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El ángel y el Demonio por Helsic

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El Ángel y el Demonio
capitulo 29
** Los hermanos jurados no hacen estas cosas **


Cuando terminaron de comer, LeeTeuk dejó los platos en el lavaplatos pero no los lavó (Con el agua se le hubiera abierto la herida) y KangIn se quedó mirándolo mientras salía de la cocina y se dirigía al baño. Así que hermanos jurados ¿eh? se dijo así mismo mientras ponía los codos sobre la mesa y dejaba caer la cabeza entre sus manos, aquello no podía ser más que una invención del mayor, de alguna forma iba a sacar provecho de ese nuevo 'pacto' podía casi asegurarlo, cuando menos se lo esperara, LeeTeuk estaría aprovechándose de la nueva situación para tomar ventaja en el asunto, pero esta vez no lo tomaría desprevenido. KangIn ganaría esta vez porque tenía el poder para hacerlo. Por que no se fiaba de él. Ahora que había ganado la apuesta debía aprovecharla para voltear el delicado equilibrio en el que se encontraban las cosas ahora y ponerlo todo a su favor, una sonrisa y un pacto de sangre (¡con sangre verdadera!) no eran suficientes para que confiara en él, no después de todo lo que habían pasado hasta ese momento. Convivir con LeeTeuk le había enseñado lo peligroso que ese joven de rostro delicado y pálido podía llegar a ser.

- Hey Hyung - Comenzó a decir saliendo de la cocina, LeeTeuk continuaba en el baño y KangIn escuchó el agua del lavamanos corriendo libre. - Vístete que vamos a salir - Ordenó con voz autoritaria y la cabeza del mayor se asomó por el baño (tenía un cepillo de dientes entre la boca).

- ¿Cómo dices? - Preguntó.

- Tu Dongsaeng quiere salir, así que saldremos - Dijo simplemente dándole la espalda.

- ¿QUEEE? - leeTeuk gritó y KangIn sonrió con satisfacción dándose la vuelta para observar ese rostro indignado. - Pensé que... ser hermanos jurados anularía la apuesta... - Murmuró LeeTeuk con expresión entre inocente e indignada.

- Pues creíste mal - Dijo tranquilamente KangIn - Sabía que intentarías tomar ventaja -

- No estoy intentando tomar ventaja... - Murmuró leeTeuk esta vez su expresión si parecía ofendida.

- Como sea, la apuesta sigue en pie y te ordeno que me acompañes - Dijo KangIn ignorando esa expresión molesta en su interlocutor. LeeTeuk tiró la puerta del baño con fuerza y al cabo de unos minutos lo vio salir dando traspiés. Se metió en el cuarto y comenzó a revolcar el armario buscando algo que ponerse. - Ah... se me olvidaba... lleva buen dinero - Finalizó feliz como lombriz de ser el amo y señor de la situación.

Media hora después se encontraban dentro de un metro, KangIn usaba un saco rojo oscuro con líneas en las mangas y un pantalón holgado negro del cual colgaba una cadena de plata, LeeTeuk como era costumbre iba de blanco, esta vez un chaleco blanco sin mangas y debajo de él un saco azul muy claro con costuras negras. LeeTeuk miraba hacía al frente con cara de pocos amigos mientras se sostenía de la barra del techo del tren. Unas chicas les miraban y murmuraban cosas desde una esquina con notorio interés. KangIn quien no podía quitar su sonrisa de satisfacción de la cara les dedicó una breve mirada coqueta que las hizo sonrojar. Tardaron otra media hora en llegar al destino (que KangIn se había preocupado cuidadosamente en no revelar) y salieron de la estación a una preciosa tarde soleada.

De haber podido, KangIn le hubiera tomado una fotografía al rostro sorprendido de LeeTeuk, inclusive había abierto ligeramente los labios y una maldición muda no logró salir al ver el lugar al cual le había llevado KangIn.

- El mejor parque de atracciones de Seoul - Exclamó KangIn con entusiasmo - ¿Sabes que tienen la montaña rusa más grande de toda Korea? - LeeTeuk no respondió y se llevó las manos a los bolsillos como quien quiere proteger su billetera de un monstruo invisible. De hecho el monstruo invisible tenía nombre, se llamaba KangIn e iba a hacerle gastar una buena cantidad hasta darse por bien servido, en otras palabras hasta haberse vengado. Entraron y LeeTeuk tuvo que pagar las entradas, en la taquilla vendían unos tiquetes completos para todas las atracciones y salían un poco más económicos por pares, así que leeTeuk los compró con una absoluta expresión de resignación y unos minutos después se encontraron caminando por el enorme parque.

