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¿Quién es él? por Doki Amare Pecccavi

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Notas del capitulo:

PLAYLIST 

DEEZER

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Cap. 5: Para Kanon

 

Dos trajes de fiesta con pantalones cortos y camisa de manga larga, tirantes a los hombros y una boina a juego con el traje, en conjunto uno para Mu y otro para Shaka. La familia de ambos se encontraba con dificultades de agenda para celebrar un cumpleaños, aunque para ser sinceros la mayoría de las festividades, desde hacía años, las pasaban en casa de los géminis, quienes tampoco eran mucho más acompañados por adultos, que ellos, sin embargo, sí que estaban más acostumbrados a banquetes y fiestas de cualquier celebración.

 

— Es vergonzoso que ocupemos esto… y ambos iguales. Los gemelos son ellos. — Reclamó Mu, reusándose a vestir con las prendas que les habían mandado, Shaka, al contrario, terminaba de ajustarse los tirantes a los pantalones y se miraba al espejo mientras ataba su cabello en una cola baja, para después tranzarlo.

 

— No serás tan mal agradecido como para quejarte de un obsequio ¿O sí? — preguntó cruzado de brazos, y aunque su mirada no decía demasiado, Mu sí que pudo leer un poco de desaprobación en sus gestos. — Mu, no deberías de ser ese tipo de persona.

 

Mu negó inmediatamente, corriendo hasta su cama para tomar el conjunto y después dirigirse al baño.

 

— Lo haré, lo haré, pero no me mires de esa forma. — Pidió y en el baño cambió sus prendas, terminó con una coleta alta para acomodar su cabello y un listón blanco que colgaba a cada lado. Salió cuando Shaka ya estaba listo, esperando en cama, ambos se miraron y al instante un sonrojo inmediato se asomó en sus mejillas, desviaron las miradas y salieron de la habitación. — Luces lindo.

 

— También tú, Mu. —

 

No encontraron nada malo en decir aquello, ambos salieron de la habitación del colegió en dirección a la entrada principal, su cuidador les esperaba para guiarlos hasta el auto de la familia Géminis, en donde seguramente también irían los gemelos.

 

— Recuerden que es su virtud, lo que más tienen que cuidar, aunque sea el hogar de sus prometidos, deben tener mucho cuidado, no queremos que nada salga mal. ¿Cierto? — Mu y Shaka asintieron y le permitieron a su cuidador colocar un pequeño collar de terciopelo negro con protección y el emblema de la familia de virgo y aries, según correspondía. No era incomodo al ser un collar de entrenamiento, pero procuraban cubrirlo, aun así, con el cuello de la camisa abotonado, pues era considerado una muestra de bajo pudor, exhibir la protección cuando aún no les había llegado el celo.

 

Salieron del edificio principal, a la espera un Ston Martin DB5 en negro y como habían podido adivinar, los gemelos se encontraban ya dentro del auto, el conductor de la familia, Saga en a la parte delantera y Kanon en el asiento detrás del conductor, con la ventana del auto abierta y el brazo saliendo en extremo para poder recargar su cabeza en su mano. No hizo gesto alguno cuando miró a ambos Omegas adentrarse, correspondió el saludo de ambos, Shaka quedó en el lugar y Mu detrás de Saga, así que a pesar de la ligera reverencia antes de ingresar, pasó sus dedos entre los dedos oscuros de su prometido, antes de sentarse en su lugar.

 

— ¿Estas emocionado? — Preguntó Saga desde la parte delantera, miraba por el retrovisor a su hermano con mal gesto, sus ojos se cruzaron en algún momento con Shaka, pero su atención terminó en Mu y sus gestos de resignación.

 

— Emocionado sí, sólo que me apena que hayan organizado algo para mi… pude haber estado en el colegio este fin de semana, no tenían que molestarse tus padres.

 

— Pero está bien ¿no? Así podemos vernos más tiempo. — Mu se encogió de hombros, recargó su cuerpo al respaldo del asiento y después miró a Shaka, intentando que se incorporara un poco en la conversación, sin embargo, así era, él era el más callado de todos, aunque en el fondo, un sentimiento de felicidad de llenaba al saber que incluso con Kanon su relación era un poco menos abierta que consigo.

 

— Si te apenaba, debiste haberte negado Mu, hoy había una competencia que no queríamos perdernos, pero ahora no podremos ir porque tenemos que acudir a tu festejo. — Kanon, a diferencia de Saga, tenía menos que diplomacia. Apenas Saga escuchó aquello, giró su cuerpo hacia el asiento trasero para intentar jalar a su hermano de forma amenazante.

