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El ángel y el Demonio por Helsic

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El ángel y el Demonio
~ Capitulo 7 ~
La verdad que era obvia.


Al día siguiente, cuando KangIn abrió los ojos, sintió que moría del calor y que se ahogaba sin poder respirar normalmente, al levantarse un poco notó la razón de aquello y era por supuesto la presencia del líder a su lado, lo había abrazado por el cuello fuertemente, su cabeza ya no estaba puesta en su cuello, ahora estaba sobre su pecho y el resto del cuerpo estaba casi sobre él, una pierna envolviendo la suya como una ganzúa y la cadera ladeada de medio lado contra la suya, definitivamente una extraña posición que KangIn nunca creyó que un cuerpo humano podría adoptar. Notó entonces que también estaba sudando y que el cabello se le pegaba a la frente desagradablemente… ¿Por qué demonios tenía tanto calor? Se preguntó molesto, limpiándose el sudor de la frente, le dedicó una mirada al líder y palpó su cuello, lo notó tan caliente como en la noche, la fiebre continuaba igual de intensa. Probablemente aquella era la razón por la cual KangIn también estaba acalorado, aunque había sido difícil conciliar el sueño en la noche con la presencia del líder tan cerca de él, una vez logró dormir cayó en un sueño tan profundo que no volvió a acordarse de nada ni nadie. Y era que debía aceptarlo, también estaba muy cansado.

- ¡Buenos días Hyungs! - Gritó de repente una voz que sobresaltó a KangIn. La puerta se abrió de par en par y tres cabezas se asomaron por ahí, SungMin, EunHyuk y DongHae quienes parecían vestidos y listos para salir - ¿Acaso piensan dormir todo el dí…a? - La frase se cortó al final en la boca de SungMin al reconocer la imagen frente a sus ojos.

Y no podía esperarse otra reacción de ellos tres al encontrar a KangIn acostado en la cama de LeeTeuk, este último literalmente abrazándolo como un amante, (casi encima suyo!) y para completar el increíblemente sospechoso cuadro, ambos sudaban como si acaban de salir de un sauna, el camisón blanco de LeeTeuk lucía húmedo en el pecho y espalda pegándosele contra la piel y su respiración estaba sospechosamente irregular.

- P…perdón… - Murmuró EunHyuk mirando hacía el piso muy avergonzado, por su cabeza pasando miles de cosas y formulándose miles de preguntas sobre la inclinación sexual de sus Hyungs.

KangIn pareció adivinar lo que cruzaba por la mente de los tres intrusos, porque se sentó de golpe y comenzó a manotear y a gritar como loco.

- ¡NO ES LO QUE PARECE! - Decía entre enojado y avergonzado.

- No… no tienes que explicarnos nada Hyung… - Murmuró DongHae con una sonrisa nerviosa (esa que siempre ponía cuando no sabía que hacer).

- ¡Sólo dormíamos! - Exclamó KangIn alborotado. - LeeTeuk estaba enfermo y me pidió que durmiera con él! - Chilló desesperado por aclarar las cosas. Entonces como si la cosa no pudiera ponerse peor, LeeTeuk lo abrazó por la cintura y se acurrucó como un minino en sus piernas murmurando cosas inteligibles aún dormido. Lo siguiente dejó a los tres dongsaengs en silencio y a KangIn al borde del colapso.

- No seas así KangIn… - Murmuró LeeTeuk con los ojos cerrados - Ven a consentir a tu Hyung -

- ¿QUÉ ESTÁS DICIENDO IDIOTA? - Gritó KangIn y de una patada tiró a LeeTeuk de la cama. El golpe seco contra el suelo despertó finalmente al líder que se sentó lentamente como una especie de momia que sale de su tumba con los brazos estirados hacía el frente y la cobija enredada en su cuello y cintura.

SungMin ahogó una risita y EunHyuk se acercó a LeeTeuk para ver si no se había hecho daño. Con los ojos empijamados, LeeTeuk miró a EunHyuk y le sonrió tontamente y comenzó a toser estrepitosamente, sacudiendo su cuerpo.

- ¿Estás bien Hyung? - Le preguntó EunHyuk con expresión preocupada.

- Perfectamente bien - Respondió LeeTeuk inconcientemente. - Sólo un poco adolorido… ¿Por qué estoy en el suelo? - Preguntó con inocencia.

- Youngwoon te tiró… - Murmuró DongHae atemorizado del humo que le salía por las orejas a KangIn.

