“De todos los apodos que me pudiste dar ese es el más tonto. Esfuérzate más, que eso ni siquiera es un insulto” escribió Bucky con una sonrisa y apretó la tecla enter
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Sam leyó el mensaje y respiro hondo sonriendo suavemente mientras se mordió el labio inferior. En verdad extrañaba a ese tarado. Bucky era valiente, audaz, inteligente, había pasado por mucho pero aun así tenia fe en la vida, en él. Lo hacía sentir en casa. Y la prueba era el hecho de que ahí, en ese momento, en medio de la misión, se sentía en casa cada vez que le llegaba un correo de un hombre que se estaba esforzando por entender la tecnología solo para hablar con él
“Bucky:
Ya enserio, hay algo que te quiero decir hace tiempo y no sé cómo, tal vez sea que me da miedo a que me digas que lo estoy confundiendo todo, pero no es así. Eres gruñón la mayor parte del tiempo y vives protestando de mis chistes diciendo que son malos, aunque se no es cierto, son muy buenos, pero cuando sonríes lo iluminas absolutamente todo en mi mundo. Cuando llegas a mi departamento y dices fuerte, "estoy en casa cariño”, quisiera correr y abrazarte y decirte, sí, yo soy tu casa. Tu puerto seguro. Nunca te voy a fallar. Soy quien te ama y jamás va soltar tu mano. Tal vez me vayas a decir que es lastima pero… es amor. Yo te amo Buck. Cuando perdí a Redwing creí que iba a ser imposible que vuelva a sentir esto, pero lo siento y tú me lo provocas
Ya sé que vuelo en vez de caminar y me enfrento a todo tipo de sujetos, pero me aterra mirarte a la cara y decirte todo esto, porque sé que te vas a alejar. Te voy a perder y es lo último que quiero. Porque si eso llega a pasar, seré yo quien me pierda. A menudo me imagino que sabor tendrán tus labios. Algo me dice que a fresa. No preguntes porque. Quisiera ser más valiente y…
Sé que tú nunca vas a leer esta carta, y yo… jamás voy a encontrar el valor para decírtelo. TE AMO BUCK”
En ese momento, Torres entró en la habitación hablando del frio intenso que hacia afuera, por lo que Sam cerró la computadora rápidamente y sonrió tratando de disimular su nerviosismo. Ese día debía hacer la cena por lo que se puso de pie y fue a la alacena para ver que encontraba. Estaba harto de comer de Burger King
La cena fue tranquila mientras revisaban algunos planos y se ponían de acuerdo para ir al día siguiente a investigar un bar en el sur de la ciudad. Cerca de la media noche se fue a la cama y recordó que no había apagado la computadora. Se subió a la cama y la abrió encendiéndose automáticamente la pantalla. En el momento que noto en que página estaba su sangre se congelo. El e-mail se había enviado a Bucky. ¡Estaba perdido!
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Llegar a casa debería ser bueno, pero llegar a casa un 14 de Febrero, y recordar que hacía un mes que no sabía nada del sargento, era abrir todas sus heridas de un jalón. Al entrar no había nadie, por lo que subió a su habitación y se dio un baño. Estaba exhausto. Más que física, emocionalmente. Suponía que se había quedado dormido, cuando escucho un pequeño grito y de un salto estuvo de pie tomando por instinto su arma y apuntándole a la persona que había gritado
- ¡Samuel Wilson! – gruño Sarah poniéndose la mano en el pecho y cerrando los ojos para poder controlar su respiración – ¿Quién te crees para atreverte asustarme de esa manera?
- Perdón – dijo el moreno relajándose un poco – estaba muerto de cansancio – dijo sentándose – lo único que quería era darme un baño y dormir
- Voy a matar a Bucky por no decirme que llegaste – dijo la mujer exhalando
- ¿Bu… Bu… Bucky? – dijo Sam mirándola sorprendido – ¿Buck está aquí?
- Llego hace tres días – contesto Sarah intrigada – dijo que habían quedado de verse aquí. Me ha estado ayudando con el barco ¿Está todo bien Sam? ¿Hice mal… dejándolo…?
- No, no, no – dijo Sam sonriendo –. Esta todo bien – pero inmediatamente se le borro la sonrisa al recordar lo ocurrido. era hora de ser valiente
Sentado en el muelle, con los pies colgando y con la cara levantada al sol se veía como un modelo de revista. Giro la cabeza en cuanto sintió a alguien a su lado y sonrió estirando la mano hacia Sam
- Bienvenido a casa, Pichón.
- Hola Cyborg – susurro Sam ayudándolo a pararse
- Gracias. Lamento no haberte contestado el último correo. Mi computadora, digo, Walker, se fue de imprevisto
- Sobre eso Bucky… – dijo Sam nervioso pero unos labios lo silenciaron
- Como lo pensé – dijo el sargento – Saben a chocolate
- Los tuyos a fresa – dijo Sam
- Feliz San Valentín – dijo James antes de volverlo a besar