 

— Ey, ¿Qué te pasa? Te dije que no dijeras esas cosas delante de Mu. ¿Por qué eres tan imbécil últimamente? — Kanon rodó la mirada, ni siquiera quiso observar a Shaka para no arruinar más las cosas, pero es que simplemente aquello tenía que sacarlo. Detestaba últimamente aquella situación en la que Shaka y Mu eran obligados a convivir con ellos, entendía que sus padres no podían verlos con tanta frecuencia, pero… arrastrarlos a celebrar con extraños era estúpido, también obligarlos a ellos a convivir con ellos. Con casi trece años, Kanon tenía otras prioridades en su vida, amistades y competencias de combate, Saga también así que no entendía como podía pasar de todo y permitir que todos decidieran que debía hacer.

 

— Pues lo siento. — Murmuró Mu, mirando directo a Kanon. — Pero tampoco tienes que culparme de todo, tú también pudiste negarte.

 

— Mu. — Le retó Shaka con un golpe en la pierna, tenía que mantenerse callado a pesar de que ninguno tuviese la culpa de todo aquello, pero Mu tenía complicaciones con eso. — Disculpen, ambos. No era nuestra intensión complicar sus planes.

 

Después de eso, ninguno dijo nada más Saga sabía que si la discusión continuaba ordenaría al conductor detenerse para golpear a su hermano, así que simplemente ignoró su rostro inconforme durante todo el trayecto, se quedaba con la imagen de Mu mirando por la ventanilla, cabecear un poco mientras llegaban a su destino y sonreír cuando su cabeza se balanceara de un momento a otro. Si Shaka no estuviese en la misma situación, era seguro que le hubiese retado, pero aquel, con un ligero empujón por parte de Kanon, había dejado su cabeza recargada en uno de sus hombros.

 

Por lo menos en esas situaciones Kanon no lograba ser un imbécil.

 

Después de un largo viaje, llegaron al lugar en donde se llevaría a cabo la celebración, a las afueras de la ciudad, en la misma casa de campo en donde habían celebrado a Kanon. Ingresaban por un camino boscoso a un sector privado del bosque, perteneciente a la familia de los gemelos, un guardabosques daba el acceso principal y después podrían avanzar unos minutos más, antes de ver la construcción con enormes ventanales, elevada en una plataforma que servía como comedor exterior para celebraciones. El interior de la construcción de un solo nivel se extendía por algunos metros cuadrados, dando oportunidad de tener más de diez habitaciones para recibir a los invitados.  Había un prado del lado derecho, al contrario de una multitud de pinos del lado contrario, pero el mayor atractivo era el lago detrás de la construcción. Un enorme lago que conectaba a un río, pero que en su longitud podía mantener estable algunas lanchas que descansaban a la horilla, por el momento. El lugar favorito de Shaka, aunque no se lo había compartido a nadie, era la sombra del sauce llorón a las orillas del río y el de Mu, la orilla del muelle, en donde podía introducir sus pies mientras nadie lo viera, siempre y cuando Saga estuviese presente.

 

.*.

 

Saga intentó arrebatar la ropa de Mu y éste reaccionó reactivo a la situación, empuñó al espejo frente a él, haciéndolo pedazos, se le enterraron los cristales en los nudillos, pero sin importar nada, tomó un trozo de vidrio entre sus manos para amenazar a Saga, había bastado sólo un movimiento seco y con una bofetada al Omega para detener el ataque.

 

Saga no podía creerlo, cuando Mu dijo que lo Odiaba imaginó que hablaba de la situación, pero intentar enterrarle aquel trozo de vidrio era algo diferente.

 

— No puedo creerlo. — Mirarlo así, con las prendas desacomodadas, el cabello despeinado y la sangre emanando de sus manos por la visible herida. También la mejilla golpeada empezaba amoratarse e hincharse. Saga empuñó sus manos enfurecidos… no podía disimular su decepción, sus celos y la enfermiza relación que tenía con Mu y tal vez si el espejo no hubiese estado roto que él estaba en la misma deplorable situación que el Omega, con el cabello revuelto y a medio vestir.

 

Ambos estaban siendo dañados pero las decisiones estaban tomadas. 

 

Él y Mu tenían consumar la alianza con la familia de Mu, y darle a su familia una línea de sucesión. ¿Qué más daba si era antes o después del matrimonio? A pesar de todo, habían perdido la idea de tenerse el uno al otro.

 

Se acercó a Mu con claras intensiones, pero no esperó que esta vez el cristal de las manos de Mu apuntara directo a su propio cuello, en señal de advertencia.

