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Ohh Yess!! por ennygma

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Notas del capitulo:

BIENVENIDOS A MI VIDA


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- ¿Cuántas personas hay afuera padre?.‐ preguntó Jessica restregando sus ojos con fastidio.

- Ocho reporteros, incluyendo a Gómez... Quita esa cara.- Fernando palmeo ligeramente su espalda.- El avión y todos están listos para regresar a la ciudad después de esto.

- El problema será después de aterrizar.- Se frotó las cienes.- Si no hubiera sido por mi estupidez de olvidar a Gómez, esto no estaría pasando.

- Vamos hija anímate, ¿no era esto para lo que naciste?, recuerdo esos días donde te la pasabas diciéndonos "seré grande, seré famosa, seré una leyenda". Uno cosecha lo que siembra, aparte no estaría nada mal aprovecharse de esto y hacer propagandas para nuestros hoteles y casinos.- Fernando soltó una fuerte carcajada.

- Padre no vez las cosas con claridad, los casinos y hoteles estarán abarrotados sin tener que hacerles algún tipo de publicidad.

- ¿Con ocho reporteros hija?, estas exagerando. Saca esas ideas negativas de tu cabeza y anda. Bien dicen al mal paso hay que darle prisa.

Fernando ayudo a Jessica a levantarse de su lugar. Con pequeños empujoncitos guio a la morena a la salida del lugar.

- No digas que no te dije que esto es una pésima idea.- Jessica se colocó unas gafas oscuras, se pasó una mano por su perfecta cabellera negra y salió al pequeño pódium que habían preparado para ella.

Tal como lo había dicho Fernando, solo habían 7 reporteros locales y el señor Gómez quien había llegado con una televisora. A los ojos de los demás reporteros Gómez estaba exagerando, había recibido burlas y una amenaza por parte de su amigo el de la televisora, ya que este haría un reportaje en vivo para la cadena Beta once sobre algo de la población. Gómez lo había sonsacado diciéndole que se arriesgará con él, que no avisara a su televisora de que el reportaje sería sustituido por la rueda de prensa de Jessica, que sería algo grande, algo único, algo de lo que la gente hablaría. Serian los únicos en transmitirlo y como todo estaba planeado lo único que tenía que hacer es esperar el momento justo para comenzar con la transmisión y así ser ellos reconocidos mundialmente.

- Buenos días señores, señoritas.- Dio comienzo Jessica quien tenía a su lado a Jhon.- el motivo de esta rueda de prensa es aclarar los rumores que ya andan circulando. En primer lugar y lo más importante, no iba alcoholizada y tampoco fue un accidente..

- Graba este pedazo Mateo, nos va a servir más adelante.- Gómez indicó con mucha emoción.

- ¿A qué se refiere con que no fue un accidente ¿Podría ser usted más clara?.‐ pidió una de las reporteras.

- La verdad es que las grabaciones de ese momento sí existen y están bajo custodia. Sobre ese tema no puedo hablar mucho por que aún se esta llevando acabo la investigación. Lo único que puedo decirles es que fue un acto vil y con saña de personas que no están nada contentos conmigo.

- Suena a ajustes de cuentas señorita Hess.- dijo otro reportero.

- Si, se lo que parece. Sin embargo puedo llenarme la boca al decirles que el negocio familiar carece de asuntos ilegales. Mi abuelo fundó empresas Hess teniendo en meta eso. Mi padre como bien saben es un hombre audaz y muy correcto, cualquiera que haya tenido la dicha de trabajar a su lado puede asegurar eso. Empresas Hess no apoya y no contribuye con ninguna clase de delito, empresas Hess no tiene absolutamente nada que ver con mi accidente, por el momento es todo lo que puedo decir sobre eso. Más adelante conforme las autoridades hagan su trabajo se les podrá informar con claridad lo que sucedió.

- Señorita Hess en una conferencia anterior se nos informó que usted estaba al borde de la muerte, que el reconocido cirujano Jhon St. James había pasado por alto ciertos detalles los cuales agravaron su salud. ¿Es eso cierto?.

- Quiero agradecer a los paramédicos y a los doctores del hospital general de mi ciudad. Me auxiliaron como merecía y estoy segura de que si ellos me hubieran atendido por completo también estaría con vida. Los daños que recibí en aquel aparatoso accidente fueron minimizados gracias a las bolsas de aire y de la gran suerte que tengo. No tuve más que rasguños, un corte en la oreja, una costilla rota y daño abdominal. La orden de que me trasladaran hasta aquí siempre a sido mía. Confió plenamente en el doctor Jhon. Él a sido mi médico de cabecera desde siempre y siendo honesta, no quiero que nadie atienda mi salud más que él y su equipo. Sin embargo, si me hubieran atendido por completo en el hospital general los resultados hubieran sido los mismos.

En mi expediente medico no recalca que soy una mujer fumadora, ¿por qué?. Simplemente porque no quise, toda esa responsabilidad es mía. A causa de esto tuve una severa reacción a la anestesia y el resultado fue Hipertermia maligna que gracias a Dios el doctor Jhon logro descubrir a tiempo. Doctor.- Señalando con una mano el micrófono, Jessica se hizo a un lado para dejar que Jhon hablara.

- La hipertermia maligna es una enfermedad hereditaria que ocasiona una rápida elevación de la temperatura corporal y contracciones musculares intensas. Hay casos como en la señorita Hess que la hipertermia aparece por causa de ciertos reactivos con la anestesia. En este caso fue su relación con el tabaco del cuál el anestesista no estaba enterado y por lo tanto no tomó las medidas adecuadas.

- ¿Cómo fue que llegó con esa conclusión?

- Debo agradecer a mi esposa, quien es amiga de la señorita Hess desde jóvenes. Ella me recordó sobre el hábito y fue cuando inmediatamente comencé a investigar. Se le dio el tratamiento adecuado a la señorita Hess y ahora mismo ella puede seguir gozando de su vida tal y como era antes. Esta enfermedad sólo afecta cuando se esta bajo la anestesia por lo tanto en su expediente medido se ha recalcando esto para así evitar otro susto como el que acabamos de pasar.

- Ahora que tenemos aclarado la parte médica señorita Hess, ¿podría decirme sobre los rumores que la cantante Marianne a comenzado?

- Prepárate Mateo, avisa a tu cadena. Apenas ella pregunte si hay alguna pregunta más es cuando entraremos nosotros.- Mateo asintió con la cabeza desconfiando de lo que Gómez decía, estaba cien por ciento de que este día sería despedido.

- ¿Entonces usted está confesando ser el compositor Ghost?

- Así es, lo que Marianne dijo esa noche es verdad. Fui quien compuso algunas de las canciones de su último disco. Llevo componiendo canciones para varios artistas famosos y no tan famosos ya por varios años. Es un hobbie que me encanta, y el hecho de estar en el anonimato era obviamente por empresas Hess y el poder de mis apellidos. Sin embargo todo eso de estar en las sombras es cansado y por lo tanto aquí estoy siendo sincera con ustedes. Creo que con esto damos por terminado.- suspiro profundamente.- ¿Hay alguna pregunta más?.

- Señori..

- Buenos días señorita Hess.- se apresuró Gómez, interrumpiendo a la otra reportera.- mi nombre es Jared Gómez transmitiendo en vivo para la cadena Beta once. Usted acaba de de hablar sobre honestidad, teniendo eso en cuenta ¿puedo hacerle una pregunta?.

- Señor Gómez como olvidarlo.- dijo con sarcasmo.- adelante, pregunte lo que deseé.- sonrió falsamente.

