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El ángel y el Demonio por Helsic

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El ángel y el Demonio

~ Capitulo 24 ~

Sentimientos convertidos en sonidos líquidos.

 

 

Al día siguiente cuando se despertó, los chicos estaban todos reunidos en el comedor. KangIn les saludó con un fuerte bostezo para enterarse de que todos dejarían el apartamento, algunos durante el fin de semana completo, otros, regresarían en la noche. KangIn escuchó con frustración los planes de todos y se sintió infinitamente sólo, pues ahora que no tenía novia, sus fines de semana eran más vacíos que nunca. Y era que KangIn había experimentado un notable cambio en los últimos meses, era completamente otra persona, las cosas que alguna vez en el pasado le satisficieron, ahora sólo lograban aburrirlo, entonces su soledad se hacía mucho más enorme y pesada.

 

Yesung iría a visitar a su madre en su pueblo natal y estaría todo el fin de semana con ella, ShinDong tenía un viaje con sus compañeros de escuela, irían a las montañas para acampar, EunHyuk y DongHae habían intercambiado cómplices miradas mientras decían que junto con Xiah Junsu y otros chicos de la escuela irían a conocer en persona a unas chicas con las que habían hablado por Internet y SungMin pasaría el día con su hermano mayor que le reclamaba atención desde semanas atrás. Escucharles hablar emocionados sobre sus planes, sólo le recordaba que él no tenía un buen amigo a quien llamar, no tenía una verdadera razón para visitar a sus padres (Debido a que con frecuencia los veía) y que no tenía una novia con la cual pasar un buen rato.

 

No tenía a nadie. Las personas que habían estado a su alrededor en el pasado, sólo habían tenido hacía él sentimientos de temor, admiración o envidia, pero ninguno era alguien a quien pudiera llamar amigo.

 

Hacía el medio día todos los chicos fueron dejando el apartamento uno por uno y KangIn se tumbó en el sofá grande y encendió la televisión con el ceño fruncido, pasó canales y canales sin encontrar nada que le llamara realmente la atención durante lo que pareció una hora pero que en realidad sólo fueron unos 10 minutos. El silencio en la casa era tan abrumador que le helaba la sangre. ¿Cuántas veces había deseado en el pasado un poco de silencio cuando los chicos estaban por ahí en su algarabía? Muchísimas veces, pero ahora estando sólo en la casa, añoraba el ruido de todos y el movimiento que llenaba la casa como un tornado de color multicolor.

 

Escuchó un ruido de una puerta al abrirse y un rato más tarde vio a LeeTeuk que tenía la peor pinta que jamás le hubiese visto en su vida. Parecía más muerto que vivo, su cabello era un nido revuelto de pájaros sobre su cabeza y las ojeras amenazaban con llegarle hasta los pómulos. Bostezaba rascándose la espalda, con los ojos aún entre abiertos, aún entre dormido, como una especie de zombi caminando torpemente por el corredor hasta la sala.

 

- Buenos días - Dijo con voz de oso y KangIn se limitó a mover una mano pretendiendo que eso fuera una respuesta.

 

LeeTeuk se sentó a su lado en el sofá y se estregó los ojos con los puños de las manos, luego estiró los brazos y bostezó sonoramente. Vestía una camiseta esqueleto y un pantalón holgado de pijama.

 

- ¿Dónde están todos? - Preguntó el mayor.

- Tenían cosas que hacer - Respondió KangIn alzándose de hombros.

 

- ¿Ya desayunaste? - Preguntó LeeTeuk girándose al menor con interés.

 

- Es casi medio día… obvio que ya lo hice - Le respondió fríamente, si sus palabras hubieran sido témpanos de hielo, habrían cortado la piel de LeeTeuk fácilmente.

 

- ¿Y que desayunaste? ¿Caldo de ogro? - Le preguntó y le sonrió, con esa sonrisa mágica suya. Le dio un par de palmaditas en la espalda y se levantó del sillón para dirigirse a la cocina.

 

KangIn ignoró olímpicamente ese último comentario y posteriormente escuchó sonido de platos y cubiertos en la cocina, probablemente el mayor estaría tomando su desayuno. Un rato después el ruido cesó y entonces la voz de LeeTeuk se escuchó gritar desde la cocina.

 

- Tu Hyung quiere… - Dijo, pero su voz se apagó entre el ruido. KangIn le subió todo el volumen al televisor.

