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Ohh Yess!! por ennygma

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Notas del capitulo:

ODIO VER TU CORAZÓN ROMPERSE


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- ¿Seguro que es por aquí?

- Si, bueno.. eso creo.

- ¿Alex estas seguro o no?

- Cálmate Oliver, estoy seguro. Lo he traído un par de veces. Estamos cerca, ¿Cómo esta Sofía?

- Mal, ahora esta en mi departamento no ha querido salir, esta evitando a la prensa.

- Mi padre me dijo que su padre se volvió loco en el club. Fue allí donde estaba cuando se entero.

- Mataría a ese canalla, la razón por la que no lo hago es por que es su padre.- Oliver apretó los puños.- Si vieras como dejó marcada su enorme mano en la mejilla de Sofí... desgraciado.

- Rose me dijo que esta en camino, la escuche muy tranquila.- desvío levemente la mirada del camino para ver a Oliver.

- No ha mencionado lo de Jessica pero se que lo sabe o sospecha algo, según viene para apoyar a Sof.

- Entiendo, llegamos. No hay nada de que alarmarse, para cuando Rose llegue ya habremos encontrado a Jessica.- apago el motor y ambos chicos desabrocharon los cinturones.- vamos Oz vive en la casa azul.

Bajaron del convertible rojo de Alex, vestían ropa muy casual. Siendo las dos de la tarde el brillante sol pronosticaba un hermoso día.

Caminaban por un barrio tranquilo, muchas personas lo llamaban la zona gris. Las casas era amplias con cercos bajos separando los patios. Había mucho silencio, podía notarse que todos en ese lugar cuidaban de sus jardines, de sus calles. La mayoría de las casas contaban con adornos llamativos en sus puertas o en sus paredes.

- ¿Por qué aparcaste tan lejos?

- En este lugar no puedes hacer ruido, el primer día que vine y metí el vehículo en esta cerrada no sabes la que se me armo.- Con los nudillos de su mano izquierda Alex tocó la puerta de esa bonita casa azul.

Se oyó un poco de ruido del otro lado de la puerta, un par de minutos después la puerta se abrió dejando ver a una anciana apoyada en un bastón.

- Buenas tardes, ¿Qué se les ofrece?.- pregunto la anciana tratando de visualizar a los chicos.

- Buenas tardes, mi nombre es Oliver Borja. ¿Se encuentra Oz?

- ¿Oz?..- pensó la anciana.- Aquí no vive ningún Oz, solo mi nietecito Oswaldo y yo.

- Si, al él es quien busco.- se emociono Oliver.

- En un momento, le avisare.- la anciana les dio la espalda dejando la puerta entre abierta.- !Oswaldito, tus compañeros de la escuela te buscan!.- Grito la anciana al pie de las escaleras.

Pasos rápidos se escucharon en el segundo piso y Oz bajo casi corriendo las escaleras.

- Gracias abuela, yo me encargó.- Dio un beso en la frente de esta y sonriendo la llevó al sofá de la sala.

- ¿Qué quieren?.- pregunto de mala gana sin esa amplia sonrisa que tenia hace unos segundos.

- Oswaldito.- se burló Alex.- ¿tu abuela sabe que no vas a la escuela Oswaldito?

- Cállate, estudio en línea. ¿Qué es lo que quieren?

- No te enojes Oz.- Oliver le metió un codazo a Alex.- Estamos buscando a Jessica, llevamos cuatro días sin saber de ella.

- Me mando un texto diciendo que estoy de vacaciones, que Agatha se haría cargo de todo. Quedó en llamarme cuando los días se me acabarán.

- ¿Cuándo fue eso?

- Exactamente hace cuatro días, fue en la mañana que recibí su mensaje.

- ¿No te dijo nada más?

- No, ¿por qué tanta insistencia? No es que fuera la primera vez que ella se toma unos días y se olvida de todo.

- Su móvil manda automáticamente a buzón, terminó su relación con Katherine hace cuatro días. ¿No viste la revista?

- Amigo, trabajo para Jessica 24/7. Cuando me dijo que tenia vacaciones aproveche para hacer algo de las miles de cosas que tengo pendientes. No se si lo notaste pero vivo solo con mi abuela, tengo que hacerme cargo de mucho.- se quedó pensativo un momento.- es muy raro que su móvil mande a buzón, no recuerdo que ella haya hecho algo así antes.

- Sus padres no saben nada, y aún no queremos decirles. Creíamos que tú o Agatha podrían saber algo.

- ¿Qué les dijo Agatha?

- No tenemos su número, ni sabemos donde encontrarla. Martín quedó en avisarnos cuando ella se presentará en la empresa pero eso tampoco ha sucedido.

- Yo tampoco tengo su contacto. Lo que puedo hacer es ver si el móvil de Jessica nos deja ver su ubicación. Pasen, arriba tengo lo necesario.

Los chicos siguieron a Oz, antes de subir las escaleras vieron a la anciana viendo la tv en esa sala sin prestarles atención.

La recamara de Oz era todo el piso de arriba. Llegando al final de las escaleras te encontrabas con un juego de sala, una enorme tv, la cama, una pequeña nevera, una mesa para dos personas y en la pared del costado derecho cuatro computadoras.

Al final podía notarse una única puerta, ese al parecer era el baño. Oz se acercó donde las computadoras, se sentó frente a una y comenzó a usarla.

Oliver estaba parado detrás de él pendiente de lo que hacia mientras que Alex sacaba una cerveza de la pequeña nevera.

- ¿Cuánto es lo que te paga Jessica para que puedas mantener esta casa, a tú abuela y puedas comprar cerveza de calidad?.- Alex se dejó caer en uno de los sofás.

- Lo justo.- respondió sin darle importancia.

- Te pago el doble.- extendió su brazo en el sofá.

Oz dejó salir una burlesca sonrisa.- Es más probable que logres persuadir a Agatha que a mí.

- ¿Estas loco? Esa mujer vive para serle fiel a Jessica. Pensé que como todas estaba enamorada de ella, pero resultó que no.

- ¿Cómo estás seguro de eso?.- preguntó Oliver dejándose llevar por la curiosidad.

- Agatha es un robot.

- Estúpido.- gruñó Oliver.

- No, de verdad. Le he puesto trampas y no cae en ninguna.

- ¿Qué?.- río Oz.

- Comencé primero con lo básico. Dejé una fotografía de Jessica donde solo ella pudiera verla. La fotografía se quedó en ese lugar por meses señores.- bebió de su cerveza.

- Internet puede darte miles de fotografías Alex.- Oliver puso los ojos en blanco.

- ¿Crees que internet tenga las fotografías de Miami del 2013? ¿Acaso puedes dar con ellas Oswaldito?...... ¡Claro que no!..

- Jessica me contó una vez de esas fotografías, hizo que me asegurará de que no estuvieran por la red. La verdad es que jamás di con alguna.

- Pues Agatha pudo tener una de ellas y la rechazo. La terminé encontrando en la basura, deshecha.

- ¿Cómo es que tenias una?.- Oliver se acercó a él.

- No era original, era una fotocopia. Una vez llegue a su oficina sin avisar, en su escritorio había una enorme carpeta, simplemente la abrí y me tope con ellas. Tomé una y la metí a su fotocopiadora, regrese la original a esa carpeta y para cuando ella regreso no había pasado nada. El caso es que Agatha no le tomó importancia, luego de eso comencé a decirle que Jessica la miraba mucho. Que me decía que le gustaba tenerla a su lado y cosas así. A ella le dio igual.

- Agatha es mil por ciento heterosexual.- Oz seguía con los ojos en su computadora.

