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El ángel y el Demonio por Helsic

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Notas de Helsic:
Debo agradecer la increíblemente útil ayuda de Shingo >3! Hehe sigo pensando que él debería escribir un fic! Siempre tiene tan buenas ideas! *.*


El ángel y el Demonio
~ Capitulo 11 ~
La verdadera pelea




Corrió tras LeeTeuk aproximadamente unas cuatro cuadras, pero el mayor lo adelantó en un cruce de un semáforo pues tuvo que esperar el cambio, el delgado cuerpo del líder se perdió entre un tumulto de gente y KangIn desistió de la idea de seguir corriendo, en primer lugar porque por mucho que corriera ya no le daría alcance con toda esa ventaja y en segundo lugar porque su cuerpo no daba más. Estaba exhausto, se sentía igual que al finalizar una práctica de coreografías en la academia. Se recostó en el semáforo esperando a que este cambiara y cuando este lo hizo continuó caminando a paso normal, deseando que su respiración volviera a la normalidad. La escuela no quedaba muy lejos de los apartamentos, ya había recorrido casi la mitad del camino, pero después de caminar un poco más tomó el transporte público, no estaba de buen genio y quería llegar pronto a casa porque moría de hambre. Ya tendría tiempo de cantarle unas cuantas verdades a LeeTeuk en el apartamento.

¡Y es que aún no podía creerlo! Esa era la peor vergüenza que había sentido desde que un niño le había pegado en la escuela elemental y una niña lo había defendido. ¡Cargarlo en la espalda! Dios, debió haber parecido un idiota caminando con él a través de las canchas y el muy sinvergüenza debió haber estado sonriendo con satisfacción sin que pudiera verlo, burlándose de su buena voluntad.

Al cabo de 10 minutos llegó a su destino, subió las escaleras arrastrando los pies y cuando entró en el apartamento, varios ojos malhumorados lo observaron desde la sala. Allí estaban DongHae, SungMin, EunHyuk, Shindong y HeeChul quien al parecer había ido de visita con Hangeng, estaban todos alrededor de LeeTeuk quien estaba acostado en el mueble con cara de desahuciado, tenía el traje de Taekwondo abierto en la parte de encima y se frotaba el estómago como si estuviera siendo víctima del peor de los cólicos. De hecho su estómago lucía un feo morado ahí donde le había dado la patada. SungMin le estaba vendando el brazo derecho con sumo cuidado y cuando KangIn les saludó sintió como si seis escopetas le hubieran apuntado a la cabeza.

- Así que llegaste primero - Murmuró KangIn entrando en la sala ignorando las miradas acusadoras - Y veo que ya te estás quejando -

- ¡Hyung! - Gritó DongHae de pronto, había preocupación en sus ojos - ¡No debiste golpearlo! -

- ¡De que estás hablando DongHae! Él me pegó primero - Le respondió altaneramente y se señaló la mejilla hinchada y el labio levemente partido en una esquina, ya no había sangre, pero se notaba la piel enrojecida. Los demás se sorprendieron ante la nueva revelación.

- No me gusta que se peleen - Murmuró Eunhyuk con voz apagada ayudando a SungMin con le vendaje del brazo pues LeeTeuk no dejaba de quejarse diciendo que le dolía y que no podía moverlo libremente.

- ¡Pero si sólo fue un combate de Taekwondo! - Se quejó KangIn comenzando a molestarse. ¿Porqué todo el mundo se ponía siempre de parte de LeeTeuk?

- Eres cinturón negro, es obvio que ibas a ganarle - Dijo de repente HeeChul quien nunca medía sus palabras al hablar - ¿Qué querías probar? -

- ¡No quería probar nada! - Exclamó KangIn alzando la voz. Ahora si que estaba molesto ¿Qué pretendía decir HeeChul con esa pregunta? - ¡No necesito demostrar nada! - Agregó manoteando.