 

- No te escucho Hyung - Gritó KangIn en medio del bullicio del presentador de ese show de variedades. Le escuchó hablar y hablar desde la cocina, pero sólo conseguía que su voz fuera un murmullo a comparación con el ruido que hacía el televisor. Entonces LeeTeuk apareció al cabo de un rato, asomándose por el corredor, con las manos en la cintura, levemente molesto.

 

- Eh dicho, que tu Hyung quiere que le laves la espalda y el cabello - Le ordenó.

 

KangIn se quedó estático y se giró enfurecido, pero LeeTeuk no desvió su mirada y sólo sonrió para darse la vuelta y hacerle una seña para que lo siguiera. Los puños de KangIn se cerraron con fuerza y sintió ganas de tirar muy lejos por la ventana el control remoto del televisor, aquello era el colmo de la humillación. ¡No se prestaría para eso! ¡No lo haría bajo ninguna circunstancia! Una cosa era comprarle un helado, pero otra muy diferente era ir a lavarle la espalda como una especie de sirviente ¿Qué se estaba creyendo?.

 

KangIn se levantó de la silla cegado por la ira que sentía en su interior en ese momento, caminó rápidamente hacía el baño donde suponía estaba su Hyung esperándolo, le diría un par de verdades ya vería, su jueguito estúpido iba a terminar ahora mismo.

 

Pero todo rasgo de rabia desapareció cuando la visión de la espalda desnuda de LeeTeuk dentro de la bañera lo recibió desde el marco de la puerta, todas las ideas sobre lo humillante que resultaba aquello, desaparecieron por unos segundos al contemplar esa pálida piel de su cuello. El cabello húmedo y profundamente negro haciendo un contraste perfecto con la blancura de su piel.

 

- Ven aquí que no tengo todo el día - Le ordenó LeeTeuk girándose para mirarlo, pero su expresión resultó simplemente coqueta. O eso fue lo que le pareció a KangIn que en silencio se sentó en el borde de la bañera y tomó el jabón líquido y se lo esparció en las manos.

 

Entonces deslizó sus manos por la espalda del mayor suavemente, extrañándose ante el contacto de esa cálida piel, aquella nueva sensación de estar acariciando involuntariamente, pues en ese momento, KangIn no podía pensar en otra cosa que no fuera la forma de su ancha espalda, como los músculos se marcaban en sus omoplatos y como la piel se ceñía a ellos perfectamente, deslizó sus dedos por su cuello, dibujando sus clavículas con dedicación, notando como la manzana de adán del mayor subía y bajaba eventualmente cuando tragaba saliva.

 

- Lávame el cabello - Le ordenó LeeTeuk autoritariamente y esta orden pareció romper el hechizo. KangIn tomó el champú (de Manzanilla y extracto de Aguacate de SungMin) y se lo embadurnó en las manos antes de meterlas entre el cabello del mayor, revolviéndoselo con fuerza, haciendo que las finas hebras se enredaran entre sus dedos, halándole el cabello.

 

- ¡Auch! - Se quejó LeeTeuk arrugando el entrecejo cuando KangIn le revolcó el cabello bruscamente - Ten más cuidado… ahh… auch… - Se quejó de nuevo y con más ganas KangIn le haló y le revolcó el cabello.

 

- Así lo hago yo, si no te gusta hazlo tu - Le dijo y continuó revolviéndole el cabello con brusquedad, LeeTeuk volvió a quejarse y luego finalmente se quedó en silencio por un buen rato.

 

- Youngwoon-shii - Comenzó a decir nuevamente LeeTeuk - ¿Tienes planes para hoy? -

 

- ¡Claro! - Mintió deliberadamente KangIn - Muchos planes… -  Titubeó mientras continuaba descuidadamente con su trabajo.

 

- Cancélalos todos - Ordenó LeeTeuk - Hoy saldremos tu y yo -

 

KangIn tiró el jabón al agua molesto con la actitud del líder y se levantó, abandonando el baño con pasos decididos.

 

 

***

 

 

Una hora después ambos iban en el metro directo al centro de la ciudad, KangIn vestía unos jeans desgastados color azul oscuro y un saco negro de manga larga con costuras blancas y LeeTeuk como era habitual llevaba un saco blanco que traía unas delgadas líneas azules en las mangas. No tenía idea hacía donde iban, LeeTeuk no lo había mencionado luego de haber dicho “Tu Hyung quiere…” Pero KangIn no estaba seguro de querer averiguarlo, sobre todo porque se esperaba una sorpresa desagradable por parte del otro. Seguro que le pediría que hiciera una tarea vergonzosa para él, le humillaría sin contemplaciones como había ocurrido en el baño. KangIn aún podía sentir el olor del jabón líquido resbalando por la espalda del líder en el baño. Aquello continuaba perturbándolo, quería salirse de ese torbellino de pensamientos pero una y otra vez las ideas más absurdas y las conjeturas más ilógicas llegaban a su mente.

 

Bajaron en la estación y caminaron un par de cuadras sin hablar, de hecho KangIn ni siquiera había mirado el rostro de LeeTeuk en el trayecto, no estaba seguro de si al hacerlo podía empeorar la situación, seguro terminarían discutiendo o peleando como siempre pasaba. Por unos segundos añoró la relativa tranquilidad que experimentó cuando estuvieron solos en la montaña, cuando pudieron hablar como personas civilizadas. Entonces cuando alzó el rostro se sorprendió al ver que se encontraban en un enorme auditorio. Habían ido a un teatro. Siguió a LeeTeuk hasta unos asientos de color rojo que se encontraban en la 3 fila, muy cerca de la tarima. Había poca gente, pero al cabo de unos cuantos minutos el lugar se fue llenando y el murmullo de las conversaciones se extendió por todo el lugar. KangIn observó que había personas que lucían ropa realmente elegante y se sintió fuera de contexto.

 

Las luces se apagaron por completo y el telón rojo que cubría la tarima se alzó para dejar ver un hermoso piano de cola negro en la mitad del escenario, iluminado únicamente por la luz de un foco en el techo. Sentada en el piano había una chica de cabello largo y negro, vestida de blanco como una especie de diosa griega. Era delgada y de rasgos finos, aunque no era exactamente una modelo o el estereotipo de chica ideal, a KangIn le pareció que tenía un encanto más bien exquisito. ¿O sería quizás por el juego de luces? O quizás por la forma perfecta en como comenzó a tocar el piano.

 

Por unos segundos KangIn se quedó mirando sin mirar a la chica que tocaba, la melodía penetrando su cerebro suavemente, cuando inesperadamente las imágenes llegaron a su cabeza como destellos de colores, fue como si una puerta invisible se hubiera abierto dentro de su mente y como si esa melodía de repente le trajera recuerdos. ¡Ya la había escuchado! ¿Pero donde?, cerró los ojos y apretó los puños intentando recordar, pero las imágenes aleatorias que tenía en su mente eran confusas y no lograba organizarlas coherentemente, entonces volvió a abrirlos y fue como si estuviera experimentando una revelación divina.

 

¡Era la melodía que ese chico había tocado en su sueño!

 

Lo había olvidado por completo, pero ahora escuchando la melodía, recordó que había tenido ese mismo sueño en dos ocasiones, recordó entonces claramente cada nota, cada compás de la música, la conocía perfectamente… ¿Pero que significaba? ¿Qué era? Observó a la chica quien tocaba con infinita suavidad e intentó relacionarla con el chico de sus sueños, pero no se parecían en lo absoluto. ¿Tendrían algo que ver? Entonces se giró hacía LeeTeuk, quizás él conocía el nombre de la canción, quizás podía darle una respuesta y lo que encontró lo desconcertó.

 

Los ojos de LeeTeuk estaban húmedos, en la oscuridad, KangIn pudo ver el brillo que titilaba amenazando con dejar caer gruesas lágrimas, su corazón latió con fuerza y las palabras murieron en su boca. No pudo decirle nada en ese momento.

 

La melodía se extendió por un buen rato más, era infinitamente triste y austera, como un paisaje desprovisto de árboles y vida, un paisaje muerto y frío. Era desgarradoramente hermosa. La chica terminó la pieza y luego de los aplausos, continuó con una nueva, esta vez mucho más alegre, quizás de otro compositor. El concierto se extendió por un par de horas y culminó con una pieza acompañada de Violonchelos y clarinetes. Cuando hubo finalizado todo y las luces se encendieron, KangIn notó los ojos enrojecidos de LeeTeuk. ¿Había llorado por la música o por esa chica?.

 

- ¿Quién es ella? - Preguntó KangIn cuando se ponían de pie para salir - Ha sido hermoso… Me gustaría felicitarla - Mintió para justificar su interés. LeeTeuk carraspeó un poco antes de hablar.

 

- No la conozco… - Murmuró LeeTeuk con amargura - Sólo se que es una gran pianista - Agregó mientras continuaban caminando hacía el hall del teatro. Entonces una voz femenina se escuchó desde atrás.