- Oswaldito.... ¿te andas comiendo a la flaca?.- preguntó burlonamente.

- Si así fuera no tendría nada de malo, Agatha es simpática y muy agradable.

- Entonces ¿Cómo sabes que es ciento por ciento heterosexual?

- Tiene una laaarga fila de ex novios, te digo, tiene cierto llamativo; lo se porque hay días en los que convivo todo el día con ella y obviamente platicamos de varios temas. Lo malo que nadie aguanta una relación con ella, como has dicho, se desvive por su empleo, no por Jessica.- Alex torció la boca al darse cuenta que Agatha y el eran parecidos. Serios, aburridos y leales a la heredera.

- Listo.- Oz se levantó para tomar de su impresora el documento que había enviado.- La mala es que como ustedes sospechan algo raro esta pasando. El móvil de Jess no da señal de ninguna forma, eso quiere decir que esta en el fondo de un río o destrozado en algún abandonado camino.

- No juegues con eso.- se acercó Oliver.

- No juego, aunque un móvil esté apagado la señal GPS sigue funcionando. Lo mismo pasa si la pila se descarga, que no lo puedas encender no quiere decir que no esté funcionando. Los teléfonos móviles tienen siempre batería de reserva por seguridad que puede durar hasta un par de días. Jessica jamás apagaba el móvil, así que algo ha pasado.

- Dijiste la mala, ¿y la buena?.- se acercó Alex a ellos.

- Rastreé su vehículo, toma.- le entregó las hojas que había impreso a Oliver.- esta es la ubicación exacta, esta cerca de la salida a la mansión.

Los ojos de Oliver se iluminaron, tener una pista de Jessica después de tantos días, eso era algo liberador para él.

Con un apretón de manos y un leve abrazo se despidió de Oz para ir en busca de su mejor amiga. Alex por su parte solo sacudió el cabello de Oz revolviéndolo más de lo que ya estaba, tomó dos cervezas más del refrigerador y al igual que Oliver salió contento de la casa.

____________________________

- Pase...- Kate se quitó las gafas restregando sus ojos.

No era mentira cuando le dijeron que tendría mucho trabajo, llevaba tres días entrando antes de su hora y saliendo después de que el sol se ocultara.

El trabajo era tanto que aún haciendo todo ese tiempo en la empresa ella terminaba por llevarse parte del trabajo a su casa.

Al principio no quería seguir en empresas Hess, pero al ver el desinterés de Jessica tanto en la empresa como en ella, optó por mejor quedarse y hacer lo mejor posible su trabajo para evitar cualquier tipo de problemas con la morena.

La tristeza y el dolor que al principio sentía por la separación con la cantante la oculto detrás de montones de documentos que día con día revisaba. El trabajo en exceso está vez le cayó de maravilla, pues con ello evitaba pensar en la pelinegra.

Los pocos momentos que no lograba esquivar los pensamientos de Jessica y permitía que su cabeza la guiará sumergiéndose en miles de recuerdos, ya no le dolían. No es porque haya dejado de amar a la morena o porque ya no le importara, no. Simplemente esa tristeza, ese dolor, esa desesperanza se había transformado en un leve rencor.

Estaba enojada por la simplicidad con la cual Jessica tomó las cosas, se llenaba de coraje al recordar con que facilidad confesó que la engañaba y con que tranquilidad ella tomó el rompimiento.

Mientras ella sintió morirse Jessica estaba como si nada, o mejor dicho, ni siquiera estaba. Jessica jamás la busco, simplemente desapareció de su vida de la misma forma repentina con la cual apareció. Los recuerdos llenos de sonrisas al lado de la cantante se transformaban en ella disfrutando quien sabe dónde de su amante, porque para Kate ya no había duda de que Jessica la había engañado.

- Buenos días Kat, te traje un chocolate caliente y ese sándwich de pavo que tanto te gusta.- Dylan mostraba lo dicho con una amplia sonrisa.- Ayer no cenaste, vi la comida que te dejé aún en el microondas.- la miró con falso enojo.

- Estoy cargada de trabajo, me dormí en el escritorio de mi cuarto checando unos documentos. ¿Ayer no regresaste a tu departamento? ¿Cómo me encontraste?

- Ayer me quite tarde de tu casa y hoy cuando regrese ya te habías ido, al no encontrarte fui a tu oficina anterior, Josh me dijo que trabajabas aquí, este lugar es muy fácil de encontrar y al parecer eres la única pelirroja en este lugar.- Kate sonrió con nervios, conociendo ya a varios trabajadores, a Judith sobre todo, sabía que afuera de su oficina el chisme estaba corriendo a toda velocidad.

- Gr..gracias Dylan.

- Te dejo el desayuno, comes por favor. Yo ya me voy, no quiero que tengas problemas con ... ya sabes.- se encogió de hombros.

Kate lo miraba, él llevaba todos estos días cuidando de ella. Jamás le dijo que la heredera y ella habían terminado, ahora se sentía culpable por casi correrlo con la mirada.

- No.. uhmm... puedes quedarte. Si quieres puedes ayudarme con el trabajo, como hacías antes..- lo miro a los ojos y le sonrió levemente.

- Va, pásame la carpeta con la que estas trabajando. Yo leo, tu comes y escuchas... ¿lista?.- la pelirroja asintió entregando la carpeta y destapando su sándwich.

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- ¡¡Ahí esta su auto!!.- Grito con felicidad Oliver apuntando al vehículo de Jessica.

Alex aparcó detrás de este y ambos se bajaron apurados en busca de la pelinegra.

Oliver camino al rededor del auto, no vio absolutamente nada raro, el auto estaba limpio y ordenado como siempre.

- ¿Crees que este aquí adentro?.- Alex acercó la cara a una de las ventanas de aquel departamento, aún con las manos haciendo sombra él no consiguió ver el interior.

- Su auto esta exactamente frente a la puerta, no hay otro departamento cerca. Tiene que estar dentro.- tocó la puerta.

Al no obtener respuesta volvió a tocar la puerta pero un poco más fuerte, nada. Más fuerte, tampoco. Enojado dio un gran puñetazo y aún así tampoco logró que dentro del lugar se escuchara algún ruido.

- Derríbala.- Alex era un sonsacador. Conocía el pasado de Oliver, sabía cuánto él apreciaba a Jessica; en este estado de desesperación, ver como Oliver derribaba esa puerta sería algo inolvidable.

Con la razón nublada Oliver caminó unos pasos atrás asegurándose de tener buena distancia para agarrar vuelo y golpear esa puerta con todo su peso.

- A la una.... a las dos...- contaba Alex junto a la puerta con el móvil en la mano grabando a Oliver.- y a las... tres.

Oliver corrió con todas sus fuerzas para embestir esa puerta. Justo al momento en el que su cuerpo debería tocar la madera la puerta se abrió.

Oliver se adentro al departamento como si su cuerpo fuera una bala, sus pies tropezaron con la mesita de centro volteándola de cabeza y rompiéndola en dos partes. Cayó de bruces sobre el sofá que estaba en frente, la fuerza con la que se había lanzado hizo que el sofá se volteara hacia atrás. Sus gafas salieron volando cuando su cara azotó contra el frío ladrillo del piso.

Alex logró captar todo en video, al principio murió de risa pero al ver que la sangre comenzaba a brotar del rostro de Oliver soltó el móvil corriendo a su lado para ver la gravedad de las cosas.

De la nariz y el labio superior de Oliver brotaba la sangre sin parar, se arrastro en el piso hasta recostar la espalda en la pared más cercana. Alzaba la cabeza para tratar de detener la hemorragia de la nariz mientras Alex buscaba en todo el departamento algún botiquín de primeros auxilios.

