A la mañana siguiente de regresar del laberinto, Raja se despertó justamente a la hora de siempre.
Y en una habitación con poca luz, su impresionante y tonificado torso emergió entre las pequeñas motitas de polvo que eran visibles en el rayo de luz que entraba por su ventana. Cuando bostezó, las orejas de Raja se movieron para adelante y su cola también se asomó. Ya no se veía tan fatigado como el día anterior porque, más tarde, justo esa noche, tuvo su primer ducha con agua caliente en semanas y se dejó llevar por el impulso de meterse en una ropa de cama limpia y esponjosa.
Raja sacó las piernas del colchón.
Mientras balanceaba su larga y flexible cola, se acercó a la mesita que estaba en el centro y comenzó a hacer sonar una campanilla de oro que pareció haber sido pulida apenas el día anterior. Entonces, inmediatamente después de hacer eso, escuchó un golpecito en la puerta y la voz elegante del mayordomo por lo que, todavía a través de la madera, le pidió al encargado que trajera un poco de agua para lavarse la cara y ordenó que también le subieran el desayuno. Después de eso, Raja comenzó a vestirse. Muchos conjuntos de ropa y equipos de exploración estaban alineados en su armario porque, después de todo, Raja pagaba semanalmente una tarifa de alojamiento para mantener esta habitación apartada solamente para él. Servía como un refugio en lo que se iba a investigar el laberinto. Como podía verse en las puertas elaboradamente talladas y con joyas incrustadas en la perilla, pareció que el precio de alojamiento no era nada barato. Tal vez porque se trataba de algo especial para los aventureros de alto rango.
El mayordomo trajo una jarra así que le dijo el lugar específico donde tenía que ponerla.
Ese joven era el primer rostro que veía en el día y sin embargo, cuando sus ojos se encontraron, Raja se sorprendió tanto que se dio la vuelta de inmediato y fingió buscar algo importante dentro del armario. Eso fue, principalmente, porque sabía que sus ojos eran muy extraños y no quería parecer tan aterrador delante de alguien que estaba dándole su ayuda.
Entonces, cuando el joven se retiró, haciendo una reverencia muy exagerada en su dirección, Raja vació el agua de la jarra en una palangana y se lavó la cara de un modo un tanto detenido. Luego, comenzó a trenzar algunos de los mechones de su cabello de acuerdo con su gusto personal y se colocó un banda que tenía una piedra de protección que había traído desde el pueblo anterior a este. Después, abajo de sus orejas, se envolvió una tela con un patrón de encaje sobre un fondo negro y lo ató cuidadosamente por detrás en un bonito moño. Al final, solo se concentró en disfrutar lentamente de un desayuno que consistía en un plato de huevos, varios tipos de intestinos de cabra y pan integral. Y equipado solo con una espada y vestido con la misma capa del día anterior, se fue a la puerta y camino hacia su primer destino, que era la oficina de la agencia de tutores.
Había pasado un tiempo considerable desde que entró en este magnífico edificio del centro de la ciudad laberinto. Esto se debía, posiblemente, a que había dejado las cosas legales para sus patrocinadores y el trabajo divertido para él. Sin embargo, este no parecía ser el caso esta vez.
Tan pronto como ingresó al edificio, todos los ojos de las personas que estaban alrededor se fueron de inmediato en su dirección y después, sin aparentar, comenzaron a retirarse de su camino hasta casi pegarse contra la pared. Tenían curiosidad por Raja, pero también parecieron sentir muchísimo miedo de su presencia. Y mientras escuchaba los murmullos que decían su nombre, se acercó a la mesa principal, que estaba en la pared opuesta a la recepción y, sin decir absolutamente nada al respecto, comenzó a llenar la información necesaria en el papel que estaba dispuesto junto a la ventanilla de "información". Lo llevó al mostrador que estaba justamente al lado así que la recepcionista, que tenía una cara aburrida y las mejillas sujetas con ambas manos, levantó la cara lentamente y...
"¡Ah!"
Estuvo a punto de caerse de la silla.
"¿Raja?... Oh, no, lo siento. Yo no quería..."
Escuchó que la raza humana era diligente, pero este no pareció ser el caso en absoluto. Quería comenzar a regañar a la recepcionista por no apurarse o ser más educada con él, pero en cambio, notó que ella solo señalaba los documentos que tenía en la mano, para ser más específicos, un formato más pequeño en una hoja color rosa:
"¿¡Cómo que "aviso de cancelación de fondos"!? ¿¡Cómo por qué están cancelando los fondos!?"
Gritó con una voz lo suficientemente fuerte como para que todos los que estaban en la misma habitación voltearan a verlo. Pero cuando se mordió la lengua para intentar calmarse, descubrió que la recepcionista se había puesto exageradamente azul.
"Ah... Yo-yo no..."
"Admito que eres una persona bastante impresionante y guapa pero, por favor, no intimides a mi nueva recepcionista así."
"¡Jefe de sucursal!"
La puerta, que estaba en la parte trasera de la recepción, se abrió con un golpe impresionante para permitirle el paso a un hombre con cabello platinado claro, lacio y que le llegaba hasta la mitad de su espalda. Sus orejas eran muy similares a las de los humanos, pero las puntas las tenía afiladas y largas porque esta era una de las características principales de los elfos. Y el nombre de este hombre, quien aparentemente había vivido durante más de 100 años, (aunque tenía cara de veinteañero), era Jules. "El gerente de la sucursal, Jules" y quien supervisaba la organización guardiana de la ciudad laberinto con puño de hierro. La recepcionista, completamente aliviada de verlo, le entrega a Jules los documentos que Raja acababa de firmar.
"Raja... No, quiero decir, el señor Vihan está molesto porque..."
"Ya sé la razón. Lo escuché todo desde dentro de la oficina. En fin, muchas gracias señorita Silvia. Es todo por hoy. Yo me haré cargo de esto en su lugar".
"Um, pero todavía no es mi hora de descanso".
"Obviamente no puedo dejarte en la recepción cuando tenemos al señor Vihan justo aquí con nosotros así que, puedes irte por hoy. Tómalo como... Un día libre pero con paga."
La recepcionista se congeló ante las palabras de Jules, que tenía una de esas sonrisas coquetas por la que todos quedaban completamente fascinados. Luego, el hombre se inclinó con gracia y esperó el tiempo necesario para poder decir:
"Ahora si. Continuemos con la historia en la parte de atrás ¿Quieres?"
Y salió del mostrador para caminar por el pasillo lateral, aparentemente en dirección a la oficina que estaba en el segundo piso. Jules suspiró:
"En realidad, ayer hubo una queja de un miembro del partido de exploradores. Parece que cada vez se está volviendo más difícil cumplir con los pedidos de todos ustedes y la junta está pensando que... Pues que no tienen los fondos suficientes para pagar algo que no tienen del todo seguro."
Este mundo estaba lleno de misterios completamente inimaginables. Y, el mejor de todos ellos, era precisamente el que envolvía al laberinto.
Hace unos 100 años, las personas que descubrieron y entraron en el laberinto por primera vez, se asombraron al ver a un monstruo que no existía en ningún otro lado. Es decir, el demonio no se parecía a ninguna criatura viva sobre la tierra. No conocían su sexo, decían que era increíblemente poderoso, que utilizaba magia, se desconocía lo que comía y al parecer vivía en una cueva estéril. Tampoco era claro cómo se reproducía y sin embargo, cuando descubrieron que el caparazón y el pelaje del monstruo eran, además de hermosos, algo lleno de propiedades increíbles como por ejemplo, la capacidad de bloquear la magia del fuego y anular maldiciones, la gente comenzó a competir por ver quien sería el primero en cazarlo. Por eso, nacieron las persona que se especializaban en recolectar materiales sumergiéndose en el laberinto y luchando contra estos monstruos. Sus actividades en la lucha contra dragones y la caza de pájaros de fuego eran dignos de historias de héroes y como resultado de que algunos fueran nombrados caballeros al presentar artículos valiosos ante el rey, los exploradores se convirtieron en el objetivo de la admiración de los niños.
"La agencia guardiana de exploradores" nació para gestionar a los que se sumergían en el laberinto en busca de poder, riqueza y honor. Y cuando se descubrió que había niveles más profundos, estas mismas personas construyeron un edificio de teletransportación en forma de puerta para gestionar una entrada más segura. Pero nadie podía ingresar al laberinto sin registrarse con los guardianes y además, ellos mismos vendían herramientas y equipo básico necesario para la caza utilizado de materiales recolectados en el laberinto.
Raja dijo:
"¿Es esa la única razón?"
"El problema es que laberinto es difícil y no hay resultados". Jules suspiró. "Además, ya te había dicho cientos de veces que apoyan más a los que tienen un compañero y bueno, no sé si ya notaste que tú no tienes ninguno."
"Suena a una estupidez."
"Pues no lo es. Sabes que este negocio se basa en eso. En ir enseñando y guiando a nuevas partes. ¡Así empezaste tú y así empezaron todos!"
"Lo sé. Es solo que... El problema no soy yo ¿De acuerdo? Si para tener fondos necesito tener un compañero, entonces es imposible porque nadie quiso serlo jamás".
Pero tan pronto como escuchó su respuesta, una sonrisa traviesa apareció en la boca de Jules. Las orejas de Raja comenzaron a ponerse muy alerta.
Tuvo un mal presentimiento.
"Entonces, amigo mío, si quieres seguir siendo aventurero y tener tus amados fondos, te sugiero que aceptes este regalo que te preparé."
"¿Un regalo?"
En ese momento, la puerta más interna del corredor se abrió para revelar una habitación similar a un bosque, con la mitad de las paredes cubiertas con hiedra que se extendía desde unas macetas que parecían honestamente impresionantes. Y allí, en un sofá frente a una oficina grande y ordenada, había un jovencito.
Tan pronto como vio la sombra, Raja dejó de moverse.
¿Ese era un principiante? No, más que eso, ¡Quien estaba allí era el "ayudante" que vio ayer en el maldito bar! Su género parecía ser masculino y su raza era obviamente humana. Podía ser que fuera un físico estándar para los humanos, pero era unos 40 centímetros más bajito que Raja. Nunca había hecho comparaciones en su vida, pero este hombrecito era pequeño y realmente poco confiable. Tenía botas, un peto de cuero y un par de armas que colgó de su cintura y que daban la sensación de ser nuevas. Su cabello era del color de la yema de huevo, rizado con fuerza, como si hubiese sido golpeado por una anguila eléctrica y su piel era del color de la leche. No parecía que pudiera vivir mucho tiempo así que fue honestamente ridículo. La mitad de los principiantes que llegaban al laberinto desaparecían después de algunos meses. Es decir, muchas personas morían o sufrían lesiones irreversibles.
"¡Hola, soy Sisi! Um, el gerente de la sucursal me recomendó como miembro del grupo de alto rango. ¡Cuando lo escuché me pregunté si mis oídos se habían vuelto locos! ¡Es super cool!"
"No estás loco en absoluto. Él es Raja, puedes preguntarle cualquier cosa sobre este nuevo trabajo".
"¡De verdad eres Raja! Quiero decir, Raja significaba "el rey" en el idioma del sur así que es un honor pensar que voy a ir contigo al laberinto."
La expresión de Sisi se iluminó.
Raja estaba un poco sorprendido de no ver ni un solo fragmento de miedo en esos ojos de jade que lo miraban directamente a la cara. Sin embargo, no podía ni imaginar que su pareja fuera un hombre así de... Débil.
"No. Lo siento pero, este debe de ser un chiste o algo así. Si te llevo... Es muy profundo. No, ni siquiera vas a poder sumergirte en la capa intermedia".
"Raja, de eso se trata un compañero. ¡De apoyarse cuando se ve más difícil! Por eso no quieren darte más fondos. ¡Tienes que ser un maestro, maldición!"
Y como si hubiese visto que no era bienvenido con él, la expresión de Sisi comenzó a nublarse lentamente. Él tenía una leve herida en la parte posterior del pecho, era flaco y pequeño y probablemente no podría sobrevivir a la profundidad a la que Raja normalmente se sumergía. Por otro lado, como alto rango, ellos cazaban a un nivel muy distinto al de los principiantes y con una teoría y técnica bastante diferente.
"No, no. Tiene razón. El rechazo está bien. Quiero decir... Yo, esto... Estoy seguro de que le causaría problemas a Raja-san".
Pero Jules se enojó.
"No, Sisi. ¡No vas a encontrar ninguna oportunidad como esta más tarde! Está bien, tal vez te tomé para mostrarle una lección sobre el trabajo en equipo a este tipo pero... ¡Piénsalo! Solo porque eres un recién llegado ¿Quieres estar toda tu vida llevando equipaje y haciendo favores sexuales a bestias? Quieres mostrar tu talento al máximo ¿Verdad? Y yo también quiero que lo logres. Además ¡Raja! si realmente no quieres trabajar con Sisi, ¡El guardián no aceptará que te quedes aquí!"
"Es muy irrazonable."
"Me pregunto cuántas veces te has estado uniendo y saliendo de distintos partidos de aventureros ¿Puedes pensar en ello? Incluso si son los miembros del grupo los responsables de esto, eres tú quien no ha podido establecer una relación adecuada con ningún líder. Y la verdad ya me cansé y ya no voy a estar batallando por no tener fondos porque te los cortan ni ayudando cada maldito año a que te acepten en un nuevo partido. ¡Además no terminaste tu última misión!"
Raja guardó silencio.
Este tipo era casi como su manager así que sabía mejor que nadie cuantos problemas había tenido que enfrentar. Sin embargo...
"¿Cuál es esa misión?"
Preguntó Sisi. La expresión de Jules era suave y adorable cuando hablaba con él incluso aunque era todo lo contrario cuando se enfrentaba a Raja.
"Le pidieron recolectar diez escamas de Dragón Azul."
"¿Un Dragón Azul?"
¿No era eso realmente complicado?
"Así es. Pero si no puede cumplir con la solicitud que recibió, debe pagar el 10%. O sea, diez monedas de oro".
Era bastante dinero para la gente común. Incluso aunque lo hubiera visto darle una de ellas al jefe del bar.
"Claro que el cliente le prometió una alta recompensa por obtener lo que quiere en la fecha límite. No puede llegar tarde y la pieza no tiene que sufrir daños. Como es materia prima para un hospital, el enfermo que lo ha estado esperando moriría sin él. Por eso nos dijeron que si existe la posibilidad de que no pueda lograrlo, sería mejor no hacer un contrato".
"No es necesario que digas todo eso."
Cuando Raja hizo un gesto con la mano, algo así como un saco de tela cayó al suelo haciendo un sonido similar al de metales chocando entre si. ¿Eran monedas? Sin embargo, cuando bajó la cabeza, Sisi notó un puñado de placas delgadas que comenzaron a caer una tras otra y que en realidad parecían unas escamas de pez de un tamaño impresionante. Tenían un color azulado translúcido que brillaba con fuerza dependiendo del ángulo de la luz así que, sin soportarlo más, Jules se rió cuando vio diez de lo mismo, perfectos y hermosos.
"¡Oh! Jajaja no puede ser ¿Cazaste solo al dragón azul?"
¡Era asombroso!
"¡Eso es genial, señor! ¡Es maravilloso! ¡Realmente es el mejor aventurero del mundo! ¡Felicidades!"
Raja se alejó de Sisi, quien vitoreaba su logro sobre el dragón azul con una voz realmente molesta. La emoción, en sus ojos de joya, era tan pura y preciosa que por alguna razón... Comenzó a sentir una sensación de orgullo que pensó que ya había perdido.
"No... No fue nada en realidad."
Jules pensó que su idea definitivamente iba a tener éxito.