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El ángel y el Demonio por Helsic

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Notas de Helsic:
Wuaaa una semana sin escribir! me iba a explotar con las ideas ;A; pero el libro de HATO me quitó todo mi tiempo libre durante toda esta semana D: pero bueno no me arrepiento, todo quedó muy lindo a pesar de los contratiempos que tuvimos *-*

El ángel y el Demonio
~ Capitulo 15 ~
Los sentimientos de los hombres



LeeTeuk se quedó en silencio luego de que él dijera esas palabras tan vergonzosas y era mejor así, pensó KangIn. Porque en realidad no sabía si quería escuchar una respuesta o una opinión frente a ello, la situación ya era de por si incómoda para ambos, pero con haberlo dicho por lo menos se quitaba un gran peso de encima. Comenzó a buscar en los bolsillos de su pantalón la cajetilla de cigarrillos que siempre cargaba para momentos como ese, en los que se sentía nervioso y le apetecía fumar. Encontró el último cigarrillo que quedaba y lo prendió rápidamente con el encendedor, aspiró intensamente y sintió como el humo le llenaba los pulmones enviándole una sensación de efímero placer.

Él líder que anteriormente estaba concentrado en el fuego se giró y con una mueca de sorpresa se abalanzó sobre KangIn quien lo esquivó sorprendido y el cigarrillo casi se le cae de la boca.

- ¿Qué demonios estás haciendo? - Increpó LeeTeuk haciendo un puchero enfadado.

- Fumando - Respondió encogiéndose de hombros. LeeTeuk frunció el ceño y le arrebató el cigarrillo de los labios. KangIn vio con indignación como el mayor tiraba el cigarrillo a la hoguera. - ¡Era el último! - Se quejó.

- ¡Dongsaeng tonto! - Le regañó LeeTeuk - Perderás tu voz si sigues fumando - Agregó, KangIn iba a refunfuñar pero su Hyung tenía plena razón en ello y dijera lo que dijera saldría perdiendo la discusión.

- Aishh que molesto eres - Murmuró volviendo a mirar el fuego. LeeTeuk se encogió llevándose las rodillas contra su pecho y apoyó la cabeza ahí, parecía pensativo e inclusive perdido. El cielo seguía tan nublado como antes y la enorme luna parecía estar cubierta por una seda blanquecina, no parecía que fuera a llover (¡Dios no lo quisiera!) pero parecía que haría mucho más frío cuando llegara la media noche. Ahora ambos estaban cubiertos con abrigos, pero aún así, sentían el frío calándoles los dedos de los pies. Se quedaron un rato más en silencio solo acompañados por los cantares de los grillos perdidos en algún punto de la oscuridad.

- En realidad - Dijo de pronto LeeTeuk sacándolo de su ensimismamiento - En realidad no estoy saliendo con tu novia - Finalizó LeeTeuk sin desviar su mirada del crepitante fuego. KangIn se giró sorprendido ¿No estaban saliendo? Y más importante aún ¿A que venía eso? ¿Porqué de repente se sentía eufórico?

- Ah… ¿no? - Atinó a decir KangIn, pareciendo poco interesado en el asunto.

- No… todo fue una extraña casualidad - Explicó LeeTeuk, no podía descifrar el tono de su voz - Ese día fui a comprar unos audífonos nuevos para mi reproductor de mp3, se los había prestado a DongHae… y bueno ya sabes que hace DongHae con las cosas prestadas… - Hizo una pausa estiró las piernas y las volvió a encoger - Entonces fui al centro comercial ¿Conoces esa distribuidora de LG que queda en el tercer piso? -

- ¿Junto al almacén de Panasónic? - Preguntó KangIn realmente no muy interesado en saber exactamente donde quedaba la tal distribuidora.

- Si ese - Confirmó LeeTeuk frotándose las manos por el frío - Fui allí y como tenía un poco de tiempo decidí ir a jugar un rato a los arcades, entonces ella apareció inesperadamente con otro par de chicas, por unos instantes no la reconocí… créeme, pero entonces lentamente la recordé, una chica tan linda es difícil de olvidar - Explicó con desden - Le pregunté si estaba contigo y me dijo que no, me despedí pero ella quiso acompañarme, no pude decirle que no… es difícil decirle que no a una chica como ella, creo que entiendes a lo que me refiero y entonces fue cuando escuché la voz de Hangeng, su forma de hablar es inconfundible… ¡Y allí estaban ustedes dos! -

- Si, pasamos una bonita tarde Hangeng Hyung y yo - Dijo KangIn entre dientes.

