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El ángel y el Demonio por Helsic

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Notas de Helsic:
Este capítulo puede tener inconsistencias con respecto a la descripción o los nombres de las cosas relacionadas al Taekwondo, debido a que, no soy una experta. Por otro lado no se como se llamen en Koreano ;A; pero como practiqué Kendo mucho tiempo, me tomaré el atrevimiento de usar algunos términos japoneses similares x__x’

Doyang: Es el sitio donde se entrena
Sabomnim: Maestro o instructor.
Do Bok: Traje de Taekwondo
Tatami: Esto es japonés D: pero no se como se dice en Koreano, el piso del salón donde se practica q es como de espumita chévere medio blandita medio dura… xD


El ángel y el Demonio
~ Capitulo 10 ~
No bajes la guardia




El día siguiente en la escuela, no fue un día perfecto como muchos anteriores, no se divirtió con sus amigos y su novia no le dirigió la palabra en toda la mañana. Y no la culpaba, ella estaba en todo su derecho de estar enojada y hacerle una pataleta, habían pasado ya varios días sin que él mostrara el más mínimo interés en la relación y la pobre chica estaba tan acostumbrada a tener toda la atención del mundo que, aquel distanciamiento de KangIn debía estar volviéndola loca. Durante la mañana, escuchó el cuchicheo a sus espaldas de sus amigas, seguramente ya debía haberle contado todos los pormenores de los últimos días, ¡seguramente toda la escuela lo suponía!. Ya podía imaginar los comentarios:

“YoungWoon a cambiado, ah claro , como ahora será famoso…”
“Si, ya se cree demasiada cosa para la escuela ¿verdad?”
“Se la pasa todo el tiempo con sus amiguitos famosos…”

Frunció el ceño cuando llegó la tarde y se dio cuenta de la soledad que se cernía a su corazón como una sombra pegajosa. ¿En realidad estaba cambiando? ¿En realidad convertirse en ‘ídolo’ lo haría dejar de ser Youngwoon? No comprendía porque pero se sentía diferente, las cosas habían adquirido un nuevo color desde que había entrado a SM.

No mientas KangIn… No es por Sm… es por ese Hyung

Sacudió la cabeza molesto al ser traicionado por su subconsciente. Ese día no tenían entrenamiento en la tarde, todo gracias a una imprevista reunión del manager encargado, ahora se encontraba allí de pie sólo en medio del salón de Taekwondo. El Doyang* estaba solitario y parecía que el vacío y el silencio fuera a devorarlo por completo, le había pedido muy temprano en la mañana a su Sabomnim* que le permitiera entrenar en la tarde cuando ya no hubiera nadie en la escuela y este había accedido sin problemas. Ahora se encontraba esperando a LeeTeuk quien había quedado de ir para comenzar sus lecciones privadas. A cambio el aprendería a tocar piano.

Esperó un rato más y cuando perdía la paciencia, LeeTeuk entró corriendo por la puerta, se enredó con unas pesas que estaban cerca de la entrada, dio una voltereta digna de un payaso de circo para no caerse y aunque no se calló, el bolso rojo que siempre le acompañaba voló por los aires y desperdigó muchos papeles al caer al suelo sobre el Tatami*. LeeTeuk rió con su propia torpeza y comenzó recoger los papeles ante la mirada inquisidora de KangIn.

- Muy bonito… ¿Sabes cuanto llevo esperándote? - Le reclamó cruzado de brazos, ya se encontraba vestido con su Do Bok* blanco, hacía más de 15 minutos que estaba allí de pie como un idiota esperándolo. LeeTeuk sonrió.

- Me demoré porque ¡Te compré algo! - Dijo LeeTeuk y buscó dentro del revoltijo de papeles que habían quedado por el suelo y tomó una bolsita plástica, se la ofreció a KangIn.