- Su trabajo como compositor no es el único que a tenido en el medio musical, ¿cierto?.

- Esta usted en lo correcto señor Gómez.- Los demás reporteros comenzaron cuchicheos, Mateo solo acercó más la cámara sorprendido.

- Si no estoy mal, usted estuvo involucrada con un grupo musical; muy famoso e inolvidable. ¿Cierto?.

- De nuevo esta usted en lo correcto, aunque parece esto un interrogatorio criminal.‐ todos rieron.- Dígame ¿qué es exactamente lo que quiere saber?.

- ¿Es usted Jesse Eich la vocalista del grupo Ohh Yess!! también conocida con el sobrenombre de Wolf?

La sonrisa de Jessica frente a la cámara fue inigualable.

- Señor Gómez que buen ojo tiene usted.- dijo quitando sus gafas oscuras, mostrando ante la cámara sus perfectos e inigualables ojos azules.- Esto a sido todo por hoy.- paso una mano en su melena y se retiro del lugar dejando a todos con la boca abierta y a Gómez con el pecho hinchado.

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- Ya demoró muchísimo.- Oliver no dejaba de mover su pierna.

- Tenía que despedirse de Rose y de Jhon, tranquilízate.- Sofía usaba a prisa su móvil.

- ¿Ya han publicado algo Sof?

- Nada Shara, en ninguna de las redes sociales mencionan algo.

- ¿Y si aún están en la rueda de prensa?

- Eso es imposible Kate, Jessica se apega a los horarios, a los planes, a los instructivos.. etc.- Oliver comenzaba a jugar con su cabello desesperadamente.

- ¿y si las personas simplemente los han olvidado?

- No digas tonterías Alex.

- También paso ese pensamiento por mi mente Shara.- Oliver jalaba su cabello.

- ¡Hey! ¿por qué están tan tensos?

- ¿Qué paso Jessica? ¿por qué se demoraron?

- Pasamos a casa de Rose, saludé a los niños y eso nos atrasó.- sonrió.- ¿y mi madre?

- Esta hasta atrás en una de las recamaras, dijo que no quería que la pusiéramos más nerviosa.-

- Gracias Oliver, iré a verla.- Fernando los dejó solos.

-Damas y caballeros tomen sus asientos, estamos listos para despegar.- se oyó por los altavoces.

- Vamos chicos, aprovechen el descanso.- dijo burlonamente Jessica y tomó asiento junto a Kate.

- ¿Me extrañaste?.- depósito un tierno beso en la mejilla de Kate.

- Uhmm, más o menos.- sonrió.- ¿Qué tal estuvo?

- Tal como estaba planeado.- suspiró con pesar.

- ¿En verdad no querías hacerlo?

- Parte de mi quería hacerlo. Terminar de estarme cuidando, de maquillar mis tatuajes de usar las lentillas de contacto. Eso me tenía cansada, pero la otra parte de mi no quería. Quería estar a tu lado tranquila, poder pasear por donde fuera sin que nadie nos interrumpiera. Disfrutar nuestro noviazgo.

- ¿Tatuajes dijiste?.‐ Kate se mordió un labio.

- De todo lo que te dije ¿es lo único a lo que le pusiste atención?- preguntó Jessica burlonamente.

- ¿Cuales?, muéstrame.

- ¿Ahora?, tendría que quitarme la ropa.- la miró pícaramente.

- Iug... consigan un cuarto.

- Deja de escuchar conversaciones ajenas Alex.

- Estas frente de mi tonta.

Todos abrocharon sus cinturones y poco a poco sintieron como el avión comenzaba a agarrar velocidad. A los pocos instantes ya se encontraban en el aire.

- Vamos con Markos llegando, ¿qué dices Jessica?.

- Paso Alex... quedamos Oliver y yo vernos en casa de Martín. Los apoyaremos a él y a Kate con unos pendientes que tienen con la empresa. Luego pretendo llevar a Kate a su casa porque más tarde tengo unos pendientes con Oz.

- Trabajo, siempre trabajo. Vamos acabas de salir del hospital toma un respiro mujer.

- Por lo mismo, todo se me ha atrasado. Apoyaré a Martín y a Kate por que las cosas están raras en la empresa, el tiempo que estuvieron junto a mí también les afectó y aunque Martín visitó las instalaciones de Londres la verdad es que los resultados del corporativo son espantosos. A eso súmale lo que se viene por la rueda de prensa que acabo de dar.- se llevó las manos a las sienes.- quiero tener todo bajo control para poder darle tiempo de calidad a Kate.- dijo mientras miraba tiernamente a su pelirroja quien estaba con los ojos cerrados.

- ¿Entonces regresarás a trabajar en la empresa?

- No, Oliver y yo tenemos otros planes. Solo ayudaré a que Martín agarre su propio ritmo.- sintió como la cabeza de Kate se apoyaba con más fuerza en su hombro.

- Zanahoria se durmió.- se burló Mónica quien estaba sentada junto a Alex.

Jessica miró a verla tiernamente. La pelirroja dormía plácidamente y sus gafas se habían resbalado hasta la punta de su nariz.

Con cuidado Jessica las tomó.

- Si la llegas a lastimar te las verás conmigo.- Mónica agachó la mirada. No quería sonar amenazante con Jessica por que al igual que los demás ella se sentía intimidada ante la presencia de la pelinegra. Pero es algo que tenía que hacer como una de las mejores amigas de la chica pelirroja.

- La cuidaré y la respetare más de lo que imaginas.- sonrió Jessica mientras acariciaba el cabello de Kate.

Cruzo su brazo tras la cabeza de la pelirroja con cuidado, la acomodo en su pecho en el cual Kate como un gatito se refugió en el. Levemente la pelinegra inclino esos lujosos asientos en una posición más agradable para que ambas descansarán cómodamente.

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Las carcajadas de Fernando se escuchaban en toda la limosina.

- Te dije hija jajajajjaa ocho reporteros en un lugar que no te conocen del todo no iban a lograr lo que te esperabas jajajajajaja.

Todos aguantaron el ser contagiados con esas emotivas carcajadas. Jessica estaba totalmente seria viendo como su padre se reía de ella en sus narices.

- Deja ya en paz a la niña Fernando.

- No madre, deja que siga riendo así. Tal vez sean las últimas carcajadas que dará en mucho tiempo.

- Prepárense para lo que se viene decías jajajajajaja deb.. deberías jajaja de dejarte de tonterías y ya volver a la empresa jajajaja.

- Ayudare a Martín para que todo vuelva a marchar bien en la empresa, en la junta con Hiro y que eso te sea suficiente padre.

- Empresas Hess es tu patrimonio, piénsalo bien jajajaja. Ya, ya, mejor dime dónde los dejara el chófer a cada uno.

Jessica bufó.- En casa de Martín déjanos a todos.- se cruzó de brazos.

Tras darle las indicaciones al chofer Fernando continuó la travesía con sus enormes carcajadas.

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- Toma otra cerveza Jessica y trata de relajarte.- Nervioso Martín le entregaba la bebida a la morena quien con el seño fruncido revisaba y revisaba el sin fin de documentos que Martín le había facilitado.

Los habían dejado a todos en casa de Martín, Shara y Héctor fueron los primeros en quitarse a prisa ya que tenían que pasar por el pequeño Ian y a Sofía la había ido a buscar su chófer.

Llevaban un par de horas en las cuales Oliver y Jessica revisaban los documentos mientras Martín explicaba cómo podía la situación en la que estaba la empresa.

