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El ángel y el Demonio por Helsic

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El Ángel y el Demonio
capitulo 40
~ Palabras escritas con el corazón ~



“Querido Hyung… he estado pensando que las cosas entre los dos…”

KangIn arrugó el entrecejo al leer el encabezado que por quinta vez había comenzado a hacer. En el suelo, estaban desperdigados los intentos fallidos llenos de tachones que fueron desechados más que todo por cursis. Para empezar había que quitar la palabra ‘querido’, así que volvió a tachar toda la frase y se quedó mirando el papel en blanco que parecía sonreírle con malicia y retarlo a escribir. KangIn el chico quien durante su vida escolar había recibido más cartas que una editorial de un periódico, nunca había escrito una. Estaba tan acostumbrado a encontrar cartas perfumadas y adornadas en su casillero que se imaginó ingenuamente que eso de escribir cartas era juego de niños.

Pero llevaba más de 15 minutos intentando tan sólo comenzar la maldita carta y ninguna le satisfacía. Suspiró molesto y se imaginó a LeeTeuk escribiendo prodigas prosas llenas de metáforas y palabras exóticas para sus novias haciéndolo ver tan fácil como cuando tocaba el piano y le fluía naturalmente.

Fluir naturalmente. Debía dejar que fluyera naturalmente. No pensar mientras escribía, debía dejar que su mano se sumergiera sola en la blancura del papel y que fuera su corazón quien tomara el control.

“JungSu Hyung.
Yo también te odio Hyung. ¡Me estoy muriendo por tu culpa! ¿Sabías eso? No, que va… que vas a saberlo, estás tan ocupado con tu trabajo como líder y cuidando de todos que no te das cuenta como me muero lentamente con tu estúpida actitud”

Eso le gustó más y sonrió. Pero luego de unos segundos tachó la palabra ‘estúpida’ y dejó sólo “con tu actitud”. Muy a su pesar debía admitir que LeeTeuk había mostrado más madurez, por lo menos en ese aspecto.

“¿Y sabes por qué? Porque tu sacas lo peor de mi. Si, así es, tu me haz mostrado todo lo malo que hay en mi y lograste sacarlo a flote, ¡lograste que me odiara a mi mismo también!. Todo este tiempo, desde que nos vimos por primera vez en el estudio y me mandaste a llevar esas cajas como si fuera tu sirviente… no he dejado de sentirme molesto con tu actitud, así es ¿Te sorprende? ¡Claro que no! Yo he sido más trasparente de lo que te imaginas, ahora sabes que, los dos compartíamos el mismo sentimiento por el otro desde un principio, tu sentimiento era correspondido Hyung porque también te odié desde un comienzo, odié tu sonrisita de suficiencia, la forma descuidada con la que hacías todo y aún así todo te salía bien… odiaba que tomaras ventaja de mi y siempre me pregunté ¿Por qué JungSu sólo se aprovecha de mi? ¿Acaso los demás no lo notan? Todos te adoran Hyung, todos te aprecian y no podía entender el porqué, sólo podía refugiarme en mi desprecio hacía ti y eso me hacía odiarte cada vez más.

Mi vida era en cierto modo… perfecta, hasta que llegaste tu. Todo marchaba sobre ruedas ¡Tenía una novia tan sexy! Había tanta gente a mi alrededor que me admiraba… yo era la estrella de un drama que me gustaba mucho, de MI drama. Pero entonces apareciste tú, el ‘antagonista’, el enemigo del protagonista y de repente todo hizo PLUFF para ponerse de cabeza. Me convertí en el personaje secundario Hyung y tú, en el protagonista brillante y perfecto de mi Drama.

Entonces comencé a descubrirme a través de tus ojos, a ver mi alma a través de tus ojos y a descubrir todo lo malo que había en mí, todos los demonios de mi interior… gracias a tu sonrisa.

