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Makenai por Almogavar

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Notas del capitulo:

Saludos! Aqui el 3er capitulo. espero lo disfruten.

Basado en Sailor moon de Naoko takeuchi

 

Makenai

 

By: Almogavar

 

 

 

 

 

Episodio 3: Black Moon

 

Rinnie había estado toda la mañana abatida. Algo que distaba de la personalidad que tanto la caracterizaba.

 

Para diamante no había sido sencillo enterarse de su reciente paternidad. Mucho menos cuando por ese motivo Zafiro se había alejado refugiándose una vez más en ojo de águila.

 

Maldijo por lo bajo al verles juntos, abrazados y a nada de besarse.

 

No podía mandar todo a la mierda y reclamarle cuando había sido él, en medio de su estado de negación cuando conoció a serena y creyó enamorarse de ella.

 

Debió haber comprendido las cosas cuando su mirada se deslizaba mucho más en Darien que en la pequeña rubia.

 

Pensar en él era contraproducente, había logrado colarse en su interior sin darse cuenta, había un sentimiento no resuelto, algo a lo que prefirió no aferrarse y del cual de vez en cuando se preguntaba lo que pudo haber pasado si las cosas no hubieran sido diferentes.

 

Jamás sería un hombre de hubieras, eso era algo que no le ayudaba para nada, seguir su vida, tal cual tampoco era lo que necesitaba, mucho menos ver y romperse noche tras noche viendo como Zafiro hacia su vida, cambiando de amante cada que se le diera la gana mientras él rabiaba y moría de celos.

 

La pequeña niña se encontraba a solo un par de metros de su oficina, desparramada en el piso mientras muy concentrada hacia la tarea.

 

Aún faltaba poco más de una hora para que Darien pudiera ir por ella.

 

O lo pensó ya que repentinamente ahí estaba, con el rostro ligeramente abrumado.

 

Seguramente una vez más gracias a Kenji Tsukino encontrar un trabajo se le estaba dificultando.

 

-¡¡¡¡Papi!!!...- Y solo en ese momento el rostro redondeado de la menor se iluminó y corrió con una sonrisa dirigida únicamente a él, comprendía que para la niña era el único padre que conoció y lo amaba por sobre todas las cosas.

 

-¿Todo bien?...- Darien negó suavemente, recordar cada día desperdiciado en buscar una plaza en algún hospital era frustrante. Pese a la distancia el apellido Tsukino aún tenía peso. De seguir Serena con vida las cosas serían completamente diferentes, la niña en sus brazos se la recordaba siempre, tenían las mismas facciones, su risa y la ternura propia de ella.

 

Era consciente de la mirada de Diamante, era un hombre difícil de pasar desapercibido, incluso con serena a un lado había algo que lo atraía irremediablemente. Haber accedido a buscarlo fue porque le había prometido a serena que acercaría a la pequeña a su padre biológico.

 

Permanecía de pie, apoyado en el borde, con una copa del vino de la que dio un sorbo sin dejar de verlo.

 

Y recordó dos noches atrás, en su departamento, el viento frio, las cortinas ondeando, sus labios suaves, ese aroma que solo podía asociarlo a él y le cosquillearon los labios, algo muy en el fondo deseaba volver a repetirlo, hundir los dedos en ese cabello plata, fundirse en aquellos ojos oscuros y quizás olvidarse del mundo.

 

Un nada discreto toque y la puerta se abrió, ojo de tigre sonreía suavemente, un poco apenado por la interrupción…-Alguien ha traído a Luna…- Se dirigió a la pequeña dama que feliz fue hacia él, luna era lo único que tenia de su madre y no quería perderla.

 

Repentinamente los dejó solos y fue aprovechado hábilmente por diamante, quien acercándose a él le besó primero un roce hasta que le apoyó contra la pared…- He estado deseando esto todo el día…-

 

-¿Y zafiro?..-

 

Preguntar por él fue un golpe bajo, lo sabía perfectamente pero necesitaba una relación estable, no le bastaba solo una atracción aunque esta echaba chispas cada que se veían y podían estar a solas como lo estaban en ese momento. Besarlo era sencillo, dejarse llevar muchísimo más.

 

-Dame la oportunidad..- Rebatió a su vez, observando esos ojos azules, acaricio con la yema de sus dedos el contorno de sus labios…-Déjame ser eso que tanto buscas…-

 

-Pero y Rinnie….- Ella, la estabilidad de la pequeña lo frenaba.

 

Si las cosas no salían bien ella sería la única afectada, seria incomodo convivir si las cosas no salían como ambos esperaban.

 

-El temor no me sirve de nada…-

 

Y Darien lo comprendió cuando Zafiro se encontraba de pie, con los puños apretados y la furia oscureciendo aún más sus ojos, había muchas similitudes en ambos, quizá ello era lo que había acercado a Diamante.

 

 

 

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Había pensado cualquier cosa menos ver a la pequeña niña de coletas y rosados cabellos conviviendo en ese lugar, no era nada propio para una niña que seguramente no pasaba de los 8, pero el ronroneo de la gatita confirmó que finalmente estaba en los brazos amorosos de su dueña.

 

La pequeña lo observó con la curiosidad propia de los niños de su edad, un suave tono rosado en las mejillas y el no saber que decirle.

