La sala de espera de ese gigantesco hospital era completamente elegante, hermosos y cómodos sillones estaban dispersos por todo el lugar. Al fondo podía apreciarse un estante lleno de libros y junto a él se encontraban los dispensarios de agua fría y café. A media sala estaba una enorme pantalla transmitiendo "The Great British Bake Off " (el Gran Pastelero Británico) al frente se encontraba el escritorio de la secretaria encargada de la recepción, que por momentos alzaba la vista de su computador para mirar a la familia y amigos de Jessica. Les brindaba una sutil sonrisa y de nuevo volvía a bajar la vista.
Jessica había sido ingresada a toda prisa en cuanto el Jet llegó. Han pasado ya unas horas y nadie había salido a dar alguna noticia. Para los padres de Jessica eso era una señal de que todo andaba bien, motivo por el que se encontraban calmados pero ninguno de los dos quería moverse de su lugar por el temor a que si lo hacían, podrían no estar para cuando dieran noticias sobre ella.
Para los amigos de Jessica no se podía decir lo mismo. Martín no dejaba de rascar su cuello a por ratos, intentaba entretenerse en la programación de la tv pero le era completamente difícil. Para las chicas eso no era un problema todas miraban atentas la competencia de pastelillos para distraerse un poco de esa larga espera, Cristin y Mónica se comían las uñas mientras observaban nerviosas. Más por la espera que por la reñida competencia entre ésos pasteleros, Shara tenía los ojos y la nariz roja por tanto llanto, no perdía el hilo del programa pero cada que alguna puerta se abría inmediatamente buscaba la cara de algún doctor rogando mentalmente que llevara noticias sobre Jessica. Héctor lograba hablarle por ratos para que se distrajera pero no tardaba y de nuevo repetía el ritual de tv, puertas, Héctor. Sofía se había aislado en unas de las esquinas en la parte de atrás a un lado de los libros junto con Oliver. Ella se había alejado por dos motivos, el primero y el que le sirvió de excusa era de que solo en esa parte encontró una toma de corriente en donde conectó su móvil. El segundo y verdadero motivo era de que no quería toparse para nada con la esposa de Jhon, agradecía a su suerte de que en estas horas de espera a ella no se le había ocurrido aparecer, misma razón que la hacía enojar al mil cada que lo pensaba.
Jessica apreciaba muchísimo a esa mujer, tanto que eso es lo que causaba la rivalidad entre ellas. Sofía esta muy acostumbrada a que cuando se encuentra junto a Jessica, ella la tratase con delicadeza, con amor, ella se vuelve el centro de atención de Jessica, su todo. Pero cada vez que ellas han coincidido estar en la misma habitación que la esposa de Jhon, Jessica cambia, su mirada se vuelve más amorosa y sus ojos se llenan de brillo. Toda, toda su atención se vuelve para esa mujer.
Al principio a Sofía eso le daba igual. Sabía que ella solo estaba por ratos en la vida de Jessica, se confió que al casarse con Jhon todo eso cesaría. ¿Quién en su sano juicio permitiría que su esposa coqueteara con ese descaro?, bueno al parecer ese era Jhon. Con el paso del tiempo las cosas fueron cambiando. Las coincidencias se hicieron reuniones semestrales, hasta que se convirtieron poco a poco en reuniones bimestrales. La esposa de Jhon sabía lo mucho que Sofía celaba a Jessica y cada que veía a Sofía la hacía enfadar de diferentes maneras. A Jessica solo le causaba gracia ver el como ambas mujeres intercambiaban palabras que a veces subían de tono y que era ahí cuando Jessica o Jhon interferían.
- La maldita ni a aparecido.- Bufaba Sofía con la cara en su móvil, en donde fingía revisar sus redes sociales, por que la verdad era de que estaba atenta de ver por donde aquella se asomaría.
-Alguien podría escucharte. ¿Qué dirían si escucharan a la grandiosa y delicada Sofía fuentes maldecir así?, ¿Has pensado en eso?- Decía Oliver quien no dejaba de mover las piernas, por ratos se restregaba los ojos por debajo de las gafas y se rascaba el cabello con fuerza. Estaba tan desesperado como su cabello tan revuelto por no saber nada de Jessica.
- No me importa, estoy con las personas que me conocen tal cual soy, bueno a excepción del hermano de Jessica y compañía, pero ellos están alejados, osea eso no me preocupa así como a ti no te preocupa tu perfecta imagen ahora ya que estas a punto de arrancarte todo el cabello. Créeme si quedas calvo terminamos. Yo no me casare con un hombre calvo, ni de loca.
- Casarte eh...
- ¡No!, sí, no... osea no es que no quiera, algún día pero aja, ushhh, sabes a lo que me refiero.- sonrojada Sofía puso los ojos en blanco.
Oliver solo sonrió y sacudiendo su cabeza la abrazo.
El sonido del móvil de Cristin retumbo por toda la sala haciendo que todos prestaran atención.
- Aun no han salido los médicos con noticias, todos estamos que en espera.... si, espera le preguntare.- Cristin se levantó de su lugar tapando la bocina del móvil y camino hacia Oliver.
- ¿Es ella?.- se puso de pie mientras se acomodaba el pelo y el saco.
- Si, quiere saber si siempre irás a recogerla al aeropuerto.- Cristin le entrego el móvil.
- Buenas tardes señorita Katherine ... Si, claro... ¿estás en el aeropuerto Gatwick?... ok en unos momentos estoy por ahí. No, no te preocupes, en seguida nos vemos. chao.- cortó la llamada y le entrego el móvil a Cristin.
- Te acompaño.- Dijo Sofía desconectando su móvil y levantándose de su asiento.
Se acercaron a Héctor para pedir las llaves del auto que él se había encargado de rentar.
- Don Fernando me ausentaré una hora, le pido por fav...
- Pierde cuidado Oliver, yo te mantengo informado. Anda trae a esa pelirroja sana y salva.- se apresuro a decir Fernando quien sonrió mientras veía como Oliver y Sofia salían del hospital.
- ¿Por que sonríes?.- Pregunto suavemente su esposa.
- Por la niña pelirroja.. le va a tocar demostrar su carácter.- dejó salir una risilla.
- No se como permitiste que en esas noticias dijeran que estaba alcoholizada.- recostó su cabeza en su pecho.
- Necesitaban algo de dramatismo. La prensa ya debe estar afuera, cuando ella este estable Jhon desmentirá lo del alcoholismo. No te preocupes cariño todo estará bien.- Beso su frente.
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- Hola Katherine, larguísimo viaje ¿cierto?, permíteme ayudarte con tus maletas.- Oliver le ofreció una hermosa sonrisa y estiro una mano para agarrar la maleta que estaba en el piso junto a ella.
- Yo la llevo.- Dijo Dylan tomando la maleta y sacando el pecho.
- Claro hombre, no hay problema. ¿Dylan cierto?, el auto es aquel negro que esta allá.- Oliver apunto al auto ignorando los ojos de sorpresa que Kate había puesto.