- No me gustan las calabazas dulces - Gruñó al ver el contenido - No era para mi ¿verdad? Era para SungMin… - Agregó y le tiró la bolsa, LeeTeuk la atrapó en el aire e hizo un puchero.

- Últimamente eres muy grosero con tu Hyung - Comentó con la bolsita en las manos, se encogió de hombros y terminó de guardar las cosas en el bolso. KangIn le miró de arriba abajo.

- Imagino que no tienes un Do Bok que ponerte ¿verdad? - LeeTeuk negó con la cabeza mientras ponía el bolso en una esquina - Toma ponte uno de los míos - le dijo mostrándole el uniforme doblado sobre sus manos. LeeTeuk sonrió y comenzó a desnudarse. Quitándose la chaqueta blanca y luego la camiseta de igual color (aunque tenía unas líneas grises sobre los hombros) - ¿Qué estás haciendo? - Se quejó KangIn.

- Pues… ¡cambiándome! - Respondió LeeTeuk quien ya se estaba desabrochando el jean azul oscuro.

- ¡Usa los vestuarios! - Le gritó incómodo. LeeTeuk se detuvo unos segundos, pero continuó bajando la cremallera, su sonrisa hizo sentir a KangIn raro, porque siempre que sonreía así, algo se traía entre manos.

- ¿Qué importa? - Dijo LeeTeuk tomando la parte de arriba del traje, se lo puso y le quedó bastante grande. Lo dejó abierto y terminó de bajarse los pantalones, parecía un niño de 7 años que se hubiera puesto la camisa del papa. - Ya me conoces desnudo… así que no importa -

- ¿QUE? ¿Como…? - Chilló KangIn y LeeTeuk pasó a ponerse el pantalón del traje de Taekwondo, el mayor reparó en que los boxers del líder eran similares a los que tenía ese sábado en la noche… Esa noche… ¿Se había dado cuenta de todo? ¿Acaso no deliraba por la fiebre? ¿Acaso aquello fue…?

- ¡Listo! - Exclamó amarrándose fuertemente el cinturón a su delgada cintura - Kyaaa!! - Gritó como en las malas imitaciones de películas de artes marciales. KangIn frunció el ceño y se dirigió al centro del salón, LeeTeuk lo siguió.

- El Taekwondo es Es un arte marcial moderno, con poco más de 50 años de antigüedad - Comenzó a decir KangIn con un tono autoritario de maestro - La filosofía del Taekwondo se basa en cinco principios: Cortesía, Integridad, Perseverancia, Autocontrol y Espíritu Indomable… ¿De que te ríes? ¡Esto es serio! Deja de actuar como un niño Hyung -

- No me estoy riendo de los principios del Taekwondo… - Murmuró LeeTeuk entre risitas - Es que practiqué Taekwondo cuando estuve en la escuela primaria, ya se me todo eso, podemos ir directo a la acción - Finalizó. KangIn frunció el ceño, pero se le escapó una risita traicionera.

- Lo hubieras dicho antes - Murmuró dándole la espalda para ocultar su propia risa cosa que no sirvió de mucho pues el salón tenía espejos en casi todas las paredes. - ¡Bien entonces comencemos! -

- Siempre he tenido dificultades con las patadas con salto, no logro coordinarlas bien, ¿Podríamos practicar eso? Hace mucho tiempo, quizás unos 6 años que no practico - Comentó LeeTeuk quien había comenzado a hacer el debido calentamiento para no sufrir un desgarre en ningún músculo.

KangIn asintió y comenzó también a hacer el calentamiento, estirando los brazos, moviendo las muñecas, girando la cabeza, moviendo en círculos la cadera, doblando las rodillas y girando los tobillos. Una vez terminado el calentamiento comenzaron a ensayar las dichosas patadas. KangIn contuvo lo que hubiera sido una risotada cuando el mayor hizo una pirueta ridícula y dijo que esa era su patada voladora. Suspiró y comenzó a corregirle la posición, se situó tras de él y le organizó los pies, luego se hizo a su lado y lanzó la patada correctamente. El pie de KangIn cortó el aire limpiamente y su grito se prolongo por todo el salón llenándolo súbitamente.

