El Ángel y el Demonio
capitulo 35
~ Sentimientos líquidos ~
KangIn se quedó abrazando a ese chico delgado por unos instantes más hasta que fue LeeTeuk quien se quejó de que le dolían las costillas. Entonces le soltó y le miró con una verdadera sonrisa de tonto. La verdad era que estaba feliz. Simplemente era eso. LeeTeuk rió suavemente con la expresión de KangIn y volvió a mirar el pentagrama con las notas garabateadas y sus manchones que descansaba sobre el piano.
- Fue… bastante difícil encontrar un buen regalo para ti - Comenzó a decir LeeTeuk tomando las hojas llenas de notas entre sus manos - Fue muchísimo más fácil decidirme por el regalo para ShinDong -
- ¿ShinDong? - Exclamó KangIn sorprendido - ¿Cómo que ShinDong? ¿Acaso también le darás un regalo a él? - Agregó más indignado. LeeTeuk lo miró divertido.
- Claro que si - Exclamó como si fuera obvio - También se gradúa de la escuela la próxima semana, es mi dongsaeng ¿Cómo crees que no le daría un regalo? -
KangIn frunció el ceño. Había pensado que el regalo era sólo para él, que sólo le había dado algo especial a él por su graduación, pero la perspectiva de que el mayor andara por la vida dándole regalos a todos sus dongsaengs le molestó un poco.
- ¿Y que le darás de regalo? - Pregunto KangIn torciendo la boca indignado.
- No… no puedo decírtelo… - Respondió él inmediatamente - Heechul, Hangeng y yo prometimos que sería una sorpresa - KangIn abrió muchos los ojos al escuchar que Heechul y Hangeng estaban involucrados también en el asunto. ¿Acaso alguien más sabía y él no?
- ¡Dímelo! Confía en mi - Le exigió en un tono mucho más molesto.
- ¡Ya te dije que no! - Se negó nuevamente LeeTeuk y lo empujó ligeramente por el hombro - Es un secreto -
Entonces las manos de LeeTeuk soltaron los papeles e involuntariamente sus dedos tocaron las teclas del piano, cuando KangIn le tomó con fuerza por el cuello y lo besó. El beso fue un tanto brusco, era como si estuviera reclamándole con su lengua.
- ¿Acaso esto no me da derecho a saber?- Le dijo KangIn mirándolo fijamente a los ojos luego de cortar el beso. Las mejillas de LeeTeuk estaban ligeramente sonrojadas y KangIn era conciente de que de no estar tan molesto, también estaría igualmente avergonzado.
- ¿Qué estás diciendo? - Exclamó LeeTeuk luego del beso - ¿Acaso eres mi novio? No tienes derecho a exigirme nada - Finalizó entre risas y volvió acomodar los papeles con los pentagramas sobre el piano. KangIn desvió la mirada. Eso le había dolido y LeeTeuk no tenía ni la más remota idea de cuanto sus palabras habían cortado como un chuchillo afilado, varias cosas dentro de su ser.
- Si… es cierto, no tengo derecho - Dijo KangIn finalmente derrotado. LeeTeuk lo miró y puso una expresión muy maternal.
- ¿Estás celoso? - Le preguntó y le pasó un brazo por los hombros - ¿Mi dongsaeng está celoso porque no es el centro de atención del mundo? - Agregó LeeTeuk ladinamente.
- Aishh a veces puedes ser tan molesto - Murmuró KangIn sin mirarlo siquiera.
Si, estaba celoso, ¡Claro que lo estaba! ¿Acaso acostarme contigo no me da el derecho a que confíes en mí? ¿No soy tu mejor amigo?
- No me mires así - Se quejó LeeTeuk y con su brazo lo atrajo un poco más hacía él - ¿No te gustó mi regalo? Estuve mucho tiempo pensando que podría darte, quería componer algo para ti… pero no tenía tiempo y no quería componer una tontería, te merecías algo grande, pero eso llevaría mucho tiempo… así que recordé lo que me dijiste aquella noche en que debimos -
- ¿Que cosa? - Preguntó KangIn disimulando su curiosidad.