- Hyung… pero tu eres cinturón negro… - Murmuró ShinDong asustado - Un cinturón negro jamás se aprovecharía de otros alumnos con un grado inferior… -

- ¿Aprovecharme? - Gritó KangIn sin poder creer que estuvieran diciendo eso.

- Acéptalo YoungWoon-shii - Dijo de nuevo HeeChul - Para nadie es un misterio tus intenciones con JungSu -

- ¡¿Qué demonios estás queriendo decir?! - Rugió KangIn completamente enojado y azorado, se sentía acorralado en medio de lobos al acecho.

- Que le tienes envidia - Continuó HeeChul - ¡Y que quisieras ser tú el líder! -

- ¡Estás loco! ¿Por qué envidiaría a un líder tan torpe? - Se quejó KangIn sintiendo la garganta seca y la cabeza caliente.

- ¡Malo YoungWoon-shii!, ¡eso malo!, mucho malo, no diga torpe a Hyong JungSu - Exclamó Hangeng frunciendo el ceño, el Chino nunca entendía las cosas y justo ahora tenía que entenderlas y meter sus narices en su contra, pensó KangIn al escucharlo hablar.

- No soy ningún malo, no soy el ‘malo’ de esta historia y sólo fue un estúpido combate de Taekwondo les guste o no - Finalizó sintiendo que si seguía discutiendo la conversación no llegaría a ninguna parte, además el silencio de LeeTeuk no ayudaba a arreglar las cosas.

- Por favor… no peleemos por esta tontería, sobreviviré eso es lo importante - Dijo de pronto LeeTeuk con una sonrisita , Todos sonrieron con el comentario de LeeTeuk sintiendo que destruía la atmósfera incómoda. Pero KangIn no sonrió. KangIn estaba realmente enojado, como no había estado en los últimos días, realmente deseó golpear ese rostro angelical, realmente deseó que desapareciera de su vista, las palabras de HeeChul continuaban en su cabeza haciendo eco, pero misteriosamente su rabia no era canalizada hacía HeeChul, el culpable de todo era el líder, sólo el líder.

- Hyung, eres tan noble - Dijo DongHae casi con devoción y KangIn sintió ganas de trasbocar, se dio media vuelta sin decir más nada y se metió en su habitación cerrando la puerta fuertemente.

Una vez adentró se tiró en su cama y la patio y golpeó con los puños. Aquello era tan injusto, aunque fuera sólo una tontería, KangIn en realidad se sentía mal, no era sólo por el Taekwondo, era porque sentía que se estaban burlando de él, que lo subestimaban y si algo odiaba KangIn, era ser subestimado. Se quedó en su habitación por cerca de una hora, hasta que el hambre lo obligó a salir de su encierro. Fue a la cocina buscando algo para comer y se alegró de no encontrarse a nadie en el pasillo, al parecer Hangeng y HeeChul se habían ido ya y los demás probablemente estaban en sus habitaciones, como fuera mientras no se los encontrara estaría bien. No quería ser grosero con ninguno de ellos, ¡no quería tener problemas con nadie! Lo único que quería ahora era comer, tomarse un buen vaso con leche e irse a dormir. Sus piernas se lo pedían a gritos, necesitaba descansar si mañana quería continuar con su jornada estudiantil.

Encontró en la olla su porción de arroz que probablemente SungMin habría preparado, también encontró una porción de cerdo cocinado con salsa de Soya, lo calentó rápidamente y se lo comió directamente en la olla, al probar el sabor se dio cuenta inmediatamente que el cocinero había sido Yesung. Estaba más picante de lo normal y un poco más simple. Se lo comió sin remilgar, se tomó su sagrado vaso con leche y se lavó los dientes en el espacioso baño al final del pasillo. Se mojo la cara y las manos por un buen rato, aún la sentía caliente por la rabia, quería simplemente relajarse y dormir. Pero tuvo que irse mojado a su habitación, habían unos boxers blancos con rallas verde militar colgados en vez de la toalla (Por poco se seca la cara con ellos). Caminó con el rostro mojado hacía el cuarto, extrañado del silencio en el lugar pero alcanzó a divisar luz saliendo por la ranura de la puerta del cuarto que ahora compartía DongHae con EunHyuk, probablemente estarían allí viendo alguna película o perdiendo el tiempo con algún videojuego.