Sofía saludo a Kate y se presento con Dylan para calmar un poco el ambiente. Todos se subieron al auto y el camino fue realmente incomodo para Kate quien no dejaba de pensar en como ellos sabían de Dylan, sin embargo ese pensamiento solo duró unos pocos minutos pues su mente de nuevo le trajo a Jessica. Estaba ansiosa por llegar, por sentir ella misma que lo único que había por hacer era esperar, en su cuerpo podía sentir recorrer un leve escalofrío. Por momentos sus manos sudaban al pensar en que todo podría salir mal. ¿Y si no lograba ver de nuevo la sonrisa de Jessica?, ¿Qué haría si no volviera a escuchar su voz? Esa manera tan sensual en la que Jessica pronunciaba su nombre mientras la mira con ternura y le regala una traviesa sonrisa, quería volver a escucharla. La pelirroja no paraba de pensar, con la uña de su pulgar rascaba con fuerza la cutícula de su dedo angular y sintió como de nuevo su respiración estaba por aumentar.
- no, otra vez no.- pensó para sí mientras con los ojos cerrados realizaba la respiración que aquel señor del restaurante le había enseñado.
- Tranquila, ella estará bien.- le susurro Sofía mientras la tomaba de la mano que tenia libre.
Al sentir las suaves manos de Sofía Kate abrió los ojos, le devolvió la sonrisa sin articular palabra. Y en silencio prosiguió luchando con su respiración.
Dylan por su parte estaba contento al pensar que la pelirroja había estado hablando de el con sus nuevo amigos.
Al llegar de vuelta al hospital se percataron que ya habían tres reporteros en la entrada. Ingresaron al hospital e inmediatamente fueron a donde los demás se encontraban.
La cara de Cristin, Martin y Mónica al ver a Dylan fue de total sorpresa y horror. Kate al mirar a sus amigos solo se encogió de brazos y les dio una mirada de "lo siento" y se dirigió nerviosa hacia los padres de Jessica quienes solo observaban lo que sucedía.
- Buenas tardes Sr. y Sra. Hess, disculpen mi aspecto desaliñado pero vine apenas me entere espero que no sea incomodo. Si me lo permiten quisiera estar pendiente sobre el estado de Jessica
- Ahórrese las formalidades señorita West.- sonreía la señora Alina al ver tan apenada a Kate.- Aun no nos han dado noticias de ella, apenas nos informen y estemos todos mas tranquilos iremos a descansar un poco. No se sienta apenada, usted tiene el privilegio de estar en esta sala, así como tuvo el privilegio de conocer la casa de mi hija. Dígame, ¿Cómo es?.
Kate tomo asiento junto a ellos y comenzó a contar todo lo que había visto en casa de Jessica. Para Alina no paso desapercibida la emoción y el brillo en los ojos de Kate al redactar el hogar de Jessica.
Dylan y los demás los observaron por un momento a lo lejos en pleno silencio, luego de unos segundos los tres amigos de Kate fulminaban con la mirada a este muchacho rubio quien comenzaba a mirar todo el lugar con sumo detalle. No podía ocultar su fascinación por lo que sus ojos veían, ¿en que momento Kate se había hecho amiga de ricachones?. Sin duda alguna no podía dejar ir a la pelirroja, el jamás había pensado tan siquiera en pisar Londres, realmente la vida de Kate estaba dando un giro enorme y el necesitaba ser parte de ella.
Don Fernando solo se limitaba a sonreír, amaba ver a su esposa avergonzar a la pelirroja. Su mente comenzó a divagar, ambos sabían que su hija era una total rompecorazones desde que ella cumplió sus 17 años y no hablemos de sus veintes por que en verdad Jessica era una total descarada. Pero cuando Jessica tomo en serio su puesto en la empresa esa parte de ella cambio súbitamente. Sabían de ante mano que ella seguía siendo una mujeriega, pero desde sus 26 años ella ocultaba perfectamente a sus amantes. Antes de Kate, ella jamás había permitido que sus padres conocieran a alguna de las chicas con las que ella salía. Supieron alguna vez de una mujer llamada Daniela y eso fue solo por que Daniela le marcaba al móvil todo el tiempo. En ese entonces Jessica se la pasaba con la cara sumergida en el móvil, se le veía contenta y muy cariñosa todo el tiempo. Como era de costumbre para sus padres en cada comida que hacían juntos siempre le echaban indirectas sobre su manera de comportarse o sobre la misteriosa mujer del móvil, como ellos la llamaban. Poco a poco Jessica comenzó a ausentarse en esas comidas dando como justificación que desayunaba, almorzaba o cenaba con Daniela.
Los señores Hess solo esperaban la hora de poder conocer a esa mujer, en cierto punto creían que al fin su hija echaría raíces, cosa que nunca sucedió. Así como de la nada comenzaron a escuchar de Daniela así mismo ella desapareció. Cuando preguntaron por ella Jessica solo alzaba una mano y la sacudía de un lado a otro para restar importancia. Después de unos meses de eso Jessica de nuevo comenzó con las andadas.
Esta vez todo paso tan rápido, para Alina la pelirroja solo era una pobre chiquilla más que había caído en las redes de su hija. La noche en que descubrió a Kate con el blazer de Jessica garantizo que era una más, jamás imagino verla de nuevo. Pero un día en la tarde, una llamada la dejó con la boca abierta.
Los padres de Jessica respetaron la decisión de su hija al no querer mostrarles donde viviría, les explico claramente que ese lugar sería completamente suyo, sería su escapatoria de todo y todos. Sus padres aceptaron a regañadientes imaginando diferentes escenarios del por que ella no los quería en su casa. Al principio pensaron que era solo para alejarse de ellos pero esa opción desapareció al día siguiente de que Jessica se mudó, puesto que ella no dejó de ir a la mansión, muchas veces se quedaba ahí todo el día, ya fuera en la azotea o en la piscina con sus amigos. Fue entonces cuando otra razón les vino a la cabeza a sus padres, mujeres, Jessica no quería que fueran a su casa por que ese lugar sería el de sus encuentros, pero de nuevo se equivocaron. Los contactos de Fernando le informaban que su hija no dejaba de visitar los hoteles de la ciudad. Sabia que si iba a hoteles de la competencia su padre lo averiguaría y santo sermón que recibiría de su parte. Sin embargo quiso evitarse todo eso y fue una total sin vergüenza. Todos sus encuentros sexuales los tenía en los diferentes hoteles de la empresa, siempre pedía la suite y toda la cuenta la cargaba a la empresa. A Fernando no le quedó más que aceptarlo, por lo menos si Jessica no aparecía una noche, con una llamada el podía enterarse en donde estaba.
Poco a poco se dieron cuenta de que lo que Jessica les había dicho fue real. Ella solo estaba en su casa los días que quería alejarse de todo, los días que necesitaba pensar o distraerse sanamente con sus amigos más cercanos. Alina habló con ella, diciéndole que debido a su posición ella no debería estar sola en su casa. Tomó el papel de madre angustiada creándose escenarios sobre diferentes maneras en las que ella podía ser atacada. Así que entre lágrimas le rogó que contratará personal de seguridad. Ese día a Jessica le llegaron hasta el alma las lágrimas de su madre, optó por consentirla y aceptar su propuesta, Alina encantada le dijo que se encargaría de buscar a los mejores guardias para que custodiaran su hogar.