 

- ¿Park JungSu? - Dijo la voz, KangIn se giró y se sorprendió al ver a la chica pianista a un par de metros de ellos al lado de unos fotógrafos y otras personas que parecían estar felicitándola. LeeTeuk aún le daba la espalda - ¿Eres tu? ¡Valla sorpresa! - Agregó con una sonrisa. Esta vez KangIn pudo detallar mejor su rostro, no era tan hermosa como creyó que era cuando la vio en la tarima, la chica dio un par de pasos hacía adelante y su vestido acarició sus piernas al hacerlo.

 

- Hola - Dijo finalmente LeeTeuk y se dio media vuelta. Le hizo una reverencia cordial y evitó mirarla a la cara.

 

- Me alegra que vinieras - Exclamó ella con una sonrisa - Realmente deseaba que la escucharas… es tuya al fin y al cabo -

 

- Ya no es mía… - Murmuró LeeTeuk secamente - Dejó de serlo cuando… cuando decidí olvidarte - El rostro de la chica se ensombreció. Y KangIn carraspeó incómodo por escuchar la conversación.

 

- Eh… Hyung… iré al baño… nos veremos luego - Comenzó a decir embarazosamente - Fue una hermosa interpretación señorita… -

 

- Lee Kyoung-Mi - Dijo ella sonriendo para KangIn - Muchas gracias - KangIn hizo una venia torpemente también.

 

- Kim Youngwoon - Se presentó - Bueno… entonces… permiso - Finalizó y se alejó hacía el baño.

 

Una vez allí se quedó mirándose al espejo detenidamente. ¿Qué era eso que de repente sentía? Era como si su corazón fuera a salírsele del pecho, esa melodía… ¿Había sido compuesta por LeeTeuk? ¿Para ella? ¿Cómo era posible que él hubiera soñado con una canción que jamás había escuchado antes? Suspiró y abrió los grifos dejando correr libremente el agua que posteriormente se echó en el rostro. ¿Qué significaba esa canción? ¿Entonces el chico de quien no podía reconocer su rostro era LeeTeuk? ¿Había sido LeeTeuk quien tocaba aquella melodía en sus sueños?. De repente la rabia que había sentido en el apartamento hacía LeeTeuk había desaparecido para dar paso a la incertidumbre y a la curiosidad que ahora sentía.

 

Esa melodía le había llenado por completo. Le había llegado a lo más profundo de su corazón. Era demasiado hermosa… era… como si el corazón de un hombre se hubiera transformado en notas en un pentagrama, eran los sentimientos convertidos en sonidos líquidos.

        

Eran los sentimientos de LeeTeuk.

 

Una sensación desdeñosa se arrastró como un reptil en un pantano y subió por su columna vertebral hasta su cabeza, de repente sintió rabia hacía ella por provocar esos sentimientos en su Hyung, rabia hacía LeeTeuk por entregársele de esa forma a otra persona, celos de esa música hermosa, celos de ese piano en el que por primera vez LeeTeuk había compuesto esas notas.

 

- Oye… Dongsaeng…-  La voz de LeeTeuk lo trajo lo regresó al mundo de golpe, se giró y la delgada figura del líder estaba recostada en el marco de la puerta.

 

- Ah… ya… salía - Exclamó KangIn nervioso, sintiéndose extrañamente inseguro. Caminó hacía la puerta y cuando estaba a punto de salir, LeeTeuk lo detuvo del brazo, KangIn no se giró, no quería verle el rostro sabía que no podría sostenerle la mirada.

 

- Gracias… - Murmuró LeeTeuk a su espalda, su mano aún sosteniéndolo fuertemente - Por estar aquí… conmigo… aunque te halla obligado a venir… aún así… gracias - Y le soltó.

 

- No… tenía otra opción - Carraspeó KangIn sin poder decir otra cosa, tragando saliva fuertemente, deseando huir de ese lugar.

 

- Lo se… - Susurró LeeTeuk y tras su espalda, KangIn no pudo ver la infinita tristeza que albergaban sus ojos negros.

 

 

Continuará.


Notas finales:

 

 

Notas de Helsic: Paso a paso… se va desvelando el misterio (?) en torno al piano… gracias a todas x leer *w* acabo de hacer el calculo y he escrito más o menos 120 hojas de Word con esta historia o__o omg XD si lo imprimo haré un libro LOL, pero en fin, estoy muy entretenida con la historia y no tengo ganas de terminarla aún xD hahah 120 páginas sin lemon 8D


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