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El ángel y el Demonio por Helsic

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El ángel y el Demonio

~ Capitulo 27 ~

El Hyung Obediente

 

 

En ese momento no entendió el significado de sus palabras, en realidad estaba más preocupado por el nerviosismo que de un momento a otro le había embargado sin motivo aparente. "Es sólo JungSu hyung" se repetía mentalmente una y otra vez mientras las manos del mayor masajeaban con torpeza sus hombros. "Es sólo mi Hyung... no hay nada que temer".

- ¿A eso llamas un buen masaje? - Le reclamó entonces notando como el mayor en vez de relajarle sólo lograba lastimarle un poco los músculos.

- ¿Cómo quieres que lo haga entonces? - Preguntó LeeTeuk y como estaba a su espalda, KangIn no pudo ver su sonrisa sardónica.

- Hazlo suavemente, hazlo bien - Ordenó retóricamente KangIn disfrutando de su poder sobre el otro - Eh tenido mucho trabajo en el colegio todo este tiempo... así que necesito relajarme - Agregó como si fuera un ocupado hombre de negocios.

- Lo que mi dongsaeng quiera - Susurró LeeTeuk y de inmediato notó el cambio, las manos de Leeteuk, comenzaron a moverse más suavemente, a apretar y aflojar la carne de sus hombros, a moldear los músculos de su espalda como si fueran arcilla caliente , completamente diferente a lo que había hecho anteriormente.

- Así está mucho mejor ¿Vez que puedes hacer las cosas bien?  Eres un buen esclavo - Se burló sin piedad disfrutando de la relajante sensación que el otro le daba en su espalda.

Entonces LeeTeuk lanzó el primer ataque. Se inclinó hacía él y sus labios rozaron el borde de su oreja derecha cuando dijo.

- Sólo haré lo que mi Dongsaeng me pida - Su aliento le calentó toda la zona de la oreja casi inmediatamente enviándole una sensación por toda su columna vertebral, como si miles de hormigas estuvieran marchando una tras de otra. KangIn tensó todo el cuerpo al escuchar esas palabras, pero no fue tanto por el significado de las mismas, sino lo que le produjo sentir esos labios tan cerca de su oreja. De inmediato recordó el ardiente beso que habían compartido un par de noches antes, ese beso con el que el mayor casi lo devora por completo, creyó morir, asfixiarse, creyó que...

Entonces las manos de LeeTeuk se sumergieron dentro de su camiseta sin mangas del pijama, sintió sus finos y fríos dedos recorriendo su espada, sintió la piel suave del otro a través de sus manos. Aquello ya no era un masaje... aquello era una caricia.

- Hyung... - Murmuró avergonzado, debía detener esa locura. ¿Verdad? porque eran hombres y eso no estaba bien. Pero entonces los dedos de LeeTeuk alcanzaron su pecho, se pasearon suavemente delineando sus pectorales. - Hyung... - Repitió con la voz un poco más agitada de repente hacía tanto calor.

- ¿Que más desea ordenar el Dongsaeng? - Dijo entonces LeeTeuk tomándolo desprevenido. KangIn lo dudó unos segundos más. El mayor pasó las yemas de sus dedos levemente por encima de sus tetillas y fue como si una corriente eléctrica lo hubiera sacudido por unos instantes. - ¿Quieres que lo haga mejor? ¿Aún no estás satisfecho con mi trabajo? -

Aquellas preguntas hicieron volar su imaginación. Cerró los ojos y se entregó por unos momentos a la absorbente sensación que las caricias de LeeTeuk le otorgaban. Eso no está bien, esto no está bien, detente, detente, detente, detente, detente...

- ¿O quieres que me detenga? - Volvió a escuchar a LeeTeuk, esta vez los labios del mayor hicieron contacto directo con su oreja y al pronunciar las palabras, KangIn pudo sentir la vibración de esos labios sobre su piel, como una especie de extraño y erótico beso.

Detente, detente, detente, detente, detente... Esto no está bien...

- Continúa - Murmuró de manera inconsciente.

