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El ángel y el Demonio por Helsic

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Notas del capitulo: Notas de Helsic:
No había podido escribir porque ando con visita familiar D:!


El ángel y el Demonio
~ Capitulo 16 ~
Por un par de manzanas


KangIn no durmió prácticamente nada, sólo logró conciliar el sueño cuando los primeros pájaros comenzaban a trinar hacía las cinco de la madrugada, tener a LeeTeuk tan cerca, sintiendo la tibieza de su cuerpo y de su aliento casi encima suyo era algo que no se podía ignorar fácilmente. Probablemente durmió alrededor de tres horas y hacía las 8 de la mañana abrió los ojos levemente, primero sintiéndose perdido y luego el aroma del cuerpo a su lado regresándolo a la realidad de golpe, recordándole todas las sensaciones sentidas y acumulándose en su cabeza de manera inesperada. Se dio cuenta de que lo abrazaba, él abrazaba a LeeTeuk por la cintura, estrechándolo contra su cuerpo y le gustó sentir esa tibieza entre sus brazos, no estaba bien, pero mientras pudiera disculparse diciendo que estaba dormido y no sabía lo que hacía, estaba bien, así que apretó con más fuerza ese delgado cuerpo y lo estrechó contra él disfrutando del contacto. Podría quedarse así toda la vida.

Entonces un insistente sonidito llenó la tienda, LeeTeuk se revolvió un poco y luego sacó su teléfono celular de un bolsillo trasero con dificultad (KangIn aún estaba abrazándolo fuertemente), el menor tragó saliva sintiendo que sus mejillas se ponían coloradas como el ají mexicano.

- ¿Hola? ¿Con quien hablo? - Dijo la voz de LeeTeuk, la otra persona contestó y el volvió a hablar - Ah, eres tu… ¿Cómo estás EunJin? - Al escuchar este nombre, KangIn no pudo evitar dar un respingo ¿LeeTeuk hablaba con su ex-novia? - No te preocupes… hacía un buen rato que estaba despierto - Dijo LeeTeuk y KangIn sintió que las mejillas se le ponían aún más rojas (si eso era posible) el mayor había estado despierto todo ese tiempo, se había dado cuenta cuando lo abrazó y estrechó contra su cuerpo. - Ah cuanto lo siento EunJin… ahora no estoy en mi casa, estoy en una actividad con la compañía fuera de Seoul… ¿eh? No te enojes, pero no puedo verme contigo… si, es todo el fin de semana, lo siento… aja, estoy con los chicos… si, estoy con Youngwoon…Supe que terminaron…si… eso imaginé… ¿Te trató muy mal? Pobrecilla… pero no te preocupes, ya vendrán mejores hombres a tu vida… bueno, debo colgar… esta bien… te pensaré… - LeeTeuk colgó y KangIn ya no pudo seguir fingiendo que dormía, escuchar aquello le dejó un mal sabor en la boca, se retiró lentamente del mayor y se incorporó bostezando sonoramente estirando los brazos y estos chocaron contra el techo de la tienda.

- Buenos días Dongsaeng - Dijo LeeTeuk guardando el teléfono - Creí que nunca despertarías -

- Te escuché hablando y me desperté - Comentó KangIn frotándose los ojos adormilados, sintiendo como si se hubiera acostado sobre un bulto de piedras, la espalda y la cadera le dolían terriblemente.

- Si, tu novia… digo ex novia, acaba de llamarme - Explicó LeeTeuk acomodándose un poco el despeinado cabello, ambos sentados dentro de la tienda un poco agachados por la altura de la misma. KangIn intentó parecer no interesado en el asunto aunque la curiosidad lo mataba - Quería que saliéramos hoy, pero le dije que eso era imposible, le dije que estaba contigo en una actividad de la empresa…-

- No tienes porque darme explicaciones Hyung - Lo interrumpió KangIn saliendo de la tienda y estirándose, llevando las manos a su cintura para ejercitar un poco el cuerpo, el mayor también lo siguió y salió de la tienda - Haz lo que quieras con ella… pero ella no es una buena chica, Hyung… Deberías buscar una chica que valga la pena - Finalizó con sinceridad. LeeTeuk sonrió.

