—¿Qué fue eso? —Rin estaba desconcertado por lo repentina de su acción, sentía el calor subir por su rostro y el tenue sonrojo en sus mejillas.
—Un beso, te he dado muchos antes —Haru no le dio mucha importancia, no entendía porque parecía tan intranquilo por eso.
—No lo pregunté literalmente —hizo una mueca de inconformidad por su respuesta mientras lo miraba—. Solo... Fue extraño, no lo has hecho antes.
—Si te molesta no volveré a hacerlo —a veces no podía entender a Rin, le gustaba recibir sus muestras de cariño y se mostraba feliz, pero en ocasiones cuando hacía algo repentino se ponía a la defensiva.
—¿Por qué siempre haces todo tan difícil? —dejó lo que hacía y caminó hasta donde estaba, apoyando su rostro sobre su hombro mientras rodeaba su cintura.
Sus ojos se habían cerrado y no hacía más que disfrutar la cercanía que tenían en ese momento. Haru podía ser extraño cuando se trataba de mostrar sus sentimientos; nunca dudaba de ellos, pero aun le costaba acostumbrarse a ver esa faceta suya sin sentirse abrumado.
—¿Entonces debería o no hacerlo?
—Siempre tan problemático... —mostró sus dientes en una mueca mientras se pegaba más a él—. Está bien, eres lindo cuando lo haces —sonrió ampliamente cerrando sus ojos.
Haru giró para quedar frente a él, levantó el cabello que cubría su frente y depositó otro suave beso con una pequeña sonrisa. Sin importar cuanto tiempo pasara, Rin seguía avergonzándose fácilmente y ocultando sus reacciones.
Y aun así, para él era divertido descubrir juntos la mejor forma de demostrar sus sentimientos y esos pequeños detalles y acciones que hacían feliz al otro. Después de todo, aun tenían un largo camino por recorrer juntos.
La misma advertencia de los días anteriores, este es el final de la historia
—¿Qué fue eso? —Rin estaba desconcertado por lo repentina de su acción, sentía el calor subir por su rostro y el tenue sonrojo en sus mejillas.
—Un beso, te he dado muchos antes —Haru no le dio mucha importancia, no entendía porque parecía tan intranquilo por eso.
—No lo pregunté literalmente —hizo una mueca de inconformidad por su respuesta mientras lo miraba—. Solo... Fue extraño, no lo has hecho antes.
—Si te molesta no volveré a hacerlo —a veces no podía entender a Rin, le gustaba recibir sus muestras de cariño y se mostraba feliz, pero en ocasiones cuando hacía algo repentino se ponía a la defensiva.
—¿Por qué siempre haces todo tan difícil? —dejó lo que hacía y caminó hasta donde estaba, apoyando su rostro sobre su hombro mientras rodeaba su cintura.
Sus ojos se habían cerrado y no hacía más que disfrutar la cercanía que tenían en ese momento. Haru podía ser extraño cuando se trataba de mostrar sus sentimientos; nunca dudaba de ellos, pero aun le costaba acostumbrarse a ver esa faceta suya sin sentirse abrumado.
—¿Entonces debería o no hacerlo?
—Siempre tan problemático... —mostró sus dientes en una mueca mientras se pegaba más a él—. Está bien, eres lindo cuando lo haces —sonrió ampliamente cerrando sus ojos.
Haru giró para quedar frente a él, levantó el cabello que cubría su frente y depositó otro suave beso con una pequeña sonrisa. Sin importar cuanto tiempo pasara, Rin seguía avergonzándose fácilmente y ocultando sus reacciones.
Y aun así, para él era divertido descubrir juntos la mejor forma de demostrar sus sentimientos y esos pequeños detalles y acciones que hacían feliz al otro. Después de todo, aun tenían un largo camino por recorrer juntos.