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El ángel y el Demonio por Helsic

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El ángel y el Demonio
~ Capitulo 8 ~
Entrando en confianza



KangIn regresó al apartamento con las medicinas, fue directo a la cocina porque no encontró al líder en la sala, probablemente seguía en su habitación. Una vez en la cocina sacó las medicinas de la bolsita y preparó un buen Té de hierbas porque su mamá le daba de beber té caliente cuando se enfermaba y eso siempre lo hacía sentir mejor. No sabía si era gracias a las cualidades curativas del té o si era debido a las caricias tiernas y la atención de su madre, pero definitivamente no acariciaría ni le prestaría especial atención a su Hyung. El té tendría que hacer el trabajo sólo.

Luego de prepararlo, sacó dos píldoras, una para la fiebre y otra para la congestión nasal (El señor de la droguería se las recomendó), también saco un jarabe de un color rojizo oscuro, ese era para el malestar general del cuerpo. Puso todo en una bandejita y caminó hacía la habitación. Al llegar a la puerta, la notó entre abierta y para no dar tiempo a arrepentirse, abrió la puerta de par en par.

LeeTeuk estaba recostado en su cama, con la cabeza contra la cabecera de madera y dos almohadas suspendiendo su espalda, tenía una revista en sus manos e inmediatamente notó la presencia de KangIn en el cuarto, escondió la revista bajo su trasero como un niño sorprendido cogiendo galletas de la cocina. El menor se acercó y se sentó en la que ahora era su cama y estaba justo al frente de la del líder ,como el cuarto no era muy grande, sólo las separaba unos cuantos centímetros apenas precisos para poner una mesita pequeña y una lámpara.

- Toma - Murmuró KangIn extendiéndole la bandeja - Compré estás medicinas, te harán sentir mejor - Explicó ante la mirada expectante del líder.

- Gracias - Musitó sinceramente LeeTeuk tomando el plato con el té caliente. - Lo sabía, eres un buen chico - KangIn sonrió avergonzado - Y yo soy demasiado encantador - Finalizó y KangIn lo miró con reproche.

- Tómatelo antes de que me arrepienta - Le increpó señalándole las píldoras - Estás dos primero, luego el jarabe, en 8 horas vuelves a tomarte dos de estas y en 6 horas de nuevo el jarabe - Explicó, LeeTeuk sonrió y se metió ambas píldoras a la boca, luego las tragó dándole una bocanada al té caliente, KangIn sirvió el jarabe espeso y rojizo en una cuchara y se la entregó, pero LeeTeuk no la recibió con sus manos, sólo abrió la boca, KangIn frunció el ceño sintiéndose incómodo y avergonzado por la situación, pero terminó dándole el jarabe al líder como a un niño pequeño esperando la comida de mamá.

Al parecer el jarabe estaba muy amargo porque LeeTeuk cerró los ojos fuertemente y sacó la lengua asqueado, cogió el té y se lo tomó tan rápido como se lo permitió su lengua, pues aún estaba muy caliente. Casi inmediatamente después comenzó a sudar, casi rió con la situación. El líder buscó afanosamente algo con que abanicarse la cara y sin pensarlo sacó la revista que minutos antes había escondido y comenzó a abanicarse con ella rápidamente.

KangIn reconoció de inmediato la revista. Porque además de ser suya… era una revista porno. Y KangIn sabía muy bien cuales eran sus revistas porno.

LeeTeuk se percató de ello y con su acostumbrada risita rara, dejó de abanicarse y sonrió mostrándole la portada.

- Lo siento, estaba ahí en la caja… me aburría y eché un vistazo - Dijo a modo de disculpa. - Eres menor de edad Dongsaeng… ¿Cómo la conseguiste? - KangIn se encogió de hombros.

- También tengo mis trucos bajo la manga - Contestó simplemente.

- Un dongsaeng no debería ver este tipo de cosas - Comentó LeeTeuk usando su tono más maduro.

- Oh por favor Hyung… ¿Acaso me dirás que no te gusta el porno? - Preguntó KangIn sentándose a un lado de LeeTeuk en la cama, quien encogió sus piernas, para que el menor pudiera sentarse mejor.