Jessica suspiro recostándose en el sofá de Martín mientras bebía de su cerveza.

Observo a Martín por un segundo para luego mirar a Oliver de una manera en la que este entendió lo que ella estaba pensando.

- Dejare estoy por hoy, si continúo va a darme migraña.- bebió todo el contenido de su botella.- Mañana te explicaré en lo que te estás equivocando, creo que ahora mismo todos deberíamos descansar.

- Si, yo estoy que me muero por recostarme en mi amada cama.- Mónica estiro sus brazos por sobre su cabeza.- ¿te llevamos a casa Kate?

- No quiero que Kate haga mal tercio, yo la llevo a casa Mónica no te preocupes. Dejo a Oliver y me cercioro de que ella entre a casa.

- De hecho ¿qué es lo que está pasando entre ustedes dos?.- Con los ojos entrecerrados Cristin miraba acusatoriamente a Mónica.

- Esto....- Mónica estaba completamente nerviosa.

- Jessica ¿Cómo pretendes llevarlos? si tu auto creo se quedo estacionado en el parque desde el día del accidente.

- Excelente cambio de tema Alexander.- Jessica rió.- uno de mis guardias fue por el, hace como una hora que estacionado afuera - Volvió a reír parándose del sofá.- Tienes una hermosa casa Cristin, ¿me das una de tus tarjetas? Le hace falta un cambio a mi departamento.

- ¡Sii!.‐ Inmediatamente fue por una de sus tarjetas.

- Salvados por esta, esperó que para la próxima ya tengan una mutua respuesta y tu Alexito no dejare que juegues con una de las amigas de mi Kate.

- Toma Jessica, cuando quieras te muestro mi portafolio.- dijo Cristin emocionada e ignorando de lo que hablaban.

- Por supuesto Cristin, te llamaré en estos días.

- Gracias por todo, nosotros nos retiramos.

- ¡¡Oigan, Mónica no huyas!!.- Cristin fue ignorada.

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- Al fin en casa, sana y salva.

- Gracias por traerme.... ¿quieres pasar?.‐ la cara de Kate cambio drásticamente de color.

- Sip.- respondió quitada de la pena, apagando el motor y desabrochando el cinturón de seguridad.

Caminó a paso seguro a la puerta del copiloto, la cual abrió y ofreció su mano para ayudar a la pelirroja a bajar.

- Bajaré tu maleta, espera.

- Espera, tu costilla...- pero fue muy tarde. Kate miraba con que facilidad la pelinegra bajaba y cargaba su maleta con el brazo de su costado bueno.

Nerviosa introdujo la llave para abrir su casa, se perdió en sus pensamientos como era de costumbre mientras forcejeaba con el cerrojo.

Se sentía como una adolescente a punto de ser descubierta por sus padres llevando a alguien a escondidas a casa. Sabía lo que podría pasar estando ellas a solas, siendo ahora su novia y conociendo un poco de Jessica estaba segurísima de lo que la pelinegra se traía entre manos. Pero debía admitirlo, desde hace días sentía un deseo inigualable por la pelinegra; ansiaba con todas sus fuerzas tener ya esa intimidad que por azares del destino siempre era interrumpida.

Jessica la miraba a Kate con la cabeza ladeada, hace 10 segundos que le había quitado el seguro a la puerta pero no la abría. Sin duda alguna la pelirroja era una extraña especie de humano, siempre en las nubes.

- Si me llegaras a preguntar el por qué me fije en ti te diría una y mil veces que fue por esa cara extraña que pones al estar perdida en tus pensamientos.

Kate regresó a la tierra por la voz de Jessica dando un ligero brinco por el susto. Con la cara colorada, miró a ver a su morena quien le cerraba los ojos y le sonreía enormemente.

- Lo siento.- se mordió un labio juguetonamente.- no puedo evitar perderme en Katherilandia.

- No tienes porque disculparte acabo de decirte que eso es lo que me gusta de ti. La cara que acabas de poner es la misma que tenías el día que te conocí; por mi pierde te en Katherilandia las veces que quieras.- volvió a sonreírle.

Entraron a la casa de Kate y para sorpresa de la pelirroja la puerta que daba al patio estaba abierta.

- ¡Carajo!.‐ grito Kate dejando caer su bolso al piso.

Corrió como loca por toda la casa asegurándose que nada le hacía falta, fue escaleras arriba y tal como en la planta baja todo estaba en total orden. Suspiro llenando sus pulmones de paz más que de oxígeno.

- ¿Qué haces?.‐ preguntó al ver a su morena con el cabello recogido en una coleta alta y remangando las mangas de su camisa de seda rojo vino.

- Te ayudaré a limpiar este desastre, por la cantidad de hojas que se colaron por la puerta yo diría que son solo unas cuantas horas lo que lleva abierta tu casa.- se acercó a la puerta.- si, aquí está el problema el marco esta desgastado. Permíteme.- saco su móvil del bolsillo, Kate solo estaba atenta a lo que ella hacía.- Oz te acabo de mandar una ubicación, mándame al cerrajero por favor. Si... gracias.

- Estem.. gracias aunque no tenías por que hacerlo.- Kate estaba muerta de la pena.

- No agradezcas nada, me sentiría más tranquila sabiendo que estás segura en tu propia casa.- tomó la escoba entre sus manos.- te ayudaré a limpiar este desastre.

Entre las dos limpiaron la cocina y la sala de todas esas hojas, sacudían el polvo y levantaban las cosas que el travieso viento había hecho caer. Las risas y los jugueteos no pudieron faltar, Jessica no podía dejar pasar 5 minutos sin besar a su pelirroja, sin abrazarla, sin mirarla.

- Listo aquí no paso nada.- depósito sus manos en las caderas de Kate para acercarla a su cuerpo.

- Debí negarme al cerrajero si eso hacía que vinieras todos los días a levantar hojas y así verte derramar unas gotas de sudor.- cruzo sus brazos tras el cuello de la pelinegra y acercó su rostro al de ella.

- Puedo mostrarte otras actividades que me hacen sudar.- sin pensarlo Jessica la atrapó en un apasionado beso.

Beso que fue totalmente correspondido, beso que poco a poco comenzó a subir de tono. Las manos de Jessica bajaron hasta las nalgas de la pelirroja, las cuales apretó fuertemente.

La respuesta de Kate fue una leve mordida a los labios de Jessica, poco a poco el beso se volvió más desenfrenado y la pelinegra condujo a su pelirroja hasta la mesa donde sin pensarlo la apoyo en ella terminando así el beso y comenzando a atacar el cuello de su amada. Los suaves besos de Jessica por su cuello hicieron que Kate dejara escapar suaves gemidos.

La respiración de Jessica aumentaba y con ello aumentaban sus besos, sus pequeñas mordidas y sobre todo sus inquietas manos, las cuales ya estaban desabrochando los jeans de mezclilla azul de la pelirroja.

Unos golpes en la puerta hicieron que la pelirroja se asustará, por inercia empujó a Jessica haciendo que esta cayera al piso.

- Lo siento, lo siento.- se apresuraba a ayudar a Jessica a levantarse del piso.

- Y decías no tener fuerza.- la morena se sobaba el trasero.- debe ser el cerrajero.

- Le abriré la puerta, lo siento en verdad lo siento.- repetía mientras se acercaba a la puerta y se acomodaba la ropa.

- Buenas tardes señorita He..- el cerrajero quien era un hombre ya mayor y con clase se asombró al ver que no era Jessica quien le abría la puerta.