- ¿Continuo haciendo que? - Preguntó entonces LeeTeuk - Si no le das las ordenes correctamente a tu Hyung podría equivocarse y hacer cosas diferentes a lo que le pediste... - Ahora los labios de LeeTeuk estaban rozando suavemente la piel de su nuca, sintió su respiración cálida allí también, entonces fue consciente de que tenía un pequeño problema entre sus pantalones.

LeeTeuk pellizcó suavemente las tetillas de KangIn con el dedo pulgar y el índice. Y aquello fue demasiado, fue más de lo que esperaba. ¿Cómo algo tan simple podía hacerle sentir de esa manera? ¡Oh dios! su miembro se presionaba con fuerza contra su ropa interior, estaba completamente duro. ¿Cómo podía ese chico hacerle sentir esas cosas? ¿Porqué precisamente su descarado y aprovechado Hyung?

Las manos de LeeTeuk bajaron hasta su vientre y juguetearon con el ombligo suavemente, ya no estaban frías, ya nada se sentía frío, todo a su alrededor ardía como si estuvieran dentro de un horno gigante. ¿Sería gracias al efecto del alcohol? Podría ser, al fin y al cabo el nunca había bebido, quizás estaba sintiendo todo aquello gracias al alcohol. El alcohol sería su condena y a la vez su salvación. Puesto que... ¿Que mejor excusa que decir que estaba ebrio y no sabía lo que hacía? Aquello era un arma de doble filo, pero correría el riesgo porque quería saber hasta donde llegaría LeeTeuk si se lo permitía... ¿Permitirle que? ¡Ordenar era la palabra correcta! él era el amo ahora, él podía ordenarle a LeeTeuk a hacer lo que quisiera. ¿Estaría dispuesto su Hyung a hacer todo lo que pidiera?... ¿Cualquier cosa?.

Las manos de LeeTeuk llegaron hasta el su pantalón y juguetearon con el borde de este, incitándole.

- Harás todo lo que te pida - Dijo KangIn intentando parecer firme, pero su voz salió entre un suspiro porque su respiración había aumentado de ritmo y no fue consciente de eso hasta que habló.

- Eso depende... - Respondió LeeTeuk y mordió el lóbulo de su oreja, KangIn tuvo que reprimir un gemido ¡Si un gemido! que hubiera escapado de su boca, mordiéndose el labio inferior. - No establecimos límites en este juego... y eso es peligroso - dijo LeeTeuk mientras continuaba lamiendo y mordisqueando su oreja. - Se que es lo que quieres... atrévete a ordenarlo... quizás te complazca -

Aquello definitivamente fue humillante. KangIn notó el tono burlón en la voz de LeeTeuk y aunque se dijo así mismo que debía terminar con esa tontería y darle un fuerte golpe en la cara a ese idiota, su cuerpo estaba en completo desacuerdo. Aquellas palabras humillantes y sensuales, resultaron infinitamente más eróticas de lo que hubiera imaginado y su cuerpo tembló de excitación aunque su mente se empeñara en pensar lo contrario. Eso le puso más duro. Que LeeTeuk le dominara de ese modo le puso más duro.

- Hazlo... - Murmuró KangIn casi imperceptiblemente, sus mejillas estaban ahora tan coloradas que parecían un par de cerezas maduras. ¡Dios, no podía creer que se lo estuviera pidiendo!.

- ¿Hacer que? - Preguntó entonces leeTeuk y sus manos volvieron hacía sus tetillas y las pellizcaron suavemente una y otra vez - No escucho las palabras mágicas... Si no lo ordenas correctamente no sabré que hacer... -

¡Como le gustaba jugar con él! KangIn cerró los ojos terriblemente avergonzado, como nunca antes había estado en su vida. Ni siquiera cuando se corrió por primera vez con una chica, ni siquiera esa vez, meses atrás cuando había llegado por primera vez con su novia se sintió tan avergonzado. Los dedos de LeeTeuk (Maravillosos dedos) seguían jugueteando con sus pezones, arrancándole suspiros que intentaba vanamente reprimir. No lo diría otra vez, claro que no, no se humillaría así, no le daría ese gusto a LeeTeuk, él tenía el control ahora, aquello era absurdo...

- Tu Dongsaeng quiere que continúes con el masaje.... abajo también - De nuevo las palabras salieron solas y desvergonzadas de su boca. Todo lo contrario a lo que estaba pensando.

Entonces las manos de LeeTeuk bajaron de nuevo hasta el borde de su pantalón. LeeTeuk movió una de sus manos y le agarró el miembro por encima de la tela, se lo aprisionó con fuerza como una tenaza. KangIn esta vez no pudo evitar que un gemido escapara de sus labios.

-  ¿Que más desea mi Dongsaeng? - Preguntó LeeTeuk de nuevo, besando su cuello, dejando un rastro húmedo desde su oreja hasta su hombro.

- Muevela... mueve la mano - Murmuró KangIn con los ojos cerrados y LeeTeuk comenzó a mover su mano de arriba hacía abajo, haciendo presión deliciosamente, con una experticia tal que superó todas sus expectativas.

- ¿Así está bien? - Le preguntó LeeTeuk manteniendo un ritmo desquiciante.

- Ahh... mmm... - Fue todo lo que respondió KangIn, No podía creerlo, Si se sentía así de increíble sólo tocándole por encima... ¿Cómo sería si su mano estuviera tocándole directamente? Pero no... Aquello era demasiado, no podía pedirle eso, ¡No podía! ¡Ambos eran hombres! tenía que recordar eso...

- Hazlo por debajo de la tela - Le ordenó entre jadeos, contradiciéndose una vez más. Entonces leeTeuk lo soltó y su mano se metió por debajo del holgado pantalón de pijama y jugueteó unos minutos en el borde de los boxers desesperándolo, luego los bajó lentamente, al igual que el pantalón, quedando estos en los muslos de KangIn.

- Ahhh...- Un nuevo gemido, (que casi pareció un grito desgarrado) salió de sus labios cuando la mano de su Hyung hizo contacto directo con su entre pierna desnuda y la aprisionó con fuerza, apretándole deliciosamente. La mano se movió frenéticamente alcanzando un ritmo delicioso, un ritmo que le hacía olvidar quien era y que hacía ahí.

Los pensamientos dejaron de tener alguna coherencia, al demonio todas sus reflexiones y tonterías sobre lo que estaba bien o mal, sólo esa sensación podía existir en todos sus sentidos, esa hábil mano que le acariciaba era la única verdad absoluta de su mundo ahora. Ya no le importó que nuevos gemidos salieran de sus labios y que su respiración estuviera tan agitada como  si hubiera corrido toda una maratón. Nada de eso importaba.

Los labios de LeeTeuk estaban nuevamente en su oreja, dios... esos labios, como los deseaba, esos húmedos labios...

- Se que desearías que estos labios estuvieran ahí... en vez de mi mano - Susurró LeeTeuk metiendo su lengua en su oreja, paseándola por el lóbulo, humedeciéndole para luego morderlo. Y la inevitable imagen mental de esos labios, esos seductores labios sobre su entrepierna, chupándole con avidez, su lengua jugueteando en su punta, esa cavidad húmeda deslizándose deliciosamente, llegó a su cabeza como el fotograma de una película.

- Ahhh... Hyunggg.... - Gimió, no... ¡Gritó! cuando alcanzó el clímax y todos sus músculos se tensaron súbitamente, arqueó su espalda como pudo, recostándose contra el pecho de LeeTeuk, cerrando los ojos con fuerza mientras alcanzaba el orgasmo tan intensamente que creyó que moriría allí mismo, el mundo se desmaterializó a su alrededor con cada gota de ese líquido precioso, de esa ambrosia agridulce que fue derramada en la mano de LeeTeuk, salpicándole el vientre y parte de la ingle.