- Amigo perdóname.- Alex depositaba el papel usado el el bote de basura.

- Eres un imbécil.- Oliver se dejó un poco de papel en ambas fosas nasales.- lo bueno que la nariz no se me rompió.- se puso de pie dejando ver todo el frente de su camisa manchada de sangre.- ¿Cómo abriste la puerta?

- Cuando asechabas el auto de Jess me di cuenta que no tenia seguro. No creí que la broma resultara de esta manera.

- ¿y que creías que pasaría?.- pero Alex no respondió. Con la mano hizo una seña para que él se acercara.

Oliver recogió sus gafas, al ponérselas una línea dividía la lentilla derecha.

Los ojos de Oliver no creían lo que veían. Se agacho y tomó entre sus manos partes del móvil destrozado de Jessica.

- Ahora esto si me preocupa...

- Revisemos el lugar, busquemos algo que nos indique que fue lo qué sucedió aquí.- Alex obedeció ante estas palabras del pelinegro.

- No hay nada aquí Oliver, todo esta en orden. Los pocos recibos que encontré son de comida y de compras, el refrigerador esta tan lleno como la alacena. Todo apunta que quien vivía aquí no le gustaba salir para nada.

- En la recamara solo hay una muda de ropa masculina.- dijo Oliver y los ojos de Alex se abrieron con sorpresa.

- Jessica tiene un amante hombre.- rápidamente se llevó las manos ala boca.

- No seas estúpido. Si eso fuera así, como su mejor amigo estaría enterado de ello.

- Yo soy su mejor amigo, se cosas que tu no.- espetó.

- Ahh si... ¿Cómo que?.- replicó Oliver.- ¿Lo de sus salidas nocturnas?. Blaf, lo hace desde que salíamos de gira, eso comenzó con las fans. ¿Quién crees que la cubría con Demián?.‐ Alex lo miró un poco enojado, en verdad creía que Jessica le confiaba ciertas cosas solo a él.

- No, hablo de.. de..- sabía que lo que estaba apunto de decir estaba completamente prohibido. Si resultaba que Oliver no sabía de eso, Jessica jamás le perdonaría el haberlo dicho. Sin importarle eso y con todas las ganas de demostrarle a Oliver que él sabia cosas que aquel cuatro ojos no, habló.- De la casa y de la familia a la que mantiene.- Oliver lo miró desafiante.

- No quieras inventar cosas para hacerte el importante.

- No invento, compro una enorme casa en Boreal hace como cinco años. Paga los gastos, el servicio y tiene una cuenta bancaria a nombre de esa persona. Fue lo primero en lo que Agatha se hizo cargo al comenzar a trabajar con ella.

Oliver lo miró serio, tratando de descifrar si era o no verdad lo que acababa de confesarle.

- ¿A quien supuestamente mantiene?.- preguntó acomodando sus gafas.

- Daniela Miller.- soltó al instante y sosteniendo la mirada.

- Eso es mentira, ella no necesita que la mantengan su familia es millonaria.

- Lo acabas de decir... su familia. Piensa Oliver, la relación de ellas era muy secreta para sus familias, aún así hubieron eventos en los que todos coincidíamos y aunque no se hablaran siempre hubieron miradas, siempre. Aún después de que su relación acabara, sí es que eso fue una relación.- alzó los hombros.- ¿Hace cuanto que no vemos a Daniela? ¿Hace cuanto que los Miller asisten a eventos o son fotografiados sin ella?

- A ella le gusta derrochar la fortuna de sus padres en los viajes que hace por todo el mundo.

- ¿En verdad te creíste ese cuento?.- puso los ojos en blanco.- Oliver tomó entre sus manos partes del móvil de Jessica.

- Vámonos.- Guardo en su bolsillo la tarjeta SIM, la SD y tirando las demás partes antes de salir del lugar.

- ¿A donde iremos ahora?.- Alex salió detrás de él.

- A Boreal, si lo que dices es verdad ella puede estar allí y si no, tal vez Daniela pueda decirnos donde encontrarla.

Alex asintió con la cabeza antes de abrir la puerta de su auto. Pudo notar que Oliver estaba muy enojado, tal vez no era momento de decirle que no sabía la ubicación exacta de aquella casa; que esa información únicamente la sabía porque Jessica soltó la lengua al estar muy borracha.

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Espero que esta vez la encuentren, toma.- Sofia entrego un vaso con agua a Oliver para que pasara un par de pastillas que le servirían para aliviar el dolor con el que había amanecido.

- Listo, vámonos.

- Rose, ayer anduvimos todo el día Alex y yo y no dimos con aquella casa. Mejor quédate con Sofí, Boreal es enorme.- suspiro cabizbajo.- no creo encontrarla hoy, recorrer toda esa zona de ricos nos llevará por lo menos cuatro días más.

- No, yo voy. No puedo quedarme aquí arruinando más mis uñas, necesito saber donde esta Jessica.- tomó su bolso decidida.

La bocina del vehículo de Alex anunció su llegada. Ni Sofia ni Oliver lograron hacer que la ex-modelo se quedara en casa. Oliver dio un sutil beso a su novia, uno suave, uno delicado ya que ambos tenían el rostro muy lastimado.

- Rose, tenemos que bajar y seguir con el plan de ayer. Estar dando vueltas por todas estas calles solo es una perdida de tiempo.

- Fingir ser personal de cable es estúpido. Ni siquiera se ven como técnicos, así que deja de quejarte Alex y conduce más lento.- los ojos de Rose observaban con rapidez cada casa.

- ¿Qué es exactamente lo que buscamos?.- preguntó Oliver.

- Daniela Miller es muy diferente a todas las personas con las que Jessica se ha enredado. Tuve la oportunidad de conocerla meses antes de que ellas se separaran, sabré lo que busco cuando lo vea.

- ¿Por qué lo de ellas no funcionó?

- Oliver, Jessica era un desastre en esas fechas.- se burló Alex.

- Si y no.- Hablo Rose sin mirarlos.- Jessica no se dio cuenta pero se enamoro perdidamente de Daniela cuando ella le ofreció una relación abierta. Es verdad que todo el tiempo hablaban y cada que podían estaban juntas pero Daniela le dejó en claro desde el principio que ella no era monógama. Eso le cayó a Jess como anillo al dedo, lo disfrutó hasta que comenzó a sentir celos. Todo estalló en el cumpleaños de Dany cuando en toda la fiesta no pelo para nada a Jess y se encerró en su habitación por dos horas con otra chica que ahí mismo conoció.

- Jess celosa, vaya no me la imagino.- se sorprendió Oliver.

- Le confesó su sentir a Daniela.- continúo Rose.- Daniela le dijo que aún no estaba preparada para una relación y fue ahí que terminaron según yo, todo lazo. Jamás imagine que siguieran en contacto.

- Al parecer al único que le contó fue a este idiota.- gruñó Oliver.

- Vamos no se enojen conmigo, ya les dije, fue pura suerte que ella me contará.

- !!Ahí!!.- Grito Rose señalando una casa.- esa tiene que ser estoy muy segura.

Alex aparcó cerca no muy convencido. Al bajar los tres del auto se dieron cuenta de que Rose tenía razón. Esa sin duda era la casa que tanto buscaban.

Todas las paredes de esa enorme casa eran de color negro y la aldaba, la que había llamado la atención de la ex-modelo tenía forma de un cráneo que al igual que la casa estaba en color negro.

- Sin duda alguna está es la casa de Daniela Miller, Anda Oliver toca la puerta.- Opino Alex.