Cuando todo eso pasó Jessica apenas tenia 21 años, siempre a sido una mujer inteligente y audaz pero esa tarde su madre logró engañarla. Alina no sólo contrato a ex miembros del ejército para que custodiaran la casa de su hija si no que cada que Jessica estaba en ella Alina era informada desde que ella llegaba hasta que se iba y por supuesto de quien más entraba y salía.
Esa tarde en la que Ray le marcó al móvil y le informaba sobre la presencia de la pelirroja en casa de su hija a Alina casi le daba un infarto. Termino inmediatamente la llamada y fue a donde su esposo para contarle.
Hoy no podía evitar mirar a la pelirroja con mucho cariño, algo le decía que ella cambiaría la vida de Jessica. Casi podía sentir el estar en casa de su hija, Kate le contaba todo a detalle, lo que había en su casa, lo que toco, de que forma estaba todo acomodado y limpio. La emoción con la que Kate contaba todo la emocionaba a ella también.
- Es todo lo que logré mirar, mientras ella se cambiaba.- terminaba de decir la pelirroja.
- Te diré un secreto, algo así me habían contado los guardias, pero tu descripción es la mejor.- sonreía Alina.- cambiando de tema, dime ¿Qué hacías en L.A?
Kate se quedó con las palabras en la boca, por que justo cuando iba a responder, las puertas que se encontraban tras el escritorio de la secretaria se abrieron de par en par dejando entrar a tres médicos, entre ellos Jhon.
Inmediatamente todos se pusieron de pie y se acercaron a los médicos
- Jhon ¿Cómo esta?, ¿Qué paso?, ¿por que tardaron tanto?- preguntaba a prisa Fernando.
- Lamento haberlos tenido así todo este tiempo. El estado de Jessica a mejorado muchísimo. El traumatismo abdominal resultó ser contundente y no penetrante como había previsto. El cinturón de seguridad aminoro muchísimo los daños sin mencionar el gran trabajo que las bolsas de aire hicieron. La herida en el tórax ocasionó hemorragia interna que al ser controlada a tiempo no causó daños alternos. Fue una costilla rota, no dos como les había informado. Las demás heridas fueron atendidas completamente como se merecen, aquí el médico Frédéric Cox jefe de cirugía plástica puede darles un poco más de detalles.
- Buenas tardes. Fueron demasiadas heridas hechas por los cristales que salieron disparados, mayormente todo fue en cara y cuello, afectando así a su oreja izquierda que tuvo la cortada más grande. Fue reconstruida exitosamente, salvo de ello no hubieron más heridas con daño profundo que dieran señal de alarma. La señora de St James me pidió personalmente que yo atendiera todas sus heridas. Garantizo que mi trabajo fue hecho con suma delicadeza y paciencia, razón por las que nos demoramos muchísimo tiempo. Pero les prometo que ninguna de esas heridas dejaran alguna cicatriz tal como me fue pedido. En el hospital anterior no se mencionó para nada los lentes de contacto que su hija ocupaba a la hora del desafortunado accidente. Al llegar aquí me percate de que una se había roto, ambas lentillas fueron retiradas sin ocasionar daño. Pero al despertar de la anestesia ella podría tener alguna que otra molestia, ninguna de la que debamos preocuparnos.
- Así es.- de nuevo hablo Jhon.- todo indica que esto solo fue un verdadero susto. El señor Frédéric es responsable de todas las heridas superficiales y pocas profundas en Jessica. El señor Antoine Blossom y un servidor fuimos quienes tratamos sus heridas más graves. Nos aseguramos de hacerle todos los procedimientos adecuados para asegurarnos de que los daños del accidente no fueran tan grave como pensábamos. Jessica se encuentra en el 5° piso en estos momentos. Despertara muy adolorida también puede que se sienta un poco desubicada a la hora de hacer conciencia, razón por la que pido que le den un poco de espacio en ese momento. Normalmente solo se deja pasar a una persona pero a petición de mi esposa no existe problema alguno de que todos puedan estar al pendiente siempre y cuando respetemos las reglas del hospital. Sin más me alegra informarles que ella estará bien, el tiempo que tarde en despertar dependerá de ella misma pero eso no debe demorar tanto.
Lo que todos sintieron al escuchar esas palabras era inexplicable, pareciera que a todos les habían devuelto el alma. El llanto de la señora Alina fue lo que terminó ese silencio.
- No sabe lo feliz que me hacen al escucharlos decir eso doctores, gracias, muchas gracias.- Dijo Fernando quien acariciaba la cabeza de su esposa que se encontraba escondida en su pecho.
- No tiene nada que agradecer don Fernando. Jessica también es parte de mi vida. Ahora vamos, se que están ansiosos por verla.
Los ojos de Katherine tomaron un brillo tan inexplicable como la enorme sonrisa que ahora se dibujo en su rostro, se aguantaba fuertemente las ganas de llorar por la emoción de las palabras del doctor y junto con los demás decidió caminar guiada por el medico hacia la habitación de Jessica.
- Kat... espera.- Dylan la tomo de una mano.
- Dime.- Kate miró al rubio de una manera ansiosa al ver que los demás se alejaban unos pasos.
- No crees que sería mejor regresar luego, digo debemos buscar un hotel donde hospedarnos. Traemos las mismas ropas de ayer deberíamos ir a darnos un baño, descansar un poco y volver a ver a tu amiga. Ya oíste, ella está bien y lo estará hasta que regresemos al rato o mañana.
Esas palabras de nuevo, "amiga", pensaba la pelirroja mientras miraba perpleja a Dylan. ¿Qué le diría?,¿Por que permitió que el la acompañará?. ¿Regresar mañana?, ella cerró los ojos por un momento y suspiro.
-Dylan, ella no es una amiga.- miro los ojos del muchacho que le prestaba atención con cara de no comprender lo que la pelirroja le decía.- Mira, ve y hospédate en algún hotel. La verdad es que te traje hasta aquí sin pensar que estás viajando desde casa de tus padres, descansa, la verdad yo quiero quedarme más tiempo cerca de ella. Ella es muy importante para mí, te prometo que te platicare todo más tarde y sabes..- suspiro de nuevo.- solo espero que logres entenderme.
Dylan la observó por unos segundos, ella se había sonrojado levemente. Eso quería decir que lo le contaría algo de lo que seguramente se avergüenza.
¿Acaso por esa mujer Kate esta comenzando a rodearse de gente importante?. Si la está utilizando como un escalón, conociendo a Kate, es normal que se sienta así. Pensaba el chico rubio.
- kat yo no voy a juzgarte por nada de lo que hagas o puedas hacer, prometo escucharte. Sea lo que sea por alguna razón fue que sucedió así. Iré a buscar un hotel donde hospedarnos te mandare los datos por mensaje para que puedas ir luego pero la verdad es que me gaste todo en los boletos de avión para venir aquí.
- Oh.. bueno no te preocupes, toma.- la pelirroja rebuscaba a prisa en su bolso y le entrego su tarjeta de crédito.- ¿Esta bien que luego te llevemos la maleta?.
- Si, créeme solo llegare a darme una ducha y a acostarme. ¿puedo cargar también algo de comer a tu tarjeta?