- Bueno… me dijiste que habías soñado con esta canción ¿verdad? Lo recuerdo perfectamente… porque me asusté mucho y estuve pensando en ello durante días, aún no le encuentro una razón lógica a esto, es decir, como pudiste soñar con una canción que no conocías, pero en fin… me senté sobre el piano y cuando comencé a tocar, me di cuenta de que esta canción era… demasiado triste - LeeTeuk suspiró y volvió su vista hacía el pentagrama - Cuando la compuse… estaba pasando por un momento muy difícil en mi vida… - Volvió a hacer otra pausa antes de continuar - Sólo ha habido dos composiciones importantes en mi vida y ambas ya las has escuchado -
- ¡Si! Recuerdo la primera - Exclamó KangIn interrumpiéndolo - Dijiste que la habías compuesto pensando en ella, pero que ella nunca llegó a escucharla-
- ¡Estabas prestándome atención! - Exclamó LeeTeuk con una sonrisa y le pasó una mano por el cabello revolviéndoselo cariñosamente - Así es, ella no llegó a escucharla, pero esta canción… esta no la compuse para ella, ni pensando en ella, esta la compuse… -
- Para tu verdadero amor - Le interrumpió KangIn una vez más. LeeTeuk se sonrojó.
- Así es, por esa época yo… me sentía muy solo… era un chico bien patético ¿sabes?- Explicó LeeTeuk y KangIn comenzó a sentir que esa era la primera vez que LeeTeuk hablaba de esas cosas con alguien - Lloré… muchas veces mientras la componía… - Agregó y cada vez se iba poniendo más rojo - No me gusta aceptarlo pero… siempre termino llorando como un idiota… como sea… decidí que esta tonada era demasiado triste y melancólica para dedicártela -
KangIn no pudo evitar recordar aquella noche en la que por equivocación había pasado por la sala de música y le había visto llorar. ¿Cuál era el motivo por el que lloraba aquella vez? ¿Alguna vez lo habría hecho llorar?
- A veces es bueno llorar… - Murmuró KangIn incómodo - Eso no te hace menos hombre -
- Si es verdad… Pero si eres el líder de un grupo… a veces tienes que mostrar fortaleza y seguridad así no la sientas - Explicó LeeTeuk - No puedes derrumbarte frente a los demás aunque desees hacerlo, porque tu eres el pilar de ellos, ellos confían en ti -
El menor le miró con preocupación. ¿Cuántas veces había tenido que cohibirse y mostrar una máscara para los demás? ¿Cuántas veces?
- De cualquier forma - Continuó LeeTeuk - Le hice unos cambios a esta composición para que fuera un poco más alegre… para que reflejara un poco mejor… mis sentimientos… para que reflejara mejor como… me siento ahora - LeeTeuk se giró de nuevo, sus mejillas estaban muy rojas y el se veía infinitamente más adorable - Esas notas… pintan con colores mis sentimientos hacía ti… lo que siento ahora, lo que no puedo expresar con palabras… por eso… esta canción es tuya y de nadie más -
KangIn sonrió avergonzado al descubrir que para LeeTeuk también era complicado expresarse con el lenguaje verbal. Le alegró saber que la música pudiera convertirse en ese medio que les ayudara a descubrirse mejor así mismos. ¿Qué medio usaría él para expresarse? ¿Para decirle a LeeTeuk como se sentía junto a él?
- Gracias - Musitó KangIn sin encontrar una forma de poder decir las miles de cosas que en ese momento estaba pensando y sintiendo. - La verdad es que me encanta… es una melodía hermosa - Finalizó. Entonces LeeTeuk sonrió ampliamente, su sonrisa pareció iluminar de repente la sala de música por completo, deslumbrándole. Como adoraba verle sonreír así.