- Si… quizás tengas razón, a veces nos deslumbramos sólo por la belleza externa - Aceptó LeeTeuk y estiró los brazos - Mira que superficial debo parecerte - KangIn se encogió de hombros dándole a entender que aquel asunto no tenía mayor relevancia, sobre todo porque no quería entrar en el tema de lo que era superficial y lo que no, sobre todo cuando él había sido el chico más superficial de la escuela durante toda su vida adolescente.

- ¿Continuamos? - Dijo KangIn sin opinar sobre el último comentario de LeeTeuk, este sólo asintió con la cabeza confundido, viendo como el menor recogía la tienda rápidamente y guardaba los paqueticos y servilletas de la comida, se echó el maletín al hombro, esperando a que el líder también empacara sus cosas.

Diez minutos después se habían puesto nuevamente en marcha, habían salido al borde de la carretera y no les fue complicado encontrar el camino de regreso, de día el bosque parecía tan inofensivo como un jardín infantil, KangIn pudo apreciar el verdor de las plantas y sus flores multicolores, también los pájaros ostentando sus espléndidos plumajes mientras trinaban felices, una que otra lagartija corrió a esconderse cuando sus pasos se escucharon entre las hojas secas del suelo, vaticinando la llegada del melancólico Otoño. Una vez en la carretera comenzaron a caminar en la misma dirección que el día anterior habían tenido, caminaron casi por media hora subiendo una inclinada cuesta llena de curvas, KangIn deseaba llegar a la cima para así poder divisar la cabaña, no sabía porque pero tenia la certeza que una vez arriba podrían ver el lugar de destino y que esa estúpida travesía inoficiosa llegaría finalmente a su fin.

Pero aunque caminaban y caminaban, parecía como si la montaña fuera interminable, como si llegara hasta las nubes y se perdiera allí. Además tenían hambre. No había quedado mucho de la comida que Hangeng le había pedido comprar, de hecho sólo unas galletas y un jugo que ya se habían comido, el hambre no impedía que en su mente se formara una y otra vez las mismas preguntas. ¿Porqué lo bese? ¿Me estoy volviendo Gay? ¿Acaso me gusta LeeTeuk?. Negó con la cabeza en silencio, no podía ser ¿Cómo iba a gustarle alguien con ese temperamento tan molesto? LeeTeuk era el chico más manipulador que había conocido, era orgulloso y siempre se aprovechaba de la situación a su conveniencia, no podía gustarle alguien así, aunque fuera también un líder que se preocupaba por los demás, una persona que siempre sonreía y te hacía sentir bien con esa sonrisa, aunque estando dormido pareciera un mismísimo ángel, aunque sus facciones delicadas le recordaran a una chica. Sacudió la cabeza con más fuerza, eso era sólo cuando dormía, una vez despierto era toda una pesadilla caprichosa, no definitivamente no podía gustarle alguien así.

Luego de caminar por lo que pareció media hora, LeeTeuk atravesó la carretera corriendo, KangIn lo siguió sorprendido y se detuvo a su lado, el mayor se apoyaba contra una reja metálica que dejaba ver al otro lado un vasto campo de pasto bajo, era un potrero, a la sombra de unos lejanos árboles se alcanzaban a apreciar un par de vacas somnolientas, el lugar se veía tranquilo y apacible. KangIn miró a LeeTeuk con curiosidad y entonces LeeTeuk soltó su maletín y lo dejó en el suelo, se veía emocionado y ansioso.

- ¿Qué estás haciendo? - Preguntó KangIn aún desconcertado.

- Mira ese árbol - Dijo el mayor emocionado - Está llenito de Manzanas - KangIn desvió su mirada y observó el árbol que ciertamente estaba lleno de manzanas, algo extraño para estar entrando en el Otoño, KangIn comprendió lo que planeaba LeeTeuk.

- No pensarás en robar alguna ¿verdad? - Dijo KangIn llevándose las manos a la cintura, pero de un brinco, LeeTeuk ya estaba trepando por encima de la reja, cuando estaba encima de ella le sacó la lengua a KangIn de la misma forma que había hecho aquella vez en la escuela. - No hay caso contigo - Agregó KangIn moviendo la cabeza negativamente mientras veía a LeeTeuk corriendo hacía el árbol que estaba en la mitad del campo. Con suerte y no saldría un abuelo malhumorado para sacarlos a patadas por invadir propiedad privada.