- Toca tú, tú se la presentaste a Jessica esto es tu responsabilidad.

- Cobardes.- Rose trago saliva y se acercó a la puerta tomando esa aldaba entre sus manos y azotando levemente la fina madera.

Buenos días, ¿en que puedo ayudarles?.‐ se oyó una voz por el intercomunicador.

- Si, buenos días.- Dudo Rose.- estoy buscando a Daniela Miller, ¿se encuentra en casa?.- hubo silencio, la demora hizo que los tres amigos pensaran que no obtendrían respuesta. Desanimados dieron la espalda a la puerta justo cuando de nuevo la voz se escucho por el intercomunicador.

- ¿Quién la busca?

- Rose St James.- dijo con total seguridad.- de nuevo otro silencio.

- No conozco a ninguna Rose St James.- la voz del intercomunicador era otra, el tono era ronco, casi tan fuerte como el tono de Alex, la diferencia entré ambas voces era mucha. La voz de Alex era floja, desganada y esta nueva voz era sensual, sexy, justo como Rose la recordaba.

- Dany soy Rose, nos conocimos en uno de los conciertos de Ohh Yess!!.- Rose trataba de no desesperarse, no quería arruinar la oportunidad de saber donde estaba Jessica.

- Conocí a mucha gente en cada uno de esos conciertos, ¿Cómo eres?.- Rose no evito su clásica risa de nervios.

- Ojos aceituna, castaña, alta..

- ¿Tus bubis caben en mi mano? ¿Qué tal tienes el trasero?

- ¿Que?.- preguntó desconcertada y los chicos no evitaron reír. Sabían muy bien como esas palabras incomodaban a la recatada Rose.

- Era broma, puedo verte por la cámara.- después de una risa burlona la puerta se abrió.

Los tres ingresaron al domicilio, la chica de cabellos negros los esperaba con los brazos cruzados apoyada en el barandal de las escaleras.

Era alta, de cabellos negros y ondulados, su cuerpo era atlético, su cara levemente alargada en la cual resaltaban sus profundos ojos negros y su barbilla partida. Llevaba puesto un vestido corto que dejaba ver bien sus brazos y cuello, medias de redes y tacones altos que resaltaban sus fuertes piernas, todo de negro, tal como todos la recordaban.

- Roser Mercè Font Prats, ¿Qué te trae a mi humilde hogar acompañada de estas dos personas?.

- ¿Roser que?.- Se sorprendió Alex.

- Ese es mi nombre real.- Arrugó la nariz.- al volverme modelo me lo cambié a Rose Jenner y al casarme me convertí en Rose St James.

- Pueden tomar asiento si ya terminaron con los trabalenguas, Matilda trae algo de beber por favor.- La joven chica que al parecer fue la primera en responder el intercomunicador acató la orden inmediatamente.

- Quisiera un poco de jugo de... - Alex no termino la frase al ver que Matilda desapareció sin siquiera preguntar que es lo que querían.

- Ella ya sabe lo que me gusta y lo que no, aunque ella les hubiera preguntado, Matilda termina trayendo lo que le venga en gana. Esta para atenderme a mi y a nadie más.- Daniela los observo detenidamente sin moverse.

Los tres tomaron asiento en el sofá grande de esa costosa sala gris, toda la casa tenía un aire gótico, los colores pasteles no cabían en ese hogar. Las cortinas rojas impedían que los rayos del sol entraran con debida fuerza por las ventanas.

Daniela Miller es conocida por disfrutar de la ironía, por ser muy sarcástica, por la agresividad de sus palabras y por su sexy gótica forma de vestir.

- ¿Y bien?.- caminó frente a ellos sentándose en el brazo de uno de los sofás.

- Esto... uhmm...-

>>¿En verdad la imponente Rose estaba dudando de sus palabras?<< pensó Oliver ante tal escena.

- Buscamos a Jessica.- Dejó salir sin más rodeos el chico de gafas.- Llevamos cinco días sin saber dónde se encuentra, encontramos su móvil destrozado y su Jeep cerca de la salida a casa de sus padres.- la chica no se movió y tampoco hizo gesto alguno.- pensamos que tal vez tu podrías saber donde encontrarla.

Matilda llegó con una bandeja con cuatro tazas, pastelillos y galletas, la coloco en la mesa de centro. Tomó una de las tazas entregándosela en las manos a Daniela para luego retirarse.

- ¿Qué les hace pensar que yo puedo ayudarles?.- bebió de su café.- por lo que se, acostumbra a encerrarse por días con algunas de sus zorras.

- Pero nunca apaga su móvil.- hablo Rose mientras endulzaba su café.

- Siempre hay una primera vez. ¿Y la pelirroja? ¿No está con ella?

- Terminaron...- Alex no dejaba de mirar a esa chica gótica, en verdad era muy sexy.

>>Maldita Jessica, ¿Cómo hace para enredarse con mujeres de esta calidad<< Pensó Alex.

- ¿Hace cuantos días?.- pregunto sin darle importancia a la lasciva mirada de aquel chico.

- Los cinco que lleva desaparecida.- Oliver tomo una galleta.

- Cuando ella y yo terminamos desapareció nueve días, denle chance. Debe estar por allí revolcándose con las primeras que encontró. Ya aparecerá.

- Su móvil estaba destrozado en un departamento en el cual encontramos ropa de hombre.- Oliver quería hacer que ella en verdad tomara importancia al asunto.

- Uhmm... .. eso si es nuevo... pero... no imposible. ¿Ya rastrearon su tarjeta de crédito? Deberían relajarse, seguramente anda derrochando dinero por allí.- Los tres se miraron entre ellos.

- Agatha maneja sus cuentas, no hemos podido contactarla. Al parecer nadie más que Jessica tiene contacto con ella.

- Roser todos estos años y sigues igual a cuando te conocí.- Se acerco a dejar la taza en la bandeja ignorando las palabras que Rose acababa de decir.

Mirando a los ojos de Rose, se acercó a ella metiéndose en el sofá entre Rose y Alex logrando que Alex se quitara del lugar ante tal acto.

- Desde que te conocí me he preguntado si tus labios saben a cereza como Jessica me lo describió alguna vez.- colocó una de sus manos en la mejilla ruborizada de la ex-modelo.

Sin duda alguna Daniela Miller tenía mucho en común con Jessica, ambas eran seductoras de nacimiento.

- Ejemm.- Rose aclaro su garganta.- soy.. soy una mujer casada.- estaba nerviosa, muy nerviosa.

- Yo no soy celosa.- acercó sus labios a centímetros de los de ella.- un aroma dulce impregnó a Rose. Sentía que no podía moverse, que no haría nada por detener ese beso. Trago saliva nerviosamente, esta sensación solamente lo había sentido con Jessica años atrás.. ¿Qué estaba pasando?.- pero Jessica si lo es....- se alejo de ella.- Eres tan prohibida como aquella chica pelirroja, a todo esto.. ¿Por qué terminaron?

- Ella.. la engaño.. Jessica... nno..no, la pelirroja.- esa risita incomoda de Rose de nuevo.

- Imposible..- Frunció el ceño. A ojos de los demás ese era un gesto parecido al que hacia Jessica.- Estaba vuelta loca por esa mujer... venía aquí casi siempre hablando de ella... Katherine esto, Katherine lo otro... Katherine la santa.- reviro los ojos alzando los brazos.- ¿Sabían que a causa de esa mujer ella ya hacia planes a futuro? Nunca lo decía pero apuesto que ya pensaba hasta en matrimonio ... Si esa misma cara puse al escucharlo.- señaló a Alex.- Yo pensando que ella y yo avanzábamos y de repente llega la pelirroja y la enamora.- se dejó caer en el sofá de enfrente.