***
Llegaron alrededor de las 8 de la noche al apartamento. Los chicos ya estaban allí comiendo y haciendo ruido. Apenas KangIn había tirado su chaqueta en la habitación, Hangeng entró corriendo en la sala y le acorraló en el cuarto, parecía muy asustado y preocupado.
- Younw…yoong…ywong - Exclamó Hangeng y KangIn lo miró con sorpresa sin entender nada de lo que decía, entonces se dio cuenta de que intentaba pronunciar correctamente su nombre - ¡Youngwoon…! - Exclamó finalmente - Yo estoy mucho preocupado ¿Qué pasó hoy en tarde?-
- Ahhh… eso… - Exclamó KangIn sonriendo, había olvidado que cuando salió corriendo como un loco, no le explicó nada a Hangeng - No te preocupes, había quedado de encontrarme con Jungsu Hyung -
- Oh… ¿Se puso malito Jungsu Hyong? ¿Se puso malito con Youngwoon-shii? - Preguntó Hangeng aún con expresión preocupada - Yo estoy mucho preocupado -
KangIn no pudo evitar reír suavemente. Hangeng a veces podía ser demasiado adorable, lo más importante era que no se proponía a serlo, simplemente era tan… tan Hangeng.
- Sobreviví - Exclamó KangIn con expresión solemne - Le dije que me había retrazado porque estaba ayudándote con tus tareas - Agregó dándole palmaditas en la espalda.
- Oh… perdón - Murmuró Hangeng - Yo lo siento mucho - Agregó. KangIn se quedó mirándole por unos segundos y quiso abrazarlo. Hangeng era un chico muy sensible y sufría mucho viviendo en Korea, todos alguna vez le habían visto desmoronarse como un montículo de arena arrasado por el viento. Debía ser frustrante y desconcertante vivir en un país en donde a duras penas entiendes el idioma, por esta razón la primera frase que el Chino había aprendido a pronunciar correctamente había sido “Perdón” o “Lo siento mucho” porque se pasaba casi todo el día repitiéndola.
- No te preocupes, todo está bien Hyung - Exclamó KangIn y pasó su brazo por los hombros de Hangeng atrayéndolo contra si en un abrazo lleno de hermandad. Le dio un par de palmaditas en el hombro, intentando que se sintiera mejor.
- Aléjate de ese Chino - Exclamó Heechul quien casualmente pasaba por ahí justo en el momento en que lo abrazaba. KangIn no sintió vergüenza por abrazar al Chino porque no sentía absolutamente nada más por él, que una bonita amistad, le veía como a un hermano al que quería proteger, de haber sido LeeTeuk quien estuviera ahí, en vez de Hangeng, seguramente ser sorprendido por Heechul hubiera provocado que sus mejillas se colorearan como un par de manzanas maduras.
- ¿Porqué? ¿Porqué es tuyo princesa? - Respondió KangIn enseñándole la lengua a Heechul y abrazando más fuertemente a Hangeng quien como siempre no entendía (o quizás no quería entender) la situación. Heechul abrió mucho los ojos y se llevó las manos a la cintura con expresión indignada. Pelear con Heechul era divertido, en un comienzo recordaba KangIn, si habían chocado de verdad, porque tanto la forma de ser de Heechul y el carácter de KangIn eran demasiado… ‘fuertes’ (Testarudos, egoístas, ruidoso sería más exacto) pero vivir tanto tiempo juntos había hecho que se limaran las asperezas y las peleas se convirtieran en tonterías ocasionales.
- ¡Cuida esa boquita sucia niño! - Exclamó Heechul con indignación - No soy una princesa - Agregó con solemnidad - Aunque deberían tratarme como una… - Agregó pensativo. - Sea como sea, no te acerques mucho a ese Chino… Es un Chino degenerado y pervertido -
- ¿Degenerado? - Exclamó KangIn sin saber si reír o asustarse. Lentamente soltó a Hangeng del abrazo.