- Claro.- miro a ver en dirección a los demás para asegurarse de que aún no los perdía de vista.- tengo que ir ya. Gracias Dylan, platicamos luego.
Kate camino a prisa para alcanzarlos y Dylan se quito contento de ese lugar.
- A petición de mi esposa nos encargamos de equipar completamente esta habitación que antes era la sala de juntas para que quedara en las condiciones perfectas para la recuperación de Jessica y por su puesto para que puedan acompañarla, como verán es sumamente amplia y la luz del sol entra bastante bien.- Jhon sonreía y abría la puerta para dejarlos pasar a la habitación que ahora era de Jessica.
Ella estaba recostada en una cama que se encontraba junto a un gran ventanal.
- Los dejó solos... pasare en un par de horas para ver si ya se despertó, no duden en llamarme si eso sucede antes o por si algo se les ofrece.
Dicho esto el médico los dejo solos. Poco a poco se acercaron a mirar a Jessica que descansaba tranquilamente en su cama. Los sonidos de las máquinas y del gotero del suero era lo único que se escucho por un momento, mientras todos observaban con amor y cariño a Jessica.
Fue la señora Alina la primera en atreverse a tocar a su hija. Acaricio su cabello con suma delicadeza.
Veía a Jessica tranquila, no recordaba cuando fue la última vez que ella la había visto dormir. Poco a poco sus lágrimas fueron resbalando por su mejilla. Fernando se acercó a abrazarla y de nuevo la acurrucó en su pecho para hacerle entender que no estaba sola y que podría llorar cuanto quisiera.
Kate no sabia que hacer y sus piernas poco a poco como si tuvieran vida propia fueron haciéndose paso entre los demás para acercarse a mirar a la pelinegra. Sus hermosos ojos verdes no podían creer lo que veían, todas esas ganas enormes que tenia de llorar y que se había aguantado todo este tiempo por estar junto a Dylan aparecieron de nuevo.
Sus ojos se inundaron de lágrimas, lágrimas que ya no pudo retener más. Sabia que la pelinegra estaba estable, que no había más por lo que preocuparse pero el verla ahí y de esa manera fue un choque completo de emociones.
Jessica estaba llena de hematomas, el rostro y cuello lo tenía completamente herido, el médico tuvo total razón al decir que fueron demasiadas las heridas causadas por los cristales. Tenía un brazo completamente vendado así como su oreja izquierda.
- Vaya... primera vez que la veo con esa melena.- dijo con sorpresa Oliver rompiendo así el silencio en esa habitación.
El adquirió de nuevo su porte tranquilo, claro que su rostro cansado, el cabello revuelto y el traje que traía hecho un desastre decían lo contrario, pero en su mirada y tono de voz se le notaba más tranquilo.
- Déjame tomarle uno foto.- entre sollozos Shara sacaba su móvil.- ¿Qué?, seamos sinceros. Es la única vez que veremos su cabello así.
- ¿Por que?.- Martín no evito ser víctima de su curiosidad.
- Por qué ella siempre a cuidado obsesivamente su cabello, esa maraña de rizos que trae ahora jamás se la habíamos visto, ni siquiera en los días de playa. La conozco desde hace mucho y se que va cada 3 días con el estilista pero nunca me había puesto a pensar en lo que verdaderamente le hacen pues siempre le criticaba que su cabello se veía exactamente igual al antes de ir.
- Es verdad, yo olvide que su cabello era de ese tipo.- Alina sacó el rostro del pecho de Fernando.- Anda cariño tómale una foto, también quiero tenerla.
Todos en la sala soltaron una pequeña risita. Poco a poco se fueron relajando, es verdad que Jessica lucia de una manera preocupante pero el saber de que todo ya había pasado y que solo quedaba el esperar su pronta recuperación los dejaba tranquilos.
Habían pasado ya unos 30 minutos y no habían cambios, ella seguía tan tranquila, se veía en plena comodidad y en paz. A pesar de estar en esa situación había algo en ella que no la hacia perder ese porté de grandeza y autoridad que la caracterizaba.
Las platicas que hasta ese momento se escuchaban en esa habitación fueron interrumpidas por unos golpes en la puerta.
- Adelante.- Dijo Fernando.
La puerta se abrió dejando pasar a un hombre ya mayor. El cabello lo tenía negro pero a los costados ya las canas estaban presentes. Vestía un traje gris muy elegante con un pañuelo blanco en el bolsillo del saco. Un hombre alto, muy serio quien tenía detrás de él a dos hombres custodiándolo, uno de ellos cargaba una caja con un gran moño color dorado.
- Hiro.- menciono Fernando y se puso de pie para acercarse al hombre.
- Buenas tardes Fernando.- dijo mientras giraba la cara en dirección a Jessica y le indicaba con una mano a su guardaespaldas que colocará la caja junto a ella.- Me comenta el médico que ella salió muy bien de esta.
- Si, así es. Aún no despierta de la anestesia pero nos encontramos ya más tranquilos al saber que todo salió muy bien.
- El punto es Fernando.- se acercaba a Jessica para poder mirarla.- Que no entiendo por qué tuve que enterarme por los medios de que ella sufrió este accidente. Mucho menos entiendo el como permitiste que dijeran esas patrañas, ella jamás a pensado en tan siquiera tomar las llaves de su auto si se encuentra muy alcoholizada.
- Fue una decisión que tuve que tomar a último momento, el señor St. James desmentirá esa nota amarillista. Lamento que se haya informado de esa manera pero comprenderá que en lo primero que pensé fue en mi hija.
- Nota amarillista eh.- miraba fijamente a Jessica.- ¿también desmentirán lo que dicen sobre tu sucesión?.
- No. Martín.- Fernando estiro una mano para indicar que Martín se acercara.- Hiro, te presento a Martín es el que ahora esta al mando de la empresa. Martín el es el señor Hiro Yamagawua nuestro nuevo socio e inversionista. Con el esta en pie expandirnos aun mas en todo Eurasia y con quien llevaremos a cabo una reunión muy importante en un mes aproximadamente.
- Mucho gusto señor Hiro, estoy muy..
- Fernando, Fernando, Fernando.- ignoró a Martín.- La razón de haber aceptado todo negocio contigo está postrada en esta cama. Debo aclararte de que todo nuestros proyectos realizados y por realizar se lo debes a tu hija. No entiendo como nombraste a tu bastardo carente de conocimiento tu sucesor, pero una cosa voy a aclararte. Si para esta junta no logran lo que Jessica, olvídate de todo trato conmigo.
- Martín no es un bastardo, es adoptado y puede dar los mismos resultados que Jessica, lo verás en la junta. El ya tiene todo listo y quedaras encantado con los resultados.
Todos en la habitación se mantenían al margen. Cristin estaba furiosa por la forma en la que habían tratado a su prometido. ¿Quién se creía ese estúpido viejo?. Martin estaba en shock ¿acaso Fernando dijo que el ya tenía todo listo?.
- Jessica jamás me mencionó tal cambio, Conociéndola razones tendría para ocultármelo. ¿Ella acepto tan fácil tu decisión?. ¿Les a dicho algo sobre la próxima junta?
