Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Just falling in love por Skarlatta

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

· · ·

Comparten cama

· · ·


El fresco viento del atardecer entraba por la ventana abierta, ondeando las cortinas anaranjadas y manteniendo baja la temperatura en la habitación; pero nada de eso le pareció importante a Rei. Estaba demasiado cansado luego del torneo y lo único que ocupaba su mente era tomarse una bien merecida siesta.

Así que, sin preocuparse demasiado de la ventana, el chico se lanzó sin demora al centro de la cama matrimonial.

—¿No piensas darte un baño o cambiarte?

—Más tarde, Kai. Necesito dormir.

Con tranquilidad y ojos cerrados se acurrucó en la cama, escuchando un suspiro de resignación dado por su novio.

—¿Te molesta?

Abrió uno de sus ojos, mirando al bicolor, quien se encontraba frente a la ventana, cerrando esta y las cortinas. Tras hacer eso se giró para devolverle la mirada.

—¿Lo perezoso que puedes llegar a ser? No, ya me acostumbré.

Rei emitió un pequeño bufido por el comentario, acomodándose boca arriba con el fin de poder mirar mal durante largos segundos al otro chico mientras este caminaba por la habitación, disponiéndose a cambiarse de ropa.

Cualquier respuesta que el pelinegro estuviera pensando quedó rezagada al notar algunas decoraciones del lugar.

—Kai… ¿Recuerdas la primera vez que compartimos cama?

—…No, fue hace más de tres años.

Estuvo muy seguro de que Kai aguardó unos segundos de silencio ligeramente incómodo antes de responder.

—¿Seguro? ¿O no quieres recordarlo porque no te parece conveniente?

Volvió a preguntar, esta vez con una sonrisa divertida posándose en sus labios conforme se sentaba de piernas cruzadas en la cama.

[···]

Era más de media noche cuando Kai apagó la televisión y ordenó a Tyson, Kenny y Max que se fueran a dormir.

Ignoró las quejas que le dieron con voces adormiladas; su paciencia había llegado al límite por ese día y ya no tenía intenciones de tolerarlos más. Sencillamente tomó su mochila del suelo y se dirigió a una de las habitaciones. No habían hablado sobre cómo se acomodarían al dormir, pero tampoco le dio mayor importancia al asunto. Ya quería ver quién tendría el valor de entrar a la habitación luego de verlo de mal humor.

Retiraba de sus brazos los protectores rojos cuando el sonido de la puerta atrajo su atención. Oblicuamente observó a quien sería su compañero de cuarto por esa noche.

Una oleada placentera recorrió su ser al encontrarse con Rei.

Los chicos están durmiendo en la otra habitación. No molestarán más por el resto de la noche.

Se limitó a asentir en silencio ante el aviso, y trató de no prestarle demasiada atención a la sonrisa que ese chico le regaló. Era mejor si no pensaba en lo mucho que le gustaba verlo sonreír, ni tampoco en cuánto le fascinaba cuando le sonreía a él.

Tras un par de minutos más se metió a la cama matrimonial.

Desde su lugar, dio una discreta mirada a su compañero. Siguió sus movimientos mientras reflexionaba en algunas ideas y sensaciones que ese atractivo moreno le provocaba, muchas de las cuales comenzaron inclusive antes de la creación de los Bladebreakers.

Nadie lo sabe, y posiblemente nadie lo sepa nunca, pero durante el Torneo en Japón vio a Rei paseando por el estadio. No iba a prestarle atención, sin embargo, las felinas pupilas se fijaron en las suyas. En cuanto sus ojos conectaron con los dorados… No pudo apartar la vista. Como una polilla es atraída hacia la luz, él fue atraído por el fulgor en esa mirada. Aunque se niegue a admitirlo, eso ocurrió y seguía ocurriendo.

Un tanto molesto consigo mismo, fingió observar el techo al ver que el moreno terminaba de prepararse y se acercaba a la cama.

Buenas noches, Kai.

Buenas noches, Rei.

Fue una grata sorpresa para el chino que su compañero le devolviese aquellas palabras. Por supuesto, de un modo u otro, Kai siempre le sorprendía.

Lo hizo durante el Torneo en Japón, cuando se le quedó mirando durante un largo rato; lo hizo en cada ocasión en que le miraba igual que esa primera vez; lo hacía siempre que le daba un trato distinto al de los demás. Ese chico de fría apariencia le gustaba y, si juzgaba por su comportamiento, podría casi asegurar que el sentimiento era mutuo. Pero sólo había una forma de averiguarlo, y no era tratando de adivinar.

De reojo vio al bicolor apartarse de él todo cuanto podía y acomodarse de costado, dándole la espalda.

El hecho de que su compañero tomara distancia fue un detalle peculiar, mismo que lo hizo tomarse unos instantes de reflexión. Observando a Kai, trataba de adquirir el valor necesario para dar el siguiente paso e ir más allá de simples miradas. Tras unos minutos se atrevió a acortar la distancia entre ambos al acercarse cuidadosamente, con movimientos suaves e imperceptibles. Tomó un último respiro y, sin más pausas, abrazó a su amigo.

En respuesta a su acción, pudo percibir cierta tensión en los músculos del otro chico. Llevó su mano hacia el pecho de Kai, posándola justo sobre su corazón, alcanzando a sentir sus latidos fuertes y acelerados antes de que el bicolor hiciera movimientos un tanto bruscos que lo llevaron a terminar cayéndose de la cama.

[···]

—Yo no lo recuerdo así.

Kai negó de inmediato a las palabras de Rei. Procuraba mantenerse sereno, pero cierto bochorno estaba a punto de asomarse en sus mejillas.

—Creí que no lo recordabas.

Rei se cruzó de brazos, sonriendo triunfante al ver el atractivo rostro de su novio demostrando cierta conmoción tras haberse descubierto él solo.

—No lo recuerdo por completo —se excusó en cuanto reaccionó—. Y definitivamente no lo recuerdo así.

—Sí, claro —contestó, divertido e incrédulo por igual—. Terminaste con un moretón en el brazo por caerte de la cama.

—No es verdad.

—¿Me harás ir a pedir confirmación a los chicos? Max, Tyson y Kenny seguro lo recuerdan, porque Tyson incluso te preguntó qué te había ocurrido.

Pocas ocasiones, Kai había querido que la tierra se lo tragase, y una de ellas había sido esa noche. Otra era esa incómoda conversación que estaba haciendo tan feliz a su malicioso novio, quien estaba, notablemente, gozando de verlo avergonzado.

—Duérmete ya.

Tomó una almohada y se la lanzó al rostro, yéndose al cuarto de baño para tomar una ducha, pero ni siquiera así pudo dejar de oír las risas de Rei.

Maldijo, por millonésima vez, la tonta reacción que tuvo ante el abrazo de Rei aquella noche. Nunca podría olvidarlo, su novio no se lo permitiría y mucho menos si estaban en la misma habitación de hotel en donde eso ocurrió.

Notas finales:

·

·

·

Notas de Autora:

¡Les agradezco mucho a todos quienes leen! No importa si andan en modo fantasma, sepan que agradezco sus lecturas. Ojalá un día se animen a decirme qué les parece este FluffTober ;)

Por ahora es todo. Próxima actualización dentro de unas semanas.

Saludos~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).