Habían muchas familias llevando a sus emocionados hijos de la mano de un lugar a otro, también habían muchos adolescentes que caminaban en bulliciosos grupitos y un par de abuelos que observaban con nostalgia a una parejita que comía algodón de azúcar cerca de la enorme rueda de Chicago.

- ¿A donde vamos primero? - Exclamó KangIn emocionado como un niño pequeño, LeeTeuk se alzó de hombros indiferente.

- A donde el Dongsaeng le de la gana - Respondió sin sonreír. KangIn le haló del brazo.

- Quita esa cara Hyung... ¡divirtamonos! - le respondió el menor - Ahhh mira... ¡vamos a la montaña rusa! -

La enorme montaña Rusa blanca se alzaba como un gigante colosal de metal y la gente gritaba como loca cuando el carrito se dejaba caer libremente por los enormes brazos de hierro. KangIn corrió hasta la fila y LeeTeuk lo siguió a regañadientes pero tuvieron que esperar un buen rato, porque delante de ellos habían por lo menos unas 30 personas.

- ¿Te gustan las montañas rusas? - Preguntó KangIn entusiasmado, casi podía decirse que parecía un niño de 6 años que por primera vez va a una feria.

- Hace mucho que no vengo a una - Comenzó a decir LeeTeuk observando como el carrito subía y bajaba con los pasajeros a punto de vomitar - Creo que tenía 12 o 13 años la última vez -

- ¿Tanto tiempo? - Preguntó KangIn sorprendido.

- Bueno... en esa época no podía montar en una tan grande como esta porque no tenía la altura suficiente - Explicó LeeTeuk un tanto avergonzado - Y después... dedique muchos años de mi vida a mis estudios, las clases de piano y canto... no había mucho tiempo que perder... -

KangIn hizo una mueca de inconformidad. No consideraba que ir a un parque de diversiones era una perdida de tiempo y más para ellos que estaban en la flor de sus juventudes.

- ¿No habrás venido con alguna novia? - Le preguntó entonces. LeeTeuk se encogió de hombros.

- Una que otra vez... pero a ella no le gustaban estás cosas... así que tampoco montamos mucho - Explicó el mayor.

- Tu novia parecía una chica bastante aburrida... - No pudo evitar decir KangIn cuando finalmente llegó su turno.

KangIn corrió hasta el primer carrito que por obvias razones la gente no prefería tomar, la sensación de nauseas que provocaba era mucho mayor, LeeTeuk lo siguió caminando con resignación y se sentó a su lado. Una vez el operario les acomodó los seguros y el carrito comenzó a subir y subir por la empinada pendiente, KangIn advirtió que la montaña rusa parecía subir hasta el infinito y extenderse más allá. Era como si esa subida no tuviera fin y pudo divisar las verdes montañas que bordeaban la ciudad muy lejos del lugar cuando el carrito fue alcanzando una altura vertiginosa. Se dio media vuelta y notó que LeeTeuk estaba pálido como una hoja de papel y se aferraba con tanta fuerza a la baranda de metal que los nudillos se le habían puesto blancos.

- No me digas... ¿También le tienes miedo a las altu..? - KangIn tuvo que cortar la frase porque la caída en picada del carrito lo tomó por sorpresa sacándole todo el aire que tenía en el pecho. - AHHHHHH!! - Gritó como un loco cuando el carrito tomó una curva muy cerrada y ambos quedaron de cabeza por unos frenéticos segundos. De repente el mundo allá afuera fue una mezcolanza de colores y formas, el cielo y la tierra cambiaron de lugar tan rápido que tuvo que cerrar los ojos por unos instantes, al momento siguiente se encontraba en una nueva curva y de nuevo estaba de cabeza.

Giró su cabeza lentamente y vio a LeeTeuk con los ojos fuertemente cerrados y con una expresión bastante divertida, era como si se hubiera tragado un limón entero y luego lo hubiera pasado con un poco de sal.

- No Hyung... no vallas a vomit..taaaaaaaaar - Una nueva curva lo sorprendió hablando y de nuevo la frase quedó incompleta mientras KangIn volvía a gritar como un loco y el mundo volvía a girar vertiginosamente.