- Buenas tardes, ella está en la cocina. Pasé.

- Buenas tardes señor Alonso, como esta usted.- Jessica se secaba las manos y acomodaba las mangas de su camisa.

- Buenas tardes, muy bien señorita Jessica. Debo admitir que me sorprendió mucho su llamada para este lado de la ciudad.

- Si entiendo que este muy alejado, pero es una urgencia.- sonrió.- Le presento a la señorita Katherine West, mi novia.- su sonrisa se hizo más grande.

- Vaya... mucho gusto señorita West. Me atrevo a aconsejarle que si ya la atrapo no la deje ir. Ya era tiempo de que la señorita Hess sentara cabeza eso de andar de cama en cama muchas veces le dije que era una mala inversión de tiempo.

- Ohh.. vamos señor Alonso no me deje mal guiño un ojo a Kate.- tarde, pero al fin encontré la mujer que tanto buscaba.

- El amor es como una rosa señorita Hess, es hermosa y debe tener en cuenta que por más que se le cuide bien las espinas siempre crecen y crecen. Hay que saber cuidarlas a pesar de lo difícil que todo se ponga siempre hay que buscar la manera de poder tomarla sin que las espinas nos lastimen. Por qué una vez que la tenemos entre las manos ese olor y suavidad nos hacen olvidar lo doloroso que fue enfrentarse a todas esas espinas.

- Tendré en cuenta esas palabras señor Alonso, muchas gracias.

- Bien, ahora dígame cuál es el problema.

- La cerradura de la puerta trasera está desgastada, al llegar la encontramos abierta y la cerradura de la puerta principal se traba.

- Sin faltar al respeto. Esta casa es ya un poco vieja, cambiar los cerrojos y los marcos es justo lo que se necesita. Aunque también se le puede poner un poco de lubricante al cerrojo delantero, cambiar el cerrojo trasero y hacerle un remedio al marco para que la puerta ya no se abra por si sola. Ustedes me dicen.

- ¿Te parece si cambiamos todo?.‐ Kate miraba apenada esos hermosos ojos azules.

- Permítanos un momento señor.- dijo mientras y jaló de un brazo a la pelinegra a un lugar apartado.- Jessica muchas gracias por tu apoyo, pero no me siento cómoda. Se muy bien que la casa necesita miles de reparaciones, muchas personas me han dicho que sería mejor venderla pero la verdad es que no quiero. Esta casa la construyó con sus propias manos mi padre, y esto que haces es algo que claro está, me ayudaría muchísimo; más no quiero que pienses que te veo como una chequera o que soy una abusiva.

- ¿Me estás diciendo que ayudarte económicamente esta mal? Eres la primera que me dice eso.- se llevó una mano al mentón.

Kate no pudo evitar llenarse de cólera.

- ¿Cómo que la primera que te lo dice? No seré una mas de tus noviecitas a la cual puedes venir a deslumbrar con tu dinero.- si las miradas matarán Jessica ya hubiera caído muerta.

Jessica al ver que Kate estaba totalmente enojada solo se acercó a abrazarla.

- Eres la primera novia que tengo Katherine, lo único que les regale a las mujeres con las que estuve antes fue un poco de mi tiempo.- aspiró el olor de su rojiza cabellera.

- Explícate entonces...- musito Kate.

- El dinero es insignificante. Cuando me muera no podre llevarlo a la tumba. Mi abuelo me dijo algo que mantengo presente conmigo.- se separó un poco para mirarla.- "Si es de corazón gasta todo, no hay nada mejor que una billetera vacía y el corazón lleno de dicha". Eso me lo dijo cuando conocí a Oliver y fue a Oliver el primero a quien ayude. ¿Qué tal si lo hablamos mejor mientras los hombres del señor Alonso trabajan?.- Kate asintió con la cabeza.

En unos cuantos minutos los hombres de Alonso comenzaban a andar por la casa de la pelirroja.

Jessica había convencido a Kate de arreglar por completo ambas puertas, lijándolas y pintándolas de un hermoso color rosa pastel. Cambiaron los marcos y uno de los hombres también arreglo el buzón.

- No me cansaré de agradecerte esto.- se abrazaba a Jessica estando ambas sentadas en el sofá.

- Es de corazón, aún si las cosas fueran distintas y tú y yo solo fuéramos amigas; hubiera hecho exactamente lo mismo.

- Lamento haber mal interpretado tus palabras.

- No pasa nada, también me explique muy mal.

- Jessica...

- Dime.- Se giró para verla al notar el tono melancólico de su voz.

- No me engañes.... si alguna vez llega otra mujer a tu vida, dímelo. Si al pasar el tiempo te das cuenta que esto no es lo que quieres, dímelo. No juegues conmigo por favor.

- No jugaré contigo Katherine te lo prometo, si mis sentimientos llegan a cambiar en lo más mínimo prometo decírtelo de frente.- Kate tomó un mechón rebelde y lo acomodo tras la oreja de la pelinegra.

- Yo te prometo lo mismo.- dijo alegremente la pelirroja.- Tatuaje uno.- cambio el tema mientras acariciaba detrás de la oreja de la pelinegra el tatuaje que acababa de descubrir.

- Es el arco y la flecha de la armadura de Aioros de Saint Seiya. Las armaduras de esa serie son cosas serias, increíbles. Tengo una miniatura armable de pegaso en mi habitación. No me hagas hablar de eso porque enserió no me callaré.

- Me gusta, a ver... cuéntame de los demás.

- En de mi brazo ya lo viste, es de mi micrófono, el de mi muslo izquierdo es un pedazo de la partitura de "la sonata del diablo" o mejor conocido como "El trino del diablo" esa era la melodía favorita de mi abuelo y el de mi pantorrilla son libros cayendo a una guitarra con el nombre de James, el nombre de mi abuelo.

- Tienes que mostrarme todos y contarme la historia completa de cada uno de ellos.

- Trato hecho.

Conversaban llenándose de besos y risas, hablando sobre el padre de Kate y el abuelo de Jessica. Solamente eran dos almas encajando a perfección, dos almas que estaban destinadas a encontrarse, a amarse.

__________________________

- ¡Ya no se traba!.‐ jugaba Kate con la cerradura principal.

- Y el picaporte está muy bonito.

- ¡Siii!.- Miró de cerca el picaporte cromado en dorado con un corazón grabado en él.- ¡y mi buzón! ¡gracias, gracias!

- Ahora puedo irme tranquila y dejarte descansar a salvo en una casa ya segura.

- ¿Ya te vas?, bueno esta bien. Ahora tendré que tomar una ducha sola y eso que mi tina es bastante cómoda.- lanzo una mirada lujuriosa a la pelinegra quien abrió enorme los ojos.

- ¿Con burbujas?

- Si, con muchas burbujas.

Sin pensarlo más cerraron las puertas y se encaminaron al segundo piso. Ingresaron a la habitación de la pelirroja y esta fue a preparar la tina. Jessica miraba el cuarto de la chica, la última vez que estuvo allí no tuvo tiempo de apreciar ese tierno cuarto.

- Ya está listo, ven.- estiro la mano para que Jessica la sostuviera.

El baño de Kate era muy espacioso.

- Wow...

- Todo fue obra de Cristin, esto es en lo único que he invertido. Me gustan los duchas largas y relajantes.

- Esta muy lindo, muy agradable. Las luces el tapiz ... la tina.- Jessica no podía dejar de mirar con asombro.- Metámonos ya.- sonrió

- Voltéate... no quiero que me veas desnudarme.- de nuevo ese color rojizo en el rostro de Kate se hizo presente.