- ¿Ustedes....?- Oliver quería saber que clase de relación tenían Jessica y Daniela.

- Son los mejores amigos y, ¿no lo saben?...- cruzo las piernas mirándolos y sacando su móvil de entre sus ropas.- esperen...- Tecleo en su móvil para luego colocarlo en su oreja derecha.

El porte que Daniela tenía era llamativo, se notaba que había nacido y crecido en una gran acaudalada familia.

- Buenos días, ¿Qué haces?... ¿Despertando a esta hora?. Aquí tengo a tres personas que te andan buscando.- el corazón de los tres chicos dio un gigantesco vuelco.- anda levanta tu flaco trasero y tráelo aquí... es Rose, Oliver y el que habla con flojera.. no lo se, simplemente se aparecieron aquí... pues yo que se... anda tomate una aspirina para esa resaca y te vienes enseguida.- alzó una ceja mientras escuchaba lo que del otro lado le decían.- no inventes ¿y estaba Pablo allí?.- se acomodó en el asiento.- ¿Te revolcaste con el? ...no te creo ... que zorra.- se mordió un labio mirando a Rose.- No te tardes... o tarda lo que quieras, no te preocupes aquí estoy muy a gusto atendiendo a quienes te buscan.- corto la llamada.- Agatha ya viene.

- No sabia que eran buenas amigas

- No puedo pensar la razón por la que no lo sabías.- le respondió a Alex con el dedo índice en su barbilla.- Agatha es mi sobrina. La hija mayor de mi hermano mayor, no quiso estudiar medicina y terminó desheredada como yo. Somos las ovejas negras de la familia Miller.

- ¿Es por eso que tus padres dicen que siempre estás de viaje?- se escucharon unos pasos acercándose.

- Así es cuatro ojos. En realidad la razón por la que estoy muerta para ellos al deshonrar a mi familia viene caminando.- Daniela se levantó de su lugar acercándose a las escaleras.

Unos pequeños pies descalzos se dejaron ver. Daniela se acercó y tomó en brazos a ese pequeño.

- Él es Nick, saluda Nick.- el pequeño adormilado no pasaba de los tres años, alzó su manita saludando mientras bostezaba.

- ¿Puedo?.- se levantó Rose caminando a ella.

- Es todo tuyo.- sonrió.- tiene los mismos gustos que su mamá, así que cuidado con esas manitas.- advirtió con burla.

- Dany.. es hermoso... huele delicioso.- hundió la cabeza en el pequeño cuerpo del bebe quien hizo una mueca adorable.- me has hecho extrañar a los míos aunque sean muy traviesos.- besaba al pequeño Nick.

- Si quieres los cambiamos.

- ¿Qué paso?, ¿por qué este pequeño y apuesto bebe es la causa de tu exilio?.- Nick se abrazo al cuerpo de la ex-modelo que lo acariciaba tiernamente.

- Pues saben parte de la historia, conocí a Jessica en una fiesta, Alex nos presentó.- lo señaló con la mano.- Unos días después comenzamos una relación abierta. Ambas lo disfrutábamos, nos las pasábamos muy bien juntas ya que tenemos muchas cosas en común; una de ellas es lo sexual que somos. Ella un día quiso más y yo disfrutaba mucho de mi bisexualidad. Dejamos de vernos y no supe más de ella hasta años después que se enredo con Missy, mi hermana, en ese tiempo yo...

- ¿Missy la rubia? ¿La..la..- con las manos Alex señaló su torso como si tuviera senos.- unas de las presentadoras de ese programa de chismes?

- Si, ella, la que ahora es super tetona. Tiene ya como veinte cirugías en todo el cuerpo. En realidad no he visto que tan grandes se las compro. Se que le mando fotos a Jessica las cuales prometió reenviarme o mostrármelas; no recuerdo. Como Katherine ocupaba todoo su tiempo, a la muy tonta se le olvidó. En fin, en una borrachera olvidé usar protección y como verán Nick esta aquí. Mi familia quería que lo abortara, ya que era una vergüenza para mi apellido tener un hijo fuera de matrimonio. Como no lo hice me dejaron el calle sin un solo centavo. Missy fue quien se lo comento a Jessica con el afán de dejarme mal, no tardo mucho en encontrarme ya que Missy fue también quien le recomendó a Agatha, eso hizo que diera más fácil conmigo. Me compro esta casa y me abrió una cuenta bancaria de la cual solo agarre lo necesario, abrí un antro en la zona rosa y deje de tocar su dinero. Sin embargo la cuenta sigue ahí y quedamos que sería para Nick y la universidad, ella y yo pues..- Torció la boca.- de vez en cuando nos dábamos un poco amor. Así durante varios años, cuando quise una relación seria con ella, ya no se pudo. Ahora era ella quien no quería una relación hasta que... apareció la pelirroja, fin de la historia.

Rose continuaba mimando al pequeño Nick, no estaba tan asombrada como los chicos. Parte de esa historia ya la sabía. Dany era importante en la vida de Jessica pero jamás tanto como Kate aún lo era.

__________________________

- ¿Qué miras?.- él chico rubio asomo la cabeza en la habitación de Kate.

- Anne with an E, creí que ya te habías ido.

- Tome una ducha abajo aprovechando que tu madre se quedó dormida.

- Si, me he dado cuenta que esta es la hora de sus siestas.

- Bueno, yo me voy. No quiero que tus amigas lleguen y me den como siempre unas de sus miradas asesinas.

- Ambas están en la mansión Hess viendo preparativos de la boda de Cris...- bajó la mirada.

- Entiendo... ¿quieres ir al cine?. Hay una película de suspenso de la cual todos hablan.

- Uhmm...

- Como amigos, no estoy intentando nada.- sonrió.- Kate lo miro de pies a cabeza un par de veces.

Dylan no había sido grosero, siempre estaba en casa supervisando las reparaciones. Ayudaba a Amanda en lo que Kate trabajaba, realmente estaba siendo un buen apoyo, un simple amigo.

- Va, pero tu invitas, veo que el nuevo trabajo que tienes te paga muy bien.

- Si, al fin encontré mi verdadera vocación. Estoy comenzando desde abajo pero se que podré llegar a ser alguien importante para ellos.

- ¿Es una empresa? ¿Estas de mantenimiento como en la anterior?

- Si, es una empresa y ahora estoy de ayudante en dirección.- dijo orgulloso.- Que fastidió hablar de eso, mejor alístate, comprare los boletos por línea.- sin más salió de esa habitación.

Kate pauso la serie, dudosa se puso de pie encaminándose al closet. Salir con Dylan era una buena distracción y él había dicho que era en sano plan de amigos, eso no estaba mal ¿cierto?.

Abrió el closet buscando un vestido rosa que tanto le gustaba. Revolvió y revolvió las hombreras y no daba con aquel vestido.

Suspiro y golpeó levemente su frente al recordar la maleta que aún seguía en la habitación de Jessica.

Pensó en decirle a las chicas que la pidieran y se la llevarán a casa para así no hablar o ver a Jessica. Esa idea la desecho rápidamente al darse cuenta de que estaba siendo muy infantil.

Tomando su móvil entre sus manos volvió a sentarse en la cama.

Hola Jessica, lamento molestarte después de todos estos días en los que no hemos hablado. La razón por la que lo hago es porque en tu habitación deje una maleta con ropa. No  si ya te has dado cuenta. Ojalá pudieras hacérmela llegar o decirme cuando puedo pasar por ella. Gracias.