- Ella no estará presente en dicha junta. Todo ahora lo manejara Martín, ella como yo somos externos ahora en la empresa.
Hiro no evito abrir un poco los ojos en señal de sorpresa.
- Te daré una oportunidad señor Martín. Viendo el estado de Jessica aplazaré la junta unos... 3 meses. Creo que eso será suficiente para que las heridas de Jessica sanen correctamente, por lo menos lo del rostro y ese cabello que ahora trae.
- No es necesario señor Hiro. Todo ya lo tengo listo para la fecha acordada.- Oh dios mío que acabo de decir. Pensaba Martín.
- No lo hago por ti muchacho. Creo que todos en esta sala sabemos como es Jessica respecto a su imagen, ella no se atreverá a salir así por lo menos en el tiempo que les he mencionado. Si la junta la dará usted sin ayuda de ella, pienso que ella querrá ver el como rechazó su oferta si no logran convencerme. Debo recordarles que en esa junta se me presentarán por lo menos 32 proyectos mas y si ustedes no dan una excelente competencia créame que no los tomaré en cuenta. Eso lo sabe ella muy bien, si el escenario es completamente diferente y ella participara a su lado de igual forma necesitan ese tiempo. Fernando aquí traje un pequeño regalo para ella.- señaló la caja.- espero que haga su pronta recuperación más agradable. Ahora mismo tengo muchos pendientes que atender, agradecería le dieran mis buenos deseos.
- Claro Hiro pierde cuidado y muchas gracias por el detalle apenas ella cobre conciencia le mencionaré tu visita y sobre la nueva fecha de la junta.
Hiro le dio la espalda a Fernando para poder acercarse más a ella. Llevó su mano derecha al cabello de Jessica el cual acaricio muy suavemente.
- ¿Quién diría que esta sería la única forma de verte tan pacífica?.‐ sonrió Hiro y se acerco a darle un beso en la cabeza.- Con su permiso.
Hiro salió de la habitación sin mencionar alguna palabra más, tras de él salieron sus hombres custodiándolo como siempre. La habitación cargaba un aire amargo tras la salida de aquel hombre.
- Que odioso señor.- menciono enfadada Alina.
- No se como Jessica pudo tratar con el con tanta facilidad.- secundo Fernando.
- Veamos que es lo que le trajo a mi hija, no vaya a ser algo peligroso.
Alina se acerco a la caja que tenia puesto ese enorme lazo dorado. La curiosidad de los demás los hizo estar pendientes de lo que la señora hacía.
Con calma desató el lazo y se dispuso a abrir la caja, al ver el artefacto quedó anonadada
- ¿Qué es esto?.- miro a ver a los demás mostrando el artefacto.
- Parece una rockola de los 80's.- dijo Oliver extrañado.
- A ver ...- se acerco Shara para inspeccionar mejor el artefacto.- Si, al parecer es una rockola.
-¿No es muy pequeña para ser una rockola?.- ahora Oliver la tenia en las manos.
- El tamaño no es lo importante Oliver, si no la calidad con la que toque.- añadió Sofía.
- Probémosla.- dijo Fernando.
Todos se acercaron para escuchar esa pequeña rockola tocar. Oliver la puso de nuevo junto a la cama de Jessica y comenzó a buscarle algún tipo de interruptor.
- Se enciende con la voz y se recarga mediante el conector que debió haber traído.- al ver Cristin que ellos no sabían lo que era no le quedo mas remedio que hablar, por dentro ella se moría de la emoción.- La verdad es que me se de memoria el comercial.
La rock-hola con diseño clásico de los años 50's se a estado promocionando por mas de dos meses, no podía creer que la tuviera enfrente cuando aun faltan dos semanas para su salida al mercado. Ella sabia perfectamente como funcionaba por que había estado pendiente del lanzamiento desde que fue anunciada, sin duda alguna ella deseaba una igual.
- Aquí en la caja esta el cargador, instructivos y una tarjeta.- Como siempre Mónica tocando todo lo que su curiosidad le demande.
- Gracias por la idea de este producto, este es el primero que construimos y fue hecho especialmente para ti. Espero lo disfrutes y te haga amena la espera para salir del hospital, se cuanto odias quedarte quieta y garantizo que con esto no te volverás loca. Atentamente Hiro.- leyó en voz alta Oliver.
- Cristin muestra como funciona.- Martín irrumpió el silencio que se había hecho tras intercambiar miradas de asombro por el hecho de descubrir que Jessica había sido la pionera de tal artefacto.
Cristin se acerco a la rockola un poco apenada, aclaro su garganta y dijo:
- Rock-hola muéstrame la lista de tus canciones.- inmediatamente luces de colores iluminaron los costados de la rockola. En el centro se ilumino una pantalla mostrando una lista de canciones.- Cristin comenzó a deslizar la pantalla con el dedo.- no conozco ninguna.- apenada miro a ver al grupo frente a ella.
- Déjame ver.- intervino Shara.- Con una sonrisa deslizaba incrédula sus dedos por la pantalla tal como hizo Cristin.- Es increíble, ella amara esto.- Se detuvo y selecciono una canción.
La música comenzó a sonar suavemente, no tardo mucho para que Sofia reconociera esa canción pero tras unos instantes se percataron que la voz en esa melodía estaba ausente y todos cayeron en cuenta.
- ¡Es Karaoke!.- se emociono Shara
- Jessica ama el karaoke.- explico Oliver a Martín, Cristin, Mónica y Kate quienes no entendían nada de lo que pasaba.
- Esta canción era un poema que yo le había hecho a ella en la secundaria, siempre he odiado que las mujeres se le abalancen solo por que si, y ella la convirtió en esta hermosa canción. Ponla de nuevo Shara.- indico Sofia.- Pero no se burlen por fi.- apenada la rubia se acercaba a Jessica.
La melodía de nuevo comenzó pero esta vez acompañada por la voz de Sofia.
- Why do birds suddenly appear Every time you are near? ......
La rubia cantaba con la delicadeza que la caracterizaba cerca de Jessica, con sus finas manos le acaricio el cabello, no pudo evitar que una lagrima cayera por su mejilla. Todos la observaban cantarle a la morena con todo su amor. La letra era hermosa y la suave voz de Sofía le daba un toque especial.
Kate prestaba mucha atención a la letra sabia perfectamente que entre ellas dos solo había un lazo de hermandad, pero el ver a Sofia tan cerca de ella cantándole esa canción que parecía una declaración de amor le hacia querer detener la música y alejar lo mas lejos que pudiera a Sofia de su Jessica. Si, lo que ella estaba sintiendo eran celos, unos celos enormes de no ser ella quien le cantara esa canción, de no ser ella quien le dijera que anhelaba estar a su lado.
-That is why all the girls in town.....- cantaba la rubia mientras que Shara y Oliver le hacían los coros.
Kate miro a ver a sus amigos para buscar apoyo en alguno que tal vez al igual que ella pensara que eso es una declaración de amor. La pelirroja puso los ojos en blanco al descartar esa opción ya que sus amigos al igual que todos estaban embelesados con la rubia y su gran acto.
