En este único momento, he tomado una decisión y no lo hago por mis padres, no lo hago por complacer a alguien más, lo hago por mí, lo hago por este amor que siento por él. No es la persona con la que haya pensado estar el resto de mi vida, ni siquiera comprendo como pude escogerlo a él de entre todas las personas de este mundo, a alguien con el cual peleo más que con cualquier otro, la persona que siempre pensé era un idiota (sigo pensando), una persona que no teme lo que digan los demás y no le importa arrastrarme con él en los escándalos que causa, una persona que no teme amarme sin importar mis errores, lo escogí a él porque me ha enseñado cosas del amor que desconocía, como que el amor no necesita ser perfecto para ser duradero, que el amor puede venir en cualquier momento y de cualquier forma. Si esa persona te ama estará contigo en tus mejores y peores momentos.
Y es que, aunque ame mucho a Law debo de aceptar que esa relación ya no existe, ahora solo queda un espejismo de los sentimientos que tenía por él. Admito que volver a verlo me confundió, no tenía idea de qué hacer con esos sentimientos que estaba sintiendo volver a surgir. Pero ya es momento de dejarlos partir, debo de dejar atrás lo que me ata a un pasado que no fue. Y aceptar que la persona que realmente amo y por la cual daría cualquier cosa, está esperándome en el altar. Esperando una respuesta a algo de lo que nunca debí dudar que son mis sentimientos por él, porque yo Vinsmoke Sanji elijo a Roronoa Zoro de entre todas las personas de este mundo.
Y decidido caminé hacia el altar y al verle ahí con una mirada perdida que fue reemplazada por esperanza al instante en que me vio, supe que había tomado la decisión correcta. Porque con esa simple mirada mi corazón latió deprisa y no pude más que contestarle con una sonrisa mientras lágrimas de alegría recorrían mi rostro. Porque después de todo solo él podía hacerme sentir así. Había encontrado mi hogar.
Y esa es la historia de cómo tuve que elegir entre mis padres o el amor, cuando era joven escogí a mis padres ahora elijo al amor sin temor a nada ni a nadie, no sé qué hubiera sucedido si antes hubiera elegido a Law, pero no me arrepiento y aunque para ustedes este sea el final de mi historia, para mi es el inicio de algo más grande; de una aventura junto a mi esposo, la persona que amo y que me ama, no sé si será para siempre, no sé qué cosas enfrentemos en el futuro, pero lo que si se es que en estos momentos soy feliz a su lado y con eso me basta.
Porque una boda no es el final feliz de esta historia. El final feliz es superar todos los obstáculos que se nos presenten en el futuro. El final feliz es mantenernos juntos y respetarnos mutuamente, aunque haya situaciones que nos superen. Porque una boda apenas es el inicio de un nuevo capítulo en mi vida, uno que estoy dispuesto a compartir con mi musgo. Con ese ser que me enseño que el amor puede venir de muchas formas en momentos inesperados.
-Perdona la tardanza- Le sonrió al que desde ese día seria su esposo.
-No tengo nada que perdonar- Le tomo la mano para luego besarla en cuanto lo sintió cerca, sintiendo que si lo soltaba todo se desvanecería- ¿Eso significa que me eliges?
-Una y mil veces más, por eso estoy aquí.
Law
Debía de admitir que, aunque había soñado con ese momento hace muchos años atrás el estarlo viviendo se sentía muy diferente, siempre pensó que se sentiría orgulloso por haberlo logrado, que lo tomaría entre sus brazos y le daría todo aquel amor que se les había negado tener hacía muchos años atrás, que se sentiría completo y que la vida le sonreiría otra vez como cuando lo tenía a su lado. Pero no es que no se sintiera feliz, es que sentía duda, en este punto del camino y después de todo lo sucedido sintió duda, dudaba porque también tuvo momentos felices junto a una persona a la que le había dicho un adiós incompleto, una persona que dio mucho de sí y con la que compartió una parte de el mismo pero que solo por un tiempo se dejó llevar y pensó que podía tener una vida junto a él y sería feliz. Pero aquella ilusión de tener lo que se le había negado le hizo llegar hasta este momento y por favor que él siempre lo quiso, él siempre quiso esto, pero otra vez al igual que cuando le dijo al pelirrojo sobre querer luchar por el rubio otra vez dudaba, pero no podía dar marcha atrás, ya le había confesado aquellos sentimientos que había guardado desde que terminaron en aquel parque, aquel día donde su mundo se volvió gris, un gris que por un tiempo estuvo manchado por un brillante color rojo pero con aquel encuentro ese color gris no fue manchado sino que se quebró y mostro aquel color amarillo que había sido cubierto por tanto tiempo. Ahora rojo y amarillo luchaban por permanecer en ese mundo que intentaba volver a bañarse de colores, pero había hecho una elección. ¿Se encontraba seguro de lo que estaba haciendo? La respuesta era no ¿Creía que era lo correcto? En realidad, no lo sabía, creía tener sentimientos por ambos.
Aun y con todas las inseguridades tomo la maleta y se dirigió al punto de encuentro, el tiempo le diría si lo que estaba haciendo era la mayor locura y si esta le traería felicidad.
-No vendrá. - Se acercó Eustass hasta donde estaba Trafalgar, lo había visto apoyado en aquel poste mientras el corría pensando que lo había perdido, pero al ver aquella mirada abatida se dio cuenta que aún tenía una oportunidad y aunque aquello le dio esperanzas también le dolió porque sabía que hasta el final él no había hecho nada.
- ¿Y cómo lo sabes? – Law pregunto con molestia porque sabía que era verdad, sabia que Sanji había tomado una decisión, y él no era parte del futuro que esa decisión conllevaba.
-Porque sé que tú lo sabes- Le miro con cierto tinte de tristeza, porque era la primera vez que ambos sentían tristeza por el mismo suceso, pero por motivos diferentes.
-Cállate. - Se sentía molesto, triste y avergonzado por creer que tendría una oportunidad con Sanji y esperar a que el apareciera. Pero a la vez quería llorar porque pensó que nunca volvería a ver o hablar con aquella persona que tenía al lado y el alivio que sintió al verlo acercarse sin rencor hacia su persona le hacía sentir menos digno de su presencia.
-Hemos compartido ya muchos años juntos- Dijo de pronto- Creo que conozco lo suficiente de ti, como para saber lo que sientes. Y aunque no conozco nada de él estoy seguro que tu sí… ya conoces su respuesta.
-No sabes nada de mí- Quiso negar lo obvio, no deseaba que él lo viera así.
-Si lo hago, conozco tu gusto por la calma, por ejemplo.
- Cosa que destruyes cada que apareces- Refuto aun manteniendo aquel tono de enojo.
- Pero también conozco tu odio por el pan, tu manera de dormir, como cada que vez que te acuestas te gusta leer una de tus amadas enciclopedias de medicina o el hecho de que nunca fui tu primer amor, pero si el único hombre al que le permitiste entrar por completo a tu vida, tu cuerpo y que calo en tu alma luego de aquella devastadora relación. Y sé que ambos cometimos errores que nos costaron nuestra relación.
- No te creas la gran cosa Eustass-ya - El que utilizara su característico sarcasmo ya era un gran avance.
- Sabes, hace unos años me hubiera reído para luego darte una paliza solo por decir eso, me creí ser lo mejor que el mundo podría ofrecer, pero cada maldito segundo a tu lado fue la mayor causa por la que me sentía el hombre con más suerte en este mundo, eso significa que por los últimos meses no he sido nada sin ti. - Y era la primera vez que le dirigía palabras como esas a su pareja, la primera vez que dejaba caer su orgullo, porque el moreno lo valía, valía cada maldito momento de su miseria.
- No creas que con eso puedes convencerme Eustass-ya.- Se sentía roto por dentro y muy confundido debía de admitir, no sabía si el dolor que sentía era a causa de haber sido plantado o culpa por escuchar todo lo que el pelirrojo sentía, pero por otra parte también sentía dolor porque si el pelirrojo sentía todo aquello entonces ¿por qué lo primero que hizo no fue luchar por él sino que se fue a buscar a otra persona? y por qué tenía que ser aquella odiosa mujer de cabello rosa con la que Kid sabía que tenía sus diferencias.
- Y no lo intento, eres malditamente frio ni que matara por ti te asombraría.
- ¿Y para que has venido entonces?
- Para ofrecerte sexo casual. Eso es lo mío.
- Estas demente- Miro a su ¿expareja? Como si le hubiese salido una segunda cabeza, pero a la vez quiso reír de lo incorregible que era el pelirrojo, él tenía todas las dudas del mundo y tantos sentimientos encontrados y Eustass con una simple frase pudo hacerlo sentir que no todo estaba perdido.
-No te arrepentirás o ¿la niña tiene miedo? - Le reto, en definitiva, ser romántico no era lo suyo, prefería conversaciones así.
- Tú eres el que tiene miedo de que le guste tener mi polla entre sus piernas- Le reto, sabía que Eustass odia esa idea, nunca en todos sus años de relación se lo había permitido por más que él se lo hubiera propuesto.
-Inténtalo- Le sonrió pícaro, si así podía salvar su matrimonio haría lo que fuera por seguir despertándose en las mañanas con ese hombre.
Y fue como la primera vez que se conocieron, con un moreno destrozado por un antiguo amor y un pelirrojo altanero que en esta ocasión buscaba reconciliación porque el tiempo pasaba, pero a veces volvemos a caer en los mismos errores. Pero este era un "error" que el pelirrojo estaba dispuesto a volver a cometer.
-Siempre seres mi más grande error- Susurro- Ven, vamos a casa Trafalgar- Le tomo la mano.
-Idiota- Susurro el de cabello oscuro, tomo aquella mano con fuerza, esperaba que el pelirrojo no se arrepintiera de su decisión de volver con él.
-Pero soy tu idiota y si tú me lo permites tú serás MI idiota- Sonrió.
Law nunca lo admitiría, pero extrañaba tener esas tontas pláticas con su pelirrojo.