- ¿Se puede saber porqué hiciste eso? - Le reclamó LeeTeuk llevándose las manos a la cintura y levantándose del suelo, percatándose de la horrible combinación de ropa que llevaba puesta (el camisón blanco y la pantaloneta navideña de bolas rojas) poniéndose inmediatamente colorado por eso - ¿Qué haces en MI cama? ¿No cabes en la tuya? - Agregó molesto por el dolor que inesperadamente sintió martilleándole la cabeza.

- ¿Qué que hago en TU cama? ¡Pues acompañar a la nenita que tenía miedo de dormir sola! - Chilló KangIn poniéndose de pie sobre la cama de un brinco en posición amenazante.

- ¿De que diablos estás hablando? ¿Cuál nenita? - Replicó LeeTeuk furioso y miraba hacia todas partes como buscando algo - No veo a ninguna nenita, sólo veo a un bulto de testosterona amontonado sobre MI cama -

Esta vez EunHyuk fue quien rió y su risa se apagó luego del codazo que DongHae le metió en el estómago por imprudente.

- ¿Que dijiste? ¿Cómo me llamaste idiota? - Le gritó KangIn de vuelta, estaba completamente fuera de si mismo, la vergüenza que acababa de pasar por culpa de la forma en la que los habían encontrado durmiendo, sumado al descarado reclamo de LeeTeuk, haciéndolo quedar como un ridículo mentiroso, le daba ganas de enterrarle sus puños en esa carita de ángel caprichoso con toda la fuerza que tenía.

- ¿Podrías bajarte de mi cama? - Repitió el líder histérico. Llevándose una mano a la frente, parecía querer calmarse.

- No se peleen… - Gimoteó SungMin haciendo pucheros - El desayuno está listo… se va a enfriar si no se lo comen ya… -

- Si SungMin tiene razón - Corroboró DongHae con su sonrisita de pescado feliz - Los Hyungs no pueden estar enojados porque tienen que cuidar de sus dongsaengs y darles buen ejemplo -

LeeTeuk suspiró y le dio la espalda a KangIn quedando de frente a los menores, les sonrió con tranquilidad, sus labios estaban resecos por la fiebre y estaba aún más pálido que el día anterior.
- Tienen razón, soy el líder y no voy a comportarme como un niño pequeño, peleando por una cama - Comentó y a sus espaldas, KangIn lo imitó exagerando los gestos y haciéndole muecas - Vamos a comer el rico desayuno de nuestro SungMin - Finalizó.

- ¡Lo hice yo! ¡Lo hice yo! - Brincó DongHae radiante.

- ¡Oh que bien!, vamos entonces a probar el delicioso desayuno de nuestro DongHae - Exclamó LeeTeuk y le dio palmaditas en la espalda al menor que salio dando saltitos de la habitación.

KangIn se quedó sobre la cama, sintiéndose completamente ignorado y sentirse ignorado era lo que más odiaba dentro del abanico de cosas que odiaba sentir. No tenía ganas de comer ningún estúpido desayuno (aunque el estómago se lo pedía a gritos) No quería seguir viendo la carita fastidiosa del líder, no quería saber más nada que tuviera que ver con él, sólo quería huir de ahí, alejarse lo más rápido posible de ese chico que siempre lograba sacarlo de quicio, ese chico que lograba despertar sus más bajos defectos. Odiaba verse reflejado tal y como era en esas pupilas negras, odiaba siempre quedar como el causante de todos los problemas.

Se bajó de la cama y pateó la cobija que aún estaba en el suelo y esta fue a dar bajo la cama. Salió del cuarto y se metió directamente al baño para darse una ducha de agua fría.


***

La mañana se fue volando, a decir verdad no porque el tiempo pasara más rápido sino porque se habían levantado muy tarde (casi eran las 12pm) y el desayuno se convirtió en almuerzo prácticamente. KangIn no le dirigió la palabra a LeeTeuk luego de la disputa de la cama y se alegró mucho cuando SungMin se acercó a él y le preguntó si quería ir con ellos al centro de la ciudad.

- Vamos a ir a los arcades* y luego a comer algo y bueno… lo que resulte - Le explicó SungMin que tenía un bolsito rosado colgado en la espalda, KangIn no quiso saber que animal de peluche estaba estampado en el bolso, el hecho de que fuera rosado bastaba para él.

- ¿Y quienes irán? - Preguntó KangIn.

- ShinDong y Yesung fueron a visitar a sus respectivos padres, salieron desde esta mañana, así que seremos nosotros tres, LeeTeuk Hyung y tu - Le respondió SungMin con una sonrisa de conejo.

- Se oye bien… pero la verdad es que tengo un examen de matemáticas el lunes y debo estudiar - Respondió intentando mostrarse sincero, porque en parte si era cierto eso del examen. Pero el motivo principal era que quería estar lo más lejos posible de LeeTeuk. SungMin desdibujó su sonrisa e hizo un puchero.