- Bueno, debo decir que… me dejé llevar por el momento, se podría decir que estaba molesto - Explicó LeeTeuk. KangIn suspiró. - Así que no debes preocuparte por eso… -

- No me preocupa - Mintió KangIn - Ella y yo hemos terminado - Esta vez el líder giró su rostro y se quedó mirándolo con sorpresa.

- Uh… ahora todo tiene sentido - Dijo LeeTeuk y sonrió - Ella ha estado llamándome desde ese día… No se como obtuvo mi teléfono, pero, me ha estado llamando con insistencia y hablamos por horas… bueno ella habla por horas mientras yo sólo escucho -

KangIn se quedó en silencio pensativo. ¿Tan rápido lo había olvidado? ¿en realidad le había querido sinceramente en algún momento? Miró de reojo a LeeTeuk, era un chico atractivo, parecía el estereotipo de chico maduro que toda colegiala quisiera tener a su lado como novio, no le extrañaba que ella se interesara en él, recordó por unos instantes que ella se había mostrado interesada en el líder desde aquel lejano y vergonzoso encuentro en la cafetería del colegio. Aunque por supuesto cabía la posibilidad de que sólo buscara a LeeTeuk porque pertenecía SM.

- Parece ser que soy demasiado encantador - Dijo LeeTeuk con una sonrisa un tanto orgullosa.

- Si eso parece - Murmuró KangIn - Ella se mostró interesada desde el primer momento en que te vio, Inclusive se atrevió a pedirme tu teléfono -

- ¿Entonces te quité tu novia? - Concluyó LeeTeuk como entre sorprendido y avergonzado por haber llegado a esa conclusión.

- Eso quisieras… pero no, no es por ti que terminé con ella - Le respondió KangIn.

- ¿Ah fuiste tu quien le terminó? - Preguntó curioso LeeTeuk.

- Si, escuché por casualidad una conversación que ella tuvo con sus amigas - Comenzó a explicar KangIn, no sabía porque pero de repente resultaba muy fácil hablar del asunto con LeeTeuk, quizás porque había dejado de tener importancia. - Sólo estaba conmigo porque estoy en SM… - Concluyó alzándose de hombros - Ya salíamos desde mucho antes de que yo entrara a SM… Quizás nunca llegó a quererme de verdad, probablemente sólo estaba conmigo porque también ‘soy encantador’ - Finalizó usando la misma expresión que el líder había usado.

- Que chicas las de hoy en día - Dijo LeeTeuk - Probablemente me busque por esa misma razón… Parece que una vez más la soledad es mucho más segura -

- Eso era lo que quería decirte la otra noche cuando… - Se quedó callado casi instantáneamente, pues la imagen del beso llegó a su mente con una velocidad abrumadora. Sintió que sus mejillas ardían y se atrevió a mirar a LeeTeuk con el rabillo del ojo y entonces creyó ver un leve tono rosa en sus mejillas. Se quedaron en silencio de nuevo, un incómodo y largo silencio en donde sólo se escuchaban los grillos y las chicharras.

- Hyung - Comenzó a decir KangIn haciendo un esfuerzo titánico al hablar. - Lo de la otra noche… ese… ese beso - Murmuró sintiendo que la cabeza le explotaría inesperadamente y los pedazos quedarían esparcidos alrededor de la fogata. - No se que me pasó… ¡Me gustan las chicas!... en realidad no se - Trató de explicar.

- A mi también me gustan las chicas - Dijo LeeTeuk quien ahora tenía las orejas coloradas y no dejaba de jugar distraídamente con un palito sobre la hierva.

- No me malinterpretes Hyung - Continuó KangIn casi atragantadote con las palabras - Fue un descuido, una equivocación… -

- Sólo… olvidémoslo - Sugirió LeeTeuk pero su voz sonaba extraña, un tanto insegura en relación al LeeTeuk que siempre tenía todo bajo control - Es sólo una tontería sin sentido y no hay que darle importancia a las tonterías, así que vamos sólo a olvidarlo ¿Entendido? -

- Entendido - Aceptó KangIn quien sentía que el estómago se le revolvía como si se hubiera tragado a un animal vivo.