Propiedad privada…
Esas dos palabras le hicieron caer inmediatamente en cuenta de algo y miró hacía los lados frenéticamente, en algún lugar debía haber un aviso de “Cuidado Perro bravo” o algo por el estilo y lo fue a encontrar casi escondido entre unas enredaderas, el letrero estaba desteñido, pero claramente se podía leer “Propiedad privada - Perros bravos”. Oh no… ¡eso no podía estar sucediendo!.

- Hyung idiota - Murmuró acercándose a la reja y saltándola ágilmente, corriendo hacía el manzano.

Él árbol no era muy alto, quizás sobrepasaba sólo los 3 metros y allí entre las ramas vio el delgado cuerpo de LeeTeuk. Antes de que pudiera advertirle lo del perro, LeeTeuk le tiró una bolsa a KangIn, habían unas 15 manzanas ahí y por poco se le caen y se le esparcen por el césped. El mayor bajó con dificultad, tenía una brillante sonrisa en su rostro.

- Ya no tendremos hambre hasta que… - Dijo LeeTeuk, pero se quedó callado al notar la expresión de KangIn, miraba fijamente algo que había tras su espalda.

- Hyung… cuando cuente 3… corres - Dijo lentamente KangIn comenzando a retroceder y LeeTeuk apenas se estaba girando cuando KangIn gritó ¡TRES! Y salió corriendo como alma que lleva el diablo.

Un enorme Pastor Aleman los fulminó con sus ojos amarillentos mientras gruñía amenazadoramente, había salido por entre los árboles donde descansaban las vacas, el perro ladró con fuerza y emprendió una rápida carrera hacía ellos mostrando las largas y peligrosas hileras de dientes en su babeante boca. KangIn corrió tan rápido como pudo, el miedo se había convertido en una lengua gigante y fría que le lamía la espalda mientras corría hacía la reja que parecía alejarse en vez de acercarse con cada paso que daba, las manzanas pesaban en sus manos y una que otra rodó por el piso al salirse de la bolsa. Una vez llegó a la reja tiró las manzanas al otro lado y de un brinco se subió, una vez allí se giró y entonces su corazón se detuvo con lo que vio.

El perro había alcanzado a LeeTeuk.

Todo ocurrió como en cámara lenta, vio a su Hyung corriendo y el perro a muy poca distancia de él ladrando, entonces el perro dio un salto para alcanzarle y sus fauces abiertas de par en par aprisionaron el tobillo de LeeTeuk haciéndole perder el equilibrio y este calló aparatosamente contra el suelo. El perro sacudió la cabeza como tratando de desgarrar el pedazo de carne que aprisionaba entre su boca y tiró de la bota del pantalón de LeeTeuk desgarrándola, se echó para atrás sólo para coger impulso y saltar sobre el delgado joven que yacía en el suelo, esta vez iba por su cuello.
Un grito ahogado se escapó de los labios de KangIn cuando el perro se abalanzó cuan largo era hacía LeeTeuk y sus colmillos se cerraron en el aire muy cerca de la cara del líder quien lo rechazó de una fuerte patada. El perro chilló y calló un metro más adelante, se puso de pie pero no atacó a LeeTeuk, se quedó solamente enseñándole sus dientes receloso, momento que el líder aprovechó para levantarse y correr hacía la reja, el perro lo vio correr y lo dudo unos segundos más, antes de tirarse a perseguirlo mientras rugía casi como un león. Pero LeeTeuk ya había alcanzado la reja y disminuyó su carrera cuando vio que era una perdida de tiempo, se quedó simplemente ladrando en el borde de la misma.

KangIn no pudo evitar pensar en el lobo de sus pesadillas metamorfeado en ese enorme Pastor Alemán. Una vez al otro lado de la reja LeeTeuk se llevó las manos al estómago jadeando, estaba pálido como el papel y había barro y huellas del perro en su antes impecable saco blanco.

- Hyung… ¡¿Estás bien?! - Gritó KangIn mirándolo de arriba abajo buscando algún rasguño, cualquier cosa. Pero LeeTeuk levantó el rostro y sólo rió nervioso.

