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Un Omega parecido a una flor. (Traducción finalizada) por yuniwalker

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No fue sino hasta la semana siguiente que Harried le pidió que saliera con él porque, y lo dijo textualmente, era la última vez que se verían de nuevo. 

Harried, quien lo visitó mientras arreglaba el patio trasero, habló con la espalda de Natsume porque él no miró hacia atrás ni una sola vez.

"Entiendo bien el corazón de Natsume. Creo que te has visto obligado a trabajar duro porque querías tiempo para poder atenderme durante un mes. Siento irme antes de lo planeado y siento mucho tener que pedirte un día más, ¿Pero aceptarías?"

Su voz era terriblemente cortante. Después de eso tenía que disculparse con Kotoku por haberle dejado un niño que no paraba de llorar ante la noticia de que Harried ya nunca volvería.

"El dolor de Natsu era más profundo de lo que pensaba. Lo siento mucho, fue todo culpa mía."

Con una expresión solitaria, Kotoku comenzó a culparse a si mismo incluso aunque Harried dijo que no era necesario. Después de todo, no pensaba que lo que había pasado pudiera describirse como completamente terrible y al final de esto, incluso pensó que solo quería recompensarlo por tanto problema.

Natsume aceptó la solicitud porque estaba cansado de sentir vergüenza y porque quería disculparse por tener una actitud que fue demasiado grosera incluso para él.

"Está bien. Solo una vez más."

"Sí. Quiero que Shiri nos acompañe ¿Está bien?"

"... Lo prepararé".

Harried dijo: "Gracias", y se fue a casa. 

Al día siguiente, se dirigieron a una gran instalación comercial lejos del centro de donde vivían. Allí, varios edificios estaban ubicados por aquí y por allá, con áreas donde se alineaban marcas de lujo, áreas con marcas casuales, instalaciones para niños, cines, teatros, restaurantes y muchísimas otras cosas más. El conjunto era como un parque de diversiones y hasta el espacio al aire libre era grandísimo también. El nuevo edificio artístico estaba abarrotado incluso entre semana. 

"Hay una tienda a la que quiero ir con Natsume. Está allí".

El bebé pareció volverse más tímido con ambos últimamente, probablemente debido a la pelea del otro día. Por supuesto, gracias a esto también estaba muchísimo más tranquilo que de costumbre y casi no decía nada. Natsume sostuvo su mano y luego hizo lo mismo con la de Harried.

"¿Puedo disculparme primero?"

"¿Disculparte?"

Harried, que estaba a punto de caminar, miró hacia atrás. 

"Fue por lo del sábado pasado. Realmente ya lo sabes, pero las palabras y las actitudes que usé... No fue justo hacerlo frente a ti. Te hizo sentir incómodo. Perdón".

Harried se dio la vuelta, pareció preocupado cuando se paró frente a Natsume. 

"¿Ya estás en buenos términos con Kotoku?"

"Sí. Está bien todo".

"Creo que él tiene ya una idea muy bien planeada así que, si es diferente a lo que quiere Natsume, es adecuado que hablen para solucionarlo. No te disculpes. Más bien se siente como si fuera mi culpa." Harried sonrió como si intentara quitarle importancia al asunto, y aunque estaba listo para lo que venía, la continuación de sus palabras no fue lo que esperaba. "Ciertamente intentaba ocupar este mes para hacerte recordar el tiempo que pasamos juntos en Inglaterra".

El aroma de rosas revivió en la parte posterior de su nariz. La fragancia y el cielo oscuro se mezclaron con el aire de la noche y luego, apareció la línea del cuerpo de Harried bloqueando la luz. 

"Vimos las rosas en el jardín de la universidad. Me dijiste el significado del nombre de Natsume y también sobre Kotoku. Me dijiste que estaría bien ver las estrellas en Jashar y hablamos sobre como a Mercurio le decimos Utari". 

Estaba mareado cuando recordó vívidamente la sensación de ese momento y la intensa sensación de una llama ardiente sobre su pecho. Como él dijo antes de separarse, Harried encontró a Natsume en cuanto lo perdió. La única diferencia era que Natsume no era lo suficientemente fuerte para superar las dificultades y los obstáculos y entregarse a él. Natsume tenía miedo, todavía no había logrado devolverle nada a Kotoku así que, inhalando lo más silenciosamente posible, Natsume contestó:

"Lo siento, ni siquiera puedo recordar eso."

"... No importa". 

Subieron varios pisos en la escalera mecánica y luego Harried bajó y dio vuelta por el pasillo como si lo conociera desde siempre. Antes de caminar, notó un olor a especias y más allá de eso, pudo ver una exhibición bastante exótica.

