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Mas alla de la niebla por shankrai

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Notas del capitulo:

Y aqui esta lo que viene siendo el inicio de la aventura!!

 

//////Maret reino humano////

////Bosque fuera de la ciudad ///

/////15 años después////

Un joven alto y de pelo negro caminaba por un sendero del bosque con una antorcha en una mano, era de noche, y el unico sonido que se escuchaba era el crujir de las ramas en sus pies al pasar, acompañado del leve silbido del viento entre las hojas de los árboles.

Cuando recibió la carta esa mañana, diciendo que el cliente quería que se reuniera con él en un claro dentro del bosque a las afueras de la ciudad, era de lo más normal, lo que más le preocupaba era la hora, su cita era pasado el atardecer.

Nadie en su sano juicio sale de casa de noche y había razones para ello. El joven estaba a punto de rechazarlo cuando vió la cantidad que pagaban por realizar el trabajo, 500 monedas de oro puro. Con semejante cantidad podría comprarse una isla, vivir como un rey y que todavía le sobrara el dinero.

Al terminar de leer la carta, esta se desintegró ante sus ojos, eliminando incluso las cenizas. Como si nunca hubiera existido. El joven pensó que se lo había imaginado todo, hasta que sintió algo en su mano izquierda. En el lugar donde debería de estar el sobre que contenía la carta había una moneda de oro puro.

Mientras caminaba por el bosque intentaba comprender a qué viene tanto secretismo, el truco de la carta que se desintegraba sola era bastante caro, por lo que el contratista debía de ser alguien muy rico, cosa que no le sorprendía viendo la cantidad de dinero que ofrecía solo por trasladar un paquete. 

No era raro en su clase de trabajo tratar con temas requerían mucha discreción, pero la falta de información, el lugar y la hora, sin contar con la excesiva cantidad de dinero, no podía evitar pensar sobre sí todo aquello era una trampa.

Escuchó unos murmullos delante suyo e inmediatamente puso su mano en la espada que tenía en su cintura, preparándose. Se dirigió lentamente hacia donde provenían y al pasar por unos arbustos se encontró con un grupo que charlaba animadamente junto a una hoguera en un claro en medio del bosque.

En él se encontraba un elfo de aspecto sereno, con el pelo plateado y los ojos grises, su piel era blanca y portaba una armadura de cuero ligera, no reía a carcajadas como sus compañeros, pero de vez en cuando esbozaba una sonrisa. 

 A su lado se encontraba riendo un enano de piel morena, no tenía pelo en su cabeza, pero tenía una gran barba castaña, llevaba una armadura a medida de cota de maya y justo a su lado reposaba una maza y un escudo. El enano sostenía una jarra y parecía estar contando una historia mientras la agitaba a la vez que hablaba.

En frente de este había un humano que reía animadamente, su cabello era rubio con ojos marrones. Llevaba una armadura de cuero con un arco en su espalda y una pequeña daga en su cintura. 

Al lado de este, sentado más apartado del resto, había otra figura. Era difícil saber a qué raza pertenecía pues llevaba una capucha que lo cubría por completo, pero era alto, probablemente el más alto de todos, y parecía ser corpulento.

Después de examinar al grupo se acercó a ellos,tanteando un poco el terreno. Ellos notaron su presencia y dejaron de hablar.

-No me digas que eres otro- dijo con ironía el enano- llevamos más de 20 minutos esperando al contratista y lo único que llega son más quita fortunas -terminó bebiendo de su jarra.

-Debe ser un trabajo grande si requiere de 5 de nosotros- expuso el elfo pensativo

-ya ya ya… de todas formas vamos a estar muertos todos como no aparezca este sujeto- anunció el enano nuevamente- bueno como sea, yo soy Tobías- se presentó- el elfo estirado es Melrit y este paleto es…ni idea- verbaliza presentando al resto que le dieron una mirada de aburrimiento

-soy Jackson- dijo él sin inmutarse

-eso- añadió el Tobías

-y quién es él? - preguntó el peli negro señalando al encapuchado

- querrás decir <ella>-señalo el enano- solo dijo que su nombre era Alexis, fue la primera en llegar- comentó Tobías, la figura encapuchada no menciono ninguna palabra, solo se quedó quieta mirando el fuego, o eso era lo que parecía porque no se podían ver ni sus ojos.