 

Una sensación de relajación le embargó completamente. Entonces LeeTeuk se levantó tras de él y KangIn alcanzó a ver que se dirigió al baño, probablemente para lavarse la mano. Nunca se había corrido ‘tanto’ y KangIn se sintió nuevamente avergonzado cuando se quedó solo en la habitación, estaba muy untado por todas partes y en el momento no supo que hacer, entonces recordó que tenía papel higiénico en algún lugar de su maletín del colegio, sacó el papel y se limpió el vientre y parte de los muslos. Luego se subió la ropa interior y el pantalón. Aún se sentía ligeramente mareado, sin embargo gran parte del efecto del alcohol se había ido luego de aquella emoción tan fuerte. Ahora la realidad de lo que acababa de suceder le golpeó en la cara como un puño directo.

 

Había tenido un orgasmo provocado por Park JungSu.

 

Se llevó las manos a la cabeza y se dejó caer de espaldas a la cama quedando acostado cuan largo era. Miró el techo reflexionando en torno a eso. Había sido el orgasmo más intenso de toda su vida y se lo debía a un hombre. ¡Pero no a cualquier hombre! Se lo debía a su Hyung, a ese mismo que se había encargado de hacerle la vida imposible desde que llegó a SM, ese que le manipulaba y le daba ordenes por doquier, ese mismo que… le había protegido cuando se perdieron en la montaña, el mismo que había cumplido su sueño de ir a un bar. Jungsu Hyung era muchas cosas, era blanco y negro al mismo tiempo, le había hecho experimentar el extremo de muchos sentimientos y le hacía sentir completamente indefenso y a su merced. Era difícil imaginarse su vida ahora sin la presencia de él, así lo odiara un día y al siguiente quisiera darle un abrazo.

 

Justo como en ese momento. Deseaba abrazarlo. De repente tuvo el impulso de levantarse e ir a buscarlo al baño, encontrarlo de espaldas y cuando él se girara, darle un beso y posteriormente un abrazo de oso. Seguramente él sonreiría con esa sonrisita suya capaz de derretir los hielos de la antártica, le correspondería el beso y le confesaría que, le gustaba. Que le gustaba todo de él.

 

Pero por supuesto aquello era sólo un sueño idealista y tonto. Porque él seguía allí acostado sin mover ni un solo músculo, él seguía ahí simplemente pensando en que toda esa locura se debía al efecto del alcohol y que al día siguiente las cosas iban a cambiar, de nuevo todo sería como antes, como siempre había sido, con la diferencia de que ahora él tenía el control y podría hacerle pagar a LeeTeuk por todas las humillaciones a las cuales le había sometido en días anteriores.

 

Sonrió apaciblemente cerrando los ojos, su cuerpo estaba tan relajado que casi no lo sentía, cuando cerró los ojos se sintió ingrávido y flotó lentamente hasta la oscuridad en donde se quedó profundamente dormido.

 

KangIn no se dio cuenta de que LeeTeuk estuvo tras la puerta de la habitación mordiéndose el labio inferior nerviosamente, asomándose de vez en cuando por la rendija de la puerta para comprobar que continuaba allí recostado, su corazón latiendo como una locomotora sus manos temblando extrañamente y todo rastro del dominio sobre si mismo que minutos antes había mostrado, había desaparecido de sus ahora tristes ojos, de su ahora expresión de angustia.

 

KangIn no se dio cuenta en que momento LeeTeuk entró en la habitación y se dejó caer en la cama que quedaba vacía, contemplando el techo de la habitación con expresión ausente, su mente perdiéndose en miles de contradicciones y tonterías de las cuales KangIn nunca llegaría a enterarse, por lo menos no aún.

 

 

Notas finales:

Continuará

 

Notas de Helsic: AIshhh fue tan difícil escribirle el final a este cap D: el lemon lo escribí así todo de una vez, pero cuando se acabó el lemon me quedé en blanco sin saber como concluirlo y tenia muchos posibles finales LOL entonces lo consulté con Shingo quien como siempre me ayudó a resolverlo :D

 

A todas sólo les diré una cosa:

Gracias x la paciencia!!! xDD omg finalmente aquí esta el lemon *A* y lo ame mucho~ fue tan HOT D: y sadasdsad tan TeukIn *O*


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