Entró en la habitación y lo primero que vio fue a LeeTeuk acostado en su cama con un libro de cubierta marrón, quien lo viera pensaría que era un intelectual enfrascado en su lectura ¡Inclusive tenía puestas unas gafas de marco negro!. KangIn tiró la puerta para cerrarla, ignorándolo por completo. LeeTeuk se había quitado el uniforme de Taekwondo y este yacía tirado en una esquina al lado del armario, ahora vestía el pantalón de su pijama azul claro y una camiseta esqueleto blanca un poco holgada. KangIn reparó en que el líder aún conservaba el vendaje en su mano y por unos momentos pensó en si realmente le habría golpeado fuerte o sería sólo pantalla de LeeTeuk para lucirse con los demás. Instintivamente se llevó una mano a la mejilla y la notó caliente, al día siguiente tendría un feo bulto ahí de seguro, pero él no estaba quejándose de nada, no estaba pavoneándose frente a los demás para llamar su atención. Había sido un combate de Taekwondo y era natural salir golpeado.

- ¿Cómo está tu mejilla? - Preguntó LeeTeuk quien retiró su mirada del libro y se quitó las gafas dejándolas en la mesita al lado de la lámpara, pero se quedó recostado en la cama girándose de medio lado-

- Bien - Respondió escuetamente KangIn , le dio la espalda y comenzó a empacar los cuadernos que necesitaba para el día siguiente en la escuela.

- ¿Estás enojado? - Preguntó LeeTeuk.

- No - Respondió dogmáticamente el menor.

- No vas a poder engañar a tu apuesto e inteligente Hyung - Comenzó a decir LeeTeuk sentándose en la cama, KangIn se lo imaginó sonriendo con suficiencia a su espalda - No te preocupes por lo que digan los demás, es natural que quieran y cuiden a su líder -

 

- Cállate - Dijo KangIn. Estaba a punto de explotar, si seguía escuchando la voz de LeeTeuk seguro que reventaría y no quería despertar a los titanes que vivían en lo más recóndito de su infierno interior.

- Oh vamos Dongsaeng, No me dirás que estás enojado por una tontería como esta… - Agregó con cierto tono en la voz que hizo que la gota se derramara del vaso en KangIn.

El menor se giró rápidamente, sus puños estaban cerrados fuertemente, había furia contenida en sus ojos oscuros, miraba a LeeTeuk como si en cualquier momento fuera a saltarle encima y a golpearle la cara. Estaba tan molesto que, todas las palabras se abultaron en su garganta y las vomitó sin reflexionarlas, simplemente corrieron libres como palomas.

- ¡Enojado! ¿Quieres saber por qué estoy enojado? ¿Quieres saber porqué estoy aquí parado sintiéndome como un imbécil? - Respiró fuertemente antes de continuar - ¡Por tu culpa! ¡Todo es por tu culpa! Es porque entraste a mi vida a desequilibrarlo todo, todo estaba bien hasta que llegaste ¿sabes? Yo tenía el control de todo pero llegaste tu ¿Entiendes? - LeeTeuk abrió la boca ligeramente ante la revelación, pero KangIn parecía ser una mole imparable que se venía cuesta abajo por una montaña, todo lo que había sentido desde que había conocido al mayor afloró en su interior y las palabras salieron fácilmente - No entiendo como puedes ser nuestro líder, No entiendo como puedes ser tan torpe, como puedes ser tan manipulador, no entiendo como todos se pueden poner de tu parte siempre, no sabes como me molestan tus tonterías, pareces un niño malcriado e inmaduro ¿Crees que eres divertido? ¿Crees que es divertido burlarte de mi? ¡Pues no lo es! Odio que lo hagas, ¡tu compañía sólo logra molestarme! -

Estaba respirando fuertemente, inclusive creyó que su corazón latía más rápido, los nudillos estaban blancos por la fuerza que hacía y ahí continuaba LeeTeuk en silencio, mirándolo solamente. Entonces KangIn notó la mirada del mayor. Se percató de cuan infinitamente vacía y triste parecía ahora. Esos ojos negros que siempre estaban llenos de energía y viveza, ahora yacían exánimes y turbios. De repente LeeTeuk parecía más delgado y frágil sentado con las manos encima de sus rodillas, manteniendo escondido entre ellas algo que KangIn no se había percatado hasta ese momento.

- ¡Di algo! - Habló KangIn aturdido, no soportaba ese silencio y el constante movimiento nervioso de los dedos de LeeTeuk sobre sus rodillas. El mayor bajó la cabeza y su rostro se perdió entre sus cabellos desde la perspectiva de KangIn, abrió las manos y el menor pudo apreciar una par de banditas (De esas que te ponen en las heridas las mamás cuando eres niño). Las manos de LeeTeuk temblaban ligeramente sostenido las banditas y KangIn sintió como si el silencio fuera un animal nauseabundo que salía por debajo de las camas y comenzaba a consumir la habitación lentamente.

LeeTeuk levantó el rostro después de unos eternos segundos de angustia y miró a KangIn. Los ojos estaban vidriosos y había una limpia sonrisa en su rostro, demasiado tersa, demasiado perfecta. Aquello era una máscara. El rostro de LeeTeuk parecía modelado en cera y KangIn sólo pudo desviar la mirada ante esa visión. La rabia transformándose en algo extraño y pegajoso dentro de su pecho, algo que no entendía y que temía entender.

- Esta bien - Habló LeeTeuk y le ofreció las banditas estirando las manos, KangIn las tomó desconfiadamente y con toda la parsimonia del mundo el líder se levantó se giró, corrió las cobijas de su cama, se metió dentro de ellas, le dio la espalda a KangIn y simplemente dijo - Que descanses - Luego de esto, pareció quedarse dormido.

Y KangIn se quedó unos segundo más parado en medio de la habitación como un idiota, con las banditas en la mano, con miles de sentimientos encontrados chocándose en una lucha colosal dentro de su pecho, bajó la cabeza y cerró los puños arrugando las banditas, las tiró sobre la mesa, apagó la lámpara y se metió en su cama sin decir nada más.

***

Al día siguiente durante el desayuno, el líder brilló por su ausencia pues no desayunó con ellos, se quedó durmiendo por lo que EunHyuk le guardó su porción de arroz en la nevera. KangIn reparó en el espejo del baño que su mejilla lucía ahora más colorada, frunció el ceño molesto y tuvo que regresar al cuarto y ponerse una de las banditas que en la noche anterior el líder le había ofrecido. LeeTeuk continuaba en su cama, dándole la espalda, parecía un bulto blanco amorfo y el menor se alegró de que fuera así, no quería enfrentarse con él de nuevo en la mañana.

En la escuela, finalmente el profesor les entregó a todos los resultados de los exámenes, KangIn vio con total asombró su puntaje y no pudo evitar gritar un “¡WOW!”. No sólo había ganado el examen, su calificación era una de las más altas de la clase, el profesor se acercó a felicitarlo y había también un poco de sorpresa en su rostro.

- Ha mejorado señor Kim ¿Estudió bastante el fin de semana? - Le preguntó, KangIn se giró aún con el examen en las manos.

- ¡Si señor! - Aceptó no pudiendo ocultar su emoción - Un amigo me… ayudó… - La palabra amigo le supo a queso podrido en la boca e inmediatamente la imagen de LeeTeuk pasando la noche en vela sólo por ayudarle a estudiar llegó a su mente como una ráfaga de viento helado.

- Felicitaciones, esos son los amigos que valen la pena - Dijo el maestro y se alejó hacía otro estudiante que lo llamaba pidiéndole explicación acerca de un ejercicio del examen.

KangIn guardó el examen y decidió no pensar más en LeeTeuk, si bien el mayor había sido bueno con él, esa no era razón suficiente para sentirse mal, lo que le había dicho en la noche había sido completamente la verdad, salió de su corazón y necesitaba decirlo, si no lo hacía iba a explotar, de eso estaba seguro. La mañana pasó sin novedades hasta la hora del almuerzo, en el descanso decidió que hablaría con su novia. Se había comportado de manera extraña y no había razón alguna para no continuar siendo el KangIn de siempre. Le gustaba esa chica y no iba a perderla por culpa de… por culpa de ese Hyung…

La buscó durante un buen rato por los pasillos sin éxito y tuvo que preguntarle a una de sus amigas que pasaba casualmente por ahí. La chica le dijo que la había visto cerca de los baños femeninos hacía unos minutos y KangIn salió corriendo para allí. Cuando llegó al piso correspondiente aminoró el paso y la divisó recostada a unos casilleros, habían otras dos chicas con ella. Se escondió tras los casilleros y se acercó sigilosamente, quería tomarla por sorpresa, abrazarla por la espalda y darle un beso en la mejilla. Se acercó un poco más escondiéndose justo atrás de ellas y entonces cuando estaba a punto de salir de su escondite, las escuchó hablar.

- ¿En serio no vas a terminarle? - Dijo una de las chicas que estaba con ella.

- ¡Claro que no! - Exclamó ella un poco molesta - Esto es sólo un pequeño desliz… -

- Pero… pero ¿Qué pasará con KyungMi oppa? - Dijo la otra chica - ¿Seguirás con él también? -

- Youngwoon ha estado muy descuidado últimamente - Dijo su novia con seguridad - Una chica como yo merece atención, KyungMi es amable y atento, así que no veo porque no debo hacerlo -
- Pero… ¿Por qué no terminas con Youngwoon? Será más fácil ¿no? - Dijo la otra chica.

- Son tontas ¿verdad? ¿Cómo creen que voy a terminarle a un chico que podría convertirse en un Idol? Estoy saliendo con un chico de SM, es una oportunidad única - Las chicas rieron y KangIn sintió que se moría mientras escuchaba esas palabras.

- ¿Pero que pasará si se entera? - Preguntó otra chica.

- Si, ¿que pasará si me entero? - KangIn salió de su escondite, con las manos cerradas fuertemente en dos puños amenazadores, las tres chicas saltaron asustadas y se giraron inmediatamente, su novia estaba pálida como un papel ante la inesperada aparición - Así que sólo soy una especie de trofeo… ¿verdad? - Ella comenzó a negar con la cabeza, estaba tan asustada que ni siquiera podía hablar. - No soy tuyo ¿me entiendes? No soy tu trofeo y yo que estuve pensando en que esto valdría la pena… hemos terminado - Finalizó, la miró altivamente y se alejó caminando del lugar, a sus espadas escuchó los sollozos de ella y las palabras de consuelo de las otras dos chicas.

***

Mierda, lo que faltaba para que ese día fuera un completo desastre. Había terminado con su novia y lo peor de todo era haberse dado cuenta de las ‘razones’ por las cuales ella estaba con él. ¿Cómo podría una persona estar con él sólo por esa razón? Cuan vacía y superficial le pareció esa relación de repente y como era de esperarse, eso le recordó a LeeTeuk. LeeTeuk y sus palabras profundas sobre relaciones verdaderas, LeeTeuk y su excepcional sonata de piano, LeeTeuk y sus sentimientos puros y maduros. Frunció el ceño llegando cinco minutos temprano al entrenamiento vespertino en la academia de SM. Algunos chicos habían llegado ya y como era costumbre, el líder llegó tarde, corriendo con su bolso rojo atestado de cosas que se caían al suelo por los lados.

- ¡Hola Dongsaengs! - Saludó el líder y dejó el bolso en una esquina, tenía la voz agitada por la corrida, los menores le devolvieron el saludo con entusiasmo. KangIn se quedó mirándolo y se preguntó si estaría enojado con él, ¿Qué estaría pasando por la mente del líder en esos momentos? ¿Estaría pensando en todas las cosas que le dijo en la noche? Seguramente recibiría un reproche, quizás discutirían acaloradamente, pero fuera lo que fuera, KangIn estaba dispuesto a enfrentarlo, aún había muchas cosas por decir.

Pero el líder no hizo nada de lo que pensó que haría, una vez más lo sorprendió con sus acciones inesperadas ¡Y valla que si lo sorprendió! LeeTeuk le sonrió con amabilidad, con una amabilidad demasiado perfecta e irreal. ¿Estaría siendo hipócrita al sonreírle? Se preguntó en ese instante, pero aunque tratara no podía encontrar malicia en esos ojos oscuros. Toda la tarde en la que estuvieron practicando, sus ojos nunca se encontraron, sus palabras nunca se cruzaron directamente para algo más que lo referente a la práctica, era como existir y no existir al mismo tiempo, porque estaba ahí a su lado, pero estaba siendo completamente ignorado.

Y entonces luego de un par de horas lo comprendió. No estaba siendo ignorado, no era eso, LeeTeuk le hablaba con tanta naturalidad que le asustaba, si KangIn opinaba sobre algo, LeeTeuk lo escuchaba, si se equivocaba, LeeTeuk le daba algun consejo, entonces ¿Cuál era la diferencia? ¿Porqué se sentía tan distinto?.

En la mirada de LeeTeuk no había odio, no había rabia, no había malicia, no había tristeza no había…

No había nada.

Esa era la espantosa verdad. No había nada en esa mirada como tampoco en sus palabras amables. Y entonces fue cuando notó la diferencia. Cuando notó cuan especial había sido tratado antes, cuanta atención el mayor dirigía sólo para él, cuantas miradas cargadas de un algo invisible que no podía explicar, pero que definitivamente podía sentir sobre la piel. Todo en él había cambiado drásticamente todo rastro de cualquier tipo de sentimiento había desaparecido para dejarle esa terrible y desagradable sensación de haber perdido a tu madre en medio de una calle concurrida cuando sólo tienes cuatro años, una vacuidad absoluta y devastadora.

- Lo haz hecho mejor hoy - Le dijo LeeTeuk con una sonrisa mientras tomaban un receso. Dios, cuan fría y seca había sido esa frase. ¿Dónde estaba la ironía? ¿Dónde estaba el LeeTeuk que no perdía oportunidad para burlarse de él?

- Gracias, tu también lo has hecho bien - Le respondió y sus palabras sonaron ajenas también. Era como si las hubiera dicho otra persona.

- Gracias, esforcémonos al máximo - Dijo LeeTeuk alzando un puño sin dejar su sonrisa esculpida en cera, perfectamente dolorosa e irreal. Le colocó una mano sobre el hombro en un gesto amistoso.

Luego se alejó hacía los demás, hacía Hangeng que le pedía ayuda con su Koreano mal pronunciado y KangIn se quedó allí de pie, sintiendo aún la mano de LeeTeuk sobre su hombro como si hubiera sido grabada con fuego, aquel vacío apoderándose espantosamente de todo su cuerpo.

Pero quizás sólo era cuestión de acostumbrarse.
Quizás... era mejor así.


Continuará

Nota de Helsic:
;A; maldeeeto KangIno las cosas q le dijo a Teukie T-T
No sabía como poner lo de las 'banditas' xq no se como se llaman en otros países, aquí les dicen "curitas" pero puse banditas xq así también le dicen a eso, en todo caso son unos pedacitos rectangulares de espadarapo q te ponen en las heridas D:!


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