Incluso en la peor situación, existía el placer del sexo.
No le gustaba parecer tan emocionado, así que apretó la cara contra las sábanas en un intento por mantenerse callado. Sin embargo, lo agarró del cabello y de esta manera lo jaló hasta que quedó con la cara completamente descubierta. Le metió un dedo en la boca y lo empujó hasta que un grito horrible comenzó a resonar en el cuarto. Luego, se movió para adelante y lo hizo eyacular muchas veces sobre la cama.
Tenía muchísimo miedo de quedar embarazado, quería detenerlo pero se sentía tan bien, que había una parte que deseaba que siguiera a su lado. En pocas palabras, su cabeza estaba tan desordenada que lo estaba volviendo un tanto demente. Y no pasó mucho tiempo antes de que incluso dejara de hablar. Finalmente, se convirtió en un cuerpo inútil, dejó caer las piernas y persiguió el resplandor del placer mientras sentía sus manos apretando bajo su panza. Inukai estaba desnudo.
"Presenté un registro de matrimonio."
No entendía lo que había dicho Inukai.
"Lo hice porque el doctor no me podía comentar sobre tu tratamiento y yo no podía ayudarte sin convertirme en tu pareja. Siendo esposos, se me permite tener relaciones sexuales legales para el tratamiento".
"Yo no estoy... Yo no estoy de acuerdo".
Deprimido, Inukai se rió justo como la primera vez.
"Tienes razón. Lo hice por mi cuenta. Si no te gusta, quéjate. Ódiame por esto. Pero vive. ¡Sigue aquí para que puedas hacer todo esto! ¡¡No te voy a permitir morir!! ¡No puedo dejar que te mueras!"
Inukai acortó la distancia. Luego, extendió la mano en su dirección y recogió la areola de Kawachi utilizando todos los dedos. La leche comenzó a desbordarse lentamente desde la punta así que el placer fue demasiado aterrador.
"Este es el cuerpo de un padre..."
"Yo no..."
"¡¡¡Pero pensabas morir y convertir a Yu en un niño huérfano!!!"
No dijo nada.
"Somos destinados, pero no me amas. Está bien, bien. Puedo con esto. Pensé que no podía evitarse porque no estabas interesado en los hombres para empezar. Tuvimos un hijo, pero eso no fue acordado. Y ya que tenías a alguien que te gustaba, aguanté todo por ti. Aguanté porque te amo de la misma manera en la que me odias. Solo quería que mi hijo naciera bien y no me importaba irme de tu vista más tarde. ¡Pero esta vez no puedo dejar que hagas lo que quieras! No... No decidas morir y ya. ¡Maldición!"
Este hombre daba daba miedo cuando se ponía así.
A pesar de que trató de escapar, fue suprimido por la técnica que utilizaban todos los Alfa: El olor de Inukai saltó hasta sus fosas nasales y la fuerza de sus brazos, que estaba tratando de resistir, solo se esfumó.
Una cosa dura le entró por detrás.
¿Qué demonios era esto? Podía sentir que su interior se hinchaba hasta aferrarse a a él y que la parte superior de su cuerpo había comenzado a levantarse lentamente. Su pecho estaba ardiendo y aunque ese lugar no era una zona erógena, las yemas de los dedos de sus manos y de sus pies se estaban arqueando hasta un punto en que comenzó a sentirse casi en las nubes.
"Ah, ah..."
Sus caderas estaban conectadas a su pene y sus pezones estaban hinchados tan horriblemente que hasta se tocó también. La leche estaba brotando.
"Por favor, para..."
"Mira... Este es el cuerpo que dio a luz a un bebé. Es el cuerpo de un padre perfecto, es el cuerpo que necesita Yu."
Cada vez que lo apretaba, la leche se desbordaba tanto que hasta había terminado por lamer sus dedos mojados. En la entrepierna de Kawachi, su vello púbico se humedeció con su semen y también se quedó con las gotas que salían de su pecho. Lo abrazó con fuerza por detrás, como si intentara contener la respiración contra su hombro, y dijo:
"No digas que no te gustó tener al niño."
Su voz hizo eco en su cuerpo.
"Te amo. Te amo tanto. Te amo. Solo quiero..."
Y mirando hacia atrás, sus ojos finalmente se encontraron. Ambos estaban llorando.
"Solo quiero que me veas."
Su corazón se estaba enfriando. Esto era desagradable, pero de repente le dio tanta vergüenza escucharlo hablar así que comenzó a sudar frío. Se dio la vuelta con torpeza y, acostado boca arriba, con su cuerpo pesado encima del suyo, empezaron a besarse lo suficientemente lento como para durar para siempre. Estaba en celo y eso solo significaba que el aroma de Inukai estaba haciendo que su cabeza se agitara con un montón de tonterías. Sus labios bajaron a lo largo del cuello de Kawachi, levantaron el pezón hinchado y lo succionaron con fuerza. Dijo:
"¡Um!"
Y finalmente, se mordió la boca.
No sabía si este cosquilleo reconfortante era deseo sexual u otra cosa. Todavía no había tenido el tiempo suficiente para digerir y tragar todo este tema. Y tener otro bebé de Inukai... Ciertamente pareció posible en un futuro cercano.