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El ángel y el Demonio por Helsic

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Notas de Helsic:
Gracias a todas por leer las sarangheo mucho *-*


El ángel y el Demonio
~ Capitulo 13 ~
El castigo de la indiferencia




Pocas cosas en la vida le habían producido tanta adrenalina, recordó por ejemplo aquella vez cuando tenía 9 años y se montó por primera vez en la montaña rusa roja (la de la gente grande) y aquella vez cuando había besado a una chica por primera vez a los 14 años (Un pequeño beso en los labios por una apuesta tonta). Pero ese par de anécdotas parecían ser apenas algo frente a la sensación que ahora lo envolvía como una brasa ardiente, sus labios se habían posado sobre los de LeeTeuk.

Todo había pasado de manera muy extraña, porque KangIn no era gay, no le gustaban los chicos, jamás se había sentido atraído hacía ninguno y su Hyung parecía tampoco tener este tipo de inclinaciones, por eso el beso parecía estar fuera de contexto, no tenía sentido, parecía algo demasiado ilógico para ser real.
Pero era real. Sobre todo porque en cuestión de segundos, LeeTeuk había abierto los labios quizás para gritarle y KangIn había metido su lengua dentro de su boca, estaba moviendo sus labios de manera inconciente, aquello era instinto, puro y primitivo impulso. Fue correspondido por el mayor quien lo besó con fuerza, fue extraño porque nunca imaginó que LeeTeuk podría ser tan rudo. No con ese cuerpo tan delicado y esa carita de ángel, pero sus labios parecían querer tragárselo vivo, lo abrazaban y lo envolvían por completo, aquello parecía más una guerra de supremacía que un beso mismo.

Era demasiado caliente y demasiado fuerte para ser considerado un beso normal, pero le gustó y descubrió con asombro como su entrepierna le traicionaba y se erguía ante el estímulo, sus mejillas ardían al igual que sus orejas y el tiempo se paralizó por esos eternos segundos en los que se besaron conteniendo la respiración. LeeTeuk mordió su labio inferior y el lacerante dolor sólo logró encenderlo más, ahora lo deseaba más.

Finalmente las manos de LeeTeuk lo empujaron con fuerza cortando el beso, empujándolo hacía atrás haciéndole perder el equilibrio repentinamente, KangIn calló sentado en la cama del mayor y el mundo volvió a configurarse frente a sus ojos, recordó donde estaban y lo que había ocurrido antes del beso, observó al líder quien tenía los labios entre abiertos, su pecho subía y bajaba enérgicamente con la respiración agitada, el dibujo de sus cejas estaba fruncido sobre su frente, pero lo más apremiante era su mirada llena de duda. Esos ojos negros como él petróleo que lo miraban fijamente, confundidos, desconcertados, descolocados por completo. Y KangIn adoró ser el causante de esa inestabilidad, aunque por supuesto sabía que él debía verse un tanto similar al líder, pues sentía como el corazón le bombeaba la sangre con más rapidez, fue consciente de su propia respiración y del calor en sus mejillas.

Unos segundos de tención pasaron antes de que el mayor saliera de la habitación. En realidad había corrido despavorido hacía la puerta y la había cerrado de golpe dejándolo sólo. KangIn se llevó una mano a los labios y aún sintió la ligera humedad y como si esto le hubiera traído de regreso al planeta tierra luego de un letargo, pareció comprender la magnitud de lo que acababa de hacer.

¡Lo había besado!
Había besado a LeeTeuk, a su Hyung, a un hombre…

Aquello le aterrorizó por completo y la adrenalina causada por el beso pasó a convertirse en auténtico miedo y preocupación. ¿Por qué lo había hecho? ¿Por qué LeeTeuk le había correspondido? Por que lo había hecho ¿verdad?, el mayor había abierto la boca y había permitido que su lengua entrara, lo había besado con fuerza, lo había hecho. No era su culpa, él otro le había besado.

Te besó porque lo besaste a él primero.

Y era cierto, esta vez no podría luchar contra su subconsciente porque aceptaba que tenía toda la razón. Tuvo miedo de salir de la habitación y encontrarlo de nuevo, así que sólo se puso la pijama y se metió en su cama. Esa noche no durmió nada y LeeTeuk nunca regresó a la habitación.

***

Al día siguiente no cruzó ninguna palabra con el líder, debido a que este no estaba cuando desayunó para irse a la escuela, mejor así, pensó mientras se ponía el maletín en la espalda y salía con los demás para sus diferentes escuelas. Esa mañana fue la peor de todas, estuvo tan distraído que en tres ocasiones dos profesores le habían regañado por no prestar atención en clase. En el descanso había escuchado a su ex novia hablando con unas amigas, no porque la estuviera espiando o algo parecido, EunJin parecía estar hablando con un micrófono pegado a su mejilla para que, por supuesto él pudiera escucharla.