- Ese no es el punto - Replicó LeeTeuk golpeándolo con la revista en el hombro - Eres muy joven para ver estas cosas -

- Sólo soy dos años menor que tu… - Refunfuñó KangIn - Además no tiene nada de malo, da buenas ideas - Finalizó y rió con su propia broma, LeeTeuk lo miró inquisitivo.

- ¿Has practicado esto con tu novia? - Le preguntó con una sonrisa pícara. KangIn le arrebató la revista y la abrió cerca de la mitad - Sólo esta… y… está también… y esta, aunque no me gustó mucho - Señaló las posiciones con el dedo.

- Bahh… no te creo ¿estás hablando en serio? - Preguntó LeeTeuk riendo y dándole un golpecito en el hombro.

- Claro que estoy hablando en serio… ¿Porqué mentiría en algo así? - Preguntó, LeeTeuk se alzó de hombros y ojeó las posiciones que KangIn había mencionado - No te lo imagines… - Se apresuró a decir. LeeTeuk rió con ganas.

- Dios, no … tendría pesadillas… aunque… tu novia es linda y tiene buen cuerpo a ella quizás podría imaginármela… - Comentó sardónicamente, KangIn lo miró como un toro enfurecido a punto de embestir y eso le dio más risa.

- ¿Y tu Hyung? ¿Cuántas has hecho tu con tu novia? - Le devolvió la pregunta molesto. LeeTeuk suspiró y comenzó a buscar en la revista como si estuviera viendo un catálogo de comida o algo parecido, tosió un poco antes de hablar.

- Actualmente… no tengo novia - Comenzó a decir - Pero cuando fuimos novios, pues hicimos todas estas - Explicó rápidamente. KangIn abrió los ojos con la sorpresa.

- ¿Todas esas? - Exclamó y tomó la revista como para recordar las posiciones que el líder había dicho. - Valla… ¿Y por qué terminaron entonces?... -

LeeTeuk suspiró largamente y KangIn notó un instantáneo cambio en su mirada, de repente esas perlas negras se volvieron más opacas y la melancolía emergió de ellas llenando todo el cuarto, pesada y espesa como el jarabe que minutos antes se había tomado.

- Por que fui un tonto - Explicó LeeTeuk mirando el techo pensativo.

- ¿La engañaste? - Preguntó KangIn interesándose en la historia, especialmente por el cambio de actitud del mayor. LeeTeuk le sonrió al escuchar eso y negó lentamente con la cabeza.

- No… nunca engañaría a una chica a la que amo - Explicó el mayor y encogió sus piernas y apoyó los codos allí - ¿Amas a tu novia? - Le preguntó.

- Claro - Respondió instantáneamente KangIn sin pensarlo ni un segundo - ¿Por qué no lo haría? -

- Bueno, un hombre enamorado hace cosas estúpidas - Comenzó a decir el líder.

- ¿Qué estás queriendo insinuar? - Le increpó KangIn comenzando a molestarse de nuevo.

- Porque yo hice muchas cosas tontas por ella - Explicó el mayor ignorando el reclamo de su interlocutor. - Fui yo quien tomó la decisión de terminar todo, unos meses luego de entrar a SM -

- Ah… ¿y por qué? - Preguntó de nuevo KangIn con inocencia, realmente estaba intrigado.

- Por qué… no habría espacio para dos amores en mi vida - Respondió LeeTeuk y al ver la cara de desconcierto de el menor agregó - Así es, tengo otro amor… él es importante también -

- ¿Él…? - Murmuró KangIn sintiéndose cada vez más confundido ¿A su líder le gustaban los chicos? -

- Si… ¡Mi piano! - Exclamó el mayor y comenzó a reír de nuevo su particular risa, KangIn frunció el ceño e hizo un puchero sintiendo que el alma le volvía al cuerpo luego del susto. - Quiero componer canciones que hagan sonreír a la gente, quiero que mi voz llene el corazón de quien lo escuche, quiero brindar miles de colores a través de mi música -

KangIn no supo que decir, de repente las palabras del líder le hicieron descubrir que estaba vacío, que no tenía ningún sueño grande ni pequeño, le hicieron sentir como si hasta ese momento no se hubiera tomado nada en serio, como si todo aquello hubiera sido un sueño efímero y LeeTeuk estuviera viviendo en la realidad. Se sintió infinitamente pequeño, como si esos dos años de diferencia que había entre los dos fueran dos abismos perennes.

