El ángel y el Demonio
~ Capitulo 25 ~
¿Qué te gustaría hacer?
La noche llegó tan rápidamente que lo tomó desprevenido, de repente se encontró sentado al lado de LeeTeuk en un pequeño restaurante en el centro mismo de Seúl. Luego de salir del teatro, habían caminado en silencio por una larga y concurrida calle, el cielo ya estaba oscuro (El concierto había sido bastante largo) y habían terminado en un restaurante compartiendo un par de tazones de Ramen. KangIn pidió el menos costoso, porque tenía el presentimiento de que terminaría pagándolo todo él. LeeTeuk pidió un plato especial, un poco más caro que el suyo, pero no había nada que el menor pudiera hacer. No por ahora, mientras buscaba encontrar una forma de contrarrestar el chantaje al que estaba siendo sometido desde el día anterior. El delicioso sabor de la comida le hizo olvidar momentáneamente la incipiente rabia que sentía gracias a los celos provocados por el encuentro con la chica del piano y le puso de buen humor.
- Está rico - Comentó llevándose una porción a la boca.
- Si, había venido aquí antes, tiene fama por el buen sabor de los condimentos - Explicó LeeTeuk a su lado - Oye... ¿Cómo va la escuela? - Preguntó de repente. KangIn se sorprendió unos segundos con la pregunta.
- Eh… bien.. Supongo - Respondió mirando atentamente su plato - En los exámenes mi promedio va bien - Agregó revolviendo el contenido con los palitos, un tanto incómodo con la conversación casual.
- Así que… en menos de un mes terminarás el año escolar - Concluyó LeeTeuk con una sonrisa pero KangIn advirtió nostalgia en sus ojos.
- Así es… el tiempo se ha ido volando sin que me de cuenta - Confirmó KangIn llevándose otra porción a la boca.
- El tiempo siempre va a la misma velocidad… pero raramente nos detenemos a reflexionar en su existencia… entonces pasa y no nos damos cuenta - Explicó LeeTeuk. KangIn lo miró con curiosidad.
- Hablas como un viejo - Comentó KangIn aún terminando de masticar - Pero creo que tienes razón -
- ¿Hay algo que gustaría hacer? - Preguntó entonces LeeTeuk, KangIn se giró y lo contempló arqueando una ceja.
- ¿Cómo dices? - Le preguntó.
- Es decir, antes de graduarte… ¿Hay algo que te gustaría hacer antes de graduarte? - Le volvió a preguntar. KangIn no supo como responder a aquello, nunca se había detenido a pensarlo, puesto que hasta ese momento no había pensado realmente que al terminar la escuela terminaría con una etapa de su vida.
- La verdad… no lo se Hyung… nunca lo había pensado - Respondió con sinceridad. Nunca se había planteado que graduarse fuera algo importante más allá de los logros escolares y obviamente pasar a una Universidad, pero en su caso, no habría Universidad, la escuela era la finalización de su etapa como ‘estudiante’ de un instituto.
- Bueno… es muy probable que ya no veas con mucha frecuencia a tus compañeros de salón, por poner un ejemplo, quizás tampoco a la chica que te gusta o a tu novia y bueno… cuando te gradúes darás un paso más para convertirte en un adulto… es por eso que yo siempre quise atesorar todos los momentos que viví dentro del instituto - Explicó LeeTeuk.
- No lo había pensado así Hyung… ¿Y que querías hacer tu antes de graduarte? - Le preguntó entonces, un poco aturdido por la opinión del mayor y el abanico de posibilidades que esta le abría.
- Bueno… muchas cosas, entre ellas por ejemplo tener… sexo - Explicó entre risas y KangIn notó el leve rubor en sus mejillas.
- ¿Sexo? - Repitió KangIn y también sonrió - ¿A que te refieres? ¿Cómo hacerlo en la escuela? -
- Si - Respondió LeeTeuk con una risita - Era como mi fantasía -
- ¿Y lo hiciste? - Le preguntó KangIn con curiosidad, pero LeeTeuk movió la cabeza negativamente.
- Tenía una novia en aquella época… pero no llegamos muy lejos - Recordó con nostalgia - Sólo besos -
- Que loco - Comentó KangIn y rió suavemente - La verdad es que no se me había pasado por la cabeza nunca -
- Bueno… ya lo sabes… ¿Entonces tu no desearías hacer algo? - Le volvió a preguntar. KangIn se quedó unos minutos pensando y recordó el episodio de noches anteriores en las que los chicos se habían ido a beber a un Bar y que él por ser menor de edad había tenido que quedarse en casa.