Los padres de Jessica movían la cabeza suavemente de un lado a otro, disfrutaban la música, disfrutaban ver a su hija rodeada de gente que la quería, que la amaba. Todo era hermoso, ahora ya no habían señales de la desesperación y de la angustia que habían sentido momentos antes, Jessica estaba bien y ahora eso era lo que les daba tanta dicha.
- Follow you all around Just like me, they long to be close to you...
La melodía llego a su fin pero lleno esa habitación de sonrisas y miradas tiernas que todos le dedicaron a Jessica.
- Señorita West la vi un poco extrañada con esto de la música.- Alina se acerco a Kate mientras que los demás continuaban examinando la rockola.
- Si un poco, no sabia que a ella le gustara tanto la música.
- Debo aclarar que nadie sabe mucho de ella. Jessica se volvió una persona muy reservada cuando Fernando enfermo, lo único que todos los que la conocemos podemos asegurar es su gran pasión por la música, por recrear y buscar nuevas melodías que como ahora nos llenen de júbilo.- Alina le sonrió tiernamente.
- ¡ Ohh por Dios !
La conversación de ambas mujeres así como los cuchicheos cerca de la rockola se detuvieron brutalmente cuando Martin dio ese enorme grito al mismo tiempo que dejo caer su móvil al piso. Estaba completamente paralizado y con los ojos completamente abiertos.
Inmediatamente uno por uno miraron a ver en dirección a lo que Martín había visto.
Ahí estaba de nuevo esa sonrisa picara que a Kate le hacia derretirse, su corazón dio un vuelco enorme con solo mirarla sonreír, sintió como su alma regresaba a su cuerpo, el como su corazón comenzaba a latir al mil. Ella no la había visto, sus padres y amigos mas cercanos estaban ya a su alrededor completamente emocionados por su despertar. Cristin se acerco a ella, conocía bien a su amiga y sabia perfectamente lo que ella sentía por esa mujer de hermoso cabello negro, le sonrió y coloco su mano derecha en el hombro de la pelirroja para así empujarla levemente hacia adelante indicándole que se acercara.
La pelirroja obedeció y poco a poco sus piernas dieron pequeños pasos en dirección a Jessica. Sentía un cosquilleo recorrerle el cuerpo, estaba segura de que su corazón se le saldría mucho antes de que Jessica se percatara de que ella estaba ahí.
Para Kate el tiempo se detuvo por completo cuando Fernando y Alina se hicieron a un lado para dejarla asomarse. Al cruzar su mirada con la de Jessica pudo notar como la sonrisa de la morena se hacia un poco mas grande, como sus ojos se llenaban de emoción y se llenaban de brillo al verla, brillo que hacían resaltar aun mas el hermoso color de sus ojos. Jessica la había puesto nerviosa ya tantas veces, pero en esta ocasión Kate sintió que el nerviosismo que la invadía era diferente, esta vez la mirada penetrante de Jessica la desarmaba por completo. Kate estaba extasiada, ¿acaso era real lo que veía?. En los ojos de Jessica podía ver el mismísimo y hermoso mar. Jamás imagino que tan solo una de sus miradas le hicieran sentir tantas cosas juntas. ¿Cómo es esto posible?, claro que ella recordaba perfectamente la mirada de la pelinegra, la gravo en su alma desde el primer instante. Esa forma que ella tiene de mirarla con autoridad, lujuria y dulzura era una de las cosas que más le atraían de Jessica y esta no era la mirada que ella llevaba guardando desde que la conoció, ¡no claro que no!. Lo que ahora ella veía le ocasionaba un cosquilleo que comenzaba en su pecho y descendía hasta sus piernas, sentía como la mirada de Jessica la hechizaba. Podría perderse en esos ojos para siempre y por siempre, en este momento Jessica podía pedirle lo que quisiera y sin duda ella lo haría sin pensarlo.
Kate estiro las manos y tomo la mano de la pelinegra entre las suyas acariciándola sin dejar de mirarla. Jessica continuaba sonriéndole dejando notar la felicidad que le daba el saber que la pelirroja estaba ahí junto a ella.
Pero la cara de Jessica cambio repentinamente, ese gesto de amor y cariño desapareció en un parpadeo. En su rostro ahora se podía apreciar un enorme dolor, cerró los ojos mientras apretaba fuertemente los dientes para después dejar escapar un grito agudo. La mano de Kate fue aprisionada con toda su fuerza clavándole así las uñas, lo intento pero no podía zafarse del agarre de Jessica quien ya comenzaba a retorcerse por el dolor que sentía.
Inmediatamente Fernando corrió a pedir ayuda, los demás no sabían que mas hacer que mirar la escena. La señora Alina miraba con horror a su hija quien ya se encontraba completamente sudada, agitada y llena de dolor.
Fernando reapareció por la puerta con Jhon y dos enfermeras quienes corrieron inmediatamente a socorrer a Jessica. El doctor logro rescatar a Kate de ese fuerte agarre. Trato de sostener a la pelinegra junto con una de las enfermeras pero la fuerza que en ese momento la pelinegra tenia era completamente brutal, por lo cual se les dificultaba muchísimo sostenerla para que no se abrieran sus heridas. Jessica no dejaba de quejarse del dolor que sentía, apretaba cada vez mas fuerte la mandíbula, la cara se le puso totalmente roja dejando ver una que otra vena ya hinchada por la presión que ella hacia al aguantarse el dolor, gritaba aún más y de sus ojos ya brotaban las lagrimas.
-¡Necesito que todos se vayan a la sala de espera por favor!!- grito Jhon.
Sin pensarlo comenzaron a obedecer las ordenes del doctor a excepción de Kate y los señores Hess, ella no quería separarse de la pelinegra, ella no quería dejarla así con todo ese dolor recorriéndole el cuerpo. Jhon ya se encontraba histérico, no lograba sostener bien a Jessica, la enfermera no se apresuraba con ese sedante y ellos no salían del maldito lugar. Con regaños mas fuertes y un mirar autoritario el doctor les ordenó salir de una vez por todas, esta vez obedecieron pero la cara de los padres de Jessica y la de Kate se lleno de horror al ver antes de salir el como Jessica comenzaba a convulsionar.
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Todos en esa sala de espera tenían los nervios crispados. ¿Qué fue lo que acaba de pasar?. De un segundo a otro Jessica había empeorado ante sus ojos, la madre de la pelinegra así como sus amigas no dejaban de llorar. Fernando estaba lleno de ira no dejaba de caminar de un lado a otro cual toro a punto de salir a ruedo, quería y necesitaba regresar a esa habitación para asegurarse que su hija estaba bien. Los chicos intentaban calmarlo, a excepción de Oliver, el se encontraba sentado y completamente serio mirando a la nada. Tenía una cara llena de susto. Por momentos movía su cabeza de lado a lado para regañarse al darse cuenta que pensaba en la muerte de Jessica, ¿Qué haría sin ella?, era lo único que se repetía una y otra vez.
Mónica no conocía bien a Jessica, en realidad era la que menos había interactuado con ella. Pero la emoción de ese momento, el ver a Cristin sollozar y a Martin desesperado calmando a su padre le hicieron ser víctima de unas lágrimas silenciosas.
Kate era la única que no se encontraba derramando lágrimas o mostrando su lado mas desesperado en esa sala, a pesar de esa horrenda imagen de Jessica al final, ella estaba a los ojos de los demás tranquila en una esquina junto a sus mejores amigas.