- Youngwoon ¿Cuál es tu sueño? - Escuchó preguntar a LeeTeuk. El menor se sintió azorado con la pregunta, desorientado y perdido en un mundo demasiado magno para él.

- No… lo se - Respondió escuetamente. Y esperó un regaño o quizás una burla, pero en vez de eso el mayor sonrió y le posó una mano sobre el hombro de manera fraternal.

- No te preocupes por eso, aún eres muy joven - Le explicó el líder - Ya encontrarás tu propia razón por la cual luchar - y le dedicó de nuevo esa maravillosa sonrisa.

KangIn sintió que la sonrisa de LeeTeuk era como un fusil de francotirador apuntándole a la cabeza, en cualquier momento su cabeza estallaría si continuaba observándola, pero afortunadamente el líder decidió darse un baño, las abuelas recomiendan siempre bañarse con agua caliente cuando tienes fiebre, es muy efectivo porque tu cuerpo automáticamente cambia la temperatura buscando contrarestar el calor y por supuesto ayuda a que la fiebre baje. Él líder tenía los ánimos en las nubes, se levantó de la cama con decisión y se metió al baño, minutos después KangIn le escuchó cantando una canción de HOT a todo pulmón.

El menor se quedó en la habitación y se dejó caer en su propia cama, mirando al techo, con las últimas palabras del líder rondando su cabeza, tratando de descifrar el significado de ellas, lo extraño que resultaba por primera vez pensar en serio en esos temas. Repasó en su mente lo que el líder había dicho sin encontrarle un verdadero sentido, sin poder comprender como era posible que un hombre pudiera cambiar a una novia por un piano. ¿Cuál era entonces el significado del verdadero amor?. ¿Sería acaso que no comprendía porque nunca había amado de verdad? Se preguntó así mismo llevándose las manos atrás de la cabeza, hasta hacía poco tiempo creía llevar una vida perfecta y feliz. Era amado por la gente a su alrededor, respetado por los dongsaengs, amado por las chicas, querido por los Hyungs y por supuesto con la simpatía de los profesores a su ventaja. ¿No era acaso esa la clase de vida perfecta que toda persona quisiera tener?

Al parecer no lo era. Al parecer era sólo la ilusión de la vida real, KangIn había vivido dentro de un sueño y LeeTeuk le estaba mostrado la realidad. El mundo en el que el amor era un sentimiento abstracto y complejo, un sentimiento tan extraño como para poder comparar a una mujer con un piano, una pasión que podría ser absurda pero que en realidad se trataba del delicado material con el que se tejían los sueños. KangIn se sintió confundido y sintió miedo, había vivido 17 años creyendo que tenía el sartén tomado por el mango y ahora se daba cuenta de que ni siquiera tenía un sartén propio, es decir no tenía un verdadero sueño el cual seguir. Despertar todos días con un motivo verdadero, abrir los ojos y saber que ese día sería un escalón más para llegar a la tan anhelada meta.

Nada de eso existía y su novia era sólo una muñeca más que usaba a su antojo, él no era más que un muñeco superficial que era usado por ella de igual manera y no le importaba, sabía que ella estaba con él en parte por que pertenecía a SM y era atractivo, pero saber eso lo enorgullecía, no era motivo para dejarla, por supuesto por que en realidad él no la amaba. No le importaba y su vida era tan superficial como esa relación con ella, por eso podía llenarse con lo que ella le ofrecía, pero las palabras de LeeTeuk le hicieron dar cuenta de que sólo era un niño que jugaba a ser grande, que jugaba a tener novia y a ser feliz, cuando en realidad estaba completamente vacío.

LeeTeuk entró inesperadamente al cuarto y se sobresaltó al verle destilando agua por todas partes, mojando el mosaico del suelo, la luz proveniente de fuera de la habitación se filtraba por la puerta dibujando el delgado cuerpo del líder, su pecho pálido y desnudo resplandeciendo en medio de la habitación, contrastando con su lóbrego cabello negro que caía como una cascada de petróleo sobre los costados de su rostro. LeeTeuk se giró y cientos de gotitas cayeron en el rostro y pecho de KangIn quien se quejó y se levantó de la cama.