Tomó el rostro apenado de Kate entre sus manos y la besó tiernamente.- Katherine... eres una mujer especial.- tras decir esto le dio la espalda a su pelirroja.

A paso nervioso Katherine se desnudó, se metió a la tina y poco a poco se cubrió con esas abundantes burbujas.

- Listo.- Jessica volteo.- cerrare los ojos para que puedas meterte.

>> ¿En verdad estoy haciendo esto? En otra ocasión diría que esto es una completa tontería, ni que tuviéramos 15. Pero mírala, que tierna se ve con los ojos cerrados... y que sexy es..<< Pensó Jessica y comenzó a desabotonar su camisa de seda.

Kate sonrió al sentir como Jessica metía una pierna en la tina, inmediatamente borró esa sonrisa al sentir como de nuevo la pelinegra salía del agua. Estaba a nada de abrir los ojos y preguntarle lo que hacia cuando sintió las manos en sus hombros haciendo una leve presión hacia adelante indicando de que se corriera.

Abrió los ojos y obedeció a Jessica, vio de reojo como las piernas de Jessica se metían lentamente a la bañera y como con cuidado se sentaba detrás de ella.

Podía sentir el cuerpo desnudo de Jessica en su espalda y eso ocasiono un enorme sonrojo en sus mejillas.

- Así evitó que te apenes más.- se excusó.- no te miró pero si te toco.- dijo mientras acariciaba sus hombros para luego regalarle un beso en ellos.

- Tramposa.- reclamó juguetonamente mientras Jessica comenzaba a mojar esa rojiza cabellera que tanto le encantaba.

- Esta lluvia de pecas en tus hombros son hipnóticas.- frotó con delicadeza la piel blanca de la pelirroja.

- Mi padre decía que era lo único que mi madre me heredó, el montón de pecas en mis hombros era característica en la familia de mi madre.- al igual que Jessica ella comenzaba a frotar suavemente las piernas que tenía a sus costados.

- Ella...

- No se si murió.- bajo la mirada.- Un día simplemente se fue, dejándonos a mi y a mi padre solos.

- Ya veo.... Me siento pequeña a tu lado.- frotaba con suavidad sus brazos y espalda dando pequeños besos por ratos en su cuello.- No me veo siendo fuerte en situaciones así. Cuando mi abuelo murió sentí que mi vida terminaba por completo, caí en una fuerte depresión que si no hubiera sido por mis padres y amigos no se que hubiera sido de mi.

- ¿Tu abuelo fue quien te creció?

- No fui la clásica niña rica a la que sus padres dejan siempre sola. Todo fue al contrario, ellos me tenían bastante consentida y a donde quiera que iban siempre me llevaban. Pero mi abuelo fue mi confidente, era ese amigo encubridor y sonsacador del cual todo padre aleja a su hijo por considerarlo mala compañía.

- ¿Encubridor?

- Si, no era el típico abuelo que te cubría por romper un jarrón o por ocultar que comiste más helado del debido. No, él era todo menos un buen abuelo. Me gustaba quedarme con él porque de los casinos no se movía. Se la pasaba apostando su propio dinero, bebiendo y fumando sus puros cubanos. Cuando estaba con él me hacía apostar mi mesada y se reía a carcajadas cuando la perdía toda. Mi padre quería que estudiara economía y administración de empresas y mi abuelo me ayudó a mentirle por años ya que nunca asistí a Harvard como mi padre pensaba. Cuando él se dio cuenta de mi talento me alentó a asistir a NYADA escuela de artes dramáticas en New York. También fue idea suya que me emancipara. Obvio de eso mi padre jamás se entero así como tampoco se entero que él me presentaba mujeres desde que salí del closet.

- ... que tremendo era.

- Mucho, antes de Oliver él era mi mejor amigo.

- ¿A Oliver lo conociste en la escuela después de que el muriera?

- No, fue cuando entre a NYADA Oliver era un becado y a veces no tenia dinero para la escuela. Se juntaba con pandillas de su colonia y así se hacía de dinero para pagar la escuela. Mi amistad y cariño con el creció a prisa y un día dejo de asistir a clases. Mi abuelo y yo fuimos a donde vivía un lugar bastante peligroso. Ambos nos dimos cuenta de que él no pertenecía a ese mundo y fue cuando decidí sacarlo de allí pagándole la escuela.

- ¿Es lo que decías sobre ayudar económicamente?.‐ pregunto Kate dejando la pena de lado y recostando su cabeza en el pecho de la pelinegra.

- Exacto.- Jessica continuaba jabonando esos hombros, esos brazos.

La pelirroja sólo cerró sus ojos para concentrarse en sentir esas suaves y dulces roces que Jessica le daba.

- ¿Recuerdas como era tu madre?

- Físicamente si, su sentir, su forma de ser, no. Ni siquiera tengo algún recuerdo de ella arropándome en las noches o llevándome a la escuela. En todos mis recuerdos solo
esta mi padre, siempre he pensado que ella nunca me quiso y alguna vez le pregunté a él pero su amor hacia ella la justificaba. Con el paso del tiempo simplemente deje de darle importancia.

- ¿Y tu padre como era?

- Muy cariñoso, el mejor padre del mundo. Era muy comprensivo, todo el tiempo se la pasaba haciendo bromas. Cocinaba delicioso y amaba las series de tv.- Jessica pudo notar como la pelirroja se emocionaba al recordarlo.- siento que me enseñó todo lo que me quería enseñar.

- Debe estar muy orgulloso de ti.

- A excepción de esto, lo nuestro. No se que pensaría, no recuerdo hablar de este tema ninguna sola vez.

- ¿Él conoció a tu ex cierto?

- Si, sus padres tenían una casa en esta calle. Y eran amigos cercanos de mi padre hasta que se fueron a vivir al campo.

- Ya entiendo.

Jessica continuó enjabonando la espalda y partes del cuerpo de Kate. Por un instante el silencio se instaló en ese cuarto de baño. Y fue la pelirroja quien rompió ese silencio algo incómodo.

- Jessica...

- Si.

- Lo de Dylan y yo estaba quebrado mucho antes de que tu aparecieras en mi vida. No quiero que pienses que estoy confundida o que aún siento algo por él, porque no es así.

- Sabes pecas, no dudo nada de lo que me dices y no tengo motivos para desconfiar de ti. Lo único que se es que cuanto te veo mis ojos se llenan de brillo y ese brillo me es devuelto. Se muy bien que mis sentimientos son totalmente correspondidos, que llegue a tu vida en el momento justo y que tu llegaste a la mía en el momento más indicado. Yo no pienso jugar con tus sentimientos, no pienso engañarte de ninguna manera. Y el fantasma de tu relación pasada sinceramente me tiene sin cuidado. No supo valorarte cuando te tuvo, no supo darte el amor que te mereces. Yo no se muy bien que es ser una pareja porque nunca he tenido una pero daré todo de mi, de mi alma para demostrarte de todas las maneras posibles lo que mi corazón siente por ti.- Finalizó con un beso casto en su cuello.

- ¿pecas?

- Debo admitir que ahora es mi nueva Kryptonita.- Mordió suavemente uno de sus hombros.

La conversación siguió y siguió. Charlaban de todo un poco como tantas veces ya habían hecho. Desnudando sus almas más de lo que estaban sus cuerpos.

- ¿Cómo cuanto tiempo llevaremos sumergidas?.‐ preguntó la pelinegra.