- Quizás… si hay algo - Comenzó a decir KangIn animado por la sinceridad de LeeTeuk al confesarle su ‘fantasía’ - Nunca he ido a un Bar porque soy menor de edad… quisiera ir a uno y beber… - Sus mejillas se colorearon - Tengo curiosidad - Finalizó.
- Eso es ilegal - Comentó LeeTeuk aún con su sonrisa - Te aseguro que no hay nada interesante que ver -
- ¡Quiero ir! - Chilló mirándolo severamente - Así como tu vas con HeeChul Hyung y Hangeng Hyung, si no fuera interesante no irían todos los fines de semana - Se quejó y no se dio cuenta de que hizo un puchero. LeeTeuk rió con esa típica risa suya.
- Sólo estás celoso - Comentó dándole un par de palmaditas en la espalda - Pero eres un bebe y lo serás hasta el próximo año - Agregó.
KangIn sintió como rápidamente la rabia que creyó se había ido, volvía rápidamente y se apoderaba de su cabeza dándole calor. ¿Por qué siempre tenía que terminar así? Creyó por unos instantes que la conversación sería tranquila y que LeeTeuk simplemente hablaría con él como una persona civilizada, pero ahí estaba de nuevo burlándose. No entendía su actitud. ¿Por qué sólo con él?. KangIn ya había notado que LeeTeuk se comportaba así, sólo con él. Para los demás miembros siempre tenía una sonrisita y una expresión amable, pero para él siempre había burlas y chantajes.
- Vamos a dar un paseo - Dijo entonces LeeTeuk sin dejar de sonreír como si no se hubiera dado cuenta de que su actitud había molestado a KangIn. - ¿Nos da la cuenta por favor? - Le pidió al hombre que atendía. El señor les extendió un papelito con la cantidad escrita en él descuidadamente y KangIn se encontró pagando obligadamente el valor de la comida. Lo hizo de manera mecánica, sin chistar y con resignación.
***
Llevaban caminando un par de cuadras y KangIn mantenía el ceño fruncido como si en cualquier momento fuera a asesinar a alguien, de hecho moría de rabia contenida, su mente giraba a una velocidad vertiginosa buscando una salida a aquella situación, una manera en la que pudiera invertir los papeles y salir del chantaje al que estaba sometido, odiaba tener que hacer todo lo que le pedía su Hyung y no se imaginaba por cuanto tiempo estaría en esa ridícula y deplorable situación. Nunca habían hablado sobre si el chantaje duraría un tiempo definido, no se habían establecido reglas ni límites sobre lo que podía pedir LeeTeuk y eso le frustraba aún más. Prácticamente LeeTeuk podía pedirle cualquier cosa, ¡lo que fuera! Y él simplemente tenía que obedecer. ¿Realmente merecía la pena aquello? Por unos instantes la idea de que todos se dieran cuenta de que había sido él quien había descargado el video no le pareció tan mala, siempre podría conseguirse una novia y demostrar que era completamente heterosexual.
- Oye… ¿Qué te pasa? - Dijo entonces LeeTeuk, rompiendo el silencio - ¿Te calló mal la comida? - Agregó.
- Estoy bien… - Respondió escuetamente - Estoy tan bien como obligadamente podría estar - Agregó con ironía y se metió las manos en los bolsillos. Aquella era una noche fría de Otoño y el saco que llevaba puesto no le protegía lo suficiente, notó sus manos gélidas como un par de helados de Vainilla.
- No bromees - Exclamó LeeTeuk con una sonrisa y le pasó el brazo por la espalda como una especie de abrazo amigable - Dime la verdad -
- Estoy diciendo la verdad - Respondió KangIn y se safó del abrazo bruscamente - No estoy bromeando -
Entonces LeeTeuk se quedó quieto, no dio un paso más y fue KangIn quien se vio obligado a detenerse y girarse, para encontrar al mayor un par de metros atrás de si mismo. La expresión del líder bien podría ser una mezcla de tristeza con decepción o quizás era sólo su impresión.
- ¿Y ahora que? - Se quejó KangIn llevándose las manos a la cintura.
- No… no quieres seguir caminando ¿verdad? - Preguntó el líder.
- ¿Acaso tengo otra opción? - Replicó KangIn con una mueca fastidiada - Si el Hyung así lo desea caminaremos, si el Hyung así lo desea le lameré los pies como un asqueroso perro, si el Hyung así lo desea… - Se quedó en silencio notando que su cabeza hervía, que sus puños se habían cerrado fuertemente con la rabia.
- Puedes… regresar a casa si quieres - Dijo entonces LeeTeuk en una especie de susurro inseguro que pareció muy impropio de él teniendo en cuenta de lo manipulador que siempre era.
- Bien - Dijo KangIn y se dio la vuelta dándole la espalda molesto y a la vez aliviado - Adiós - Finalizó reanudando su marcha hasta la estación más cercana del tren. Dejando a LeeTeuk sólo en medio de la calle. No miró hacía atrás porque no quería ver la carita de su Hyung. No sabía porque de repente lo embargaba una extraña sensación de condescendencia. De repente se sintió mal por haberle dejado sólo.
“¿Qué tonterías estás pensando? Ese Hyung es un descarado, lo mejor que puedes hacer es dejarle tirado y demostrarle que no sucumbes ante todo lo que dice…”
Se dijo así mismo mientras montaba en el tren y se paraba al lado de una columna para sostenerse. “Se lo merece, LeeTeuk se lo merece, se merece mi desprecio y mi odio.”
Pero por más que pensara una y otra vez en que había hecho lo correcto, su pecho seguía doliendo, reclamándole de manera silenciosa el haberle dejado sólo.
***
Cuando llegó al apartamento lo encontró inquietantemente sólo. Odió más que nunca ese silencio que embargó todo el lugar haciéndolo parecer mucho más grande de lo que era. Odio no encontrar a nadie con quien hablar y distraerse, una excusa para dejar de pensar en él. De mala gana tiró el saco en la habitación que compartía con LeeTeuk y se tiró en el mueble de la sala encendiendo el televisor, conciente de que esa noche probablemente nadie regresaría debido a los interesantes planes que todos habían dicho tener al medio día. Se odio así mismo por estar ahí como un idiota contemplando el televisor el cual realmente no veía, pasaba canales como un autómata sin prestar atención a nada de lo que allí veía.
Pasó entonces una hora. Una eterna y larga hora en la que se levantó un par de veces y anduvo por la casa como una especie de alma en pena en medio de ese triste y desolado paisaje. Fue a la cocina, pero no tenía hambre, así que finalmente no preparó nada para comer, fue al baño, se cepilló los dientes muy despacio, luego decidió tomar una ducha de agua caliente y lo hizo, pero pronto se aburrió de estar en la bañera simplemente pensando (además porque sólo pensaba en LeeTeuk y eso le ponía de más mal humor) Salió de la ducha y se vistió con el pantalón de la pijama y una camiseta esqueleto sin mangas de color negro, apenas si se secó el cabello, pero no le importó mojar la cerámica mientras caminaba por el corredor. Llamó a sus padres y habló un par de minutos con ambos sin tener un verdadero motivo para llamar, colgó y se quedó pensando una vez más en como sería de diferente todo si tuviera una novia en esos momentos.
Estaría felizmente con su novia en algún lugar de la ciudad. Disfrutando de su compañía. Entonces se hizo más evidente el vacío de no tener verdaderos amigos cuando tomó el auricular del teléfono y se detuvo pensativo al darse cuenta de que no tenía a nadie a quien llamar. ¡Hasta tuvo el impulso de llamar a su antigua novia! Pero aquello sería una locura, se dijo así mismo negando con la cabeza, ella le había engañado, ella había estado con él sólo porque era parte de SM, entonces recordó a Aiko y sintió el impulso de llamarla, ella parecía una buena chica, no era tan hermosa como su anterior novia (que más bien era como una modelo) pero ¿Qué importaba eso ahora? Quería hablar con alguien o iba a explotar. Pero no tenía el número de Aiko, nunca se lo había pedido, así que los últimos 15 minutos de esa eternidad, se los pasó aplastado en el mueble de la sala pasando canales al azar.
La puerta principal se abrió. KangIn levantó la vista con curiosidad pero se desilusionó al ver que era LeeTeuk quien traía un par de bolsas en sus manos, había abierto con sus llaves de seguro, pensó unos instantes y volvió su vista al televisor rápidamente mostrando un rostro imperturbable sin darle chance a que se enterara de que estaba aburrido por estar sólo.
- Hola Dongsaeng - Dijo LeeTeuk y pasó de largo sin detenerse en la sala.
- Hola Hyung - Contestó fríamente KangIn sin mirarlo y escuchó la puerta de la habitación al cerrarse.
LeeTeuk se había encerrado en la habitación que ambos compartían. Seguramente estaba enojado, pensó casi al instante, seguramente odiaba el hecho de que las cosas no le hubieran salido como él quería. Eso era lo que pasaba, estaba seguro. Una sonrisa se dibujó en sus labios saboreando el dulce de la victoria, aunque esa fuera una insignificante batalla en la verdadera guerra.
Se quedó allí viendo televisión un buen rato más, regocijándose mentalmente y dándose así mismo la razón sobre la buena decisión que había tomado al dejarle solo en la calle. Entonces luego de lo que pareció media hora, escuchó la voz de LeeTeuk a través de la puerta cerrada de la habitación.
- ¡Dongsaeng! Ven aquí…- Llamó, más bien ordenó desde la habitación.
KangIn no movió ni un músculo, si quería pedirle una disculpa que saliera él mismo y le buscara.
- No molestes - Respondió descuidadamente y continuó viendo el televisor donde pasaban una interesante propaganda sobre limpiadores para baño.
- ¡Tu Hyung te lo ordena! - Gritó el otro desde la habitación - Tu Hyung quiere que vengas aquí de inmediato - Agregó con tono firme.
KangIn cerró los ojos y contó hasta 10 mentalmente, de nuevo la sangre subiéndosele a la cabeza, se levantó lentamente y apagó el televisor antes de dirigirse al cuarto, abrió la puerta de par en par dispuesto a decirle unas cuantas verdades, cuando la imagen del cuarto le dejó tan sorprendido que por unos instantes tuvo la sensación de haber abierto una puerta interdimencional y haber entrado en otro tipo de realidad.
La habitación estaba más oscura, en realidad todo el lugar tenía una leve iluminación azulosa inusual, la mesita en donde normalmente ponían la lámpara y el reloj despertador, se hallaba en el centro de la habitación, pero ninguna de esas dos cosas estaban sobre ella. En vez de eso había varias botellas oscuras y varios vasos de vidrio. ¡Había globos de colores oscuros en las paredes! Creyó distinguir que eran rojos escarlata, pero con la iluminación azulosa parecían más oscuros, casi negros. Parpadeó creyendo que la visión se iría, pero no se fue y entonces reparó en LeeTeuk quien estaba sentado en su cama y lo miraba con una extraña expresión que no pudo descifrar en el momento.
- ¿Qué… que… demonios? - Tartamudeó KangIn.
- Bienvenido al Bar Angel Park - Dijo LeeTeuk y se levantó haciendo una venia respetuosa. - Su mesa ha sido reservada señor Kim - Agregó moviendo la mano para mostrarle la cama de KangIn - Puede tomar asiento y en segundos le mostraremos nuestra carta de vinos y cócteles -
KangIn caminó vacilante hacía su cama y se sentó en ella frente a la mesita de noche sin dejar de mirar a LeeTeuk quien se movía elegantemente, y actuaba como si tuviera una bandeja imaginaria en una mano.
- Nuestra especialidad de la casa es un delicioso Cóctel a base de Crema de Wiskey - Prosiguió LeeTeuk seriamente - Pero también podemos ofrecerle algo más tradicional si usted desea - Agregó mostrándole la botella de Soju sobre la mesa. Entonces LeeTeuk hizo como si estuviera contestando un teléfono imaginario - Bar Angel Park a sus ordenes, ah, buenas noches señor Park Jungsu así es, su invitado ha sido bien atendido y se encuentra esperándole en la mesa reservada - Explicó con un gesto solemne y KangIn tuvo que ahogar una risita. - Señor Kim, el señor Park Jungsu llegará pronto a acompañarle ¿Desea ordenar la bebida o esperar? -
KangIn tuvo un inesperado ataque de felicidad en su interior y tuvo el impulso de darle un abrazo de oso a ese tonto que tenía frente a él. Pero se contuvo, sin embargo no pudo esconder la enorme sonrisa que ahora adornaba su rostro.
- Esperaré… gracias- Respondió, entonces LeeTeuk hizo otra venia y salió de la habitación con su bandeja imaginaria. Unos segundos después volvió a entrar por la puerta con expresión agitada.
- Ohh, lo siento, el tráfico estaba imposible ¿Has esperado mucho? - Exclamó mirando el reloj y se sentó frente a KangIn en su cama. - ¿Y bien un cóctel? - Preguntó con una sonrisa que se le antojó demasiado sincera.
KangIn asintió con la cabeza sintiendo que sus mejillas se tornaban más rojas de lo normal mientras ese chico que tenía frente a él comenzaba a preparar el susodicho cóctel y lo servía en un enorme baso de vidrio.
- Salud - Exclamó LeeTeuk una vez se hubo servido él también e hizo chocar el vaso con el de KangIn -
- ¿Por qué brindamos? - Preguntó entonces KangIn llevándose el vaso a los labios.
- Porque… esta noche te convertirás en un adulto - Respondió el otro con una sonrisa angelical que le atravesó el pecho como una flecha a gran velocidad.
Continuará…