- Me estás mojando - Se riñó.

- ¿Dónde está mi toalla? - Comenzó a decir el líder mojando a cada paso el suelo de la habitación, el pantalón que llevaba puesto se había empapado completamente por el agua que resbalaba por su espalda - Estoy seguro de que la deje por aquí - Agregó, pero era obvio que en aquel desastrosos desorden, no encontraría nada.

- Toma la mía - Gruñó KangIn tirándole una toalla que no fue atrapada en el aire por LeeTeuk y fue a caer sobre la lámpara de noche que calló al suelo haciendo un gran estrépito - Tonto… - Murmuró KangIn al notar como el líder no había sido capaz de atraparla.

Él líder la recogió y se la puso en la cabeza, comenzó a secarse el cabello empapado y luego continuó con la espalda y el pecho.

- Gracias - Dijo LeeTeuk feliz con la toalla en los hombros a KangIn no le gustó lo que sintió en ese momento, se sintió inseguro e intimidado frente al delgado cuerpo del líder, fue raro porque en primer lugar habían pocas personas que se podían jactar del hecho de haber intimidado a KangIn (y uno de ellos fue porque medía más de 1,90 y KangIn tenía sólo 14 años) y segundo porque ser intimidado por alguien que parece que pudiera ser tirado por el viento es en cierta forma ridículo.

Así pues que KangIn se sentía ridículo, intimidado, superficial e inseguro. ¿Cómo podía sentir tantas cosas al mismo tiempo y en tan poco tiempo? ¿Como podía una persona crear todo ese tipo de sentimientos en él?

- ¿Qué miras? - Preguntó LeeTeuk haciendo volver a KangIn a la realidad.

- Estás muy delgado - Dijo KangIn - ¿Acaso nunca comes bien? - LeeTeuk se encogió de hombros sin darle importancia al asunto - pareces débil como una niña - LeeTeuk frunció el ceño molesto por el comentario.

- ¿Me estás provocando? - Preguntó el mayor cruzándose de brazos. KangIn sonrió malicioso.

- Midamos nuestra fuerza - Propuso KangIn y le enseñó su brazo. LeeTeuk blanqueó los ojos.

- ¿Dónde y cuando quieres que te humille? - Preguntó el líder, KangIn saltó de la cama eufórico, ningún flacuchento iba a ganarle.

- No tienes posibilidad contra mi - Le amenazó KangIn divertido y lo picó con un dedo en el pecho - Te haré trizas en minutos -

- Si estás tan seguro… ¿Por qué no apostamos algo interesante? - Sugirió LeeTeuk.

- Lo que quieras - Respondió rápidamente y la ancha sonrisa satisfecha de LeeTeuk esa que siempre traía problemas y que vaticinaba que sería engañado por el mayor lo hizo arrepentirse de sus palabras. La verdad era que aunque el mayor parecía débil cabía la posibilidad de que fuera fuerte… ¿verdad?. De no ser así, no estaría tan seguro de ganar… ¿verdad?.

- Mmm lo que quiera… - Comenzó a decir LeeTeuk paseándose por la habitación - Podrías invitarme a almorzar durante toda la semana, lo que yo quiera comer o podrías limpiar, organizar y hacer mi cama todos los días - Se quedó pensativo estirando la boca de manera graciosa - O podrías hacer todos mis deberes de líder ya que estás tan interesado en mi puesto, si, podría tomarme unas buenas vacaciones - Finalizó.

La cosa ya no le gustó a KangIn. LeeTeuk estaba demasiado seguro de que ganaría como para apostar algo así ¿Y si el flacucho escondía un As bajo la manga? , su profesor de Taekwondo siempre decía que pocas veces la apariencia del enemigo reflejaba sus verdaderas habilidades.

- No seas tan exagerado Hyung… es sólo un juego - Comentó con una medio sonrisa.

- Bien… entonces seré considerado contigo - Comentó LeeTeuk con un suspiro - Si pierdo tocaré el piano para ti, pero si gano… me darás el teléfono de tu novia - Finalizó.