- Ah… bueno, te extrañaremos entonces - Respondió y salió del cuarto donde KangIn estaba buscando en unos cajones los libros para estudiar.

Cuando SungMin se fue de la habitación, KangIn se dejó caer en la cama entre culpable y aliviado por poderse quedar toda la tarde sólo. Cinco minutos después escuchó las voces de todos en el corredor y la puerta que se cerró dejándolo todo en silencio después. KangIn suspiró disfrutando del inmaculado silencio que se apoderó del lugar, finalmente un minuto de paz.
Se levantó de un brinco de la cama, primero se prepararía algo rico en la cocina y luego vagaría un rato en Internet antes de ponerse a estudiar. Una vez en la cocina, abrió la nevera en busca de sus fresas y las encontró cerca al congelador, había una notita en el recipiente que las contenía, reconoció de inmediato la legra de SungMin: “Estas son las mías”, frunció el ceño y luego de buscar un poco más encontró otro recipiente escondido detrás de la leche, con otro papelito “Estas son las tuyas”. KangIn sonrió con la notita y sacó las fresas y las puso sobre la mesa. ¿Qué prepararía con ellas? Después de pensarlo unos segundos más, sacó la leche condensada de la nevera y comenzó a partir las fresas en trozos mientras silbaba alegremente.

KangIn no era malo, de verdad que no. Él no era un chico malo, siempre trataba bien a quienes lo trataban bien, siempre ayudaba si alguien se lo pedía, tenía unas calificaciones decentes (no las mejores, pero si buenas) y siempre daba lo mejor de su mismo en todo. Su único problema era que, no se acostumbraba a vivir con tantas personas aún. Ya había pasado más de un mes pero él seguía sintiéndose algo incómodo aunque no sabía muy bien porqué. Los chicos eran todos muy amables, era relativamente fácil vivir con ellos, ShinDong era muy sumiso aunque no lo pareciera y siempre hacía lo que le pedía, Yesung había sido muy tímido al comienzo, pero últimamente era muy hablador, aún así era una persona fácil de llevar, EunHyuk siempre quería jugar y hacer bromas, DongHae siempre le encontraba el lado positivo a todo desde su adorable ingenuidad y SungMin… SungMin era SungMin, el chico más dulce (en todos los sentidos) que había conocido en su vida y aunque al comienzo le hacía sentir raro su actitud, había terminado por acostumbrarse.

El problema era…
Por supuesto LeeTeuk.
LeeTeuk quien siempre parecía torpe y olvidadizo, el que siempre tenía el control de todo aunque pareciera todo lo contrario. LeeTeuk el que tenía una cara tan delicada como la de una chica, LeeTeuk el que tenía esa estrecha cintura y…

- Auch… - Se quejó cuando el cuchillo le alcanzó parte del dedo y la sangre brotó instantáneamente - Mierda… - Agregó y se llevó el dedo a la boca.

Maldito LeeTeuk. ¡Todo era su culpa!
Pero esa tarde no abría LeeTeuk, esa tarde iba a descansar de su presencia y con una sonrisa de oreja a oreja se envolvió el dedo en una servilleta y se llevó las fresas con la leche condensada para la sala. Su sonrisa se desdibujó casi inmediatamente, cuando sus ojos se fijaron en la figura recostada en uno de los muebles.

- Oh… ¿Me trajiste fresas? Que considerado - Exclamó LeeTeuk quien no se había preocupado en cambiarse la pijama blanca (Aunque ya no tenía la pantaloneta navideña). Se encontraba recostado en el mueble y el televisor estaba encendido en un drama que era muy popular por esas épocas. KangIn casi deja caer el plato con las fresas. - Siéntate aquí - Invitó el mayor con una sonrisa que no le inspiraba confianza a KangIn y se hizo a un lado para que se pudiera sentar.

- Pensé que saldrías con los chicos - Murmuró KangIn resignado a tener que compartir sus fresas con el líder y se sentó a su lado.

- ¿Con esta fiebre? ¿Quieres que mañana no pueda trabajar? - Preguntó LeeTeuk y mandó la mano al plato agarrando media fresa y pasándola por la leche condensada que se adhirió a la fruta dejando un hilo pegajoso sobre la mesa.

- Ah… si lo olvide - Respondió con descuido KangIn y se llevó una fresa a la boca también - Creí que quizás era otro de tus trucos - LeeTeuk rió con esa particular risa suya.