- Regreso en un momento.- dijo poniéndose de pie.
- Vamos.- Cristin intentaba calmar sus sollozos.
- No, quédense aquí....- hubo un silencio.- Necesito estar sola un momento y las necesito aquí por si salen a dar noticias de ella.
Sin esperar la respuesta de alguna de sus amigas Kate camino para la salida del hospital.
-Por favor Kate cálmate.- se dijo mientras se llevaba las manos al pecho.- necesitó sentarme y respirar un poco de aire fresco como me enseñó ese señor. Ahora mismo no puedo ayudarle en nada a Jessica, a los demás solo los preocuparía si me diera ese ataque de nuevo.- rodeaba el hospital en busca de algún lugar donde sentarse.- pude controlarlo en el taxi, debo poder hacerlo ahora.
- Señorita no puede pasar mas, este lugar está prohibido a personas ajenas al hospital.- la voz del guardia la saco de sus pensamientos.
- Discúlpeme señor.- respiró.- busco un lugar donde poder sentarme un momento, la sala de espera me a cansado.
- ¿Se encuentra bien señorita?.
- Mi a...- >>¿Qué es Jessica mío? ¿Amiga?, odio esa palabra por que no es mi amiga. Como Yuridia dice "los amigos no se besan en la boca" y ella a hecho más que besarme. Así que mi amiga no es, tampoco es mi novia, ¿novia? Hay que cosas ando diciendo.<<
- ¿Señorita?.‐ de nuevo interrumpía el guardia sus pensamientos.
- Una persona muy importante en mi vida esta siendo atendida por el doctor Jhon en estos momentos.- pauso para intentar respirar con calma.- no puedo seguir esperando en esa sala, siento que me ahogo. Solo quiero sentarme un momento para tranquilizarme y poder regresar.
El hombre la miraba a detalle, se daba cuenta de que esa pelirroja mujer no mentía.
- ¿Esa persona es la señorita Jessica?
- Si, ¿usted la conoce?
- Todos en este lugar la conocen, es la mejor amiga de la patrona. Mire la dejare pasar, más adelante podrá encontrar un lugar donde sentarse, nunca hay nadie porque son bodegas que ya no se usan así que podrá tener la privacidad que busca.
- Gracias señor.
- De nada señorita. La señorita Jessica estará bien ya verá. Ella es una mujer muy fuerte, tenga fe.
Tras regalarle una sonrisa al guardia Kate siguió caminando. Inhalaba profundo y exhalaba como aquel buen hombre le había enseñado.
Sus verdes ojos miraban el lugar, lo que había dicho el guardia era cierto. No podía verse nada más que las altas paredes del edificio. Este lado del hospital no tenia esos enormes ventanales como en el frente, solo habían una que otras puertas.
- Cuando dijo que eran bodegas sin usar me imagine un lugar tétrico.- habló en voz alta mientras continuaba con su respiración.- Creo que podré sentarme en ese lugar.- sonrió la pelirroja y se sentó bajo un frondoso árbol.
Repasaba una y otra vez esa técnica de respiración, su mente quería traer de nuevo esas feas imágenes de Jessica pero continuo con su respiración mientras cerraba los ojos con fuerza y trataba de imaginarse a Jessica de otra manera.
Poco a poco comenzó a sentir que el aire ya lograba llenar sus pulmones, esas pequeñas punzadas en el pecho estaban desapareciendo, abrió los ojos para contemplar el cielo sin detener su táctica de respiración.
- Ten..- escucho decir a una voz con un raro acento.
Al girar un poco la cabeza pudo ver una mano con una excelente manicura y un pequeño reloj dorado ofreciéndole una botella de agua.
- Gra... gracias.- tomó la botella de agua mientras trataba de descifrar de donde era ese acento.
- ¿Ya te has tratado esa hiperventilación?
- No, ayer fue la primera vez que me dio y me ayudaron a controlarlo, hoy ya van dos veces que evito ponerme mal.
- La hiperventilación son por estados de pánico o de ansiedad, la técnica que estas usando es correcta. Así es como aspiras menos aire. Mayormente cuando se tienen esos ataques se sienten como si te sofocaras por eso es que se comienza a respirar más de lo que se necesita. Aún así debes acudir al médico.- soltó una risita y se sentó junto a ella.
- ¿Por que ríes?.‐ pregunto la pelirroja dejándose contagiar por esa risita.
- Por qué estamos en un hospital, debiste pedir que alguien te atendiera en vez de salir a sonsacar al guardia para que te dejara venir hasta aquí.
- Nooo como crees, o sea ¿En verdad has visto este hospital?. Una consulta serían como dos de mis sueldos.
- Lo cargabas a la cuenta de Jessica, total ella jamás se daría cuenta.- le sonrió.
Kate alzo las cejas y miró a ver a la chica que estaba a su lado. Su sonrisa aún adornaba su fina cara la cual era un poco alargada, su nariz era respingada y su piel lucia increíble.
- No me mires así Kate, es la verdad ella es tan millo...
- ¿Cómo sabes quien soy?, ¿Cómo sabes de ella?.- interrumpió Kate a esa despampanante mujer.
- Uhmmm... esas son dos preguntas Kate.- golpeó con su dedo índice su barbilla mientras miraba a ver hacia el cielo.- ¿Cómo se de ella?, no hay nadie que no sepa quien es ella. A llamado la atención de las personas desde que era pequeña, obviamente es una persona que nunca se olvida. No hablo de su porte y su nivel social, una vez que tienes la oportunidad de conocer a Jessica sin su careta de "soy completamente educada y correcta" te gana el corazón de inmediato. ¿Cómo es que te conozco?.. espera.
Con un movimiento saco su móvil del bolsillo de sus jeans rojos y mientras ella estaba perdida en la pantalla de su móvil Kate la examinaba un poco más.
Sus ojos eran de color aceituna, su cabello castaño y lacio lo traía amarrado en una coleta de caballo alta, dejaba ver su cuello delgado y levemente alargado. Sus hombros y brazos estaban ligeramente marcados, era una mujer muy atractiva y a pesar de que Kate no le puso atención antes de que ella se sentará a su lado podía deducir que ella era alta.
- Aquí esta.- mostró la pantalla de su móvil.
- ¿¡Queeee!?.- alzo un poco la voz.
La pelirroja tomo en sus manos el móvil de aquella atractiva mujer.
- ¿En que momento paso?
- En la fiesta de ascenso a presidencia en la mansión Hess.
- Reconozco el lugar, sería imposible olvidarlo. Me refiero a el como tomó una foto mía tan cerca.
- Esa noche recuerdo que ya había acostado a los gemelos, me encontraba en la alcoba con mi esposo disfrutando algo en la tv, realmente no prestábamos atención.- de nuevo soltó una risita.- la insistencia de mi móvil nos sacó de esa burbuja de amor que teníamos. Era ella.
***FLASHBACK***
- No creerás lo que voy a decirte, ¿estás ocupada?, bueno no importa, escucha. Me dijiste que no vendrías por que las veladas de mis padres son totalmente aburridas, sabes que siempre te he dado la razón. Sin embargo desde hace unos momentos yo ya no comparto esa misma idea contigo.