- ¿Qué tipo de apuesta estúpida es esta? - Preguntó KangIn azorado - No voy a darte el teléfono de mi novia… ¿Para que querría escuchar tu piano? -

- No pierdas entonces - Finalizó el otro ignorando el comentario del piano. - ¿O tienes miedo de que luego de hablar conmigo ella me prefiera a mi? - Comentó con inocencia.

KangIn salió del cuarto echando humo por las orejas, ese chico tenía la facultad mágica de hacerle enojar en cuestión de segundos, el líder lo siguió hasta la sala, KangIn se sentó en el mueble al lado de la mesa en donde habían dejado olvidadas las fresas con la leche condensada, puso su mano sobre ella esperando que LeeTeuk se pusiera en posición también para medir la fuerza con los brazos.

LeeTeuk se tomó todo el tiempo del mundo en acomodarse en la mesa (inclusive se comió un par de fresas que aún quedaban en el tazón y se chupó los dedos untados de leche) se sentó en el suelo y puso su brazo en posición. KangIn le tomó la mano fuertemente y lo miró a los ojos fijamente, el líder hizo lo mismo y aunque sus ojos lo miraban fijos e imperturbables, su sonrisa era ancha y confiada.

- Uno, dos… ¡tres! - Gritaron al tiempo y en cuestión de segundos LeeTeuk perdió.
Fue tan fácil como torcer un alambre de cobre de corto calibre, tan fácil como partir una débil ramita con el pie, el brazo del líder quedó contra la mesa casi inmediatamente gracias a la fuerza de KangIn. Inclusive el menor no reaccionó sino hasta unos momentos después.

- ¡GANE! - Gritó con júbilo cuando se percató de ello. - Gane, gane, gane, Gane, gane, gane, Gane, gane, gane - Repitió y bailó alrededor de la mesa - ¡Bleh! - Le hizo una mueca con la lengua - ¡Y no hay nada que puedas hacer al respeto! -

- Si… menos mal no aposté algo peor - Dijo LeeTeuk quien no parecía para nada derrotado o humillado por el asunto - Sabía que perdería, era obvio - Explicó el mayor acariciándose la mano con la que había hecho fuerza - Eres muy predecible dongsaeng - Finalizó volviendo a sonreír.

- Idiota - Murmuró KangIn entre dientes, de nuevo la cabeza le hervía a mil grados centígrados.

- Pero eso es lo que te hace adorable - Comentó desdeñosamente agitando su mano - Además ¿de que te quejas? Te haz ganado un maravilloso concierto de piano - Le picó un ojo luego de decir esto - Pero si sigo tan enfermo no podré cumplir mi apuesta, alguien tendrá que cuidarme - Dicho esto se tiró cuan lago era en el mueble.

KangIn se quedó mirándolo sin darle crédito a lo que acababa de escuchar. ¿Había límite para el descaro?

- Quiero más fresas - Le mandó LeeTeuk. Las fresas estaban a pocos centímetros de él, sin embargo no se dignaba a cogerlas.

- Claro Hyung - Dijo KangIn sonriendo, tomó el plato con las fresas y el plato con la leche condensada - Con mucho gusto para mi Hyung… ¡FAVORITO! -

Dicho esto último, volteó el tazón con la leche condensada sobre la cabeza del líder. La leche se derramó inmediatamente bajando espesa por la cabeza del líder y deslizándose por sus mejillas y cuello. LeeTeuk abrió los ojos como platos y se llevó las manos a la cabeza, el cabello era ahora un revoltijo pegajoso y desagradable. KangIn comenzó a reír, la risa fue tanta que tuvo que sentarse en el suelo y sostenerse el estómago. La risa contagió a LeeTeuk y ambos terminaron riendo como tontos por un largo rato más.

Continuará xD

Nota de Helsic: Aishhhhh tenía otro plan para este capitulo, cuando venía en la buseta pensaba hacerlo distinto x_x pero… aishhh estaba deprimida y no quería escribir angst… (see iba a ser un poco angst) y me salió muy random… bueno, pero es parte del plan maestro muahaha, entre otras cosas, ¿Lo han notado? Han sido 8 capítulos de cero KangTeuk/TeukIn… osea… xDD LOL 8 capitulos sin LEMON y sin ni siquiera un miserable beso! Hahaah mi nuevo record! O___o’’

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