Cinco minutos después (que parecieron eternos gracias a la descarga de adrenalina) el carrito se estaba deteniendo frente al operario que abría los cinturones de seguridad. LeeTeuk se bajó como un zombie del carrito y KangIn saló a su lado con energía.

- ¡Wuaaa que genial! - Exclamó dando saltitos como un niño pequeño - Tenemos que repetirlo Hyung... ¡que genial cuando da la curva y luego vuelve a subir y quedas de cabeza! - LeeTeuk apenas si asentía con esa misma expresión de antes. - ¿Estás bien? ¡Que flojo eres! ¿Vas a vomitar? ¿Acaso estás muy viejo para estas cosas? - La mención de la palabra 'viejo' pareció hacer reaccionar a LeeTeuk que comenzó a manotear agitadamente.

- ¡Que cosa más genial! - Exclamó y el grito que dio inclusive sobresaltó a KangIn, era como si se hubiera quebrado una especie de mascara de porcelana invisible en el rostro de LeeTeuk, no había rastro de la seriedad que había mostrado desde que se subieron al metro - ¡Dios! ¡Hacía tanto tiempo que no sentía algo así! - Agregó estirando los brazos.

- ¿Vamos a montar otra vez? ¿verdad que si Hyung? - Exclamó KangIn. LeeTeuk asintió con una sonrisa de oreja a oreja.

Y montaron otra vez... y otra vez y otra vez, hasta que el mundo daba tantas vueltas (aún estando en tierra) que tuvieron que sentarse en una banca unos momentos.

- No más, no más... - Repetía KangIn como un borracho con los ojos cerrados, luego se levantó y exclamó- ¡Quiero comer! - La sonrisa de LeeTeuk se esfumó. - Vamos allí - Agregó y lo haló del brazo, de mala gana LeeTeuk le siguió hasta un puesto de comidas que tenía una amplia variedad de comida basura.

- Quiero esto... y esto... y dos es esas... y uno de ese... del amarillo gracias - Exclamó en el mostrador y la chica llenó la mesa de dulces y chocolates.

- ¿Algo más? - Dijo la chica con una sonrisa fingida. LeeTeuk negó frenéticamente con la cabeza, pero KangIn se le adelantó.

- Si... dos Coca Colas de las grandes - Agregó KangIn y recibió los enormes vasos con las manos llenas de los paquetes de dulces.

- ¿Por que no pediste otro poco para llevar? - Le preguntó LeeTeuk irónicamente luego de pagar en la caja - Podríamos guardar en la nevera para el resto de la semana - Agregó sentándose frente a KangIn en una mesita de color azul crema al frente del puesto de comida. Un par de mesas más allá unos chicos reían ruidosamente.

- Soy un dongsaeng muy considerado - Dijo simplemente KangIn y le ofreció una de las bebidas a LeeTeuk y un par de dulces también, pero dejó los más grandes y más sabrosos para él. El mayor abrió un paquete y se llevó un montón de papas fritas a la boca luego bebió gaseosa.

- ¿Oye... hasta... cuando va esto? - Preguntó LeeTeuk cuando ya llevaban un buen rato comiendo.

- Dijiste que una semana ¿No lo recuerdas? - Le presumió KangIn - "hagamos esto más interesante blabla" - Le imitó haciendo una mueca graciosa y tomando otro trozo de brownie de arequipe con chocolate.

- Si... pero... ¡Pero se suponía que si éramos hermanos jurados las cosas iban a cambiar entre nosotros! - Se quejó LeeTeuk -

- Hyung... no intentes engañarme... ¿Hubieras hecho lo mismo? - Le preguntó con una mirada inquisitiva - ¿Y si yo hubiera perdido jugando al king of Fighters? ¿Que hubiera pasado ah? - LeeTeuk lo miró con resentimiento y bebió un poco más de la gaseosa. - El silencio otorga... -

- ¡No me inventé lo de los hermanos jurados para cancelar la apuesta si es lo que estás queriendo decir! - Se defendió LeeTeuk y se cruzó de brazos asiendo un puchero.

- No quise decir eso... pero una apuesta es una apuesta y los hombres de verdad cumplen con sus promesas - Finalizó KangIn orgulloso de que una frase tan profunda y madura hubiera salido de sus labios (aunque la hubiera escuchado en un anime).

- Piensa lo que quieras... pero hicimos un pacto de sangre... ¡tienes que portarte bien con tu Hyung! - Exclamó LeeTeuk sin dejar que el puchero abandonara sus labios, ciertamente se veía adorable.