- ¿Cierto que si Hannie? - Exclamó Heechul. Hangeng asintió con la cabeza emocionado.
- Si, yo soy un Chino Degenerado, pervertido y boxeador - Exclamó con entusiasmo y KangIn inmediatamente comprendió que el descarado de Heechul había estado enseñándole palabras nuevas al Chino sin explicarle su significado.
Heechul le dio palmaditas en la espalda a Hangeng cuando este pronunció correctamente los adjetivos anteriores. KangIn intentando no estallar en carcajadas, se acerco al oído del mayor y le susurró.
- Quiero ver que pasará contigo cuando se entere del ‘significado’ - Le comentó y Heechul como siempre puso esa misma expresión de ‘lo tengo todo bajo control’.
***
El viernes en la mañana, KangIn fue al colegio más emocionado que cualquier otro día. Ese era el día de la ceremonia de su graduación. Y es que KangIn había experimentado un enorme cambio durante todo ese tiempo en el que había conocido a Park JungSu. Hace unos meses, cuando recién entró a SM, la ceremonia de graduación sólo hubiera sido un espacio para que las personas le adularan y le felicitaran debidamente. Ahora ese KangIn que se encontraba de pie en la fila mientras el rector de la escuela (un hombre bajito con una protuberante calva brillante) echaba un discurso, esperaba con ansias el diploma porque era la culminación de una importante etapa de su vida que quería dejar atrás. Terminar la escuela significaba concentrarse de lleno a la academia de SM. Y esto por supuesto significaba madurar, madurar era un proceso en el cual nunca se había detenido a reflexionar anteriormente porque lo vio distante y aburrido, ahora sin embargo había conocido a una persona muy madura que no había dejado de ser ese ‘niño’ que todos en algún momento de nuestras existencias no queremos dejar de ser. LeeTeuk era un chico que le había enseñado muchas cosas con su comportamiento y también por supuesto con sus palabras. Por eso ahora, mientras esperaba allí deseó compartir ese momento con él. Era increíble como últimamente deseaba compartir todas sus cosas con él. Unas semanas antes odiaba tenerlo tan presente en su vida, pero ahora todo había cambiado tan drásticamente que lo abrumaba.
Hemos cruzado la línea Hyung, hemos abierto la puerta y hemos entrado.
Entonces el Rector de la institución comenzó a llamar los nombres de todos los chicos que se graduarían mientras sonaba el himno de la escuela. Los chicos y chicas comenzaron a salir uno por uno hasta la tarima para recibir sus diplomas y certificados. Cuando su nombre fue anunciado, KangIn caminó con pasos firmes hacía la tarima, sintiendo los cientos de ojos puestos sobre si mismo como una especie de cosquilleo en las pantorrillas. Se subió en la tarima y le dio la mano a los directivos de la mesa, también al rector, todos sonreían y le felicitaban. Entonces le dieron su diploma y el acarició el papel suavemente con los dedos como para comprobar de que fuera real. Se giró hacía el público para hacer la correspondiente venia y para que el fotógrafo pudiera hacer lo suyo. Bajó de la tarima y sus padres se acercaron a él para felicitarlo con cariño y casi se ahoga con su propia saliva cuando vio a LeeTeuk también acercándose con sus padres.
- ¡Hyung! - Exclamó emocionado. LeeTeuk vestía un traje negro muy elegante, ¡con corbata! Parecía un importante egresado de una Universidad.
- Oh querido - Comentó su madre - El joven Park nos llamó anoche para preguntarnos por el horario de la ceremonia - Su madre y su padre parecían llenos de ilusión no solamente por su grado, sino también por el gesto que había tenido el mayor.
- Felicitaciones Dongsaeng - Exclamó LeeTeuk y lo abrazó. A KangIn se le cortó la respiración durante el abrazo que no duró mucho - Tu Hyung está orgulloso de ti, te estás convirtiendo en todo un hombre - Agregó con una sonrisa brillante.