- ¿Temes resfriarte o es que te ha cansado mi cuerpo?

- Ni uno ni lo otro, de hecho es de tu cuerpo de lo que no me cansó. Pero tengo que demostrarte que soy toda una dama y decirte algo que no quiero decir, ya que esto me perjudica más a mi que a ti.- el tono de Jessica era serio lo que ocasionó que la pelirroja se tensara un poco.

- ¿Qué pasa?.- preocupada preguntó Kate mientras se giraba un poco para lograr ver la cara de Jessica.

La pelinegra miraba hacia el techo y Kate pudo notar el gran sonrojo que ella tenía.

- Hace ya unos minutos que no hay más burbujas.- dijo con calma.- hace unos minutos que noté que hay más pecas debajo de tus hombros y que no note bien el dia del parque.- dijo sin bajar la mirada.

Kate abrió los ojos asustada. Miro la bañera y se dio cuenta de que Jessica decía la verdad. Podía ver con claridad las piernas formadas de Jessica, podía ver con claridad su cuerpo desnudo y lo más importante es que pudo ver con claridad que aunque le costó, Jessica respetó el hecho de que ella no quería ser vista en cueros.

En un movimiento ágil la pelirroja se giró completamente hacia Jessica.

- Lo que no sabías es que esta era una prueba para ti.- dijo suavemente mientras se acercaba a los labios de Jessica.

Los cuales estaban a punto de decir algo. Algo que murió antes de ser pronunciado porque el beso que la pelirroja le dio estaba cargado de amor y de pasión.

Kate se encontraba ya a horcajadas sobre ella, besándola como si el mundo fuera a acabarse, dándose espacio por ratos solo para poder respirar.

Estos actos de la pelirroja hacían que Jessica se enamorara más de ella. Debía admitir que esa combinación de inocencia con picardía la estaban volviendo loca. Se estaba volviendo adicta a la manera que tenía Kate de pasar de ser una linda y tierna niña a una mujer salvaje y seductora.

- Salgamos, llévame a la cama.- susurró Kate en uno de los oídos de la pelinegra.

Quien sin pensarlo comenzó a levantarse con cuidado. Sostuvo a Kate de la mano y la ayudó a salir de la tina. Las miradas que se dieron estaban llenas de amor y de lujuria.

Mojaron el piso camino a la cama en la cual se recostaron. Jessica estaba sobre la pelirroja besando con deseo y suavidad. Recorría toda su piel con la boca, no quería dejar ni un solo rincón de Kate sin conocer.

Kate enredada sus manos en la cabeza de su pelinegra. Se dejaba llevar por ese deseo, por esa lujuria que crecía y crecía dentro de ella. La forma en la que Jessica la acariciaba y la besaba era sublime. Todos los poros de su piel se abrían con cada caricia, con cada beso, con cada aliento que Jessica depositaba en ella.

Jessica se incorporó un poco, suavemente tiro de ella hacia a un lado. Kate entendió lo que ella quería así que sin dudarlo más le dio la espalda. Las manos de la pelinegra recorrían su columna, encantada al encontrarse con más pecas. Pecas que comenzó a besar suavemente, en su recorrido no dudaba en dar pequeñas mordidas en las cuales escuchaba a Kate jadear un poco.

Sus manos se posaron en las nalgas de Kate haciendo una leve presión, besó una de ellas y comenzó el camino de regreso a su cuello, llenando de besos todo a su paso.

Estaba sobre la espalda de Kate dando pequeños mordiscos en su cuello, una de sus manos se deslizo de nuevo por la espalda de la pelirroja bajando hasta las nalgas y dándose paso entre sus piernas.

Fue inevitable soltar un suave gemido cuando sus dedos tocaron el sexo húmedo de Kate. Podía sentir su cuerpo tembloroso acariciando la parte más íntima de la pelirroja. ¿Qué es lo que pasaba? Había tocado un sin fin de cuerpos y este sentimiento de no querer hacer algo que la incomodara se hacía más y más grande.

Kate sintió ese temblor y se giró para estar frente a ella. Vio en sus ojos ese temor del cual ella estaba siendo victima. Tomó su rostro entre sus manos, la acaricio para luego besarla suavemente.

- Pierde cuidado, no me romperé.- susurró suavemente para luego besarla.

Eso le dio un poco más de seguridad a Jessica que aún con su cuerpo tembloroso como si se tratara de su primera vez continúo besándola.

Se besaban como nunca lo habían hecho, con el temor de que esto fuera un sueño para ambas. Sus bocas desbordaban pasión y amor a su paso. El deseo con el que sus lenguas jugaban era maravilloso para ambas quienes tenían una completa sincronización, como si estuvieran hecha la una para la otra. Jessica fue quien terminó con esos besos. Ya no podía más, el deseo por su pelirroja la estaba consumiendo. Besó el cuello de Kate. Bajando entre beso y beso hasta sus hermosos y redondos pechos.

Aprisiono uno con su mano derecha jugando lentamente con su rosado pezón mientras que con su boca tomaba el otro. Su lengua comenzó a acariciar ese erecto pezón, el cual no dudó en morder suavemente. Las manos de la pelirroja se enredaron en ese cabello negro y sedoso.

Sus gemidos aumentaban con cada movimiento de esa traviesa lengua. Se detuvo un par de segundos para hacer lo mismo con su otro pecho. Tuvo el mismo efecto en la pelirroja quien comenzaba a arquear su espalda por el placer que ella le generaba.

Lentamente dejo de saborear los pechos de Kate para que al igual como hizo en su espalda hacerse un camino de besos hasta sus piernas. Fue descubriendo más de esas hermosas pecas que adornaban el cuerpo de la pelirroja.

Besaba el abdomen de Kate y llegando a su pelvis alzó la vista para mirarla. Como si la pelirroja leyera su mirada, asintió con su cabeza mientras se mordía un labio.

Entendiendo el permiso poco a poco Jessica separó las piernas de Kate para darse paso en la parte más íntima de la pelirroja.

Un choque de electricidad recorrió todo el cuerpo de la pelirroja al sentir el contacto de la lengua de Jessica en su sexo húmedo. Sus gemidos aumentaron aún más al sentir a la pelinegra jugar a sus anchas ahí abajo. El placer que sentía era indescriptible, la morena sabía muy bien lo que hacía.

Ambos cuerpos estaban atrapados en la lujuria, Jessica sentía su cuerpo arder como nunca. Al fin tenía a la pelirroja a su antojo tal y como había deseado desde un principio. Sintió como su pecho estaba a punto de hacer corto circuito cuando la humedad de Kate aumentó.

Sin dudarlo aumentó un poco el ritmo en las caricias que daba con su lengua. Se abrió paso entre los pliegues de la pelirroja sin pudor alguno.

Se daba cuenta que Kate no iba a poder más, que si seguía así, poco le faltaría para que ella alcanzara el éxtasis. Pero para la morena aún no era suficiente, aún necesitaba saborear más de Kate.

Bajo sus manos y tomó las piernas de la pelirroja, tiro levemente hacia arriba cada una de ellas y adentro su lengua aún más profundo, se movía en círculos y cada que sentía que Kate se contraía se detenía y le dedicaba atención al clítoris de la pelirroja. Se daba cuenta del martirio que le hacía pasar a su pelirroja quien estaba en el punto culminante del placer. Sentía como las caderas de Kate tomaban ritmo y como con una de sus manos presionaba más fuerte su cabeza hacia ella.