- ¡JungSu oppa es un amor! - Comentó la chica pavoneándose frente a las otras dos que la miraban con expectación - Ah que chico taaaan atento y taaan caballeroso, si que sabe como tratar a una mujer - Comentó y luego soltó una risita y sus amigas se unieron a aquel macabro coro de brujas.

Y yo me besé con tu novio…

Pensó KangIn mientras pasaba por su lado y continuaba caminando sin prestarle mayor atención. Menuda locura era esa. No era gay, no era gay ¡No era gay!. ¿Entonces que había sido eso?. Se dirigió a la biblioteca de la escuela y terminó sentado en una de las mesas mirando libros referentes a la psicología de las inclinaciones sexuales y ese tipo de cosas. No encontró una respuesta puntual para explicar lo que le había sucedido esa noche con su Hyung, pero si muchos detalles e información que sólo lograron ponerlo más nervioso. Cosas acerca de la homosexualidad y bisexualidad que él nunca imaginó y que a decir verdad hubiera preferido no saber. Según el libro podría estar a la vuelta de la esquina y cualquier hombre que se considerara heterosexual, podría llegar a tener una experiencia con otro hombre y estaba dentro de su propia naturaleza. Cerró el libro sintiéndose más preocupado que antes de abrirlo. ¿Cómo afrontaría aquella locura?.

Cuando regresó al apartamento en la tarde, se dio cuenta de que las cosas de LeeTeuk habían desaparecido de la habitación en vez de eso estaban las de SungMin. Consternado se asomó en las otras habitaciones y entonces vio que ahora ShinDong compartía habitación con el líder.

LeeTeuk lo estaba evitando.

Y era natural considerando lo que había pasado, quizás era lo mejor, alejarse el uno del otro antes de que ocurriera otra paranoia absurda. Suspiró sintiéndose demasiado cansado para ir al entrenamiento vespertino, pero era su obligación, así que se cambió el uniforme y se puso la ropa deportiva que siempre usaba en las prácticas.

Estuvo toda la tarde tratando de aprender la coreografía, pero la distracción llamada ‘LeeTeuk Hyung’ no le dejaba concentrar, siempre su mirada le buscaba, le vigilaba como un animal al acecho y al final de la tarde creyó que había memorizado todos sus gestos y expresiones. Hubo un momento en el que sintió el impulso de hablarle, de continuar la conversación que habían tenido el domingo en la noche, pero… ¿Para qué? ¿A dónde quería llegar con eso?

Averiguar el significado de ese beso.

Descubrir lo que opinaba LeeTeuk al respecto, saber que pasaba por su mente. Pero KangIn sabía muy bien que una oportunidad para hablar no sería posible, no después de haberle dicho todas esas cosas espantosas semanas atrás cuando se enojó y se lo soltó todo de una vez, lo de su ex novia era sólo una consecuencia lógica de los acontecimientos, él se había comportado impulsivamente, había comenzado esa absurda pelea. Pero a esas alturas ya no habría vuelta de página, no creía que el orgullo del mayor (ni el suyo propio) les permitiría volver a ser cercanos como antes.

La tarde murió e hizo bastante frío para ser sólo Otoño, terminaron la práctica, pero como no lo había hecho muy bien, KangIn decidió quedarse un rato más practicando sólo. Al cabo de lo que pareció una hora, se dirigió al baño al baño para cambiar su ropa sudada y volver al apartamento. Una vez en el baño, mientras terminaba de cambiarse la ropa y se mojaba la cara, alcanzó a escuchar un débil sonido lejano como de música. Ya eran más de las 7 y el recinto estaba considerablemente sólo, se asomó al pasillo con curiosidad aún escuchando la música, esta vez reconociendo que se trataba de un piano. Subió por las escaleras y efectivamente se dio cuenta de que el sonido llegaba desde la sala de música. Caminó suavemente hasta allí pues no quería ser descubierto, presentía que quien tocaba el piano era su Hyung.

Cuando llegó a la sala de música, encontró que la puerta no estaba con seguro así que la abrió gradualmente procurando no hacer ruido. Se asomó sólo un poco y pudo divisar el delgado cuerpo de LeeTeuk sentado al frente del gran piano negro. Estaba tocando y la melodía era infinitamente triste y bella. Observó como se mecía al tocar y entonces fue cuando notó su rostro.

LeeTeuk estaba llorando.