Tonto Hyung, no sabes cuanto te odié por eso y como me sentí cuando nos perdimos en la montaña, esa extraña sensación de miedo mezclado con incertidumbre que por primera vez sentía… realmente estaba asustado, tenía miedo de ti y tenía miedo de mi mismo. ¡No sabes lo difícil que ha sido convivir con este miedo todos los días desde que regresamos de esa montaña! Y entonces fue cuando me di cuenta de que estaba perdiendo mi vida. Si, así es, además de quitarme el protagonismo de mi drama, también me robaste el drama y le cambiaste el guión.

Ahora… después de todo lo que ha sucedido entre nosotros, me siento completamente perdido Hyung y esperaba encontrar en ti la respuesta. Cuando tomé la libreta y la leí, cuando vi lo que habías escrito sobre mí… no pude evitarlo y estallé… porque sigo siendo el mismo inmaduro y orgulloso de siempre, a pesar de todo. Por esa misma razón eh guardado silencio todo este tiempo, porque comprendo perfectamente que quieras sacarme de tu vida, comprendo que quieras alejarte de mi, si yo fuera tu, también me habría sacado a patadas… ¿Sabes? No he dejado de pensar en ello ni un momento durante todo este tiempo… y creo que he llegado a una conclusión…

Hyung… creo que te quiero más de lo que te odio…


KangIn suspiró observando la última frase. Y entonces fue consciente de que sus ojos ardían y las lágrimas amenazaban con caer. Se pasó el dorso de la mano para evitar que eso pasara y continuó:

“Sólo quería que lo supieras antes de que te fueras de viaje porque creo que… no podría vivir todo el invierno recriminándome a mi mismo por no haberme atrevido, por ser un cobarde…

Hyung… no me importa si de ahora en adelante no quieres volver a acercarte a mi, realmente no me importa que para ti esto sólo halla sido una locura, un error… sólo quería que lo supieras… quiero simplemente poder olvidarme de ti y recuperar mi vida… así como tu has hecho y continuas viviendo la tuya”

Terminó de escribir y se recostó en la silla molesto porque las lágrimas querían salir otra vez y él se empeñaba en reprimirlas. Ya eran más de las 11 de la noche, sería mejor ir a dormir, pues en la mañana siguiente tendrían la última práctica. Así pues que, estirando los brazos cerró la libreta, apagó la luz y se acostó en su cama.


***

Al día siguiente, en la práctica KangIn buscó por todos los medios acercarse a LeeTeuk sin mucho éxito. Casi siempre el líder estaba rodeado de los chicos y KangIn no quería entregarle la libreta en frente de todos para evitar preguntas. La mañana transcurrió rápidamente y llegó el almuerzo. Tuvo que regresar a su casa a almorzar sin poder entregarle aún la libreta. Luego en la tarde de nuevo la misma situación, el líder siempre rodeado de los chicos y la única oportunidad que tuvo mientras se cambiaban en los vestidores, fue arruinada por Yesung quien inocentemente irrumpió en la escena buscando a Heechul y LeeTeuk amablemente se ofreció a buscarlo con él.

KangIn tenía la sospecha de que el líder tampoco quería quedarse a solas con él y se empeñaba en mantenerse rodeado de los chicos bajo cualquier disculpa, para evitarlo. Entonces las prácticas de la tarde terminaron y los chicos comenzaron a recoger sus maletas para irse. KangIn observó como el líder recogía su bolso rojo y de disponía salir, entonces tragando saliva y en un esfuerzo sobrenatural de fuerza de voluntad, le agarró del brazo y lo detuvo.

- ¿Ocurre algo YoungWoon? - Le preguntó amablemente LeeTeuk. KangIn creyó que las piernas se le habían convertido en gelatina porque le temblaban deliberadamente. - ¿Necesitas algo? -

- Sólo quiero una cosa - Dijo entonces KangIn y hasta su voz le pareció extraña - Sólo quiero que… tengas esto de nuevo - Agregó sacándose la libreta del bolsillo y poniéndosela en la mano a LeeTeuk - Y que… -

- Ya no la quiero - Respondió LeeTeuk con tranquilidad y se la devolvió en un movimiento rápido.