Ya no iba a hacerla esperar más, acercó sus manos y con sus dedos separo un poco más la parte de Kate que la tenía vuelta loca. Su lengua saboreó aún más el elixir de la pelirroja, los gemidos de Kate se elevaron un poco más avisando que estaba lista para alcanzar el clímax.

La pelirroja se dejo llevar a rienda suelta por ese placer, arqueo su espalda lo más que pudo y aprisiono con una leve fuerza la cabeza de su amada.

Jessica espero unos segundos para liberarse de ese agarre. Su pelirroja estaba más roja de lo normal, su respiración era agitada, su cuerpo al igual que ella estaba algo sudado y ahora al mirarla a los ojos podía ver su pena.

Tener a la mujer que había estado deseando por días frente a ella completamente desnuda y tan vulnerable solo hacia que su libido aumentara más.

Se incorporó frente a ella acomodándose entre las piernas de Kate quien la miraba con mucho amor. Notó la sonrisa en la cara de su pelinegra y con eso entendió perfectamente lo que ella ahora haría.

La boca de Jessica de nuevo jugaba con uno de sus pezones mientras su mano derecha se colaba entre sus piernas acariciando suavemente su sexo. Recorrió su cuello y justo al momento de posarse en su boca introdujo dos de sus dedos en Kate.

La pelirroja mordió un poco los labios de Jessica al sentirla dentro de ella. Los movimientos que hacia su mano junto con los besos que le daba despertó su apetito sexual de nuevo. Abrió más las piernas para dejar que Jessica hiciera lo que quisiera con ella.

Pero Jessica se detuvo, una sonrisa maliciosa se apoderó de ella. En un movimiento delicado y rápido se giro en la cama colocando a Kate sobre ella.

Deslizo su mano debajo de Kate y de nuevo introdujo sus dedos en una cómoda poción. La pelirroja se movía rítmicamente sobre ella, colocó una mano en Jessica como apoyo y con la otra jugaba con uno de sus senos para saciar el morbo de su pelinegra.

Jessica la tomó por la espalda sin sacar los dedos de ella. Acerco su rostro al cuerpo desnudo de Kate para hacer el contacto más íntimo. Sintió como el interior de Kate le oprimían los dedos con cada movimiento de sus caderas. Jessica estaba totalmente excitada como nunca antes lo había estado. Besaba los senos de Kate mientras hacía movimientos circulares en su interior con los dedos. Las embestidas de Kate aumentaron al igual que sus gemidos y poco duro antes de que de nuevo la pelirroja tuviera otro orgasmo.

Kate sonreía ampliamente con la cabeza hundida en el cuello de la pelinegra mientras le acariciaba el cabello, seguían en la misma posición y Jessica seguía dentro de ella. El brillo en los ojos de ambas era indescriptible, Kate comenzó a besarla para comenzar a moverse de nuevo. No sabia de dónde nacía su hambre sexual por Jessica pero lo estaba disfrutando al máximo.

Disfruto de dos orgasmos más antes de que se rindiera por completo. No podía más, su cuerpo ahora era el tembloroso, podía sentir su sangre hervir y su corazón correr a prisa.

Se encontraba descansando su cabeza en el pecho de Jessica, quien también respiraba agitadamente.

Alzo su barbilla para mirarla, podía notar su sonrisa y un leve sonrojo en su rostro. El placer que ella le había hecho sentir era inigualable, no podía y no se atrevía a compararlo con nada en el mundo. Bajó la cabeza y miró los firmes pechos de su morena. Acaricio su abdomen perfecto con el borde de su uña, recorrió hasta llegar a su pelvis y subió de nuevo.

Dibujo un circulo imaginario en uno de sus pezones y sin pensárselo dos veces tomó el otro con sus labios. No estaba segura de lo que haría, pero no era una mojigata y eso se lo demostraría a Jessica, le devolvería un poco del placer que ella le había hecho sentir.

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- ¿Aprobé en mi debut lésbico?.‐ preguntó la pelirroja mientras acariciaba el cabello de la morena quien estaba recostada sobre sus hermosos pechos.

- Fue maravilloso para ser tu primera vez, ya ansío repetirlo.- besó ligeramente uno de sus pechos.

- Cuidado con lo que dices, podría hacer que no saliéramos de este cuarto en días.

- Por mi encantada, me has hecho completamente tuya Katherine. Mi cuerpo y mi alma te pertenecen. Haz conmigo lo que quieras.

- ¿Ahora soy Katherine?.‐ preguntó con un falso enojo y pellizcandola.- ¿Qué paso con pecas? ¿Solo fue para traerme a la cama?.- Jessica rió incorporándose y acercando su rostro al de ella.

- Pecas no es el apodo que mereces.- la miró con ternura, Kate puso total atención.- ¿Cómo resumir el otoño en una sola palabra?. Esa estación del año en que las hojas de los árboles se vuelven naranjas, las cuales se preparan para caer y que adornan las ciudades con su hermosa belleza. Eres mi otoño. Tú aroma y tus colores cambiantes me recuerdan esa estación del año, donde cuando niña jugaba feliz con las hojas. A tu lado me siento muy feliz, siento que no hay nada más que me haga falta. Que con un solo mirar tuyo y uno de tus besos me das la paz que necesito. Sabes, la mayoría de las noches gocé de diferentes compañías. Al final solo quería irme a casa y ahora mismo solo quiero estar abrazada a ti. Y pasar la noche abrazándote a mi. Sintiéndote y rogando que esta noche nunca se acabe.

La pelirroja se acurruco en el cuerpo desnudo de la pelinegra acariciándola suavemente.

- Pasa las noches a mi lado las veces que deseés, quiero que seas mía tanto como ahora soy tuya. Tu otoño.

Sus labios se juntaron en un romántico beso para cerrar la noche.

Esta noche sería la primera vez que Jessica dormiría acompañada. Esta noche sería la primera vez que realmente descansaría. Esta noche sin que Jessica aún lo supiera su corazón había comenzado a amar.

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Abrió los ojos con demasiada pereza, su vista se fijo en la ventana frente a ella. Un cielo completamente despejado pronosticaba un hermoso día.

No pudo evitar reír al verse en esta situación, siempre era ella la que se iba sin dar aviso alguno. Siempre era ella la que dejaba en una enorme cama un cuerpo desnudo, y ahora mismo ella era la que amanecía completamente desnuda en un lugar nuevo y sin rastro de su nocturna acompañante.

Se llevó la mano a la cabeza al ver el reloj que estaba en aquella mesita de noche. Marcaba las ocho con cuarenta. La risa invadió su cuerpo. No recordaba el dormir hasta tan tarde, tampoco recordaba desde cuando no disfrutaba de dormir plácidamente y mucho menos en compañía de alguien. Repaso en su cabeza la noche anterior, mordió su labio inferior al recordar como su pelirroja era todo, menos una chica inocente.

Se levantó de la cama dejando caer las sábanas al piso dejando al descubierto su perfecto cuerpo. Fue al cuarto de baño y se tomó una veloz ducha, se vistió, tomó su móvil cual no le prestó atención y tendió la cama para luego bajar las escaleras.

En la mesa había un platito con unas tres galletas de chispas de chocolate, una taza de café con leche y una nota.

Buenos días J.
Dormías muy a gusto y no me atreví a despertarte. Martín pasó por mí para ir temprano a la empresa. Hoy es mi primer díaasí que mándame tus buenas vibras. Lo de anoche fue mágico, gracias por aparecer en mi vida. Te dejó unas galletas y un rico café con leche, espero te guste.

Te quiero.

