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Ohh Yess!! por ennygma

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Ya la habían visto muchas veces caminar por esos pasillos y muchos no se atrevían a mirarla. Era mujer prohibida, el sudor en la frente de varios hombres resbalaba en sus caras al aguantarse con todas sus fuerzas las ganas de mirar a verla. Sus zapatillas rojas de tacón resonaban en esos impecables pisos, era imposible no notar semejante mujer de la cual estaba prohibido hablar, mirar y por supuesto tocar. Si la heredera Hess se enterara de cualquier percance sabían a ciencia cierta que no vivirían para contarlo.

Rose caminaba tranquilamente disfrutando del ambiente que creaba cada que se aparecía por una de las instalaciones de la familia Hess. Sin duda alguna Jessica tenía muy bien marcado quien era ella.

>> Es curioso como es el corazón. John y Jessy son tan parecidos que hasta a mi me cuesta creer el no haberme enamorado de Jess << Pensó la modelo.

- Pase.- indicó la pelirroja tras los golpecitos en la puerta y sin alzar la mirada de esos documentos.

- Te invito a almorzar.

- Rose... que sorpresa. Creí que ya habías vuelto a Londres.

- ¿Sin despedirme? Nunca. Tu novia me dijo donde encontrarte.- Sonrió maliciosamente.

Kate se sonrojo ante las palabras de Rose. Aún no se acostumbraba a que enfatizaran la palabra 'novia' y desde la noche anterior Mónica y Rose habían comenzado a burlarse de ella. Era verdad, si alguien le hubiera dicho que terminaría teniendo una relación sentimental con una mujer jamás le hubiera creído.

Rose la había llevado a un restaurante cercano a la empresa. A uno al que Jessica siempre la llevaba. Un lugar tranquilo y con la comida más deliciosa que había probado.

- No puedo creer que al fin remodelara su departamento.

- Si, ahora mismo debe de estar acomodando sus cosas en la mansión. Cristin me dijo que la cito al atardecer para entregarle las llaves.

- ¿Y que empacó? Seguro ese odioso Xbox ¿verdad?.- Rose miraba la carta del lugar.

- Fue lo primero que me dijo que necesitaría.- soltó una risita.

- Cuando me contó creí que se quedaría en tu casa.

- Lo hablamos, pero ambas pensamos que eso sería algo apresurado.

- ¿Y dormir todas las noches juntas no es apresurado?.- Kate no pudo aguantarse la risa.- hablando de eso.- Rose continuó hablando pero contagiada por la risa de la pelirroja.- ¿Cómo estás lidiando con sus insomnios?

La risa de Kate se detuvo en seco. Rose no lo notó, el mesero se había acercado y ella indicaba su orden. Kate hizo lo mismo y vio al mesero alejarse.

- ¿Qué insomnios Rose?.‐ Rose solo se le quedó viendo sin decir alguna palabra.

No podía creer que Kate no se haya dado cuenta.

>>Jessica se vuelve loca cuando no puede dormir, si no es con ese Xbox o algún programa de televisión se entretiene con.... hay no, no creo que Jessi sea capaz. Esta es su primera relación, no la arruinaría siendo infiel ¿o si?<<

- Rose... ¿Qué estas pensando?

- Lo siento Kate, es que no se como decirte esto. Supuse que ya te habías dado cuenta en estos días que llevan pasando la noche juntas.

- No... por lo general.- Kate se sonrojo excesivamente.- verás... uhm... nosotras...

- No te avergüences, se lo sexual que es Jessica.

- Es que bueno, Rose.- Kate se inclinó hacia Rose susurrando y con una mano se cubrió un poco la boca.- siempre nos dormimos hasta tarde por aja.. eso. Y siempre termino agotadísima, es la primera vez que disfrutó de mi sexualidad de esta manera y antes de darme cuenta el sueño ya me venció.

- Entiendo.- Rose rió un poco cubriéndose la boca delicadamente.

- Cuéntame, de que ¿insomnios hablas?

- Jess es una persona con muchas cosas en la cabeza, suele guardarse casi todo lo que siente. Es como una niña chiquita a la cual hay que hacerle hablar. Muchas veces su mente intranquila no la deja dormir, lo que hace es buscar la manera de evadir sus pensamientos. Suele ser casi siempre jugando el Xbox, viendo algo en la tv o navegando en el internet. También....- Rose no podía decirle a Kate que a Jessica le encantaban ciertos encuentros casuales a altas horas de la madrugada.

- También suele fumar excesivamente. Aunque por lo que pasó, creo no ha vuelto a fumar ¿verdad?

- No, hasta ahora no la he visto con algún cigarrillo. Tampoco me he percatado si en estos días ella no ha dormido. La primera vez que pasamos la noche juntas fue la única vez que la he dejado dormida. Del resto siempre es la primera en levantarse, bueno... eso pensaba.

- No te angusties. Conociéndola y suponiendo que no ha dormido, lo más probable es que se quede a tu lado sin hacer ruido.- Rose cerró los ojos un segundos para regañarse a sí misma. Kate no debería pensar que ella se fuera de su lado en esas noches. Debía medir más sus palabras hasta encarar a esa canalla.

Las únicas personas que conocían bien a Jessica eran Rose, Demián y su cómplice Alex. Ni siquiera Oliver o Sofía sabían exactamente lo que hacía la ojiazul en las madrugadas o cuando se ausentaba por varios días.

Solo ellos se enteraron de aquella encrucijada en la que se metió hace un par de años con aquella canadiense. La única vez que Rose supo que la inmoralidad le había ganado. Se recordaba dándole sermón tras sermón cuando se entero de que se liaba con una mujer recientemente casada, y fue testigo de cuando Jessica dio fin a ese suceso.

>>Aunque esa vez ella prometió hacer las cosas bien. Y hasta ahora así ha sido. No la creo capaz de estar engañando a Kate, no cuando la noto enamorada.<< Pensó la modelo mientras miraba como el mesero servía las bebidas.

- Sabes Rose, esta noche quedamos en dormir en mi casa. Pero fingiré dormir para ver que hace. Así el tema de su insomnio tendrá que salir y tu estarás libre de culpa.- Kate sonreía con determinación tras esas palabras y Rose solo pensaba en que eso sería un desastre si Jessica andaba haciendo de las suyas.

__________________________

- No entiendo el porqué de tus regaños Rose.- Jessica se llevó el dedo pulgar y el índice al puente de la nariz mientras cambiaba de oreja el móvil.

- Como sea Jessica. Kate es una bella persona, jamás, escúchame de nuevo, jamás intentes lastimarla. ¿Entendido?

- Cariño, sé la bella persona que es mi pelirroja. También voy conociéndola, y estoy al tanto de su ingenuidad. Agradezco que la llevaras a comer, que se estén haciendo amigas. Tu eres muy importante en mi vida y ella ahora mismo puedo asegurarte de que es la única persona en la que pienso. No hay más mujeres en mi cabeza Rose, quédate tranquila. Te prometo que si algo llega a cambiar, serás la primera en saberlo.

- Eso me deja más tranquila. Te dejo ya va a despegar el avión. Jessica espero fotos del avance de Cristin, esta vez no quiero que tu departamento quede tan lúgubre. Te quiero besos.- y colgó la llamada.