- ¿Por qué?
- Espera.. te estoy enviando algo.... ya.. ¿te llegó?
- ¿Tenis?, ¿En verdad ella lleva tenis a una noche de gala? Dios mío, no me lo creo. ¿Quién es? ¿Le conoces?. Dile que es mi heroína.
-No se quien es, llego con Martín ¿Recuerdas a Martín?.
- Si lo recuerdo, ¿Qué hace él ahí?. Espera si no la conoces ¿Cómo es que le has tomado esa foto?
- Ella esta completamente distraída, mira que mis padres se acercaron a saludar y ella sigue en otro mundo. Mande a Scott a tomarle esa foto por que prácticamente es invisible en estos eventos, pensé que seria lo mejor para que ella no se diera cuenta pero créeme, pude haberlo hecho yo misma a una distancia más corta y ella ni cuenta se hubiera dado. No se por que esta vez mi padre invito a Martín a uno de sus aburridos eventos pero agradezco enormemente que lo hiciera.
- Por el tono de tu voz deduzco que no solo el poder de su seguridad es lo que te a llamado la atención ¿cierto?.
- Ahmm...
- ¡Jessica Nicole .... no puedo creerlo!
- Míralaaaa, solo mírala. Es hermosa, mira su cabello, la foto que te envié no captura su belleza con totalidad. Si vieras el como luce desde aquí juro que me entenderías un poco.
- Contigo no se puede...
- Espera..- se escuchaban sonidos inaudibles.- Te cuento que sucede luego. Al parecer lo que tiene que decirme Oliver no puede esperar un momento... ¿verdad?...‐ en ese momento le daba una mirada de pocos amigos a Oliver.- te dejo descansa.
***FIN DEL FLASHBACK***
- Y cortó la llamada, hasta el día siguiente me enteré de lo que paso. Por eso es que se de ti.- le sonrió de nuevo a Kate.
- He repasado ese día millones de veces.- Kate se acaricio los labios.- lo que sentí al besarla esa primera vez es indescriptible, fue una sensación hermosa, como si millones de mariposas quisieran salir de mi pecho. No recuerdo haberme sentido así antes, bueno, hace rato fue algo similar. No.. sabes, fue algo mucho mejor. El ver esos ojos por primera vez me erizo toda la piel en unos segundos. En su mirar podía sentir su lujuria, su pasión, su deseo, su cuidado, su ternura y su inocencia ¿Cómo es eso posible?.
- ¿Le quitaron las lentillas?.- preguntó con un poco de sorpresa.- Llevó años sin ver sus verdaderos ojos.- ahora hizo un pequeño puchero.
- Uno de los médicos que estaba con tu esposo dijo que una se había roto una, le pareció prudente quitar las dos. ¿Por que no has ido a verla?
- ¿Por qué supones que uno de los médicos es mi esposo?
- Desde que llegue he estado escuchando sobre la esposa del doctor Jhon, el guardia me dijo que es la mejor amiga de Jessica. Se atar cabos sabes, posees la belleza con la que según mi amiga Mónica el señor Fernando te describió. Sin contar que solo a las mejores amigas se les llama para contarles cualquier cosa, tal como lo hizo Jessica al mandarte mi foto. Dime, ¿por que la mejor amiga de Jessica no a estado a su lado?. Entiendo que la sala de espera no es para ti, pero en el tiempo que esperábamos a que despertara tu no te acercaste. ¿Por que?.
- Me puse completamente histérica cuando recibí la llamada con la noticia del accidente. Jhon fue el que se movilizó para ir a buscarla, me quedé aquí arreglando todo para que ella llegara y sea atendida lo mejor posible. Cuando me avisaron que habían llegado de nuevo fui presa de los nervios. Me di cuenta de que no sería buena compañía para sus padres, mi desesperación o mis llantos no ayudarían en nada. Así que me aislé aquí, Jhon me a estado avisando de todo. No pienso ir hasta saber que ella está consiente y que esta completamente bien.
Kate bajo la mirada, al parecer el doctor no le había avisado a su esposa de lo que acababa de suceder.
>>¿Seguirá con ella y por eso no le aviso? ¿Y si Jessica empeoró? ¿Seguro salieron a dar malas noticias? .- pensaba la pelirroja.- No puede ser y yo estoy aquí platicando.<<
- Kate ¿Qué pasa?, mírame, cálmate. De nuevo comienzas a respirar a prisa. ¡Kate!
La pelirroja apretó los ojos tan fuerte como pudo, de nuevo recurrió a su técnica de respiración. Respirar, exhalar, respirar, llevo sus manos a su pecho para poder concentrarse un poco más.
- Escúchame Kate, tu respiración está bien no dejes de hacerlo.- se coloco frente a ella con las rodillas en el suelo y tomo una de sus manos. Ahora trata de contar de tres en tres desde 100 hasta cero... vamos... inténtalo. ¿Puedes?... 100...97.. 94..
91... continuaba internamente Kate mientras sacudió su cabeza para dar entender de que lo estaba haciendo.
10..7...4...
- Uno..- dijeron en voz alta ambas mujeres.
- Gracias.- Kate se limpiaba las leves lágrimas que no dudaron en salir mientras respiraba.
- Vamos.- la esposa de Jhon se puso de pie y le tendió la mano a Kate.- Es necesario que te revisen, aunque por el tipo de ataque que sufres apuesto que es por pánico o por ansiedad. Lo sé por qué esos son fáciles de controlar si cambias el foco de atención. Jhon me lo enseño una vez, el esfuerzo mental se vuelve el foco de atención y con eso cesa el pensamiento que te llevo a hiperventilarte. Aún así veamos que dice un médico.
Ambas chicas caminaban para adentrarse al hospital desde ese lado del edificio. Kate la miraba apenada. La belleza de esa mujer desbordaba por cada parte de su piel, lo sabia, era alta. Tal vez hasta apenas un poco más que Jessica, su figura era perfecta. Kate la mira de reojo por ratos, ¿debería decirle lo que sucedió con Jessica hace unos momentos?. Esta mujer había sido muy buena con Kate y merecía saberlo ¿no?.
- Espera....- se detuvo la pelirroja llamando su atención.- tengo que decirte algo.
- Dime.. - le dedico toda su atención.
Kate estaba decidida a soltarle esa enorme granada de información. Tomó una bocanada de aire para agarrar valor, la miró fijamente y abrió la boca para dejar salir sin más las palabras que harían que esa mujer borrara su perfecta sonrisa de su perfecto rostro.
Las palabras de Kate fueron arrebatadas mucho antes de que salieran de su boca. Ambas mujeres giraron su mirar ante la nueva silueta que se acercaba a ellas.
- ¿Jhon...?.‐ frunció el seño mientras que su hermoso acento acaricio su lengua al pronunciar ese nombre con un poco de miedo.
Miedo que comenzó a invadir a Kate al ver como las manos del doctor tomaban las manos de su esposa.
- Cariño... lo siento.- Jhon se dejo caer al piso sujetándose de la cintura de su esposa, se aferro a ella y comenzó a llorar como un niño.
Continuará.......
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