- ¿Cómo podría simular una fiebre? - Preguntó cuando paró de reír - Además… no quiero que se preocupen - Finalizó tomando otra fresa.

- ¿No les dijiste nada? - Preguntó KangIn montando los pies sobre la mesita de centro.

- No, les dije que tenía cosas que hacer y que por eso no iba - Cogió otra fresa, la untó en la leche condensaba que estaba en un tazón azul pero se quedó a medio camino sin meterla en su boca - ¿Y tu porqué no fuiste? Ah… no me digas ¡Te quedaste para cuidarme! - Exclamó emocionado y la leche condensada resbaló de la fresa y manchó el camisón de su pijama.

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Re: [TeukIn]El ángel y el Demonio (Cap 14!)

Mensaje por Helsic el Mar 3 Jun 2008 - 7:35
- ¡Por supuesto que no! - Se apresuró a decir KangIn molesto (una vez más) - ¿Porqué quería cuidarte? - Le preguntó y tomó otra fresa rápidamente - Mira como te estás volviendo la pijama - Le regañó y LeeTeuk se limpió con el dedo y luego se lo chupó.

- Me cuidarás porque soy tu líder y porque te ayudaré con tus matemáticas - Concluyó LeeTeuk sonriendo una vez más, pero su risa se desdibujó cuando tosió con fuerza.

- No necesito tu ayuda - Le recordó KangIn - Puedo estudiar sólo, de todas formas no contaba contigo - Le aclaró tomando otra fresa -

- Anda no te hagas el difícil - Agregó LeeTeuk empalagosamente.

- ¡La verdad es que no fui porque no quería estar contigo! - La frase salió sola e inconciente, en realidad KangIn no quería decirlo o por lo menos no de esa forma tan directa, pero las palabras salieron impulsadas por la rabia del momento y el silencio que se hizo entre los dos fue denso y tenebroso.

LeeTeuk estiró su mano una vez más para tomar otra fresa y la pasó por la leche condensada despacio, haciendo círculos con la fresa dentro de la espesa leche embelezado con el movimiento circular hasta que finalmente la sacó y se la llevó a la boca rápidamente untándose los labios, entonces tosió fuertemente y su cuerpo se inclinó hacía adelante, provocando que por poco el tazón con la leche se regara sobre la mesa.

- Hyung… - Murmuró KangIn incómodo con la situación.

- No digas nada - Le cortó LeeTeuk sin mirarlo, parecía más concentrado en limpiarse el mentón y el labio untados de leche - Eso es algo que… ya sabía, sólo faltaba que lo dijeras - Finalizó y estiró la mano para tomar otra fresa pero pareció arrepentirse porque no la tomó.

- Hyung… - Volvió a decir KangIn pero las palabras no salían. Estaban atascadas en su garganta como una pelota de tenis en un tubo de desagüe. LeeTeuk se giró y le sonrió desconcertándolo aún más.

- No se puede esperar ser querido por todos - Dijo LeeTeuk con esa sonrisa suya capaz de convencer a un gato de meterse en una bañera - Es la ley de la vida - Y dicho esto se levantó, tosió un poco más y se dirigió a la habitación cerrando la puerta suavemente.
KangIn se quedó estático en medio de la sala sin saber que hacer, una extraña sensación de culpa lo embargó, no debió decirlo aunque en realidad lo sintiera, no debió ser sincero, ser demasiado sincero siempre traía problemas, miró desesperanzado la puerta cerrada de la habitación y deseó entrar corriendo para remediar lo que acababa de suceder, pero se quedó sentado contemplando las fresas que aún quedaban en el tazón.

Entonces su celular comenzó a vibrar en el bolsillo, lo tomó y al contestar la voz de su novia lo trajo de vuelta a la realidad. Ella quería invitarlo a su casa, quería pasar una tarde a solas con él porque sus padres no estaban y eso significaba que podría haber sexo. En otro momento de su vida KangIn hubiera salido corriendo para encontrarse con ella aún sin dejarla terminar hablar, pero para asombro de ella e inclusive de si mismo, le respondió que no. Cuando colgó luego de escuchar los reclamos histéricos de ella, KangIn hizo algo muy impropio de él, se levantó de la silla, caminó hasta la puerta, se puso sus zapatos y salió del edificio con paso lento, parecía un especie de autómata sin conciencia. Se detuvo en una droguería a dos cuadras del lugar y regresó con una bolsita plástica llena de medicamentos.


Continuará


Nota de Helsic: *A* me rindió xD ando con inspiración aunque no se como continuar la historia *la patean las lectoras* pero ya se me ocurrirá algo en la oficina xD, wow es tarde, las 12! Debo madrugar a trabajar! ;A;

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