Jessica se quedó un momento viendo su móvil.

>> El pensar que Rose sea alguna clase de adivina me da miedo. Optaré por pensar que esto es una casualidad... o.. ¿Kate se habrá dado cuenta?.. no, eso no, me hubiera dicho algo a mi y no a Rose. ¿No? <<

- ¿En qué piensas?

- ¡Alex!.- se sobresaltó.- ¿Qué haces aquí?

- Mi padre habla con el tuyo, y me dijo que te estabas mudando.

- ¿Vienes a ayudarme?

- Claro que no, solo vine a ver lo que hacías. ¿Y si mejor lo dejas y nos vamos a algún lugar por un poco de diversión?.- Esta vez la Voz lujuriosa y ronca de Alex la incomodo muchísimo.

- Amigo, no, ahora tengo novia ¿recuerdas? Es pelirroja, hermosa y me llega hasta por aquí.- con su palma extendida señaló por enfrente de sus profundos ojos azules.

- Se quien es Kate, Jessica.- puso los ojos en blanco.- Sabes a lo que me refiero.

- Pero al parecer tu no has entendido que en verdad voy enserió con ella. De hecho tocando ese tema creo es tiempo de que dejes en paz a Mónica.

- Ahhh..., que dices. Esa mujer es toda una fiera en la cama, la otra vez est..

- Cállate Alex, sabes que no me gusta cuando hablas así de una mujer y ahora menos de una de las amigas de Kate. Ya Cristin pregunta mucho por lo que ustedes dos se traen, Mónica no sabe ni que responder. Si las cosas siguen así no tardara mucho en que sea Kate la que venga a preguntarme y a ella no le mentiré por ti.- tomó una de las cajas y comenzó a caminar en dirección a su habitación.

- No comiences a ponerte de mal humor, si quieres que me detenga me detengo y punto.- Alex caminaba tras ella.

Se detuvo en seco, se volteo y se acercó al rostro de Alex para mirarlo fijamente.- Hablo en serió Alex.- amenazó con la mirada.

- Vamos Jessica no puedes pedirme eso. Mónica me gusta mucho.

- Dile las cosas bien, déjale claro que no tienen una relación, que no la tendrán y que no se haga alguna ilusión contigo. Explícale que te ves y te sexteas con más mujeres, si al final ella decide seguir tu juego no tengo por qué meterme.

- Hablaré con ella hoy...

- Una cosa más, si la lastimas y ella termina odiándote me veré en la necesidad de evadirte y de dejar de invitarte a algunos lugares.

- Oye... eso ¿por qué?

- Ponte a pensar Alex.- habían llegado a la enorme habitación de Jessica y ella comenzaba a desempacar esa caja en la cual estaba su Xbox y varios videojuegos.- Mónica pasa mucho más tiempo con Kate que Cristin. El cumpleaños de mi madre se acerca, te pondré ese ejemplo. Martín asistirá porque es hijo y el asistiría con Cristin, Kate por obvias razones estará presente. Los amigos de la familia, personas de confianza, algún socio de mi padre y mis amigos por supuesto. ¿Cómo crees que se sentiría Kate al ver que una de sus mejores amigas no está? Solo tiene cuatro amigos Alex, ¡cuatro!.- señaló el número con su mano derecha.

- Y ella no asistiría aunque Kate le insista por que si terminamos mal ella preferiría no ir a verme.

- Exacto..

Alex suspiro mientras miraba como Jessica acomodaba el Xbox junto a la tv.

- ¿Cómo supiste que entre tantas mujeres Kate era especial? ¿Cómo es que tu dejaste de la noche a la mañana tus encuentros y el sextear con otras mujeres? Estas de acuerdo que tendrás que dejar de ver a ya sabes quien.

- Kate me hizo sentir.- Jessica sonrió al recordar y se sentó en la cama.- llevaba unos 5 minutos observándola aquella noche y ninguno de mis pensamientos dentro de esos 5 minutos fueron sexuales. Si me fijé en su figura, en su cuerpo y en sus facciones, pero no fue de manera lasciva como con cada mujer que veía y que solo me quería llevar a la cama. Me hizo sonreír al ver que se comportaba naturalmente sin pensar en impresionar a las personas a su alrededor. Me erizo la piel cuando nuestras miradas se cruzaron sin querer, y cuando estuve cerca de ella no pude controlarme. La bese, y ese beso fue el mejor de toda mi vida. Ojalá pudiera describirte bien lo que sentí en ese momento, pero no puedo. Lo único que puedo decirte es que de todas las bocas que bese antes de la de ella, ninguna me ha hecho sentir lo que Kate me hace sentir, los nervios que siento al estar a su lado. Mi ritmo cardíaco vuelto loco y esas cosquillas en el pecho que aparecen cada que me besa son inigualables. Estar enamorado y ser correspondido es lo mejor que hay en esta vida amigo.

- Nunca creí escucharte hablar así. ¿Y las demás? ¿Tu estas haciendo las cosas bien así como tanto me pides?- hubo un silencio.

Jessica se levantó de la cama y camino de nuevo para ir a por otra caja. Alex de nuevo la siguió esperando su respuesta.

- No le he dicho a nadie de ellas que todo a llegado a su fin definitivamente. Para ser sincera no quiero repetir una y otra vez las mismas palabras. Cuando digo 'tengo novia' nadie lo toma en serio, eso me irrita. Así que me decidí por no decir nada hasta en unos 4 días. La deuda que tengo con Gómez está vez me favorece.

- No me digas que...

- Llevaré a Kate a la playa, Gómez nos alcanzará; nos tomará varias fotografías y dará a conocer mi relación así como lo hizo con mi identidad. Luego de eso esta programada una entrevista para la revista que acaba de crear, hablaré de mi relación con Kate y todo lo que a mi vida privada respecta. Así Gómez recupera su veracidad en el medio, saldo mi deuda con él y todas ellas sabrán que mi corazón ya le pertenece a esa hermosa pelirroja.

- Este año no sales en el primer puesto de las solteras más codiciadas. Ya vi las primeras planas de las revistas de este año.... La heredera Hess... al fin dio el sí. Y las fotos de tu boda.

- Podría ser... podría ser..

_________________________________

- Lamento llegar tarde... tuve que pasar a firmar unos documentos con Demián ¿Qué haces?.- preguntó con mucha curiosidad al asomarse a la cocina y ver a la pelirroja empinada frente al horno.

Al incorporarse la vio con unos muy, muy cortos pantaloncitos blancos. Podía apreciar muy bien la blanca piel de sus piernas, portaba también una blusita rosa de tirantes y un delantal con estampado de orejas de conejo.

- Hola, hago un pastel de zanahoria. Mañana veré temprano a Mónica, me dijo que tiene algo que decirme. La escuche triste y este pastel es su favorito, sea lo que sea quiero animarla aunque sea un poquito.

- Ya veo... uhmm... - la mirada de Jessica recorría todo el cuerpo de esa inocente pelirroja.- y dime ¿puedo probar un poquito?

- Claro que si

- Bien, ¿en cuanto tiempo estará listo ese pastel?

- En 40 minutos más o menos. Pero..

- Tiempo suficiente.- Jessica se quitó el blazer.

- Pensaba cortarlo cuándo viniera Móni pero si quieres probarlo, apenas este listo te corto un pedazo. - Kate la miraba incrédula.