- Me portaré bien sólo si tu te portas bien - Respondió KangIn triunfalmente - Si eres un buen Hyung... seré un buen Dongsaeng - Agregó terminándose el brownie - ¿Y que mejor forma de demostrarlo que obedeciendome en todo lo que te pida? - LeeTeuk hizo una mueca de desaprobación - Podemos usar la apuesta como un método para calificarte y al final de la semana sabremos si eres un buen Hyung o no -

LeeTeuk se levantó molesto y pareció querer decir algo pero no dijo nada y se fue caminando hacía el baño con las manos cerradas en puños.

¡Te tengo! Ahora estas jugando mi juego con mis reglas. Estás comiendo en la palma de mi mano Hyung y no hay nada que puedas hacer al respecto.


KangIn lo observó irse y de repente hasta la comida sabía mejor, se terminó la Coca Cola y esperó tranquilamente a que el otro volviera y le hiciera una pataleta, se recostó mejor en la silla y estiró los pies poniéndolos sobre el otro asiento. Estaba lleno por todas las chucherías consumidas, por unos instantes pensó que no sería buena idea volver a la montaña rusa luego de haber comido de esa forma. Miró hacía todos lados buscando otra atracción que le llamara la atención cuando LeeTeuk regresó.

Venia sonriendo.

Sonriendo con esa sonrisa confiada suya que tanto miedo le daba. Se sentó con soltura en frente suyo y no paró de sonreír.

- ¿A donde más quiere ir mi Dongsaeng? - Exclamó con meloseria, una voz tan dulce que sintió como si de repente se hubiera tragado una cucharada de azucar. KangIn se acomodó en el asiento y lo miró con desconfianza, pero no podía permitir que el otro advirtiera que estaba desconcertado con esa actitud.

- A la casa del terror - Respondió sin pensarlo levantándose del asiento y LeeTeuk se puso de pie sin chistar y le pasó un brazo por los hombros en un gesto completamente confidencial.

- Vamos entonces - Dijo LeeTeuk con esa misma voz maternal que tanto lo asustaba y KangIn comenzó a sentir como la confianza en si mismo que minutos antes le llenaba por completo se deslizaba por su cuerpo y caía por sus pies para luego desaparecer.

Al cabo de unos minutos llegaron a la entrada de la casa del terror. Había por lo menos unas 10 personas antes de ellos en la fila y de nuevo tuvieron que esperar. Había un hombre disfrazado de diablo en la entrada, el maquillaje era bastante bueno y traía una larga capa que ondulaba con el incipiente viento de esa tarde otoñal.

- ¿Habías entrado a esta? - Le preguntó KangIn intentando que esa sensación de estar en la boca del lobo se disolviera.

- No... es mi primera vez en esta - Respondió con su dulce sonrisa de 'lo tengo todo bajo control pequeño' - Fui una vez a una casa del terror... pero era muy pequeño -

- Yo tampoco conozco esta, la han remodelado hace unas semanas - Exclamó KangIn - Dicen que tiene nuevas sorpresas-

- No te preocupes, tu Hyung está aquí contigo y te protegerá - Dijo LeeTeuk dándole palmaditas en la espalda.

- ¡No tengo miedo! - Se quejó KangIn - No necesito que me protejas! - Agregó avergonzado porque un par de chicas delante de él se habían girado y habían comenzado a murmurar al escuchar la conversación.

- Oh... se me olvidaba que eres un Dongsaeng valiente - Agregó leeTeuk y le dio un empujonsito cariñoso. - Te compraré un helado cuando salgamos -

Las chicas rieron y se taparon la boca para que él no pudiera escucharlas, pero eso sólo hacía el gesto más obvio. KangIn estaba tan colorado como el maquillaje rojo del diablo de la entrada, LeeTeuk seguía sonriéndole cariñosamente como si nada estuviera pasando y deseó salir corriendo de ese lugar para esconderse entre los matorrales cercanos al parque.

 

Finalmente entraron en la casa del terror. Estaba todo completamente oscuro y silencioso, había un buen espacio entre cada pareja o grupo de personas para asegurar de que el susto fuera mayor (La gente se sentía más indefensa y vulnerable cuando estaba sola) por eso no permitían que fueran en grupos grandes y ambos chicos se encontraron de repente solos en medio de la oscuridad. El hombre disfrazado de diablo en la entrada, les recomendó a todos ir uno detrás del otro y no separarse ni correr, pasara lo que pasara o escucharan lo que escucharan, también dijo que debían caminar en línea recta como en fila india. (Algunas personas se asustaron al escuchar esto), pero a KangIn le pareció bastante emocionante que pusieran esas reglas, de alguna forma aumentaba la expectativa.

