Capítulo 9
Lunes, 12 de febrero 2018
Estaba metido en un gran lio, él no era malo en las peleas siempre que alguien buscaba meterse con él no tenía miedo de darle una lección a cualquiera que se le pusiera enfrente, gran parte de ello era influencia de Doflamingo pero en esta ocasión en la que se veía rodeado por esos cuatro hombres que se habían quedado después de aquella “agradable” charla con el padre de aquel rubio que es su más grande deseo, sabía que estaba metido en un gran problema del cual sería muy difícil escapar, después de todas las investigaciones que realizo podía estar seguro que ese hombre no era una santa paloma y el que estuviera realizando esas acciones se lo confirmaba.
Minutos antes.
Sanji y Law se habían encontrado en aquel restaurante para una de sus ya habituales cenas, el ambiente había sido maravilloso, el medico había podido tener un acercamiento corporal con el rubio, no quería asustarlo por lo que decidió no apresurar las cosas e ir lento con él. Pero le era imposible no tomarle o acariciarle las manos en cuanto tenía la oportunidad. En algunas oportunidades le coqueteaba para que el contrario captara sus intenciones. Se despidió con un beso en la mejía y aunque había insistido en acompañarle a su hogar con la intención de entrar en aquel terreno hasta el momento desconocido para él, el contrario se negó aludiendo que ya era muy noche y era mejor que cada uno volviera a su hogar.
Lo que menos se esperó al cruzar la calle fue el ser empujado a un callejón cercano, golpeado y lanzado al suelo sin reparo alguno.
Al levantar la mirada con toda la intención de reclamar y tal vez lanzarse a golpes contra aquella persona se topó con la no agradable sorpresa de ver a aquel hombre con el que nunca se había encontrado antes, aquel que fue el responsable de su rompimiento con Sanji hace ya tantos años atrás.
-Así que tú eres la rata que ha estado merodeando tras Sanji- Hablo con todo el desprecio y repudio que pudo el rubio.
-Vinsmoke Judge- Logro decir Trafalgar al salir de su estupor- ¿Se puede saber qué diablos le sucede? No puede venir y golpear a las personas cuando usted quiera- Reclamo con enojo, no creía agradarle a su futuro “suegro” pero pensó que podría llegar a dejarle una buena impresión, no era por presumir, pero era uno de los mejores en su rama.
-Sucede que quieres arruinar todos mis planes con tu insignificante presencia- Y sin reparo alguno le dirigió una rápida mirada de pies a cabeza- Sanji no te necesita en su vida, te advierto que si no te alejas de él una golpiza no será lo más grave que te suceda. - Le amenazo.
-Sanji-ya es el único que puede decidir si quiere o no que yo me aleje de él, usted no tiene ningún derecho, el ya no es un joven al que pueda manipular a su antojo, es un hombre que puede tomar sus decisiones y yo ya no soy aquel torpe chico que se rendirá tan fácilmente, estoy dispuesto a luchar por él le guste o no a usted. - Se levantó del suelo dispuesto a decirle enfrentarse a aquel hombre que le doblaba en altura y tamaño- Quiero tener algo con él y sé que él no me es indiferente.
-Así que no lo sabes eh- Dijo con burla- Sanji está a punto de casarse niño- Al ver la cara de desconcierto en el contrario supo que encontró su carta ganadora- Él ya es feliz con una persona que le puede dar la vida que tú nunca le podrías dar. Ríndete eso nunca pasara.
-Es mentira- Grito- Y de ser verdad es muy probable que usted le esté obligando y él en verdad no quiera a esa persona, por eso usted tiene miedo de que yo me acerque a Sanji- No mentiría, se encontraba furioso tras aquella revelación. No podía concebir la idea del rubio casándose con otra persona- Pero me importa muy poco lo que usted quiera para él, yo sé que lo podría hacer feliz.