- Creí que iba a morir ¡Menudo susto! - Exclamó mientras su respiración regresaba a la normalidad - ¿Tienes las manzanas? - KangIn se las mostró y LeeTeuk sacó una de la bolsa - Por lo menos comeremos algo - Exclamó antes de darle un mordisco, KangIn también tomó una, la mordió y no pudo evitar reír por lo ocurrido.

- Eres un tonto Hyung - Comenzó a decir mientras reanudaban la caminata, ahora ambos reían - Había un aviso de ‘Perro bravo’ a un lado de la reja ¿Cómo no lo viste? -

- Quizás el hambre no me dejó verlo - Respondió en risas mientras se terminaba la primer manzana con ganas y tomaba otra de la bolsa - Aunque no me hubiera importado coger al maldito perro y asarlo para comérmelo… con esta hambre que tengo - Comentó mordiendo la manzana.

- No digas tonterías - Exclamó KangIn entre risas - Sobreviviremos, quizás lleguemos con menos kilos a la estúpida cabaña, pero llegaremos - Finalizó.

- Si así es - Corroboró LeeTeuk y volvió a reír.

Ambos estaban radiantes ahora, parecía como si el incidente del perro les hubiera recordado que eran jóvenes y que tenían muchos motivos para ser felices, les renovó el espíritu, de repente KangIn tenía más ánimos de seguir caminando y se había olvidado del cansancio gracias a no haber dormido prácticamente nada en la noche, un auto solitario pasó por el lado de ellos, pero ninguno de los dos hizo señas, ahora parecían contentos de ir caminando tranquilamente mientras hablaban tonterías y reían.

Caminaron por una hora más, entonces KangIn se detuvo para sacar la última manzana que quedaba en la bolsa y fue cuando lo notó. La sangre había empapado la bota rasgada del pantalón de LeeTeuk y el zapato se veía ligeramente manchado. Se quedó mirando el pie de LeeTeuk como sin dar crédito (ni entender lo que veía) el mayor continuó caminando ignorando su preocupación.

- ¿Qué es eso? - Preguntó finalmente KangIn frunciendo el ceño, LeeTeuk se giró desconcertado. - ¿Qué tienes en el tobillo? -

- ¿Yo? Nada, nada ¿Qué habría de tener? - Dijo LeeTeuk, pero KangIn notó el nerviosismo en su voz, habló demasiado rápido, no había seguridad en su voz.

- Déjame ver tu pierna - Ordenó KangIn, LeeTeuk sonrió y siguió caminando esta vez más rápido, KangIn lo alcanzó y lo haló del brazo - ¡Déjame ver tu pierna! - Le repitió aún más fuerte. LeeTeuk frunció el ceño y se sentó de mala gana en el borde del andén, se levantó el pantalón y se sacó el zapato. Entonces KangIn ahogó un grito al ver el estado de su tobillo.

La media blanca estaba empapada en sangre. Completamente empapada. KangIn le retiró la media incrédulamente, haciendo que Leeteuk se estremeciera cuando la tela se pegó a la herida. Una vez se la quitó, pudo apreciar el desagradable espectáculo que era su tobillo cortesía del condenado perro. El perro le había enterrado los colmillos por un costado del pie y se podían apreciar los orificios dejados por ellos, cubiertos de sangre que resbalaba hacia la planta del pie, los orificios se veían profundos, pero eso no era lo que más le había impresionado, fue la dermis desgarrada, allí donde el perro había halado la carne hasta arrancarla, lo que le hizo tragar saliva con dificultad.

- ¿Por qué no me dijiste nada? - Murmuró KangIn alzando su rostro hacía LeeTeuk, el mayor lucía más pálido ahora, desviaba su mirada hacía un lado avergonzado - ¿Estás loco? ¡Llevamos una hora caminando! - Le gritó enojado ¿Cómo podía ser tan orgulloso? ¿Acaso no era su amigo, no merecía que le contara lo que le pasaba?

- Es una tontería sin importancia - Le respondió LeeTeuk, tomó el zapato y la media entre sus manos - Continuemos - Agregó pero KangIn le arrebato el zapato y la media, estaba furioso.

- ¡No seas idiota Hyung! - Chilló KangIn saliéndose de control - ¡No puedes seguir caminando así! ¡Esa herida se va a infectar! - Le observó la herida con frustración ¿Qué podía hacer? Él no sabía nada de curaciones, escasamente recordaba las clases de primeros auxilios que alguna vez les habían enseñado en el colegio, además no tenía antiséptico ni algodón ni nada con que detener la hemorragia. ¿Y si el perro tenía Rabia o alguna infección?