Gruesas lágrimas rodaban por sus mejillas mientras tocaba, lágrimas que corrían libres sin que nadie las limpiara, el mayor simplemente tocaba con los ojos cerrados y con el ceño ligeramente fruncido, las lágrimas eran silenciosas, el único sonido que podía escuchar era el amortiguado y exquisito eco de las teclas en el piano, como sólo él podía tocarlo. Y entonces el LeeTeuk de sonrisa torcida y mirada desafiante pareció ser sólo un recuerdo borroso e irreal, ahora sólo podía ver a un delgado joven de rostro de porcelana, indefenso y a punto de romperse.

KangIn se mantuvo expectante, sólo mirándolo, la culpa se manifestó en su pecho como el sabor desagradable del queso rancio, se sintió dueño de esas lágrimas aunque no estaba seguro que fueran por su causa. LeeTeuk terminó la última nota y se quedó observando las blancas y negras teclas por unos segundos en lo que el silencio consumió la habitación como un fuego calcinador, un silencio desesperante que le hizo sentir ínfimo. Entonces fue cuando escuchó eL débil sollozo que se esparció por todo el lugar potenciado por el vacío y el silencio, KangIn notó como la espalda de LeeTeuk se sacudió levemente conforme los sollozos se hicieron más audibles, se llevó las manos a la cara por unos instantes y apartó las lágrimas con rabia y brusquedad, como si peleara contra un enemigo invisible. KangIn se giró y se recostó en la pared al lado de la puerta. ¿Por qué se sentía como si le estuvieran sacando el corazón por la boca con un embudo? Se llevó una mano al pecho asustado, completamente desconcertado con ese extraño sentimiento y lo único que atinó a hacer, fue salir corriendo como un soldado que deserta en una guerra. Como un verdadero cobarde.

 

***

Luego del episodio del piano, el distanciamiento entre ambos creció como el enorme agujero dejado por una bomba nuclear, se hizo completamente evidente, porque si en semanas anteriores, LeeTeuk había sido amable y cordial, ahora se había convertido en un absoluto témpano de hielo (Por supuesto sólo con KangIn) y los demás pudieron notar con claridad este cambio dramático en su actitud. LeeTeuk ni siquiera posaba sus ojos sobre KangIn, ni siquiera cuando desayunaban o comían juntos en el apartamento en situaciones en las que era inevitable cruzar palabras o miradas. KangIn comenzó a sentir como si la indiferencia de LeeTeuk estuviera cavando una lóbrega tumba todas las noches mientras él dormía para luego empujarlo cuando lo tomara desprevenido. Y la verdad era que KangIn ya no se sentía enojado, ahora se sentía culpable y sólo. Si bien habían muchas personas agradables a su alrededor (Como los compañeros del grupo por ejemplo) extrañaba la voz del líder, su sonrisa inocente, su actitud inesperada, pero sobre todo ese calor que le transmitía cuando estaba a su lado, esa sensación de que ‘todo iba a estar bien’ si era él quien manejaba las cosas. Sonrió amargamente cuando el manager les había anunciado que el campamento de convivencia había sido programado para el fin de semana siguiente y que ya habían enviado solicitudes de permiso para los primeros días de la semana a sus respectivos colegios.

Campamento de Convivencia…
¡Lo que faltaba! Más tiempo juntos para que LeeTeuk tuviera la oportunidad de ignorarlo con su actitud gélida, no quería ir al estúpido campamento, hubiera sido mucho mejor quedarse sólo en el apartamento, viendo televisión y rascándose el ombligo sin preocuparse por nada más. Pero por supuesto, tenía que ir si no quería ganarse una sanción por indisciplina. Partirían temprano el sábado, porque el viaje duraría todo el día y llegarían al sitio ese mismo día en la noche, el domingo comenzarían las actividades y el miércoles en la tarde estarían de regreso en Soul.

El viernes al terminar la tarde ocurrió algo bastante incómodo y que tomó a KangIn por sorpresa. HeeChul había explotado y les había gritado como un loco completamente enojado. Todo había ocurrido porque al finalizar el entrenamiento LeeTeuk había evitado deliberadamente hacer un ejercicio con KangIn sin dar ninguna explicación. HeeChul, quien nunca se quedaba callado cuando algo le molestaba, había gritado de repente en medio del salón sin importarle que los demás estuvieran allí escuchando.

- ¿Pero que les pasa a ustedes dos? - Había dicho manoteando - ¿Qué no ven que somos un equipo?¡No sean tan testarudos! No se que pasa con ustedes ni me importa, pero si queremos sobresalir entre los otros estudiantes y convertirnos en verdaderos ídolos, andarse con tonterías no nos va ayudar, mañana es el campamento ese ¿No se dan cuenta de que un paso en falso y estaremos fuera? -

- Hyung… cálmate - Murmuró DongHae tomándolo por los hombros pero HeeChul lejos de calmarse continuó hablando.