Ahora se encontraba caminando lentamente por un pasillo oscuro que se hacía cada vez más estrecho, hasta que llegó a un punto en el que se abrió y entraron en una especie de cámara. Habían unas pinturas barrocas en sus cuadros pegadas a la pared y el sitio estaba tenuemente iluminado por una luz verdosa. Se quedaron admirando la perfección de la ilustración en los cuadros cuando sin previo aviso la pintura se abrió por la mitad y un espantoso rostro cadavérico salió del agujero con un desgarrador chillido que inundó toda la habitación. LeeTeuk pegó tal saltó que quedó contra la pared y KangIn no pudo evitar soltar un grito. Salieron de la cámara y se encontraron nuevamente recorriendo el estrecho pasillo oscuro por unos minutos más hasta llegar a una nueva cámara un poco más grande que la anterior, habían unos féretros negros alineados y silenciosos, en la pared iluminada con una tenue luz rojiza, había un hombre que gemía con un gorgoteo suave y espeluznante mientras colgaba ensangrentado de sus extremidades inferiores.

- Que buen maquillaje - susurró LeeTeuk, pero KangIn advirtió que la voz del mayor sonaba temblorosa. estaba asustado. KangIn sonrió a pesar de sentirse un poco intimidado con la visión de los féretros y el desgraciado colgado de cabeza. Entonces y como era de esperarse un sonido como de un gato al que le pisan la cola mezclado con un eco infernal se escuchó en todo el lugar y de uno de los féretros salió disparado un hombre lleno de vendas y cortadas. Aunque de alguna forma KangIn estaba esperando que algo así sucediera, dio un respingo y dejó escapar un grito.

Entonces fue consciente de que LeeTeuk había tomado una de sus manos y la había entrelazado con la suya, le estaba apretando fuertemente y por increíble que pareciera, eso lo asustó más que el muerto mismo que había despertado en el féretro. Caminaron un poco más hasta llegar a un nuevo pasillo oscuro y la mano de LeeTeuk seguía aferrada a la suya como una ancla de barco. KangIn comenzó a sentir que la mano le sudaba con el contacto y a lo lejos escuchó un nuevo grito desgarrador, como un loco que se escapa de un manicomio, se escuchó como si le estuviera persiguiendo los talones. En ese momento sintió un cálido aliento en su nuca.

Su corazón dio una vuelta canela dentro de su pecho, esa cosa... lo que fuera esa cosa, estaba atrás suyo y su aliento le estaba rozando el cuello. Tragó saliva y cerró los ojos por unos instantes en los que su mente razonó y se percató de que en realidad era su Hyung. Era el aliento de LeeTeuk el que golpeaba su nuca. Entonces sintió como las manos de LeeTeuk lo rodeaban por la espalda y lo atraían hacía atrás hasta que su espalda quedó pegada al pecho del otro y las manos lo apresaron por el estómago como un par de tenazas. Lo estaba abrazando con fuerza, como aferrándose a él para combatir a un enemigo invisible. KangIn tuvo la impresión de que si apretaba más fuerte iba a escupir su corazón y este rodaría por el piso en medio de la oscuridad.

Dios... estaba tan nervioso. De repente las manos le temblaban ligeramente, de repente el calor del aliento de LeeTeuk le robaba el aire para respirar, era como estar atrapado en un vórtice de fuego.

En un movimiento frenético e inconsciente, KangIn se giró y empujó a LeeTeuk contra la pared de roca fría, si no lo besaba iba a morir ¡Iba a morir! y tendrían que sacar su cuerpo en una camilla con una sábana blanca sobre su cabeza. Estaban en un lugar público, alguien podría pasar y verlos, pero ¡tenía que hacerlo!. KangIn le sostuvo por los hombros y una tenue luz rojiza iluminó parte del rostro de LeeTeuk.

Estaba sonriendo.

No había rastro de miedo en esa expresión, había una sonrisa confiada y sus ojos eran un par de dagas que querían atravesarlo, era como encontrar un pozo negro y profundo en medio de una preciosa pradera llena de margaritas. Su corazón latía con fuerza en su pecho y KangIn se lanzó al vacío, a esa expresión de demonio que tenía frente así, se lanzó hacía él buscando esos labios de pecado en medio de la oscuridad.