- ¿Quién esta hablando del pastel?.- Jessica tomó una de las manos de la pelirroja y la acercó a ella.

Tomó su cuerpo por la cintura y comenzó a besarla apasionadamente. Sus manos deshicieron el nudo de aquel delantal. Detuvo el beso solo para poder pasar la cintilla de ese delantal por sobre la cabeza de Kate para así quitárselo.

Sus miradas se cruzaron, Jessica sonreía al ver a su pelirroja completamente apenada. Ese tono carmín que la volvía loca cubría su nariz y parte de sus mejillas. Era hermoso ver a Kate sonrojada, en estos momentos la inocencia de Kate que siempre la llenaba de ternura cobraba otro sentido. La había excitado.

Tomó su rojo rostro entre sus manos pasando su dedo pulgar sobre sus labios acariciándolos. Se perdió un segundo en la perfecta boca de Kate, sin darse cuenta la pelirroja se mordió el labio inferior.

Del tiempo que llevaba conociendo a la cantante ya sabía lo que esa mirada significaba. En tan solo pensar en lo que ahora mismo pasaría, su corazón comenzaba a latir apresuradamente mientras su rostro se ponía lo más rojo que podía.

- 30 minutos... y yo saco el pastel del horno.- tomada de la mano de Kate se encamino al sofá más grande de la sala.

Kate solo atinó a asentir con la cabeza mientras se dejaba llevar por la mano de Jessica.

La morena sentó a Kate en ese cómodo sofá, se colocó de rodillas frente a ella y comenzó a besar sus piernas mientras sus manos le hacían coro acariciando por donde arrasaría su lengua.

Cuando la morena hizo contacto con esos suaves muslos, la pelirroja no logró suprimir un ligero gemido. Los besos, las caricias y el aliento de la cantante le ponían piel chinita. Su cuerpo comenzaba a llenarse de electricidad, cerró los ojos dejándose caer en ese sofá con las piernas y el cuerpo a merced de esa hermosa mujer de ojos azules.

Una sonrisa de medio lado dibujo Jessica en el rostro al ver que su presa se recostaba en ese sofá cerrando los ojos.

Dio una pequeña mordida en el muslo mientras metía sus dedos por debajo del filo de esos pantaloncitos tocando así parte de una de sus nalgas. Se separo un poco para observar ese rostro colorado, esas hermosas piernas, esa cintura y por supuesto una que otra peca que se asomaba.

Desabrocho con calma el botón de la corta prenda blanca, abrió el cierre encontrándose también con bragas blancas. Acercó el rostro a su abdomen llenándolo de besos, recorrió hasta llegar a sus caderas en donde lentamente bajo un poco más la ropa, mordió suavemente para luego regresar su atención a sus piernas.

- Llegar y verte vestida así....- besaba de nuevo sus muslos.- estos pantaloncitos serán mis favoritos a partir de ahora.

- Espera a ver el ... de.. color negro.-  la respiración agitada le dificultaba el hablar.- es más.. corto.

La sonrisa de Jessica se tornó maliciosa. Kate aflojo su cuerpo al sentir como las manos de la cantante comenzaban a deshacerse de su ropa. Deslizó ambas prendas juntas dejando el sexo de Kate descubierto.

Tomó su tiempo para mirar y Kate quería cubrirse la cara. Nunca antes había estado en una situación como esta. Que alguien mirará a sus anchas su parte más íntima era algo nuevo y un poco abrumador.

Pero era Jessica, su Jessica quien lo hacía. Debía admitir que dejar salir su lado lascivo le estaba comenzando a encantar y sonrió al recordar la platica con Rose..

***FLASHBACK***

- Rose.. ¿puedes contarme de Jessica?. Sus gustos, sus miedos, algún secretillo o mejor aún cuéntame algo de lo que se avergüence.- Rose miraba divertida a esa inocente pelirroja.. >>¿debería contar algo de lo que le pide?<<.- anda Rose, no es justo, Martín le ha contado cosas de mi, estoy muy segura que al convivir con Cristin lograra sacarle algo y sabes que ella es muy observadora y calculadora; todo eso lo tengo en mi contra. Se comprensiva y dime algo de ella... ¿si?.- Kate mostraba gran parte de su dentadura para lograr convencer a esa divertida modelo.

- Esta bien... tu ganas. Veamos..- Rose jugaba con la pajilla de su bebida.- Cosas que le gustan.. lo primero que me viene a la cabeza son las hamburguesas con papas. Siempre que va a un restaurante, aún así sea de mil estrellas, ella siempre pedirá una hamburguesa con papas. Sabrás si el lugar es bueno si se termina la hamburguesa, si solo le da un bocado olvídate de volver a pisar ese lugar.

- Entendido.. que más ... que más.

Le gusta mucho el tenis, le gustan los musicales, ama la opera, le desagrada totalmente que hablen con ella sin mirarla. Le gusta apostar en sus propios casinos, se avergüenza de todos sus escándalos como Wolf. Odia totalmente de la verdadera forma de su cabello. Lo que casi nadie sabe es que por esa misma razón va con el estilista cada dos días y no dos veces por semana como dice. Miente al decir que no lleva una agenda, Agatha es quien la maneja y quien le recuerda todo lo que tiene que hacer. Su madre le enseñó floriograria..

- ¿Qué es floriograria?

- Es el lenguaje de las flores. Sabe que significa cada flor y lo que puede transmitir. Es una cualidad en la familia de su madre, todo descendiente ya sea hombre o mujer tiene que saber de floriograria. Jessica odia ensuciarse las manos, tener tierra bajo las uñas es algo que detesta. Los días que su madre la obligaba a trabajar con ella en el jardín para enseñarle de floriograria, son los peores días de su vida; según ella.

- Cuéntame algo más personal.- Rose alzó una ceja entendiendo lo que la pelirroja quería saber.

- Ya sé a donde quieres llegar...- Kate se sonrojó.

- Por favor.- suplico de nuevo la pelirroja.

- No lo supiste por mi, ¿va?.- Kate asintió con la cabeza.- Jessica es una persona visual, quieres seducirla, quieres enamorarla, quieres llamar su atención, solo tienes que mostrar parte de tu cuerpo sin ser vulgar. La vuelve loca la lencería, no encajes, no infantil. La lencería transparente es su debilidad, su color favorito es el azul eléctrico. Ella es de piernas, lo primero que le llama la atención en una mujer son las piernas; si vez a alguna lagartona cerca y usa pantaloncitos cortos mucho cuidado.- Rose sonrió al ver que Kate ponía mucha atención.- pero... si eres tu la que usa los pantalones cortos ten tú mucho más cuidado. Jessica está completamente enamorada de ti, si a eso le sumas uno de sus fetiches no la podrás detener.

***FIN DE FLASHBACK***

Se había puesto esa ropa apropósito, necesitaba confirmar lo que Rose le había dicho y la verdad hacer el amor con Jessica se había vuelto algo necesario para ella.

Su sonrisa inocente desapareció, aprovecho que la morena miraba con descaro su sexo y ella abrió más más piernas incitando a su presa a devorarla.