Doblo la nota por la mitad y la metió en el bolsillo trasero de sus jeans. Tomó una de las galletas y le dio una mordida. Para su sorpresa estaba delicioso tanto el café como las galletas.

Había pensado en tomarlas y comerlas a prisa pero eso sería un insulto ahora que comprobaba el delicioso sabor. Se sentó en la mesa y disfrutó lentamente de esas galletas y ese café con leche.

Después de unos minutos termino de lavar la taza y el platito. Tomo sus llaves, salió de la casa, verificó cerrar bien la puerta y se subió a su auto.

Antes de encender el vehículo e ir a su casa a cambiarse para comenzar con sus labores saco el móvil para mandarle un mensaje a su pelirroja.

Comenzó a carcajear como loca en su auto. Su móvil estaba a nada de apagarse, todas esas llamadas habían gastado la batería del dispositivo.

Encendió el auto y conectó el móvil a la toma de corriente. Abrió su aplicación de mensajería. Primero mando el mensaje que tenía pendiente para la pelirroja y luego al contacto que llevaba marcando desde ayer en la noche.

*No puedo controlar la risa que todo eso me causa. Trata de que nadie los siga te mando la dirección de mi casa. Los veo ahí.*

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Martín miraba por el gran ventanal que su oficina tenía. Se aflojó la corbata y comenzó a rascarse el cuello.

- Deja de hacer eso, luego te queda muy rojo. Trata de calmarte, Jessica nos dijo que esto pasaría. No creo que se demore en resolverlo.- Kate bebía de un rico café mientras se acercaba a Martín para observar ella misma lo que a su amigo le preocupaba.

- Dijo que me ayudaría con la empresa y es que ni ella ni Oliver vinieron. Estoy harto de las burlas de los empleados, de que no cumplan con su trabajo, de los rumores acerca de ti y la fusión de nuestro bufete con esta empresa. Estoy muy enojado por haber aceptado este puesto y si pensamos en lo que ahora esta ahí afuera es en verdad el peor momento de mi vida.

- Te falto mencionar que perdimos clientes por esta fusión, que estoy sin un solo centavo y que tu vas para ese mismo camino.- ironizo la pelirroja.

- No quiero ni saber a que se debe tu buen humor. En otras ocasiones eras la primera en alterarte pero hoy tienes una radiante sonrisa que me hace envidiarte...- Martín se llevó la mano al puente de la nariz.- Kate, ¿Me estás escuchando?.

Pero Kate no había prestado atención a nada de lo que había dicho su amigo. En sus manos tenía su móvil y le sonreía como una loca a la pantalla.

- Te dije, es ella. Dice que llegará en un momento, que solo va a casa a cambiarse.- sonrió Kate.

- A ver.- dijo Martín acercándose a leer. La pelirroja no pudo hacer nada para que su amigo no leyera el mensaje. Había sido demasiado tarde.

*Buenos días hermosa.

Esas galletas y ese café estaban deliciosos. Muchas gracias, aunque lo más delicioso que he probado sin duda alguna eres tú. Voy a casa a cambiarme, ya me enteré de lo que está sucediendo allí. Lo resuelvo en unos momentos.
Besos.

Te quiero.*

Kate estaba sonrojada ante la mirada burlona de su amigo.

- Desde que te fuiste de mi casa ayer supuse que te acostarías con ella. Pero el que hayan pasado toda la noche juntas jamás me lo hubiera imaginado.- Martín olvido por un momento todo su estrés y le dio una mirada muy tierna a Kate.- Disfrútalo Kate, te mereces un amor del bueno y aunque antes lo dudaba ahora creo que Jessica puede ser tu alma gemela.

- Me atrevo a pensar que llegó a mi vida en el momento justo en el que yo llegué a la suya. Haber ido a la fiesta aquel día fue la mejor decisión de mi vida y todo gracias a ti.

- Amiga la mejor decisión fue hacer trampa, mira que darle de comer de tus famosas galletas fue un buen movimiento y más si nos ponemos a pensar que Jessica es como una chiquilla, no por nada a donde vaya siempre pide una hamburguesa con papas.

Ambos amigos reían a gusto por ese comentario, cualquier persona que conociera bien a la pelirroja sabia que era talentosa para la repostería y que sus galletas de chispas de chocolate eran las mejores.

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- Toma madre.- Jessica le entregó un vaso con agua a su asustada madre.

- La casa está rodeada por reporteros y fanáticos, fue horrible salir de allí. Los guardias no podían con tanto y el chófer casi nos mata en el camino con tal de perder de vista a los pocos que lograban seguirnos.- contaba muy asustada la señora Alina.

- Se que quieres burlarte en mi cara Jessica, lamento no haberte hecho caso.

- Nunca tuviste fe en mi cuando de música se trataba. No estuvieron pendiente de mi carrera musical en ese tiempo, no son de leer chismes o escuchar esa clase de música. No los culpo, gracias a ser como son evite que se enteraran de muchas cosas sobre esa época de mi vida.- dijo mientras se ponía de pie y se acomodaba uno de esos blazer negros que tanto la caracterizaban.- Demián ya está arreglando ese asunto. Pero la casa, la empresa, los hoteles y casinos estarán abarrotados por fanáticos por un buen tiempo. Recomiendo que salgan de viaje a algún lugar cerca para que se sientan cómodos o quedarse aquí. Esta es también su casa.- se acercó a darle un beso a su madre.

- Gracias hija, te tomaré la palabra y nos quedaremos aquí un par de días en lo que buscamos un lugar agradable para vacacionar. Pero si..

- Atenderemos esto lo mejor que se pueda.- interrumpió a su padre.- si veo que las cosas se me comienzan a salir de control no dudaré en pedir de tu apoyo padre. Ahora solo quiero que estén cómodos y tranquilos. Ya te di un susto con lo del accidente y debo pensar en tu salud y en la de mi madre. Aquí nadie los molestara, arriba tengo cuartos disponibles y una alberca muy refrescante. El ama de llaves llega alas dos y ella podrá ayudarles con lo que necesiten. Aún así no duden en llamarme, estaré más pendiente de mi móvil esta vez.- les guiño un ojo.

Los señores Hess estaban más que encantados, al fin conocían la casa de su hija y al fin la veían enfrentar los problemas tranquilamente y sin maldecir.

Vieron cómo ella se marchaba silbando de su casa, se abrazaron y sonrieron al pensar que cierta pelirroja ocasionaba un gran cambio en su siempre reservada hija.

 

Continuara.......

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Notas finales:

¿Qué tal este capitulo?


Vaya cosas que leímos ¿cierto?. Espero no haber incomodado a nadie con este lemmon que se que muchos ya esperaban. Y como les había prometido comienza a haber miel sobre hojuelas y así será por unos.... uhmmm unos cuantos capítulos.


Siii, adivinaron Simple plan toca la rola del título, ¿Quién no conoce ese temazo?


Welcome to my life es el primer sencillo de su segundo álbum y sabemos que esta banda tuvo grandes hits pero toda la fama se lo deben a este sencillo.


No, no habla de amor, sino de todos aquellos rechazados con mala suerte que van por la calle luchando encajar. Seee.. algo así como un himno para frikisexcelente rola de los 00's que hoy nos sirvió para adentrarnos a la vida de esta Jessica que hay.... no saben lo que viene.


Gracias por todos los que se toman la molestia de leer este disparate que habita en mi cabeza.


Como siempre me disculpo por faltas de ortografía y alguno que otro tecladazo.


Sin más con mucho cariño ....


E.L


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