El ángel y el Demonio
~ Capitulo 23 ~
Juguemos a “Tu Hyung quiere… y tu obedeces”
- ¡Excelente combate! - Exclamó la Japonesa aplaudiendo con brío. LeeTeuk se acercó a ella quien se había puesto de pie. KangIn aún continuaba tirado en el tatami.
- ¿De verdad te gustó? - Le preguntó LeeTeuk con una sonrisa. La chica asintió.
- Creo que su táctica ha sido muy buena JungSu Sempai - Comenzó a decir ella - Claramente usted no tenía oportunidad alguna contra Youngwoon, sin embargo ha logrado aprovecharse de un momento de duda de su oponente para atacarle, ese agarre fue muy efectivo y dejó fuera de combate a Youngwoon sempai, realmente admirable-
- ¡Valla! Parece que sabes mucho de esto - Comentó LeeTeuk secándose el sudor con una toalla que había sobre las sillas.
- Bueno, soy la capitana del equipo de Kendo, los combates en artes marciales siempre siguen principios similares, realmente considero que fue un buen combate… Ah disculpa - En ese momento su teléfono móvil sonó y ella contestó rápidamente - Ahh… ohh si, ya voy, sigo en la escuela… esta bien - Luego colgó y salió apresuradamente por la puerta del dojo - Lo siento, debo irme enseguida, gusto en conocerle JungSu Sempai, Adiós Youngwoon Sempai - Y se perdió por la puerta.
KangIn quien aún continuaba en el suelo (básicamente esperando a que se le pasara la ‘erección’) vio a LeeTeuk entrar en los vestidores cargando el típico bolso rojo que llevaba a todas partes. “Me las pagarás” Pensó levantándose suavemente del tatámi, cerciorándose de que ese problemita entre sus pantalones hubiese desaparecido antes de ir tras su Hyung a los vestidores. Una vez allí vio a LeeTeuk quien se había quitado la parte superior del traje de Taekwondo, tenía en su mano derecha una camiseta azul claro con líneas negras y estaba a punto de ponérsela.
- ¿Qué demonios fue eso Hyung? - Gritó KangIn irrumpiendo en el lugar como un toro enfurecido, LeeTeuk levantó el rostro con tranquilidad.
- ¿Eso? Un combate en el cual acabo de ganarte - Respondió alzándose descaradamente de hombros como si la cosa no fuera con él.
- No me creas idiota - Exclamó el otro y lo tomó por los hombros empujándolo fuertemente contra los casilleros que hicieron gran estruendo con el golpe - ¿Qué fueron todas esas tonterías que dijiste? ¿Estás loco? -
- ¿Acaso dije mentiras? - Dijo LeeTeuk sin dejarse intimidar.
- ¡Claro que fueron mentiras imbécil! - Gritó KangIn abriendo mucho los ojos. LeeTeuk se encogió de hombros.
- El ladrón juzga por su condición… si no tienes nada que ocultar, entonces no hay motivo para que estés enojado - Dijo simplemente el mayor.
- ¿Eres idiota? ¿Acaso no pensaste en que Yaguchi podía escucharte? - Le vociferó furioso.
- Ah… entonces el problema es por la chica - Comentó LeeTeuk y una sonrisita ladina se formó en su carita de ángel - ¿Estás saliendo con ella? Si que eres rápido… aunque no es tan bonita como tu novia anterior… ¿Acaso mi Dongsaeng está madurando? -
KangIn realmente sintió ganas de golpearlo con todas sus fuerzas. Pero recordó algo que había aprendido en el tiempo que llevaba de conocer al líder y era que nunca daba puntada sin dedal, es decir, nunca hacía algo sin una segunda intención, aquel chico era la personita más manipuladora e impredecible que jamás había conocido y cualquier cosa que dijera o hiciera ahora podría ser usada en su contra más tarde, así pues que cerró los ojos y contó mentalmente hasta 5 antes de volver a abrirlos.