Cosa que sucedió. Sintió la caliente lengua de la cantante haciéndose pasó por toda su entrepierna, sus manos acariciaban y apretaban sus piernas y parte de sus nalgas. Los gemidos de Kate comenzaron y esto hizo que Jessica se volviera loca.

Sentir el sexo de Kate humedecerse en su boca era un manjar para ella quien seguía pasando su lengua por toda esa íntima parte. Lamia lentamente en círculos, luego arriba y abajo, centrándose por mínimos momentos en su clítoris.

La mano izquierda de Kate sujetaba con fuerza uno de las almohadillas del sofá, arqueada su espalda y su boca entre abierta dejaba escapar ligeros sonidos que hacían vibrar a su pelinegra quien suavemente continuaba disfrutando del elixir que su pelirroja desprendía.

Su mano derecha se encontraba revolviendo ese cabello negro y sedoso. Cada que Jessica se detenía para postergar su orgasmo sentía la necesidad de pegar más su cuerpo en la cara de su juguetona amante.

La entrepierna de Kate se había vuelto una combinación de sus fluidos con la saliva de la morena, era la primera vez que se sentía tan mojada, la primera vez que ella hacía tal acto en su sala.

El placer que Jessica le brindaba era infinito, quería y sentía la necesidad de llegar pronto al clímax pero al mismo tiempo no quería dejar de sentir esa experta lengua moverse de un lado para otro.

La estaba llevando al borde de la locura la manera en la que la Jessica hacía todo eso. Era suave, delicada y a la vez rápida y fuerte, podía sentir la presión de los dedos de la pelinegra clavarse con una leve fuerza en sus dos piernas. Abrió los ojos un momento y fijo su mirada en esa cabellera que tenía entre sus piernas, el vaivén de la cabeza de Jessica hacia que lograra poder ver parte de su rostro por momentos.

La cantante tenía los ojos cerrados, su cara estaba roja por la excitación que tenía, verla saboreando su sexo como si de un caramelo se tratara la excito aún más. Cerró los ojos de nuevo y se dejó llevar por su deseo, se concentro solo en sentir esa montaña rusa de sentimientos que Jessica le provocaba.

Pero sus ojos se abrieron como platos al sentir el travieso pulgar de la morena acariciar en círculos un lugar que no debería tocar.

Estaba a punto de decir algo, estaba a nada de detenerla... pero... esa sensación nueva le estaba comenzando a gustar.

Sentía su pecho querer estallar, sentía sus piernas temblar y su sexo hervir. No pudo controlarse más, esa combinación de su lengua jugando con su clítoris y ese pulgar rosando y presionando en círculos esa parte de ella la hicieron perder la razón.

Pero unos segundos más tarde no pudo controlar sus gemidos, no pudo controlar las contracciones de su cuerpo y al escuchar a Jessica gemir mientras introducía lentamente su dedo índice en esa parte tan estrecha de ella fue lo que terminó por enloquecerla.

Era la primera vez que experimentaba aquello y lo estaba disfrutando. Su cuerpo tomó vida propia y comenzó a moverse, buscando la manera de sentir aún más a su morena.

Su boca comiendo todo su sexo, su dedo travieso en ese lugar y el pensamiento de que lo que hacía era algo prohibido, algo indebido fue lo que la estaba llevando al paraíso.

Su cuerpo comenzó a temblar aún más, sintió sus fuerzas abandonarla y ese gran gemido de placer mientras se aferraba a la almohadilla y al cabello de la pelinegra fue el aviso de que había alcanzado el clímax.

Jessica se incorporo lentamente mientras besaba las piernas temblorosas de Kate. La vio completamente roja, con esa blusita rosa  llena de sudor y su cabello revuelto.

Sonrió tiernamente mientras se ponía de pie.

- Espera aquí... ya pasaron 30 minutos. No tardo.

La pelinegra fue directo a la cocina. Rapidamente remango las mangas de su camisa y prosiguió a enjuagarse la cara y las manos.

Apagó el horno, tomó los guantes que estaban en la mesa, sacó el pastel del horno. Aspiro el delicioso aroma que este desprendía y lo colocó sobre las rejillas de la estufa con cuidado.

Regreso sobre sus pasos y se encontró con la sorpresa de que la pelirroja ya no se encontraba en aquel sofá.

No le dio importancia y regresó a la cocina. Limpiaba los utensilios que había usado la pelirroja para esperar a que ella volviera y así continuar con lo que estaba.

Minutos más tarde, Kate bajó las escaleras. Su cabello estaba húmedo y ahora traía puesta una pijama azul cielo con estampados de nubes compuesta con unos suaves pants y una blusa corta de ombligo.

- Hola..- bajó la mirada y Jessica lo notó.

- Hola ángel.- se acercó a ella tomándola de la barbilla.

Al hacer que Kate la mirará pudo notar en sus ojos vergüenza.

>> Pero... ¿por qué?<<  Se preguntaba mentalmente la pelinegra. Abrió enorme los ojos al darse cuenta.

La expresión que Kate tenía justo ahora ya la había visto ella antes. Sabía bien lo que eso significaba... que tonta y que insensible había sido.

Si se ponía a repasar todo lo que había vivido al lado de la pelirroja podía darse cuenta de lo canalla y estúpida que había sido.

Desde el principio había besado sin más a Kate, en el parque la había manoseado y la primera vez que hizo el amor con ella lo había tomado a la ligera... todo había tomado a la ligera, sin pensar en Kate. Sin pensar que ella no había tenido jamás una experiencia lésbica.

No había sido nada romántica a la hora de pensar en la primera vez de su amada, y ahora mismo ella se dejó llevar saciando sus bajos instintos sin pensar de nuevo en los sentimientos de la pelirroja.

- Kate.. perdóname.- Kate miró la cara asustada de Jessica.- Me propase... esta vez no te pedí permiso de nada y... - Kate colocó un dedo sobre la labios de la pelinegra.

- No has hecho nada que yo no quisiera. Admito que me sorprendí pero... esto... - su rostro se tornó de un leve color carmín. - me .. me ha gustado. Yo.. yo me desconozco, cuando estoy contigo me atrevo a pensar y a hacer cosas que jamás me hubiera imaginado. Ahora mismo estoy contenta de haber hecho esto por primera vez, que sea contigo fue ... maravilloso. - Kate hundió la cabeza el pecho de la pelinegra. - No puedo dejar de sentirme avergonzada por tal acto...  y mi vergüenza crece más con solo pensar en querer volver a repetirlo.

Esa noche Kate decidió entregarse de nuevo, decidió volver a experimentar, a dejarse llevar, a olvidarse de todo. Caía en cuenta de que ya no podía ocultarlo más, que ya no estaba simplemente enamorada de Jessica. Esa noche descubrió que la amaba, que Jessica era su todo, que ella sonreía más porque podía ser ella sin tapujos y sin críticas.

Descubrir su sexualidad a todo lo que da le hacía sentir invencible, dueña de sí misma, dueña de su placer y de su cuerpo. Poco a poco iba también conociendo a su morena, memorizaba las partes en las que con un solo rose la cantante se excitaba, aprendía de ella a ser una mejor amante y al darle el mismo placer que ella le daba.

La amaba, ahora sabía que la amaba. Disfrutaba de Jessica en todos los sentidos. Su olor la volvía loca, su cuerpo lo adoraba y su forma de ser la hacía estremecer.