LeeTeuk aplaudió emocionado y trató de imitarlo y aunque lo hizo mejor que la primera vez, KangIn estaba seguro de que esa ‘patada’ no podría ni derribar a un niño pequeño, pero no lo dijo, si algo había aprendido de su maestro era que nunca se debía burlar de un compañero.

Pasaron las siguientes dos horas ensayando técnicas de patada, puños y también de defensa. Al final ambos habían humedecido las telas de sus uniformes con el sudor, LeeTeuk se dejó caer sobre el tatami con los brazos extendidos hacía los lados, su respiración irregular y el cabello húmedo pegado al cráneo.

- ¿Eso es todo? - Se burló KangIn aún de pie con las manos en la cintura, también estaba cansado pero era divertido molestar a LeeTeuk.

- No… - Jadeó LeeTeuk - Sólo te estoy dando un respiro - Dicho esto se sentó, se quitó un mechón de cabello que se había pegado a su ojo izquierdo.

- Hagamos un combate - Propuso KangIn - Para probar que has aprendido hoy, para que pongas en práctica las técnicas - Agregó y LeeTeuk se puso de pie con un poco de dificultad.

- Suenas como un verdadero maestro - Comentó LeeTeuk poniéndose en posición de combate - Muy bien ponte los protectores - KangIn se sonrojó con el comentario y observó a LeeTeuk ponerse los protectores rojos en el pecho y en los brazos

- No te preocupes, no los necesito - Exclamó con una sonrisa - Bloquearé todos tus golpes, esto es sólo una práctica, además no pienso pelear en serio, saldrías llorando de aquí -

LeeTeuk no dijo nada ante esto último, sólo se lanzó contra KangIn tirando el pie derecho en una patada alta, el mayor lo esquivó ágilmente sólo moviéndose hacía un lado, LeeTeuk giró y lanzó dos puños que fueron bloqueados por el menor tan fácilmente que se sintió como en las caricaturas, cuando un pequeño ratón golpea la enorme pierna de un gigante. Lanzó otro par de patadas que fueron bloqueadas por KangIn, una iba dirigida a su pecho y la otra hacía su brazo derecho.

- ¿Eso es todo? - Lo incitó KangIn incapaz de contenerse para hacerle una pulla al mayor, estaban en su territorio, finalmente se sentía seguro - Puedo bostezar mientras me golpeas - Agregó esquivando otro puño que iba directo a su cara, LeeTeuk lanzó otra patada más y KangIn atrapó su pie antes de que llegara a su destino, lo empujó y LeeTeuk perdió el equilibrio y calló sentado sobre el tatami - Golpeas como niña - Finalizó con una amplia sonrisa.

LeeTeuk se levantó trabajosamente, su respiración era irregular y desesperada, ahora tenía el rostro bañado en sudor y sus ojos estaban inyectados en algo que parecía furia. Eso fue lo que KangIn pudo percibir antes de recibir otra tanda de técnicas mezcladas entre patadas y puños.

La mirada de LeeTeuk era diferente, esos ojos, había algo más en ellos, había algo más en esa oscuridad abismal y fue lo último que vio antes de recibir el impacto del empeine del pie del mayor en su mejilla derecha. El golpe le hizo perder la consciencia unos segundos en los que todo se volvió negro, luego el mundo se re dibujó como una acuarela mal pintada y perdió el equilibrio por completo, cayendo hacía un lado, sintió el sabor metálico de la sangre llenar su boca y la parte golpeada comenzó a hervir como una brasa encendida.