- No estoy saliendo con ella, es ella quien me busca - Le respondió intentando calmarse - De cualquier forma… ¿Porqué… hiciste eso?-
- Anoche te hice un gran favor - Comenzó a decir LeeTeuk con una sonrisa confiada - Así que… es hora de que me lo pagues - Concluyó.
- ¿Pero de que demonios estás hablando? - Le preguntó KangIn.
- Hablo de cierto video porno que se, descargaste por tu propia voluntad - Explicó el mayor y pareció disfrutar con el destello de miedo que se formó en las pupilas de KangIn - Así… que… juguemos un juego… juguemos a “Tu Hyung quiere… y tu obedeces” -
- ¡¿Que?! - Chilló KangIn haciendo una mueca de no entender absolutamente nada de lo que el otro estaba diciendo.
- Es muy fácil - Continuó LeeTeuk posando una mano en el hombro de KangIn empujándolo para hacerlo a un lado - Harás todo lo que yo te pida -
- ¿Y porque me prestaría para algo así? - Se quejó KangIn viendo como LeeTeuk daba un par de pasos hasta el maletín rojo de donde sacaba un pantalón para ponérselo.
- Por que si no lo haces… los chicos se enterarán de la verdad de ese videito que tanto les hizo pensar esta semana…- Finalizó mientras terminaba de vestirse.
- No estarás hablando en serio Hyung… - Comentó KangIn, aquello tenía que ser una broma de muy mal gusto - No jugaré tu estúpido juego -
- Bien… entonces… - LeeTeuk se giró con la sonrisa más dulce que jamás KangIn le había visto - Asume las consecuencias Dongsaeng -
***
Luego de la pequeña conversación en los vestidores y una vez vestidos (KangIn con el uniforme de Colegio) salieron de la escuela a paso lento, bajando por la calle que conducía a la avenida atiborrada de locales que comenzaban a encender sus luces para atender a los clientes nocturnos, la tarde se había ido por completo en el dojo y la noche había llegado de manera inesperada para ambos. Caminaban bajo la noche azul zafiro, la luna se alzaba como una gran pelota blanca en el firmamento enviando una pálida luz azulosa sobre la superficie. KangIn miraba de reojo a LeeTeuk quien se mantenía con su eterna expresión feliz y amable en el rostro. ¿Qué había sido todo aquello? Se preguntaba constantemente mientras caminaban en silencio, ¿Por qué de repente LeeTeuk había comenzado a chantajearle con eso? Creía que luego de los días pasados en la montaña, las cosas entre ellos irían viento en popa, la amistad era ahora más cercana y de alguna forma se había imaginado que eso le daba un pasaporte a prueba de “abusos” por parte del mayor. Pero según lo que acababa de pasar, eso no era así.
Ahora estaba envuelto en una absurda y peligrosa situación en la cual se jugaba su orgullo y su imagen frente a los demás chicos. ¿Qué pensarían si de repente LeeTeuk les dijera que en realidad había sido él el responsable de ese video en el computador? No existiría excusa alguna que fuera lo suficientemente buena como para contrarrestar la curiosidad de todos, además de ser increíblemente sospechoso. Sólo habría una salida y era que los chicos pensarían que él era gay. ¿Y como asumiría eso? ¡Dios, sería una locura!. Aunque no sabía si alguno de ellos era homofóbico o algo por el estilo, aún así esa era una imagen que él no quería tener, sobre todo porque no era cierto.
- Tu Hyung quiere…- Dijo de repente LeeTeuk deteniéndose, KangIn se detuvo también - Un helado de vainilla cubierto de chocolate - LeeTeuk señaló una heladería y KangIn experimento por unos instantes un poderoso deseó de cogerlo por el cuello y lanzarlo a la carretera.
- Como quieras Hyung - Murmuró rechinando los dientes y entrando en la heladería con el mayor.
