidad, y al no tener seguridad de si podía o no tener, coincidía con su hermano que lo mejor era cuidarse.


 


-Me sorprende que no te espante el hecho de que quizás me esté acostando con Noah- no cabía duda, Mokuba era un desvergonzado si se lo proponía.


 


-No tiene porque espantarme. Al contrario, estás en una edad en la que es perfectamente normal el sexo, y más si encontraste a alguien que te gusta- el pelinegro sonrió, igual que el mayor.


 


-Bueno, vamos a cenar, ¿gustas?- el castaño asintió. Mokuba salió del estudio de su hermano, y Seto lo siguió, no sin antes agarrar su teléfono para estar al pendiente por si algún mensaje o llamada del rubio llegaban.


 


Pero no recibió nada.


Ni ese día, ni el siguiente.


 


Llegada la noche del viernes, Seto le envió un mensaje para ver como se encontraba, pero no recibió respuesta. El sábado por la mañana mandó otro, obteniendo el mismo resultado. Todo el sábado Seto trajo en mente al rubio, una mezcla entre cariño y frustración lo inundaba, pero seguía firme en no ir porque sabía que era lo mejor.


 


Pero ya el domingo en la mañana estaba dispuesto a tirar todo por la borda y correr a buscarlo. Y es que no pensaba que el rubio fuera tan orgulloso; lo era tanto como él.


 


Cuando Mokuba fue a preguntarle si iría a ver a Joey y sus hijos, el castaño le contó la situación, y como se sentía al respecto.


 


Pese a ser menor que él, Mokuba seguía siendo un Kaiba y le dio una buena idea. Sería el pelinegro quien iría a visitarlos al mercado y vería como estaba todo. Ya de ahí partirían para un próximo paso.


 


Lo que en realidad tenía inquieto al CEO era que Joey hubiera tomado la decisión de sacarlo de su vida. No estaba seguro de que tan impulsivo era a ese respecto, pero el solo pensamiento le daba miedo.


 


Y todo empeoró cuando Mokuba llegó al mercado y solo vio a Kuma vendiendo. Le dijo que su papá lo había mandado a él a vender porque no quería ver a Seto. Le dijo también otras cosas que Mokuba decidió ocultarle a su hermano.


 


Pero con lo poco que le había dicho, Seto se inquietó aún más. Estuvo a punto de salir volando a ver a Joey, pero pudo contenerse. Sabía que Joey estaba con los gemelos, y que no podrían hablar con total libertad con ellos ahí. Tampoco los podían dejar solos e irse; sería algo muy irresponsable. Estaba a punto de volverse loco, cuando Mokuba le dio una buena sugerencia; que pasara a recogerlo a él y a Kuma cuando todo terminara, y los llevara a casa para que ellos se quedaran con los gemelos y Seto pudiera llevarse a Joey para hablar con tranquilidad.


 


Le pareció una excelente idea, porque en verdad estaba al borde de la desesperación. Le pidió a Mokuba que le preguntara a Kuma su opinión, y el adolescente les dijo que los ayudaría.


 


Ya cerca de la hora Seto se preparó para buscar a los muchachos. Decir que estaba nervioso era quedarse corto, y por mucho.


 


Subió al auto, listo y dispuesto a hacer lo que necesitara hacer para conseguir que Joey lo perdonara. También estaba seguro de que lo que había hecho era lo mejor para el rubio, pero el hecho de casi tocar una realidad sin ese bello ser le había revolucionado la existencia.


Solo esperaba poder recuperarlo, porque en verdad lo quería en su vida.


 

Notas finales:

Bonito día!

Hermosa noche!

 

Amor para todos!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).