- ¡Jungsu! - Exclamó KangIn desesperado y volvió a ponerle la libreta en sus manos - ¡Es tuya! No puedo quedármela… - Explicó azorado. LeeTeuk frunció el ceño molesto y la tomó entre sus manos, parecía estar a punto de tirarla al la papelera que había cerca de ellos, pero en el último segundo cambió y de opinión y la metió en un bolsillo del bolso rojo. Luego sin decir tan siquiera adiós, se alejó de KangIn bajando por las escaleras.

KangIn se quedó solo en el pasillo, su corazón aún palpitaba aceleradamente y se preguntaba, porque demonios no le había dicho que lo leyera. LeeTeuk podría guardársela en el bolsillo y olvidar que estaba ahí, luego irse y nunca ocurrírsele leerla. Pero todo había sido tan rápido y LeeTeuk había mantenido esa pared impenetrable invisible entre los dos, que no pudo decírselo.


***

Esa noche no durmió realmente gran cosa se despertaba con frecuencia como si tuviera fiebre. Tuvo un sueño extraño en el que corría y corría por un lugar muy iluminado, todo a su alrededor era amarillo y brillante, KangIn corría asustado por ese lugar y tenía mucho miedo de mirar hacía atrás. No sabía porque, pero sentía que si miraba hacía atrás algo malo pasaría.

Lentamente comenzó a disminuir la velocidad de sus zancadas hasta que terminó sólo caminando, miró hacía el suelo y entonces notó que se encontraba descalzo y que sus pies se hundían en el suelo húmedo suavemente dejando huellas. Sobreponiéndose al miedo, giró su rostro y se encontró con el camino dejado por sus huellas tras de si, pero había algo más que le hizo contener la respiración por unos segundos. Habían unas huellas acompañando las suyas por todo el camino, a su lado izquierdo como una especie de sombra. Sin embargo no había nadie a su lado. Él estaba completamente sólo en ese lugar.

Se despertó sudoroso y con una sensación de nausea al día siguiente. Se dirigió al baño arrastrando los pies, saludando descuidadamente a su madre quien le servía el desayuno. Cuando estuvo en el baño y se hubo lavado los dientes y la cara. De nuevo recordó la razón por la cual no había podido dormir bien.

Estabas esperando la llamada de tu Hyung ¿Verdad?


Si, eso era verdad. Había estado esperando que Jungsu se manifestara de alguna forma, que lo llamara, que le mandara un e-mail o lo que fuera, esperaba una respuesta a la ‘carta’ que le había dejado en la libreta, pero nada había pasado. Las horas habían pasado lentamente una tras otra, había visto un poco de televisión sin un real interés, había comido a duras penas lo que le sirvió su madre, luego se había ido para su habitación. Allí se había recostado en su cama observando el techo con frustración, con una desesperante sensación de ansiedad en la boca del estómago.

Llámame JungSu… Llámame Jungsu…Llámame JungSu… Llámame Jungsu…


Se decía una y otra vez en la mente. Pero el líder no se había dignado a llamarlo y él muy a su pesar, tuvo que intentar conciliar el sueño como pudo para dejar de pensar en ello. Entonces fue cuando tuvo ese extraño sueño que ya estaba comenzando a olvidar.

- Hijo… ¿Te encuentras bien? - Le preguntó su madre cuando salió del baño.

- Estoy bien… sólo estoy un poco cansado - Le mintió y volvió a encerrarse en su habitación.

Probablemente esa mentira no se la creería su madre que siempre descubría que pasaba con su hijo, pero esta vez no quería que se enterara, porque había decidido que olvidaría a LeeTeuk. Se empeñaría en olvidarlo y comenzar de nuevo con su vida. En realidad no sabía como iba a lograrlo, pero daría su mejor esfuerzo por lograrlo.