- entiendo- dijo este intentando desviar el tema- entonces estáis todos aquí por que os ha contratado un cliente anónimo? - pregunto a lo que asintieron, menos la figura encapuchada. Era difícil decir si seguía viva en estos instantes.

-Yo encontré un sobre en mi habitación, al principio me pareció raro, pero teniendo en cuenta nuestro trabajo este tipo de cosas es natural- empezó Tobías relatando su historia y siguieron hablando de banalidades para matar el tiempo.

-llegan tarde- dijo de repente una voz femenina, todos callaron y miraron a la encapuchada, sorprendidos – en 2 hrs empieza la hora oscura- dijo levantándose y sacudiéndose el polvo con sus manos, era realmente alta. Fácilmente supera el metro ochenta. Llevaba unos guantes de cuero que se dejaron ver al limpiarse el polvo -Melrit, tú eres mago verdad?- preguntó al elfo

- si- respondió este serio

-puedes hacer un hechizo de rastreo?- preguntó a la vez que se retiraba la capucha y dejaba ver un tono de piel verdoso con unos ojos verdes oscuros que observaban amenazantes. Fríos. Tenía su cabello largo castaño sujeto en una cola alta y unos colmillos inferiores sobresaliendo de su boca curvados ligeramente hacia arriba. Su cuerpo era robusto y musculoso pero su complexión era muy parecida a la de una mujer humana, a excepción de sus colmillos y su altura. Era una semiorco verde.

-si pero necesito tiempo para empezar a conjurar- afirmó Melrit, entendiendo enseguida lo que quería decir y buscando algo en su bolsa

-por qué? ¿Qué es lo que pasa?- pregunto el rubio, cuando Melrit sacaba un pequeño libro y comenzaba a leer y recitar palabras en élfico.

-el bosque- señaló con sus dedos enguantados un lugar en particular- está extrañamente callado- dijo colocando una mano en la espada que tenía a su espalda, alerta. El resto se puso en guardia.

-Es cierto- afirmó el pelinegro- estuve dando vueltas durante unas cuantas horas y no he escuchado ni un insecto en todo ese tiempo- dijo también en alerta, imitando a Alexis.

Esperaron…. 5 minutos pasaron…. Luego 10….20…….25…… y nada

-no hay nada…-dijo el hombre con el pelo rubio abandonando su posición de guardia y justo en el momento en que guardó su arco, una flecha le atravesó la garganta, tirándolo al suelo.

-Melrit!!!- grito la encapuchada e inmediatamente el elfo terminó su conjuro y lanzó un hechizo que iluminó toda la zona cegando a sus adversarios- que ves? - le pregunto

-10- empezó- o tal vez 15, se mueven muy rápido- aclaró el elfo mientras intentaba localizar a todos los enemigos

-¿Una emboscada? - preguntó Tobías

-probablemente- respondió Alexis- no podemos quedarnos aquí, estamos en su territorio-

Otra flecha golpeó el suelo muy cerca de ellos, luego otra y de repente una lluvia de flechas le siguieron. Tobias sacó su escudo y lo colocó delante suyo en posición de defensa.

-eso no va a protegernos- dijo el pelinegro

-espera-añadió Tobias que le dio a un botón en el mango del escudo y este se extendió a lo alto hasta cubrir al grupo entero en una especie de barrera transparente.