- Hijo, estaremos en el auto esperándote - Comentó el padre luego de abrazarle también.
- Eh… padre, madre, volveré con Jungsu Hyung más tarde - Comentó luego de dudarlo unos segundos - Quiero recorrer este lugar por última vez -
- Está bien cariño - Dijo entonces la madre y ambos se despidieron junto con el resto de personas que comenzaban a salir con sus familiares entre murmullos de risas y felicitaciones.
- Vamos Hyung… demos un pequeño paseo - Invitó KangIn y LeeTeuk un tanto desconcertado lo siguió por la puerta principal que conducía a las canchas y posteriormente a los salones.
***
Atravesaron las canchas de Fútbol y Basketball desabitadas para llegar a los corredores. La escuela era un organismo vivo cuando estaba lleno de alumnos, pero ese último día luego de la graduación se podía apreciar el murmullo de los pájaros y el susurro de las hojas en los árboles en el parque. Caminaron por el corredor y KangIn con el corazón a punto de escapársele del pecho estiró su mano sutilmente hasta rozar la mano de LeeTeuk quien caminaba a su lado. Lo dudó unos segundos más sintiendo su cara arder.
Vamos idiota tómala ya. Toma esa mano. ¿Acaso no has tenido sexo con él? ¡Toma su maldita mano!
Cerró los ojos unos instantes y la tomó. Aprisionó esa mano delgada y pálida entre la suya y le arrancó un sobresalto a LeeTeuk. Entonces el mayor abrió su mano y le permitió a KangIn entrelazar sus dedos entre si. Siguieron caminando en silencio como un par de idiotas enamorados, porque quizás eso eran pero aún no lo sabían o no lo querían aceptar. Fuera como fuese, caminaron en silencio tomados de las manos, porque aquel era el único lugar en el que podrían hacerlo sin que nadie los juzgara. Principalmente porque… no había nadie quien les viera. KangIn disfrutó de ese contacto, de alguna forma era como si estuviera reafirmando que podía encontrar apoyo en él cuando lo necesitara y haber ido a su ceremonia de graduación le había dejado completamente claro que LeeTeuk realmente lo apreciaba. Que él no era un Dongsaeng más.
- ¿Cuál era tu salón? - Preguntó de repente LeeTeuk haciéndolo salir de su ensoñación - Quiero conocerlo, quiero saber donde te sentabas -
- Vamos - Comentó KangIn y guió a LeeTeuk por otro corredor, subieron las escaleras y finalmente llegaron a un salón al final del pasillo, estaba vacío y muerto como los demás, LeeTeuk le soltó la mano y entró. KangIn lo siguió.
La instancia estaba iluminada por la brillante luz del sol que se filtraba completamente por el enorme ventanal que dejaba ver las canchas y el parque un poco más abajo. El mayor se acercó a la ventana y observó por unos minutos a través del ella, luego dio media vuelta y recorrió la instancia observando las mesas. Se sentó en una de ellas. Entonces KangIn tuvo una idea. Una perversa muy buena y peligrosa idea.
Se acercó a él agarró su corbata negra y le empujó hacía si mismo para besarlo. LeeTeuk lo correspondió con dedicación, con ese movimiento de labios y lengua que tanto le desquiciaba. KangIn le empujó más hacía si mismo y profundizó más el beso. El deseo devorándolo casi al instante.
- Hyung… hagámoslo aquí - Le dijo, no, aquello fue una orden. Lo ordenó entre besos.
Continuará
Notas de Helsic:
(*O*)/ Gracias por leer~ Lo corté ahí porq ya llevaba 6 páginas de Word D’: ya estaba quedando muy largo LOL ame mucho escribir la escena del piano y la escena cuando caminan tomados de la mano x la escuela ;O;
*^*!