Y como cada noche la pelirroja cayó rendida en un profundo sueño.

3:15 a.m.

El sonido se su celular llamó su atención. Dejó de ver dormir a esa hermosa pelirroja y decidió ir por su móvil, procuró ser delicada al bajarse de la cama. Se cercioro de que Kate aún seguía profundamente dormida y tomó el móvil entre sus manos.

Otra vez ese sentimiento que pensó no volvería a sentir. Abrió la aplicación de mensajería y se dio cuenta que había evitado ya varios mensajes.

Leah, Missy, Regina, Mariah, Danna, Jimena, Joyce, y unas cuantas más.

Trago saliva y dirigió la mirada sobre ese cuerpo desnudo que apenas se cubría con las sabanas. Suspiro y comenzó a teclear en su móvil.

__________________________

4:40 a.m.

Detuvo su auto a una cuadra de una tienda de auto servicio. Esas de 24 hrs. Se bajo del auto dispuesta a entrar y justo cuando ponía un pie en el asfalto vio salir a un grupo de personas del lugar.

Se aparragaron en un auto y conversaban muy plenamente. Parecían no tener intenciones de retirarse pronto, uno de ellos abrió el auto. Unos 2 minutos después la música comenzaba a sonar a todo volumen. Aquel chico había puesto "unstoppable" una canción que había escrito para el segundo álbum de la banda.

La música comenzó a sonar y ella se había quedado parada viendo a aquellas personas. Maldecía no conocer bien la zona donde vivía Kate. Ese lugar era el único lugar que había encontrado cerca, ahora mismo ir hacia ese lugar no era buena idea.

Si tan solo estuviera bien vestida tal vez podría haber pasado desapercibida, pero no, por salir a prisa, por ser perezosa y por no querer despertar a Kate se puso lo primero que encontró. En ese momento los pants de la pelirroja eran buena opción. Pero ahora no sólo el color y el estampado llamaban la atención. Le llegaban hasta arriba de los tobillos, a leguas se notaba que aquella prenda no le venía y ni decir nada sobre las pantuflas de conejo que traía puesto. Eso llamaría la atención de aquellas personas, la reconocerían y seguramente aparecería en todas las redes sociales en menos de un minuto.

- Mierda...- dijo en voz alta.

- Si quieres, voy y entro a comprar lo que quieras.- Jessica volteo a ver a aquella persona.

- Mmmm... - gruñó.

- Bueno, si no quieres pues me marcho. Solo déjame decir que no debes avergonzarte te vez muy bien con esos pantalones.

- Espera... - aquella persona detuvo su caminar. - quiero unos cigarros.

La morena sonrió de mala gana al ver que aquella persona se acercaba de nuevo con una sonrisa. Sacó unos billetes de su cartera y se los entregó.

- ¿Los mismos de siempre?

- Si, compra algo para ti también. Te espero en el auto.

No tardo mucho para que volviera. Le entrego la cajetilla de cigarrillos y Jessica se quedó mirándola en sus manos.

- Casi muero por tu culpa.- dijo mientras sacudía la cabeza y aventaba la cajetilla en el asiento trasero. - Tengo que volver..

- De acuerdo.- dijo y abrió la puerta para salir del auto.

- Espera, toma.- entregó una tarjeta negra de crédito y un poco de dinero en efectivo.- Pide un taxi, renta un lugar cómodo en la avenida principal cerca de la salida a la mansión de mis padres. No uses tu nombre, me avisas del lugar y te veré ahí más tarde.

- Me siento tu puta.

- Para eso tendrías que comprarte un atuendo bonito. Ya eso tu lo decides.- se burló mientras le guiñaba un ojo.

Sin pensarlo más aquella persona bajo del auto y se perdió en la oscuridad de la noche. Ella por su parte encendió el motor de su auto y prosiguió a regresar a casa de su pelirroja.

Al volver solo encontró silencio. Caminó escaleras arriba y visualizo a su pelirroja aún en cama. Se deshizo de su ropa y se acostó con sumo cuidado al lado de ese hermoso cuerpo. Abrazo a la pelirroja por la espalda y cerró sus ojos.

Kate solo optó por quedarse quieta. Hace unos treinta minutos que ella estaba despierta. Hace treinta minutos que se había dado cuenta de que Jessica no estaba en casa. No sabía si voltearse y preguntarle, no sabía exactamente que iba a decirle. Sus pensamientos iban y venían al igual que los minutos y no se dio cuenta en el momento en el que de nuevo se quedó dormida.

Los rayos del sol se colaban por su ventana. Estiro los brazos por sobre su cabeza para luego sentarse en la cama.

Una ligera corriente de electricidad recorrió todo su cuerpo. Sintió las piernas adoloridas y recordó la noche anterior.

No vio rastro de Jessica por todo el cuarto por lo que solo tomó una muda de ropa para luego meterse al baño.

Bajaba desanimada las escaleras quedándose a medio camino al escuchar voces en su cocina.

- Entonces el auto esta en la cochera y sin usar desde hace tiempo.- Kate se asomó a la cocina.

- Buenos días ángel. - sus hermosos ojos azules combinaban perfectamente con ese blazer azul cielo.

Camisa de seda, pantalón a la medida y zapatos todo en color negro. Su cabello estaba un poco más esponjoso de lo común y dejaba ver ahora más chinos en el.

- Buenos días, buenos días Móni. ¿Qué es todo esto?

- Les he preparado el desayuno. - Un poco de fruta, jugo de naranja, unos panqueques, unos huevos a la mexicana café y pan tostado.- sonreía y se veía tan atractiva.

- Gracias.. todo se ve delicioso. ¿No vas a quedarte a desayunar?.- preguntó al ver que la morena tomaba sus llaves y metía su móvil al bolsillo.

- No, le contaba a Mónica que tengo una junta importante que atender hoy de último momento con Demián. Pero te prometo pasar por ti a la tarde y llevarte a comer. ¿Aceptas?

Kate asintió con la cabeza tiernamente recibiendo contenta aquel fugaz beso que Jessica le dio antes de marcharse.

- Ya sé fue.. ya quita tu sonrisa de tonta.- se burló Mónica.

- ¿Tu le ayudaste a hacer todo esto?

- No, tiene como 10 minutos que llegue y esto ya estaba listo. Que envidia, tu si te sacaste la lotería con ella. - Mónica asentó su mejilla en la mano que tenía apoyada en la mesa.

- ¿Qué fue lo que pasó?, tu nunca vienes temprano a verme por voluntad propia.

- Desayunemos mientras te cuento todo, tenemos tiempo. Le dije a Jessica que yo te llevare al trabajo.. ¡es verdad!.. de ahí salió el tema.

- Le dijiste que no se conducir. - Kate puso los ojos en blanco.

- Si, también le dije que el auto que tu padre te dejo esta en la cochera. No se si eso lo oíste porque luego te asomaste.

- Un día de estos voy a asesinarte. Mejor desayunamos y me cuentas lo que te paso.

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- Son las 2:30 de la tarde. No puede ser que no sepamos nada de ella.- Demián estaba que echaba humo por sus poros.- No puedo avanzar en nada si ella no da luz verde y firma los documentos que faltan.

- Buzón de voz de nuevo.- Oliver se estaba exasperado.