-pero ¿quiénes son? - preguntó el pelinegro alterado

-Sean lo que sean están armados y son listos- verbalizó el enano- que hacemos ahora? Lo mejor sería huir pero probablemente nos hayan rodeado-

-entonces contraatacamos- dijo Alexis cogiendo el arco del rubio- Melrit dime la posición en la que se encuentran-

-deja de darme órdenes- gruñó el elfo- hay uno a las 12 horas- anunció y alexis disparó acertando- otro a las 18 horas, está en la copa de un árbol- dijo y ella disparó dando otra vez en el blanco- otro a las 5 horas, está detrás de una roca, saca la cabeza en intervalos de 10 segundos, no será fácil…- añadió y no termino de hablar cuando alexis disparó de nuevo acertando justo cuando sacaba la cabeza- impresionante, como pudiste darle? ni siquiera te dije cuando sacó la cabeza-

-tengo buena puntería- dijo sin más, disparando nuevamente y acabando con otro sin que melrit le dijera nada.

-Qué demonios- la miró dándose cuenta de que sus ojos tomaron un color amarillento. “¿Vision Nocturna?”pensó al ver como la semiorco volvió a acertar en el blanco.

 No pudo pensar demasiado pues un grupo de 6 hombres salieron de los árboles cargando contra ellos acompañados de más flechas que llovían del cielo.

-¿así? pues yo no me quedaré atrás-dijo Tobias cubriendolos nuevamente y sacando su maza para acabar con los que venían- Alexis, Melrit, acabad con esos arqueros ya!- gritó resistiendo el ataque del grupo junto con el pelinegro que se defendía como podía.

-tengo un hechizo que puede acabar con todos a la vez-comentó Melrit- pero necesito tiempo-

-de acuerdo- habló Alexis que soltó el arco y sacó su espada uniéndose al contraataque junto con Tobias y el humano. 

Melrit empezaba su conjuro y un enorme circulo magico amarillo se formó bajo sus pies, a medida que hablaba unas motas amarillas se formaban al rededor del lugar, estas motas se le pegaban a las armas de los asaltantes y les apuntaban a ellos mismos, para cuando melrit acabó de conjurar, los asaltantes yacian en el suelo.

-que demonios- dijo Alexis sorprendida y el elfo le dedicó una mirada engreída. Rodó los ojos, sacó un reloj de uno de los bolsillos consultando la hora -son casi las 10, nuestro cliente no tardará en llegar- dijo esto mientras tomaba su capucha del suelo, tenía algunas partes rotas, pero nada que no se pudiera arreglar. Examinó los cadáveres en el suelo, llevaban ropa simple y su equipamiento era básico, lo único notable era el número de ellos, tal vez eran bandidos de la zona.

Saquearon todo lo que les fue necesario y volvieron a sentarse al lado de la fogata, esperando. Ya eran las 10 pasadas y no había rastro del contratista.

-ya os digo yo que era todo la trampa de antes- dijo Tobías

-si así fuera entonces sí que habremos perdido el tiempo- añadió el humano

-Hablais muy alto- dijo Alexis que se encontraba tallando un trozo de madera con su cuchillo- es molesto- continuó.

-perdona señorita, no queríamos molestarte en tu muy importante momento de silencio- comentó el pelinegro hablando más alto- quieres que te sirva una taza de té para acompañar?- gritó y alexis dejó de tallar mirándolo

-quiero que cierres el pico y me dejes escuchar las pisadas- dijo con tono serio apuntando con el cuchillo

-pisadas?- preguntó Melrit hasta que todos empezaron a escuchar ruidos que se acercaban con velocidad desde la espesura del bosque.

De entre este salían dos hombres manejando un carruaje tirado de 2 caballos blancos. Al llegar al claro el carruaje frenó de golpe. Uno de los hombres bajó rápidamente y abrió la puerta del carro.

Un hombre encapuchado bajó del carruaje y se acercó al grupo.

-sois vosotros- afirmó casi con alivio, al llegar a la altura de ellos.

-¿Quién más estaría en este claro a estas horas? - respondió sarcástico el enano

-veo que es como me informaron señor Tobias- anunció el hombre con burla – todo un bocazas-

-¿cómo dice? - respondió el enano, ignorando el cómo aquel hombre sabía su nombre.

-todo está bien querida, ya puedes bajar- dijo hablándole a alguien en particular e ignorando la pregunta de Tobias. Del carruaje bajaba una figura femenina también vistiendo una capucha. Se acercó al hombre que le tendía la mano para ayudarla a bajar y la tomó grácilmente. El hombre se quitó la capucha revelando un rostro cansado y envejecido con orejas puntiagudas. Tenía una piel blanca y arrugada con una larga barba que se ocultaba en el interior de su ropa. 

La joven observó a todos los miembros del grupo e hizo una ligera reverencia como saludo.

Antes que el viejo dijera algo más Alexis habló.

-¿Es ella el paquete? - preguntó señalando a la joven que aún se encontraba junto al carruaje

-Efectivamente-respondió-vuestra misión es escoltarla hasta Miured, sana y salva- recalcó en las últimas palabras.

- es un viaje de más de 10 horas- dijo Alexis pensativa – ¿podrá aguantarlo?- preguntó, viendo el aspecto delicado y flacucho de la joven.

-no se preocupe por ella-aclaró el anciano con una sonrisa- será capaz- afirmó y la joven se acercó a la semiorca colocándose justo en frente suya. Esto sorprendió a la semiorco pero mantuvo su compostura.

-hay una magia de ilusión en ti-dijo la encapuchada examinándola detenidamente- que eres?- le preguntó. Alexis no dijo nada durante un rato, la miró con seriedad intentando averiguar cómo se dio cuenta, que esa capucha revelara algo, algún atisbo de duda, pero la mujer se mantuvo firme y lo único que pudo hacer fue suspirar mientras lentamente el hechizo se desvanecía lentamente revelando una piel con tono rojizo bajo la ilusión.

Ninguno de los presentes dijo nada y Alexis no cabía en su asombro, era una magia de muy alto nivel que incluso había conseguido engañar a un elfo mago. Y sin embargo esta persona fue capaz de ver a través de ella en minutos. Pero quién era ella?, su capacidad para ver los hechizos debía de estar muy por encima de la media.

-como lo has sabido?-le preguntó con genuina curiosidad, pero fue interrumpida por otra voz

-¿Eres una orco rojo? - contra preguntó el pelinegro todavía sin creérselo

-semiorco, pero sí- respondió sin más

-creía que os habías extinto ante la última cacería- dijo el enano serio

-al parecer no todos- dijo el elfo con asco

- ¿eres consciente de lo que tu raza le hizo a la mía???- preguntó el pelinegro alzando la voz- no solo a la mía, sino a la de todos, incluido a la tuya propia- le encaró

-lo que hizo mi raza en el pasado me trae sin cuidado, no tiene nada que ver conmigo- dijo de forma seria mirándolo

-Sabes cuántos han muerto por los tuyos??- dijo como si no pudiera creérselo- y aun así actúas como si nada- la semiorco iba a enfrentarlo cuando escuchó la voz del viejo .

-menos mal que eres realmente Alexis, ya empezaba a preocuparme que tuviéramos a la persona equivocada- dijo mirando a la orco con una ligera sonrisa- he de admitir que ese hechizo tuyo me hizo dudar por un momento- dijo mientras se acariciaba la barba

-sabias lo que era?- pregunto el pelinegro incrédulo

-por supuesto, no escogemos a gente sin antes investigarlos- dijo el viejo tranquilo -queríamos a los mejores en el sector y Alexis es una de ellos, sea orco rojo o azul, da igual, en esta misión no podemos permitirnos fallar- continuó el hombre- por supuesto sois libres de iros si no os gusta, perdiendo todo el dinero claro- terminó observandolos impasible

-está loco?? La recompensa es 500 reales de oro para cada uno!- exclamó Tobias- como si fuera un mismísimo hombre bestia, al diablo con eso, mientras me paguen-

Melrit lo pensó un momento, no le gustaba la idea de trabajar junto con un orco y mucho menos uno rojo, pero era extremadamente necesario que participara en esta misión. 

- aunque no me guste la idea de trabajar con una orco roja- meditó- la oferta es demasiado tentadora como para rechazarla- continuó mirando a la semiorco – pero no te confíes, un movimiento en falso y te azo viva- dijo el elfo amenazante. Alexis esbozó media sonrisa.

-Es que se os ha clavado una flecha en el cerebro o qué? ¡¡¡Es una orco roja!!! ¿¿Sabéis la masacre que han ocasionado los de su especie durante décadas??- exclamó el pelinegro – yo me largo, en cuanto todos sepan que hay una orco roja suelta no tardarán en darte caza- dijo mientras se alejaba farfullando fuera del bosque.

Alexis lo vio alejarse debatiendo si debía silenciarlo o dejarlo ir, hasta que escuchó que el anciano la llamaba, cuando volteó a ver, este le entregaba una llena de monedas– un ligero adelanto para el viaje, el resto lo conseguirás al completar el trabajo- dijo mientras alexis contemplaba el interior de la bolsa comprobando que eran monedas de oro puro, había como unas 100 ahí dentro.

La semiorca nunca había tenido tanto dinero en sus manos, sentía como su peso le quemaba y decidió guardarlo en su bolso de viaje..

-me repites por que la orco roja se queda con el dinero?- preguntó Tobias

-por que la orco roja sabe cómo gastarlo- dijo ella con burla y el enano buffo.

-Alexis, puedo hablar contigo en privado? - le preguntó y esta le señalo un lugar apartado para hablar

-empiezo a ver favoritismo por aquí- gritó Tobias mientras veía como se marchaban.

-no me tienes miedo?- preguntó, ya apartados del resto, sorprendida de que el hombre decidiera hablar con ella en privado

-no, no, ya sabía de antes que eras una semiorco roja-

-Y aun así me da el trabajo? - preguntó curiosa. 

-Contrato a la gente por su aptitud niña, no por su raza- dijo el hombre para luego lanzar un largo suspiro- esta… mujer… es alguien a quien le tengo cariño-dijo sin saber cómo continuar- por eso, te agradecería que cuidaras de ella- añadió el elfo de alguna forma intentando calmar sus emociones- se lo que has hecho, y de lo que eres capaz, lo has demostrado hoy-

-la emboscada era cosa vuestra- dijo con tono sombrío

-necesitaba estar seguro de que estaría en buenas manos-comentó con calma

-un hombre ha muerto por ello y otro se ha ido al enterarse de cómo soy-

- y te has ganado un gran mago y a un buen guerrero que saben cómo te ves y no se han alejado de ti- añadió el hombre con una media sonrisa. Alexis no contestó.

-sobre lo que dijo antes- dijo cambiando de tema- este, señor, es un trabajo peligroso, solo se ha de hacer en una situación desesperada que es la que imagino que están pasando. No puedo garantizar su seguridad. - dijo Alexis de forma honesta.

-Lo sé, créeme que si tuviéramos otra opción…Pero ha de ser de esta forma….. He investigado sobre ti…. Sé que eres una persona honesta…te pido que por favor, hagas todo lo posible para garantizar su seguridad, por favor… cuídala- le dijo con una expresión difícil de definir para la semiorco, rozaba entre la tristeza y la impotencia, aunque había algo más…. Algo le ocultaba ...pero el trabajo parecía sencillo así que decidió no preguntar.

-Le aseguro señor que haré todo lo posible para que esté segura-dijo más para tranquilizar al viejo. Después de un “gracias” por parte del elfo volvieron con el grupo.

 El viejo le dio un abrazo a la joven encapuchada y juntó sus frentes susurrándole un “sé fuerte” y luego le dio un beso en la frente. Se dirigió a Alexis que ya se encontraba con el resto y entregó una nota.

-¿Qué es esto?- pregunto

- contiene la ubicación exacta donde os estará esperando un grupo de los nuestros. Entregadla y os pagarán lo acordado- dijo el hombre y le dedicó una última mirada a la encapuchada- estad a salvo- dijo y se dispuso a retirarse. Pero se detuvo y sin girarse les dijo – hoy es la noche perfecta para que un unicornio surque el cielo a través de sus estrellas- tras terminar continuó caminando y se subió al carruaje, dejando al grupo confuso por sus palabras.

Uno de los guardias se acercó al carro para susurrarle al viejo.

- Señor Boris, se trata de una semiorco roja, ¿está seguro que es buena idea dejar a la princesa con ellos?- preguntó

-no, no lo estoy-le respondió- pero solo nos queda rezar a las diosas que no hayamos tomado la decisión equivocada- añadió- te has encargado del que se marchó- le preguntó mirando al grupo irse

-si, no saldrá del bosque- dijo el guardia

-perfecto, nadie debe saber que la princesa ha dejado el palacio esta noche- dijo cerrando la puerta del carruaje y poniéndose en marcha.

-sabes montar?- le preguntó Alexis a la joven mientras iban en dirección a donde dejaron los caballos y esta asintió

-espero que don quejica no se haya llevado todos los caballos- comentó el enano

-por la forma en que se marchó no me extrañaría- dijo melrit

Para cuando llegaron a donde tenían los caballos solo habían 4 de ellos.

-al final sí que se largo el malnacido- añadió tobias, Alexis comprobó su reloj de bolsillo y se lo guardó de nuevo

- tenemos que salir del bosque, no nos queda mucho tiempo- apresuró mientras se arrodillaba sirviendo de apoyo para subir a la encapuchada al caballo. La joven en lugar de aceptar su ayuda le colocó una mano en la mejilla, paralizandola, una luz blanquecina surgió de donde la había tocado curando una herida que tenía ahí y no se había dado ni cuenta. 

-estás herida- dijo y Alexis no se movió sorprendida ante el gesto, mirándola, y se sorprendió aún más al verla subir ella sola sin problemas a la montura nada más acabar. Esbozó una pequeña sonrisa y subió a su caballo.

Eran pasadas las 11, y el grupo apretó la marcha con la esperanza de encontrar un refugio donde ocultarse, antes de la hora señalada.

-son las 11:30- avisó Melrit consultando su reloj de bolsillo ligeramente nervioso.

- no llegaremos al siguiente refugio, por ahora busquemos un sitio en donde pasar la noche- dijo Alexis mientras señalaba una cueva cerca del camino.

Encendieron un poco de leña y la lanzaron al interior, querían comprobar si alguien más la habitaba. Al no salir nada, entraron.

La cueva estaba oscura y húmeda, Melrit lanzó un pequeño hechizo de una bola luminiscente que volaba por encima de su cabeza alumbrando la estancia.

-Melrit- llamo Alexis- puedes crear un hechizo de ilusión? Debe de durar toda la noche- 

-imposible, después del hechizo de luz y contraataque no tengo demasiado maná-

-vale plan b- dijo buscando algo en su bolsa, sacó un pequeño frasquito con un polvo blanco- Tobías cubre la entrada, mientras mas resistente mejor- dijo mientras sacaba otro frasco con algo que parecía ser agua y mezclaba ambos ingredientes

- en ello- afirmó el enano buscando algo con lo que tapar la entrada. Encontró unas rocas lo suficientemente grandes como para cubrir el hueco y comenzó a colocarlas. Cuando acabó Alexis comenzó a rociar la mezcla en las paredes de la cueva.

-¿Qué és? - preguntó Melrit

-algo que podría salvarnos la vida- dijo terminando de rociar en la puerta improvisada- siempre y cuando nadie haga nada de ruido- dijo bajando el volumen- Melrit cuando empiece tendrás que apagar la luz, es la única forma de que funcione- añadió Alexis seria. Melrit dudó, pero asintió

Las 12:00 pm.

 Esperaban que ese pequeño escondrijo improvisado les salvara de lo que había ahí afuera.

Había algo bien sabido en la tierra de Estium, y era que al llegar las 12:00 pm la tierra dejaba de pertenecer a los mortales y los demonios venían a reclamarla.

-Melrit apaga la luz- dijo Alexis y la estancia se quedó en penumbras, las paredes que contenían el líquido comenzaron a brillar con una luz azulada que parecía fusionarse con las rocas y desvanecerse lentamente. La habitación volvió a quedarse a oscuras.

-¿Qué acaba de pasar?- preguntó Tobias

-ha funcionado- respondió con alivio Alexis- Melrit ya puedes encender la luz, vamos a hacer una hoguera-

Minutos después de acabar de hacer el fuego aterradores gritos de agonía se escuchaban afuera de su refugio.

- ¿Qué son esas cosas?- preguntó la joven encapuchada

-anda al final resulta que no es muda- comentó Tobias que recibió un codazo de Melrit

-malantis-respondió Alexis

-qué son?- preguntó ella

-supuestamente son criaturas que vienen del mismísimo infierno a consumir nuestras almas, aunque nadie sabe realmente lo que son- respondió melrit- según se dice son producto de un cruce entre diferentes especies-

-yo escuche que vienen del cruce entre un reptiliano y una orco, y que eran tan brutales que mataron a sus propios padres nada más nacer- añadió tobias

-supuestamente fueron desterrados hace más de 100 años y han desarrollado un olfato y oído perfectos-dijo Alexis- pero son ciegos de vivir tanto tiempo en la oscuridad-

-estaremos bien?- pregunto la joven

-si, la solución contenía agua bendita-

¿Qué más contenía Alexis?- preguntó Melrit serio

-polvo de hadas y sal- respondió sin más

-polvo de hadas?- dijo serio- sabes que para hacerlo tienes que triturar los huesos de las hadas verdad?- explicó enojado

-es lo único que te mantiene con vida ahora mismo- dijo sin inmutarse Alexis removiendo el fuego para que no se extinguiera

Melrit no dijo nada

- y eso que hace exactamente?- preguntó Tobias

- simula un refugio por un día, la sal les confunde el olfato, con el agua purificada y el polvo de hadas no pueden acercarse- explicó tranquilamente.

-fascinante- dijo la joven

-fascinante?- preguntó melrit sin creérselo- que cacen y maten esas criaturas por sus huesos te parece fascinante?- dijo mirando a la encapuchada

-sabes perfectamente que esa no es la única forma de conseguirlo- dijo Alexis

-a si?, porque no le preguntamos a las hadas? ah claro, no podemos, vosotros las extinguisteis- Le dijo Melrit a Alexis, esta se acercó a él peligrosamente.

-mira elfo, cualquiera que sea tu problema conmigo será mejor que lo dejes aquí y ahora, el viejo nos dió la misión a todos, y aunque no me caen bien los de tu raza, quiero mi dinero- dijo ella- y creeme, no querrás interponerte entre mi dinero y yo- le dijo con voz fría y amenazante

- no me intimidas- mintió él intentando mantener la compostura

-oh, deberías de estarlo- añadió ella y un aura peligrosa inundó el ambiente haciéndolo tragar saliva

-es suficiente- habló la mujer encapuchada interrumpiendo el conflicto

-y quien demonios eres tú- dijo Alexis desviando la mirada del elfo a la encapuchada. La joven dudó por un momento. Pero decidió quitarse la capucha.

Un hermoso pelo dorado caía en cascada por su espalda, sus ojos de un brillante azul oscuro relucían con el fuego de la fogata que tenían dentro de la cueva, su piel era blanca y fina. El aspecto de aquella joven era similar al de una diosa. Todos los presentes se quedaron pasmados ante su belleza.

-mi nombre es…- dudo de nuevo- Lenay Lituart- dijo finalmente.

 


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