Y envío el mensaje. Miró la pantalla unos momentos recordando la llamada de Oliver hace un par de días. Vio que la señal que da el mensaje al ser recibido por la persona no llegaba. Armada de valor, suspiro y marcó al número de la pelinegra.

La grabación la mando al buzón de voz de nueva cuenta. Comenzaba a pensar que fue lo que había pasado, a preguntarse si sus amigos la habían encontrado.

Suspiro y sacudió su cabeza.

- Es Jessica Hess por Dios.- Hablo alto mientras rebuscada en su closet de nuevo.- seguramente cambió el número y está divirtiéndose por allí con alguna de esas mujeres fifis. Sabes Nikky, no me quedaré en casa pensando en ti. Iré al cine, comeré muchísimas palomitas y trataré de no pensar en ti.- sacó unos jeans negros y una blusa corta de mangas largas color turquesa.

Colocó las prendas en la cama y fue en busca de unas zapatillas que combinaran con aquel conjunto. Al dar la vuelta a la cama, torpemente su cadera se golpeó con el pequeño escritorio que tenía, no le dio importancia a los documentos que cayeron al piso sino hasta que regresaba con las zapatillas en mano y uno de sus pies pateó varias carpetas.

Dejo las zapatillas junto a la cama cerca de la ropa por la que se había decidió. Tomó rápidamente los documentos y los devolvió al escritorio para luego meterse al baño sin darse cuenta que le faltó recoger un pequeño sobre amarillo.

El sobre amarillo estaba sellado, con tinta negra en uno de los lados podía leerse claramente la letra de Agatha.

"Kate esta es la información que me pediste sobre las gerberas, lo que leerás te dejara encantada; también te deje un regalo. Agatha"

Aquel sobre había sido pateado hasta quedar debajo de la cama, exactamente donde se encontraba aquel cepillo de cabello marrón que Kate juraba haberle prestado a Mónica tiempo atrás y que fue motivo de pleito durante varios días.

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-No entiendo.- Oliver estaba detrás de Agatha viendo la pantalla de su laptop.

- El lado derecho indica la cantidad que gastó, el lado izquierdo el comercio en que se hizo la transacción.- Agatha apuntaba con su dedo índice la pantalla.- la primera línea es el último gastó y las de abajo, los gastos anteriores.

- Motel San real.- leyó Daniela.- ¿Ese acaso no es el motel de mala muerte que está del otro lado de la costa?

- Si.- respondió Oliver.- Estuvo ahí ayer. Haber baja más Agatha.- La flacucha obedeció.

- Esas compras son las que hizo para aquel departamento, miren, gasto en una tienda de ropa masculina hace más de dos semanas.- se entrometió Alex.

Con esas palabras Alex llamó la atención de todos. En un segundo todos miraban aquella pantalla llenos de curiosidad

- El día que termino con Kate fue exactamente hace cinco días, ese día gasto en...- Rose abrió los ojos como platos, por la sorpresa de lo qué había leído ni siquiera pudo terminar sus palabras.

- Salvajes...- Susurraron los demás.

- ¿Por qué pago tanto?.- Pregunto Agatha.

- Eso mismo pensé.- Daniela ya realizaba una llamada.- ahora mismo lo averiguo.- Los demás hicieron silencio atentos a aquella llamada.- Hola Bauster, ¿Cómo estas guapo?... si lo sabes, ¿si no para que te llamo?.- soltó una risita.- ¿Cómo es que lo sabes?, ¿tanto se me nota?.- volvió a reír.- dime.. ¿en quien gasto esa enorme cantidad?... claro, debo saber que fue lo que se le antojo.... mjmmm... oh.... ok... ¿y ella que hacía?... entiendo... gracias.- colgó.

- ¿Qué te dijeron?.- Rose fue la primera en preguntar.

- Jessica estuvo desde muy temprano en ese lugar. Pago por tres de las mejores mujeres que el lugar tiene y el privadito que pidió duro por cuatro horas, el monto que pagó fue por eso más el consumo. Bauster me dijo que no estaba sola, un hombre la acompaño desde que llego hasta que se quitaron.

- ¿Te dijo si noto algo extraño?

- Me dijo que no, que ella estaba normal, distraída, pero bebía y hablaba con normalidad.

- Hay Jess.. ¿Qué estarás haciendo?.- suspiró Rose.

- Este pago imagino que es por el arrendamiento de aquel departamento.- Agatha asintió a las palabras de Oliver.- Pero... ¿y este?.. eso es una enorme suma.- de nuevo todos se acercaban a la laptop de la flacucha Agatha.

- Vaya cantidad...- Daniela alzó las cejas.- Agatha eso fue un movimiento entre bancos, ¿Tu sabes que fue?.- Agatha guardo silencio.

- Agathaa...- sentenció Daniela.

- Si, si se, pero... no puedo decirlo. No creo que eso tenga que ver con su desaparición, mejor busquemos otra cosa.

- Agatha eso es mucho dinero, puede que Jessica este con alguien que la esta extorsionando y esa cantidad fue el comienzo. Abogare por ti si Jessica se llega a enojar porque nos dijiste, te doy mi palabra.- Rose la alentó con una suave voz.

Agatha sabía que Jessica se enojaría muchísimo con ella por hablar de más. Los ojos aceitunas de Rose se clavaban en ella ejerciendo una sutil presión que no pudo aguantar, es verdad que podía perder su trabajo, pero también era verdad que si Rose la defendía nada malo podría pasar.

- Jessica notó que algo pasaba cuando Kate no salía de compras con sus amigas en Londres y el día de la cena justo antes de regresar, vio que las chicas usaban prendas de tu apreciado guardarropa Rose. Saben como es Jessica, no se quedó de brazos cruzados, soborno a un empleado y este hablo sobre la visita de su padre y Kate al Banco. También le contó sobre la llamada que realizaron para avisarle a Kate que estaba en bancarrota. Al día siguiente de haber llegado a la ciudad me indicó que hiciera este movimiento, devolviendo así todo el dinero que el ex‐novio de Kate le había robado. Les digo eso no tiene nada que ver con lo que ahora estamos tratando de averiguar.- Agatha suspiro angustiada.

- Nadie dirá alguna palabra sobre lo que nos has contado... ¿cierto?.- Oliver miró a todos con sentencia y todos afirmaron en silencio.

Continuaron mirando esa pantalla dándose cuenta de que Jessica estaba derrochando bastante dinero en diferentes clubes nudistas y moteles de mala muerte.

Al ver que el ultimo movimiento de la tarjeta de Jessica fue hace más de 24 hrs Continuaron conversando mientras esperaban la alerta de alguna transacción más para salir en busca de la cantante.

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- Deja de mirarme... ¿Por qué no te has largado a manosear a alguna de esas mujeres?

- Ahora mismo no me apetece.

- ¿Quieres que vayamos a otro lugar en busca de otras más exuberantes?

- ¿Para que?. Todas son iguales y siempre termino igual, este vacío no logró llenarlo con nada.

- Al fin te has dado cuenta.- giro el rostro para verlo a los ojos.

- ¿Lo que tú llevas haciendo llena tu vacío?

- No, para nada.- suspiro.- hace que el corazón me duela mucho más.

- Entonces, ¿para que lo haces?. Las personas normales se emborrachan, lloran, maldicen y tratan de borrar de sus cuerpos las horas, los besos, las promesas y los juramentos de amor eterno con alguna vendedora de caricias. Tu... desde aquel día no has derramado ni una lágrima, no has intentado borrar su memoria con alguna otra mujer y lo peor... no has bebido ni una sola gota de alcohol. Solo estas sentada en alguna esquina escribiendo sabe Dios que, mientras yo hundo mi cara en un par de pechos y pierdo la conciencia ¿Cuánto tiempo mas seguirás así?.- Jessica suspiro profundamente, su silencio hizo que su acompañante continuará.- Por lo menos tienes que comer, dormir, tu cuerpo está exhausto no puedes seguir así.- se acercó a ella.