- Márcale a la novia. Seguramente está con ella, ya sabemos como es cuando de faldas se trata. Ojalá cambiará eso de ella. ¡Carajo!

- Tranquilo, tranquilo. Ya estoy aquí.

- Jessica ¿Dónde andabas metida?. Tengo a los trabajadores en espera por tú culpa.

- Tuve que arreglar un pendiente importante, ni tiempo de ir a que arreglen mi cabello me dio. No te enojes Demián, démonos prisa que debo pasar en una hora por Kate para llevarla a comer ¿Se apuntan?

- Contigo no se puede.- Demian suspiro mientras tomaba en sus manos unos documentos.

- Yo si, le marcare a Sofía para avisarle que nos invitas a comer.

- Excelente idea, luego me la pasas. Tengo que pedirle un favor.

A Demián no le quedó más remedio que tragarse el enojo. Aquellos muchachos no habían cambiado del todo.

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- Buenas tardes señor presidente.

- Jessica, que sorpresa.

- Vine a robar a tu abogada y a invitarte a comer ¿aceptas?

- No lo se, aún tengo un par de cosas por atender y una video llamada con la sucursal de Toronto.

- Blaf.. déjale los pendientes a alguno de tus asistentes y dile a tu vicepresidente que se encargue de esa video llamada.- dijo Jessica apoyada en la pared con los brazos cruzados.

- Jerome tiene otros pendientes que hacer y ... los asistentes... verás.- Jessica arqueo una ceja.

- No le vas a preguntar a Jerome si puede o no. Levanta tu teléfono y solo dile que lo haga.

- Pero...

- Hazlo.

- Esta bien.- se rascó un poco el cuello mientras levantaba el teléfono.- ¿Jerome?.. si, esto....- Jessica lo presionaba con la mirada.- Necesitó que te encargues de la video llamada que esta pendiente con Toronto... lo se.. tengo que salir justo ahora...entiendo... Gracias.- Colgó.

- Mucha explicación. La próxima vez solo le dices y cuelgas. Ahora llama a tus asistentes, quiero conocerlos.

- No.. Aún no tengo ninguno.

- ¿Qué?, ¿Quién lleva tu agenda? ¿Quién te tiene listo el papeleo? ¿Quién te trae café?.- Jessica estaba sorprendida.- ¿Tú has estado haciendo todo solo?

La cara que puso Martín fue la respuesta a todas sus preguntas.

- Hombre... con razón Cristin dice que no tienes tiempo para nada.- Suspiro mientras llevaba sus dedos al puente de su nariz.

- No se como elegir a un asistente.

- Le diré a Agatha que se encargue de buscarte a gente de confianza, mientras tanto te la prestare para que te ayude y te capacite a tus futuros asistentes. Ahora vamos, te tengo una sorpresa.- No espero respuesta por parte de Martín simplemente salió de su oficina.

Jessica tenia una sonrisa de oreja a oreja. Estaba en su auto y en el lado del copiloto estaba su pelirroja vestida con su traje de oficina. Su falda no era muy corta pero lograba llamar totalmente su atención.

En la parte trasera estaban Oliver y Martín completamente serios.

La travesía fue rápida y tranquila. Las chicas no dejaban de mirarse y de sonreír. Ambas recordaban la noche anterior y en sus miradas podría verse cierta complicidad. Fue Kate la que rompió esa magia por un momento, mirando a ver por la ventana se recordó a sí misma buscando a Jessica en la madrugada. La melancolía comenzaba a llenar su corazón, pero las palabras de la morena evitaron que eso sucediera.

- Llegamos.- Kate reconoció el lugar.

- Nunca había venido a este lugar, se que tienes que reservar días antes para entrar.- Martín estaba sorprendido.

- Vamos ángel, esta vez entraremos a 'Mon cheri'.- Jessica tomó la mano de su pelirroja y sonriente Kate le siguió el paso.

Al entrar al restaurante un mesero los guio al lugar que siempre ocupaba la pelinegra. En la mesa ya los esperaban Markos, Sofía y Cristin.

Todos vieron el cambio en la cara de aquellos prometidos. Pareciera que llevaban años sin verse. Se saludaron, se abrazaron y se besaron sin importar nada ni nadie. Luego ambos fueron presentados a Markos y viceversa

- Parece que mi sorpresa te gustó más de lo que esperaba.- bromeó Jessica.

- Mucho, Cristin es la luz de mi vida. Llevamos unos cuantos días sin comer juntos, eso ya me estaba matando.

- Lo se, tuve la oportunidad de platicar con Cristin ayer. Le prometí que ibas a pasar más tiempo con ella y voy a cumplir mi promesa, por eso hoy le pedí el favor a Sofí que pasara por ella para reunirnos y disfrutar de un rico almuerzo.

Como era costumbre y antes de que el mesero tomara la orden de cada uno de ellos la hamburguesa con papas de Jessica fue lo primero en llegar a la mesa.

- ¿Puedes traer una para mi, por favor?.- la voz de Kate llamó la atención en la mesa.

- Vez lo que te dije Markos, Kate es simplemente la mujer perfecta.- Jessica se derretía por dentro tras la acción de la pelirroja.

- Estoy muy contento por ustedes dos, de hecho los seis están que derraman miel por todas partes. Yo solo espero no resbalarme.- a todos les dio risa ese comentario.

Mientras Kate y Jessica jugaban con las papas los demás ordenaban lo que más se les antojo de ese menú. El móvil de Markos comenzó a emitir sonido, aprovechando que los demás estaban ocupados ordenando respondió la llamada.

- Dime.. no, no interrumpes. Sí claro que vengan de hecho es un excelente momento... Ven, ya aquí te digo... sin problemas tráela. OK, te espero.- Guardo de nuevo su móvil.- Vaya hoy es un día maravilloso. Alex está en camino, viene con alguien. Si estuviera Rose, John, Héctor y Shara esto sería una más de nuestras reuniones de cada dos meses. Con nuevos integrantes por supuesto.

Jessica, Oliver y Sofía sonrieron con pesar. Que Alex llegara a ese lugar con alguien era algo incomodo. Sabían que Alex llevaba a diferentes mujeres a comer con ellos, ya varias veces habían tenido que tratar con sus noviecitas. Esta tarde era un poco más incómodo de lo normal, ellos estaban al tanto de que ayer en la tarde él había roto el corazón de Mónica y ahora mismo no era el mejor momento para asomarse con otra mujer delante de sus mejores amigos.

Por otra parte Cristin y Kate, sonrieron con desagrado. Esta mañana Móni había llorado a mares en casa de la pelirroja y Cristin por video llamada trataba de consolarla. Él idiota con el que salía le había ofrecido una relación abierta y sin compromisos. Cosa que ella no acepto siendo así el rompimiento con él la razón de su tristeza.

Mala idea la de Alex asomarse con otra mujer en ese almuerzo. Por el lado del cual lo veas él saldría perdiendo, a excepción de Martín y de Markos que eran los únicos que no estaban enterados de nada.

Poco a poco fueron llegando los platillos y las bebidas. Todos estaban conversando plenamente cuando Alex llegó agarrado de la mano de Mónica, mano que soltó al ver la cara de enojo de Jessica.