-Te lo advierto aléjate de Sanji sino quieres que algo extremadamente malo te suceda- Volteo a ver a sus hombres e hizo un asentimiento de cabeza, sus hombres comprendieron el significado de la señal y se acercaron al médico mientras Judge se alejaba tranquilamente del lugar, confiaba en que el otro se alejaría de su hijo y de no ser así él tenía sus métodos para lograrlo.
Volviendo al principio.
Aunque intentaba defenderse con todas sus fuerzas y lanzaba puñetazos que sabía le causaban dolor a los cuatro sujetos, pero la cantidad de personas y que estos estuvieran entrenados en la lucha cuerpo a cuerpo no le dejaba muchas probabilidades de ganar, pero no se dejaría vencer sin antes no romperle unos cuantos huesos o la nariz a alguno o a todos esos desgraciados.
Uno de ellos le dio un puñetazo en uno de sus costados haciendo que se inclinara del dolor, cuando pensó que posiblemente al día siguiente tendría que ir al hospital, pero no a trabajar vio como uno de los tipos caía frente a él.
Levanto la mirada y solo pudo atinar a sorprenderse al ver aquellos rojizos cabellos, ahí se encontraba Eustass Kid dándole una paliza a cuatro matones.
Kid había salido de su hogar, la comida estaba comenzando a escasear y se estaba quedando sin licor, aunque hubiera preferido quedarse en su casa decidió salir a conseguir las provisiones para unos cuantos días más. Quería ahogar todo el dolor que sentía y luego volvería a su vida normal, o eso es lo que se decía cada que le tocaba salir de su hogar. Ya llevaba mucho tiempo en aquel bucle, pero sentía que el tiempo no pasaba desde que su exesposo había salido de su hogar. Lo extrañaba tanto, pero a la vez lo maldecía por haberlo convertido en eso que ya no reconoce como el mismo.
Aun con todo el licor en su torrente sanguíneo pudo distinguir al dueño de su dolor siendo golpeado en aquel callejón, aquello le hizo hervir la sangre. A grandes pasos y sintiéndose un poco más orientado se dirigió a aquellos sujetos y lanzo el primer golpe, hacia un tiempo que ya no luchaba de aquella manera y mentiría si no dijera que lo estaba disfrutando, pudo descargar todo su enojo y dolor en esas personas que tuvieron la desdicha de ser vistos por él en aquella situación.
El de cabellos oscuros solo pudo contemplar como la sangre comenzaba a llenar el lugar, el pelirrojo como si no fuera la gran cosa se sacudió para luego de dirigirle una simple mirada que el interpretaba como repudio, lo vio marcharse del lugar dejándolo sorprendido y herido.
Avergonzado no trato de detenerlo, ni siquiera pudo dirigirle palabras de agradecimiento; y aunque quiso correr detrás de él y acercársele no pudo hacer nada más que agachar la mirada. Con un fuerte rencor y vergüenza solo pudo pensar que eso era la guerra, ahora sí o si Sanji seria suyo.
Por otro lado, aquella improvista situación causo un gran impacto en Kid, vio a su esposo derrotado como nunca lo había visto en su vida, una parte de sí mismo quería correr a su lado y socorrerlo, acariciar su rostro manchado de sangre y decirle que todo estaría bien; pero por otra parte el rencor le pedía a gritos terminar el trabajo de aquellos sujetos, descargando la furia y el dolor que sentía en ese hombre que amaba. Pero verlo así tan vulnerable le hizo darse cuenta él no se encontraba en mejores condiciones. Así que tomo aquella decisión que había postergado por ya mucho tiempo, ya no habría más lamento en su vida.
Después de aquella noche el mecánico no volvió a tomar ninguna bebida alcohólica.
Al mismo tiempo
-Necesito hablar contigo- Escucho al otro lado de la línea.
-Que sucede padre- Respondió Sanji sorprendido por aquella llamada.
-Necesito que nos veamos en persona, estaré en tu oficina en unos minutos.