Si LeeTeuk lo había logrado él también lo lograría.


Pasó casi toda la mañana arreglando el desorden que había dejado en días anteriores, recogió los papeles regados por ahí con los intentos fallidos del escrito y los botó en la papelera. Tendió apropiadamente su cama y hasta organizó sus cds viejos por orden alfabético. Estaba vestido con una sudadera gris descolorida y rota (La tenía desde que tenía 15), una camiseta esqueleto blanca que ahora lucía manchada de polvo y tenía una banda de tela roja en la frente para que el cabello no se le pegara a la frente. Quien lo viera diría que estaba haciendo cosplay a una ama de casa, pero en versión hilarante. Se llevó las manos a la cintura con el trapero de sacudir en la mano, observando el estante pulcramente ordenado frente a sus ojos.

Nunca había organizado y limpiado su habitación en ‘serio’. Es decir, corriendo la cama y limpiando los lugares que nadie alcanzaba a ver. En realidad no sabía porque de repente había resultado limpiando su cuarto, pero le había ayudado a despejar su mente, por lo menos por un buen rato.

Entonces mientras miraba con satisfacción el impecable trabajo que acababa de hacer, su madre tocó la puerta de su habitación. Seguramente era hora de almorzar… ¿O de comer? No tenía idea de que horas eran realmente, no había salido de su cuarto en toda la mañana. Se dio media vuelta aún con el trapero en la mano, dispuesto a arrancarle una buena sonrisa a su madre cuando viera la limpieza que había hecho.

Abrió la puerta y su corazón literalmente se le salió del pecho. Parpadeó un par de veces como intentando asimilar lo que veía. ¿Por qué su madre se parecía a LeeTeuk?

¡Porque es LeeTeuk idiota! Y está de pie en la puerta de tu cuarto.


LeeTeuk estaba tan pálido como siempre y sus ojos parecían un par de pinceladas negras en medio de esa blancura, su cabello esta vez estaba peinado hacía un lado y no a la mitad como solía llevarlo siempre. Estaba vestido con un abrigo blanco con costuras negras y un pantalón verde militar. Y KangIn, continuaba vestido con su exquisita imitación de ama de casa. Parpadeó de nuevo y las palabras no salieron de su boca, aún estaba en medio del shock inicial cuando LeeTeuk avanzó un par de pasos y cerró la puerta tras de si.

- J…JungSu - Murmuró KangIn con una voz insegura y lejana que no pareció la de él.

Y lo siguiente fue demasiado confuso como para entenderlo a la primera vez. Pero en cuestión de segundos, sintió dos brazos que lo bordeaban y lo atraían contra un pecho con fuerza. En cuestión de segundos se encontró siendo abrazado por LeeTeuk.

¡Había olvidado su olor! Y ese olor masculino mezclado con la colonia de Lacoste para después de afeitarse, se metió por su nariz como el impacto de una granada. Cerró los ojos invadido por ese olor, sintiendo de nuevo que sus piernas languidecían y que podría perder el equilibrio en cualquier momento. Aspirando con fuerza el aire como si le estuviera trayendo la vida de regreso con su olor. Las manos delgadas y suaves lo apresaron como un par te tenazas y lo apretaron un poco más, haciendo el contacto más fuerte. De repente se encontró depositando su cabeza en el hombro de él, sintiendo la caricia de su cabello suave contra su mejilla, y el olor al Shampoo de manzanilla que siempre usaba.

¡El abrazo duró horas! O quizás sólo un par de segundos, pero estando allí, entre los brazos de LeeTeuk, KangIn sintió como si todo lo vivido hasta ahora hubiera sido sólo un parpadeo y ese abrazo, fuera lo único completamente real.