***

El tiempo parecía haberse detenido en ese panorama tan perenne. Cuando estás en la ciudad y todo se mueve, el paso del tiempo se hace más evidente (y más estresante también), pero estando allí en medio de los árboles, escuchando sólo el cantar de los grillos y la brisa haciendo mecer las ramas de los árboles contra el cielo oscuro, el tiempo parecía detenerse o su marcha hacerse infinitamente más lenta. Cuando llegó la media noche, ambos ya se habían ido a dormir, la conversación había sido sincera e incómoda. Por lo menos había dicho lo que sentía y eso era bueno, quizás luego de eso su relación con el líder volviera a ser como antes, quizás eso era lo que necesitaban, hablar sobre lo que sentían y problema resuelto. Para un hombre, expresar los sentimientos es realmente complejo reflexionó mientras yacía recostado, sobre todo porque nunca fluían las palabras adecuadas y siempre estaba el miedo a verse como un estúpido frente a la otra persona. También estaba el gigantesco problema del orgullo y es que KangIn había sido un chico orgulloso durante toda su vida, estaba en su naturaleza, era algo que simplemente se reflejaba en su comportamiento de una manera inconciente. Así pues que no podía llegar de un momento a otro, olvidarse de todo su orgullo y desnudar su alma para LeeTeuk.

LeeTeuk se removió a su lado y suspiró entre sueños. KangIn quien había tratado por todos los medios de no tocar ni un centímetro del cuerpo de su Hyung, se corrió instintivamente hacía un lado, pero la tienda era demasiado pequeña, era una tienda individual y hubiera dormido afuera de no ser por la espantosa temperatura que había descendido considerablemente. Ahora se encontraba allí al lado de LeeTeuk, sus hombros chocándose inevitable (e incómodamente) en el reducido espacio.

Hacía un par de horas que se habían acostado (o eso le pareció a KangIn) y aún no lograba dormirse, prácticamente no podía moverse, helaba espantosamente y sentía un par de piedritas tallándole la cadera aún bajo el suelo de la tienda, pero el principal motivo no era ese tipo de incomodidad, la verdadera razón era que estaba nervioso. Nunca había pasado una noche de esa forma a la intemperie, había estado en campamentos en la escuela un par de años antes, pero siempre estaba la seguridad de que un ‘adulto responsable’ cuidaba de ellos y que el lugar era seguro. Ahora no había nadie y tampoco tenían idea de donde estaban ¿Habían animales peligrosos en ese bosque? Era la pregunta que rondaba en su cabeza constantemente.

Entonces cuando creyó que iba conciliando el sueño, un ruido como de ramitas quebrándose le hizo abrir los ojos súbitamente, agudizó todos sus sentidos y el crujir de ramitas se convirtió en pisadas suaves y lentas. Como las de un animal al asecho. La piel se le puso de gallina y de repente sintió más frío del que de por si hacía, lentamente esas pisadas se acercaban, se escuchaban más cercanas y entonces unas sombras extrañas se movieron por encima de la tienda, creyó ver la sombra de una aterradora garra del tamaño de su rostro, tragó saliva mirando hacía todos lados, ‘Había algo allá afuera… ¡estaba seguro!’

‘Hyung’ intentó decir pero el miedo se había tragado sus cuerdas vocales, estiró su mano para despertar al mayor pero en vez de su hombro un hocico peludo se sintió entre sus dedos. Se giró rápidamente, su corazón latiendo tan fuerte que le aturdía la cabeza y los crueles ojos inyectados en sangre de un lobo color marrón lo fulminaron por unos instantes. ‘Oh dios mío ¡Esto no está pasando no!’.
El lobo rugió tomándolo desprevenido, arrancando un grito afónico de su garganta y con una velocidad increíble enterró sus fauces en la tierna carne del brazo de LeeTeuk, los colmillos se hundieron en la carne fácilmente, como si se tratara de un pudín y la sangre brotó inmediatamente salpicándole el rostro. ‘Se lo va a comer’, pensó mientras miraba paralizado por el pánico como el lobo en un movimiento brusco arrancaba un pedazo de… de su carne. Era piel y tendones ensangrentados lo que ahora estaba enredado entre esos dientes y entonces fue cuando escuchó el aullido de dolor que salió de los labios de LeeTeuk, sus ojos humedecidos por las lágrimas y de repente KangIn sintió esa indómita necesidad de protegerle. Odio al maldito animal, quiso matarlo con sus propias manos, pegarle un tiro en toda su cabeza y que los pedazos de su cráneo se esparcieran por la tienda.

Entonces un sonido más fuerte aún,(quizá un relámpago) le obligó a abrir los ojos. Su respiración estaba agitada e irregular, un sudor frío bajaba por su frente, se giró y el apacible rostro dormido de LeeTeuk fue todo lo que pudo ver. No había lobo desgarrando a su Hyung, su hombro estaba entero y no habían rastros de sangre. KangIn se llevó las manos a la cara dejando escapar un “Mierda…” de sus labios, aquello sólo había sido una terrible pesadilla. Volvió a mirar a LeeTeuk y sintió el miedo recorrerle la espalda como una leche pegajosa. La angustia que había experimentado cuando había visto al lobo, le desconcertó ahora que estaba despierto, afuera no se escuchaba más que el zumbar del viento pero él seguía tan asustado. De repente experimento una extraña necesidad de abrazar a LeeTeuk, como si eso le fuera a alejar la vívida imagen del lobo en su cabeza.

