Segunda parte
Capítulo 1
Miércoles, 01 noviembre 2017
- ¿Quieres casarte conmigo? - Se arrodillo un hombre de tez morena.
-Yo... Acepto- Se abalanzo el rubio sobre el otro con una gran sonrisa de pura felicidad. Le amaba tanto, como no aceptarlo.
El de otro hombre le recibió entre sus brazos.
- Y pensar que el día que nos conocimos decías que nunca saldrías con alguien como yo- Río ante el recuerdo.
Y como olvidarlo pensaba el rubio, de tan solo recordarlo le daba cierta gracia.
Era un día de febrero del año 2012, su padre le exigía conocer al hijo del mejor abogado del país con el cual quería tener una relación de negocios y por muchas escusas que quiso poner nunca podía ir contra las órdenes de su padre.
-Dracule Mihawk este es mi hijo Vinsmoke Sanji- Presento el hombre de largo cabello rubio.
-Un placer- Estrecho la mano del menor de los Vinsmoke- mi hijo- Presento al joven al lado suyo- Roronoa Zoro-
Zoro más tarde le explicaría que no poseían el mismo apellido porque en realidad era sobrino del de ojos miel, pero cuando su madre (la hermana de Mihawk) y su papá murieron este se hizo cargo de él junto a su pequeña hermana Perona.
Ambos jóvenes hicieron una inclinación de cabeza en modo de saludo.
-Con respecto a nuestros asuntos- Inicio la conversación el rubio. Esto con la intención de dejar a los jóvenes solos, sólo esperaba que su hijo obedeciera y entablara una productiva "amistad" con el joven Roronoa.
-Podemos hablar en mi despacho- Le guio el de ojos dorados.
Los adultos se dirigieron al despacho dejando a ambos jóvenes solos. No sin antes el padre del rubio mirarle en modo de advertencia.
El moreno estaba por hablar.
-Ni lo intentes marimo- Fueron las primeras palabras que le dirigió el rubio al otro- Primero muerto antes que con alguien como tú- Quiso dejar en claro su nulo interés en tener una relación con el contrario. Luego se dirigió a la primera ventana que vio con el fin de pasar el resto del tiempo viendo el paisaje.
- ¿Y quién dice que quiero algo con un cejillas como tú? - Se defendió- Además me llamó Zoro no marimo. - Aquel sujeto le estaba enfadando con su actitud arrogante.
- ¿Qué otra cosa querría alguien como tú? - Le dirigió una rápida mirada. Obviamente el contrario era del típico hombre que cree que puede tener a todos babeando a su alrededor solo por su simple presencia, eso era lo que pensaba el rubio.
- ¿Ser educado tal vez? No te creas la gran cosa princesa- Listo, no lo toleraba. El rubio se creía que su belleza era lo suficientemente grande como para que el actuara como un bruto y se le lanzara encima. No sabía con qué tipo de personas estaba acostumbrado a interactuar, pero el definitivamente no era así.
- A mí me respetas alga- Le miro desafiante. Nunca más dejaría que alguien le pusiera apodos suficientes había sufrido quedándose callado frente a sus hermanos por tantos años como para que ahora un completo desconocido le viniera a llamar como él quisiese.
-Si claro. Bueno nos vemos- Pensó lo dicho y lo rectifico- Hasta nunca- Era mejor dejar en claro que no toleraba su presencia y que esperaba mejor no volver a verlo. Se dirigió a la puerta para retirarse.
-Lamentablemente eso no podrá ser- Dijo con cierto pesar, el sujeto no le agradaba, pero sabía que lo volvería a ver, su padre estaba empecinado con el más que con cualquier otro. Encendió un cigarrillo y antes de que el moreno le reclamase explicación alguna, contesto- Para mí desgracia conozco perfectamente a mi padre, y sé que esta no será la última vez que me obligue el estar contigo- Dio una calada a su cigarrillo.
-Lastima por ti. Pero yo no pienso aguantar tus arranques de niña consentida. - Le importaba un carajo si el padre del otro tenía planes.
-Me interesa muy poco lo que quieras, no estoy pidiendo tu permiso, nos veremos hasta que mi padre se canse como lo ha hecho antes. Así que te aguantas- Termino su cigarro, ignorando el insulto hacia su presencia.
El practicante de abogado suspiro derrotado, bien podría ignorarlo, alejarlo e inclusive sacarlo de su casa, pero no estaba de ánimos, había tenido un día difícil en la oficina, y al ser sacado por su padre por asuntos "importantes" le acumularía más trabajo.
-Con una condición, no interfieras en mis asuntos- Se sentó en el primer lugar que encontró.
- ¡Oh! Me sorprende que un alga como tu tenga "asuntos" que resolver- Sonrió burlón.
-No me jodas cejillas. - Estaba a poco de perder la poca paciencia que le quedaba.
-Ya, ya, está bien- Apago su cigarro, y con total desinterés le dio una mirada más exhaustiva.
Aceptaba que el musgo andante no estaba mal, pero eso no quería decir que quisiese relacionarse con él, por mucho que le doliera admitirlo aún recordaba a Law, y todo lo que implicaba su relación con él- ¿Qué quieres hacer por la ultima hora que nos dejaran solos?
El moreno le miro con total incredulidad, como podía estar tan cooperante ahora.
-En realidad no me interesa, decide tú. - Si fuera por el no estaría en ese momento perdiendo su tiempo con ese rubio bipolar.
El rubio se la pensó, tenía que ser algo que le divirtiera y aprobado por su padre.
- ¿Solo conversemos te parece? - El peliverde alzo sus hombros en total aceptación y desinterés- ¿En qué trabajas?
-Con Mihawk en su despacho.
- ¿Llamas a tu padre por su nombre?