"Ya te había hablado sobre una tienda que manejo en asociación con una marca japonesa ¿Recuerdas? Aquí se venden productos importados y té de Jashar. Tenemos un "thobe" para niños. Quería comenzar por aquí porque prometí que le daría uno a Shiri".

Cuando entraron en la tienda, los empleados les dieron la bienvenida y luego corrieron para todas direcciones cuando les dijo que quería ver la ropa para niños. En realidad no había muchos, pero pareció que los que estaban disponibles llegaron en varios colores y tamaños. 

"Recientemente, la ropa y las capuchas se han vuelto coloridas. Shiri, ¿Cuál te gusta?"

"¡Negro! ¡Harried y yo tendremos el mismo color!"

Y comenzó a sonreír por primera vez en todo el día. Harried se arrodilló:

"¿De verdad lo quieres todo negro? El tamaño es... Me pregunto si esto te quedará. ¿Te gustaría probártelo?"

"No lo sé."

"Pruébatelo." Dijo la empleada. "Papá puede ayudarte."

Luego abrió la cortina y miró hacía Natsume:

"Es un niño muy lindo."

"…Gracias."

Se malinterpretó que eran una familia completa, pero se resistió a corregirlo de inmediato así que Natsume solo dijo gracias. Harried entró al probador con Shiri y Natsume, que no fue llamado para nada, miró el pasillo fuera de la tienda como para intentar entretenerse. No parecían estar sobresaliendo mucho pero probablemente los dos hombres de traje que estaban parados sin hacer nada eran sus guardaespaldas. Ambos parecieron ser japoneses. Por cierto, siempre fue como si llegara solo cuando iba a la mansión pero tal vez era porque ellos esperaban fuera del recinto. De alguna manera, esto le recordó a las compras que hicieron juntos al estar en Inglaterra.
Ese fue un momento en el que estaba demasiado tenso como para pasarla bien, pero ahora se sintió como si todo en lo que pudiera pensar fuera en la sonrisa de Harried. Él era de la familia real, pero solo compró cosas ordinarias y se comportó deslumbrantemente encantador cuando habló de la ropa y de los relojes.

Mientras pensaba que era como un sueño, se abrió la cortina del probador y Shiri salió haciendo una vocecita que sonó como:

"¡Tarán!"

"¿Cómo se ve?"

"... Hermoso."

Por un momento, estaba mareado. El traje era un poco grande, pero las mangas largas y el dobladillo parecieron ser bastante lindos. Cuando se alineó con Harried, con sus pequeños ojitos verdes brillando, fue como si realmente estuviese viendo a un futuro príncipe. Natsume superó la conmoción inicial, sonrió y se agachó frente a su hijo. 

"Se ve muy bien. Es genial."

"¡Me gusta mucho!"

Shiri miró a Harried y Harried entrecerró los ojos, diciendo que realmente era encantador.

"¡No me lo voy a quitar nunca!"

Parece que no deseaba quitárselo porque había sido muy elogiado por el personal, por su madre y por Harried. El empleado sonrió:

"Está bien que te lo dejes puesto, solo quitaré la etiqueta del precio y envolveré la ropa que ya traía puesta."

"Sí. Gracias."

Y como Harried les dijo que echaran un vistazo dentro de la tienda si así lo querían, Shiri pareció ponerse cada vez de mejor humor. 

""Harried, ¿Qué es eso?"

"Esto es una bolsa. Este patrón es tradicional de Jashar".

"¿Qué es?"

"Supongo que una imagen que ha sido apreciada durante mucho tiempo. Ya sabes, cada país tiene sus propias tradiciones".

"¡Oh! ¿Qué es eso?"

"Es un quemador de incienso. Son unas piedritas que huelen bien."

"¿Qué es esto?"

"Es té."

"¿Me compras esto?"

Harried se giró hacia él cuando recibió la caja cuadrada de Shiri. 

"Claro ¿Qué hay de Natsume? Si tienes algo que quieres, puedes decirme."

"Estoy bien. El niño ya tomó una caja enorme de té, tengo que ayudarlo con eso". 

Cuando lo llevó al cajero, vio que había una pequeña tableta electrónica al lado. Era como una película que tenía la imagen de un mar. El empleado, que notó la línea de visión de Natsume, le explicó:

"Esta es una película de demostración turística de Jashar. Es un destino popular con diversión urbana como por ejemplo, vistas nocturnas y gastronomía muy rica. Hay edificios históricos y una naturaleza magnífica. Por favor, eche un vistazo si lo desea."