LeeTeuk cortó el abrazo y sus mejillas estaban ahora coloreadas de un leve carmesí. KangIn no quería pensar en como estarían las suyas y se quedó mirándole el rostro sin saber que decir o que hacer. ¿Qué significaba ese abrazo? Pensó por unos instantes, fuera lo que fuese, quería otro y otro y otro más. Quería abrazarlo para siempre.

- JungSu - Dijo finalmente sobreponiéndose a las miles de sensaciones que lo embargaban en ese momento. - ¿Qué.. que haces… Aq-

La pregunta no terminó nunca de formularse, porque nuevamente LeeTeuk lo tomó por sorpresa, aprisionó su cuerpo nuevamente contra el de KangIn y esta vez, lo beso en los labios.

Al principio KangIn no captó lo que ocurría porque era tan maravillosamente perfecto que no podía ser real, pero conforme la lengua de LeeTeuk pedía permiso para entrar en su boca, KangIn correspondió el beso ávidamente intentando convencerse de que aquello era completamente real.

Lo besó apresuradamente y lo abrazó por la espalda para hacer el beso más profundo. Sus lenguas danzaron en un baile erótico dentro de las cavidades húmedas mientras compartían caricias torpes con las manos. KangIn sintió que todo a su alrededor desaparecía, para quedar solamente la sensación de esos labios y el olor de esa piel. Ya no estaba en su habitación, estaba en algún punto del espacio infinito, flotando perdido entre la niebla de la irrealidad.

Cuando el beso concluyó. KangIn notó como su respiración se había agitado en cuestión de segundos. Se mantuvo con los ojos cerrados, temiendo abrirlos y que LeeTeuk desapareciera para convertirse solo en una mal jugada de su imaginación. Pero cuando abrió los ojos la visión del líder llenó por completo su visión, continuaba ahí, de pie en frente suyo.

- Yo… también te quiero más de lo que te odio - Dijo LeeTeuk con las mejillas coloradas, al escuchar esto el corazón de KangIn dio una pirueta digna de un acróbata de circo. - Y eh venido porque… quería que lo supieras… - Agregó visiblemente nervioso.

- ¿Entonces has venido a despedirte? - Preguntó KangIn bajando la vista hacía el suelo, su cara ardía debía tener el aspecto de una fruta madura.

- No… he venido a llevarte conmigo - Exclamó LeeTeuk y KangIn alzó el rostro con la sorpresa.

- ¿Qué? - Preguntó KangIn. LeeTeuk sonrió. Por primera vez una sonrisa que iba dirigida a él en más de un mes.

- ¿Quieres venir conmigo a Pusan Dongsaeng? - Le preguntó desviando su mirada con evidente timidez - Tu Hyung… quiere que lo acompañes - Finalizó.

KangIn se le tiró literalmente encima y casi lo tumba sobre la cama. Lo abrazó con fuerza como si su vida dependiera de ello, con la fuerza necesaria para partirle las costillas.

- ¿Entonces está todo solucionado? - Preguntó KangIn emocionado sin soltarse del abrazo.

- Que solucionado… si nunca pasó nada… - Murmuró LeeTeuk con una risita tímida aún en el regazo de KangIn. - Ya arreglaremos cuentas más tarde… ahora, mis padres nos esperan en el auto…-

- ¿Viniste con tus padres? - Preguntó KangIn nuevamente asombrado.

- Claro que si… ¿Qué estás esperando? ¿Vaz a recibirlos vestido así? Nunca te había visto tan horrible… a no ser claro, que quieras impresionar a mi madre que pensará que hubieras podido ser una bonita ama de casa… - Se quejó LeeTeuk y KangIn le robó un beso rápido de los labios, antes de separarse de él para buscar en su armario, algo decente que ponerse.


Continuará…


Notas finales: Notas de Helsic: *______________________*
Wiii reconciliación (*O*)/ esq ando feliz luego de ver el PV de Rokugo en Japonés 8D

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