LeeTeuk pidió un enorme helado en forma de cono concéntrico y ambos se sentaron en una de las mesitas para esperar el pedido. KangIn no pidió nada y se quedó observando con rabia contenida como LeeTeuk disfrutaba su helado lamiéndolo ávidamente. Aquella era una simple escena de un chico comiendo un helado para el resto de los ocupantes del lugar, pero no para KangIn. El mayor le miró fijamente por unos segundos y comenzó a lamer el helado de una manera extraña que lo desconcertó por unos segundos, antes de que su cerebro lo relacionara con algo que ya había visto. ¡LeeTeuk parecía estar chupando otra cosa!
KangIn tragó saliva sin quitar su mirada de ese chico travieso que ahora le devolvía la mirada mientras lamía la punta del helado en círculos, bajando suavemente por un costado y volviendo a subir. De repente sintió una punzada en su entrepierna y un hormigueó subió por su columna vertebral tomándolo desprevenido, sentir esas cosas mientras veía a LeeTeuk chupando un helado no podía más que resultar perturbador y el miedo lo embargó lentamente como una mano peluda e invisible que le acariciaba la nuca.
- ¿Quieres? - Le preguntó LeeTeuk y se sacó el helado de la boca y se lo extendió, KangIn negó con la cabeza casi inmediatamente y LeeTeuk sólo sonrió para llevárselo de nuevo a la boca y lamerlo nuevamente.
La tortura demoró casi 15 minutos mientras el mayor se terminaba el helado, tiempo en el cual KangIn se obligaba mentalmente a pensar en cualquier otra cosa que no fuera el rostro de su Hyung y el sugerente movimiento de su lengua sobre la superficie del helado. Caminaron de regreso al hostal y una vez allí, en medio de todos los chicos que hacían ruido mientras veían algún programa de televisión o simplemente se contaban lo que les había ocurrido en el día, se sintió un poco más seguro y tranquilo. ¿Qué había sido todo aquello? ¿Por qué había sentido esas cosas mientras le veía comer el helado? ¡Se estaba volviendo loco! ¡Eso era lo que pasaba! ¡LeeTeuk lo volvía loco!.
Entonces fue cuando llegó HeeChul haciendo mucho ruido como siempre, alegando sobre un nuevo producto que se había echado en el cabello y que no había funcionado tal y como el empaque decía, detrás de él venían Hangeng y JayKim*.
- ¿Qué estás haciendo vestido así? - Gritó HeeChul desde el otro lado de la sala al ver a LeeTeuk quien traía un pedazo de pan asomando por su boca. - ¿Acaso no piensas venir con nosotros? ¡Que esperas para ponerte algo decente! - LeeTeuk masticó el pan y les saludó con la mano.
- Ah, lo siento, casi lo olvido, en seguida me cambio - Se disculpó y se metió en el cuarto que compartía con KangIn.
KangIn se quedó observando a los recién llegados con curiosidad, HeeChul tenía la ropa perfecta para una fiesta, parecía uno de esos chicos que siempre invitan a un trago a las chicas en los bares, todo en él era fashion, desde sus pantalones rojos apretados, hasta sus gafas negras de marco rojo. A su lado Hangeng vestía un poco más convencional y más recatado, aunque sus ropas seguían estando muy bien combinadas y daba la impresión de ser el chico interesante que se pararía en una esquina y JayKim como siempre, traía una imagen de rockero rebelde, con su cabello tirado en la cara con gel, una chaqueta de cuero negra y muchos taches.
Los demás chicos no parecieron interesados en el destino de los recién llegados, ni se sorprendieron tampoco, ya que estaban habituados a que los mayores siempre se fueran de fiesta los fines de semana y ese era un viernes que por nada del mundo iban a desperdiciar.
Unos minutos después, LeeTeuk salió del cuarto, no había rasgos del chico amable y dulce que todos conocían, ahora se había convertido en un muñeco sensual, vestido con un saco ajustado a su cuerpo de mangas largas de color blanco y gris, un gorro de cuadros en su cabeza y un pantalón bastante ancho, como se usaban por esos días. Sin duda, muchas chicas caerían a sus pies esa noche.