 

— No vas a tocarme. — Murmuró decidido. La honra de su familia era lo único que había podido proteger hasta ese momento y prefería un camino drástico antes de que le fuese arrebatada en su último banquete de compromiso, en un baño de hotel, ante la presencia de todos los invitados.

 

— ¿Qué está ocurriendo aquí? — Un golpe en la puerta reventó el seguro colocado e inmediatamente ingresó Kanon al lugar, los miró a ambos, las heridas de Mu, pero lejos de compadecerlo, negó de forma reprobatoria con su cabeza. — Lárgate de aquí Saga. No quieres arruinar nada esta noche. Ya tendrán tiempo para resolver sus problemas.

 

Kanon se interpuso entre la pareja, Mu presionó sus manos en su pecho, sin soltar el cristal haciendo que también sus prendas blancas terminasen manchadas de sangre.

 

— ¿Quieres arruinar a mi familia como lo has hecho con otros? — Mu negó a las palabras de Kanon, su defensiva no se alertaba a pesar de que ambos se parecieran, eran completamente diferentes. Cuando su muñeca fue presionada, Mu soltó el cristal y este fue arrebatado de su mano, después Kanon lo jaló para enjuagar dejando ver sólo una herida superficial en la mano, el problema estaba realmente en su rostro. El golpe empezaba a hincharse y hacerle ver como un completo marginado. — Eres verdaderamente patético. Ambos lo son.

 

Kanon salió, Saga y Mu no dijeron nada, después llegó una mujer con un botiquín para cuidar la ropa de Mu y un cambio de ropa para su cuerpo lastimado. El baño era lo suficientemente grande como para que Saga se mantuviera en una esquina y Mu fuese auxiliado por la mujer para cambiar sus prendas, arreglar su cabello para dejarlo suelto y que pudiera cubrir su rostro.

 

Nadie se horrorizaría ante la marca en el rostro de Mu después de haberle visto correr al exterior del salón, pero aquella no era la imagen que la familia de Géminis quería dar.

 

— Esperaré afuera. — Susurró Saga, él también había terminado de arreglar sus prendas, logró tranquilizarse un poco después de todo. Kanon seguía afuera pero no dijo nada, apenas le vio salir se marchó hacia el salón principal en donde se estaba llevando a cabo el banquete.

 

Una pequeña discusión por los nervios del matrimonio no era nada del otro mundo, sobre todo cuando se trataba de una pareja tan estable como lo eran Saga y Mu, quienes eran pareja desde la infancia y a quienes el tiempo no había podido separar “a pesar de todo”.

 

.*.

 

Aquella fiesta no había sido una mala idea después de todo. A media tarde, cuando empezaba a ponerse el sol, Saga se aseguró de darle una comodidad máxima a Mu, colocó su chaqueta en las maderas del muelle para permitir que se sentara sin que las maderas rasparan sus piernas descubiertas. Mu sonrió sonrojado y se sentó con los pies descalzos y sus pies pequeños jugaron en el agua que apenas si alcanzaba a tocar, Saga entonces soltó un suspiro, se sentó con las piernas encogidas junto al omega y empezó a soltar algunas peticiones a Mu, como lo hacía cuando estaban solos.

 

— ¿Mu gusta de Saga? — Shaka, quién miraba a lo lejos, de pie, recargando su espalda en el sauce de siempre, estuvo a punto de encogerse de hombros, no sabía exactamente cómo responder a la pregunta de Kanon, así que mordió su labio atento a una explicación. Pero Kanon negó, le dijo que lo olvidara y que no dijera a nadie lo que habían hablado. Sacó de sus pantalones un pequeño libro que extendió a Shaka, colocó entre sus dedos “historias de constelaciones”. Shaka miró incrédulo, habían apenas hablado un poco sobre aquello hacía meses y ahora Kanon le obsequiaba algo como aquello. ¿Por qué? — Es para ti, como disculpa por decir todas esas cosas en el auto. Estaba un poco molesto con Saga así que simplemente me desquité contigo.

 

— “Y con Mu”. —  Pensó, pero no se atrevió a decirlo, simplemente agradeció con una sutil sonrisa, completamente emocionado, porque de todas las cosas que tenía, pensaba, aquel obsequio había sido comprado especialmente para él y a la espera de que le gustara. — Te agradezco, en verdad que lo hago.

 

Kanon se encogió de hombros, después, indiferente, pero muy dentro de sí, se alegraba de que Shaka hubiese reaccionado tal cual lo había imaginado. Pensó que ni con esa inmensidad de obsequios, Mu sería tan agradecido, como Shaka lo había sido con aquel pequeño libro.

 

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«. ·°·~*~Fuiste egoísta~*~·°·. »
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