- No se va a infectar Youngwoon, no te preocupes, he caminado todo este rato sin problemas y podré continuar, vamos - Volvió a decir LeeTeuk poniéndose de pie, pero KangIn notó que la herida se abría un poco más cuando apoyó el talón y la sangre salía con más intensidad. ¿Cuánta sangre había salido sin que se diera cuenta? Observó el zapato que también estaba empapado en la oscura sangre por dentro.

- Sube a mi espalda - Le ordenó KangIn y se giró dándole la espalda a LeeTeuk.

- ¿Estás loco? No necesito que me lleves ¡Estoy bien! - Se quejó LeeTeuk avergonzado. KangIn se giró y lo miró de manera amenazante.

- ¡DIJE QUE TE SUBAS! - Le gritó. LeeTeuk se quedó en silencio, pareció intimidado por el tono que usó KangIn, sus ojos reflejaban miedo y cansancio. - Me engañaste la otra vez y te llevé en mi espalda ¿Por qué te daría vergüenza volver a hacerlo? - Le recriminó y LeeTeuk se acomodó el maletín suavemente en la espalda y se apoyó en la espalda de KangIn, luego impulsándose en el pie sano se montó completamente en su espalda. - Dios… que testarudo - Murmuró KangIn de mal genio (cosa no muy rara en él) y comenzó a caminar por el borde de la carretera, el mayor llevaba ambos maletines ahora para que fuera más cómodo para KangIn.

KangIn olvidó lo cansado que estaba, olvidó que habían caminado durante varias horas ya y que el sol calentaba su cabeza desagradablemente haciéndolo sudar, olvidó todo eso porque estaba preocupado. Más allá de la rabia que sentía por la actitud de LeeTeuk, se sentía realmente preocupado, todo ese tiempo que habían caminado… ¡Había sido más de una hora! Por dios, una hora caminando con ese tobillo así ¿Porqué no le había dicho nada? Esa pregunta le daba vueltas en su cabeza, lo desesperaba ¿Acaso no confiaba lo suficiente en él? Pudo haber pasado algo peor, el perro pudo haberle hecho más daño y él no se habría dado cuenta porque el testarudo de su Hyung no decía nada.

Caminó por más de 15 minutos hasta que finalmente la montaña terminó, llegaron a la cima y un suspiro de alivio se escapó de sus labios, creyó que era interminable, creyó que jamás llegarían a la cima y observar el vasto panorama bajo ellos y la brisa del viento amable que por unos instantes le refrescó el cuello y el rostro lo hicieron sentir un poco más tranquilo. Entrecerró los ojos y tal y como había esperado, divisó muy a lo lejos casi llegando al río que brillaba bajo el sol en el fondo del cañón, vislumbró un enorme techo rojo rodeado de una vasta extensión de césped que contrastaba con los enormes árboles alrededor. ¡Esa tenía que ser!, nunca la había visto, pero algo en su interior le decía que esa era la cabaña donde habían llevado a los chicos. Por unos momentos olvidó los más de 60 kilos que estaba cargando en su espalda y comenzó a descender emocionado.

- Youngwoon… - Escuchó la voz de LeeTeuk quien había puesto sus manos alrededor de su pecho para no caerse, convirtiendo aquello en una especie de abrazo. - Perdóname… -

La voz de LeeTeuk sonó extrañamente insegura, demasiado suave para lo que él estaba acostumbrado, demasiado débil y aquello lo desconcertó aún más.

- No te dije nada porque… - Se quedó unos segundos en silencio mientras continuaban descendiendo - Por qué no quería ser una carga… justo como ahora -

- Ya no hay nada que hacer Hyung, así que olvídalo - Respondió KangIn feliz de saber la razón por la cual había mantenido silencio.

- Me comporté de manera irresponsable… no vi el aviso y entré en ese potrero sin pensar en las consecuencias - Dijo nuevamente LeeTeuk.

- Ya Hyung, ya pasó, pronto llegaremos al campamento y todo estará bien - Respondió KangIn con una sonrisa aunque LeeTeuk no podía verla.