Se levantó dificultosamente sin salir aún del asombro, sin procesar la información, pero fue consciente de todo lo sucedido cuando se tocó la cara y la mano se le manchó de sangre. Se giró para mirar a LeeTeuk quien de inmediato cambió su semblante, su mirada volvió a hacer la misma del chico despistado de siempre y corrió hacía él con expresión preocupada. KangIn lo empujó cuando se acercó y se limpió la sangre con el dorso de la mano, no necesitaba su compasión, por supuesto que no, aquello había sido sólo un tonto descuido.

 

- Estoy bien - Dijo mientras se limpiaba - Buena patada -

- Tengo un buen maestro - Dijo LeeTeuk con una sonrisa - ¿Entonces continuo mostrándote mis golpes de niña? - Preguntó y KangIn comprendió que habían muchísimas cosas que desconocía de LeeTeuk, no dejaba de sorprenderlo con su actitud, nunca parecía estar derrotado, ni siquiera cuando todo estaba en su contra, siempre comportándose de una manera tan inesperada.

- Continuamos - Murmuró KangIn sobándose la mejilla bruscamente - Pero esta vez si te pillo desprevenido te golpearé - Le amenazó.

- Entonces ponte esto - Le ordenó LeeTeuk y le lanzó los protectores azules, había malicia en el rostro de LeeTeuk y contra todo pronóstico eso le gustó. Su cuerpo se llenó de una adrenalina poderosa, recorrió su torrente sanguíneo con fuerza mientras se ponía los protectores y le devolvió la sonrisa desafiante.

Comenzaron de nuevo, esta vez KangIn atacó a LeeTeuk y este no pudo evitar que una patada se enterrara en su estómago enviándolo hacía atrás, sacándole el aire y luego un puño que a duras penas bloqueó le encalambró el antebrazo. LeeTeuk se recuperó dificultosamente y volvió a arremeter contra KangIn de nuevo con varias patadas voladoras, pero KangIn parecía adivinar todos sus movimientos, pues siempre terminaba esquivándolas o bloqueándolas fácilmente. El mayor volvió a atacar esta vez con puños y estos casi rozaron el rostro de KangIn, quien aprovechó el acercamiento para hacerle un agarre, tomó su brazo, envió su pie por detrás de una pierna del mayor y lo empujó con toda su fuerza. El LeeTeuk calló al suelo casi inmediatamente con un ruido sordo contra el tatami.

KangIn lo mantuvo inmóvil haciendo presión con su cuerpo casi sobre él. LeeTeuk forcejeó pero la posición en la que tenía el brazo era dolorosa y contra la fuerza de KangIn no tenía ninguna posibilidad.

- Perdí - Murmuró LeeTeuk haciendo una mueca de dolor por la presión en su brazo. KangIn sonrió orgulloso y lo soltó, el mayor no se levantó del suelo, se quedó allí mirando hacía el techo su pecho subiendo y bajando agitado, la boca abierta tratando de capturar más aire y el cabello completamente húmedo a causa del sudor.

- Eres bueno, pero aún te falta ser más rápido y menos predecible - Comenzó a decir KangIn sentándose a su lado - ¿Te golpeé muy fuerte? - Preguntó sintiendo que su voz tomaba un tinte más suave casi preocupado. LeeTeuk asintió con la cabeza y se llevó las manos al estómago, donde había recibido la patada de KangIn.

- Pensé que me partirías en tos - Comenzó a decir haciendo más muecas de dolor - Pero sobreviviré si me invitas a comer Ramen -

- No exageres, tu también me golpeaste fuerte - Se quejó KangIn y le dio un golpecito a LeeTeuk en el hombro.

- Si… mis golpes de niña parecen fuertes - Comentó LeeTeuk sin dejar de respirar trabajosamente.

- Esta bien, esta bien, no golpeas como niña, acepto que me golpeaste duro, aún me duele la mejilla ¿vez? - Dijo KangIn avergonzado, una leven hinchazón se estaba levantado en su cara cerca de su boca que aún tenia rastros de sangre. LeeTeuk se quedó mirándolo, no había ninguna expresión especial en su rostro, simplemente lo miraba, sus ojos lo escudriñaban como un escáner y KangIn se sintió intimidado y nervioso. Sus mejillas se tornaron carmesí y tuvo que mirar hacía otro lado incómodo.

- ¿Nos vamos? - Dijo KangIn para interrumpir el embarazoso momento.

- Me muero, me voy a morir - Comenzó a decir LeeTeuk mientras se desamarraba el cinturón del traje y se abría la parte de arriba - Moriré aquí acostado - Estiró los brazos y el camisón blanco se abrió dejando ver su pecho húmedo y brillante - Me moriré y mañana saldrá en las noticias “Líder de grupo Idol, muere por agotamiento, YoungWoon presunto culpable encarcelado” -

- ¡Que tonterías estás diciendo…! - Se quejó KangIn - Vamos a darnos una ducha y volvamos a casa -

- No puedo levantarme… - Murmuró LeeTeuk débilmente - Es en serio no puedo caminar… -

KangIn abrió mucho los ojos comenzando a asustarse ¿Y si le había roto una costilla con esa patada? El miedo subió por su columna vertebral como una sustancia viscosa expuesta al fuego, se arrodilló al lado del mayor y le tendió las manos para ayudarlo a levantar. LeeTeuk se levantó trabajosamente, parecía un borracho que había perdido el equilibro, KangIn lo sostuvo entre sus brazos, pero las piernas de LeeTeuk parecían de gelatina.

- Hyung… ¿en serio no puedes? ¿Te duele en algún lugar? - Agregó preocupado

- Llévame en tu espalda - Pidió LeeTeuk con una expresión de dolor absoluta, parecía estar al borde de la muerte. KangIn lo dudó por unos segundos, aquello era lo más vergonzoso que haría en su vida. ¡Cargar a otro hombre en la espalda! ¿Qué pensaría la gente en la calle? Pero la salud de LeeTeuk era importante y bueno, ¿que más daba que un par de idiotas a quienes jamás iba a conocer se burlaran de él?.
Tomó a LeeTeuk por los hombros como a un muñeco y se agachó, el líder le pasó los brazos por el cuello y se empujó quedando sobre la espalda de KangIn. Descubrió que no era tan pesado como esperó, quizás un poco más que una chica, sería fácil llegar con él hasta la entrada de la escuela, ahí podrían tomar un taxi.

- ¡El bolso! ¡El bolso! ¡No te olvides del bolso! - Chilló LeeTeuk dándole puñitos en la espalda cuando iban saliendo del salón. KangIn maldijo un par de veces y regresó sobre sus pasos y recogió el estúpido bolso, se lo entregó a LeeTeuk en su espalda.

Bajó por las escaleras cuidadosamente y atravesó las canchas de Fútbol y Basketball que parecieron más extensas con el peso del líder encima suyo. La entrada de la escuela estaba desierta y al llegar ahí, KangIn bajó a LeeTeuk de su espalda planeando salir a la calle para abordar el taxi. Y maravillosamente LeeTeuk quedó perfectamente de pie a su lado cuando se bajó, se acomodó el cinturón del uniforme de Taekwondo que se le había desamarrado un poco gracias a KangIn.

- Gracias DongSaeng, pero puedo caminar desde aquí - Dijo LeeTeuk con una sonrisa, ningún rastro de ese profundo rostro adolorido de minutos antes.

- ¡¿Qué DEMONIOS?! - Gritó KangIn comenzando a entender que había sido víctima de otra de sus entupidas bromas - ¡TE VOY A MATAR DE VERDAD! - Le gritó y LeeTeuk salió corriendo calle abajo riéndose como un loco con esa risa suya tan particular, mientras el menor lo perseguía gritando todo tipo de maldiciones e improperios.


Continuará…

Notas de Helsic: xD tuve que aguantarme para no permitirme escribir una escenita lemon con los uniformes de Taekwondo *A* se me hizo sexy!


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