"Gracias."

Y es que realmente no podía dejar de mirar. Había un vibrante mar azul verdoso, una ciudad urbana, y la misma ciudad durante la noche. Luego se cambió a una magnífica cadena montañosa y a un lugar con la vista de las sombras de los pájaros. Y el desierto se reflejó después de eso. Era realmente rojo. Las colinas de arena dibujaban líneas de corrientes como olas que se superponían en varios tamaños diferentes, como si continuaran eternamente. Y tal vez fue por el olor a especias e incienso que se podía encontrar en la tienda, pero podía sentir el aroma mismo del paisaje y también la sensación del aire seco en su nariz. Mientras lo miraba, el tiempo estaba cambiando en el desierto y al darse cuenta, ya estaba teñido de un color naranja intenso. Al principio no lo notó, pero luego se dio cuenta de que la cámara estaba enfocando a otro lado donde las flores que se balanceaban cubrían el suelo. Eran parecidas a las margaritas.

"Son hermosas."

Al parecer, esas eran las plantas a las que Harried había dicho que se parecía. Pensaba que no era tan bonito, ni tan fuerte o brillante. Es más, si fuera una planta, posiblemente sería una verde y llena de espinas.

En la pantalla, las flores que se abrían brillantemente desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos y luego la noche llegó al desierto. El cielo azul se extendió sobre la tierra oscura y sin color, y las estrellas revolotearon. ¿Era alguna de las muchas estrellas de allí, Mercurio? 

"Utari."

En ese momento, tuvo la ilusión de estar siendo sostenido por unos brazos poderosos y cálidos. Sintió un beso dulce y comenzó a imaginar su aliento contra su piel. Estaba mucho más mareado que antes y no podía pararse derecho, así que puso su mano en el mostrador y trató de sostenerse. Sin embargo, hacer eso solo le hizo pensar en que ahora tenía muchísima sed. Era como si el centro de su cuerpo se hubiera puesto caliente solo de pensar en Harried. 

(... De ninguna manera)

Y al mismo tiempo en que pareció estar horrorizado por sus sentimientos, Harried se acercó a su lado y preguntó:

"Natsume, ¿Estás bien?"

"Sí, no es nada."

A unos pasos de distancia, Natsume cruzó los brazos alrededor de su estómago para protegerse.

"Comencé a sentirme un poco mareado mientras veía el video. Creo que me dejé llevar de más".

"¿Es así?"

Con una sonrisa suave, Harried también dio un paso para atrás. 

"Creo que Jashar es un país hermoso."

"Me alegra que lo pienses".

Harried se rió y recibió una bolsa de papel del empleado.

"Ya tenemos la ropa del niño así que ¿Quieres ir a comer en algún lugar? Natsume debe sentirse hambriento."

"Sí. Seguro Shiri también quiere tomarse un descanso."

Shiri estaba de la mano con Harried. 

Natsume se tapó la cara mientras salía de la tienda y luego se quedó a cierta distancia de ellos. Afortunadamente, esa sensación de celo desapareció en un segundo. Siempre había estado tomando paliativos desde el día que llegó Harried y su último ciclo había sido en agosto. Desde el nacimiento de su niño, los intervalos se habían vuelto más amplios que antes por lo que era absolutamente imposible que le llegara este mes. Estaba seguro de que era por haberse vuelto sentimental y recordar varias de las cosas que pasaron entre los dos. Eran más sentimientos que una enfermedad real.

Harried optó por trasladarse a la planta superior donde había un restaurante y luego eligió una cafetería abierta con un menú multinacional. El techo era alto y los grandes ventanales ofrecían una vista estupenda de la zona. Había muchas plantas en la tienda así que incluso pareció como si estuvieran en un pequeño bosque. 

"Cuando visité el sitio antes, encontré que había comida de Jashar. También hay comida del sudeste asiático y mexicana y también hay un menú para niños".

Harried abrió el menú con fotos frente a Shiri.

"¿Qué te gusta más, Shiri?"

"Hmm, um, ¡Lo mismo que Harried!"

"Jajaja ¿Igual también? Entonces no debería ser picante. El pilaf de mantequilla y el falafel han existido desde que era un niño. Me gustaban mucho. Podemos pedir eso ¿Qué hay de Natsume?"

Cuando miró el menú, Harried comenzó a explicar lo que llevaba cada cosa. Además del pilaf de mantequilla, también había verduras guisadas, croquetas, hummus y pan. 

"Estoy bien con lo mismo."