- No… no está bien - Murmuró el líder de nuevo - Soy tu Hyung… ¡soy el líder! He sido muy irresponsable, yo debería cuidar de ti… realmente estoy… avergonzado - KangIn no pudo evitar sentirse feliz al escuchar aquello, no entendía muy bien porqué, pero le gustaba ese lado de LeeTeuk, cuando era sincero, le gustaba que reconociera las cosas.

- No te preocupes Hyung - Dijo con entusiasmo, quien lo viera con esa cara de idiota pensaría que estaba loco - Tu no tienes la culpa de que ese perro loco nos hubiera atacado - Explicó y entonces sintió que la cabeza de LeeTeuk se recostaba en su espalda, sintió su respiración cerca de su nuca y eso le hizo sentir un escalofrío.

Volvieron a quedarse en silencio, pero KangIn noto que LeeTeuk le estaba agarrando más fuerte que antes, ahora que sentía su cabeza recostada sobre su hombro, también sentía sus manos aprisionando su pecho con más fuerza, no pudo evitar sentir eso como un abrazo y que los nervios le atacaran como un enjambre de abejas Africanas, intentó ignorar los fuertes latidos de su corazón pero fue imposible, retumbaban en su cabeza que pensó que hasta LeeTeuk podría escucharlos estando tan cerca.

- Dongsaeng… - Murmuró LeeTeuk luego de un rato - ¿Aún quieres que te enseñe a tocar el piano? - Preguntó tímidamente. KangIn experimento una extraña sensación de euforia instantánea.

- Si… - Respondió con suavidad, recordó el episodio del piano y se sintió tentado a preguntarle porque había estado llorando la otra noche en el cuarto de música. Pero no sabía como abordar el tema sin que quedara en evidencia que lo había estado espiando. - Realmente te gusta tocarlo ¿verdad? Se nota mucho sentimiento cuando lo haces - Comentó KangIn mientras bordeaba una curva donde se veían unos enormes pinos.

- El piano… es el único amigo verdadero que tengo - Le explicó LeeTeuk, su voz parecía cada vez más débil, parecía como si de un momento a otro fuera a romperse. - Él piano… siempre ha compartido mis ratos de soledad, es el confidente de todos mis secretos - Agregó. KangIn lo escuchó en silencio, aquellas palabras lo desconcertaron (una vez más) ¿Acaso LeeTeuk no estaba rodeado de amigos? Él siempre parecía un chico popular, con su forma de ser tan magnética le costaba creer que LeeTeuk no tuviera muchos amigos, que fuera alguien solitario, todo parecía demasiado absurdo.

“Ahora me tienes a mi” Pensó decir KangIn, pero las palabras simplemente se negaron a salir de sus labios. “Ahora me tienes a mi, soy mejor que ese tonto piano, puedes confiar en mi, ya no soy el mismo niño inmaduro que conociste…”

Pero nada de eso salió, todo se quedó atorado en su garganta produciéndole nauseas.

- Tu también puedes continuar entrenando Taekwondo conmigo - Sólo atinó decir con las mejillas coloradas. Pero LeeTeuk ya no respondió, KangIn no supo si se había quedado simplemente dormido sobre su espalda o si se había desmayado por la perdida de sangre o por el dolor… o simplemente no sabía que decir al igual que él. Se quedaron en silencio mientras continuaba bajando hacía la cabaña.

De repente KangIn experimentó un extraño dilema, quería llegar a la cabaña para descansar, para comer y para que alguien revisara la herida de su Hyung, pero al mismo tiempo deseo no llegar nunca, para seguir sintiendo los brazos de LeeTeuk rodeándolo aunque eso no fuera un abrazo verdadero, aunque simplemente se estuviera sosteniendo para no caerse, KangIn quería creer que era un abrazo y deseó seguir disfrutando del contacto.


Continuará…
Notas finales:
Notas de Helsic: ^^ finalmente pude terminarlo *A* creí q no lo lograría nunca D:! esq vino mi familia de visita y no podía simplemente ignorarlos y ponerme a escribir xD ¿Les gustó? A mi si *^* se me hizo muy tierna la escena de cuidado lo lleva en la espalda… me gusta la metáfora del abrazo mientras lo lleva sobre su espalda ^^ Como siempre LeeTeuk ocultando que está enfermo o mal, siempre haciéndose el fuerte D:!!

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