Mónica no sabia donde esconder la cara, Alex le dijo que irían a comer con unos amigos. Jamás se imagino que esos amigos fueran los suyos.

- Parece que todos nos pusimos de acuerdo.- Trato Alex de hacer como si nada pasara.

Con nervios todos comenzaron a saludarse.

-¿Ya se conocían todos?.- Markos intentaba atar cabos por la leve tensión que se sentía en el aire.

- Si, nos conocimos en el evento del parque del cual te exonere.- explicó Jessica sin quitar su fría mirada de Alex.

- Oh... Debí haber ido y así poder conocerte antes.- Mi nombre es Markos.- tomó una de las manos de Mónica y la besó.- sintió la mano de Mónica tensarse.

- Me llamo Mónica, un gusto.- su mirada nerviosa busco inmediatamente la mirada azul de Alex.

Markos se dio cuenta de eso comenzando a entender lo que estaba pasando. Él también conocía bien a Alex, sabía bien que él seguía los pasos de Jessica. Quería ser como ella, un total casanova. Algo que nunca lograría, Alex no le llegaba ni a los talones a Jessica, él no trataba a las mujeres con delicadeza. Él sólo veía un pedazo de carne, a él no le importaban los sentimientos de las mujeres con las que salía. Era un mentiroso, un cobarde.

- El gusto es mío Mónica, siéntate a mi lado. Quisiera saber un poco de ti, oh perdón.- se llevó la mano a la boca en un gesto falso de preocupación.- no quiero faltar al respeto. Discúlpame si me estoy entrometiendo entre usted y mi buen amigo Alex. Alex amigo, me deje llevar por la belleza de tu .... ¿novia?, ¿enamorada?, ¿amiga?.- sonreía para sus adentros. Sabía que Alex solo la quería para un rato, no iba a mentir frente a Jessica. Tenía que decir la verdad y dejarle el camino libre para enamorar a esa bella mujer.

Mónica era el gusto exacto de Markos. Alta, bella, con excelentes caderas y con un aura salvaje que la envolvía por completo.

Jessica ya había salvado varias veces a Alex de esa encrucijada. Esta vez solo era una espectadora más, él era su amigo, su confidente es verdad. Pero ella se lo había advertido, ahora mismo no podía ayudarlo en nada. No cuando Cristin y Kate esperaban más su respuesta que la misma Mónica que al juzgar por la mirada que ya traía, ella la sabía la respuesta antes de que él la dijera.

- Es una amiga. No tengo problema alguno si ella quisiera sentarse a tu lado.

Justo como Markos pensó.

- ¿Acepta?.- como todos Markos se le quedó mirando a Mónica esperando su respuesta.

Mónica estaba enojada, herida. No tenia ganas de estar en ese lugar, no tenia ganas de seguir viéndole la cara a Alex, no tenía ganas de conocer a ese guapo y musculoso hombre que tenía enfrente.

Pero no iba a dejar las cosas así. Claro que no, ella no era una niña tonta a la cual tenían que defender. Sin pensarlo más tomó la mano que Markos le ofrecía y se sentó a su lado.

Por unos momentos el almuerzo fue algo incomodo. Nadie se atrevía a hablar, todos estaban concentrados en sus alimentos; bueno casi todos.

Jessica había dejado su plato a medio terminar. A nadie le pareció eso extraño, siempre que se comía toda su hamburguesa, del platillo que ordenaba solo se comía la mitad. Sin importarle nada sacó su móvil del bolsillo, olvidando toda clase de etiqueta colocó su codo en la mesa y comenzó a deslizar con el dedo pulgar de su mano derecha su móvil.

Kate miró a ver lo que hacía, la veía deslizar su dedo sin sentido alguno por todo su móvil. Ya iba a preguntar lo que estaba haciendo cuando sintió la otra mano de la morena deslizarse por su pierna.

Se puso nerviosa y bajo una de sus manos para frenar a toda costa lo que la morena estaba planeando.

La risa estaba a nada de ganarle a ambas por ese jugueteo que tenían por debajo de la mesa. Jessica intentaba subir un poco su falda para acariciar su pierna y Kate la sostenía o la alejaba para evitarlo.

Obviamente todo eso era visible para los demás, esas dos no eran nada discretas. Martín se perdió un momento en sus pensamientos cuando se dio cuenta de ello. Recordó lo que Oliver le había dicho cuando fue a notificarle sobre el accidente de Jessica. Miró a ver a Oliver quien tomaba un mechón del cabello rubio de Sofía y lo pasaba por detrás de su oreja. Luego miró a Alex que traía una cara de pocos amigos, su vista continuó con Markos y Mónica quienes simplemente se sonreían en silencio. Volvió la vista a las chicas, ellas seguían en su burbuja imaginando que nadie se daba cuenta de lo que hacían.

Junto todo el valor posible y se puso de pie. Llamó la atención de todos en ese momento, hizo a un lado la silla en la que estaba sentado y se arrodillo frente a Cristin.

Tomó una de sus manos, todas las miradas estaban puestas sobre él. El restaurante completo quedó en silencio, los meseros y los demás comensales estaban atentos a lo que estaba pasando.

- Cristin, hace mucho tiempo que te pedí ser mi esposa. Por varias razones ese sueño no se nos ha hecho realidad. Hoy, quiero pedirte que me hagas el hombre más feliz del mundo aceptando ser mi esposa de nuevo. Hoy quiero que llegues a casa y comiences a planear la boda de tus sueños. No quiero dejar pasar más el tiempo, te amo, quiero una vida a tu lado, quiero poder decirle al mundo entero 'ella es mi esposa, no mi prometida'. Te mereces una relación completa, una relación bien vista, te mereces un matrimonio como el de tus padres. Lleno de amor y que dure para toda la vida. Mi hermosa Cristin, ¿me darías el sí de nuevo? Dime... ¿quieres casarte conmigo?

La respuesta de Cristin no se hizo esperar. Sin pensarlo salto sobre Martín diciendo 'sí' varias veces. Los muchachos comenzaron a aplaudir y varias personas de otras mesas se unían a ellos.

Las risas y los besos de esos dos enamorados era un mensaje de que el buen amor existe. Poco a poco se fueron acercando a ellos para felicitarlos.

Cristin estaba que no se lo creía, en cierta parte ella se había hecho la idea de que su boda no se llevaría acabo. Amaba a Martín por completo, ella se había jurado así misma amarlo y respetarlo por siempre aún así no llegarán a casarse. Claro estaba que el casarse era uno de sus mas grandes sueños, ahora que Martín se lo proponía de nuevo ella se sentía la mujer más feliz del mundo.

Miraba y se abrazaba a sus mejores amigas desbordando alegría. Mucha alegría, sabía que la espera había dado frutos y que ahora iba a tener la enorme boda con la que siempre había soñado.

Martín había dado fin a un almuerzo incomodo, cuando la euforia por aquella propuesta de matrimonio cesó, Alex aprovecho la oportunidad para marcharse. Se sentía incomodo al ver que Mónica se lo estaba pasando de lo mejor con sus amigos y por supuesto con Markos.

Al parecer Mónica y Markos tenían mucho en común. Las risas iban y venían. Tras las despedida de Alex la tensión se disipó, si mirabas desde afuera a esa mesa solo podías ver a cuatro parejas disfrutando de una agradable tarde.