KangIn sintió envidia. Mientras observaba a los chicos y les oía reprender a LeeTeuk por la demora, sintió mucha envidia, porque quiso ir con ellos. Quiso pertenecer a ese pequeño grupo ‘selecto’ el cual parecían ser. Quiso ocupar el lugar de HeeChul para salir en compañía de LeeTeuk esa noche, una extraña contradicción que le hizo revolver el estómago.
- ¡Nos veremos mañana bebes! ¡Pórtense mal para que la pasen rico!! - Les advirtió HeeChul con una sonrisa y JayKim rió a su lado con el comentario. Los chicos alzaron las manos y se despidieron de ellos, algunos con indiferencia, más entretenidos en sus actividades que en el derroche fashion de sus Hyungs.
- No bebas mucho Hyung - Le pidió DongHae quien tenía un plato de cereal entre sus manos - Cuídate - Finalizó.
- Pensaré en ti mientras bebo Dongsaeng - Le respondió HeeChul y esta vez fue Hangeng quien rió (aunque nadie podía estar seguro de si era porque había entendido el chiste en el momento o porque había comprendido el anterior)
- Quiero ir - Murmuró KangIn entre dientes no pudiéndose aguantar.
- ¡Pero eres menor de edad! - Se apresuró a recordarle HeeChul - Lo siento mucho bebe - Finalizó haciendo un puchero al pronunciar la palabra ‘bebe’. Y luego le pasó un brazo por la espalda a KangIn - Te aseguro que cuando crezcas te llevaré a lugares que ni te imaginas y a probar todos los placeres terrenales -
- Deja de decir tonterías - Exclamó Yesung quien salía del baño (desnudo) y todos se giraban inmediatamente para evitar ver más de la cuenta, aunque era inevitable - Se que sólo van a el mismo bar, hablan tonterías, se toman un par de cervezas y nunca se le acercan a una chica - Sentenció Yesung llevándose las manos a la cintura.
- ¿Podrías vestirte? - Se quejó HeeChul con un movimiento floripondio de su mano derecha. - ¡Sólo tienes envidia porque te faltan unos meses para ser mayor de edad! - Yesung le hizo una mueca y se metió en su cuarto, entonces todos se giraron cuando el ‘espectáculo’ de su cuerpo se había ido.
- Bien, ¿Qué estamos esperando? La noche nos espera - Esta vez fue LeeTeuk quien habló y antes de salir por la puerta, KangIn tuvo la impresión de que le había guiñado un ojo.
***
Esa noche KangIn prácticamente no pudo conciliar el sueño, una y otra vez pensaba en si no estaba perdiendo la razón por culpa de su Hyung. Estar en medio de esa situación le ponía los nervios de punta y con lo sucedido en la heladería, no podía más que dudar y preguntarse así mismo si realmente no se estaría volviendo Gay.
¡Pero de ser gay se hubiera excitado con el video porno! Se dijo así mismo mientras observaba el techo de la habitación.
No te excitas viendo porno… pero te excitas viendo a LeeTeuk Hyung
Su mente traicionera le sugirió esto como un susurro en su cabeza. A él nunca le había llamado la atención ningún chico, en ninguna forma, ni física ni sentimentalmente, él que sintiera algo raro en ciertas situaciones por LeeTeuk no significaba nada… ¿verdad?
Estás jugando con fuego, estas jugando su juego, con sus reglas y en su terreno. Estás completamente en su telaraña, estás atrapado en la vorágine de sus caprichos… y no hay nada que puedas hacer más que rendirte a ello.
Cerró los ojos molesto. Molesto por no poder entender el comportamiento de LeeTeuk y molesto consigo mismo por no poder aclarar lo que sentía por él.
Se quedó dormido luego de darle muchas vueltas al asunto y no se dio cuenta en que momento LeeTeuk regresó de la noche de jerga, no escuchó cuando LeeTeuk ebrio, se había tambaleado en la habitación mientras se desnudaba, no escuchó las palabras que le dijo mientras dormía, palabras que, si hubiera estado despierto habrían sido como la explosión de un aterrador volcán en la boca de su estómago.
Continuará…
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Aunq quedaron faltando ;O;'' pero luego los pongo D: