Enero 2014
Estaba cansado de esa vida, se decía cada que se levantaba de la cama, ahora solo deseaba tener una vida pacifica, pero no podía abandonarla, nunca podría hacerlo, era parte de su vida y era lo que más amaba.
Con decisión dijo aquellas palabras en aquel gran escenario.
-Este será mi último concierto, los amo a todos- Y esa fue la última canción que toco en un escenario tan grande.
Pero como ya lo había mencionado no podía abandonarla, a ella no.
Pasaron los días desde aquella función y mientras vagaba por aquellas tranquilas calles, buscando un lugar para ella y también un lugar para él.
Vio un pequeño rotulo All blue era lo que decía, por lo que miraba no tenía mucho de haber sido inaugurado.
Él ya era un hombre mayor, no necesitaba dinero, ya había vivido lo que tenía que vivir, solo necesitaba un lugar donde pudieran volver a estar juntos.
Abrió la puerta y mira a un joven rubio y una chica pelinaranja, eran las únicas dos personas en aquel establecimiento.
-Pase, tome asiento- Le alentó el joven.
Abrir aquella puerta fue la mejor decisión de su vida, pensó que ya no había nada más para él, pero que equivocado que estaba. No solo encontró un lugar para volver a estar junto a ella, su amada música la que nunca pudo ni podría soltar, la que lo llevo a la fama, misma fama que lo agobio.
Pero ahora no solo eran ellos dos, ahora eran muchos más los que la amaban y disfrutaban igual que él, ahora había más personas que compartían ese sentimiento apasionado de amar hacer algo en especial, ya sea proteger, cocinar, construir, viajar, descubrir, conocer el mundo, el dinero o la música. Todos amaban hacer algo y el pertenecía a ese grupo, los mugiwaras.
Brook x2
Enero 2014
Estaba cansado de esa vida, se decía cada que se levantaba de la cama, ahora solo deseaba tener una vida pacifica, pero no podía abandonarla, nunca podría hacerlo, era parte de su vida y era lo que más amaba.
Con decisión dijo aquellas palabras en aquel gran escenario.
-Este será mi último concierto, los amo a todos- Y esa fue la última canción que toco en un escenario tan grande.
Pero como ya lo había mencionado no podía abandonarla, a ella no.
Pasaron los días desde aquella función y mientras vagaba por aquellas tranquilas calles, buscando un lugar para ella y también un lugar para él.
Vio un pequeño rotulo All blue era lo que decía, por lo que miraba no tenía mucho de haber sido inaugurado.
Él ya era un hombre mayor, no necesitaba dinero, ya había vivido lo que tenía que vivir, solo necesitaba un lugar donde pudieran volver a estar juntos.
Abrió la puerta y mira a un joven rubio y una chica pelinaranja, eran las únicas dos personas en aquel establecimiento.
-Pase, tome asiento- Le alentó el joven.
Abrir aquella puerta fue la mejor decisión de su vida, pensó que ya no había nada más para él, pero que equivocado que estaba. No solo encontró un lugar para volver a estar junto a ella, su amada música la que nunca pudo ni podría soltar, la que lo llevo a la fama, misma fama que lo agobio.
Pero ahora no solo eran ellos dos, ahora eran muchos más los que la amaban y disfrutaban igual que él, ahora había más personas que compartían ese sentimiento apasionado de amar hacer algo en especial, ya sea proteger, cocinar, construir, viajar, descubrir, conocer el mundo, el dinero o la música. Todos amaban hacer algo y el pertenecía a ese grupo, los mugiwaras.