 

-Muchas gracias por regresarla…- Fue apenas un murmullo, la pequeña apretó un poco más a la pequeña gata y con resolución se acercó a él. No era tan alto como para sentirse intimidada, nunca había visto a alguien con un color peculiar de ojos, se sintió identificada por primera vez en sus 8 años.

 

Había algo en él que le hacía confiar, mucho más cuando luna era una gata tan especial.

 

 

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Las cosas no podían estar peor.

 

Sentado en el borde de aquel acantilado, balanceaba las piernas mientras trataba de coordinar un poco sus pensamientos. El olor del mar y el sonido de las olas lo tranquilizaban, a su costado Amy leía concentrada un libro, los bolsos de ambos bajo resguardo de un árbol hueco.

 

No necesitaba hablar con ella para que le comprendiera, mucho menos disculparse o actuar de esa manera tan pueril como lo hizo con Yaten.

 

Pensar en él y que lo había perdido de vista era ya lo suficientemente malo como para cargar también con el mal humor de su madre y hermano.

 

Que ironía pensar que precisamente por Seiya había actuado tan arbitrariamente.

-¿Han dado parte a la policía?...- Aun tenía la mirada puesta en el libro, Taiki había estado esos últimos días insoportable para la mayoría, con ella las cosas funcionaban diferente, le gustaba pasar tiempo con él, lo apreciaba mucho más de lo que estaba dispuesta a admitir y su compañía paliaba un poco esa soledad en la que vivía.

 

Pensar en su propia vida, tan vacía, en la que solo destacaba por su inteligencia acarreaba más cosas negativas que positivas, muchos se acercaron a ella solo para obtener algo a cambio con Taiki las cosas eran diferentes, aunque al principio las cosas no habían resultado bien.

 

-No lo hemos hecho….- Respondió a su vez, mientras enredaba entre sus dedos los finos mechones de cabello, no era algo en lo que había pensado, creyente fiel de que en cualquier momento lo vería en casa, recostado en la cama o en la escuela, leyendo esos libros en lugares apartados, tratando en vano de pasar desapercibido.

 

Quería darle tiempo.

 

Darse incluso él ese tiempo que tanto necesitaba para que se enfriaran las cosas, para que todo volviera a su cauce, no se sentía capaz de enfrentarlo, era tan cobarde que no podía siquiera imaginarse disculpándose. Ni siquiera a sabiendas que Yaten tenía toda la razón de estar molesto.

 

-Quiero creer que volverá sin que nosotros le obliguemos…-

 

Escucharlo de sus propios labios lo volvía más patético.

 

Merecía no saber de él, que lo odiara.

 

Pero no estaba dispuesto a dejar pasar más de un par de días.

 

Estaba dispuesto a hacer cualquier cosa. Incluso sacarlo de su escondite y quizás repetir aquello que Seiya había interrumpido.

 

Continuamente le asustaba un poco esos pensamientos, pese a que era la primera vez que era total y completamente sincero consigo mismo, quizás ese amor que le profesaba no era tan puro como pensaba. Observó de reojo a Amy, aun acurrucada junto a él, confiándole ciegamente su integridad.

 

Fue tan sencillo sujetarle con suavidad del mentón y depositar en sus labios un beso. Para su sorpresa ella lo respondió, tenía labios suaves, inexpertos, podría asegurar que era su primer beso, la sintió estremecerse bajo su toque, era una sensación nueva, el poder de tenerla bajo su peso, subyugando y tomando sin pedir su virginidad.

 

Decir que sintió algo más que satisfacción por tomarle y saciar la necesidad de tomar otra piel era quizás lo más bizarro.

 

Amy era solo un despojo, algo sin sentido, tan falto de esa vitalidad, tan necesitada y aferrada, tan o más patética que él, podía estar ahí físicamente, vibrar con su toque, gemir con sus estocadas y disfrutar de ese rostro bonito decorado con un sonrojo pero no le bastaba.

 

No podía disfrutar de las curvas, de los turgentes senos, de la humedad de su vagina, del dulce sabor de sus labios.

 

Anhelaba el cuerpo delgado de Yaten, sus caderas estrechas, hombros anchos, piernas largas y suaves y hundirse en aquel cuerpo, tomar, acariciar, besar y venerar.

 

Yaten tenía que ser solo suyo, aunque tuviera que forzarlo, aunque tuviera que romperlo nuevamente o quizás tener que volver a recurrir a Jack.

 

Después de tomar aquello que se le ofreció en silencio se vistió, sin importar siquiera que ella aún seguía ahí, con el semblante más roto, con lágrimas en los ojos y con la certeza de que una vez más estaría sola.

 

 

 

 

 

Continuara……..

 

 

 

Notas finales:

Vaya! Pensar que estoy justo en este momento terminando el tercer capitulo de una historia sin sentido, guiada solo por sentimientos, por momentos de esparcimiento.

 

 

 

Sigo pensando que es una categoría muy abandonada y aunque admitir que me hacia ilusión saber que piensan de esta historia….

 

 

 

En fin, espero que hayan disfrutado de este capitulo, del inicio de estos personajes y que tomen el lugar que a cada uno le corresponde.

 

 


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