Pero su boca besó el vacío pues LeeTeuk lo esquivó llevando su cabeza hacía un lado y alcanzó su oreja, escucho las palabras susurradas en su oído como el hipnótico cántico de una sirena.

- Los hermanos jurados... no hacen estas cosas - Le dijo el mayor abrazándole, pegándole contra su cuerpo, su aliento golpeando el lóbulo de su oreja mientras sus palabras descaradas se metían en su mente.

Entonces KangIn en un arranque irracional, le tomó por los brazos y lo alejó de su cuerpo con fuerza, inclusive sintió el golpe seco de la espalda de LeeTeuk contra la pared de roca.

- Me importa una mierda lo que hagan los hermanos jurados - Exclamó atrapando esa boca con la suya. Tomando esos labios carnosos y suaves, metiendo su lengua, violándole la boca en cuestión de segundos.

Escuchó un suave gemido que fue ahogado por un grito a lo lejos, cuando le mordió el labio inferior con ganas, leeTeuk gimió suavemente cuando KangIn enterró sus dientes en ese pedazo exquisito de carne húmeda. Entonces leeTeuk correspondió el beso y por unos instantes KangIn se sorprendió de que aquello pudiera ser así, de que ese aparentemente suave y delicado joven pudiera besar como los dioses, que pudiera mordisquearle de esa manera tan desquiciante, que su lengua pudiera moverse así dentro de su boca, que sus labios pudieran envolverlo de esa manera y transportarlo al mundo del deseo y la locura.

Y como si aquello hubiera desatado algo en su interior, como si hubiera abierto una puerta invisible en su mente, KangIn recordó como leeTeuk se había metido en su cama la noche anterior, como le había quitado la pijama con hábiles caricias, como ninguno de los dos había ofrecido resistencia porque estaban demasiado ebrios... o quizás demasiado excitados. Recordó como se habían besado una y otra vez y como se había frotado descaradamente contra él otro en una especie de danza erótica.

Atrajo a LeeTeuk y lo apretó aún más fuerte contra si mismo, como si aquello fuera posible y descubrió que LeeTeuk era una necesidad.

Un nuevo ruido se escuchó en la lejanía y luego un murmullo de voces. Alguien se estaba acercando, probablemente el grupo de personas que habían entrado luego de ellos, unos segundos más y serían vistos por ellos, los encontrarían ahí en medio del pasillo besándose bañados únicamente por esa luz rojiza y tenebrosa. Vislumbrarían los contornos de sus bocas comiéndose mutuamente. El murmullo de voces era cada vez más cercano, podrían estar a la vuelta de la curva, unos segundos más y serían descubiertos.

KangIn cortó el beso y aspiró con fuerza el aire que había estado conteniendo durante ese tiempo y este le llenó los pulmones con tal fuerza que lo aturdió por unos instantes, LeeTeuk tenía el dorso de la mano en su boca, le miraba fijamente, acusadóramente como si aquello hubiera sido un sacrilegio. Y KangIn sonrió con suficiencia ante esa mirada escrutadora.

KangIn le haló del brazo y ambos continuaron caminando por el pasillo, sin saber que ese beso había liberado los demonios que habitaban escondidos en lo más profundo de los dos, ambos se habían metido de lleno en el peligroso mundo de lo prohibido.

Continuara 8D

Notas finales: Notas de Helsic: 8DDDD ame escribir ese beso *O* desde ayer quería escribirlo, desde ayer quería escribir ese diálogo que tienen antes de besarse *rueda*
aunque tenemos varios problemas en la oficina y estaba algo estresada con eso... escribir esto me liberó(?) de mi stress por unos momentos en los que me dejé llevar por mi imaginación y me perdí en ese mundo que cuidadosamente eh esculpido para mis queridos LeeTeuk y KangIn. ahora q vuelvo a la realidad D: tengo una reunión con el Decano de Artes y Humanidades y con el Director del Ingeniería del proyecto (Mis jefes ;O;) por ciertos problemas con el desarrollo del videojuego que estamos haciendo... y son problemas muy graves -_-'' Y fuera de eso tengo examen final de inglés hoy! ;______;''

Esto está sin beta-reading así que debe contener errores... sobre todo ortográficos D: en la noche si no tengo q trabajar con el ingeniero de sonido hasta la madrugada ;O; lo corrijo...
gracias x leer y comentar 8D

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