Se acercó un poco más al cuerpo del líder y sus rostros quedaron a escasos centímetros de distancia, ahora podía aspirar el aroma de LeeTeuk, el olor de su colonia varonil mezclada con un poco de sudor y el olor de su cabello le recordaba algún tipo de shampoo de vainilla, de repente también pudo sentir su respiración y su aliento tibio rozándole la nariz, el cabello del mayor caía sobre los costados de su rostro como un par de cascadas de seda negra. Estaba dormido, así que no se daría cuenta si lo abrazaba ¿verdad? Pensó por unos instantes, no tenía porque saber que tenía miedo por un lobo ficticio inventado por su mente ¿verdad?, podía simplemente decir que estaba dormido y no se dio cuenta… ¿verdad?.
KangIn lo dudó un poco más y sintió que sus mejillas tomaban una tonalidad más rosa, alzó un poco los brazos pero los volvió a bajar arrepintiéndose, pero entonces fue cuando sintió que los brazos de LeeTeuk lo envolvieron tomándolo por sorpresa.

¡Era LeeTeuk quien lo abrazaba!

Se quedó quieto, inclusive aguantó la respiración cuando sintió los brazos del mayor, uno alrededor de su cintura y el otro metiéndose debajo de su cuello. Inconcientemente se movió para quedar más cómodo y quedó prácticamente en el regazo de su Hyung, tragó saliva sorprendido por todas las cosas que de repente estaba sintiendo sólo por ese extraño abrazo.

- Deja de jugar… - Murmuró LeeTeuk. KangIn abrió más los ojos al escuchar estas palabras, miró su interlocutor pero este parecía continuar dormido.

- ¿Hyung?... ¿Estás despierto? - Preguntó tímidamente, pero no hubo respuesta, sólo la respiración acompasada de LeeTeuk ¿Estaría hablando dormido?. Mientras no se diera cuenta, todo estaría bien.

 KangIn escondió su rostro contra el pecho de LeeTeuk y pudo escuchar el latir del corazón del otro, sintió el calor que emanaba su cuerpo y ese olor que se filtraba por su nariz embriagándolo. Inesperadamente sintió un extraño deseo de volver a besar esos labios, alzó el rostro y observó el de su Hyung dormido y sus ojos enfocaron esos labios entre abiertos que sólo dejaban escapar su respiración.

¿Pero que tonterías estás pensando KangIn? No puedes estar tan si quiera contemplando la posibilidad ¿verdad? ¿Acaso te volviste loco?, se recriminó mentalmente, pero aunque pensaba eso, seguía sintiendo esa extraña necesidad que le nacía en el estómago. No podía negárselo así mismo, quería besarlo.

- Hyung… - Murmuró bajito y al no obtener respuesta del mayor, acercó su rostro lentamente, cerrando los ojos hasta que sus labios hicieron contacto. Sintió su textura suave y mullida, sintió su aliento mezclándose con el suyo dentro de su boca, tuvo el impulso de meter su lengua y convertir aquel casto beso en un desenfreno de pasión y locura, pero se contuvo, sus labios sólo se quedaron posados allí con suavidad aunque los labios entre abiertos del otro le incitaran a la demencia, a dejarse caer a ese abismo oscuro del cual dudaba podría volver a salir, tomó el labio inferior de LeeTeuk entre los suyos halándolo un poco, pero no demasiado fuerte, no quería que el otro despertara…

Oh… ¿Realmente deseaba que no despertara?
¿Realmente deseaba que esos labios continuaran estáticos como ahora?
¿Realmente…?


Pero esos labios continuaron inmóviles, aquellos ojos cerrados, aquella expresión tranquila imperturbable. LeeTeuk continuó durmiendo o al menos eso parecía. Y KangIn tuvo que girar su cabeza bruscamente hacía el otro lado, ahora su corazón latía tan rápido como la carrera de un antílope en una estampida, se le iba a salir del pecho, estaba seguro de que eso pasaría si todo lo que sentía en ese momento no lo destruía por completo antes, la tienda, la noche, la baja temperatura y el escabroso lobo eran ahora apenas débiles pinceladas de una realidad que se había desdibujado para él en esos instantes.


Continuará…
Notas del Helsic:

Juemadre casi no termino este capitulo D:! tuve todas las interrupciones del mundo x__x entonces se me iba el hilo de lo q estaba escribiendo -____- les debo muchos fanarts ;_; ¿Qué les pareció?

 


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