Se sentó en el piso junto a la ventana que daba paso a la luz que alumbraba levemente a la cantante.

- Jamás creí que diría esto...- suspiro y Jessica regreso la mirada a lo que escribía.- sabes en estos cinco días he odiado ver como tus ojos se oscurecen al ir perdiendo su brillo día con día. El amor duele... muchas buenas personas han cambiado brutalmente a causa de ese dolor, mas bien al no saber que hacer con el. La vida da vueltas sin sentido sabes... Míranos, nosotros mismos somos un ejemplo de ello. Tanto que hemos pasado y ahora mismo.. yo... yo odio ver tu corazón romperse. No tengo palabras adecuadas para ayudarte con lo que estás sintiendo, no puedo hacer nada para lograr hacer que te sientas mejor. Si quieres seguir huyendo, simplemente huyamos, gritemos o lloremos cuando te sientas lista. Solo se que no debes aferrarte al dolor que sientes, porque el mismo podrá recordarle a tu corazón que puede sanar y podrás salir adelante. Pero el también puede oscurecer tu vida, tu alma y hundirte en un lugar que nadie podrá jamás sacarte. Piénsalo.- desvío su mirar a la ventana.

La noche era agradable en el lugar de paso en el que se encontraban, era tan silencioso que el sonido de los insectos podía escucharse con mucha claridad.

- Vamos.- se puso de pie sin soltar la libreta donde escribía.

- ¿A donde?

- A emborracharnos... No pienso maldecirla, tampoco creo llorar, y mucho menos quiero a una de esas mujeres tocándome el cuerpo. Quiero ir a un lugar tranquilo, donde nadie me conozca, donde pueda dejar de pensar, de recordarla.

- Se lo que dije... pero emborracharse no arreglara nada.

- No lo hará, pero tal ves pueda engañarme a mi misma y lograr sonreír por un momento. Es eso o llevarte a un club nocturno pero esta vez de travestis... tu decides.- lo miró con malicia.

Minutos más tarde bajaban de un taxi casi a las afueras de la ciudad. Los ojos de Jessica miraban con desgana el lugar a donde la habían llevado, jamás había entrado a un lugar de esos. ¿Qué más podía pasar?.

Se adentraron al escondido lugar caminando hasta la barra siendo observados por todos indiscretamente.

- Dame la botella de tu mejor tequila.- ordenó con superioridad.

- Este es un lugar solo para hombres, la señorita no puede estar acá.

- A mi amiga le acaban de romper el corazón por una pelirroja, ¡¡una hechicera!!. Pues por su culpa ella no quiere comer, no quiere dormir.. y lo peor...no tiene apetito de otros cuerpos. ¿¡¡Acaso esos síntomas no se curan aquí!!?.- Grito aporreando su puño contra la barra de madera.

- ¡¡Sírvele un buen trago a la niña Jorge Luis, uno que la haga olvidar todito su dolor!!.- Grito un hombre a lo lejos.

Poco a poco los demás hombres se unieron a la bulla. A pesar de sentirse triste y desganada el porte de grandeza que la caracterizaba no se disolvía.

- Toma.- la miro a los ojos Jorge Luis al servirle el tequila, en ellos pudo ver el dolor que la pelinegra cargaba.- esta va por la casa, !!siempre la primera va por la casa!! !!Para olvidarnos de ellas y de todos sus encantos!!.- Grito el cantinero seguido por la mayoría de los presentes.

Al fin una leve sonrisa se dibujo en los labios de Jessica, tomó el tequila y de un solo trago se bebió todo el contenido.

El frío de la noche no cabía en ese lugar que en un parpadeo estaba a reventar.

La música salía a todo volumen de aquellas bocinas, todos cantaban y todos bebían. En el centro del lugar estaba sentada Jessica que al igual que los demás desgarraba su garganta cantándole a ella.

Al principio escuchar música ranchera no le fue de su agrado, fue hasta después de un par de canciones que se dio cuenta que todas aquellas letras describían lo que en ese momento sentía y desconocía.

El desamor... el rechazo... la desilusión.

- ¡Otra ronda para todos!.- grito la pelinegra.‐ ¡yo...inviito!.‐ arrastrando las palabras.

No era la primera vez que ella bebía tequila como una bestia, claro que no. Tiempo atrás sus borracheras duraban días, sus fiestas eran consideradas legendarias y ella como ahora era el alma del lugar.

Tal vez si ella hubiera comido antes, si ella hubiera dormido por lo menos seis horas corridas el tequila no le hubiera hecho efecto tan rápido y tan fuerte.

No sentía del todo su cuerpo, era consciente de que arrastraba de más las palabras y de que todo comenzaba a darle vueltas, estaba en lo que ella llamaba "La flotadera". Aún así estaba contenta, su acompañante tenía razón... el alcohol no era la mejor medicina... pero le ayudaba a olvidar.. cuanto todo le dolía.

- Esta es la cuenta.- dijo el cantinero mostrando la nota al acompañante de Jessica.

Movió su vista por todo el lugar buscando a la pelinegra y esta no estaba por ninguna parte. Como era costumbre en estos últimos días, del bolsillo trasero de su pantalón sacó la billetera de la cantante.

- Cóbrate, ahora vuelvo.- entrego la tarjeta negra de la pelinegra.

Camino por el lugar en dirección al baño, al entrar se dio cuenta de que la pelinegra no estaba en el. Salió de nuevo, el lugar era grande pero muy visible y ella no estaba por ningún lado.

- Aquí tiene su tarjeta, pueden volver cuando quieran.- Jorge Luis quien atendía la barra y era el dueño del lugar estaba más que encantado por la visita de ambos y claro, por esa enorme cuenta.

Con las manos en su cintura observaba las afueras del lugar, al frente, cruzando la calle solo había un enorme muro. La calle estaba muy oscura y no podía verse rastro de la cantante.

Agudizó sus sentidos y logró escuchar unos ruidos que provenían de la parte trasera del lugar. A paso tranquilo se adentro por el pasillo, algo le decía que entre esos murmuros estaba la voz de la cantante.

Entre cajas y botellas estaba Jessica con un par de hombres. Ellos sentados en el piso compartiendo una pipa y la morena aparragada en el cerco jugando con algo entre las manos.

-¿Eso es cannabis?.- la pregunta estaba de más, reconocía muy bien ese olor.

- ¿Quieresss?.- Jessica intentaba encender aquel porro.- Arrg...- Gruñó cuando el encendedor se resbalo de entre sus manos.

- ¿Ya has fumado antes?.- se acercó a recoger el encendedor al ver que la morena con trabajo y podía mantenerse en pie.

- Ssiempre hay una primera vezzz - La forma de arrastrar sus palabras ya daba ternura. Jamás imagino ver a Jessica en ese estado.

- Déjame ayudarte...- le quito el porro colocándolo en su boca, encendiéndolo y llenando sus pulmones.

- Cuando lo inhales...- hablo como si estuviera pujando.- lo sostienes un momento... para que haga efecto ... y luego lo sueltas... cof.. cof..- tosió levemente entregando el porro a la morena.

Jessica pegó toda su espalda en aquel cerco y tomó el porro para hacer lo mismo.