Todo marchaba a perfección, todo era de color de rosa, todo se estaba acomodando por si solo. Pero todos sabemos que la felicidad sólo dura unos momentos, todos sabemos que los pequeños momentos hay que disfrutarlos al máximo, hay que atesorarlos, aferrarse a ellos porque nunca sabemos cuando algo vendrá a arrebatarnos la sonrisa que nos ha costado mucho conseguir.

Aprovechando de que Jessica se había ido al baño, la pelirroja sacó su móvil con la intención de tomarse una foto con sus mejores amigas para capturar así ese momento para siempre.

Al desbloquear su móvil vio que le había llegado un mensaje. Picó sobre el para poder verlo, el mensaje tenía apenas dos minutos de haber llegado.

Un mensaje corto y claro.

Estoy afuera, cruzaba y te vi.
Sal un momento, hay algo importante que debo decirte. Te esperó, ven sola. No te demoraras nada.

 

Alzó la vista del móvil, Jessica no había regresado. Sus amigas estaban platicando a gusto, nadie se había dado cuenta de lo que pasaba.

Dejo el móvil en la mesa y se levantó sin decir nada. Para su buena suerte nadie le preguntó nada, se alejó de la mesa con camino a la salida, no escucho pasos detrás de ella ni a nadie que le hablara a lo lejos.

Tenía todo a su favor, podía ir a ver a Dylan sin que nadie se enterara. En su pecho solo sentía la necesidad de decirle que era un desgraciado, un sin vergüenza, no pretendía escucharlo solo quería reclamarle.

Salió del restaurante y comenzó a buscarlo con la mirada, nada. Caminó un poco más adentrándose al estacionamiento, nada. Torció la boca y decidió que era mejor volver, caminaba de vuelta sobre sus pasos cuando escucho esa voz pronunciar su nombre.

La rabia invadió su cuerpo, dio media vuelta para poder mirarlo.

- .... .- abrió la boca pero no pudo decir nada.

- Hola Kiki...

Sus ojos no podían creer lo que veían, miedo, tristeza, enojo, felicidad todas las emociones invadían su pecho al mismo tiempo.

- No... e.. no es posible.- logró pronunciar la pelirroja.

Le dio la espalda de nuevo a Dylan, necesitaba alejarse de él. Sentía como su respiración comenzaba a acelerarse con cada paso que daba. El pecho comenzaba a dolerle, ¿había visto bien?.

Dudo de si misma, con las manos en el pecho volteo a verlo de nuevo. Ahí seguía, a unos cuantos pasos lejos de ella. El dolor en su pecho aumento, su respiración ya era demasiado rápida; no podía controlarse. Su visión se volvió borrosa, las piernas no le aguantaron más su peso y cayó al piso.

Sus gafas cayeron aún lado de ella, intentaba incorporarse para poder tomarlas, pero sentía que el aire le faltaba, esas punzadas en su pecho eran muy dolorosas. De sus ojos comenzaron a brotar lágrimas por no poder controlar su respiración como le habían enseñado. Esta vez todo lo que le habían dicho no estaba funcionando. Se estaba desesperando y a lo lejos veía la silueta de Dylan ¿por qué él no la ayudaba?.

Escuchó a alguien correr a ella.

Sintió las manos de Jessica tomarla por la espalda.

La cantante se arrodilló en el piso sujetando a la pelirroja de espaldas, la pegó a su pecho con fuerza. Tomó el rostro de Kate y con cuidado quitó a prisa el cabello de su cara.

Sujeto con su mano derecha las manos de Kate que al parecer querían arrancarse la ropa del pecho. Colocó la palma de su mano izquierda sobre la boca de la pelirroja, hizo presión con fuerza obligando a que Kate cerrará la boca. En ese momento la pelirroja se asustó más, la mano de Jessica en su boca impedía que ella tratara de controlar su respiración como el doctor y aquel señor le habían enseñado.

Quería llevar sus manos a su boca y quitar con todas sus fuerzas la mano de Jessica, pero ella no la dejaba. Su desesperación aumentó aún más al darse cuenta de que no podía mover sus manos, Jessica la sujetaba muy fuerte. No podía respirar, estaba entrando en pánico.

- Calma, calma.. no te hare daño.- con el pulgar de la mano izquierda que cubría la boca de su pelirroja tapo la fosa nasal izquierda de Kate.

Las lágrimas de la pelirroja brotaban más y más.

- Concéntrate... tu puedes. No te falta el aire, estas inspirando más de lo que necesitas. Tu puedes, hazlo conmigo. Inhala.- Jessica respiraba cerca del oído de Kate para que así ella pudiera escucharla.- exhala... siente mi pecho, concéntrate. Sigue mi ritmo, vamos tú puedes amor.

Las manos de Jessica seguian ejerciendo fuerza en la pelirroja, sin destapar su boca ni su fosa nasal izquierda.

Repetía con calma una y otra vez sus palabras.

- Concéntrate... poco a poco.. acóplate a mi, a mi pecho... tú puedes.

Markos había hecho que los de seguridad despejaran esa parte del estacionamiento. Los demás solo se mantenían al margen, rogando que Jessica lograra hacer que Kate controlara su respiración en lo que la ambulancia llegaba.

- Así muy bien... solo un poco más..  tu puedes. Inhala..... exhala.

La ojiazul comenzaba a sentir como el cuerpo de la pelirroja perdía fuerza. Poco a poco su técnica estaba funcionando y Kate comenzaba a equilibrar su respiración.

La soltó de sus agarres al ver que ya podía respirar normal por cuenta propia. Recostó su cabellera rojiza en sus piernas y le sonrió tiernamente.

La pelirroja sintió las manos de Jessica ahora acariciarle la cabeza. Borrosamente vio la sonrisa de su amada, trato de mirar donde había visto a Dylan pero no tenía fuerzas para moverse.

- Gracias....- musito.

A lo lejos se escuchaba la sirena de la ambulancia. Comenzó a sentir los párpados pesados, su visión se volvía más borrosa y sin poder evitarlo perdió el conocimiento.

 

Continuará......

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Notas finales:

Holi...

Para empezar me disculpo porque creo que la advertencia del lemmon debe ir al principio, pero es que les juro que no estaba planeado de esa forma. De hecho este capítulo no debió de tener lemmon, pero quien soy yo para prohibirle a Jessica, ella hace lo que le da la gana... xD

Un poco fuerte todo el capítulo si, un poco rápido y apresurado, también. Lo que pasa es que desde capítulos antes debí meter lo de la boda y ps no lo hice y capis de relleno como que no Jajajaa... see solo porque un amigo me dijo "Enna y lo de..........." hay rayos... pero bueno espero haya quedado Mas o menos xD

Para los curiosos la canción que use es "unstoppable" de SIA. Pinche rolon da energías.

Ahora la del título es... tararararan!!

Sip, Mecano. Es que me gusta esta canción y que me importa la meto por que se me dio la gana ya que el titulo debió ser otro xD

Espero les haya gustado este capi con el cual ya sumamos 14 capitulotes wow... estamos a nada de terminar este show y espero que lo estén disfrutando tanto como yo al escribirlo.

Sin más y como siempre me disculpo por las faltas de ortografía y por alguno que otro tecladazo.

Con cariño
Los quiere

E.L


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