"Si no eres bueno para las bebidas fuertes, te recomiendo el té de menta. Para el niño, jugo de manzana puede ser lo mejor. Seguro que un Sahalep va a gustarle mucho así que voy a pedir tres".

"¡Utari quiere manzana!" 

"Lo que quieras."

Con un poco de emoción, el niño tiró de las mangas de Harried muchas veces. 

"Oye, Harried ¿Puedo decirte algo?"

"¿Sí? ¿Qué puedes decirme?"

"Un secreto de Shiri. Lo que más me gusta del jardín son las grandifloras". 

Harried miró a Natsume y luego asintió con una cara misteriosa. 

"¿Es una rosa, verdad?"

"¡Sí! ¡Rosa! Además, me gustan las fresas".

"¡También me gustan las fresas!" 

Harried entrecerró los ojos mientras se reía.

"¿Y sabes que más me gusta?"

"¿¡Qué!?"

"¡Me gusta mucho Shiri!"

"¡Sí!"

La voz del niño era fuerte así que las mujeres en los asientos cercanos miraron hacia atrás. Estaban impacientes porque era ruidoso, pero los tres estaban sonriendo y escuchando una voz que decía:

"Te amo, Harried". 

"... Eso es muy lindo"

"¿Amas a mi mamá?"

Y allí comenzó a dolerle la parte de atrás del pecho. No se podía evitar porque él no sabía nada sobre anillos o bodas o cosas por el estilo. Solo decía lo que le venía a la cabeza.

"Así es, amo a Natsume".

"¡Y mamá ama a Harried!"

Harried sonrió y luego bajó la cabeza: 

"Shiri es bueno para hablar. Pero mira, quédate quieto. La comida ya llegó".

Los platos comenzaron a alinearse en la mesa de forma perfecta. Había verduras guisadas de color rojo y verde y un pilaf que se veía completamente delicioso. Después de comer, mordió una masa parecida a una croqueta y Shiri presionó su mejilla con la mano diciendo:

"¡Es delicioso!"

"Eso es falafel".

"El falafel es delicioso."

Natsume también comió. Realmente sabía bien. Tanto el pilaf de mantequilla como los platos guisados ​​eran fáciles de comer incluso si no tenía el hábito de hacerlo.
Shiri se acabó todo el plato infantil y luego, el postre, un Sahalep, apareció de inmediato ante su cara. Era como un pudín de leche con mucho chocolate.

Después de terminar y arreglar las cuentas, salieron del edificio mientras Shiri le pedía a Harried que lo cargara una última vez. El niño había estado jugando con su cabello todo el tiempo que cruzaron el parque y también cuando fueron al estacionamiento. 

"¿Fue divertido, Harried?"

"Sí, fue divertido. Gracias por estar conmigo".

"Entonces, ¿Volveremos?"

"¿Aquí?"

"Sí. Utari, mamá, Harried, ¿Volveremos?"

Natsume no quería salir, así que Shiri no había conocido mucho de la ciudad tampoco. La única forma de que pudiera pasear era yendo a la villa de Kotoku, o cuando iba de la mansión a la guardería. Al pensar que la "salida" de hoy le había resultado tan divertida como para querer repetirla, el fondo de su pecho volvió a hormiguear. 

"Bueno, me gustaría venir otra vez". Harried sonrió. "Soy feliz estando contigo".

"¡Utari también! ¡Utari también es feliz!"

Shiri abrazó a Harried, riéndose, y Natsume tuvo entonces que apartar los ojos de los dos. ¡Que triste iba a ser para Shiri no poder volver a encontrarse con él! Además, Harried era su verdadero padre, no solo una persona con la que podía salir a jugar cuando tuviera ganas. 

(Lo siento por Shiri. Soy un adulto y de todas maneras yo... Se siente como si estuviera siendo influenciado por mis circunstancias).

El hormigueo que estaba sintiendo en todo el cuerpo era debido a la culpa. Si se hubiera puesto en contacto con Harried inmediatamente después de que su memoria volviera después de ser atacado, Shiri no habría conocido la soledad adicional de no tenerlo a él y hubiera crecido muy diferente.
Natsume negó con la cabeza cuando pensó en eso. Aunque volviera atrás y lo intentara de nuevo, seguro que actuaría igual y terminaría por desaparecer.
 
Natsume apretó fuertemente su pecho, decidiendo que si se sentía solo, era porque él mismo se lo había buscado. Y ahora los días de tenerlo iban a terminan para siempre. 

Tal vez mientras aguantara el dolor punzante, todo debería estar bien.


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