-Está bien- Colgó la llamada luego de responder, mentiría si no dijera que aun con todo y su edad su padre aun lograba ponerlo nervioso- Nami-san- Llamo a su gran amiga después al salir de la cocina y dejar a cargo a uno de sus mejores hombres- Mi padre llegara dentro de poco así que estaré en la oficina, si necesitas algo llámame o infórmale a Tristán-san.
-Claro, si necesitas ayuda me avisas Sanji-kun- Aunque su relación con su padre había mejorado bastante con el pasar de los años, aun existían ocasiones que intentaba controlarlo.
-Por supuesto mi bella dama.
No tuvo que esperar mucho, a como su padre lo había dicho en unos minutos se encontraba en su restaurante.
-Buenas tardes, padre- Saludo cordialmente a su progenitor.
-Sanji- Saludo al entrar, una vez que verifico que efectivamente se encontraran solos procedió a hablar de lo que le importaba- ¿Aun recuerdas que eres un hombre comprometido?
-Por supuesto padre, no entiendo a qué viene la pregunta- Respondió con total confusión.
-Pregunto porque no entiendo por qué un hombre que se encuentra comprometido se encuentra tonteando con otro. - Le miró fijamente retándolo a que intentara negarlo.
-Yo no… Yo no estoy tonteando padre, él es solo un amigo. Él y yo no tenemos una relación semejante- Intento aclarar, él no quería tener problemas por una pequeña confusión de parte de su padre.
-Estas fotos me dicen lo contrario Sanji- Con enojo lanzo unas fotos que estaba de más decir que se miraban comprometedoras, en ellas se encontraba el rubio junto al doctor, y aunque en la mayoría se les podía ver comiendo a gusto había unas cuantas que se les miraba demasiado unidos, tomados de las manos, con la mano de Law rodeando la cintura de Sanji, las miradas de ambos se podían malinterpretar totalmente. Antes de que el rubio preguntara nada el respondió- Estas fotos fueron interceptada, iban a ser publicadas en una revista de farándula. Para bien o para mal sabes que eres una figura pública al igual que Roronoa, por lo tanto, tu compromiso con él es conocido. Si estas fotos salieran al público tu reputación, así como el de la familia seria manchada. Sin mencionar las represalias que tomaría Dracule contra nosotros. - Dracule Mihawk era conocido por ser despiadado con quienes se metían con su familia, y aunque Sanji ya era considerado parte de la familia Dracule nunca permitiría que le hiciera algo así a su hijo.
-Pero esto es un malentendido, es verdad que parece que tenemos algo, pero nosotros no somos nada más que amigos- Intento aclarar con vehemencia.
-Eres un poco ingenuo para algunas cosas, el no piensa lo mismo de ti. Si no quieres que tu compromiso se arruine aléjate de ese hombre- Contrario a hace muchos años atrás, Judge no se sentía exaltado, con la recuperación de su esposa se había ablandado un poco. En esta ocasión no estaba amenazando por muy duras que sonaran sus palabras o su forma de actuar, esta vez estaba aconsejando a su hijo, aunque la relación con Roronoa al principio fue planeada por él admitía que su hijo era feliz y su esposa lo adoraba, no permitiría que alguien hiciera algo para dañar esa tranquilidad que había en su familia.
-Yo hablare con él y las cosas se aclararán. - No quería volver a perder contacto con Law, sentía que la situación se repetía.
-Sanji aléjate de él- Esta vez sí utilizo un tono de voz más fuerte, no comprendía porque el rubio era tan terco. Acaso no comprendía que podía perder todo solo por un capricho pensó con algo de enojo Judge.
-Yo…- No pudo replicar, estaba confundido. El nunca vio o nunca quiso ver su reciente relación con Law como algo que no fuera estrictamente amistoso, pero debía de admitir que aquellas imágenes que aún se encontraban sobre su escritorio le hacían dudar de lo que había estado viviendo y sintiendo todo este tiempo.
Al no escuchar nada por parte del menor el mayor decidió terminar la conversación y retirarse, su esposa lo esperaba.