-En realidad no es mi padre, es mi tío.
-Pero vives con él- Pensó en voz alta- Y te llamo su hijo
-Es una larga historia en realidad, tal vez algún día te la cuente. Pero se puede decir que es como un padre para mí.
-Entiendo.
- ¿Y tú en que trabajas? - Fue el turno del de cabello verde en preguntar.
-Estoy en mi último año de administración de empresas, pero también estudio para ser un gran cocinero- Esa fue una de las condiciones que le impuso a su padre, el haría todo lo que se le ordenara, pero estudiaría lo que más amaba en el mundo.
-Supongo que administraras tu propio restaurante cuando lo tengas- Sonrió.
-Ayuda sí, pero en realidad eso se lo dejare a Nami-san, ella es mejor en ello que yo. Además, con la ayuda de Vivi-chan la cual es contadora todo será mucho más fácil.
-Veo que ya lo tienes todo planeado.
-Son mis amigas desde hace mucho tiempo y aunque Vivi-chan no tiene la necesidad de trabajar, quiere hacerlo, aunque será a larga distancia, es muy buena en ello así que no tengo en que preocuparme.
-Son buenas amigas.
-Las mejores- Sonrió- Tal vez algún día te las presente, aunque antes debo de conocer que no seas alguna alga depravada que se quiera aprovechar de mis hermosas damas.
-Esa no es mi área
- ¿Eres gay?
- ¿Me acusaste de intentar coquetearte y ni siquiera estabas seguro de si era gay o no? - El rubio se sonrojo- En realidad soy bisexual pero no estoy interesado en las relaciones amorosas en el momento, y no soy ningún aprovechado.
-Así que si ibas a coquetearme.
-Que parte de no interesado no entendiste, es que acaso tanto fumar te ahumó el cerebro.
-Ahora si no te la perdono alga andante. - Admitía que el contrario tenía algo que le hacía enojar con facilidad.
Ambos jóvenes se enfrascaron en una pequeña pelea de puños y patadas a lo cual fue subiendo de nivel y terminaron rompiendo una mesa.
- Pero ¿qué está pasando aquí? - Pregunto furioso Judge.
-Yo...- Dijo con nerviosismo su hijo.
-Fue mi culpa- Interrumpió el mayor de los jóvenes- Le pedí practicar conmigo una técnica y se nos fue de las manos.
Al escuchar la excusa (porque por supuesto que sabía era una excusa) Mihawk arqueo una ceja, Roronoa no era de los que practicasen con cualquiera y menos le pediría a un desconocido tal cosa, si a el que era su tío el moreno pocas veces pidió su consejo no comprendía como habían llegado a eso.
-Está bien, lamento lo sucedido- Se disculpó el rubio con el de cabellos negros.
-No tiene por qué disculparse, en todo caso fue mi hijo el que inicio todo. Por el momento dejemos nuestra reunión hasta aquí, en otro momento podremos continuar con nuestros negocios.
-Ese día termine castigado por causar alboroto en tu casa- Rio con gracia el rubio- luego termine visitándote una vez por semana.
-Y pensar que terminaría enamorado del princeso- Se burló del insulto que le había dedicado a su pareja ese primer día.
-Nadie espero esto- Toco el cabello de su pareja el cual había terminado acostado en sus piernas después de tan maravillosa propuesta, y no porque fuera romántica o algo por el estilo, sino porque para ellos eso era lo único que necesitaban, el estar juntos- Yo menos que nadie, pero amo cada momento que he estado contigo.
-Estamos muy románticos hoy, eh- Le pico burlón el de cabellos verdes.
-Lo dice el que me está proponiendo matrimonio en la misma fecha en que nos hicimos novios- Le devolvió para luego agacharse para besarlo- Alga insensible, uno queriendo ser romántico, pero parece que en lo único que has crecido es en esos músculos que tienes.
-Buscas pelea verdad, porque si es así te demostrare lo que estos músculos con capaces de hacer- Se levantó, no lo admitiría, pero deseo no haberlo hecho, se sentía tan cómodo en las piernas del rubio.
Pero antes que cualquiera de los dos hiciera movimiento alguno los amigos de ambos entraron a la habitación.
-Felicidades- Grito la única integrante del grupo que poseía un hermoso cabello anaranjado. Mientras Luffy se lanzaba a ambos jóvenes abrazándolos con emoción
-Chicos, les deseo lo mejor- Dijo el menor para luego soltarlos y mirar con cierta anticipación a la comida que Kaya traía entre sus manos, cosa que Vivi vio por lo que lo sostuvo de su camisa.
- Pero ¿cómo lo supieron? - Pregunto el abogado.
-No fue difícil- Respondió la chica, restándole importancia- No es como que tú seas muy bueno para hacer las cosas y pasar desapercibido, pero no te preocupes creo que Sanji ni lo noto- Ese comentario hizo reír a la mayor de las mujeres, una chica de cabello negro azulado llamada Robín.
-Hermano he de admitir que nunca ha sido tu punto fuerte- Comento un hombre alto de cabello celeste el cual se encontraba abrazado de la mujer antes mencionada.
-SANJIIIII- Se le lanzo encima el mejor amigo de este mientras lloraba a moco tendido- Y pensar que hasta hace poco eras un niño que necesitaba del gran Usopp-sama... crecen tan rápido- Volteo a ver a la administradora.
-Es verdad- Le siguió el juego simulando que se limpiaba una lágrima imaginaria- Pero no es momento de llorar, hay que celebrar que este par de idiotas se nos casan- Dijo mientras mostraba una botella de sake.
-Que vivan los novios- Grito todo el grupo a la vez. Haciendo reír a la pareja.
Nada podía arruinar esa felicidad pensaron ambos.
Lástima que el futuro tenía planeado algo diferente.