- ¿Qué clase de ejemplo le estás dando a tus dongsaengs? - Agregó mirando a LeeTeuk - Y tú ¿Crees que esa es la forma de comportarse con un Hyung? - Finalizó mirando a KangIn. Luego de esto, un embarazoso silencio envolvió el lugar, todos se miraron avergonzados y regresaron al apartamento sin decir nada más. En el fondo, KangIn sabía que los demás pensaban igual que HeeChul.

Esa noche KangIn empacó sus cosas para el viaje y estuvo hablando con SungMin hasta altas horas sobre las expectativas que este tenía sobre el viaje. SungMin era un chico muy noble, le gustaba mucho la delicadeza con la que hacía las cosas, era muy ordenado y siempre le veía el lado positivo a las cosas, también era muy prudente y no le preguntó nada acerca de su problema con LeeTeuk para alivio de KangIn quien aún seguía perturbado con las palabras de HeeChul que rebotaban en su cabeza.

***

Al día siguiente salieron a las siete de la mañana. Uno de los managers les explicó en el trayecto que en la academia hacían este tipo de campamentos con regularidad como parte de las dinámicas de grupo y convivencia. Casi todos los estudiantes irían incluyendo las chicas, la actividad era muy importante y les recomendó no tomárselo a la ligera y verlo más como parte del entrenamiento y no un viaje de paseo o vacaciones. KangIn vio a JayKim*, Xiah*, YunHo*, ChanMing* y a muchos más cargando sus maletines y subiendo a distintas camionetas. Se preguntó si cabrían todos en esa gran casa de campo o lo que fuera a donde iban.

Como el viaje era muy largo, pararon a almorzar hacía el medio día en un restaurante al lado de la carretera y volvieron a detenerse hacía las 5 de la tarde para que pudieran ir al baño o comprar comida si tenían hambre, se estimaba que llegarían a las 8 de la noche al destino. En esa ocasión, KangIn bajó de la camioneta para estirar sus piernas, realmente cansaba estar sentado todo el tiempo y decidió esperar frente a la estación de gasolina y autoservicio. (donde se habían detenido)

Vio que LeeTeuk se dirigía al baño del autoservicio y unos minutos después apareció Hangeng, parecía muy nervioso, tenía un papel entre sus dedos que le temblaban ligeramente.

- Youngwoon-shii - Dijo Hangeng mirando hacía todos lados perturbado - Yo teniendo hambre ¿Puede ayudar y comprar esto para yo? - Le preguntó y le mostró el papelito - Yo no entendiendo a señor de autoservicio ni entiendo precios -

- Si, pero dame el dinero - Respondió KangIn y Hangeng le dio el dinero, KangIn contó cuando había y cuando alzó el rostro Hangeng había desaparecido, alzando una ceja extrañado por el comportamiento del Chino se dirigió al autoservicio y descubrió para su completa desilusión que había una fila enorme para pagar. Comenzó a buscar las cosas que le había pedido Hangeng y estuvo un buen rato tratando de interpretar su terrible caligrafía.

Cuando finalmente pudo comprar las cosas, salió del autoservicio con una bolsita de plástico en sus manos y se encontró con el delgado cuerpo de LeeTeuk de pie al lado de la carretera con las manos en la cintura, a su lado en el suelo habían dos bultos, KangIn se acercó un poco más y entonces notó que uno de los bultos no era más que su maletín. Abrió mucho los ojos sin comprender y entonces miró hacía todos los lados y la camioneta en la que venían no estaba en ninguna parte.

- ¿Pero que demonios? - Comenzó a decir entre asustado y molesto. Entonces LeeTeuk se giró y por primera vez le habló luego de semanas de aterrador silencio. No recordaba lo suave y aterciopelada que era esa voz...

- ¡Nos han dejado! - Chilló LeeTeuk - ¡Se han ido! ¡Nos han dejado aquí! - Agregó molesto.

KangIn tragó saliva al escuchar las palabras de LeeTeuk y tuvo la vaga sensación de que le esperaban unas tormentosas horas al lado del líder, si es que conseguían de alguna forma llegar al campamento antes que de la noche se los tragara con su oscuridad.


Continuara…

Notas de Helsic:
JayKim es el vocalista de TRAX, Xiah, YunHo y Chaming son de DBSK xD aunque la aclaración sobre, pues uno nunca sabe y de pronto no los conocen D:!

Espero les halla gustado *-*


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