Inhalo con fuerza sosteniendo el humo en sus pulmones tal como le indicaron. No lo aguanto, no era igual a fumar un cigarrillo, la tos la invadió por un momento, aquel humo rasgo su garganta. El sabor era muy fuerte, quemaba, nada que ver tampoco con el disfrutar de un buen puro.

Lo intento de nuevo... y de nuevo.

- Esto es una porquedia...- reía.- no ssiento nada.- volvió a reír.- toma hadzlo tú de nuevo.- entre risas entrego el porro.

A unos cuarenta minutos de ahí sus amigos se movían a prisa.

- Esta cerca... apúrate Alex.- Oliver se había desesperado desde el primer segundo en que aquella transacción apareció en la pantalla de la laptop de Agatha.

- Yo igual voy.- Daniela se metió en la parte trasera del auto junto a Rose.

El motor del auto rugió con fuerza.- Agárrense.- dijo Alex antes de pisar a fondo el acelerador.

Llegaron al lugar en menos tiempo del que debían. Todo lucia tétrico y abandonado.

- No se aceptan mujeres aquí.- Hablo de mala gana Jorge Luis.

- Al parecer había una aquí hace aproximadamente una hora. Por la suma que pagó no creo que no la recuerdes.- Jorge Luis noto en los ojos de Oliver que él chico no se iría sin una verdadera respuesta.

- Esta en la parte de atrás con mi sobrino y otros dos chicos más.- colocó el vaso que secaba con un paño en su lugar.

- Gracias.- Oliver salió del lugar seguido por los demás.

Caminaron todos juntos por ese pasillo oscuro, Oliver y Alex guiaban el paso mientras que Daniela y Rose caminaban con cuidado detrás de ellos.

Se encontraron con un chico que dormía plácidamente en el piso, su brazo izquierdo tenía la manga remangada dejando ver una aguja incrustada en su vena.

Unos quejidos se escucharon detrás de aquel cerco de madera seguidos por la icónica risa de la mujer que ellos tanto buscaban.

Asustados todos siguieron a Oliver quien no lo pensó dos veces para meterse por aquel hoyo que la cerca tenía.

La última en cruzar con mucho cuidado la cerca fue Rose.

Parpadeo varias veces para asimilar tal escena.

Un chico de cabello castaño estaba tumbado en el piso ensangrentado, junto a él se encontraba una gorra de béisbol y junto a la gorra una bolsa rota con pastillas.

Pastillas que también estaban regadas por todo el lugar.

Alex y Oliver peleaban con el segundo chico mientras que Daniela sostenía a la pelinegra en una de las esquinas.

Aquel chico dejó inconsciente de un puñetazo a Alex quien cayó al piso. Rose corrió para socorrerlo esquivando a los otros dos que se golpeaban con toda su fuerza.

- ¿¡QUE LE HICISTE!?.- Grito Oliver antes de dar un gran golpe en la barbilla del otro.

El golpe fue tan fuerte que sacudió toda la cabeza del chico haciendo que este se tambaleara y tuviera que asentar una de sus rodillas en el piso para no caer por completo en el.

- Dile que lo deje..- se reía Jessica.

- ¿Estas drogada?.- Daniela fue contagiada por esa risa.- ¿Qué te metiste?.- reviso sus brazos.- ¿algo de lo que esta en el piso?.- Jessica vio las pastillas en el piso y asintió con la cabeza.- Daniela la pegó a un árbol y camino a la bolsa de pastillas.-¿esta?.- ella negó y Daniela saco otra de la bolsa. Después de mostrarle otras tres la cantante asintió.- Extasis..- susurro Daniela para ella misma antes de reír junto a la pelinegra que la miraba divertida.

- Voy a matarte .. estúpido.- Oliver estaba lleno de ira.

- Con esos golpecitos que me das cuatro ojos lo dudo.- justo antes de que este pudiera alzar la mano para golpear a Oliver fue sostenido por la espalda.

Oliver aprovecho el agarre de Alex y comenzó a golpearlo en la cara y en el abdomen.

- Jessicaa....- logró decir lleno de dolor por los golpes que recibía.

La morena al oír su nombre giró la cabeza.

- Aguántate, en parte te lo merecesss.- se burló.

- Maldita...- dijo y para sorpresa de los demás el también comenzó a reír.

Consternado Oliver dejó de golpearlo y Alex lo soltó. La sangre escurría de su cabeza resbalando por su cuello, se dejó caer de rodillas sin dejar de reírse.

La única que no logró aguantarse la risa fue Daniela, los demás solo miraban sin entender el porqué él y Jessica se reían sin parar.

- Jess... ¿te hizo daño?.- hablo suavemente Oliver al acercarse a ella.

- No.- más de su risa.- ya intento matarme una vezz, no es tan tonto para hacerlo de nuevo. ¿Verdad... George?.- volvió a reír.


Continuará.....

Notas finales:

¿Se lo esperaban?...

Jajajaja.... esta Jessica...

Bueno al fin tenemos todas las respuestas ...¿O me equivoco?...

"Hate to See Your Heart Break" Bien se sabe que este tema no es de "paramore" sin embargo fue lanzado para su álbum Paramore: Self-Titled Deluxe una reedición de su álbum homónimo que cuenta con 29 temas incluyendo esta rooolota que canta Hayley Williams junto a Joy Williams, integrante del dúo The Civil Wars.

Y no, no son hermanas, llevan una amistad de casi 20 años; los que tenemos amistades así sabemos que eso es mas que un simple lazo de amistad, eso sin duda es hermandad.

Lo que hace especial esta canción es el parecido de la voz de ambas, el video, obra de arte para chuparse los dedos y la letra....

La letra es obra de Hayley y Taylor, porque, Hayley... no se si hablar en pasado porque creo que los que son fans de Paramore sabrán que Hayley siempre esta en ese estado depresivo.

En fin hay un video de esta canción donde Hayley le suelta todo a Taylor... díganme ¿Quién no ha sufrido por ver así a un amigo?

Esta canción esta llena de tantos sentimientos al igual que todas las canciones de paramore, que si me preguntaran mi favorita ufff... no podría decir solo una y que al igual que la vocalista de esta banda todo depende de mi estado de animo.

Sí, podría hablar de paramore por siempre y sin parar, esta banda me ha acompañado en situaciones difíciles y felices. Escucharlos me regresan a tantas cosas que hay veces que no se puede con ello, mucho menos con sus rolas tan movidas, tan melódicas y en combinación con una letra super deprimente, tal caso y una de mis favoritas es Rose-Colored Boy.

Que al momento de escucharla dije... NOO MAA... esta tiene que estar en Ohh yess!! Y decidi cambiar el titulo de este capitulo por Rose-colored boy. Pero como verán al final no sucedio así, porque Hate to see your heart break se la dedico siempre a mi mejor amiga.

Y saben en muchísima gran parte Ohh yess!! Nació de aquí, por PARAMORE. Sí, el micrófono que Jessica tiene tatuado, es por el micrófono de Hayley; ese el cual ella lleva a todos lados.

Pero bueno dentro de este capi como en alguno de los anteriores en las líneas de ciertos personajes hay citas de canciones que me gustan. Les diré que en este, si se dieron cuenta esta una parte de la canción del título y algo distorsionada la canción de la quinta estación. Para los conocedores de música se que todos estos detalles no se les pasaron de largo.

Agradezco que sigan la historia hasta este punto. El tiempo que uno dedica a leer vale oro. Más si las notas de autor son más largas que el pinxe capítulo.

Sin más mil disculpas por los errores ortográficos o alguno que otro tecladazo.

Nos vemos en el próximo capítulo...

Los quiere..

E.L

 


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